El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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Monday, October 27, 2025

Salitre de El Pedernoso

 La producción de salitre en El Pedernoso en 1557


Miguel Llanos, vecino y regidor de la villa del Pedernoso, dize que cumpliendo con lo que deue al seruicio de V. A. auisa que en la dicha villa que es en el prioradgo de San Juan ay xiii calderas y otros tantos obradores de hazer salitre, los quales que particularmente declara, podrían labrar en cada un año más de i (U) cc quintales de salitre y los quales los venden luego porque como es general que biue de su grangería, tienen necesidad de dinero luego de contado y si huuiese allí alguna persona con dineros que como se acauase de hazer el dicho salitre lo tomase se recogería la dicha cantidad porque aunque en nombre de V. A. van allí a tomarlo es de tarde en tarde y no ay persona allí que resida de ordinario.

Y que para que mejor y más salitre se pueda hazer conuernía dar cédula para que qualquier parte que quisiesen pudiesen tomar el atocha y el romero que para los hornos es menester porque van dos leguas por ello y los prendan.

AGS, GYM, LEG. 65, 246. Año 1557.

Desde 1578 se reconoce que el problema es la falta de atocha, por lo que se pide el adehesamiento de terrenos en Quintanar de la Orden y Villacañas para garantizar el abasto a las fábricas de El Pedernoso (AGS, GYM, Leg. 88, 141. Año 1577)

Thursday, May 29, 2025

El Pedernoso y la pólvora para la guerra


Archivo General de Simancas, GYM,LEG,189, 210. Año 1586



Archivo General de Simancas, GYM,LEG,250, 191 año 1589



Archivo General de Simancas, GYM,LEG,103, 13, año 1580


La producción de salitre estaba controlada directamente por el Consejo de Guerra a través de uno de sus miembros, don Francés de Álava, del que dependían diversos administradores en los centros de producción. Así, Tembleque tenía un administrador propio y El Pedernoso junto a Alcázar también. En este último caso, Sebastián Cordobés, que avisaba en 1578 de que la producción de salitre en las fábricas se estaba paralizando por falta de atocha. Anteriormente el problema era la falta de dinero. La Corona por el sistema de asientos se concertaba con estos centros de producción para garantizar el suministro para la artillería, pero la falta de pagos llevaba a que la venta de la pólvora se hiciera fuera del control de la monarquía en muchas ocasiones. Pero, ahora, el problema era diferente: el arranque y quema de atocha para labrar el salitre estaba entrando en colisión con los ganaderos que veían disminuidos sus pastos. Hubo problemas en Villacañas y Quintanar para acotar dehesas para destinar exclusivamente la atocha a los hornos del salitre, si bien en otros centros fabriles principales como Tembleque se había acotado una dehesa. EL ejemplo de Tembleque será tomado por el administrador de El Pedernoso que pedirá a Francés de Álava el adehesamiento de los atochales de El Pedernoso para permitir seguir labrando salitre. Pero la licencia para adehesar los montes correspondía al Consejo de Castilla; el Consejo de Guerra poco más podía hacer que ordenar que se sacará toda las atocha posible sin más miramientos (Archivo General de Simancas, GYM,LEG,88, 14 de febrero de 1578).  En 1580, 1586 o 1589 se nos dice que el problema es la falta de dinero, pero el Consejo de Guerra vuelve a insistir que la producción no se puede parar.

La necesidad de salitre para la fabricación de pólvora llevó a la expropición de tierras. Entre los expropiados en 1591, estaba Diego Suárez de Inestrosa, vecino de Belmonte, que en las labranzas de Las Mesas, a una legua de El Pedernoso le fueron confiscadas ocho hazas con un total de 111 almudes, entre ellas la llamada del Bernaldo de setenta almudes (AGS. GYM, Leg. 343, 31)

 

Sunday, October 16, 2016

La producción de salitre para la fabricación de pólvora en El Pedernoso

                        Que esta villa tienen un minero y asiento de tierra salitral, de la cual se coxe y labra cantidad de salitre para hacer pólvora para servicio de S. M.  
                        (Relaciones Topográficas de Felipe II, 1575)


El tratamiento de salitre para la obtención de pólvora tenía una tradición antigua en la villa de El Pedernoso. Ya en 1490, aunque no se hace mención a la villa, sí que se recoge una comisión al gobernador del Marquesado de Villena para que se paguen ciertas deudas a Gonzalo de Urueña, que en los años anteriores se había encargado de recoger salitre en esta gobernación (AGS. RGS. Leg.149010, 143). Noticias indirectas nos dan a entender que la producción de salitre en El Pedernoso, u otras localidades cercanas como Tembleque en Toledo, fue fomentada por Fernando el Católico, por las acuciantes necesidades de pólvora para las guerras de Italia.

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Planta primitiva de elaboración de salitre. ca 1830***
                                                
Medio siglo después la villa de El Pedernoso nos aparece como centro productor de vital importancia para la Corona*. Ahora el principal problema es la baja calidad del salitre, haciéndose necesaria una regulación de la producción. Francisco Sedeño veedor general de artillería tomará el control directo de la producción, nombrando un artillero llamado Juan Pérez para la supervisión de la elaboración del salitre. Por aquel entonces, mediados del siglo XVI, El Pedernoso contaba con catorce oficiales dedicados a la fabricación  de salitre, aunque el proceso de refinado llevado en el lugar daba un salitre de mala calidad, que cuando se volvía a refinar en seco para la obtención de la pólvora producía mermas de seis y siete libras el quintal. El proceso de adulteración del salitre fue descrito por ARÁNTEGUI Y SANZ  en su estudio de los documentos hallados en la sección de GUERRA  de Simancas, recogiendo los testimonios del veedor de salitrerías, Gonzalo de Montalbo

que en las villas de Tembleque e del Pedernoso e de otros lugares donde se haze el salitre sencillo puede haber quarenta e dos o quarenta e tres calderas sin las quatro de los afinadores pero que el negocio de acer salitre no está en las calderas sino en el material de la tierra porque las calderas son las que labran el salitre sencillo que son gente pobre los quales a causa de las muchas aguas e tiempos rezios no han podido coxer la tierra en teimpo que se coge e nucha parte de la que tenían cojida se les ha hundido e perdido con el agua e no pueden coxer e traer leña...
... Asymesmo los oficiales que labran el salitre senzillo hacen una falsedad en ello y es que cuecen ciertas lexías que llaman cabeças y estas enuelven para vender a los afinadores con el salitre y demás de dañar mucho el salitre afinado echan a perder a los afinadores porque les venden agua cuaxada que estas cabeças han las de derramar en sus corrales


Así el proceso de adulteración del salitre era resultado de los excesivos lavados, pues tal como se decía, al echar tercer y cuartas lejías no tenían fuerza. Para evitarlo, Juan Pérez debía fijar su residencia en El Pedernoso con la única finalidad de obtener un salitre puro y no adulterado para la obtención de pólvora

y fuese presente a ver afinar y refinar el salitre y espumar para que se le quite la grasa y sal que tuviera

La mayor calidad del salitre obtenido, y las mayores necesidades militares, redundaron en la elevación de su precio, a pesar de que por esa época se abrían nuevos centros de producción, entre ellos, como caso más conocido, las minas de Hellín. La producción de salitre en El Pedernoso continuó en toda la época moderna hasta bien entrado el siglo XIX. Pareja a la explotación salitrera vino el crecimiento poblacional: de los escasos 64 vecinos del censo de pecheros de 1528, a los ciento cincuenta vecinos de las Relaciones Topográficas de 1575 y a la implosión del último cuarto de siglo, que llevaría a los 241 vecinos en 1591. La crisis del seiscientos haría menos mella que en otras poblaciones, para, desde un mínimo de 181 vecinos en 1646, alcanzar los 300 vecinos en los años inmediatamente posteriores a la Guerra de Sucesión.

En las secciones de Porcones de la Biblioteca Nacional se nos han conservado los fundamentos de derecho del pleito de una vecina de Belmonte, Ana Rodríguez de Moya, con el arrendador de la alcabala del viento de El Pedernoso,Diego García, por negarse a pagar cantidad alguna, pues la fabricación y trato del salitre era considerado una regalía y por tanto exenta de imposición:

El salitre es y se labra para su magestad y por su horden y mandado y para su real seruicio y por asiento sobre ello hecho y su magestad tiene dada la forma y requisitos que en ello se han de guardar y tiene puestos veedor y contador y personas que asisten a la fabrica de manera que los salitreros solo ponen el huso y artificio industria y trabajo y por ellos se les da la paga de tres mill maravedís por quintal

La elaboración del salitre se hacía en las casas y fincas particulares de El Pedernoso, pero al venir regulada su actividad por la Corona, cabía la posibilidad de que se les quitaran las salitrerías y se diesen a otros vecinos si el veedor detectaba adulteración en la fábrica. Nos llama la atención el precio que ha alcanzado el quintal del salitre, alrededor de 3.000 maravedíes. Creemos que estas alegaciones de derecho son datables en fecha posterior a 1580, lo que supondría que el precio del salitre se había cuadruplicado en apenas veinticinco años, ateniéndonos a los datos facilitado por ARÁNTEGUI Y SANZ (750 maravedíes el quintal en 1561). De la importancia que el salitre había adquirido para la fabricación de pólvora nos da idea el siguiente párrafo

que el salitre y pólbora son armas de las más importantes al uso y exercicio de la guerra y defensa de los Reynos pues sin ellas serían sin ningún efecto todas las artillerías y municiones y tiros de pólbora porque las escopetas y tiros son solo instrumentos con que se usa de las dichas municiones y pólbora que es con lo que en este género de armas se haze el efecto y batería y ansí si magestad haze labrar y refinar el salitre con tantos requisitos y con tanto cuydado y diligencia teniendo cometido lo tocante a la dicha fábrica a su capitán general de la Artillería

La regulación del sector a cargo de veedores in situ se traducía en un salitre refinado de mayor calidad. La regulación del sector incorporaba las exenciones fiscales de pago de alcabalas del resto de la producción armamentística

de los arneses y coraças y ballesteros y espingardas y qualesquier tiros de póluora, hierros de lanças, y açagayas y saetas y otras armas qualesquier ofensivas y defensivas no se ha de pagar alcabala alguna

La alcabala en la fabricación y venta de salitre se intentó imponer por los arrendadores de la alcabala en El Pedernoso; tal decisión chocó tanto con los intereses de los salitreros como de la justicia del pueblo, opuesta a grabar una actividad clave para el pueblo. En apoyo de El Pedernoso acudieron salitreros de otro centro productor, el de Tembleque, que con su testimonio corroboraron la exención fiscal del salitre 

El carácter estratégico para la guerra del salitre le confería el carácter de monopolio real, pues por la necesidad y utilidad pública tiene puesto estanco en el salitre y lo toma y quiere todo para sí y para su real seruicio y para sus municiones. La venta de salitre fuera del control de la monarquía o contrabando recibía castigos con fuertes penas de hasta 30.000 maravedíes, como también estaba castigada la adulteración en su fabricación con penas pecuniarias e incluso corporales en caso de reincidencia

El Pedernoso
Con el tiempo el refinado del salitre dejó de hacerse en las fincas particulares de los vecinos de El Pedernoso, para centralizarse en un ingenio. De un proceso inquisitorial que rescató RAFAEL DE LERA GARCÍA, sabemos que en 1717 Philipe de Rochefort regentaba el título de administrador de las reales fábricas de salitre de El Pedernoso. La producción de salitre se había centralizado en torno a un ingenio o fábrica local. Es de destacar que cuando Rochefort es detenido, en el pueblo se produce un tumulto de trescientas personas; a la cabeza están Juan López Morano, natural de Alcaraz y residente en El Pedernoso, oficial en la fábrica de salitre, y el alcalde de la villa Francisco Sánchez Izquierdo. Al igual que había pasado 125 años antes con el pago de la alcabala, la solidaridad de salitreros, justicia ordinaria y el resto del pueblo en torno, en este caso, a Rochefort, lo era en realidad en defensa de la producción salitrera del pueblo, de la cual dependía la subsistencia de muchos vecinos.




BNE. PORCONES/506-3 (51). Por parte de doña Ana Rodríguez de Moya, vecina de Belmonte, en la causa que contra ella trata Diego García, arrendador de la alcabala de viento de la villa del Pedernoso, sobre la alcabala del salitre. Sin fecha

*Seguimos en la exposición a ARÁNTEGUI Y SANZ, José: Apuntes históricos de Artillería. 1887-1891. Establecimiento tipográfico de Fortanet. Tomo II. pp. 395-396

**LERA GARCIA, Rafael de: "La villa del Pedernoso contra la Inquisición". Cuenca nº 28, 1986

*** Imagen: Biblioteca Nacional de Chile. Memoria chilena