El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

Imagen del poder municipal
EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

miércoles, 14 de octubre de 2015

El tercio de 800 hidalgos del conde de Priego, levantado en la provincia de Cuenca en 1646

Cuando el conde de Priego intentó, por orden real, levantar en el primer semestre de 1646 un tercio de ochocientos hidalgos en el territorio del obispado de Cuenca, no era la primera vez que la Corona pedía la aportación de la nobleza al esfuerzo militar de la guerra contra Francia, agravada por las secesiones de los territorios de Cataluña y Portugal, que habían traído la guerra al suelo patrio.
Ya el 27 de marzo de 1641, había visitado la villa de San Clemente don Antonio Miranda, del Consejo de su Majestad, con la intención de que la villa aportara voluntarios para levantar una compañía de coraceros. No parece que fuera bien recibido, la villa se quejó que hacía ocho días que había aportado hidalgos para la guerra de Portugal, aunque no tenemos base documental de este hecho ni lo hemos de dar por cierto. Es más, cuando don Antonio Miranda vuelve el 28 de mayo con 120 coraceros reclutados en la Mancha, los regidores serán remisos a ofrecer sus casas como alojamiento, aunque ofrecerán gustosos las de sus convecinos.
En abril de 1642, el rey anuncia una jornada real para el frente catalán. La nobleza, forzada por la vieja obligación del auxilium medieval, debería acompañar al rey. No parece que Felipe IV estuviera muy convencido que así sucediera, por lo que se dispuso como medida complementaria el enrolamiento de los regidores de las ciudades y villas. Los regidores del ayuntamiento de San Clemente, en una vergonzosa sesión para la historia de la villa, celebrada el 18 de abril de ese año 1642,

lunes, 12 de octubre de 2015

Vecindario de Barchín del Hoyo según el padrón de alcabalas de 1586

267 vezº

vecindad de la villa de barchín
                                                 ay cclxvii  vezinos (267 vecinos)

En la villa de barchín  a veynte y ocho días del mes de mayo de mill y quinientos y  ochenta y seis años los presentes lorençio parrilla e blasgo martínez alcaldes hordinarios desta dicha villa por su magestad aviendo obedeçido la rreal provisión de su magestad que trata sobre las diligençias que se an de haçer sobre las alcabalas pertenecientes a su magestad de los seis años que por ella se manda hasta tal año de ochenta y quatro pasado y conforme la orden e ynstruçión y memoriales a su servicio dél enviados por el muy illustre señor rrodrigo Méndez, administrador de las alcabalas e rrentas rreales pertenecientes a su magestad deste marquesado de Villena, y en cumplimiento del tercer capítulo de la dicha rreal provisión empadronar a todos los vezinos  y desta dicha villa a calle hita sin eceptar ni rreservar persona alguna como se les manda, el qual padrón se hizo de la forma siguiente:
  • primeramente, françisco lópez tornero
  • gaspar cano
  • martín cabronero el moço
  • miguel de la osa
  • martín lópez de hontecillas
  • juan rredondo
  • juan de solera
  • alonso de caravaca morisco

domingo, 11 de octubre de 2015

Vecindario de San Clemente según el padrón de alcabalas de 1586 (III)

...(continúa)

calle desde señor san françisco hasta casa de pedro de tébar ángel con la colateral de maría olibares
  • los herederos de pedro rruyz de segobia
  • andrés gonçalez de tébar el biejo
  • pedro de tébar clérigo
  • hernando de montoya
  • la de diego garçía de jaén
  • juan rrosyllo yerno de cuesta
  • françisco rrosyllo el biejo hidalgo
  • martín rrubio trabaxador

viernes, 9 de octubre de 2015

Vecindario de San Clemente según el padrón de alcabalas de 1586 (II)

... (continúa)


calle de la puerta de la güerta de alonso rrosillo que cruça la calle mayor por el poço de la herroyuela derecha hasta fuera del lugar en la colateral de la calle de gurrio

  • antón de montagudo
  • diego de heredia miranda
  • françisco sanz guerra
  • alonso gómez trabaxador
  • alonso de carboneras herrero
  • françisco el rrico el moço

Vecindario de San Clemente según el padrón de alcabalas de 1586 (I)

Damos a conocer el padrón de alcabalas de 1586 de la villa de San Clemente, elaborado en virtud de mandamiento del administrador de rentas reales del Marquesado de Villena, don Rodrigo Méndez. Por la enumeración de nombres pasarán los cerca de mil quinientos vecinos que tenía entonces el pueblo, excluidos clero regular y, por supuesto, también la importante población flotante que continuamente pululaba por las calles del pueblo. Por este padrón conocemos los empleos, cargos públicos, la procedencia de lugar o las minorías, como los moriscos existentes en el pueblo en aquella fecha. Asimismo se mencionan algunas de las calles. Por supuesto se trata de casas de los cabezas de familia o vecinos; no entramos en la discusión sobre cuál es el índice multiplicador para hallar la población total. La confección del padrón no está exenta de fallos, no es extraño ver algún vecino contado dos veces, aparte de la consabida repetición de vecinos diferentes con un mismo nombre.

El padrón se presentará desglosado en tres entradas.


Padrón de vezinos de la villa de San Clemente

En la villa de San Clemente a veinte e quatro días del mes de noviembre de myll e quinientos e ochenta y seis años, françisco lópez de garçilópez, alcalde hordinario desta villa y de su magestad, en cumplimiento del mandamiento que le a sido notificado de Rº Méndez, administrador de las rrentas rreales de su magestad en este marquesado para empadronar los vecinos desta villa a calle hita por ante mi el presente escriuano hiço el dicho empadronamiento en la manera siguiente,

  • rrodrigo de mescua
  • la de alonso de madrid
  • alonso sanz de quenca
  • alonso garçia pozobueno
  • juan de nieba çapatero
  • asensio lópez de la parrilla

miércoles, 7 de octubre de 2015

Pedro González Galindo, padre jesuita

No pretendemos iniciar un estudio de este personaje, sólo diferenciarlo del nuestro. Efectivamente hay un Pedro González Galindo, padre jesuita, nacido en Santa María del Campo en 1586. Predicador, varias de sus obras, condenadas en su tiempo, están presentes en la Biblioteca Nacional, aunque, sobre todo, es conocido por su implicación en esa extraña conspiración del visionario Francisco de Chiriboga y sus andanzas con el duque de Hijar en Aragón, donde se dice que experimentaban envenenamientos con pollos antes de aplicarlos al duque de Braganza. Es un personaje que, aparte de las referencias de Caro Baroja, merecería un estudio sesudo.

Para quien se quiera adentrar en el estudio de este singular personaje, existe el siguiente expediente en el Archivo Histórico Nacional;

AHN. TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN DE TOLEDO. 103, EXP. 4. Proceso de fe de Pedro González Galindo. 1646.

Los Piquinoti: la herencia de Pedro González Galindo (II)

No siempre don Pedro González Galindo prestó dinero, en ocasiones, lo recibió prestado. La falta de liquidez, no solía atesorar su fortuna, era lo común en un hombre que solía invertir rápidamente el dinero. Es lo que ocurrió en 1614, cuando recibió dinero prestado para prestar.
El 17 de septiembre de 1614, se firma escritura de censo ante el escribano Juan de Santillana entre don Francisco del Castillo y el matrimonio formado por Pedro González Galindo y María de Tébar. Ambos firmarían la escritura; en realidad, ella lo haría por medio de un testigo, pues no sabía escribir. Una muestra del papel secundario de las mujeres en aquel tiempo. Caso sangrante

martes, 6 de octubre de 2015

El donativo de 1664

La concesión de donativos para las guerras de los Austrias menores fue algo habitual desde los años veinte del siglo XVII. Domínguez Ortiz nos recuerda donativos en los años 1625, 1629, 1632 y 1635. Sabemos que San Clemente aportaría dos mil ducados para la guerra de Mantua.
La concesión de estos donativos iba ligada al otorgamiento de licencias y facultades para obtener arbitrios por las villas que garantizaran el pago. Así se solían arrendar ciertas dehesas o propios, y en su defecto, se acudía al repartimiento entre los vecinos.
En octubre de 1664, la villa de San Clemente concede un nuevo donativo de 2.000 ducados de vellón a la monarquía. La negociación de dicho donativo se hará por los regidores perpetuos don Juan de Ortega García y don Gregorio Guerra, en nombre del ayuntamiento. Acordándose el pago en cuatro plazos: una primera entrega de 500 ducados en el momento de concederse la facultad regia para la concesión de arbitrios, y los 1.500 restantes en tres entregas en los años siguientes.
Lo curioso ahora es que el donativo concedido por la villa se convierte en motivo de transacción para defender sus propios intereses económicos. San Clemente obtiene como contrapartida poder vender su vino en la corte. Los cosecheros de vino se comprometen a cargar con la aportación del donativo a cambio de poder vender el vino en la villa de Madrid, teniendo taberna pública de vino tinto por un tiempo de nueve años y al precio que se hiciese por tasa.

lunes, 5 de octubre de 2015

Privilegio de Primera instancia de Las Pedroñeras

Raçón de las cláusulas del privilegio de esemçión de primera ynstançia de Vª de las Pedroñeras=

Y queremos y es ntra, yntención y voluntad que el ntro.Corregidor de la vª de San Clemente y su partido no pueda conoçer en la primera instançia a prevençión ni en otra manera en ninguna causa çibil ni criminal estando fuera ni dentro de la dha. villa porque solo los alcaldes della an de conoçer de todo y mandamos que el Correjidor que es o fuere del dcho. partido personalmente, sin lo poder cometer a otra persona baya una vez de tres años en tres años a visitar la dha. uª, y tomen residençia

San Clemente y sus aldeas.

Iglesia Purísima Concepción de Casas de Fernando Alonso
La declaración de guerra a Francia en 1635, conllevó la orden de que los pueblos costearan las armas correspondientes a la octava parte de sus vecinos, incluidos los mayores de dieciséis años y excluidos los clérigos  y las viudas. Previamente en abril se había formado padrones de los hombres útiles para la guerra en un intento de movilización general que no llegaría muy lejos. Desde entonces los intentos de la Junta de Ejecución, sobre todo a partir de 1640 con la guerra de Cataluña, de dotarse con padrones para el reclutamiento de vecinos chocaron con unas villas poco dadas a revelar el número real de sus vecinos.

En esta zona, el censo de la sal realizado en 1631, no había pasado de un recuento general, o al menos eso es lo que se nos ha conservado, privándonos de una fuente de excepcional valor sobre el número de hombres y ganados. Lo mismo ocurre con el padrón de 1646, disponemos de números globales, muy dudosos, pero carecemos de ese recuento de vecinos persona por persona, tan querido por los genealogistas y existente en otros pueblos.

A partir de los años veinte sí que vemos un proceso de dispersión poblacional. En unos casos, se trata de núcleos poblacionales que al calor de su paso a jurisdicción señorial se afianzan, en otros casos de aldeas que alcanzando el villazgo se emancipan de sus villas nucleares. Pero lo que llama la atención es la aparición de núcleos rurales, casas de campo, en un proceso de dispersión que tiene su razón de ser en la explotación de grandes propiedades o en una explotación agraria que ha evolucionado del monocultivo de la vid y su comercialización al exterior hacia economías más integradas en ámbitos locales en torno a la villa que actúa como centro de actividades y que tratan de ser autosuficientes. Tal es el caso de San Clemente. Hay, por último, un hecho que siempre se ha pasado por alto: la población morisca. Su llegada hacia 1570 fue un revulsivo para las economías locales, pero está por definir el impacto de la expulsión de los moriscos estantes en la zona y especialmente la emigración desde la Mancha al Reino de Valencia para rellenar el vacío tras la marcha de esta población. El proceso creemos que se dio como un goteo continuo y prolongado en el tiempo; primero se buscaban las oportunidades, luego se huía de los impuestos y del reclutamiento para la guerra. Así nos lo recordará la justicia de Barchín en 1647.

Iglesia de Casa de los Pinos
San Clemente no fue ajeno al proceso. La delimitación de sus términos fue un proceso paulatino, desde que el Marqués de Villena le concedió el título de villa en 1445. Ya antes, en 1387, había incorporado el despoblado de Rus. El final del siglo XV y la primera mitad del siglo XVI los litigios por el aprovechamiento comunal de unos pastos antaño de la misma tierra de Alarcón se suceden, las vistas de mojones con las poblaciones vecinas para definir términos también. El Archivo Histórico de San Clemente tiene un rico fondo de estos expedientes. Aparte de las ejecutorias por el aprovechamiento de pastos, se puede encontrar la incorporación de los lugares de Atalaya o Cañadajuncosa a El Cañavate, la fijación de términos por San Clemente de su propio de Villar de Caballeros frente a Santa María del Campo, los pleitos por términos con Minaya o con la ciudad de Alcaraz, por los mojones del lugar citado y otros como La Roda o El Provencio. Asimismo están los deslindes con La Alberca, Vara del Rey o Villarrobledo, en este último caso, fijando los límites de la dehesa de Calaverón. El paso a señorío de Perona y Villar de Cantos  exigió la delimitación de términos en 1626; se ponía así fin a costosos pleitos de la villa con el alférez mayor don Juan de Pacheco y Guzmán y el regidor don Rodrigo de Ortega, de los que también hay una rica correspondencia de los procuradores de la villa en el archivo municipal.

La concesión del título de villa a San Clemente por el marqués de Villena en 1445, fue acompañada por la concesión de los términos de Vara del Rey, Perona, Villar de Caballeros y Villar de Cantos. Vara de Rey y su lugar Sisante se desgajarán de San Clemente en 1537, momento en que la primera adquiere el título de villa. Luego su jurisdicción junto a Villar de Cantos sería vendida a los Ortega en 1626.

Hacia finales de siglo XVI, aparecen únicamente como lugares poblados dependientes de San Clemente Perona  y Villar de Cantos. Pero en las primeras décadas de siglo se produce la dispersión demográfica y el nacimiento de nuevos núcleos. Coincidiendo con los padrones militares aludidos de 1635, nos aparece Casas de Fernando Alonso, con doce vecinos (sin duda ligada a la heredad de las Cruces, cedida por el doctor Tébar a la compañía de Jesús), Casas de los Luises con 14 vecinos, Casas de Jorge Simón con 12 vecinos, Perona tiene ahora cuatro moradores y se nos dice de la existencia de cinco casas sueltas. Casas de Guijarro, en la órbita de Vara del Rey tiene para 1638, treinta vecinos, y será un núcleo en constante auge hasta conseguir el título de villa en 1736. El proceso debió ser una constante en toda la región. Valga como ejemplo, que cuando en 1605, los hermanos Diego y el doctor Cristóbal de Tébar adquieren la heredad de Matas Verdes en Villarrobledo, también adquieren dos casas de campo, que será el origen de Venta de Alcolea.

Iglesia Santa María Magdalena en Casas de Haro
 La segunda mitad del siglo XVII verá como se malogran algunos núcleos como Casas de los Luises o Casas de Jorge Simón, aunque surgen otros nuevos. En ese periodo, pequeños núcleos antiguos lograrán consolidarse y se asiste a un proceso de concentración de casas sueltas. Entre las casas sueltas que nos aparecen en 1697, unas cuarenta, ya se menciona a Casas de Haro o Casas de los Pinos. Algunos no llegarán a cuajar como Casas de la Mancha, pero otros surgen con fuerza y se consolidan como  Casas de Roldán, que girará hacia Villarrobledo,  o Casas de Haro y Casas de los Pinos, que junto a Perona, exenta ahora de la jurisdicción de los Pacheco, y Casas de Fernando Alonso formarán las cuatro aldeas de San Clemente hasta la época constitucional. En suma, es motivo de debate la catástrofe demográfica del siglo XVII, pero nos olvidamos de los procesos de ruralización y dispersión poblacional.