El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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sábado, 6 de enero de 2024

Quintanar del Rey y el poder de los Ruipérez

 El Quintanar del Rey de mediados del siglo XVII se movía entre Oñates y Ruipérez, que acaparaban los oficios concejiles de la villa. Aunque no siempre los matrimonios eran los queridos. Una Ruipérez, María se había casado con un foráneo, Juan Ruiz de Bujanda. Un extranjero mal aceptado por la familia y menos cuando pretendió y consiguió en 1626 la posesión de los vínculos y mayorazgos fundados por Juan Sáez de Ruipérez y María Gómez su mujer y Diego Pérez de Oviedo. Juan de Bujanda acabaría preso por las intrigas de Juan de Ruipérez, hombre poderoso y regidor. El derecho sobre los bienes vinculados no significó la posesión efectiva, por lo que en 1644 se envío desde Granada un receptor para que Juan Bujanda pudiera tomar posesión del mayorazgo. Juan Ruipérez no solo no lo aceptó sino que agredió y apresó al receptor enviado y al mismo Juan Bujanda.

El 26 de noviembre de 1644 llega desde Granada el receptor Francisco Gómez Izquierdo para hacer efectiva a favor de Juan Ruiz de Bujanda y su mujer María Ruipérez o María Pérez de Oviedo los bienes del patronato fundado por Juan Sáez de Ruipérez y su mujer. La heredera de ese patronato era María Ruipérez Oviedo. El receptor granadino, fiel al mandato de la Chancillería, que ordenaba la reposición de los bienes del patronato y sus frutos, desde la muerte del primer poseedor, a favor de Bujanda, mandó que se soltará de la prisión a Bujanda al tiempo que procedía contra Juan Ruipérez, regidor perpetuo de Quintanar, y Ana Carretera. La situación se enrevesó porque un receptor era eso: el que recibía los actos, pero la justicia recaía en el alcalde Pedro Cuartero Oñate, por comisión del alcalde ordinario de la villa ausente. Con la ayuda de otro próximo a los Ruipérez, el licenciado Juan Cuevas, el receptor Francisco Gómez pasó de acusador a acusado de ocultar alrededor de dieciocho de las cuarenta páginas de los autos del proceso que portaba y puesto en prisión con grillos, junto a Juan Ruiz de Bujanda. El licenciado Juan Cuevas Arostegui era un experto en derecho, hasta tal punto que deslegitimó al receptor granadino, aduciendo que su comisión se limitaba a otro menester en Vara de Rey y Pozo Amargo y que por tanto estaba cometiendo un delito por no entregar los autos de un asunto para el que no tenía comisión. De hecho, Cuevas se pasó leyendo desde las dos de la tarde hasta la noche para acabar determinando que faltaban varias hojas. Para dirimir las diferencias se buscó la casa del cura Juan Alarcón y Tébar, pero el encuentro, pensado para una solución pacífica acabó con amenazas veladas entre el licenciado Cuevas y el receptor granadino.

La detención del receptor fue novelesca, a la entrada del mesón donde se hospedaba y entre forcejeos del alcalde Pedro Cuartero y Juan Ruipérez, mientras el receptor recordaba su papel de oficial real y su inviolabilidad, que poco parecía preocuparle a sus enemigos. Aún así, el receptor granadino no perdió los papeles, es decir ni el comportamiento que exigía su oficio ni los papeles de su escribanía, que recogió de su habitación, tras pedir permiso, y de la que salió con su sombrero y gesto de gallardía. Bien es cierto que salió con la boca ensangrentada, una mano chorreando sangre y la sotana de negro luto desgarrada por el pecho y que al entrar en la cárcel recibió unos cuantos empujones por negarse a entregar sus papeles. Al parecer, uno de los dos alcaldes del pueblo, Martín Oñate Arroyo, que había cedido su vara en Pedro Cuartero, entendió la afrenta y problemática que era apresar a un receptor de la Chancillería de Granada, decidiendo soltar de la prisión a Bujanda y al receptor. Pero el receptor se negó a salir de la cárcel. Un alcalde no era nadie para decidir su soltura de prisión, decisión que solo podía corresponder a la Chancillería de Granada. Con razón la respuesta que obtuvo del receptor cuando antes le habían puesto los grillos era para tomársela como amenaza: "tráteme usted como hombre de bien y mire que estoy enfermo de gota y que puede venir por lo que hace riesgos". El alcaide le contestó: "otros más honrados, los han tenido".  Se pusieron varios guardianes para vigilar a los presos, llamándonos la atención el apodo de uno de ellos, Pedro Ruipérez "el desabrido". El rigor de la justicia quintanareña contra el receptor granadino se entiende por el interés que en el asunto tenía Juan Ruipérez y el papel de comparsas que en torno a él jugaban los oficiales de justicia. Los odios podían más que la razón: el hecho de que tanto Bujanda como el receptor granadino fueran encadenados respondía a la rabia de verlos tranquilamente a los naipes en la cárcel, lo cual era, por otra parte, lo más normal en aquellos tiempos. Es más, la soltura del receptor granadino de la cárcel solo se produjo cuando la Chancillería mandó nuevo receptor, acompañado de alguacil con vara de justicia, y vino acompañada de la prisión del hombre de confianza de Juan Ruipérez, el licenciado Cuevas Arostegui (un abogado de Villanueva de la Jara), hasta que, aquel en gesto de desafío, lo mando soltar de la cárcel al guardián, que no era otro que Alonso, el hijo de Juan Ruipérez, que ostentaba el título de alguacil mayor de Quintanar. Bien es verdad que la estancia del licenciado Cuevas en la cárcel fue bastante buena, salía a comer a casa de su guardián Alonso y juntos jugaban a las tablas en la cárcel. Mientras que el liberado y los Ruipérez se paseaban y pavoneaban por la plaza del pueblo, el receptor daba por finalidad su estancia en Quintanar para dar cuenta en Granada. 

Son ralas las noticias que tenemos del Quintanar de 1645. La vida se desarrollaba en su plaza, se nos habla de un hospital viejo, dándonos a entender que existía otro más reciente. En la misma plaza estaba el mesón de Pedro Sáez, donde se alojaban viajeros o los receptores que aquí describimos. Su cárcel, en una esquina de la plaza, que conocemos como habitación de mala muerte hacia 1590, es ahora más segura, con grillos para presos y un alcaide, Pedro Montoya; aunque es cierto que los presos, salvo si están encadenados, suelen perder el tiempo jugando a los naipes y a las tablas con sus carceleros . Si en 1575, Quintanar se nos presenta como un pueblo de labradores, para reconocer a continuación que la mayoría trabajan a jornal, en 1645 no vemos una sociedad tan simple. Creemos que en las Relaciones Topográficas no se está diciendo toda la verdad o se exagera la pobreza, al fin y al cabo, estos cuestionarios tenían una finalidad fiscal y las mentiras hemos de verlas como piadosas. Tres años antes, la sociedad quintanareña se define como una comunidad de labradores desencabalgados. Setenta años después, el trabajo a jornal debe ser común, pero, a pesar de que estamos viendo los peores años del siglo, con reclutamientos forzosos a Cataluña, el deseo de independencia parece muy vivo. No olvidemos que es en estos años, cuando los quintanareños disputan tierras con los tarazoneros, una muestra de que el pueblo aún tenía impulso. En 1645, desde luego, vemos una y otra vez esa denuncia de las personas poderosas que dominan el pueblo, lanzando los dardos directamente contra Juan Ruipérez y su hijo Alonso, pero ante nuestros ojos pasa una sociedad compleja de labradores, mesoneros, cerrajeros, abogados, herreros, maestros zapateros de obra prima ... es decir, una sociedad compleja en la que la desigualdad es la norma, pero los estratos profesionales eran muy comunes. Si bien lo que nos llama la atención eran esas personas que se "sustentan de su trabajo" o dedicadas a "hacer los caminos". Unos y otros parecen tener cierta independencia personal y no dudan en testificar contra los poderosos del pueblo. Por la misma época, sabemos de carreteros quintanareños que transportan comediantes de Murcia a San Clemente, pero no creemos ver a carreteros como los de Almodóvar del Pinar, sino a simple aventureros que se dedican a empleos varios, desde transporte de cualquier cosa y por cualquier medio a recaderos de servicios pagados. Un grupo de hombres que huyen de la tierra, porque no la tienen y porque huyen de un trabajo servil a jornal. Estos hombres son odiados por los Ruipérez, pues escapan a sus redes clientelares. Es el caso de nuestro protagonista, Juan Ruiz de Bujanda, un advenedizo que ha tenido la fortuna de casarse con una Ruipérez y al que se ve como un pobre que ambiciona la riqueza de esta familia,... con razón.

En Quintanar del Rey, en 1645, que por esa moda de cambiar el nombre de los pueblos había cambiado el suyo Quintanar del Marquesado por el de Quintanar del Rey, era un pueblo desconocido. Otros pueblos habían cambiado el nombre como Vala de Rey, que ahora, tras el intento de escindirlo de realengo, se llamaba Vara de Rey. En el caso de Quintanar del Rey daba igual, era un pueblo del que no se tenían noticias en Granada. Por eso, cuando Juan de Bujanda fue hasta Granada para quejarse de su cuñado Juan Ruipérez, que lo tenía preso en la cárcel por disputarle su hacienda, y consiguió que se despachará un receptor para entender en el asunto, el receptor designado Francisco de Rojas Orense se equivocó de pueblo y apareció en Quintanar de la Orden. Allí le dijeron que había otro Quintanar a veinte leguas que no sabían bien cómo se llamaba si del Rey o del Río o de Tarazona. Por fin el quince de enero de 1645, Francisco de Rojas, en compañía del alguacil Luis de Ávila llegaría al pueblo que él llamaba Quintanar de Tarazona. Su llegada, un domingo de noche no debió agradar al escribano. Al día siguiente, por la mañana Rojas, al tiempo que ordenaba soltar de prisión a Juan de Bujanda pedía que se le pagaran sus salarios del camino


ACHGR. PLEITOS CIVILES, C 9868-16

martes, 16 de julio de 2019

Los mayorazgos y hacienda de los Ruipérez de Villanueva de la Jara

  Esta relación de los mayorazgos de los Ruipérez ha sido posible gracias al estudio previo de este documento del AHN por Sebastián Hernández y Julia Toledo. Va esta pequeña aportación precedida de una pregunta ¿cuál fue el origen de la fortuna de los Ruipérez? Lo desconocemos, aunque sabemos de la cercanía de la familia al bando del Marqués de Villena y al alcaide de Alarcón, Hernando del Castillo, en el último cuarto del siglo XV. Y va también precedida de una recomendación, para entender el estudio de las familias jareñas y de todo el valle del Valdemembra es necesario conocer los estudios de Sebastián y Julia, los autores citados, y la consulta de su blog, cuyo enlace dejamos







Herencia testamentaria de Catalina Solera, viuda de Pedro Ruipérez,vecino de Quintanar, y madre de Alonso de Ruipérez difunto, de 12 de mayo de 1576


Pide ser sepultada en la iglesia de San Marcos de Quintanar, en la sepultura que tiene cerca del púlpito. Deja limosnas para la iglesia nueva de Quintanar, para que se dore el Sagrario, a la cofradía del Santísimo Sacramento y a las ermitas de Santa Lucía y de la Concepción. Dispone del patronazgo fundado por su hijo difunto Alonso Ruipérez , que cede a su muerte a su otro hijo Pedro Ruipérez, que se constituye en patrón de los siguientes bienes y los tiene por vía de mayorazgo


  • Casas principales de la villa de Quintanar, linde de los herederos de Juan Sánchez Serrano y de Aparicio de Almansa difuntos, 
  • Un cebadal en la Cañadilla de la Membrilla, en el término de Alarcón. linde de la casa que va camino de Alonso Martínez difunto y linde de haza de Martín Parreño, y de herederos de Juan Gómez de Barchín que cabe 16 almudes
  • Un cebadal en la cañadilla Carrasca Morena de siete almudes a la parte que va a la casa de Martín Donate el sordo y linde de haza de Benita de Monteagudo
  • Una haza cebadal en la Bahanilla de catorce almudes, linde con herederos de Martín Donate el sordo y Pedro Donate
  • Haza cebadal de siete almudes en la cañada en la Angostura, que linda con el camino que va a Tarazona y tierras de Juan de Gabaldón y Alonso López
  • Haza de cuatro almudes bajo de la Angostura, que linda con haza de Francisco Gómez y de Diego Pérez de Oviedo
  • Haza en la Matosa de 40 almudes trigales que lindan con hazas de Martín Parreño y de Alonso García el rico difunto y de Gabriel de Buendía y viña de Amador Cuartero
  • Haza en los bancales de Carrasca Morena, diez almudes de cebada, linde de Juan de Gabaldón, de Antón Martínez y de Martín Pérez
  • Haza cebadal de diez almudes en la cañadilla de don Gil, linde de viñas de Ginés López y Mari García y de Pedro Clemeinte
  • Cuatro almudes en la cañada orilla del camino de Tarazona, linde de hazas de Ginés López y Francisco Donate
El 14 de mayo de 1580 se anula la concesión del patronato a Pedro de Ruipérez y se concede el patronazgo a su nieto Andrés de Ruipérez, excluyendo a su otro nieto Pedro Ruipérez, hijo del anterior patrón. Además se incorporan los siguientes bienes:
  • La mitad de una era de trillar pan con la mitad del cebadal que está junto a la ermita de Santa Lucía





Vínculo y patronato de legos, instituido por Alonso de Ruipérez el viejo, vecino de Villanueva de la Jara,  4 de noviembre de 1594


Tras saldar cuentas con Juan Gómez de Pozoseco, Jerónimo Espínola (un genovés) y Tomás Clemente, instituye un vínculo con los siguientes bienes

  • Haza cebadal de nueve almudes, en la Vega, en el camino que va de Villanueva de la Jara a El Peral, junto a haza de la capellanía de Martín Gómez y Julián de Ruipérez
  • Una era junto a la ermita del señor San Idelfonso y linde de haza del Hospital
Con carga de tres misas perpetuamente, una cantada y dos rezadas


Vínculo y patronato de legos fundado por Benita Ruipérez, viuda de Juan Saenz de Pozoseco, vecina de Villanueva de la Jara, por testamento de 3 de noviembre de 1594

  • (Tierras de la Moheda, cedidas a su sobrino Julián Ruipérez, no vinculadas al patronato; se venden otras tierras en Quintanar)
  • Una haza, no vinculada la patronato, a favor del convento de Nuestra Señora del Carmen, en la Vega y linde con huerta de dicho convento
  • Un haza de veinte almudes, no vinculada a patronato, cedida a su sobrino Juan de Ruipérez, en lo hondo de la Cañada, lide con la Cabezada, con tierras de Martín Saiz Barriga y haza de la capellanía de Andrés López clérigo
  • Una haza en la Vega, linde huerta de Martín González, y otra haza donde dicen el palomar de Valera, camino de Pozoseco, linda con Agustín de Valera; las dos hazas de diez almudes de cebada
  • Media casa familiar integrada en el hogar familiar de su hermano Alonso Ruipérez
Carga de una misa cantada el día de San Idelfonso y cede cincuenta ducados al cabildo de la Limpia Concepción

Vínculo y patronato de legos fundado por Alonso de Ruipérez el mayor, vecino de Villanueva de la Jara, por testamento de 17 de septiembre de 1599

  • Una viña con su casa, que son más de dos mil vides, linde de viña de su tía Juana Navarro y en del Camino Real
  • En el llano de la Balsa y Vallejo y alrededor de la dicha viña, 28 almudes de tierras trigales
  • Al lado de la anterior, 4 almudes de tierra trigal
  • Otra tierra trigal a la mano derecha de la Balsa, la Cañadilla arriba, que es de 84 almudes que linda con el dicho camino e montes llecos y Millán García

Carga de tres misas, una cantada el día de Nuestra Señora de Agosto, y otras dos rezadas el día de Nuestra Señora de las Nieves y de Marzo. 

Pide ser enterrado en la capilla fundada por su abuelo Martín López de Tébar

Segundo vínculo y patronato de legos fundado por Alonso de Ruipérez el mayor, vecino de Villanueva de la Jara, por testamento de 16 de septiembre de 1599

  • Tres almudes de tierra en el alto del Villar, linde de Giraldo Borgoño y herederos de Francisco García y Simón López
  • Una haza trigal de 23 almudes en la hoya el Blancar, linde de herederos de Diego García y Juan de Sancho y el camino que va desde villa a casas de Ginés García
  • Una haza trigal de veintinueve almudes, junto a la casa de Simón Martínez, linde del mencionado y Tomás Clemente y camino que va a la casa de Simón Martínez
  • Una haza trigal de treinta almudes, linde del vallejo de los Bravos y la capellanía de Santana y herederos de Damián Peinado

Carga de dos misas, la una el día de San Martín y la otra el día de Nuestra Señora de las Candelas

Tercer vínculo y patronato de legos fundado por Alonso de Ruipérez el mayor, vecino de Villanueva de la Jara, por testamento de 16 de septiembre de 1599

  • Casas de morada en la calle Ancha, linde de Damián Peinado y Sebastián Martínez y dos calles públicas
  • Ocho almudes de tierra cebadal en la Vega. camino del Quintanar, linde con capellanía de Juan Tabernero
  • Siete almudes de tierra cebadal en la Cañada, cerca del majuelo de Villodre, linde del haza del Pie y de Catalina Monteagudo, y del camino de Quintanar
  • Cuatro almudes trigales en la Cabezada que linda con los Llecos
  • Huerta de arboleda en la Vega con la viña que en ella hay, que linda con huerta con Juan Saiz de Pozoseco
  • Tierra de 35 almudes trigales, linde herederos de Francisco García y Asensio Gómez
  • Sesenta almudes, que son veinte almudes en el Aguililla a la otra parte del camino que va de El Peral a la casa de Mari Simarro, linde con Sebastián Gómez y la Navarra
  • 25 almudes de tierra cebadal en las Eras Altas, linde con Olivares de Juan García del Olmeda
  • Cinco almudes cebadales en el Vallejo de Iniesta 
  • Tres almudes cebadales arriba de Santa Lucía, linde del camino de La Motilla y viña de Julián de Alcócer 
  • Dos almudes cebadales bajo de Santa Lucía, junto al camino de El Peral
  • Catorce almudes de tierra trigal, a la mano derecha del Calderón, linde de Pedro López de Tébar
  • 66 almudes de tierra trigales linde del camino que va de El Peral a las Casas de Mari Simarra, linde de herederos de Juana Navarro y Clemente Pardo
  • Diez almudes trigales bajo del carril que va bajo el arroyo a la parte de la casa de Sebastián Gómez, que linda con Jorge de Minaya y Martín Monedero y herederos de Miguel Ruipérez
  • 17 almudes trigales que ahora son cebadales en el vallejo de Vara de Rey, linde de herederos de Cosme García y camino que va a Gil García
  • Diez almudes trigales a la mano derecha del Aguililla 
  • Siete almudes trigales más abajo del camino del Palancarejo, linde del dicho camino, de Juan Mateo y Agustín Valera
  • Cuatro almudes de tierra trigal en la rada de Diego Simón, linde de Pedro Jiménez, Pedro García de Lope García
  • Cinco almudes de tierra trigal, a la izquierda del camino de los Tamarales y linde de herederos de Martín de Navalón, Miguel Martínez y Jorge de Minaya
  • Cuatro almudes de tierra trigal, junto al camino del Palancarejo, linde Juan de Mateo y Diego de Tresjuncos
  • 33 almudes de tierras cebadales y trigales en los Villares
  • Cuatro almudes trigales, linde del camino que va de El Peral a Gil García, linde de la de Contreras
  • Cinco almudes de la mano izquierda del camino de El Peral a Gil García, linde Catalina Monteagudo y la de Contreras
  • Ochenta almudes de tierra trigal a la mano derecha de la casa de Pedro Clemente y de la de Felipe García
  • Cuatro almudes entre el camino de Iniesta y el carril que va a la casa de Pedro Clemente, linde de herederos de Francisco García de Lope García
  • Seis almudes de tierra trigal en el lavajo los Salegones, linde de herederos de Juan de Engra (?) y el camino de EL Peral y el carril que va a los Villares
  • Ocho almudes de tierra cebadal en la cañada arriba de huerta de Francisco Cardos que linda con el camino de Quintanar

Vínculo y patronato de legos fundado por Martín de Ruipérez, vecino de Villanueva de la Jara, por testamento de 22 de enero de 1586

  • Unas parte de la casa que tengo en las casas de mi padre, linde de Julián Ruipérez mi hermano
  • 14 almudes de tierras trigales en la Moheda, linde de Tomás Clemente y de Juan Saiz de Pozoseco
  • Ocho almudes más adelante, linde de Giraldo Borgoño y Julián Ruipérez, su hermano
  • 27 almudes de tierra trigales  a la par del majuelo de Miguel Saiz de Honrubia, linde de Alonso Ruipérez y herederos y de Pedro Donate
  • Siete almudes y medio en la Cañadilla de la Olmeda, linde de Bartolomé Río
  • Once almudes de tierras plantadas de olivas en el camino de la Casasimarro y Benito García castrador
  • Cinco almudes junto a los anteriores, linde de Catalina Monteagudo
  • Seis almudes de tierras cebadales en la Vega a la par de la Cabezuela, linde de herederos de Alonso de Villena
  • Cinco almudes cebadales en la dicha cañada, linde de Alonso Ruipérez y herederos de Alonso Villena, y el cordel del Pobre
  • Siete almudes en el vallejo los Bravos, linde de Julián de Ruipérez y su hermana
  • Tres o cuatro almudes de tierra trigales junto a la casa de Alonso de Ruipérez, su abuelo, linde de Francisco Cardos y Juan López de Martín López
  • La mitad del pedazo de la hoya del Asno, que linda con las monjas de Santa Clara
  • Cuatro almudes de tierras cebadales bajo del Quintanar hacia Pozo Llorente, linde de herederos de Ana García, viuda de Esteban Espila
  • Una cañada de hasta mil viñas en la cañada de las Leguas, linde de Julián de Ruipérez 
Con carga de dos misas rezadas cada año y limosna de un real a las Ánimas del Purgatorio en el día de San Idelfonso

Vínculo y patronato de legos fundado por Juan Sanz de Ruipérez, vecino de Quintanar del Marquesado


Juan Sanz de Ruipérez había fundado mayorazgo en la villa de Quintanar. Los bienes integrantes de dicho mayorazgo eran unas casas junto a la ermita de la Concepción y unos cebadales junto a la Puente, sujetas a una misa cada mes y perpetua.  Disponemos de descripción de 1702 de los bienes que componían este mayorazgo
  • Casas desde la esquina que está al callejón del Sol de Mediodía, lindantes con casas de Martín de Iniesta y el licenciado Ignacio de Tovar con todo el corral y pajar que alinda con dicho callejón y los susodichos subcesores la puerta que diuide la parte de los corrales de las bodegas y puertas falsas y la cozina de los mozos que da fuera; la casa incorporaba una cueva.
  • Casas, huerta y cebadal de junto a Santa Lucía, viña y bancal de Carrasca Morena





Árbol de los Ruipérez de Villanueva de la Jara

Archivo Histórico Nacional,CONSEJOS,35175,Exp.2 - 222 - Imagen Núm: 222 / 676


Archivo Histórico Nacional, CONSEJOS, 35175, Exp. 2.  Pleito Antonio Cardós, presbítero y vecino de Villanueva de la Jara (Cuenca), contra Diego Rodríguez Ruipérez, vecino de Tobarra (Albacete) sobre la tenuta y posesión de los vínculos y mayorazgos fundados por Alonso de Ruipérez que vacaron por muerte de María de Ruipérez. Ante el escribano de cámara, José Gómez de Lasalde.