AHN. UNIVERSIDADES. 661, EXP, 80. AÑO 1757
ORÍGEN CONVERSO DE LOS PÁEZ
AHN, INQUISICIÓN, 1417, EXP. 5. INFORMACIONES GENEALÓGICAS DE DIEGO MONTOYA MEJÍA, FOLIOS 24 Y 25. y folios 32 al 36
En 1639, los Enríquez parecían saberse de memoria su ascendencia. A Granada y su Chancillería acudió Alonso Enríquez que recitó la genealogía familiar: "don Alonso Enríquez era vecino de la ciudad de Cuenca, hijo del dicho don Pedro Enríquez de Vadelomar y de doña Francisca Enríquez, prima hermana del anterior, sus padres, y el dicho don Pedro Enríquez de Valdelomar era hijo legitimado de don Miguel Enríquez, capellán mayor de la iglesia catedral de Cuenca y de Isabel Pastor, todos vecinos de la ciudad de Cuenca, y el dicho don Miguel Enríquez fue hijo legítimo de Alonso Enríquez y de Francisca Beltrán Valdelomar, vecinos de la ciudad de Cuenca, y el dicho Alonso Enríquez fue hijo de Alonso Enríquez y de Inés Díez Enríquez, vecinos que fueron de Becerril de Campos, y el dicho Alonso Enríquez fue hijo natural de don Rodrigo Enríquez, deán de la Santa Iglesia Catedral de Palencia y de María de Arce, ambos vecinos de la dicha ciudad de Palencia, que hubieron al dicho Alonso Enríquez siendo mozos solteros y en estado que podían contraer matrimonio, y el dicho Rodrigo Enríquez fue hijo legítimo de don Fadrique Enríquez, segundo almirante de Castilla". El entronque de los Enríquez con los almirantes de Castilla era hacerles partícipes de la sangre real, pues don Fadrique era hijo de Alonso Enríquez y nieto de Fadrique Enríquez, maestre de Santiago, que a su vez era hijo de Alfonso Onceno y doña Leonor de Guzmán. Los Enríquez de Huete cuidaron esta genealogía hasta los últimos detalles, recordando el túmulo y sepulcro de su progenitor, el deán Rodrigo, con su estatua yacente con ropas largas y un lebrel a los pies. La estatua yacente con sus hábitos de clérigo, sin bonete, y en su lugar un birrete que le tapaba las orejas, un ángel, y un escudo con las armas de los almirantes de Castilla: dos castillos arriba y abajo un león rampante y por la parte de bajo del sepulcro estaba un criado hincado de rodillas, levantado el brazo izquierdo, en el cual tenía un gavilán, que se quebró cuando se abrió el sepulcro y asimismo había a los pies del dicho don Rodrigo un lebrel con su collar y en el friso del arca había un letrero de letra francesa antigua en latín y al principio tenía un escudico pequeño con dos visones, matisadas las armas al lado derecho y al lado izquierdo de los Quñones y debajo del dicho epitafio estaban siete figuras de bulto entre la coronaciones de diferentes santos.
Era tal la obsesión por defender su noble origen, que Pedro Enríquez y Valdelomar se presentó en la catedral de Palencia para abrir el sepulcro de su bisabuelo, don Rodrigo Enríquez, que había sido deán de la catedral e hijo del segundo almirante de Castilla y descendiente directo por tanto de Alfonso Onceno. Lo que vio don Pedro Enríquez (un bastardo más, pero ahora regidor y familiar del Santo Oficio de Cuenca), lo sabemos por un niño que estaba aprendiendo el oficio de escultor con Pedro de Torres, al que le tocó abrir el sepulcro. El sepulcro, con un lebrel a los pies, estaba situado y elevado al lado derecho de la capilla mayor, sería abierto después que don Pedro Enríquez se prestará "a dar una limosna para la fábrica de la iglesia" de doscientos ducados:
"se comenzó a abrir el dicho sepulcro y estuvo un gran rato dando golpes, hasta que llegó un cantero forastero y le dijo que no se cansase que por aquella parte era imposible ver nada, porque era necesario hacer un andamio y sacar la piedra en bulto y todo, pues era de una pieza, que con eso se descubriría y habiéndolo hecho así y ayudado el mismo cantero y otros oficiales, que todos eran seis el tirar de la piedra y retirada la dicha piedra y en ella estaba un cadáver entero sin faltarle de la armadura, más de la carne y un hueso en la parte del rostro y estaba tendido a la larga sin vestidura ninguna, excepto unos pazos de paño pardo, que estaban arrimados al mismo cuerpo por los lados, metidos algunos entre la cal que estaba arrimada al cuerpo por los lados y este testigo y los demás comenzaron a sacar la cal que había cantidad de una fanega y entre ella en presencia de muchos canónigos se meneo la dicha cal por los dichos oficiales y buscando si había señal de los dichos ornamentos (propios del enterramiento de un clérigo) y no se halló, sino fueron a lo que se quería acordar seis o siete pedazos del dicho paño pardo y uno de los oficiales tomó el cuerpo que estaba ya fuera del arca para descubrir mejor lo que había en ella y le levantó en alto, de manera que sin descomponerse la dicha armadura pudieron verle y según después oyó decir este testigo le vieron muchas personas eclesiásticas como seglares y después volvieron a poner el dicho cuerpo como le hallaron"
¿Qué se buscaba? Un cuerpo, cuya vestimenta denotaba un clérigo de órdenes menores pero sin casulla, estola y dalmática
La hacienda de los Enríquez se distribuía entre la ciudad de Cuenca, la villa de Altarejos y los lugares de Fresneda y Barbalimpia. Su historia es una historia de bastardías y legitimaciones reales. La última, el reconocimiento en Madrid por Felipe III y con ocasión de las cortes de Madrid, el 27 de marzo de 1608, de Francisco Enríquez Valdelomar como hijo legitimado del presbítero Miguel Enríquez. Para entonces, Pedro Enríquez ya era regidor de Cuenca, familiar del Santo Oficio y procurador en las cortes de ese año. La legitimación, lógicamente, se hizo previo pago. Don Miguel había sido cura de Fresneda y Altarejos, donde engendró a Pedro, antes de dar el salto a capellán mayor de la catedral de Cuenca.
Los Enríquez fueron a demostrar primero su hidalguía en Huete. Allí, declaró en su favor el cura de San Nicolás de Almazán, Miguel Blasco Castillo, y el capitán Juan Bautista del Castillo, de familia conversa. Castillo y Enríquez había sido dos familias que habían participado de un mismo bando en la ciudad de Huete. El resto de testigos se hubieron de buscar en Becerril de Campos, donde otro Enríquez ya había estado unos años antes para conseguir la vara de alguacil mayor de la Inquisición. Pero el espaldarazo definitivo a la hidalguía de don Pedro Enríquez y su hijo Alonso vendría de don Juan Alfonso Enríquez de Cabrera, almirante de Castilla, duque de la villa de Rioseco
Pruebas documentales presentadas
Genealogía de Pedro Enríquez de Vadelomar, vecino de Cuenca y natural de Fresneda de Altarejos
4553. Exhorto del doctor Carranza, alcalde mayor de Cuenca. Amparo a Beatriz Enríquez, vecina de Fresneda, en la posesión de bienes de su marido Juan de Buedo Gomendio. 1612. AMSC. CORREGIMIENTO, 95/44
4593. Entrega de bienes de su marido a Beatriz Enríquez, vecina de Fresneda. 1609. AMSC. CORREGIMIENTO, 66/20
2697. Beatriz Enríquez contra su marido Juan de Buedo Gomendio, posesión de censo. 1607. AMSC. CORREGIMIENTO, 45-1
1617. Carta de pago a Antonio Enríquez, mercader, 1605. AMSC. AYUNTAMIENTO, 120-17
Censo de Juan Enríquez contra el concejo de Motilla del Palancar, 22000 reales (2000 ducados). 25 agosto de 1579 (AGS; CME, 1409, folio 9)
Concesiones del Cardenal de Tortosa, Adriano de Utrecht a la ciudad de Cuenca
1.- Concesión de un mercado franco los jueves:
"que agora e de aquí adelante quanto nuestra voluntad e merçed fuere se haga en esa dicha çibdad un mercado el día del jueves de cada semana para que todas las personas que a él vinieren sean francos de alcauala de todos los mantenimientos que a la dicha çibdad truxieren y en ella se vendieren o conpraren e contrataren el dicho día jueves de cada semana" (1 de diciembre de 1520)
2.- Concesión de once jurados, uno por collación
"vos damos liçençia e facultad para que de aquí adelante en quanto nuestra merçed e voluntad fuere cada una de las colaçiones desa dicha çibdad pueda llegar e nonbrar un jurado para que esté en el rregimiento de la dicha çibdad e esté presente a todo lo que en ella se hiziere e platicare con tanto que no tenga voz no voto, pero mandamos que si alguna cosa se hiziere en el dicho rregimiento de que a los dichos jurados o qualquier dellos paresca que la dicha çibdad e su tierra rreçiben agrauio que lo puedan contradezir e tomen por testimonio syn contradiçión ante escriuano del conçejo desa dicha çibdd el qual se lo aya de dar o dé para que nos puedan hazer saber lo que asy se oviere fecho o sy fuere en perjuiçio de la dicha çibdad lo mandemos rremediar" (Medina de Rioseco, 27 de noviembre de 1520)
Se pide, el 13 de abril de 1521, al teniente de corregidor licenciado Palencia se saque un traslado ante escribano de estas dos provisiones, pues se van a llevar a la corte para confirmar y se teme se puedan perder. Poco después le concejo de Cuenca ordenará la retira de sus cuatro procuradores en la Santa Junta, que salvo Alcocer, vuelven ese mismo mes o comienzos de enero a la ciudad. El traslado de las dos cartas va a acompañado de una misiva al emperador Carlos para que las confirme, al tiempo que pide se castigue a Rodrigo Manrique por su intento de tomar la ciudad el 18 de octubre de 1520. Ambas peticiones habían sido citadas como causa de deservicio a la Corona en el perdón de los gobernadores a la ciudad 13 de marzo de 1521.
Evidentemente detrás de estas misivas está Luis Carrillo, que ha intentado mantener un equilibrio con los comuneros de la ciudad con estas concesiones que ahora se ven peligrar. Con fecha de 13 de abril de 1521, también, Luis Carrillo de Albornoz escribía una carta personal al Emperador para que se concediesen dos escribanías que había quedado vacante en Motril y Salobreña la una y en Almuñecar la otra. Lo curioso es cómo Carrillo se presenta en un lenguaje enrevesado como un fiel servidor del emperador: "haunque mis serviçios no lo merescan tenga memoria dello" o "que nadie pienso me haze ventaja de quantos serbydores tiene vuestra majestad". Si a estas alturas el compromiso parece imposible con viejos enemigos como Rodrigo Manrique, se busca compromisos con viejos enemigos como el regidor Andrés Valdés, desterrado en agosto de la ciudad por los comuneros, que manda una carta ese 13 de abril al emperador para ver reconocidos sus servicios. Luis Carrillo se ha garantizado el apoyo del corregidor Rodrigo de Cárdenas unos días antes, que en carta de 4 de abril abogará por él, presentándolo como "para la paçificaçión desta provinçia de todo esto es mucha cabsa Luys Carryllo de Albornos". Previamente la ciudad de Cuenca ha decidido mandar en favor del prior de San Juan gente de guerra y artillería, como ya lo ha hecho anteriormente en apoyo del marqués de Moya.
Por carta de 3 de septiembre de 1520, Fernando de Cabrera y Bobadilla, I Conde de Chinchón, e hijo segundón de Andrés Cabrera, marqués de Moya pedía refuerzos para controlar la situación en sus estados. Entre sus haberes el control de Almoguera para el bando realista y una cita a las tierras de Cuenca y Huete:
"más aún fueron causa que Cuenca e Huete y toda la comarca se rreduziese y allí veníamos todos los servidores de su magestad a cobrar ayuda y favor"
La plaza de toros de Cuenca en el siglo XV, según los documentos de la época (1497)
El abastecimiento de agua a
la ciudad de Cuenca (1494)
“por parte de la dicha
çibdad nos fue fecha rrelaçión que nos ovimos mandado dar una çédula por la
qual diz que mandamos quesa dicha çibdad juntamente con el dean y cabildo della
uiesen cómo se podía traer a la dicha çibdad çierta agua e seyendo todos
conformes la fisyesen traer segund que más largamente en la dicha nuestra
çédula se contiene e que al tienpo que la dicha nuestra çédula se dio diz que
se platicava entre vosotros que la dicha agua que auía de traer que fuese de
rrío de Xúcar e que agora se a hablado e platicado entre vosotros que se auía
de traer de rrío de Guécar en lo qual esa dicha çibdad e rrepública della rreçebiría
dapno porque se perdería las hortalisas de la dicha çibdad que se rregan con la
dicha agua e porque asy se quitase alguna parte del rrío se quitarían las moliendas
de la rribera e que vernía grande dapno al trato de los paños porque todos los
tintes están en la dicha rribera e que segund la poca agua del rrío se rrequería
echarles a perder sy se les quitase alguna parte del agua del dicho rrío e que
sería muy costoso e que no se podría sostener el hedifiçio que para ello se
fisyese
El Consejo Real determinó hacer y mandar información al respecto
Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 149411, 303
Se da por fecha de construcción del acueducto que hizo
posible llevar el agua a la ciudad de Cuenca
(cruz)
Muy magníficos señores
Conosciendo el santo zelo y propósito que a v.s. ay a punto
e viendo cómo lo efectúan mandando castigué rreziamente los males e agravios
que en estos rreynos han sucedido e suceden como de nuestros procuradores somos
largamente certificados e de vista lo veemos, acordamos de hazer saber a v. s.
lo que en esta cibdad Rodrigo Manrrique, comendador de Çalamea e con el un canónigo
Diego Manrique e con él otros muchos vezinos desta cibdad que por su voluntad
fuera della con él se estaban con más de setecientos onbes de guerra a pie e a
caballo con concierto que con algunos traydores clérigos e legos vezinos desta
cibdad tenían fecho que a aquella ora les darya la puerta e se juntaría con
ellos para quemar e destruir esta cibdad e matar muchos de los que en ella
estavan, lo qual todo sucediera segund la ora a que vinieron e disposición de
la cibdad si Dios nuestro señor por su clemencia e méritos e Sant Julián
nuestro patrono no la guardara, los quales poniendo en efecto su mal propósito
llegaron a la puerta e con toda diligencia seyendo sentidos por la guarda e por
gente de la cibdad que acudió a les rresistir, trabajaron la entrada peleando
muy rreziamente, la qual por la voluntad de Dios les fue defendida e les
hizieron volver por donde vinieron. A v. a. suplicamos que pues esta cibdad e
comunidad con entera lealtad sienpre a estado en servicio de sus majestades e
en el bien vnyversal destos rreynos muy entera le mande hazer muy cunplida
justicia de los que con trayción la quisieron destruir sin causa no rrazón
alguna y tenga v. s. por muy cierto que si su trayción oviera efecto que fuera
muy mayor el dapno desta cibdad que lo que en Medina del Canpo sucedió y por
más entera creencia tras esta nuestra
carta enviaremos larga información de lo que en ella se conthiene y pasó
en verdad nuestros procuradores más particularmente ynformarán, a v. s.
suplicamos ellos sean oydos e sea dada entera creencia a lo que dixeren e
nosotros enviaremos e en todo sea fecha muy entera justicia a esta cibdad como
su muy antigua lealtad e fidelidad lo meresce nuestro señor su muy magnífico
estado ace el nuestro. De Cuenca xxvi de otubre de i (mil) dxx años
Por mandado de la cibdad de Cuenca e su capitán e honrrada
comunidad
Diego de Valera escribano del concejo (firma)
NOTA: se hace referencia a los hechos acaecidos en 18 de octubre de 1520
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(cruz)
Sacra Magestad
Cuyos pies y manos besamos el consistorio justicia y rregidores cavalleros y escuderos de la cibdad de Cuenca por la merced que le plugo de nos hazer en sí certificar la venida de vra. muy cathólica magestad a estos sus rreynos para esta primavera como an se tener seruido en aver estado como estamos en toda paz y sosiego y en obidiencia de su justicia y aver conplido todo lo que nos ha seydo mandado por sus visorreys y governadores y si vuestra cesárea magestad es ya informada de la lealtad que esta cibdad sienpre ha tenido y tiene y cómo fue la primera cibdad que dio la obidiencia a los dichos gobernadores y que al prior de Sant Juan por su mandado e por ser capitán general en toda esta partida de aquende los puertos fuemos los primeros que le enviamos gente y dinero y artillería para el sosiego y paz de toda esta prouincia como creemos lo avrá hecho saber a v. mt. y como sabiendo dello que v. al. hera seruido por tres vezes, salió gente desta cibdad par rrestituyr en su estado al marqués de Moya y las dos vezes salió con vanderas por donde a seído rrestituido en su marquesado e lo posee, será cosa justa que vra. sacra magestad nos haga en general y en particular las mecrcedes porque avemos suplicado mediante don Diego de Acuña arcediano de Moya de su consejo y asy vmilldemente suplicamos a vra. muy cathólica majestad nos haga las dichas mercedes porque viendo otras cibdades que nuestra lealtad es rremunerada se animarán e trabajarán de hazer lo que nosotros avemos hecho guardando la lealtad de estar sienpre en seruicio y obidiencia y paz y sosiego nro. señor la sacra y cesárea majestad de v. al. con acrecentamiento de muchos más rreygnos y señoríos guarde y prospere del consistorio desta su cibdad. De Cuena a cinco días del mes de abril de i (mill) dxxi años.
Por mandado de la cibdad de Cuenca Diego de Valera, escriuano del concejo (firma)
Rrodrigo de Cárdenas corregidor de las çibdades de Cuenca
y Huete hizo saver al Consejo un caso que ha acaescido en que Quenca como v. s.
verá por estas cartas que de allá se enviaron al consejo parece que deve aver ynformación
ansy de lo uno como de lo otro y sy oviere alguna culpa ansy de los oficiales
de la justicia como en las personas partyculares de la cibdad se castigue
porque el corregidor envía a suplicar envyen de acá pesquysydor para ello no
avemos proveydo cosa alguna en esto syn lo consultar a v. ss. por la calidad
del tienpo y hasta saver lo que mandan porque esto nos parece ser a byen para el
contentamiento y pacificación de aquella cibdad
(Burgos, 17 de agosto de 1521)
Lo
que don Juan de Beaumont y Navarra, corregidor de V. Mgt. En las ciudades de
Cuenca y Huete advierte a V. Mt. alliende de lo que allí se a conferido para la
ynstitución de la cofradía o compañía de gente y cauallos que estén de
ordinario armados encabalgados y exercitados en exercicios militares es lo
siguiente:
Entiendo que siendo V. Mgt. seruido de mandar que todos los
que armas y caballo tuvieren dando los alardes que la hexecutoria manda sean
admitidos en el cabidlo de guisados de cavallo que con lo que la ciudad ofresce
para el exercicio de las armas avrá muchas más personas que tengan armas y cavallo
y estén vsados y exercitados para su seruicio como V. Mgt. Lo manda
Archivo General de Simancas, CCA,DIV,25,1
de una escritura de abtos e sentençia arbitraria que estava firmada de Juan de Porras nuestro escriuano e rrescebtor que fue en la dicha nuestra abdiençia por la qual constava que Grauiel López visahuelo de las partes contrarias avía sido cavallero guisado e cofrade de la cofradía del señor Santiago del cabildo de cavalleros de guisados e por aquella rrazón él e sus deszendientes e las partes contrarias se avían excusado de no pechar e no por ser hijosdalgos
e fazía presentaçión de una escriptura sacada por virtud de una nuestra carta e provisión rreal del santo ofiçio de la Santa Inquisiçión de la çibdad de Cuenca por donde constava que el dicho Juan de Valençuela hermano del ahuelo de las partes contrarias e Françisco de Valençuela constava e paresçía ser conversos syn otra distinçión alguna
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| Relación de exentos de la ciudad de Cuenca de 1535 (I) AChGr. HIDALGUÍAS, Sign. antigua, 301-181-382, Denegatoria de hidalguía de Gómez y Alonso de Valenzuela, año 1597 |
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| Relación de exentos de la ciudad de Cuenca de 1535 (II) AChGr. HIDALGUÍAS, Sign. antigua, 301-181-382, Denegatoria de hidalguía de Gómez y Alonso de Valenzuela, año 1597 |
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| Relación de exentos de la ciudad de Cuenca de 1535 (III) AChGr. HIDALGUÍAS, Sign. antigua, 301-181-382, Denegatoria de hidalguía de Gómez y Alonso de Valenzuela, año 1597 |
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| Hidalgos dudosos en 1535 de la ciudad de Cuenca AChGr. HIDALGUÍAS, Sign. antigua, 301-181-382, Denegatoria de hidalguía de Gómez y Alonso de Valenzuela, año 1597 |
hixo lexítimo de don Gregorio de Balenzuela y doña Bernardina Guedexa de la Zerda su muger y nieto de Alonso de Balenzuela y doña María de Perona su lexítima muger y bisnieto de Alonso de Balenzuela y Juana de Montoya su lexítima muger y rrebisnieto de Gómez de Balenzuela y de María Fernández si lexítima muger y quinto nieto de Alonso de Balenzuela y Juana Gómez su muger y sexto nieto de Gauriel López de Balenzuela y María López su lexítima muger
Francisca Fernández de Valençuela abuela por parte de presente de mi señora doña María de Valderrama que casó con el señor don Jorge de Mendoça, fue ija de Diego López de Valençuela natural de la ciudad de Toledo y de Inés de Araque natural de Villalgordo, aldea del Castillo de Garcimuñoz y nieta de Grabiel López de Valençuela y María López de Quiñones, naturales de Córdoba, que vinieron a la dicha ciudad de Toledo con Diego López de Valençuela fue hermano de Alonso de Valençuela quarto abuelo de don Alonso de Valençuela que es familiar del Santo Oficio que oy vive y es nacido en San Clemente, el qual en 18 días del mes de marzo de 1633 sacó sentencia de reuista y executoria de ijo dalgo en posesión y propiedad por la baronía de Valençuela que la probó con escriuanos en Granada...Demás de lo dicho Gómez de Valençuela tercero abuelo de dicho don Alonso de Valençuela que sacó dicha executoria casó con María Fernández de Valençuela, hermana entera de dicha Françisca Fernández de Valençuela y la dicha casó con Gonçalo de Origüela en San Clemente= primos hermanos dicho Gómez y María Fernández de Valençuela su mujer y consiguientemente primo hermano dicho Gómez de dicha Francisca Fernández de Valençuela= (4)
hidalgo de las montañas e de solar conosçido que dezía que hera del solar de Arze que es una casa e solar conosçido de hidalgos en la Montaña
e que la escrevían que se fuese a Cuenca con ellos e que ella no quería salir de su tierra
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| Francisco Bezerril platero vº de Cuenca |
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| Marca de los Becerril, de la ceca de Cuenca |
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| Sentencia de 29 de octubre de 1547, declarando pechero a Francisco Becerril ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA. HIDALGUÍAS. Francisco Becerril. Signatura antigua: 302-309-10 |