El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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Friday, May 2, 2025

VILLARROBLEDO (1634)

 El año 1634 amanece con los campos aovados de langosta, en siete leguas alrededor de Villarrobledo. Los problemas para el pago de deudas y rentas continúan, de tal modo que el ayuntamiento se queja el poco control de las ventas en las tiendas que impide cobrar las sisas. El abasto de trigo seguía siendo un problema y se echaba mano al trigo del iglesia de Toledo, donde la villa había comprado cuatrocientas fanegas, la mitad pagadas al contado y la otra mitad para el agosto venidero, pero el trigo era el trigo añejo que se almacenaba en las tazmías y era excedentario y necesario de sacar ya de los almacenes. La necesidad llevaba a la proliferación de la devoción religiosa, con dos nuevas procesiones, acordadas en el concejo de tres de abril: una a devoción de San Agustín y otra a devoción de San Antón, que tenían como referencias las iglesias de San Blas, de los franciscanos y la ermita extramuros de San Antón.

El control de pósito por esta época ya no se hace por el corregidor de San Clemente, sino por juez enviado por la Corte, Fernando Nieto de Aragón, que recibe las consabidas quejas de los villarrobletanos: y atento la esterilidad de los tiempos, langosta y piedra, los vecinos desta villa están necesitados. Para mayo se deben sacar trescientas fanegas del pósito para hacer pan cocido a razón de 93 libras por fanega y siete maravedíes por libra. Para ese mes, la fanega de trigo se vende a 18 reales. El vino a tres reales y veinte maravedíes la arroba. No obstante, no consideramos esta época como años de necesidad extrema. Lo que faltaba entre los labradores y vecino no era trigo, sino liquidez en dinero, derivada de las nuevas imposiciones fiscales. El pósito de Villarrobledo vendía trigo (setecientas fanegas) para obtener dinero que era prestado a los labradores, obligados de nuevo a devolver ese préstamo en trigo para la cosecha de agosto. A ello se unía, que para el dieciocho de junio se reconocía que la cosecha de 1634 era una cosecha abundante por la misericordia de Dios nuestro señor. Para 24 de julio se reconoce la verdadera enfermedad de la villa es que sus haberes están muy necesitados y alcançados de tal manera que no puede pagar sus réditos y censos que deue porque están muchos executores contra ellos causando escesiuos salarios y costas y consumiendo sus rentas. La imposición fiscal y los préstamos estaban acabando con la villa, a esto se unía un donativo a la Corona el año anterior de 1633. Las intervenciones de Fernando Nieto de Aragón cada vez eran peor vistas, pues había cobrado veinte mil reales en sus ejecuciones, y sobre todo, porque incapaz de cobrar solicitaba la ayuda del corregidor de San Clemente en apelación, en lo que se veía como intromisión intolerable en su jurisdicción. 

Muestra de que las cosechas se habían estabilizado estos años es que la villa regulará las siembras de sus labradores, pues había ganado provisión real para destinar un tercio del trigo de los camarajes del pósito a la siembra de los labradores. Estos, en lo que era costumbre, se comprometían a devolver las fanegas prestadas para el agosto siguiente más un real por fanega

Ese año, cuando el marqués de los Velez pide a Villarrobledo que aporte los cien soldados de milicia, el concejo dirá que esa milicia es cosa antigua y que no tiene disponible ninguno de esos soldados. El número será recordados seis años después y esta vez el enrolamiento para la guerra será obligatorio. Ahora, las obligaciones venían del reclutamiento para los presidios, hasta un total de veinticinco hombres con destino Barcelona; el reclutamiento de estos soldados se centralizaba desde Alcaraz. La concesión del nuevo servicio de dos millones y medio de ducados por el Reino en 1632 había hecho olvidar estas viejas obligaciones, pero asimismo otras más recientes como el acopio involuntario de sal en 1631. Ahora, tres años después, se saldaban con Juan García Ferrer, administrador de las salinas de Minglanilla las deudas por el rebaje obtenido con las concesiones al Reino por el dicho servicio

Friday, April 25, 2025

Villarrobledo (1633)

 La langosta seguía siendo un problema a comienzos de 1633, se repartía entre los vecinos mil fanegas del canuto de la langosta aovada en los campos y que se temía aflorara en los campos para la primavera. La villa se quejará de los acopiamientos de sal ante el administrador de salinas Diego Gallo de Avellaneda, pues han cesado por el nuevo servicio de dos millones y medio que el Reino ha concedido.

Para el 23 de octubre se decide dar el trigo de las tercias a los labradores y vecinos necesitados. 

Tema de conflicto era el aprovechamiento de los montes. Los ganaderos villarrobletanos pedían el monopolio del aprovechamiento de las yerbas de las dehesas concedidas con motivo del donativo de 22200 ducados para las guerras de Italia. Por otro lado, los pueblos vecinos de San Clemente, El Provencio y Socuéllamos seguían talando los montes del Calaverón y la Bernagosa. Los sanclementinos formando cuadrillas de quince o veinte personas, fuertemente armados esquilmaban el monte del Calaverón: 

se juntan en quadrillas de quince, veynte y treynta hombres, viniendo de mano armada con sus escopetas y otras armas proybidas haciendo grandes resistencias y las dichas justicias (de Villarrobledo) a quien les prenda, quitándoles las prendas que les han tomado con lo qual a llegado a tanto su livertad  que al presente sin temor de la justicia hacen los dichos escesos

Monday, April 14, 2025

VILLARROBLEDO (1632)

 La langosta estaba aovada en los campos Villarrobledo, pero asimismo en veinte leguas a la redonda de esta villa. Fray Pedro de Góngora, provincial de la provincia agustina de Andalucía, llega a la villa con la intención de fundar un convento en hospedería donde se puedan acomodar los dos o tres primeros frailes. La villa, aprovechando la cosecha anterior del año anterior y la previsible excelente cosecha venidera, veía como el precio del trigo por fin caía a quince reales la fanega. Buenas cosechas, pero una y otra vez se mencionaba la falta de agua y otros infortunios para justificar que llegado el mes de mayo había escasez de pan y se hacía necesario proveer a los vecinos con trigo para panadear del pósito... ¿movimientos especulativos?

Será en 1632, cuando se ejecuten los arbitrios aprobados en 1629 y en 1630, en contrapartida de los 22300 ducados en moneda de vellón aportados a la Corona para sostener el esfuerzo militar, aunque quien los recibía directamente era el factor de los Fúcares, en Villanueva de los Infantes: se consentía que el ganado pasara a las viñas para comer la pámpana, una vez alzada la uva, y a los agostaderos e invernaderos; el arrendamiento de dehesas. Era este último aspecto el que se estaba generalizando en todos los pueblos. Los arrendadores podían rozar las dehesas acotadas o permitir la entrada de ganados en esta tierra, pagando los ganaderos una oveja o doce reales, a su elección, por cada 22 almudes que sirvieran de pasto. Se concedía el monopolio a la villa para poner tiendas y estancar los productos por veinte años. Entre los que se gravaban, el azafrán (dos reales por libra) y el vino (un maravedí en cada azumbre de vino). Se gravaban también las ventas en el exterior de los granos (un real por fanega de trigo y medio real por fanega de cebada o centeno). Se añadían otras sisas sobre la carne y la lana. Los arbitrios se establecían por veinte años. Los nuevos arbitrios se unían a otros tomados desde 1616 para pagar la exención jurisdiccional de la villa o las nuevas necesidades de la Corona (el pescado o el aceite eran otros productos gravados o la octava del vino y el reciente estanco de la sal, que se denunciaba el excesivo acopiamiento hecho a la villa) y para la compra de la almotacenía y escribanía. Otros arbitrios concedidos por la corona eran la posibilidad de hipotecar sus propios y rentas, establecer nuevas tasas sobre las ventas de la tercera parte del trigo de su pósito, y la posibilidad de establecer repartimientos de dinero entre los vecinos

1000 fanegas de trigo para armar y el sueldo de 21 soldados de los presidios: Se reclutaban soldados y se hospedaban 65 galeotes de paso por la villa.

El año 1632 ha tenido también una pobre cosecha: que de causa de la esterilidad del tiempo y mucha langosta que a avido este presente año en la juridición desta villa los vecinos della son probísimos e impusibilitados de poder sembrar sus barbechos y pagar las deudas que se deben así al pósito como a personas particulares (19 de octubre). Sin embargo, dudamos de estas afirmaciones como rotundas, pues la fanega de trigo se vende por diecisiete reales en Navidad.


ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1632

Friday, April 11, 2025

VILLARROBLEDO (1608)

 El año 1608, se inició con nuevas injerencias de la justicia del corregimiento en los asuntos de la villa. En este caso, en un proceso por las heridas recibidas en la cárcel por Juan Sánchez Ortiz y causadas por el capitán Francisco de Montoya o ese otro de las heridas causadas por Pedro de Vargas a Juan Ortiz de Funes. Aparte de la vulneración de la primera instancia, el asunto era una toma de partido del corregidor y su alcalde mayor, el doctor Fernando de Vera, por el capitán, partidario del poder central. Los encontronazos venían, sobre todo, con el alcalde mayor; por eso, en el ayuntamiento de 26 de febrero, se había decidido acudido a la Chancillería de Granada para que se respetase la primera instancia de la villa. Las disputas se centrarán el el regidor Pedro de Vargas, acusado por otros regidores de malversación del dinero de las tercias en el proyecto urbanístico que ha visto cómo se levantaban nuevas casas del ayuntamiento, carnicerías y pósito y cómo la plaza de la villa era ensanchada. Los poderes que Pedro de Vargas tenía para representar a la villa en la corte serán revocados a favor de Rodrigo de Llerena.

Las diferencias con San Clemente se agudizarán el mes de julio por la sacas de leña por los sanclementinos en el monte del Calaverón y la justicia parcial del alcalde mayor Francisco de Astudillo (que está ocupando el oficio, cuando los naturales están excluidos).

Seguían los problemas de abasto de trigo. De las 1500 fanegas pedidas por el pósito de Madrid, únicamente se habían allegado 500. El pósito, controlado por el corregidor, estaba lleno, pero el problema era que los labradores no tenían dinero en efectivo para comprar trigo y no acababan de terminar de sembrar. El estricto control del pósito para garantizar el abasto de la población provocaba muchos roces, pues los labradores que podían acudían por el trigo a los pueblos vecinos para garantizar la siembra. Los ganados de Villarrobledo también veían cómo sus pastos se reducían, pues tanto el Bonillo como Munera cerraban dos leguas de su término. Para junio se denuncia la presencia de unas compañías de soldados, cuyo hospedaje contribuye a agravar la situación de los más pobres y que será motivo de fricción con la corte en los próximos años, por negarse a pagar su alojamiento la villa.

El año 1608, a pesar de las dificultades de las actas, por las tintas corridas, debió aportar una cosecha aceptable. El pósito tenía en sus cámaras 12000 fanegas, de las cuales se dieron 4000 a los labradores para la siembra. Un año más, aunque desconocemos la cantidad, salió trigo de Villarrobledo para el pósito de Madrid.


ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO 1608-1609 (el año 1609 es ilegible)

VILLARROBLEDO (1607)

 El año 1607 comenzó con un concejo abierto, el día 14 de enero; el ayuntamiento se proponía comprar las tierras de los vecinos en el Calaverón y la Bernagosa.

La cárcel de la villa era antigua y se necesitaba una buena, pues "los presos no están seguros, principalmente los de consideración y calidad". Las obras de las carnicerías estaban acabadas y se debía pagar a Juan de la Serna, cien ducados. En junio se informa del paso de tres compañías de soldados por Villarrobledo, que han supuesto un gasto de 18452 mrs., aun así se le estaba debiendo 185633 de la obra, concretamente a su viuda Mari López, pues él era fallecido. El coste de la obra se elevaba a 1809433 maravedíes.

Para el quince de marzo se estaban cerrando con San Clemente y Belmonte, las ventas de trigo de la cosecha del verano. Ese mes de marzo se decían misas para rogar por un temporal de lluvias. Para finales de abril, la langosta está aovada en los límites con Socuéllamos. El 16 de julio se anuncia que no habrá problema para llenar el pósito, pero el tres de agosto, contradiciendo este parecer se habla de un año más de esterilidad y que los vecinos no podrán aportar más de mil fanegas de trigo a la tasa de 18 reales: que de causa de la poca cosecha que en esta villa a avido este presente año por la esterilidad del tiempo no se a podido emplear en trigo el dinero y caudal que el pósito desta villa tiene. Sin embargo, el corregidor exigía para su casa, 300 fanegas de trigo y 300 fanegas de cebada. Los problemas de abasto se vuelven a repetir el día siete de septiembre: que de causa de la poca cosecha de pan que obo en esta villa este presente año ay falta de pan cocido. Pero para finales de octubre se nos dice que el trigo del pósito es suficiente para las necesidades de la villa, aunque se muestran recalcitrantes a dar trigo al pósito de Madrid. De hecho, el pósito disponía de diez mil fanegas de trigo, pero se veía con muy malos ojos las diligencias del corregidor para cobrar 3000 fanegas y cinco mil reales de los deudores al pósito. Se alegaba la pobreza de los vecinos por la esterilidad de los tiempos, pero, en cualquier caso, no se veían bien estas injerencias. Pensamos que el concejo estaba mandando noticias contradictoria, cuya única finalidad era evitar la intromisión de la justicia de San Clemente, pues para final de año falta el pan cocido (se alega la lejanía de los molinos para obtener harina, sabemos que se acudía a los ingenios de la ribera del Júcar) y de nuevo se pedirá a la iglesia grano para acabar se sembrar.

Es evidente que el periodo de sequía ya iba para cuatro años y las lluvias no llegaban. el doce de noviembre se nos dice: que al presente por Dios nuestro señor es servido e ve que conviene a su santo servicio al presente en esta villa e su villa e juridición de muchos días a esta parte a auido y ay muy gran falta de agua estando la gente muy afligida y apretada. El grado de desesperación era muy grande y se pedía el auxilio divino con oraciones y otros actos de umildad para aplacar su yra. 

El cinco de julio, tenemos noticias por primera vez de que un grupo de regidores están negociando en los reales Consejos la exención de Villarrobledo de San Clemente: se sirva de hacer merced a esta villa de esentarla de la juridición del corregidor deste partido para que no pueda entrar en ella sino solamente una vez durante el tiempo de su oficio de cada corregidor a tomar quentas y residencia y que no pueda conocer en esta villa de causa alguna en primera ynstancia. No todos aceptaron esta decisión, propuesta por el alcalde ordinario Gabaldón. Entre los que se opusieron estaba Bartolomé Gallego, que alegaba que a un corregidor anterior Antonio López de Calatayud se le habían dado poderes de su majestad para intervenir en los asuntos de la villa y, sobre todo, que el intento de exención era un golpe de mano de algunos regidores y el síndico en un día que no era de reunión de ayuntamiento y en el que faltaban muchos de los 37 regidores. De hecho, la resolución resultante se trasladó a la carta de poder que había de llevar Pedro de Vargas Montoya a Madrid y a la corte y los reales Consejos, con el objetivo de contradecir la esención en primera instancia que el procurador síndico y algunos vecinos regidores e particulares desta villa tienen pedido para que sea esenta. La carta de poder iba firmada por nueve regidores. Es evidente que los regidores favorables, ausentes en ese ayuntamiento del cinco de julio habían tirado la piedra y escondido la mano. Entre los favorables al corregidor, apellidos como Pacheco, Montoya, Perea o Vargas. Familias muy importantes y enfrente un procurador síndico, Esteban López Parra, que, aunque los tiempos hubieran cambiado, tenía fama de defensa de los intereses del común. En cualquier caso, en torno al trigo se movían demasiados intereses y el corregidor intervenía en ellos hasta tal punto que un núcleo de propietarios agrarios no quería verlo más allá de una vez cada tres años. De momento, lo tuvieron que ver el día 30 de julio y con un mandamiento que no sería bien aceptado: el reparto obligatorio de trigo a aportar por los vecinos para llenar el pósito. 

El día 30 de julio, y con presencia del corregidor, se discutiría de nuevo la exención de Villarrobledo del corregimiento. Esta vez, defendería la permanencia en el corregimiento el regidor don Jerónimo Pacheco y Avilés, yendo más allá y proponiendo ofrecer dinero al rey, frente a los contrarios, agrupados en torno al síndico. Los regidores se fueron definiendo uno a uno, ganando la opción de continuar en el corregimiento por seis votos a cinco, pero faltaban una treintena de oficios concejiles.

  • Fernando Gabaldón, alcalde: a favor de la exención
  • Isidro Merchante, alcalde; en contra de la exención
  • Isidro Merchante, regidor: en contra de la exención
  • Bartolomé Diaz Morcillo, regidor: a favor de la exención
  • Francisco Romero Diaz, regidor: a favor de la exención
  • Francisco Plaza, regidor: a favor de la exención
  • Juan Jiménez Merchante, regidor: a favor de la exención
  • Don Jerónimo Pacheco Avilés, regidor: en contra de la exención
  • Juan Alonso de Aparicio, regidor: en contra de la exención
  • Francisco de Pera, regidor: en contra de la exención
  • Francisco de Minaya, regidor: en contra de la exención
El día siete de agosto, aprovechando que el corregidor no está presente, se hará nuevo ayuntamiento. Será el síndico el que defenderá personalmente la exención del corregimiento y la anulación de los poderes dados a Pedro Vargas Montoya, que está defendiendo la posición contraria en la corte. Los regidores rebeldes han hecho un ayuntamiento a su medida, forzando la ausencia de sus rivales. Entre los regidores díscolos y opuestos al regidor: el alférez Sebastián de Losa, Pedro Romero, Tomás Rodríguez, Gabriel de León, Bartolomé Gallego, que ha mudado de parecer, o Fernando del Lamo y veinte regidores más. Era una insubordinación de la mayoría de los regidores del ayuntamiento contra el corregidor. El 21 de agosto se persona en Villarrobledo el alcalde mayor para invalidar el ayuntamiento del día siete de agosto y denunciando las maniobras para hacer de Villarrobledo una villa de behetría, pero el pleno se tiene que suspender por las ausencias. Nuevo ayuntamiento se convocará el día siete de septiembre, con el alcalde mayor y revocando los poderes dados para tratar en la corte a los favorables a la exención. Es de destacar en este ayuntamiento el protagonismo de Diego Muñoz de la Calera, alguacil mayor de la villa y que se erige en portavoz de los defensores de la separación de corregimiento.


Los regidores díscolos del ayuntamiento del siete de agosto

ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1607

LA CRISIS POLÍTICA DE 1607
El año 1607 fue decisivo para la cohesión interna del corregimiento de San Clemente. Ese año, la unidad del corregimiento se deterioró y con ella los intentos de la Corona de llevar a cabo una política centralizadora. Hubo dos detonantes para que se diera esta situación. La primera fue las graves crisis de carestía, muy profundas en los años 1604 y 1605 y, la segunda, la intervención del corregidor de San Clemente y su alcalde mayor en los pósitos de las diferentes villas. Aunque en el año 1605 se celebran juntas de partido en Iniesta para buscar el trigo que faltaba en tierras lejanas de Molina y de Aragón. Pasada la situación más grave de la crisis, las villas denunciarán la intromisión del corregidor de San Clemente en su política municipal. Recordando los privilegios de la primera instancia que las villas poseen: tenemos constatados los casos de Villarrobledo o Villanueva de la Jara (y de su aldea Casasimarro), pero la crisis es más profunda y afecta a todas las villas. El resultado será el debilitamiento de la autoridad del corregidor. Los intentos de exención de Villarrobledo se saldarán con la obtención de un privilegio que aunque no consigue la exención total del corregimiento, le dará una amplia autonomía. Situaciones similares se darán en Villanueva o Iniesta, aunque nuestro conocimiento sea menor. Asimismo, la pérdida de autoridad del corregidor no supuso un reforzamiento de las villas; arruinadas sus haciendas municipales, algunas tuvieron que enajenar las rentas reales en manos privadas o, caso extremo de Santa María del Campo, perdieron el realengo e independencia recientemente alcanzados.

Tuesday, April 8, 2025

VILLARROBLEDO (1606)

El quince de febrero de 1606 se dan por cerradas ante el corregidor de San Clemente las compras de trigo acordadas en la junta de Iniesta de 16 de octubre del año anterior. Junto al trigo comprado en el exterior, los labradores eran los paganos de una situación de carestía, pues el trigo que se les compró para el pósito fue fijado a un precio de catorce reales (22 reales por debajo del precio del mercado) y hubo necesidad de compensarles pues la misma tasa de granos se subió a 18 reales la fanega. La situación de la villa era penosa, tal como se reconoce el 26 de abril, cuando se decide fijar un salario de diez mil maravedíes a los médicos para compensar la asistencia que desprendidamente están dando a los vecinos pobres, pues a avido y ay muchos enfermos y los médicos desta villa an tenido cuydado y lo tienen de presente de visitarlos sin interés alguno. Para el 29 de abril se debe comprar nuevamente trigo para el pósito, esta vez en Consuegra. Se debe acudir al trigo de la iglesia para garantizar la limosna para pobres de la fiesta del primer jueves de mayo en el Villarejo de San Nicolás.

La villa se prepara para la próxima cosecha. Era habitual que los labradores villarrobletanos acudieran a San Clemente y Belmonte a vender su trigo y disponer así de liquidez en dinero. El tema no era baladí, porque a Villarrobledo se se le exigía el pago de sus impuestos en moneda de plata y esta moneda escaseaba. Ahora se pretendía que el caudal del pósito, 22000 reales, fuera íntegramente al pago del trigo de la cosecha de agosto y destinado a llenar sus cámaras. La cifra se elevará a 3000 ducados.

Si la necesidad era grande en Villarrobledo más lo era en el resto de la comarca. Durante los años 1605 y 1606 gente de los pueblos comarcanos, llevados de la necesidad, habían acudido a Villarrobledo y se habían asentado en el pueblo. El ayuntamiento del cinco de junio de 1606 ordenará su expulsión del pueblo: que las personas que oviere en esta villa que no fueren vecinos salgan fuera della se vayan a sus tierras con sus casas dentro del terzero día de la notificación atento que se an venido a ella este presente año y el pasado mucha gente de que se a seguido y sigue mucho daño a esta villa y sus vecinos y se espera mayor. 

La medida era radical y difícil de aplicar, pues ocho días después se reconoce que se espera y ya están llegando los peones para la siega. La presencia de esta mano de obra estacional agravará la falta de pan. La solución será subir el precio del pan a dieciséis mrs. la libra de catorce onzas. De cada fanega se extraerían 114 libras de pan, en lo que era evidente bajada de la calidad. Las preocupaciones del concejo es garantizar la alimentación de la población. Para aliviar la situación, la cosecha del verano ha sido  mediocre, pero las necesidades son muchas; la ciudad de Cuenca intentara comprar el site de agosto de seis a siete mil fanegas de trigo en Villarrobledo, pero esta villa aún no ha conseguido llenar su pósito. El corregidor de San Clemente intentará controlar la cosecha de ese año, garantizando el depósito diez mil fanegas que se han de poner en terceras personas. Es una decisión que soliviantará a Villarrobledo, ni la Corona se ha atrevido a estas medidas allá de situaciones de emergencia o de guerra. Además, se alega que la cosecha de 1606 ha sido la cuarta parte de la habitual otros años: por aver faltado los temporales que no se a cogido la quarta parte de pan que se esperaba respecto de la dicha falta de pan y de la poca siembra que ubo para la cosecha deste año. La falta de grano en el otoño anterior para la siembra ha limitado la cosecha del verano. Villarrobledo necesita 30000 fanegas de trigo para su abasto. La intromisión de la justicia de San Clemente para intentar frenar la especulación reiterada con motivo de las cosechas veraniegas, continuará cuando el alcalde mayor Cid, el 18 de agosto, hace cumplir las disposiciones del Consejo de Castilla y ordena que el pan cocido no supere el precio de seis maravedíes la libra (ha llegado a alcanzar los dieciséis mrs.), así como que se informe de con razón verdadera de cuál ha sido la cosecha del verano y cuáles las necesidades de la villa de Villarrobledo, tanto para consumo como para siembra. Necesidades que se reconoce no están cubiertas para pobres y pasajeros así como la imposibilidad de comprar trigo, pues el mayordomo de propios cesante ha dejado una deuda de dos mil ducados en las cuenta municipales. Poco después llegará Gaspar Fonseca para embargar trigo para llevar a la corte; se intentará llegar con él a un concierto para que no saque más de 2400 fanegas de trigo, pero las confiscaciones son la norma. La cantidad final subirá a tres mil fanegas. Las intromisiones del corregidor, por mandato del Consejo real, continuarán y el uno de noviembre se pide se informe del trigo existente en el pósito disponible para que los labradores puedan sembrar sus barbechos. Una vez, más se echará mano de la rentas pontificales para garantizar la siembra, pero las constantes intromisiones del corregidor en la política de granos de la villa será el germen del descontento que conducirá a Villarrobledo a pedir su exención del corregimiento unos años después.

Ese año 1606, el más rico del pueblo, excusado mayor para el cobro del diezmo, era Pedro Sánchez de Munera, y como excusado obrero o de la obra de la iglesia fue nombrado su hermano. La lonja, junto a las carnicerías, ya estaba finalizada. Juan de la Serna nos aparece como maestro de cantería de las carnicerías (de la obra principal), pues el 29 de junio recibe una libranza de 1000 reales.

Un hecho aparentemente ajeno a la zona venía a trastocar la vida en la zona. Nos referimos a la vuelta de la corte real a Madrid desde Valladolid. Cinco años después la corte volvía a Madrid. Entre idas y venidas el duque de Lerma se enriquecerá. A Villarrobledo se pidieron treinta carros de a tres mulas para le traslado de la corte. Ya en en viaje de ida de 1601, se calcula que acompañando al rey habían llegado a Valladolid 15000 personas. Ahora volvían de nuevo a Madrid el mes de marzo. La orden llegaba del alcalde de casa y corte Silva de Torres y cayó como un jarro de agua fría en Villarrobledo, donde en esta villa no ay ni se podrán hallar mulas para que puedan servir en la dicha jornada por estar todas ellas muy flacas y decaydas de causa de la grande falta de zebada (23 de febrero).Se pedirá se escuse a la villa de dicha aportación. La cifra será rebajada a veinticinco carros, pero para el uno de abril aún no han partido para Valladolid y se les apremia. Los dueños de los carros recibiría cuatrocientos reales por cada uno. El dos de abril, los carros están listos y se relacionan en las actas municipales. El cinco parecen dispustos para partir. Pero, un mes y medio después, el 21 de mayo, se piden quince carros más, mitad con tres mulas y mitad con cuatro.

ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1606

Monday, April 7, 2025

VILLARROBLEDO (1605)

 Al empezar 1605, el edificio de las carnicerías se seguía levantado. A sus puertas de las carnicerías y en la plaza se pretendía levantar lonja para los tratos de los comerciantes, obras que estarán a cargo de Rodrigo de Aguirre, maestro de cantería. El 17 de enero, el concejo villarrobletano muestra su preocupación por la falta de pan en el pósito, consecuencia de la mala cosecha habida en toda la comarca. Se teme un aumento del precio del pan y de la necesidad; el trigo se buscará en la propia villa. Las previsiones del mes de septiembre pasadas sobre el trigo acumulado en el pósito, diez mil fanegas, se hacen insuficientes a comienzos de año, cuando las siembras se han realizado y el trigo consumido. Peor aún, se anuncia ya un pésimo año 1605 que ahondará la gravedad de la crisis: "porque en los vecinos se ve en cada día mayores nezesidades y están tan apretados con la mucha esterilidad que a sobrevenido que no solo la nezesidad es presente, pero yrá creciendo por la poca agua que a sobrevenido y por estar los sembrados mal nacidos". Lo más grave es lo que se decía a continuación: los más ricos compran el pan. Se decía que para su propia previsión, pero la consecuencia es que privaban de ese pan a los más pobres. El corregidor intervenía en los graneros y cámaras particulares, buscando el trigo que faltaba en las diecisiete villas del corregimiento. Las quejas villarrobletanas parecía fundadas esta vez y se anunciaba que, de no comprar trigo inmediatamente fuera en otras regiones, no se hallaría. "La necesidad que ya se ve se a de apretar" (31 de enero de 1605). Villarrobledo, una villa de dos mil vecinos o más, consumía sesenta fanegas de trigo al día. 

El Consejo Real se hará eco de la necesidad por cédula real de 24 de enero de 1605, donde requiere informe del trigo existente en los pósitos de la villa y se presenta un futuro muy aciago hasta la cosecha de 1606, pues la del presente año se considera perdida. Se pide al corregidor informe de las tierras que se han dejado de sembrar por falta de grano y de los remedios que puedan proveer las villas para mayor aumento de la agricultura. En el caso de Villarrobledo, las tierras de cereal se habían extendido al máximo, entrando en colisión con Alcaraz y su corregidor, por el rompimiento de tierras en la dehesa de la Berenguela. Para el 16 de mayo, se decide comprar trigos, que se espera a excesivos precios, pues ya se ve que la cosecha del verano va a ser muy poca. La desesperación llevará el 21 de mayo a hacer rogativas a la ermita de Villarejo de San Nicolás, pues se recuerda que ese era el motivo del primer voto que se hizo: y quando se hizo el dicho voto fue para suplicar a nuestro señor fuese servido dar los frutos de la tierra y en aquel tiempo esta villa era de hasta doscientos vecinos poco más o menos. Unos datos que, creemos nos llevan el origen de la procesión a comienzos del siglo XVI y las crisis de carestías de esos años. Más interesante es lo que se dice a continuación, pues coloca a Villarrobledo con una cifra de tres mil vecinos: y por la divina misercordia esta villa a ido en tanto augmento que se cuenta por de tres mil vecinos y respecto de lo qual con la dicha cantidad (seis mil maravedíes de limosna para los pobres) no se puede cumplir con la mitad del diezmo de la gente que acude de cuya causa los pobres y gente devota que suele acudir a las dichas prozesiones lo dexan de hacer. Se denunciaba más que la falta de fe, la quiebra de la sociedad villarrobletana, incapaz de mantener a sus pobres. Por eso se pedía aumentar las limosnas de 6000 a 40000 maravedíes. El mal no era solo villarrobletano, sino de las diecisiete villas del corregimiento de San Clemente: la pobreza era un problema estructural. Y la aparición de una masa de población flotante, sin residencia fija también. La cifra que se da para Villarrobledo de tres mil vecinos, supone 1150 vecinos más que en 1591. Algo similar ocurre en San Clemente, donde los más de dos mil vecinos contrastan con lo mil quinientos de 1591. Los censos fiscales no recogían los asentamientos de vecinos en los nuevos barrios y ni siquiera registrados en los vecindarios del ayuntamiento ni tampoco la población laboral flotante o los forasteros y gente de paso, en algunos casos, leguleyos o mercaderes, pero en otros, pobres en busca de oportunidades y cuyo sostén alimentario era un problema para los ayuntamientos. La pobreza se hacía visible en estas festividades, como el primer jueves de mayo en San Nicolás, cuando acudían pobres de toda la comarca. Las necesidades llevan a plantearse en el ayuntamiento de 8 de junio a solicitar un censo de veinte mil ducados para un pósito que está vacío y se prohibirá a los clérigos sacar o comprar trigo en la villa que no sea para abasto de la propia villa.

Se temía por las personas y se temía por los animales, pues la cosecha de cebada y centeno se esperaba muy mala: por vista de ojos se a visto y ve la esterilidad del año y principalmente en la zebada y zenteno que no se espera en esta villa ni en su comarca se cogerá alguna. Previendo la falta de grano para los animales se decide abrir la dehesa de la Bernagosa a los ganados mulares y caballares. 

La hacienda concejil estaba intervenida desde que el año 1600 tomó cuentas de propios, pósito y rentas el licenciado Santarén y cuya actuación fue precedente para que los corregidores intervinieran la hacienda villarrobletana. Se recordaba la intervención de cuentas del corregidor Diego de Mendoza y el alcalde mayor doctor Tomás Cid que fue acompañada de un juez de residencia de los oficiales villarrobletanos, con imposición de fuertes penas. Se debían al pósito 4900 fanegas de trigo y 6700, reales, a pesar de haberse cobrador 11000 fanegas en la cosecha de agosto. Igualmente, resultaba molesto el hecho de que el escribano de San Clemente Francisco Rodríguez Tudela interviniera en los autos de la villa. Ahora para el mes de junio, Villarrobledo se opondrá a que el corregidor tome cuentas a los oficiales de la villa. En cualquier caso, el treinta de junio, hay una colaboración entre el corregidor Mudarra Mendoza y los regidores villarrobletanos pues la situación es extrema, hasta tal punto que se pide el control del cobro de los diezmos y del trigo que han de devolver los labradores al pósito. Cuando los Inquisidores de Murcia piden mil quinientas fanegas de trigo, pues no encuentran trigo alguno en el Reino de Murcia, se buscarán excusas. Igual malestar provocará la pretensión de dividir el beneficio curado en varios y más en ese momento de crisis*. El once de julio, ya segadas las primeras mieses, los labradores no entregan trigo alguno al pósito, pues lo guardan para sus necesidades. Se habla de que la villa puede perderse y despoblarse. Para finales de julio se pide al obispo de Toledo poder disponer del diezmo de los despoblados pagando el trigo a la tasa como de la prestamera simple de Guadalajara y Belmonte, a cargo del prior del convento de San Lorenzo del Escorial. Mientras, se buscan los 24000 ducados a censo para dotar al pósito y se envían procuradores a buscar trigo, hasta Molina de Aragón, donde se esperan sacar de 8000 a 10000 fanegas. El precio de la fanega de trigo alcanza los 36 reales y el pan cocido diez maravedíes la libra para los vecinos y a catorce para los forasteros, cuyo abasto se presenta para la villa como un grave problema. El corregidor avisa de que se podrá comprar trigo en la ciudad de Cartagena para las villas, hemos de suponer traído desde Italia.

El trigo villarrobletano era el testimonio de la crisis de carestía vivida, pero también de las injusticias sociales. A la corrupción denunciada por jueces y corregidor en la toma de cuentas se unían ahora las peticiones de grupos que vivían del trigo villarrobletano: así, 150 fanegas de trigo para el cabildo de la colegiata de Belmonte o, lo que provocaba más odios en Villarrobledo, trescientas fanegas de trigo para la casa del corregidor y alcalde mayor y doscientas de cebada para sus caballos. Para mediados de septiembre se decidir embargar el trigo de las cuatro rentas pontificales, pues el trigo se necesita para la siembra, pero el arzobispado no entrega el trigo, a pesar de la insistencia de la villa sobre la sequía terrible de ese año. SE acabará embargando, entre protestas de la villa de Almagro, pues los arrendadores de las rentas pontificales de esa villa tenían derecho al cuarto del trigo decimal. Mientras, los poseedores del grano no sueltan el trigo si no es a precios excesivos y pagado en plata, no aceptando la moneda de vellón. La plata ha desaparecido de la circulación y se atesora al igual que el trigo.

El trece de octubre de 1605, por las actas de Villarrobledo, tenemos noticias de que el Consejo Real a través de su secretario Juan Gallo de Andrada decide intervenir ante la grave crisis de carestía, que, de Las Mesas a Iniesta, se extiende por las diecisiete villas que conforman el corregimiento de San Clemente. Se celebrará una junta de corregimiento en Iniesta, donde cada una de las diecisiete villas han de enviar un alcalde o regidor. La carta que ha mandado el Consejo Real es clara: "atenta la esterilidad general que a auido este año el pan por la poca cosecha que a auido y que en el Reyno de Aragón se entiende la a auido buena y que de allí se podrán sacar tres cientas mil fanegas de trigo para la provisión de esta tierra y Reyno de Toledo. Lo tratado en Iniesta (en una junta que probablemente se reunió el 16 de octubre, domingo) fue asentado por el escribano Francisco Rodríguez de Tudela. Un traslado del documento notarial sería presentado por el regidor Pedro Montoya Vizcarra y llevado a las actas del concejo de Villarrobledo. Estos serían los puntos:

  1. Se debieron decidir las cantidades de trigo para cada uno de los pósitos de la diecisiete villas, que deberían ser comunicadas por carta del corregidor a la corte. Para las diligencias se nombró a Pedro Durango, que recibiría un sueldo de 50 ducados, más cien reales por llevar las cartas
  2. Matar y destruir la langosta aovada en San Clemente y otras villas. Villarrobledo estará libre ese año de la langosta

El 21 de marzo se informa de que Ana Ruiz, viuda de Juan Cano Moragón, deja 700 ducados y sus casas para la fundación de un convento de frailes carmelitas descalzos, además una renta para cuatro capellanes para que lleven las varas del Santísimo Sacramento cuando sale a visitar los enfermos, dar alimento a los estudiantes y dotes a las huérfanas y una capellanía en dicho convento, y cien fanegas de trigo en cada año para que se den de limosna a los pobres en los meses de abril, mayo y junio. A pesar de las reticencias de algún regidor, la intervención del regidor Alonso Téllez fue clave para dar vía libre a dicho convento. La fundación no se llevaría a cabo.


*La unión y concordia que se hizo del dicho beneficio del beneficio curato y del beneficio simple que auía en esta villa y que se auía sacado y desnombrado del dicho beneficio curado y se volvió a juntar y unir  con voluntad de don Manuel de Reynoso beneficiado que fue del dicho beneficio y con lecencia de su santidad sobre lo qual ay y se dieron bulas apostólicas y otros papeles y recaudos en favor del dicho beneficio curato (8 de julio de 1605).

El 25 de noviembre toma posesión del beneficio curado de la villa el doctor Antonio de San Vicente, vicario del arzobispado de Toledo

JUBILEO Y RELIQUIAS

"dixeron que a este ayuntamiento se a dado noticia que el padre Baustista Pacheco religioso de la compañía de Jesús por conzesión de su santidad a traydo a España muchas reliquias de santos de la ciudad de Roma para poder colocar e poner en las yglesias que el quisiere en estos reynos y en las yglesias donde las pusiere en cada una se conzeden cada año cinco vezes jubileo plenísimo y remisión de pecados en cinco días diferentes" (actas Villarrobledo 25 de noviembre de 1605)


ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1605

Tuesday, March 25, 2025

VILLARROBLEDO (1604)

 El año 1604 verá pasar "a la ligera" a las dos compañías de los capitanes don Francisco Luzón y Castro. Iban rápido, en Villarrobledo repondrán fuerzas: pan, vino y queso.

La cosecha del año 1604 sería nefasta: que este presente año en esta villa por causa de la esterilidad del tiempo y otros infortunios de yelos y tempestades de piedras y granizos que en este año an suzedido en esta villa y sus términos  a auido muy poca cosecha de pan y los vecinos están muy alcanzados (30 de septiembre de 1604). Para remediar la escasez de trigo se pedirá al arzobispo de Toledo disponer del trigo de las rentas decimales. Para el 26 de octubre se reconoce que algunos labradores no tienen trigo para sembrar; se pide echar mano de un tercio del trigo del pósito, donde hay mucha cantidad. Pero pocos días después, el ocho de noviembre, se reconoce que, a causa de la poca cosecha habida en la villa y en toda la comarca, no hay suficiente trigo en el pósito para el abasto de vecinos y forasteros. El Arzobispo de Toledo acabará dando 800 fanegas de trigo y 1000 de cebada para sembrar, sacadas de los despoblados de Villarejo, Villavachos, Fuente el Espino y Sotuélamos. Es un regalo envenenado, pues se reconocen que esas propiedades están en manos de foráneos (caso de Sotuélamos, Juan Pacheco Guzmán) que no diezman en Villarrobledo y entregan el diezmo directamente en sus heredades. Se pedirá se saquen de las pontificales de Villarrobledo, a cambio los regidores han de embargar sus bienes como garantía. Finalmente se embargará el trigo de los despoblados perteneciente a las tercias, La realidad es que las adversidades climatológicas y la roturación constante de tierras (un alcalde entregador de la Mesta denunciará esos rompimientos) no garantizan ni la siembra ni el consumo de pan de los vecinos y viajeros.

ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO

Thursday, March 20, 2025

VILLARROBLEDO (1596-1597)

 El año comienza con la noticia de la iglesia de Villarrobledo y el remate de sus obras en los maestros canteros Juan del Ayna y Andrés Luis. La obra consistirá, valorándose en dos mil ducados "que podrán montar los quatro pilares qie se an de hacer de lo que se les entregare y que los hará en la forma y en las condiciones y traza que está rematada" (actas de 3 de enero de 1596). El 19 de febrero se reconoce que el maestro cantero Andrés Luis anda detrás de las obras de las casas del ayuntamiento, carnicerías y ensanche de la plaza, que también se rellenará pues se dice que está honda en la parte que da a la calle mayor. Para el mes de mayo de 1597, la falta de dinero impide la continuación de las obras, que no dandose el dinero a de zesar (la obra) y la madera que está comprada para la cubierta della no se puede traer respecto de la falta de dinero. El uno de octubre de 1597, sabemos que las obras siguen su curso.

La villa pagaba, además de los impuestos tradicionales, más de 700000 maravedíes del nuevo servicio de millones a pagar en Alcaraz. El encabezamiento de tercias y alcabalas para ese año suponían 1.963.010 maravedíes (las alcabalas se pagarán en Villanueva de los infantes, donde reside una de las nuevas tesorerías de rentas reales establecida en 1580, a cargo de don Pedro de Balbas). De servicio ordinario y extraordinario pagará cada año 226318 mrs. anuales. a pagar en Alcaraz. Es cierto que a finales de febrero redimirá el censo de 2100 ducados tomados de Sebastián de Haro para pagar la escribanía del ayuntamiento comprada. La buena cosecha de 1596 hace soñar a Villarrobledo, olvidando desgracias pasadas, pero la villa tiene problemas para pagar los impuestos de alcabalas y servicios. Pero la villa todavía puede hacer frente a sus deudas: en julio de 1597 redimirán dos censos, uno de 4000 ducados tomados del padre Amaro Navarro y otro de 2100 ducados tomados de Sebastián de Haro para la compra de las escribanías. Pero en realidad es un proceso de consolidación de deuda, pues a continuación esos 6100 ducados se toman de Gonzalo de la Peña en una operación en la que el interés pasa del 14 al 16 al millar (del 7.15 al 6,25% de interés). Algo similar ocurrirá con los 4000 ducados tomados a censo para el pósito al conquense Luis de Molina, que ahora se mudan a la condesa de Cifuentes con intereses similares a los dos anteriores.

En cuanto a la actividad ganadera de Villarrobledo se reconocerá en ayuntamiento de 26 de enero de 1596, que los señores de ganados de esta villa no son hermanos del concejo de la mesta y esta villa tiene ganada carta y sobrecarta de su magestad para que no paguen el dicho derecho (del pechuelo) sino es los que trasterminaren en suelo estraño e porque los que están en esta villa no trasterminan sino que están en su suelo estantes. El carácter estante del ganado hay que matizarlo, pues no hemos de olvidar los viejos usos comunales a los que Villarrobledo tenía derecho en el suelo de la tierra de Alcaraz. Ese carácter estante es el que ponía en peligro a los ganados cuando caía grandes nevadas como la anunciada el seis de febrero de 1596, está el suelo cubierto con más de media vara de nieve, privando del pasto a los ganados. En estas ocasiones, la solución era resguardar el ganado en los pinares, permitiendo su acceso. En el pasado se había amojonado majadas para el ganado, pero ahora se reconocía que los mojones habían desaparecido y que estas majadas estaban labradas y cultivadas. La nueva realidad forzará a la redacción de unas nuevas ordenanzas el año 1597, por considerarse "obscuras" las antiguas.

Los conflictos con la justicia del corregidor y alcalde mayor de San Clemente, en abril se enviará a Sebastián Gorri Escorza, regidor, a pedir que se respete el privilegio de primera instancia de la villa y que pleitos y presos sean remitidos a San Clemente.

El año 1596 será un buen año y con buena cosecha. El pósito, a pesar de la cosecha del año anterior, tenía trigo disponible y suficiente para sus vecinos y en el verano de 1596 se esperaba una gran cosecha. Incluso se venderán quinientas fanegas de trigo excedentes a 10 reales para aumentar el caudal del pósito. Para el mes de septiembre, se dice que no hay demanda (compradores) y que el trigo ha bajado a siete reales y medio la fanega, mientras que la cebada se vende a cuatro y un cuartillo. Sin embargo, 1597 vio en el mes de mayo la presencia de la langosta.

El 15 de julio de 1596, por primera vez se plantea, diez años después de su creación, la salida de Villarrobledo del corregimiento de las diecisiete villas. Villarrobledo ha acudido a la corte para ser considerada villa de behetría, exenta del corregimiento y libre para elegir su dependencia o no jurisdiccional: luego los dichos oficiales dixeron que a noticia deste ayuntamiento es venido que en corte su magestad por algunos oficiales del dicho concejo e vecinos particulares se pide que esta villa se haga behetría e se quite debajo de la jurisdición del partido de las diez e siete villas del qual resulta mucho daño a esta villa y sus vecinos y no se podrá conservar y se harán grandes excesos por los que la gobernaren de que si no es acudiendo para cada cosa a su magestad no se podrán remediar. El conflicto con San Clemente iba de más en más, el 29 de noviembre esa rivalidad no se esconde y Villarrobledo acusa de trato de favor de la Corona a San Clemente. Villarrobledo llegará a decir: por quererse hazer cabeza y pedir las cosas que a la dicha villa de San Clemente da gusto so color de que es cabeza del partido. Se pedirá que San Clemente ni hable ni presente escritos en nombre de Villarrobledo en el Consejo Real.

A comienzos de agosto, desde San Clemente se decide nombrar un teniente de alcalde mayor, Cristóbal de Montoya, entre quejas del concejo villarrobletano, que acusan al susodicho de talar los montes de Villarrobledo. Para finales de ese mes, otra pendencia con un tal Diego de Cañadas por medio se salda con la prisión del mismo y del alcalde ordinario Alonso Morcillo en San Clemente y para final de año son encausados algunos oficiales del concejo sobre ciertas compras para el pósito. La importancia de Villarrobledo venía de su trigo, que le hacía una gran potencia económica y la villa más populosa del corregimiento. La actividad económica de Villarrobledo daba lugar a una numerosa población, parte de la cual, recién asentada no estaba registrada en los padrones municipales. Sabemos de esa población "forastera" porque no pagaba el llamado repartimiento de la jurisdicción, es decir, Villarrobledo había comprado y ampliado su término y jurisdicción cuatro leguas en 1557 y el coste era repartido entre sus vecinos: en esta villa ay de presente más de ciento e cinquenta vecinos forasteros que tienen casas y familias y se aprovechan de los términos como sy estuvieran avecindados sin pagar jurisdición ni los demás pechos y porque es justo que estos paguen jurisdición y den fianzas de hacer la vecindad que son obligados y de pagar los demás repartimientos. Debemos tener en cuenta también la población flotante, ya no solo por la siega, sino también por mercados irregulares, como ese que se hacía como mesta de ganado y donde se vendían todo tipo de mercadurías, aunque es cierto que el concejo intentaba monopolizar la venta de algunos productos como el aceite y el pescado con ocho tiendas municipales. El 27 de octubre de 1597 se vuelve a resaltar que hay naturales de las villas comarcanas (San Clemente, EL Provencio, Socuéllamos o Minaya) residiendo en Villarrobledo, aprovechándose de sus términos y sin tomar vecindad.

Junto a los vecinos sin avecindar está el problema de los pobres, en noviembre de 1597 se recibe cédula real para que se tomen medidas contra los pobres y forasteros, mediante su reclusión en casas de hospital, a entender de los concejos, una práctica ya habitual. A ello se unía el problema de los pobres vergonzantes, para lo que se pedirá la ayuda de la iglesia y del cura doctor Uceda, al no disponer el concejo de rentas. En el concepto de pobres vergonzantes se recogían aquellos que tiempo atrás tenían una posición social cómoda y ahora habían caído en la pobreza; una muestra de los estragos de las sucesivas crisis padecidas y las consecuencias de marginalidad.

EL 20 de julio llega la noticia de la toma de Cádiz por los ingleses en 1596, se pide se haga alarde de la gente de guerra para embarcarse. La movilización no se llevará a cabo, aunque se hace un nuevo alarde para el 18 de agosto. La medida ya anuncia la creación de la milicia del Reino de dos años después. En este caso, y apoyándose en la vieja tradición del Reino de Murcia y las veinte leguas, se trata de crear un ejército interno para defender el Reino, y concretamente en este caso las costas mediterráneas ante un posible ataque exterior, que, ahora, va más allá del problema berberisco. El 13 de octubre habrá una junta de corregimiento, donde cada una de las diecisiete villas mandará un procurador que llevará un listado de todos los hombres de 18 a 48 años listos para la guerra. Para noviembre lo que se exige es dinero para la compra de armas, 363400 mrs. (es la parte que se asignan a Villarrobledo de seis mil ducados asignados a las 17 villas del corregimiento). El cuatro de enero de 1597, Villarrobledo hace una valoración de la gente de armas que puede aportar para la defensa del Reino, con levas precedentes: en otras ocasiones esta villa a servido a su magestad con número de doze o catorze hombres ynfantes que según el número de vezindad hara suficiente y visto el estado presente desta dicha villa que el número de vezinos no a crecido, dixeron que esta villa acudiendo a la nezesidad que su magestad representa terna aprestados para el tiempo que por su real zédula se manda veynte ynfantes armados de espada y daga y arcabuz. Para febrero se pide sacar los 363400 mrs. de la venta del trigo del pósito para evitar un repartimiento, aunque Villarrobledo se negará a aceptar el repartimiento en dinero, siguiendo el camino de la Alberca, que ha ganado provisión para no pagar. El domingo día 16 de febrero de 1597 se celebrará una junta de corregimiento para decidir las aportaciones de soldados pedidas por la Corona. En la junta se ofrecerán a la Corona, doscientos soldados de los que treinta corresponderán a Villarrobledo. Como depositario del dinero de las armas se nombró al regidor sanclementino Llanos de Tébar. Para 25 de julio de 1597, los soldados solicitados suben cincuenta más hasta doscientos cincuenta, según se ha ordenado por la Corona con fecha 17 de julio; a Villarrobledo se le añadirán siete más. Los treinta y siete deben estar listos dos días después bajo la bandera de su capitán en San Clemente, Alonso Ramírez Caballón. Diecisiete de estos soldados desertarán y han de ser sustituidos. Las villas había de costear el vestido de los soldados: ropilla, valones, medias, zapatos, sombrero y plumas. Además las villas deben dar un real de salario al día, durante los dos meses de la expedición. Los soldados se embarcarán en el puerto de Cartagena: se an de embarcar en Cartagena y están las galeras aprestadas para la embarcación. El once de agosto los soldados ya están prestos. El ocho de septiembre llega la orden para que la compañía parta de San Clemente; el diez, el corregidor manda que los soldados estén en San Clemente antes de las ocho del día once, pero, caso de Villarrobledo, los 37 soldados se dice que se han ausentado. EL día 12 se comisiona a dos corregidores para la entrega de los 37 soldados y 1530 reales para su sustento. El día 15, se reconoce que, llegados a San Clemente, faltan tres soldados, dos son casados y no se han de enrolar y uno se ha fugado, contra el que se pide el máximo rigor y prisiones. Villarrobledo no solo aporta soldados, sino que ve pasar otras compañía. El uno de octubre pasa la compañía del capitán Valdivieso, a la que se le dan ocho carros, luego llega su alférez con otros ochenta soldados y se le provee de otros tres carros. El camino es en dirección a Munera para seguir hacia Cartagena. El 18 de octubre llegan dos compañías más a Villarrobledo. A comienzos de 1598, Villarrobledo debe disponer tres carros en El Pedernoso para transportar 54 arrobas de salitre cada uno a la ciudad de Málaga.

El 14 de octubre echa a andar el monasterio de clarisas con sus primeras ocho monjas: la mayoría de ellas con el apellido Moragón. Se pedirá a Toledo licencia para fundar monasterio de monjas de Nuestra Señora de la Concepción en la ermita existente en esa villa bajo esa advocación.



Noticia del levantamiento de cuatro capiteles en la iglesia de San Blas


Firma de Sebastián Gorri Escorza, regidor y carpintero, autor de diversas obras de carpintería para armazones de edificios de Villarrobledo, San Clemente y El Provencio.

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SOBRE LA IGLESIA DE SAN BLAS

... como es notorio la yglesia del señor San Blas desta villa está derribada e incapaz para poder estar la gente que acuda a ella a los oficios divinos y conviene que se cubra e demás desto conviene que con toda presteza se hagan los pilares que están comenzados a hacer y los arcos para que se cubra la yglesia y que con tiempo se provea de madera para cubrir la dicha obra y para este efeto e por sy fuere necesario yr a Toledo sobre lo susodicho y sobre la cantería que se hace y lo que convenga a la obra nombraron por comisarios a Gabriel de León e Tomás Rodríguez, regidores (27 de mayo de 1596)
 

SOBRE EL ORIGEN DE CASAS DE LOS PINOS y EL MAESTRO DE CANTERÍA ANDRÉS LUIS
El nombre de Casas de los Pinos es tardío, de la segunda mitad del siglo XVII. Aún hoy, nos aparece como la integración de diversos núcleos tales los Estesos o los Luises. Es esta última mención la que nos aparece más temprano con motivo del viaje de Felipe II y su paso por San Clemente en marzo de 1586. El rey descansará en la llamada de la casa de Andrés Luis, camino de Minaya a San Clemente en unas tiendas que se levantarán para una comida de la comitiva. En la mismo año, nos aparece una viuda de Andrés Luis, como vecina de San Clemente, donde vive junto a sus dos hijos. Y por último, nos aparece un Andrés Luis, como maestro de cantería, en las obras que se realizan en la iglesia de San Blas en 1595 (¿Hijo del anterior ya fallecido?).
El núcleo de Casas de los Luises aparece consolidado hacia 1630 con doce vecinos, para acabar integrado en una nueva población en la segunda mitad del siglo XVII.
¿Hemos de considerar, pues, el nacimiento de Casas de los Luises y por ende Casas de los Pinos en una familia de canteros, apellidados Luis?

ACTAS MUNICPALES DE 1596-1597


HIDALGOS DE VILLARROBLEDO EL 10 DE FEBRERO DE 1597

Martín Alonso de Palacios
Pedro Alonso de Palacios
María Rosilla, viuda
Pedro de Montoya Jara
Beatriz Pérez de Vizcarra
Diego de Vizcarra
Hernando de Gabaldón
La de Francisco de Montoya
Isabel Montoya
Juan Pérez de Ávila
Pedro Villaseñor
La de Juan de Alarcón Rosillo
Alonso de la Torre
La de Diego Alonso de Palacios
Catalina Gómez, la de Fernando Alonso
Catalina Pérez, viuda de Martín Alonso
Juan Rosillo
Pablo de Buedo
Pedro de Montoya Vizcarra
María Pérez, viuda de Antón
Doña María, viuda de Cuéllar
Cristóbal de Montoya
Andrés de Peralta
Alonso Pérez de Ávila
Pedro de Montoya
Francisco Cano de Buedo
Don Jerónimo Pacheco y Avilés
La de Rodrigo de Angulo
Diego de Montoya Ortiz
María, hija de Martín Alonso
Antonio Moreno
Diego Muñoz de la Calera
Diego de Montoya, hijo de Martín de Montoya
Martín de Montoya
Diego de Montoya ...
María Sánchez, hermana de Diego Muñoz
Antonio Rosillo

(los Vargas son excluidos expresamente como hidalgos cuando lo piden y los Ortiz no son hidalgos)

El año siguiente se reconoce hidalguía a Llorente de Rueda y sus hermanos.

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EL NACIMIENTO DEL RECLUTAMIENTO MODERNO
No pretendemos dar una respuesta concluyente en esta pequeña presentación. Ya hemos hablado en otros lugares cómo partimos de la milicia general del Reino creada en 1598 y su movilización, fundamentalmente, en la guerra de 1640 para hablar de un ejercito permanente con base peninsular y sedente en territorio peninsular.
Pero el hecho desencadenante de estas formas modernas de "servicio militar obligatorio" es un acontecimiento que no tuvo grandes repercusiones a largo plazo. Hablamos de la toma inglesa de Cádiz del 30 de junio al 15 de julio de 1596. La Corona intentó una leva en los pueblos de Castilla con la aportación voluntaria de hombres. Cuando la orden llegó a los pueblos, los ingleses ya se habían ido de Cádiz, pero los esfuerzos de la monarquía continuaron y, esta vez, se pasó a la obligatoriedad. Las diecisiete villas del corregimiento de San Clemente fueron llamadas a una Junta en esta villa el domingo 16 de febrero de 1597 para aportar soldados y a un repartimiento de seis mil ducados para la compra de armas. Se repartieron doscientos soldados para una población que estimamos en unos quince mil vecinos (entre cincuenta y sesenta mil habitantes), que si tenemos en cuenta la población no registrada (los concejos reconocían entre un cinco y un diez por ciento de vecinos no empadronados), nos dan cifra superiores a veinte mil vecinos... amen de la población flotante por ocupaciones estacionales.

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El Rey

concejos, justicias y regidores, caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de las villas y lugares que se comprehenden en el corregimiento de las diez y siete villas y cada uno y qualquiera de vos. Don Hernando de Prado mi corregidor de esas dichas villas os dirá el servicio que conviene me hagáis en esta ocasión y os encargo y mando que no solo deis entero crédito a lo que de mi parte os dixere, quiero que acudáis a la execución y cumplimiento de él como lo confío del amor y celo que tenéis a mi servicio que en ello lo reciviré de vosotros muy particular; de San Lorenzo a diez y siete de julio de mill y quinientos y noventa y siete años. Yo el rey, por mandado del rey nuestro señor, Andrés de Prada.

Tuesday, March 18, 2025

VILLARROBLEDO (1595)

 Los primeros ayuntamientos del año 1595 contaron con la presencia del corregidor Fernando del Prado o del alcalde mayor Francisco Pimentel de Prado. El primero de ellos pidió su salario anual: 7890 maravedíes correspondientes a la parte de Villarrobledo. La intervención de los corregidores en los ayuntamientos de estos primeros años del corregimiento es constante. Melchor Pérez de Torres, que había sido corregidor  en los últimos años de la década de 1580 había ordenado la celebración de ayuntamientos ordinarios todos los lunes. La presencia del corregidor, que vemos alargada en el mes de marzo, era especialmente odiada, por su intromisión en asuntos de granos. Este mes de marzo se inician acciones contra Andrés de Losa que adeuda 1500 fanegas de trigo al pósito, que ha adelantado a los panaderos anteriormente y ahora no ha devuelto.

Ser corregidor, a veces no era un premio. Fernando de Tuéjar tenía su hacienda y casas en tierras leonesas; más allá del carácter temporal de su oficio, decidió poner orden a su hacienda y traer y mudar su casa a estas tierras, el traslado de cien leguas acá en medio de lluvias y enfermedades supuso un coste adicional que tuvieron que soportar las villa en medio de protestas. El coste para las 17 villas del corregimiento fue de 200000 maravedíes adicionales a los 198000 mrs. anuales del salario del corregidor. Los roces con el corregidor llegaron a su paroxismo la noche del uno de mayo, cuando el alguacil del partido Tomás de Córdoba fue herido por el villarrobletano Diego Lozano Millan. Dos alguaciles del partido y un escribano se personaron en Villarrobledo para apresar al agresor entre protestas de la justicia de Villarrobledo y la defensa de su primera instancia. Para finales del mayo el que se llevan preso a la cárcel de San Clemente es al alcalde Juan Rosillo, para tiempo se dirá, por lo que se nombra nuevo alcalde.

Gastos y más gastos. Los pleitos que ahora comenzaban a ser numerosos, por el uso de las dehesas (a falta de los que estaban por venir relacionados con los préstamos que tomará la villa) supondrán nuevos gastos de solicitadores y procuradores. Así, el solicitador Blas Ortiz de Vargas tendrá un salario asignado de cien ducados.

Los deseos de embellecer las villas llegaban a Villarrobledo, acometiéndose el derribo del mesón de Andrés Mexía para facilitar el ensanchamiento de la plaza. En total, el mesón se tasó en nueve mil reales. Junto al ensanche de la plaza, estaban en obras las casas del cabildo, pósito y carnicerías (y la iglesia de San Blas).Es de destacar, que en el mandato del corregidor Fernando del Prado se iniciaron diversas obras públicas para embellecer los espacios públicos. A él se le debe también la cárcel de San Clemente y la actual torre del edificio del ayuntamiento sanclementino.

El 24 de abril se informa de la presencia de dos compañías de infantería en el pueblo y en días anteriores a cargo de los capitanes Juan de Vargas y Alcebo. La villa proveerá de algunos carros para los bagajes camino de Minaya. Aunque el principal problema con los soldados venía del alojamiento, que se dirá que ahora a diferencia de antaño es injusto: pasan y se alojan en esta villa muchos soldados y para hazer el alojamiento se gasta mucho tiempo respecto de no estar hecho como se solía antes de agora, de que se a seguido y siguen muchos daños. Se mandará confeccionar una lista y memorial de vecinos para alojamientos de soldados, incluidos los que pueden alojar capitanes, alféreces y sargentos, para evitar que los vecinos tengan que alojar soldados dos veces seguidas.

Ese año de 1595 es año de abundancia. De hecho, el pósito tiene 7000 fanegas de trigo que no se gastan. Pero también se denuncia por el regidor Diego de Vargas la intromisión del corregidor y sus alguaciles para ejecutar las deudas al pósito. Según el regidor Diego de Vargas, en declaración de 8 de mayo, los paganos eran los labradores pobres, incapaces de devolver el trigo prestado para sembrar y por el que debían pagar además una multa de un real por fanega. Si el año es bueno para la agricultura, no ocurre tanto para los ganados, al menos de carácter local, pues se informa el 30 de mayo del agotamiento del agua de los cuatro o cinco lavajos. Para finales de septiembre, próxima la siembra, se nos dice que la cosecha del año ha sido poca o flaca, por lo que los labradores no tienen grano para sembrar, se pide se saque del pósito que tiene catorce mil fanegas. No obstante, en la villa, no se espera necesidad. El pósito ha arreglado sus cuentas con el censo anterior tomado a un vecino de Cuenca, Luis de Molina.

A pesar de la crisis grave de 1584 y malas cosechas alternas de algunos años. Villarrobledo era un lugar agradable para vivir y en el pueblo se asentaban personas sin avecindarse: que a esta villa se a venido y viven en ella muchos vecinos de los pueblos comarcanos los quales gozan como los demás vecinos sin averse avezindado y averseles repartido cosa alguna para la jurisdición como a los demás vecinos.

EL 4 de diciembre de 1595 se comunica al ayuntamiento de que Diego Muñoz de la Calera ha sido nombrado escribano de comisiones del partido



                                        Firma de Fernando de Prado, corregidor de San Clemente

ACTAS DE VILLARROBLEDO (1595)


Sunday, March 16, 2025

VILLARROBLEDO (1594)

 A comienzos de 1594, el pan había alcanzado los 10 maravedíes la libra. Las últimas fanegas de trigo compradas para el pósito se habían hecho a precios excesivos de 30 y 33 reales. Todo ello, en un clima de necesidad, que había obligado al concejo a panadear 300 fanegas del pósito en pan cocido, bajando el precio a ocho maravedíes la libra (a razón de 110 libras la fanega) para satisfacer la necesidad de los pobres y con pérdidas para el pósito. EL clima de corrupción era generalizado, en el ayuntamiento del once de julio se habla de "pesos faltos", es decir, las ventas son fraudulentas por engaño en los pesos, tanto de pan como de carne y otros mantenimientos. A finales de julio, el alcalde mayor del partido Juan de la Fuente Hurtado está tomando las cuentas de los pósitos, mientras Villarrobledo busca trigo para sus pósitos en Jaén. Las intromisiones del corregidor se veían mal y se aprovechará la residencia hecha al corregidor Juan de Benavides para querellarse por no respetar la primera instancia. La intervención del corregidor era muy frecuente en diversos pleitos: contra un morisco por un cuero, sobre unos cordellates, sobre la muerte de Francisco Martínez y otros. La residencia del corregidor se alargará para concluir en noviembre con la exigencia al concejo villarrobletano que dé cuenta de los propios y pósito de los últimos diez años.

El 21 de febrero el concejo villarrobletano se queja de manera formal contra las intromisiones del corregidor de San Clemente por no respetar la primer instancia y llevarse los presos a la cárcel de San Clemente.

En abril, se pide a la iglesia de Toledo que repare la iglesia de San Nicolás de Villarejos, ya que es ella quien recibe las rentas decimales de este distrito decimal y diferenciado. El Villarejo de San Nicolás va ligado a la historia de Villarrobledo desde su misma fundación como núcleo originario y así se nos dirá: por ser como es voto antiguo fecho desde que se fundó en esta villa.(18 abril 1594).

Para noviembre se pide la revocación de las ordenanzas de las olivas,  aprobadas veinte años antes tanto para viñas como olivas (la razón es que los olivos se plantaban en medio de las viñas). Se reconoce  que, aunque se plantaron muchos olivos, según se mandaba bajo graves penas, no es tierra para el cultivo de olivos, porque se yelan los más años y no dan fruto ninguno. A pesar de ello, varios vecinos serán condenados por no plantar olivas en sus viñas el año 1595, como sabemos de condenas en tiempo del corregidor Benavides.

Ese año se estaba construyendo el convento de monjas en la ermita de la Concepción y las nuevas casas del ayuntamiento


ACTAS VILLARROBLEDO 1594

Saturday, March 8, 2025

VILLARROBLEDO (1593)

 Durante el año 1593, Villarrobledo seguía proveyendo de trigo a la corte con 7500 fanegas, cantidad que se elevará hasta diez mil quinientas fanegas en el mes de junio, cuando ya se sabe de la poca cosecha de ese verano. El pósito debe comprar trigo para proveimiento de sus vecinos, aunque las quejas vienen por la desigual vara de medir para los embargos de trigo para la corte, pues mientras unos vecinos no tienen trigo otros lo tienen en demasía. La mala cosecha del año 1593 se reconocerá el 29 de septiembre, cuando se reconoce que: el tiempo de la simentera se llega y por aver otoñado temprano en esta villa y su término se puede sembrar y muchos de los vecinos labradores no tienen con qué sembrar sus barbechos ansí de trigo como de cebada y centeno por la grande esterilidad que obo de cosecha este presente año. Se decide echar mano del grano de las rentas decimales de la iglesia de Toledo. Para noviembre se reconoce que los pobres de la villa corren riesgo de hambre y las dificultades para hacer llegar las 3500 fanegas que faltan de las 10500 pedidas por la corte. El 28 de noviembre Villarrobledo ha incumplido con sus obligaciones y el alguacil mandado por el licenciado Lobo, juez encargado de la provisión de trigo a la corte, tendrá encarcelados a los regidores villarrobletanos en las salas de su ayuntamiento. Para mediados de enero de 1594, Villarrobledo no había conseguido reunir todo el trigo y siete de sus oficiales estaban presos por orden del licenciado Lobo. Se echará mano de los dos novenos reales para pagar las 260 fanegas de trigo aún pendientes de entregar. Había una parte de especulación, de vecinos que se negaban a aportar el dinero repartido, junto a la necesidad. El problema del trigo de Villarrobledo es que desaparecía en las mismas eras, pues los pueblos comarcanos iban hasta allí a comprarlo, además pagaban con buena moneda, es decir de plata, frente al concejo villarrobletano que pagaba con monedas de vellón.

En el proceso de rompimientos de tierras llevadas a cabo en los pinares y tierras baldías desde el año 1552, el concejo deberá pagar a la Corona 18000 ducados? (creemos que son reales, que es lo que se dice en sesiones posteriores), según se reconoce el 13 de septiembre. Llega un mandamiento de Juan de Acuña, capitán general de artillería, para que para el día 18 de octubre se tengan prevenidos cinco carros con sus tiendas y mulas para trasladar salitre desde El Pedernoso hasta Málaga, junto a los carros que se han pedido a otros pueblos comarcanos. Para le 24 de octubre, el corregidor de San Clemente Juan Benavides y Mendoza exige la presencia de un procurador de Villarrobledo a la junta del corregimiento de las 17 villas para tratar cosas tocantes al servicio de su Majestad y buen gobierno de las dichas villas. El tema a tratar tenía que ver con la trasterminancia de los ganados, en especial, por los puertos de Alcaraz.

En noviembre de 1593 se tomarán dos mil ducados a censo para comprar como un bien propio más una escribanía acrecentada del concejo y para lo que entendía su procurador en la corte Blas Ortiz Vargas. Es una decisión similar a otros pueblos y que viene determinada por las necesidades financieras de la corona. La toma del censo a don Pablo de la Peña, hijo de Gonzalo de la Peña, nos da una relación de los bienes propios del concejo en ese momento, que le rentaban 800000 maravedíes:

  • Edificio del ayuntamiento nuevamente acrecentado
  • Escribanía pública y del ayuntamiento, que tiene por título oneroso de su majestad por cuatro mil ducados
  • Renta de la correduría
  • Almotacenía
  • Casas de ayuntamiento donde se hace cabildo y casas del pósito y carnicerías y un mesón, todo ello está en la plaza pública alinde de un mesón de Sebastián Gorri y un mesón de don Alonso.
  • Sobre siete hornos de cocer pan y sobre la venta de ellos.
ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1593

Monday, March 3, 2025

VILLARROBLEDO (1586-1587)

 A inicios de 1586, Villarrobledo tenía dificultades para pagar sus rentas de alcabalas. Debía a la Corona once mil reales del año anterior que pretendía sacar  de 558 fanegas de trigo y 853 fanegas de las tercias reales. vendiéndolas a precio de la tasa: once reales la fanega de trigo y cuatro y un cuarto la de cebada. El precio del trigo alcanzará para marzo los trece reales y medio. En mayo sigue erradicando de su término la langosta aovada ya el año anterior.

A comienzos de febrero ya se anuncia la llegada del rey Felipe II desde Valencia, para cuyo cortejo se piden veinte carros con sus mulas. Entre protestas del concejo, cuarenta villarrobletanos emprenderán el camino hacia Valencia con sus veinte carros. La organización del viaje de Felipe II recayó en el alcalde de corte licenciado Villadares Sarmiento, que ordenará el ocho de febrero la presencia en Minaya de un alcalde y dos regidores de cada uno de los pueblos comarcanos que han de abastecer al rey y su comitiva. El dos de marzo, Villarrobledo debe disponer en Minaya de una relación de víveres en lo que parece comida pantagruélica: 

cinquenta arrobas de pescado cicial y otras cinquenta de abadejo y dos cargas de sardinas frescas y ocho barriles de escabeche grande de pescado del auiar y ocho mill huevos, dos cargas de fruta, pera y mançana, una carga de naranja y limones, una carga de miel, dos cargas de uvas, veynte carretadas de leña de carrasca arrajeada, tres dozenas de capones zebados de leche, cinquenta gallinas, dos dozenas de carneros merinos, cinquenta perdices, dos dozenas de conejos, y otras dos de gazapillos, algunas liebres, diez arrobas de velas de sebo, dos dozenas de hachas de zera, cien velas de zera, veynte fanegas de pan cozido de media libra y librado, cien fanegas de cebada, diez arrobas de manteca de vacas

Velas de cera no se hallarán ni en Villarrobledo ni en toda la comarca, siendo necesarias buscarlas en Torrejón de Velasco, Ocaña o Toledo. El paso de Felipe II por Minaya se debió ver con cierta desilusión, "y por aver pasado su magestad con su gente tan de paso por la dicha villa de Minaya se vendió y se gastó muy poco de las dichas mercadurías y bastimentos y se volvió a traer a esta villa todos los dichos pescados y mercadurías". La comida de Felipe II se haría en el camino de Minaya a San Clemente, en tiendas montadas en la casa de Andrés Luis (futuras casas de los Luises) y luego se alojaría en la villa de San Clemente, donde estaría dos días, creemos que alojado en el convento de clarisas. Felipe II había dejado voluntariamente el camino real para desviarse a San Clemente, donde se le esperaba y se hicieron preparativos y procuraron bastimentos desde un mes antes. Esos días se debió decidir el futuro de la gobernación del marquesado de Villena y su división en dos corregimientos.

Por las actas del diez de mayo tenemos noticia de las primeras desavenencias en la gobernación del marquesado de Villena; la discordia vendrá de Albacete, pero Villarrobledo se opondrá a esta villa

dixeron que a esta villa se le a dado noticia que la villa de Albacete pretende sacar provisión para que de aquí adelante los gobernadores que vinieren tomen las varas y residencia en la dicha villa

Villarrobledo alegará que la toma de posesión se haga según costumbre, es decir, en San Clemente. Albacete aprovechaba la presencia del gobernador mosén Rubi de Bracamonte que había establecido su asiento en Albacete desde donde coordinaba la matanza de la langosta que asolaba los campos de los pueblos del marquesado de Villena.

La cosecha del verano de 1586 se esperaba buena al igual que la del año precedente; el pósito tenía un remanente de siete mil fanegas de trigo, que ahora sobraban:

el año va enderezado a ser bueno y se espera que el trigo hecha la cosecha a de valer mucho menos de la tasa 

Recogida la cosecha el trigo baja a diez reales la fanega en las compras de las eras; ya antes de recogida se había impuesto un precio artificial de catorce reales para sanear las cuentas del pósito, que se quedará en trece para después de la cosecha.  El pósito para el mes de septiembre dispondrá de 8500 fanegas de trigo y 500 de cebada. A pesar de la buena cosecha se reconoce que la langosta sigue aovada y ha arruinado a algunos labradores.

El uno de noviembre ya se sabe la división de la gobernación del marquesado de Villena en dos corregimientos, pero el concejo de Villarrobledo en los ayuntamientos de mediados de mes anda preocupado por la langosta y el juez enviado para tal fin, ahora eso sí, en la villa de San Clemente. Es de señalar la correspondencia que se mantiene con la villa de La Roda sobre la langosta en un momento que ambas villas se han de integrar en uno de los dos corregimientos que se han creado. El 23 de octubre llega noticia que se está tomando en San Clemente residencia al gobernador saliente mosén Rubí de Bracamonte, pidiendo la villa que sean devueltos los maravedíes por condenaciones de talas y cortas. Pero Villarrobledo parece ajeno a la nueva organización del corregimiento. Tan solo el día 20 de diciembre se habla de una junta en San Clemente, a celebrar el día de año nuevo, donde se han de enviar dos regidores de la villa para cosas tocantes a su majestad. La villa, que anda con sus temas de talas y cortas y su derecho a la primera instancia, vuelve a recibir mandamiento, según el concejo del gobernador, para asistir a la villa de San Clemente. Mandará a los regidores García Ortiz de Bargas y Pedro Montoya, pero en la carta de poder que se les confiere el tema a tratar es el disgusto de las villas del Marquesado por soportar el paso de compañías de soldados de infantería. Mientras la villa seguirá su malestar por la intromisión de la justicia del alcalde mayor de San Clemente, licienciado Escalona Agüero, en asuntos de talas en el monte del Calaverón, malestar que aumentará cuando el alcalde mayor pide se retrase la elección de oficios del año nuevo hasta que él no esté presente. La elección de oficios se hará el día 11 de enero de 1587 sin la presencia del alcalde mayor. Será necesario que se llegue al uno de febrero para que aparezca la palabra corregidor, acompañando a la del alcalde mayor Escalona en un contexto de defensa de la primera instancia y protesta por la intromisión en la justicia de la villa y la prisión de villarrobletanos en las cárceles de San Clemente.

La significación de Villarrobledo se desprende del deseo de ser vecino del pueblo. El doce de enero se recordará qua hay ciertos vecinos de Las Pedroñeras, El Provencio, Socuéllamos y La Roda, que habiéndose avecindado en Villarrobledo no tienen casa poblada en el pueblo y es preciso tal condición para ser considerado vecino.

El desarrollo agrario de Villarrobledo debió ser explosivo. Sabemos que desde 1552 la villa compra a la corona el derecho a perpetuar su propiedad sobre las tierras baldías, "arrompidas" para extender sus cultivos de pan y vino. El impulso venía de la Villarrobledo, pero en las dehesas chocaba con San Clemente, tal es el caso del monte de Calaverón, donde los sanclementinos talaban leña y árboles en conflictos continuos con los villarrobletanos. Esto provocará numerosos conflictos que serán aprovechado por el alcalde mayor Escalona para entender en contenciosos en los que Villarrobledo dice tener la privacidad jurisdiccional. El 10 de marzo de 1587, y por primera vez, nos aparece el corregidor Pedro de Castilla, entendiendo en un pleito, entendido por los alcaldes de Villarrobledo, entre un vecino de La Roda y otro de Vara de Rey. Las intromisiones de la justicia de San Clemente afectará al pósito. Un pósito, que por otra parte se ha quedado viejo y ahora se pide construya un nuevo edificio donde albergar las nueve mil fanegas de trigo y las nuevas carnicerías. El solar destinado estaría en la plaza y era propiedad de un vecino de Alcaraz. También se plantea ayudar a la edificación del convento franciscano, que en ese momento se está alzando.


El nueve de abril de 1587 se interrumpen las actas


ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO

Sunday, March 2, 2025

VILLARROBLEDO (1585)

 El trigo que faltaba el año anterior se consiguió comprar en Villacastín a comienzos de 1585. Mil fanegas que fueron entregadas a los villarrobletanos en el puerto de Guadarrama. Es difícil imaginar hoy en día aquellos viajes, cuando todavía, sin llegar a los embargos posteriores, prevalecía la buena fe y se llegaba a conciertos con labradores del pueblo para que prestarán sus mulas y carros y dos regidores comisarios organizaban estos costosos y peligrosos viajes. El trigo era necesario para completar la siembra del otoño. Difícilmente se entienden estas operaciones si no comprendemos el contexto general del Reino. Los pueblos de la gobernación del marquesado de Villena habían intentado comprar el trigo en Andalucía y Córdoba, primero, donde el encontrado fue insuficiente, después en Extremadura, en Medellín, operación que se abortó de antemano ante las pocas expectativas, después se buscó y requisó el trigo de los molinos para alimentar la población y, ante la escasez de la cosecha del verano de 1584, se fue hasta donde el trigo era excedentario en ese momento: Castilla la Vieja. De nuevo, el comportamiento era desigual entre las dos mesetas; el trasvase del trigo excedentario del norte al sur supuso la implicación de la corte que organizó la "logística" de la época, haciendo del puerto del Guadarrama el punto de intercambio del trigo. Hemos de pensar que ese intercambio, compra a precios de la pragmática (lejanos a los 34 reales la fanega que se habían alcanzado unos meses antes), se hizo en el mes de enero, en pleno invierno. Hasta el puerto de Guadarrama llegaron los carros y mulas de los pueblos del sur de Cuenca o de Villarrobledo en un esfuerzo desesperado por hacerse con el trigo para una última sementera. La implicación de la corona era la constatación que después de enviar jueces y ejecutores para hacer lo que en el argot de la época se llamaban calas y catas no se encontraba más trigo en el granero de los labradores y que la lucha con los especuladores ya no conseguía sacar más trigo. La langosta era, además, un grave problema que afectaba especialmente a los pueblos de la parte de abajo del marquesado, bajo jurisdicción del alcalde mayor Vázquez. Villarrobledo solicitará en mayo la prorrogación del licenciado Gascón, juez para matar la langosta. La dinámica del abasto del trigo jugaba con la necesidad y también con la especulación. Como la carestía del trigo venía de años anteriores, los labradores comarcanos de los pueblos cercanos acudían con sus carros hasta Villarrobledo en el mes de agosto, recién recogida la cosecha por los villarrobletanos que vendían su trigo en las mismas eras o, sencillamente, iban a los pueblos vecinos a proponer la venta de su trigo. El principal pueblo comarcano interesado por hacerse con el trigo villarrobletano era San Clemente, porque lo necesitaba. Por el ayuntamiento del 19 de junio sabemos de la razón de la presencia del alcalde mayor Jaramillo en Villarrobledo: controlar las ventas de granos, en especial manda la prohibición de las ventas de agosto hasta que él no lo autorice. El uno de agosto el que es enviado por el gobernador del Marquesado es el alguacil mayor Antón Martínez, su cometido recoger trigo de los labradores para el pósito y garantizar que paguen todo lo que deben. Además, se nos dice que la cosecha es abundante (que no quiere decir buena, pues probablemente se refiera a la capacidad productiva de Villarrobledo respecto a otras zonas), contradiciendo las informaciones de los villarrobletanos que denunciaban unos campos asolados por la langosta.

La necesidad contrastaba con los proyectos faraónicos del rey, que pretendía hacer navegable el río Tajo desde Lisboa a Toledo, repartiendo su coste entre las villas del Reino, que, a mediados de abril, recibían las cantidades a aportar para el proyecto de navegación.

Saturday, March 1, 2025

VILLARROBLEDO (1581-1584)

 La cosecha del año 1581 fue muy poca. La fanega de trigo había subido a once reales y la de cebada a cinco. Jorge Manrique, corregidor de Murcia se hallaba en septiembre en San Clemente para embargar trigo con destino a las galeras y armada de Cartagena. A comienzos de 1582, Villarrobledo busca el trigo, y también cebada y centeno, en Mota del Cuervo y Toboso, mientras que avisa que en sus campos a aovado la langosta. Ese año de 1581, la villa se dota de un alférez mayor en sus órganos de gobierno, puesto que recae en Pedro Díaz de Mendoza con un sueldo de 40000 mrs.

Si el granero de Villarrobledo padecía necesidad y se temía el contagio de la peste, en otros pueblos se pasaba hambre. Tal era el caso de La Almarcha que a finales de julio de 1582, hace un llamamiento a Villarrobledo para conseguir pan que alivie la necesidad de sus vecinos pobres. Los problemas, además de la esterilidad de los tiempos, estaban en el encaminar el trigo a La Almarcha hasta el molino, distante seis leguas y media, que encarecía el precio de la fanega en un real y medio añadido por el transporte. Villarrobledo venderá el precio de su pan cocido a cuatro maravedíes y medio.

Para junio de 1583, llegan nuevas noticias de peste desde Córdoba y su comarca. Para octubre, los labradores tienen necesidad de trigo y cebada para la sementera. La villa se dota de dos rederos para la distribución del pan entre sus vecinos, mientras nuevos embargos de carros y trigo llegan para proveer a la armada de Cartagena.

1584, empieza como acaba el año anterior, pidiendo 400 fanegas de trigo al arzobispo de Toledo para paliar la necesidad de sus vecinos. El 7 de marzo, se avisa que la langosta aovada es de difícil erradicación, de hecho se personará un alguacil enviado por el gobernador al efecto: Alonso de Valladares. Para abril, Villarrobledo manda buscar y comprar trigo en Andalucía. El pan cocido sube de 5.5 mrs. a 6 mrs. para garantizar una ganancia al pósito, que permita la compra de más trigo. Pero el trigo comprado se hace a treinta reales la fanega y el precio de pan debe subir de nuevo. Se controlará las libras de pan que se pueden sacar de cada fanega, ochenta, si bien un cuarto de siglo después se llegará a sacar noventa y seis. Para mayo se habla ya de la posibilidad de hambre, decidiéndose ir a comprar trigo a Medellín y a los Miravetes. SE decidirá tomar a censo seis mil ducados para proveer al pósito y dividir el pueblo en cuatro cuarteles para controlar y garantizar la entrega del pan a los vecinos y a la gente más menesterosa; por último se decide panadear la cebada. Los Mirabetes eran los molinos donde se había de moler el trigo y con su dueño, Juan de Zuñiga, el ayuntamiento llegará a un acuerdo para moler el trigo del pósito. En julio se embargan doscientas fanegas de trigo a pariculares para alimentar a la población, que se divide por grupos y precios: los pobres a seis maravedíes la libra de pan, los vecinos a ocho y los forasteros a diez. Previamente Villarrobledo se había dividido en cuatro cuarteles para el abasto de pan a los vecinos. El 15 de julio se vuelve a insistir en la langosta aovada en las tierras.

Parte de los problemas venían para Villarrobledo de la falta de un pósito estable. En los años anteriores, Villarrobledo se había dotado de un pósito, posible por la toma de 8000 ducados a censo, pero este año de 1584 había redimido el principal de ese censo, viéndose obligado a tomar otro censo de 4000 ducados y otro consecutivo para dotar de trigo y caudal al pósito de nuevo. Conseguido el dinero, las cámaras de pan se llenan de trigo comprado en Castilla la Vieja a 1044 mrs. la fanega (alrededor de 31 reales la fanega). Tomás Rodríguez y Alonso Morcillo recibirán 1500 ducados para llevar a cabo las compras. No obstante, desde San Clemente se mandaba al alguacil mayor para que hiciera "cata y cala" de los graneros de los vecinos, desconfiando de que la escasez alegada fuera tal y no hubiera especulación. El precio del trigo comprado de Castilla la Vieja costará, con gastos de transporte y salarios, 34 reales, que se panadeará a razón de doce maravedíes la la libra, pero es que de cada fanega de trigo se sacarán 104 libras, 24 más de lo que era habitual años antes. El propio concejo villarrobletano reconocerá que los vecinos se niegan a sacar su trigo a precio barato. Nuevamente se recurrirá a Castilla la Vieja a comprar más trigo con el dinero a censo que se ha hallado en Madrid y a su vez se pide al arzobispo de Toledo preste parte de sus rentas decimales para facilitar la siembra de los agricultores. El problema de escasez de trigo de Villarrobledo afecta a toda la comarca, por esa razón la presencia del alcalde mayor licenciado Jaramillo es continua en sus ayuntamientos.


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"en esta villa ay un convento de frayles de San Francisco por aver poco tienpo que se fundó del qual esta villa recibe grande dotrina utilidad  y provecho con la predicazión y confesiones y ejercicios que edifican las almas e por razón de acudir a esta villa religiosos de fuera de ella a pedir limosna como son los frayles dominicos de la villa de Villaescusa y los agustinos de la ciudad de Alcaraz y los trinitarios de Fuensanta y de Nuestra Señora del Remedio que es en Júcar no pueden los vecinos socorrer a los frayles y convento de esta villa para su sustento y el edificio de su casa y por esto pasan muy grande nezesidad y se van despoblando de predicadores y otros religiosos de buena vida y si zesasen de venir a esta villa las hórdenes y religiosos de fuera se acudiría con más limosnas a los conventuales della" (acta 29 de mayo de 1584)