El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

Imagen del poder municipal
EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
Showing posts with label Villarrobledo. Show all posts
Showing posts with label Villarrobledo. Show all posts

Tuesday, March 25, 2025

VILLARROBLEDO (1604)

 El año 1604 verá pasar "a la ligera" a las dos compañías de los capitanes don Francisco Luzón y Castro. Iban rápido, en Villarrobledo repondrán fuerzas: pan, vino y queso.

La cosecha del año 1604 sería nefasta: que este presente año en esta villa por causa de la esterilidad del tiempo y otros infortunios de yelos y tempestades de piedras y granizos que en este año an suzedido en esta villa y sus términos  a auido muy poca cosecha de pan y los vecinos están muy alcanzados (30 de septiembre de 1604). Para remediar la escasez de trigo se pedirá al arzobispo de Toledo disponer del trigo de las rentas decimales. Para el 26 de octubre se reconoce que algunos labradores no tienen trigo para sembrar; se pide echar mano de un tercio del trigo del pósito, donde hay mucha cantidad. Pero pocos días después, el ocho de noviembre, se reconoce que, a causa de la poca cosecha habida en la villa y en toda la comarca, no hay suficiente trigo en el pósito para el abasto de vecinos y forasteros. El Arzobispo de Toledo acabará dando 800 fanegas de trigo y 1000 de cebada para sembrar, sacadas de los despoblados de Villarejo, Villavachos, Fuente el Espino y Sotuélamos. Es un regalo envenenado, pues se reconocen que esas propiedades están en manos de foráneos (caso de Sotuélamos, Juan Pacheco Guzmán) que no diezman en Villarrobledo y entregan el diezmo directamente en sus heredades. Se pedirá se saquen de las pontificales de Villarrobledo, a cambio los regidores han de embargar sus bienes como garantía. Finalmente se embargará el trigo de los despoblados perteneciente a las tercias, La realidad es que las adversidades climatológicas y la roturación constante de tierras (un alcalde entregador de la Mesta denunciará esos rompimientos) no garantizan ni la siembra ni el consumo de pan de los vecinos y viajeros.

ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO

Thursday, March 20, 2025

VILLARROBLEDO (1596-1597)

 El año comienza con la noticia de la iglesia de Villarrobledo y el remate de sus obras en los maestros canteros Juan del Ayna y Andrés Luis. La obra consistirá, valorándose en dos mil ducados "que podrán montar los quatro pilares qie se an de hacer de lo que se les entregare y que los hará en la forma y en las condiciones y traza que está rematada" (actas de 3 de enero de 1596). El 19 de febrero se reconoce que el maestro cantero Andrés Luis anda detrás de las obras de las casas del ayuntamiento, carnicerías y ensanche de la plaza, que también se rellenará pues se dice que está honda en la parte que da a la calle mayor. Para el mes de mayo de 1597, la falta de dinero impide la continuación de las obras, que no dandose el dinero a de zesar (la obra) y la madera que está comprada para la cubierta della no se puede traer respecto de la falta de dinero. El uno de octubre de 1597, sabemos que las obras siguen su curso.

La villa pagaba, además de los impuestos tradicionales, más de 700000 maravedíes del nuevo servicio de millones a pagar en Alcaraz. El encabezamiento de tercias y alcabalas para ese año suponían 1.963.010 maravedíes (las alcabalas se pagarán en Villanueva de los infantes, donde reside una de las nuevas tesorerías de rentas reales establecida en 1580, a cargo de don Pedro de Balbas). De servicio ordinario y extraordinario pagará cada año 226318 mrs. anuales. a pagar en Alcaraz. Es cierto que a finales de febrero redimirá el censo de 2100 ducados tomados de Sebastián de Haro para pagar la escribanía del ayuntamiento comprada. La buena cosecha de 1596 hace soñar a Villarrobledo, olvidando desgracias pasadas, pero la villa tiene problemas para pagar los impuestos de alcabalas y servicios. Pero la villa todavía puede hacer frente a sus deudas: en julio de 1597 redimirán dos censos, uno de 4000 ducados tomados del padre Amaro Navarro y otro de 2100 ducados tomados de Sebastián de Haro para la compra de las escribanías. Pero en realidad es un proceso de consolidación de deuda, pues a continuación esos 6100 ducados se toman de Gonzalo de la Peña en una operación en la que el interés pasa del 14 al 16 al millar (del 7.15 al 6,25% de interés). Algo similar ocurrirá con los 4000 ducados tomados a censo para el pósito al conquense Luis de Molina, que ahora se mudan a la condesa de Cifuentes con intereses similares a los dos anteriores.

En cuanto a la actividad ganadera de Villarrobledo se reconocerá en ayuntamiento de 26 de enero de 1596, que los señores de ganados de esta villa no son hermanos del concejo de la mesta y esta villa tiene ganada carta y sobrecarta de su magestad para que no paguen el dicho derecho (del pechuelo) sino es los que trasterminaren en suelo estraño e porque los que están en esta villa no trasterminan sino que están en su suelo estantes. El carácter estante del ganado hay que matizarlo, pues no hemos de olvidar los viejos usos comunales a los que Villarrobledo tenía derecho en el suelo de la tierra de Alcaraz. Ese carácter estante es el que ponía en peligro a los ganados cuando caía grandes nevadas como la anunciada el seis de febrero de 1596, está el suelo cubierto con más de media vara de nieve, privando del pasto a los ganados. En estas ocasiones, la solución era resguardar el ganado en los pinares, permitiendo su acceso. En el pasado se había amojonado majadas para el ganado, pero ahora se reconocía que los mojones habían desaparecido y que estas majadas estaban labradas y cultivadas. La nueva realidad forzará a la redacción de unas nuevas ordenanzas el año 1597, por considerarse "obscuras" las antiguas.

Los conflictos con la justicia del corregidor y alcalde mayor de San Clemente, en abril se enviará a Sebastián Gorri Escorza, regidor, a pedir que se respete el privilegio de primera instancia de la villa y que pleitos y presos sean remitidos a San Clemente.

El año 1596 será un buen año y con buena cosecha. El pósito, a pesar de la cosecha del año anterior, tenía trigo disponible y suficiente para sus vecinos y en el verano de 1596 se esperaba una gran cosecha. Incluso se venderán quinientas fanegas de trigo excedentes a 10 reales para aumentar el caudal del pósito. Para el mes de septiembre, se dice que no hay demanda (compradores) y que el trigo ha bajado a siete reales y medio la fanega, mientras que la cebada se vende a cuatro y un cuartillo. Sin embargo, 1597 vio en el mes de mayo la presencia de la langosta.

El 15 de julio de 1596, por primera vez se plantea, diez años después de su creación, la salida de Villarrobledo del corregimiento de las diecisiete villas. Villarrobledo ha acudido a la corte para ser considerada villa de behetría, exenta del corregimiento y libre para elegir su dependencia o no jurisdiccional: luego los dichos oficiales dixeron que a noticia deste ayuntamiento es venido que en corte su magestad por algunos oficiales del dicho concejo e vecinos particulares se pide que esta villa se haga behetría e se quite debajo de la jurisdición del partido de las diez e siete villas del qual resulta mucho daño a esta villa y sus vecinos y no se podrá conservar y se harán grandes excesos por los que la gobernaren de que si no es acudiendo para cada cosa a su magestad no se podrán remediar. El conflicto con San Clemente iba de más en más, el 29 de noviembre esa rivalidad no se esconde y Villarrobledo acusa de trato de favor de la Corona a San Clemente. Villarrobledo llegará a decir: por quererse hazer cabeza y pedir las cosas que a la dicha villa de San Clemente da gusto so color de que es cabeza del partido. Se pedirá que San Clemente ni hable ni presente escritos en nombre de Villarrobledo en el Consejo Real.

A comienzos de agosto, desde San Clemente se decide nombrar un teniente de alcalde mayor, Cristóbal de Montoya, entre quejas del concejo villarrobletano, que acusan al susodicho de talar los montes de Villarrobledo. Para finales de ese mes, otra pendencia con un tal Diego de Cañadas por medio se salda con la prisión del mismo y del alcalde ordinario Alonso Morcillo en San Clemente y para final de año son encausados algunos oficiales del concejo sobre ciertas compras para el pósito. La importancia de Villarrobledo venía de su trigo, que le hacía una gran potencia económica y la villa más populosa del corregimiento. La actividad económica de Villarrobledo daba lugar a una numerosa población, parte de la cual, recién asentada no estaba registrada en los padrones municipales. Sabemos de esa población "forastera" porque no pagaba el llamado repartimiento de la jurisdicción, es decir, Villarrobledo había comprado y ampliado su término y jurisdicción cuatro leguas en 1557 y el coste era repartido entre sus vecinos: en esta villa ay de presente más de ciento e cinquenta vecinos forasteros que tienen casas y familias y se aprovechan de los términos como sy estuvieran avecindados sin pagar jurisdición ni los demás pechos y porque es justo que estos paguen jurisdición y den fianzas de hacer la vecindad que son obligados y de pagar los demás repartimientos. Debemos tener en cuenta también la población flotante, ya no solo por la siega, sino también por mercados irregulares, como ese que se hacía como mesta de ganado y donde se vendían todo tipo de mercadurías, aunque es cierto que el concejo intentaba monopolizar la venta de algunos productos como el aceite y el pescado con ocho tiendas municipales. El 27 de octubre de 1597 se vuelve a resaltar que hay naturales de las villas comarcanas (San Clemente, EL Provencio, Socuéllamos o Minaya) residiendo en Villarrobledo, aprovechándose de sus términos y sin tomar vecindad.

Junto a los vecinos sin avecindar está el problema de los pobres, en noviembre de 1597 se recibe cédula real para que se tomen medidas contra los pobres y forasteros, mediante su reclusión en casas de hospital, a entender de los concejos, una práctica ya habitual. A ello se unía el problema de los pobres vergonzantes, para lo que se pedirá la ayuda de la iglesia y del cura doctor Uceda, al no disponer el concejo de rentas. En el concepto de pobres vergonzantes se recogían aquellos que tiempo atrás tenían una posición social cómoda y ahora habían caído en la pobreza; una muestra de los estragos de las sucesivas crisis padecidas y las consecuencias de marginalidad.

EL 20 de julio llega la noticia de la toma de Cádiz por los ingleses en 1596, se pide se haga alarde de la gente de guerra para embarcarse. La movilización no se llevará a cabo, aunque se hace un nuevo alarde para el 18 de agosto. La medida ya anuncia la creación de la milicia del Reino de dos años después. En este caso, y apoyándose en la vieja tradición del Reino de Murcia y las veinte leguas, se trata de crear un ejército interno para defender el Reino, y concretamente en este caso las costas mediterráneas ante un posible ataque exterior, que, ahora, va más allá del problema berberisco. El 13 de octubre habrá una junta de corregimiento, donde cada una de las diecisiete villas mandará un procurador que llevará un listado de todos los hombres de 18 a 48 años listos para la guerra. Para noviembre lo que se exige es dinero para la compra de armas, 363400 mrs. (es la parte que se asignan a Villarrobledo de seis mil ducados asignados a las 17 villas del corregimiento). El cuatro de enero de 1597, Villarrobledo hace una valoración de la gente de armas que puede aportar para la defensa del Reino, con levas precedentes: en otras ocasiones esta villa a servido a su magestad con número de doze o catorze hombres ynfantes que según el número de vezindad hara suficiente y visto el estado presente desta dicha villa que el número de vezinos no a crecido, dixeron que esta villa acudiendo a la nezesidad que su magestad representa terna aprestados para el tiempo que por su real zédula se manda veynte ynfantes armados de espada y daga y arcabuz. Para febrero se pide sacar los 363400 mrs. de la venta del trigo del pósito para evitar un repartimiento, aunque Villarrobledo se negará a aceptar el repartimiento en dinero, siguiendo el camino de la Alberca, que ha ganado provisión para no pagar. El domingo día 16 de febrero de 1597 se celebrará una junta de corregimiento para decidir las aportaciones de soldados pedidas por la Corona. En la junta se ofrecerán a la Corona, doscientos soldados de los que treinta corresponderán a Villarrobledo. Como depositario del dinero de las armas se nombró al regidor sanclementino Llanos de Tébar. Para 25 de julio de 1597, los soldados solicitados suben cincuenta más hasta doscientos cincuenta, según se ha ordenado por la Corona con fecha 17 de julio; a Villarrobledo se le añadirán siete más. Los treinta y siete deben estar listos dos días después bajo la bandera de su capitán en San Clemente, Alonso Ramírez Caballón. Diecisiete de estos soldados desertarán y han de ser sustituidos. Las villas había de costear el vestido de los soldados: ropilla, valones, medias, zapatos, sombrero y plumas. Además las villas deben dar un real de salario al día, durante los dos meses de la expedición. Los soldados se embarcarán en el puerto de Cartagena: se an de embarcar en Cartagena y están las galeras aprestadas para la embarcación. El once de agosto los soldados ya están prestos. El ocho de septiembre llega la orden para que la compañía parta de San Clemente; el diez, el corregidor manda que los soldados estén en San Clemente antes de las ocho del día once, pero, caso de Villarrobledo, los 37 soldados se dice que se han ausentado. EL día 12 se comisiona a dos corregidores para la entrega de los 37 soldados y 1530 reales para su sustento. El día 15, se reconoce que, llegados a San Clemente, faltan tres soldados, dos son casados y no se han de enrolar y uno se ha fugado, contra el que se pide el máximo rigor y prisiones. Villarrobledo no solo aporta soldados, sino que ve pasar otras compañía. El uno de octubre pasa la compañía del capitán Valdivieso, a la que se le dan ocho carros, luego llega su alférez con otros ochenta soldados y se le provee de otros tres carros. El camino es en dirección a Munera para seguir hacia Cartagena. El 18 de octubre llegan dos compañías más a Villarrobledo. A comienzos de 1598, Villarrobledo debe disponer tres carros en El Pedernoso para transportar 54 arrobas de salitre cada uno a la ciudad de Málaga.

El 14 de octubre echa a andar el monasterio de clarisas con sus primeras ocho monjas: la mayoría de ellas con el apellido Moragón. Se pedirá a Toledo licencia para fundar monasterio de monjas de Nuestra Señora de la Concepción en la ermita existente en esa villa bajo esa advocación.



Noticia del levantamiento de cuatro capiteles en la iglesia de San Blas


Firma de Sebastián Gorri Escorza, regidor y carpintero, autor de diversas obras de carpintería para armazones de edificios de Villarrobledo, San Clemente y El Provencio.

***
SOBRE LA IGLESIA DE SAN BLAS

... como es notorio la yglesia del señor San Blas desta villa está derribada e incapaz para poder estar la gente que acuda a ella a los oficios divinos y conviene que se cubra e demás desto conviene que con toda presteza se hagan los pilares que están comenzados a hacer y los arcos para que se cubra la yglesia y que con tiempo se provea de madera para cubrir la dicha obra y para este efeto e por sy fuere necesario yr a Toledo sobre lo susodicho y sobre la cantería que se hace y lo que convenga a la obra nombraron por comisarios a Gabriel de León e Tomás Rodríguez, regidores (27 de mayo de 1596)
 

SOBRE EL ORIGEN DE CASAS DE LOS PINOS y EL MAESTRO DE CANTERÍA ANDRÉS LUIS
El nombre de Casas de los Pinos es tardío, de la segunda mitad del siglo XVII. Aún hoy, nos aparece como la integración de diversos núcleos tales los Estesos o los Luises. Es esta última mención la que nos aparece más temprano con motivo del viaje de Felipe II y su paso por San Clemente en marzo de 1586. El rey descansará en la llamada de la casa de Andrés Luis, camino de Minaya a San Clemente en unas tiendas que se levantarán para una comida de la comitiva. En la mismo año, nos aparece una viuda de Andrés Luis, como vecina de San Clemente, donde vive junto a sus dos hijos. Y por último, nos aparece un Andrés Luis, como maestro de cantería, en las obras que se realizan en la iglesia de San Blas en 1595 (¿Hijo del anterior ya fallecido?).
El núcleo de Casas de los Luises aparece consolidado hacia 1630 con doce vecinos, para acabar integrado en una nueva población en la segunda mitad del siglo XVII.
¿Hemos de considerar, pues, el nacimiento de Casas de los Luises y por ende Casas de los Pinos en una familia de canteros, apellidados Luis?

ACTAS MUNICPALES DE 1596-1597


HIDALGOS DE VILLARROBLEDO EL 10 DE FEBRERO DE 1597

Martín Alonso de Palacios
Pedro Alonso de Palacios
María Rosilla, viuda
Pedro de Montoya Jara
Beatriz Pérez de Vizcarra
Diego de Vizcarra
Hernando de Gabaldón
La de Francisco de Montoya
Isabel Montoya
Juan Pérez de Ávila
Pedro Villaseñor
La de Juan de Alarcón Rosillo
Alonso de la Torre
La de Diego Alonso de Palacios
Catalina Gómez, la de Fernando Alonso
Catalina Pérez, viuda de Martín Alonso
Juan Rosillo
Pablo de Buedo
Pedro de Montoya Vizcarra
María Pérez, viuda de Antón
Doña María, viuda de Cuéllar
Cristóbal de Montoya
Andrés de Peralta
Alonso Pérez de Ávila
Pedro de Montoya
Francisco Cano de Buedo
Don Jerónimo Pacheco y Avilés
La de Rodrigo de Angulo
Diego de Montoya Ortiz
María, hija de Martín Alonso
Antonio Moreno
Diego Muñoz de la Calera
Diego de Montoya, hijo de Martín de Montoya
Martín de Montoya
Diego de Montoya ...
María Sánchez, hermana de Diego Muñoz
Antonio Rosillo

(los Vargas son excluidos expresamente como hidalgos cuando lo piden y los Ortiz no son hidalgos)

El año siguiente se reconoce hidalguía a Llorente de Rueda y sus hermanos.

**********

EL NACIMIENTO DEL RECLUTAMIENTO MODERNO
No pretendemos dar una respuesta concluyente en esta pequeña presentación. Ya hemos hablado en otros lugares cómo partimos de la milicia general del Reino creada en 1598 y su movilización, fundamentalmente, en la guerra de 1640 para hablar de un ejercito permanente con base peninsular y sedente en territorio peninsular.
Pero el hecho desencadenante de estas formas modernas de "servicio militar obligatorio" es un acontecimiento que no tuvo grandes repercusiones a largo plazo. Hablamos de la toma inglesa de Cádiz del 30 de junio al 15 de julio de 1596. La Corona intentó una leva en los pueblos de Castilla con la aportación voluntaria de hombres. Cuando la orden llegó a los pueblos, los ingleses ya se habían ido de Cádiz, pero los esfuerzos de la monarquía continuaron y, esta vez, se pasó a la obligatoriedad. Las diecisiete villas del corregimiento de San Clemente fueron llamadas a una Junta en esta villa el domingo 16 de febrero de 1597 para aportar soldados y a un repartimiento de seis mil ducados para la compra de armas. Se repartieron doscientos soldados para una población que estimamos en unos quince mil vecinos (entre cincuenta y sesenta mil habitantes), que si tenemos en cuenta la población no registrada (los concejos reconocían entre un cinco y un diez por ciento de vecinos no empadronados), nos dan cifra superiores a veinte mil vecinos... amen de la población flotante por ocupaciones estacionales.

*************
El Rey

concejos, justicias y regidores, caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de las villas y lugares que se comprehenden en el corregimiento de las diez y siete villas y cada uno y qualquiera de vos. Don Hernando de Prado mi corregidor de esas dichas villas os dirá el servicio que conviene me hagáis en esta ocasión y os encargo y mando que no solo deis entero crédito a lo que de mi parte os dixere, quiero que acudáis a la execución y cumplimiento de él como lo confío del amor y celo que tenéis a mi servicio que en ello lo reciviré de vosotros muy particular; de San Lorenzo a diez y siete de julio de mill y quinientos y noventa y siete años. Yo el rey, por mandado del rey nuestro señor, Andrés de Prada.

Tuesday, March 18, 2025

VILLARROBLEDO (1595)

 Los primeros ayuntamientos del año 1595 contaron con la presencia del corregidor Fernando del Prado o del alcalde mayor Francisco Pimentel de Prado. El primero de ellos pidió su salario anual: 7890 maravedíes correspondientes a la parte de Villarrobledo. La intervención de los corregidores en los ayuntamientos de estos primeros años del corregimiento es constante. Melchor Pérez de Torres, que había sido corregidor  en los últimos años de la década de 1580 había ordenado la celebración de ayuntamientos ordinarios todos los lunes. La presencia del corregidor, que vemos alargada en el mes de marzo, era especialmente odiada, por su intromisión en asuntos de granos. Este mes de marzo se inician acciones contra Andrés de Losa que adeuda 1500 fanegas de trigo al pósito, que ha adelantado a los panaderos anteriormente y ahora no ha devuelto.

Ser corregidor, a veces no era un premio. Fernando de Tuéjar tenía su hacienda y casas en tierras leonesas; más allá del carácter temporal de su oficio, decidió poner orden a su hacienda y traer y mudar su casa a estas tierras, el traslado de cien leguas acá en medio de lluvias y enfermedades supuso un coste adicional que tuvieron que soportar las villa en medio de protestas. El coste para las 17 villas del corregimiento fue de 200000 maravedíes adicionales a los 198000 mrs. anuales del salario del corregidor. Los roces con el corregidor llegaron a su paroxismo la noche del uno de mayo, cuando el alguacil del partido Tomás de Córdoba fue herido por el villarrobletano Diego Lozano Millan. Dos alguaciles del partido y un escribano se personaron en Villarrobledo para apresar al agresor entre protestas de la justicia de Villarrobledo y la defensa de su primera instancia. Para finales del mayo el que se llevan preso a la cárcel de San Clemente es al alcalde Juan Rosillo, para tiempo se dirá, por lo que se nombra nuevo alcalde.

Gastos y más gastos. Los pleitos que ahora comenzaban a ser numerosos, por el uso de las dehesas (a falta de los que estaban por venir relacionados con los préstamos que tomará la villa) supondrán nuevos gastos de solicitadores y procuradores. Así, el solicitador Blas Ortiz de Vargas tendrá un salario asignado de cien ducados.

Los deseos de embellecer las villas llegaban a Villarrobledo, acometiéndose el derribo del mesón de Andrés Mexía para facilitar el ensanchamiento de la plaza. En total, el mesón se tasó en nueve mil reales. Junto al ensanche de la plaza, estaban en obras las casas del cabildo, pósito y carnicerías (y la iglesia de San Blas).Es de destacar, que en el mandato del corregidor Fernando del Prado se iniciaron diversas obras públicas para embellecer los espacios públicos. A él se le debe también la cárcel de San Clemente y la actual torre del edificio del ayuntamiento sanclementino.

El 24 de abril se informa de la presencia de dos compañías de infantería en el pueblo y en días anteriores a cargo de los capitanes Juan de Vargas y Alcebo. La villa proveerá de algunos carros para los bagajes camino de Minaya. Aunque el principal problema con los soldados venía del alojamiento, que se dirá que ahora a diferencia de antaño es injusto: pasan y se alojan en esta villa muchos soldados y para hazer el alojamiento se gasta mucho tiempo respecto de no estar hecho como se solía antes de agora, de que se a seguido y siguen muchos daños. Se mandará confeccionar una lista y memorial de vecinos para alojamientos de soldados, incluidos los que pueden alojar capitanes, alféreces y sargentos, para evitar que los vecinos tengan que alojar soldados dos veces seguidas.

Ese año de 1595 es año de abundancia. De hecho, el pósito tiene 7000 fanegas de trigo que no se gastan. Pero también se denuncia por el regidor Diego de Vargas la intromisión del corregidor y sus alguaciles para ejecutar las deudas al pósito. Según el regidor Diego de Vargas, en declaración de 8 de mayo, los paganos eran los labradores pobres, incapaces de devolver el trigo prestado para sembrar y por el que debían pagar además una multa de un real por fanega. Si el año es bueno para la agricultura, no ocurre tanto para los ganados, al menos de carácter local, pues se informa el 30 de mayo del agotamiento del agua de los cuatro o cinco lavajos. Para finales de septiembre, próxima la siembra, se nos dice que la cosecha del año ha sido poca o flaca, por lo que los labradores no tienen grano para sembrar, se pide se saque del pósito que tiene catorce mil fanegas. No obstante, en la villa, no se espera necesidad. El pósito ha arreglado sus cuentas con el censo anterior tomado a un vecino de Cuenca, Luis de Molina.

A pesar de la crisis grave de 1584 y malas cosechas alternas de algunos años. Villarrobledo era un lugar agradable para vivir y en el pueblo se asentaban personas sin avecindarse: que a esta villa se a venido y viven en ella muchos vecinos de los pueblos comarcanos los quales gozan como los demás vecinos sin averse avezindado y averseles repartido cosa alguna para la jurisdición como a los demás vecinos.

EL 4 de diciembre de 1595 se comunica al ayuntamiento de que Diego Muñoz de la Calera ha sido nombrado escribano de comisiones del partido



                                        Firma de Fernando de Prado, corregidor de San Clemente

ACTAS DE VILLARROBLEDO (1595)


Sunday, March 16, 2025

VILLARROBLEDO (1594)

 A comienzos de 1594, el pan había alcanzado los 10 maravedíes la libra. Las últimas fanegas de trigo compradas para el pósito se habían hecho a precios excesivos de 30 y 33 reales. Todo ello, en un clima de necesidad, que había obligado al concejo a panadear 300 fanegas del pósito en pan cocido, bajando el precio a ocho maravedíes la libra (a razón de 110 libras la fanega) para satisfacer la necesidad de los pobres y con pérdidas para el pósito. EL clima de corrupción era generalizado, en el ayuntamiento del once de julio se habla de "pesos faltos", es decir, las ventas son fraudulentas por engaño en los pesos, tanto de pan como de carne y otros mantenimientos. A finales de julio, el alcalde mayor del partido Juan de la Fuente Hurtado está tomando las cuentas de los pósitos, mientras Villarrobledo busca trigo para sus pósitos en Jaén. Las intromisiones del corregidor se veían mal y se aprovechará la residencia hecha al corregidor Juan de Benavides para querellarse por no respetar la primera instancia. La intervención del corregidor era muy frecuente en diversos pleitos: contra un morisco por un cuero, sobre unos cordellates, sobre la muerte de Francisco Martínez y otros. La residencia del corregidor se alargará para concluir en noviembre con la exigencia al concejo villarrobletano que dé cuenta de los propios y pósito de los últimos diez años.

El 21 de febrero el concejo villarrobletano se queja de manera formal contra las intromisiones del corregidor de San Clemente por no respetar la primer instancia y llevarse los presos a la cárcel de San Clemente.

En abril, se pide a la iglesia de Toledo que repare la iglesia de San Nicolás de Villarejos, ya que es ella quien recibe las rentas decimales de este distrito decimal y diferenciado. El Villarejo de San Nicolás va ligado a la historia de Villarrobledo desde su misma fundación como núcleo originario y así se nos dirá: por ser como es voto antiguo fecho desde que se fundó en esta villa.(18 abril 1594).

Para noviembre se pide la revocación de las ordenanzas de las olivas,  aprobadas veinte años antes tanto para viñas como olivas (la razón es que los olivos se plantaban en medio de las viñas). Se reconoce  que, aunque se plantaron muchos olivos, según se mandaba bajo graves penas, no es tierra para el cultivo de olivos, porque se yelan los más años y no dan fruto ninguno. A pesar de ello, varios vecinos serán condenados por no plantar olivas en sus viñas el año 1595, como sabemos de condenas en tiempo del corregidor Benavides.

Ese año se estaba construyendo el convento de monjas en la ermita de la Concepción y las nuevas casas del ayuntamiento


ACTAS VILLARROBLEDO 1594

Saturday, March 8, 2025

VILLARROBLEDO (1593)

 Durante el año 1593, Villarrobledo seguía proveyendo de trigo a la corte con 7500 fanegas, cantidad que se elevará hasta diez mil quinientas fanegas en el mes de junio, cuando ya se sabe de la poca cosecha de ese verano. El pósito debe comprar trigo para proveimiento de sus vecinos, aunque las quejas vienen por la desigual vara de medir para los embargos de trigo para la corte, pues mientras unos vecinos no tienen trigo otros lo tienen en demasía. La mala cosecha del año 1593 se reconocerá el 29 de septiembre, cuando se reconoce que: el tiempo de la simentera se llega y por aver otoñado temprano en esta villa y su término se puede sembrar y muchos de los vecinos labradores no tienen con qué sembrar sus barbechos ansí de trigo como de cebada y centeno por la grande esterilidad que obo de cosecha este presente año. Se decide echar mano del grano de las rentas decimales de la iglesia de Toledo. Para noviembre se reconoce que los pobres de la villa corren riesgo de hambre y las dificultades para hacer llegar las 3500 fanegas que faltan de las 10500 pedidas por la corte. El 28 de noviembre Villarrobledo ha incumplido con sus obligaciones y el alguacil mandado por el licenciado Lobo, juez encargado de la provisión de trigo a la corte, tendrá encarcelados a los regidores villarrobletanos en las salas de su ayuntamiento. Para mediados de enero de 1594, Villarrobledo no había conseguido reunir todo el trigo y siete de sus oficiales estaban presos por orden del licenciado Lobo. Se echará mano de los dos novenos reales para pagar las 260 fanegas de trigo aún pendientes de entregar. Había una parte de especulación, de vecinos que se negaban a aportar el dinero repartido, junto a la necesidad. El problema del trigo de Villarrobledo es que desaparecía en las mismas eras, pues los pueblos comarcanos iban hasta allí a comprarlo, además pagaban con buena moneda, es decir de plata, frente al concejo villarrobletano que pagaba con monedas de vellón.

En el proceso de rompimientos de tierras llevadas a cabo en los pinares y tierras baldías desde el año 1552, el concejo deberá pagar a la Corona 18000 ducados? (creemos que son reales, que es lo que se dice en sesiones posteriores), según se reconoce el 13 de septiembre. Llega un mandamiento de Juan de Acuña, capitán general de artillería, para que para el día 18 de octubre se tengan prevenidos cinco carros con sus tiendas y mulas para trasladar salitre desde El Pedernoso hasta Málaga, junto a los carros que se han pedido a otros pueblos comarcanos. Para le 24 de octubre, el corregidor de San Clemente Juan Benavides y Mendoza exige la presencia de un procurador de Villarrobledo a la junta del corregimiento de las 17 villas para tratar cosas tocantes al servicio de su Majestad y buen gobierno de las dichas villas. El tema a tratar tenía que ver con la trasterminancia de los ganados, en especial, por los puertos de Alcaraz.

En noviembre de 1593 se tomarán dos mil ducados a censo para comprar como un bien propio más una escribanía acrecentada del concejo y para lo que entendía su procurador en la corte Blas Ortiz Vargas. Es una decisión similar a otros pueblos y que viene determinada por las necesidades financieras de la corona. La toma del censo a don Pablo de la Peña, hijo de Gonzalo de la Peña, nos da una relación de los bienes propios del concejo en ese momento, que le rentaban 800000 maravedíes:

  • Edificio del ayuntamiento nuevamente acrecentado
  • Escribanía pública y del ayuntamiento, que tiene por título oneroso de su majestad por cuatro mil ducados
  • Renta de la correduría
  • Almotacenía
  • Casas de ayuntamiento donde se hace cabildo y casas del pósito y carnicerías y un mesón, todo ello está en la plaza pública alinde de un mesón de Sebastián Gorri y un mesón de don Alonso.
  • Sobre siete hornos de cocer pan y sobre la venta de ellos.
ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1593

Monday, March 3, 2025

VILLARROBLEDO (1586-1587)

 A inicios de 1586, Villarrobledo tenía dificultades para pagar sus rentas de alcabalas. Debía a la Corona once mil reales del año anterior que pretendía sacar  de 558 fanegas de trigo y 853 fanegas de las tercias reales. vendiéndolas a precio de la tasa: once reales la fanega de trigo y cuatro y un cuarto la de cebada. El precio del trigo alcanzará para marzo los trece reales y medio. En mayo sigue erradicando de su término la langosta aovada ya el año anterior.

A comienzos de febrero ya se anuncia la llegada del rey Felipe II desde Valencia, para cuyo cortejo se piden veinte carros con sus mulas. Entre protestas del concejo, cuarenta villarrobletanos emprenderán el camino hacia Valencia con sus veinte carros. La organización del viaje de Felipe II recayó en el alcalde de corte licenciado Villadares Sarmiento, que ordenará el ocho de febrero la presencia en Minaya de un alcalde y dos regidores de cada uno de los pueblos comarcanos que han de abastecer al rey y su comitiva. El dos de marzo, Villarrobledo debe disponer en Minaya de una relación de víveres en lo que parece comida pantagruélica: 

cinquenta arrobas de pescado cicial y otras cinquenta de abadejo y dos cargas de sardinas frescas y ocho barriles de escabeche grande de pescado del auiar y ocho mill huevos, dos cargas de fruta, pera y mançana, una carga de naranja y limones, una carga de miel, dos cargas de uvas, veynte carretadas de leña de carrasca arrajeada, tres dozenas de capones zebados de leche, cinquenta gallinas, dos dozenas de carneros merinos, cinquenta perdices, dos dozenas de conejos, y otras dos de gazapillos, algunas liebres, diez arrobas de velas de sebo, dos dozenas de hachas de zera, cien velas de zera, veynte fanegas de pan cozido de media libra y librado, cien fanegas de cebada, diez arrobas de manteca de vacas

Velas de cera no se hallarán ni en Villarrobledo ni en toda la comarca, siendo necesarias buscarlas en Torrejón de Velasco, Ocaña o Toledo. El paso de Felipe II por Minaya se debió ver con cierta desilusión, "y por aver pasado su magestad con su gente tan de paso por la dicha villa de Minaya se vendió y se gastó muy poco de las dichas mercadurías y bastimentos y se volvió a traer a esta villa todos los dichos pescados y mercadurías". La comida de Felipe II se haría en el camino de Minaya a San Clemente, en tiendas montadas en la casa de Andrés Luis (futuras casas de los Luises) y luego se alojaría en la villa de San Clemente, donde estaría dos días, creemos que alojado en el convento de clarisas. Felipe II había dejado voluntariamente el camino real para desviarse a San Clemente, donde se le esperaba y se hicieron preparativos y procuraron bastimentos desde un mes antes. Esos días se debió decidir el futuro de la gobernación del marquesado de Villena y su división en dos corregimientos.

Por las actas del diez de mayo tenemos noticia de las primeras desavenencias en la gobernación del marquesado de Villena; la discordia vendrá de Albacete, pero Villarrobledo se opondrá a esta villa

dixeron que a esta villa se le a dado noticia que la villa de Albacete pretende sacar provisión para que de aquí adelante los gobernadores que vinieren tomen las varas y residencia en la dicha villa

Villarrobledo alegará que la toma de posesión se haga según costumbre, es decir, en San Clemente. Albacete aprovechaba la presencia del gobernador mosén Rubi de Bracamonte que había establecido su asiento en Albacete desde donde coordinaba la matanza de la langosta que asolaba los campos de los pueblos del marquesado de Villena.

La cosecha del verano de 1586 se esperaba buena al igual que la del año precedente; el pósito tenía un remanente de siete mil fanegas de trigo, que ahora sobraban:

el año va enderezado a ser bueno y se espera que el trigo hecha la cosecha a de valer mucho menos de la tasa 

Recogida la cosecha el trigo baja a diez reales la fanega en las compras de las eras; ya antes de recogida se había impuesto un precio artificial de catorce reales para sanear las cuentas del pósito, que se quedará en trece para después de la cosecha.  El pósito para el mes de septiembre dispondrá de 8500 fanegas de trigo y 500 de cebada. A pesar de la buena cosecha se reconoce que la langosta sigue aovada y ha arruinado a algunos labradores.

El uno de noviembre ya se sabe la división de la gobernación del marquesado de Villena en dos corregimientos, pero el concejo de Villarrobledo en los ayuntamientos de mediados de mes anda preocupado por la langosta y el juez enviado para tal fin, ahora eso sí, en la villa de San Clemente. Es de señalar la correspondencia que se mantiene con la villa de La Roda sobre la langosta en un momento que ambas villas se han de integrar en uno de los dos corregimientos que se han creado. El 23 de octubre llega noticia que se está tomando en San Clemente residencia al gobernador saliente mosén Rubí de Bracamonte, pidiendo la villa que sean devueltos los maravedíes por condenaciones de talas y cortas. Pero Villarrobledo parece ajeno a la nueva organización del corregimiento. Tan solo el día 20 de diciembre se habla de una junta en San Clemente, a celebrar el día de año nuevo, donde se han de enviar dos regidores de la villa para cosas tocantes a su majestad. La villa, que anda con sus temas de talas y cortas y su derecho a la primera instancia, vuelve a recibir mandamiento, según el concejo del gobernador, para asistir a la villa de San Clemente. Mandará a los regidores García Ortiz de Bargas y Pedro Montoya, pero en la carta de poder que se les confiere el tema a tratar es el disgusto de las villas del Marquesado por soportar el paso de compañías de soldados de infantería. Mientras la villa seguirá su malestar por la intromisión de la justicia del alcalde mayor de San Clemente, licienciado Escalona Agüero, en asuntos de talas en el monte del Calaverón, malestar que aumentará cuando el alcalde mayor pide se retrase la elección de oficios del año nuevo hasta que él no esté presente. La elección de oficios se hará el día 11 de enero de 1587 sin la presencia del alcalde mayor. Será necesario que se llegue al uno de febrero para que aparezca la palabra corregidor, acompañando a la del alcalde mayor Escalona en un contexto de defensa de la primera instancia y protesta por la intromisión en la justicia de la villa y la prisión de villarrobletanos en las cárceles de San Clemente.

La significación de Villarrobledo se desprende del deseo de ser vecino del pueblo. El doce de enero se recordará qua hay ciertos vecinos de Las Pedroñeras, El Provencio, Socuéllamos y La Roda, que habiéndose avecindado en Villarrobledo no tienen casa poblada en el pueblo y es preciso tal condición para ser considerado vecino.

El desarrollo agrario de Villarrobledo debió ser explosivo. Sabemos que desde 1552 la villa compra a la corona el derecho a perpetuar su propiedad sobre las tierras baldías, "arrompidas" para extender sus cultivos de pan y vino. El impulso venía de la Villarrobledo, pero en las dehesas chocaba con San Clemente, tal es el caso del monte de Calaverón, donde los sanclementinos talaban leña y árboles en conflictos continuos con los villarrobletanos. Esto provocará numerosos conflictos que serán aprovechado por el alcalde mayor Escalona para entender en contenciosos en los que Villarrobledo dice tener la privacidad jurisdiccional. El 10 de marzo de 1587, y por primera vez, nos aparece el corregidor Pedro de Castilla, entendiendo en un pleito, entendido por los alcaldes de Villarrobledo, entre un vecino de La Roda y otro de Vara de Rey. Las intromisiones de la justicia de San Clemente afectará al pósito. Un pósito, que por otra parte se ha quedado viejo y ahora se pide construya un nuevo edificio donde albergar las nueve mil fanegas de trigo y las nuevas carnicerías. El solar destinado estaría en la plaza y era propiedad de un vecino de Alcaraz. También se plantea ayudar a la edificación del convento franciscano, que en ese momento se está alzando.


El nueve de abril de 1587 se interrumpen las actas


ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO

Sunday, March 2, 2025

VILLARROBLEDO (1585)

 El trigo que faltaba el año anterior se consiguió comprar en Villacastín a comienzos de 1585. Mil fanegas que fueron entregadas a los villarrobletanos en el puerto de Guadarrama. Es difícil imaginar hoy en día aquellos viajes, cuando todavía, sin llegar a los embargos posteriores, prevalecía la buena fe y se llegaba a conciertos con labradores del pueblo para que prestarán sus mulas y carros y dos regidores comisarios organizaban estos costosos y peligrosos viajes. El trigo era necesario para completar la siembra del otoño. Difícilmente se entienden estas operaciones si no comprendemos el contexto general del Reino. Los pueblos de la gobernación del marquesado de Villena habían intentado comprar el trigo en Andalucía y Córdoba, primero, donde el encontrado fue insuficiente, después en Extremadura, en Medellín, operación que se abortó de antemano ante las pocas expectativas, después se buscó y requisó el trigo de los molinos para alimentar la población y, ante la escasez de la cosecha del verano de 1584, se fue hasta donde el trigo era excedentario en ese momento: Castilla la Vieja. De nuevo, el comportamiento era desigual entre las dos mesetas; el trasvase del trigo excedentario del norte al sur supuso la implicación de la corte que organizó la "logística" de la época, haciendo del puerto del Guadarrama el punto de intercambio del trigo. Hemos de pensar que ese intercambio, compra a precios de la pragmática (lejanos a los 34 reales la fanega que se habían alcanzado unos meses antes), se hizo en el mes de enero, en pleno invierno. Hasta el puerto de Guadarrama llegaron los carros y mulas de los pueblos del sur de Cuenca o de Villarrobledo en un esfuerzo desesperado por hacerse con el trigo para una última sementera. La implicación de la corona era la constatación que después de enviar jueces y ejecutores para hacer lo que en el argot de la época se llamaban calas y catas no se encontraba más trigo en el granero de los labradores y que la lucha con los especuladores ya no conseguía sacar más trigo. La langosta era, además, un grave problema que afectaba especialmente a los pueblos de la parte de abajo del marquesado, bajo jurisdicción del alcalde mayor Vázquez. Villarrobledo solicitará en mayo la prorrogación del licenciado Gascón, juez para matar la langosta. La dinámica del abasto del trigo jugaba con la necesidad y también con la especulación. Como la carestía del trigo venía de años anteriores, los labradores comarcanos de los pueblos cercanos acudían con sus carros hasta Villarrobledo en el mes de agosto, recién recogida la cosecha por los villarrobletanos que vendían su trigo en las mismas eras o, sencillamente, iban a los pueblos vecinos a proponer la venta de su trigo. El principal pueblo comarcano interesado por hacerse con el trigo villarrobletano era San Clemente, porque lo necesitaba. Por el ayuntamiento del 19 de junio sabemos de la razón de la presencia del alcalde mayor Jaramillo en Villarrobledo: controlar las ventas de granos, en especial manda la prohibición de las ventas de agosto hasta que él no lo autorice. El uno de agosto el que es enviado por el gobernador del Marquesado es el alguacil mayor Antón Martínez, su cometido recoger trigo de los labradores para el pósito y garantizar que paguen todo lo que deben. Además, se nos dice que la cosecha es abundante (que no quiere decir buena, pues probablemente se refiera a la capacidad productiva de Villarrobledo respecto a otras zonas), contradiciendo las informaciones de los villarrobletanos que denunciaban unos campos asolados por la langosta.

La necesidad contrastaba con los proyectos faraónicos del rey, que pretendía hacer navegable el río Tajo desde Lisboa a Toledo, repartiendo su coste entre las villas del Reino, que, a mediados de abril, recibían las cantidades a aportar para el proyecto de navegación.

Saturday, March 1, 2025

VILLARROBLEDO (1581-1584)

 La cosecha del año 1581 fue muy poca. La fanega de trigo había subido a once reales y la de cebada a cinco. Jorge Manrique, corregidor de Murcia se hallaba en septiembre en San Clemente para embargar trigo con destino a las galeras y armada de Cartagena. A comienzos de 1582, Villarrobledo busca el trigo, y también cebada y centeno, en Mota del Cuervo y Toboso, mientras que avisa que en sus campos a aovado la langosta. Ese año de 1581, la villa se dota de un alférez mayor en sus órganos de gobierno, puesto que recae en Pedro Díaz de Mendoza con un sueldo de 40000 mrs.

Si el granero de Villarrobledo padecía necesidad y se temía el contagio de la peste, en otros pueblos se pasaba hambre. Tal era el caso de La Almarcha que a finales de julio de 1582, hace un llamamiento a Villarrobledo para conseguir pan que alivie la necesidad de sus vecinos pobres. Los problemas, además de la esterilidad de los tiempos, estaban en el encaminar el trigo a La Almarcha hasta el molino, distante seis leguas y media, que encarecía el precio de la fanega en un real y medio añadido por el transporte. Villarrobledo venderá el precio de su pan cocido a cuatro maravedíes y medio.

Para junio de 1583, llegan nuevas noticias de peste desde Córdoba y su comarca. Para octubre, los labradores tienen necesidad de trigo y cebada para la sementera. La villa se dota de dos rederos para la distribución del pan entre sus vecinos, mientras nuevos embargos de carros y trigo llegan para proveer a la armada de Cartagena.

1584, empieza como acaba el año anterior, pidiendo 400 fanegas de trigo al arzobispo de Toledo para paliar la necesidad de sus vecinos. El 7 de marzo, se avisa que la langosta aovada es de difícil erradicación, de hecho se personará un alguacil enviado por el gobernador al efecto: Alonso de Valladares. Para abril, Villarrobledo manda buscar y comprar trigo en Andalucía. El pan cocido sube de 5.5 mrs. a 6 mrs. para garantizar una ganancia al pósito, que permita la compra de más trigo. Pero el trigo comprado se hace a treinta reales la fanega y el precio de pan debe subir de nuevo. Se controlará las libras de pan que se pueden sacar de cada fanega, ochenta, si bien un cuarto de siglo después se llegará a sacar noventa y seis. Para mayo se habla ya de la posibilidad de hambre, decidiéndose ir a comprar trigo a Medellín y a los Miravetes. SE decidirá tomar a censo seis mil ducados para proveer al pósito y dividir el pueblo en cuatro cuarteles para controlar y garantizar la entrega del pan a los vecinos y a la gente más menesterosa; por último se decide panadear la cebada. Los Mirabetes eran los molinos donde se había de moler el trigo y con su dueño, Juan de Zuñiga, el ayuntamiento llegará a un acuerdo para moler el trigo del pósito. En julio se embargan doscientas fanegas de trigo a pariculares para alimentar a la población, que se divide por grupos y precios: los pobres a seis maravedíes la libra de pan, los vecinos a ocho y los forasteros a diez. Previamente Villarrobledo se había dividido en cuatro cuarteles para el abasto de pan a los vecinos. El 15 de julio se vuelve a insistir en la langosta aovada en las tierras.

Parte de los problemas venían para Villarrobledo de la falta de un pósito estable. En los años anteriores, Villarrobledo se había dotado de un pósito, posible por la toma de 8000 ducados a censo, pero este año de 1584 había redimido el principal de ese censo, viéndose obligado a tomar otro censo de 4000 ducados y otro consecutivo para dotar de trigo y caudal al pósito de nuevo. Conseguido el dinero, las cámaras de pan se llenan de trigo comprado en Castilla la Vieja a 1044 mrs. la fanega (alrededor de 31 reales la fanega). Tomás Rodríguez y Alonso Morcillo recibirán 1500 ducados para llevar a cabo las compras. No obstante, desde San Clemente se mandaba al alguacil mayor para que hiciera "cata y cala" de los graneros de los vecinos, desconfiando de que la escasez alegada fuera tal y no hubiera especulación. El precio del trigo comprado de Castilla la Vieja costará, con gastos de transporte y salarios, 34 reales, que se panadeará a razón de doce maravedíes la la libra, pero es que de cada fanega de trigo se sacarán 104 libras, 24 más de lo que era habitual años antes. El propio concejo villarrobletano reconocerá que los vecinos se niegan a sacar su trigo a precio barato. Nuevamente se recurrirá a Castilla la Vieja a comprar más trigo con el dinero a censo que se ha hallado en Madrid y a su vez se pide al arzobispo de Toledo preste parte de sus rentas decimales para facilitar la siembra de los agricultores. El problema de escasez de trigo de Villarrobledo afecta a toda la comarca, por esa razón la presencia del alcalde mayor licenciado Jaramillo es continua en sus ayuntamientos.


****

"en esta villa ay un convento de frayles de San Francisco por aver poco tienpo que se fundó del qual esta villa recibe grande dotrina utilidad  y provecho con la predicazión y confesiones y ejercicios que edifican las almas e por razón de acudir a esta villa religiosos de fuera de ella a pedir limosna como son los frayles dominicos de la villa de Villaescusa y los agustinos de la ciudad de Alcaraz y los trinitarios de Fuensanta y de Nuestra Señora del Remedio que es en Júcar no pueden los vecinos socorrer a los frayles y convento de esta villa para su sustento y el edificio de su casa y por esto pasan muy grande nezesidad y se van despoblando de predicadores y otros religiosos de buena vida y si zesasen de venir a esta villa las hórdenes y religiosos de fuera se acudiría con más limosnas a los conventuales della" (acta 29 de mayo de 1584)

Monday, February 24, 2025

VILLARROBLEDO (1631)

 Las crisis cerealista iba acompañada de apuestas arriesgadas y la decantación por el cultivo de viñas. A comienzos de 1631, el abogado Juan Fernández pide licencia al ayuntamiento para plantar de viñedo una superficie de 42 fanegas, sitas en la vereda del Záncara, junto al río de don Pedro. Los conflictos seguían con Munera por la dehesa de Berenguela, entre acusaciones de mover los mojones.

Las rivalidades en le elección de oficios son acompañada por la invocación de los privilegios de primera instancia o limitaciones temporales de las apelaciones para impedir la intromisión del corregidor. Si bien, las presiones, una vez más, venía de la corona y su intento de establecer un impuesto sobre la sal. Villarrobledo, como otras villas, se vio obligada a crear un estanco de la sal que monopolizara su venta y cuantificar las compras de sal necesarias para le año: 400 fanegas de sal de piedra de la Minglanilla y cien de sal líquida de la Pinilla. La sal era necesaria para el consumo humano, pero, en especial, para los animales. En los datos fiscales que se pide a Villarrobledo asegura ser villa de dos mil vecinos más o menos y treinta mil cabezas de ganado. El veinte de febrero de 1631, la villa reconocerá

otrosi dixeron que en esta villa abrá dos mil vecinos poco más o menos y treynta mil cabezas de ganado, que requieren gasto de sal por ser como es su principal trato y granxería la labor y parece ser necesario hasta ciento cinquenta fanegas de sal de piedra y cinquenta de agua y se haga obligación hasta señor San Juan de junio venidero y de doscientas de sal de piedra y ciento del agua que parece es necesario en el medio año presente.

Muestra de la confusión administrativa de la época es que, en marzo, mientras la villa intentaba evitar la presencia del alcalde mayor de San Clemente para tomar las cuentas de propios y pósitos, el administrador de las salinas de Murcia volvía a solicitar la información de la sal que ya había dado dos meses antes. Para junio se mandará un juez de comisión que ordenará el nombramiento de dos comisarios locales para el acopiamiento de sal y para que se elijan las salinas que han de proveer de sal a la villa (se mantebndrán las de Minglanilla y Pinilla). La venta de la sal se haría con dos estanqueros para la venta al por mayor y varios alhorileros; ahora, quien pone el cupo ya no es la villa, sino el jues nombrado del nuevo impuesto, que eleva el acopio para la villa a 1700 fanegas, cuando la villa a la altura de junio no ha consumido ni la mitad de lo que ella misma había previsto, pues ni los vecinos, pobres, gastan ni los ganados tampoco.

El testimonio expedido por el escribano del ayuntamiento, a petición del licenciado Márquez y con fecha dos de junio:

consta aver en esta villa dos mill ciento sesenta y tres vecinos y setenta hatos de ganado a razón cada uno de quinientas cabezas y que esta villa no se quiere acopiar conforme a las reales órdenes e instrucciones de su magestad, cumpliendo con ellas dixo que debía de dar y dio por acopiados al ayuntamiento, justicia y regimiento desta villa y demás vecinos por el gasto ordinario de cada uno de ellos y sus familias en mill ochenta y una fanegas y media por un año que començará a correr

Al final, la dependencia de Villarrobledo de las salinas de Minglanilla conllevaría que la administación del impuesto de la sal se hiciera por el administrador de las salinas de Cuenca, don Andrés de Godoy. El precio de compra de la sal será a 16 ducados la fanega y su venta al por mayor en los alhoríes o estancos en 191reales (añadidos catorce reales de costes y mermas de traerla). La sal se habría de vender al por menor, a los acopiados, a 44 maravedíes la libra. La corona pretendía sacar de la villa de Villarrobledo por el estanco de la sal alrededor de 31000 reales. Para hacer posible esa cantidad fue necesario que el acopimiento de sal se hiciera casa por casa. Pero la corona también estaba pidiendo ya soldados: quince para la nueva leva de  la dotación de presidios; si bien este primer año (de los seis previstos) el licenciado Ramírez Farina, comisionado para la ocasión, solicitará se señalen arbitrios para costear el importe de los soldados. La villa señalará 500 fanegas del pósito, pero también pedirá un mercado franco un día a la semana y poder echar las yeguas al garañón para poder disponer de mulas y machos para la labor, petición esta última que iba contra los intereses militares de la corona de disponer de caballos para la guerra. Menos creíble parecía aún la idea de sacar 500 fanegas del pósito, cuando a finales de noviembre se decidía sacar 400 fanegas de trigo para panadear dado el estado de necesidad de la villa, a un precio muy barato de seis maravedíes la libra de pan.

A las deudas pasadas, se unía ahora la obligación de pagar 4200 ducados de plata por la compra de la vara de alguacil. La relación de los propios de Villarrobledo empeñados era larga:

  1. La escribanía del ayuntamiento
  2. Rentas de la correduría y almotacenía
  3. Casas del cabildo, pósito y carnicerías, que son en la plaza mayor, dos calles públicas y mesón de Sebastián de Losa Merchante
  4. Casas viejas del ayuntamiento, en que está la audiencia pública, casas del correo mayor, y casas del peso que alindan con la plaza y por las demás partes con la casa y mesón de Sebastián de Losa Merchante.
  5. Tres hornos de cocer pan, uno en la calle del Pedregal, el otro junto al cabildo (o carrillo?) y el otro que llaman de Villasanta (?)
Se decide que todos los maravedíes procedentes de los arbitrios concedidos por la Corona para pagar las deudas reales de la villa (exención, correduría, escribanía y almotacenía, vara de alguacil mayor y guerras de Italia), se ingresen en una única arca y se lleve un libro de contabilidad. 


El contexto de endeudamiento heredado coincidía con pasadas desgracias; este año, la amenaza de una nueva plaga de langosta no llega  a hacerse realidad, y la villa pleiteará por ser librada de la obligación de abastecer a la corte con 1880 fanegas de trigo. En estas crisis sistémicas, el papel del pósito, y su buena administración era fundamental, con adelantos de trigo para panadear en pan cocido hacia el mes de mayo; con el dinero obtenido con este fin se compraba trigo para Nuestra Señora de Agosto a los labradores para almacenar de cara a la siembra del otoño y vender a los labradores más necesitados. El precio del pan cocido estaba ese año a 12 maravedíes la libra (96 libras por fanega de trigo), pero se decide bajarlo a diez maravedíes  y la fanega de trigo que había costado hasta 36 reales se venderá a los panaderos a 25 reales, porque el año 1631 promete una buena cosecha, según se dice el dos de julio: porque la cosecha deste año está ya llegada y por la misericordia de Dios Nuestro Señor es abundante y dentro de quatro días abrá y se sacará trigo nuevo que valdrá y se venderá a muy bajo precio. Cuando el concejo intenta imponer al trigo para el pósito un precio de compra en las eras de 12 reales la fanega, lo tendrá que subir a 15 reales, pero aún así no hay labrador que lo quiera vender. Para intentar llegar a ese precio, se predica con el ejemplo y los grandes hacendados venderán pequeñas partidas de trigo a quince o dieciséis reales (Bartolomé Zorío, Fernando Pacheco, Pedro Lozano Ortiz), mientras se pregona por el pueblo el precio de 15 reales para que se sumen otros labradores.

La villa intentaba ordenar sus deudas y también sus papeles. Comprará cuatro libros para la gestión de su quehacer diario:
  • Libro del pósito
  • Libro de cuentas de propios
  • Libro de asentamiento de hijosdalgo y sus ejecutorias
  • Libro de decretos del ayuntamiento
ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO (1631)

Tuesday, February 18, 2025

VILLARROBLEDO (1630)

 El año 1630, al igual que años anteriores, se presentó con los mismos problemas de antaño sobre el abasto de pan para los vecinos de la villa, pero, esta vez, los panaderos no podían pagar los altos precios del grano. La necesidad de los vecinos era tanta como la de la Corona, que ahora vendía en la villa una hidalguía por cuatro mil ducados al mejor postor. La finalidad: financiar la guerra de Italia. Mientras la corte necesitaba trigo, treinta mil fanegas, que ya no se sacaban de Villarrobledo, sino que la tercera parte, diez mil fanegas, los factores eran los Fúcares y se sacaban de toda la Mancha; Villarrobledo ponía los carros y mulas para el transporte de seiscientas fanegas, y con muchas dificultades, pues no quería tocar las mulas de sus labradores que araban los barbechos ese mes de marzo. Muestra de lo calamitoso de la villa es que solo pudo aportar catorce carros para llevar poco más de doscientas fanegas, menos de la mitad de lo que se le pedía. La villa no podía alimentar a su población, el trigo de su pósito es insuficiente, tal como se reconoce el 14 de abril, pidiendo a labradores y particulares que saquen el grano que guardan en sus cámaras; las peticiones de la corte continúan y esta vez se procede a los embargos de trigo a los labradores y del pósito. La presencia de Francisco Tejada, miembro del Consejo Real y de Juan Álvarez, juez ejecutor, se traduce en registros de los domicilios de los vecinos en busca de trigo. La pretensión es sacar dos mil fanegas; la villa ofrece 430, además de las 300 que se han sacado ya. La cifra coincide con el trigo embargado por Juan Álvarez; como contrapartida, Villarrobledo se ve obligado a comprar trigo fuera de la villa, un total de 500 fanegas a 33 reales que se han de panadear a 10 maravedíes la libra. Pero el nueve de junio se informa de que a 33 reales no se encuentra trigo en la comarca; la villa tendrá que pagar 36 reales por fanega. En un cuarto de siglo el precio del trigo se ha triplicado, mientras que la libra de pan apenas si ha subido un veinte por ciento. Para finales de junio se necesitarán comprar mil quinientas fanegas más; entretanto, el 17 de julio, el ejecutor Juan Álvarez se apresta a confiscar trigo de la nueva cosecha: tres mil fanegas, aunque la villa quiere concertarse en mil novecientas. Constantemente sale a colación la palabra empleada por la propia monarquía, la suavidad de los medios, pero la realidad es muy diferente. El propio concejo villarrobletano nombrará fieles para recoger los diezmos de la iglesia en las mismas eras y cosechas y controlar la producción de unos labradores que venden su trigo fuera de todo control. Pero la villa está exhausta y la necesidad es extrema, en algún momento se hace mención a los 22300 ducados con que la villa ha servido al Rey para la guerra de Italia el año anterior 1629. La corona pide más; en esta ocasión, venderá las varas de alguacil mayor. El agente o factor para la operación será Bartolomé de Spinola y la causalidad, la misma: las guerras de Italia y Flandes. Y la contrapartida, la renovación de los arbitrios en las tiendas de pescado, aceite y frutas establecidos para paga de los 22300 ducados. La villa pagará dos mil ducados por la vara de justicia, pagados por su postulante: el licenciado Juan Romero. A final de año se decide arrendar la dehesa de la Berenguela.

De nuevo, la cosecha del año 1630 fue mala y vino a agudizar los problemas de abasto del año precedente, rompiendo la tendencia de cosechas aceptables de la mitad de la década de los años veinte. 1630 es presentado como una año de esterilidad, azotado por la langosta y la piedra y en el que se espera una gran necesidad. Villarrobledo ha de comprar trigo en Andalucía (donde se puede comprar a la tasa, veintisiete reales la fanega) y comunica a Juan Álvarez que, a pesar de las requisas hechas de grano en los campos, no se ha podido recaudar el trigo solicitado para Madrid, 1900 fanegas. El problema de Villarrobledo es ya un problema que afecta a todo el corregimiento de las diecisiete villas. En agosto, el corregidor de San Clemente es comisionado por el Consejo de Castilla (que, por primera vez, aparece con este nombre) para informar de las cosechas de los últimos diez años en las villas de su partido. Necesidades militares, corrupciones locales y la realidad de la esterilidad de los tiempos han generado un clima de desconfianza y recelo hacia las oligarquías locales por parte de las clases populares que ven los productos básicos de consumo gravados para el pago del servicio de millones. Hasta los segadores deben pagar la octava del vino consumido en la siega y que forma parte de su salario. En este momento, la irredenta Villarrobledo, que se había intentado sacudir el control del gobierno por el corregidor de San Clemente, y ante la intervención directa en sus asuntos locales de los jueces enviados por la corte, ve en el corregidor de San Clemente un defensor de sus intereses y hará del corregidor Diego de Gallo de Avellaneda una apología y ejemplo del buen gobierno con mucha quietud y el partido estar provisto de los mantenimientos y cosas necesarias. Se solicitará la prórroga del mandato del corregidor, mientras la villa sufre nuevos requerimiento de alcaldes de casa y corte, esta vez Juan Quiñones, que pide el envío de cuatrocientos carros a la Solana, para transporte de trigo a la corte. Villarrobledo dice que no tiene tal cantidad de carros, además de que algunos de ellos están ocupados en la conducción de las 1900 fanegas de trigo a la corte y otros tantos en la vendimia y siembra. En este contexto de escasez, la villa se planteará la creación de un mercado franco, algo que sabe es imposible de concretar.


ACTAS DE VILLARROBLEDO (1630)

Friday, February 14, 2025

VILLARROBLEDO (1627)

 Al comenzar 1627, Villarrobledo lo seguía confiando todo a sus campos de cereal. Sus labradores extendían sus cultivos por sus términos y por los pueblos próximos, de tal modo que partían de noche a arar y sembrar tierras distantes a cuatro y cinco leguas de la villa. Es más, se pedía a la iglesia que dejara trabajar a los herreros las tardes de los domingos y fiestas de guardar y que se encendieran los fuegos de las fraguas en días feriados. Las crisis pasadas habían dejado sus huellas y a comienzos de año, tal como mandaba una cédula real, se deberían dar los primeros pasos para establecer a costa de propios o nuevos arbitrios un sistema de beneficencia local para atender a niños huérfanos y desamparados. Sin embargo, la realidad y la tradición podían más: la villa contestará que no hay niños huérfanos o desamparados, pues "caso que aya algunos güerfanos por ser desta villa su principal trato la labor y cría de ganado se acomodan para los dichos ministerios". Si bien se encomendará a un regidor y al cura de la villa se busque casa y medios de los propios para el acomodo de estos niños.

Don Antonio de Narváez Guzmán, capitán de infantería sustituye a Luis Díaz de Navarra como sargento mayor de la gente del milicias del Reino de Murcia y Marquesado de Villena, aunque el nombramiento es de 15 de noviembre de 1625.

Todavía pesaba como una losa pesada el censo de 25000 ducados tomados para la ampliación de término y jurisdicción de Villarrobledo, creemos que en el año 1557. Aunque la villa se había planteado en un principio redimir el censo en ocho mil ducados, la realidad es que la guerra de los morisco en 1570 y los años de esterilidad en esa época lo hicieron imposible. El coste de dicha guerra había supuesto seis mil ducados.



*************

La fundación del pósito de pobres por don Francisco Pacheco tiene lugar, via testamentaria, en 1580. Deja trescientas fanegas. La administración corresponde sucesivamente a los curas de las villa: doctor Ruiz, doctor Uceda y Torres, y el licenciado Sanvicente. Ahora, con el nuevo cura, Blas de Morales, se le acusa de disponer de las fanegas del pósito en provecho propio (más de 2000 fanegas dadas por el ayuntamiento al pósito).

Wednesday, February 12, 2025

VILLARROBLEDO (1626)

 Si el año 1625 había acabado con con el reclutamiento de 300 hombres, 1626 comenzará con la concesión de arbitrios para armar a estos soldados. Sabemos que esta leva viene directamente del Consejo de Guerra por carta de Diego de Toledo y Guzmán, ordenando levantar seis mil soldados. Villarrobledo sacará 1000 ducados del pósito, amén de arrendar para pasto sus dehesas con la entrada de nuevas cabezas de ganado caprino. La villa, por otra parte, estaba decidida a acabar con el pleito con don Alonso Muñoz de Oropesa por las tierras que tenía ocupadas por impago de su censo al que estaban hipotecadas, para lo cual pagaría la cantidad adeudada.

La composición de los regidores del ayuntamiento nos dan a entender la entrada sucesiva de labradores ricos al gobierno de la villa, como, también, el excusado mayor y menor obrero en el pago de las rentas decimales (es decir, los dos mayores hacendados cuyas rentas decimales iban directamente a la corona), que era en sendos casos Andrés Romero Díaz. Este patriciado de labradores veía mal la intromisión del corregidor de San Clemente, que seguía actuando por comisión del Real Consejo, y entendiendo en cierta querella criminal del capitán Diego Muñoz de la Calera contra Alonso Morcillo o el alcance resultante de la administración del pósito contra Alonso Roldán y sus fiadores (40000 reales). El corregidor Castrillo Guzmán también estaba comisionado para entender en la administración de los mil ducados concedidos para armar los soldados. A pesar de los deseos de exención del corregimiento de Villarrobledo, la realidad era que la política centralizadora de la corona y el conde duque de Olivares confiaba en la institución del corregidor para llevarla a cabo, desconfiando de los concejos y sus élites locales. El corregidor ya ni siquiera intervenía directamente o a través de su alcalde mayor, sino que delegaba en abogados y juristas como el licenciado Rodrigo Cantos. Las intervenciones del corregidor aprovechaban las propias desavenencias entre las élites villarrobletanas: Romero, Roldán, Moragón, Morcillo,... concretamente fueron los Morcillo el caballo de Troya para las intervenciones del corregidor de San Clemente, que, en las cuentas que había tomado en 1623 de los últimos veinte años había destapado numerosas irregularidades en la administración del pósito y los propios y castigado con elevadas penas a los principales de la villa.

Las intromisiones de San Clemente eran paralelas en el campo militar. Cansado de las largas del concejo villarrobletano en disponer de su compañía de cien soldados, el marqués de los Vélez, adelantado del Reino de Murcia, cometía al capitán sanclementino Pedro de Valenzuela para intervenir en la compañía militar de Villarrobledo y su armamento, amparándose en sendas cédulas de 27 de diciembre de 1625. Ahora el distrito militar a cargo del marqués de los Vélez, que tenía como cometido defender las costas de los ataques berberiscos, se ampliaba del Reino de Murcia y Marquesado de Villena hasta el arcedianato de Alcaraz y Campo de Montiel. La política centralizadora del conde duque de Olivares daba sus primeras señales en estos territorios. En octubre, se pide de nuevo tener aprestados los soldados ante la amenaza de ochenta navíos armados de Inglaterra y Holanda. Poco antes se había alojado en la villa una compañía de ciento setenta infantes.

Si el río Córcoles apenas si daba problemas a Villarrobledo, sí que los daba a sus vecinos de Socuéllamos. Río de carácter endorreico que desaparecía prácticamente en Socuéllamos, se hacía visible y de forma catastrófica con grandes avenidas en época de lluvias. Así se quejarán los de Socuéllamos:

los grandes daños que el agua del río Córcoles les ha hecho y hace destruyendo y anegando la dicha villa y causando grandes enfermedades sin que estos daños se ayan podido reparar. 

Para remediar estas avenidas, se proponía: tomar el agua del dicho río por el molino que llaman de los árboles  que está en esta jurisdición y hecharlo por otra parte

Este año de 1626, los problemas de abasto de pan continuaban para la villa y ese hablaba de esterilidad en dicho año. El regidor Pedro de Montoya pedía que el pan estaba a siete maravedíes la libra y con riesgo de subir su precio, mientras que en el pósito de la villa, negando el fin para el que había sido creado, se acumulaba mucha cantidad de trigo de años atrás, que, ahora, se pedía se panease en pan cocido para las necesidades de los vecinos. La razón era otra, sin embargo: que de causa de las grandes aguas del invierno pasado se moxó mucha parte del trigo de lo que tenía en sus cámaras (el pósito) de lo que tenía en sus cámaras y graneros




IGLESIA DE EL PROVENCIO
"Mandose dar licencia a la villa de El Provenzio para sacar piedra de la juridición (de Villarrobledo) para la fábrica de la iglesia de la dicha villa del Provenzio por su carta que se pide se vido (19 de enero de 1626)"


ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO DEL AÑO 1626

Tuesday, February 11, 2025

Villarrobledo (1625)

 Para pagar sus deudas en Madrid de los préstamos tomados, Villarrobledo preparaba un carro con tres mulas y dos guardas para transportar los 8500 reales de aquel comienzos de año de 1625. Los réditos de los censos eran exigidos en plata, pero por su escasez la villa pedía al Consejo Real la posibilidad del pago en moneda de vellón. Los regidores mantenían la tradición de procesionar con velas blancas para el día de la Candelaria.

La escasez de pastos llevaba a la ciudad de Alcaraz a desempolvar una ejecutoria de 1560 para reivindicar que sus ganados pudieran pastar en la Bernagosa y el Calaverón, a pesar de que esta última dehesa estaba a once leguas de la ciudad. Una petición de informe por la corona, solicitando las tierras que hay o se podrían dedicar al cultivo de cáñamo y lino, en regadío, es contestado por el ayuntamiento de Villarrobledo que las tierras de esa villa son labrantías y únicamente serían aprovechables las tierras bañadas por el Záncara en los términos colindantes con Las Mesas y El Provencio y al mediodía el río Córcoles, pero dichos ríos o están secos o llevan tan poca agua que no pueden regar las semillas de cáñamo o lino. La petición de 8 de marzo de 1625 era de mayor interés, pues solicitaba las tierras labradas, baldías, propias del concejo o de señores particulares y los diferentes cultivos existentes o valorar si esas tierras eran aptas para otros cultivos y se planteaba la concesión de préstamos a bajo interés (censos perpetuos moderados). La constatación del ayuntamiento nos da una idea de la extensión de cultivos que no dejaba margen para nuevas plantaciones:

acerca de la dicha cría y plantío de lino y cáñamo que esta villa y que su término y juridición no tiene ríos ni vegas capaces para ello que las tierras incultas y baldías que ay en el son muy cortas e incapaces y su disposición no es para plantío de ningún género de árboles ni crías de pan y son llecos del concejo que solo sirven de majadas para los ganados y están en cerros y en riscos y áridos para qualquier plantío, en los quales baldíos ningún señor particular tiene parte y solo se cría en ellos atocha y romero y no se puede plantar en esta tierra  criar ni plantar árboles ni viñas ni se puede labrar para pan y no ay persona que la quiera ni pueda arromper por no ser de provecho más para solo las dichas majadas de ganado y por no ser capaces para ello y criar de ganado los vecinos que lo tiene los llevan fuera al término de Murcia y Alcaraz y el Castellar de Santisteban y otras partes. La demás tierra del término desta villa que por algunas partes es distancia de quatro leguas y por otras de a tres y a dos son eredades de vecinos labradores que las cultivan y labran en mucho tiempo a esta parte la cosecha de pan y plantíos de viñas que es el principal trato y granjería desta villa y sus vecinos.

En agosto, la intranquilidad viene por el peligro berberiscos en la costa. El marqués de los Vélez avisa que las armadas de Argel están saqueando las poblaciones de la costa y puertos, por lo que se pide que se hagan alardes de la gente de milicia en el Reino de Murcia y marquesado de Villena. El marqués de los Vélez pide trescientos soldados, la villa responderá que no puede aportar más de los cien de la milicia del Reino. Más soldados sería poner en riesgo la estructura productiva de la villa.


Estructura de la milicia

  • Capitán: Diego Muñoz de la Calera
  • Alférez: Pedro Lozano Vargas
  • Sargento : Alonso del Peral
  • Cinco cabos
  • Cien soldados


Thursday, February 6, 2025

VILLARROBLEDO (1628-1629)

El año 1628 empezó con la cédula real de final de año que compelía a aportar 18000 ducados a los pueblos del distrito militar del marqués de los Vélez. El Consejo de Guerra constaba el fracaso de cualquier intento de reclutar infantes en las villas y optaba por la recaudación pecuniaria. Pero ahora el distrito era más amplio: del Reino de Murcia y Marquesado de Villena se ampliaba al acedianazgo de Alcaraz y Campo de Montiel. Villarrobledo mostró sus protestas, la villa estaba cargada con 30000 ducados por la extensión de jurisdicción y término de 1567 y con otros 26000 por la exención del corregimiento de San Clemente, además había acotado sus dehesas y pinares para el arrendamiento y poder pagar las compradas rentas de escribanía, almotacenía y correduría.

 El 28 de marzo de 1628, el alférez Pedro Lozano Vargas comunica la muerte de Diego Muñoz de la Calera, solicitará la elección de un nuevo capitán entre una terna de candidatos; dicha elección recaerá en el mencionado alférez. En Villarrobledo había hombres con experiencia militar tales como Juan Cano Culebro, alférez con experiencia en Flandes o el capitán Fernando Pacheco, que sería determinante para el nombramiento de Pedro Lozano Vargas y con experiencia militar en Sicilia y Nápoles, amén de hidalgos. Por cédula real de siete de junio se nombrará como nuevo capitán a Pedro Lozano de Vargas.

En agosto de 1628, los pósitos están sin trigo, incluso al de los pobres se le deben 800 fanegas. Aprovechando la cosecha se pedirá a los vecinos que vendan su trigo al pósito mayor. Villarrobledo ya no puede aportar trigo a la corte y villa de Madrid, de hecho este año, en el mes de julio, lo aportan las localidades de Mora, Quintanar de la Orden y otras comarcanas, pero el juez Espinosa Marañón sí que exige carros para el transporte del trigo, hasta cien carros, que la villa consigue reducir hasta cincuenta, para a continuación exigir otros sesenta. Villarrobledo incumplirá, alegando que sus trabajadores están en los campos, en sus cosechas, por lo que el juez se llevará preso al alcalde Pedro Montoya Vizcarra y al regidor Miguel Sánchez de los Herreros. La villa cumplirá embargando carros de vecinos y de forasteros.

Sobre la paupérrima cosecha de este año valga esta declaración del ayuntamiento:

por quanto por decretos desta villa se a desecho el trigo de pósito della  en pan cocido dándose a los panaderos para la provisión de los vecinos e pasaxeros a noventa libras por fanega acudiendo a ocho mrs. por libra y el trigo que el dicho pósito tenía se va acabando y la cosecha de este año conocidamente es de poca consideración en esta villa de cuya causa oy se vende el trigo de la cosecha deste año por treynta reales como se a entendido públicamente y atento que el caudal del dicho pósito está en dinero y atento que se an hecho dilixencias para dar dinero a los labradores para que lo vuelvan en trigo como valiere no a sido bastante remedio y an recibido muy paca cantidad  y conviene con toda brevedad el dinero que tiene el dicho pósito se emplee en trigo atento se a dado noticia que muchos positos de lugares comarcanos lo están comprando en esta villa para que tenga efecto el hacer la dicha provisión

El problema de fondo era los altos precios que estaba alcanzando el trigo. Un regidor de Campillo había comprado trigo en Villarrobledo a 30 reales la fanega. Pero a Villarrobledo acudían arrieros y carreteros de todas partes, lo que nos lleva a poner en duda que la cosecha fuera tan aciaga. Así, los villarrobletanos se vieron obligados a comprar el trigo al mismo precio que lo vendían a los pueblos foráneos, a treinta reales, mientras los labradores especulaban con el grano de sus eras: se a dado noticia que lo venden a mayor prescio a forasteros, sacándolo de noche o dándolo en heredades donde lo tienen los dichos labradores entroxado y de no hallarse la dicha provisión del pósito para el remedio de los vecinos por ser el año muy necesitado y estéril se siguen notables daños.

Para final de año, se pagan los réditos del censo del marqués de Cañete en vellón, ante la imposibilidad de hacerlo en plata. Si la villa tenía necesidad, la corona también, por esa razón se devolvieron los oficios de regidores consumidos unos años antes, cuando la villa pasó de 36 regidores a 14. Si la villa tuvo que pagar por consumir los oficios de regidores, ahora cada uno de ellos tuvo que pagar 800 ducados por recuperar el oficio.

El año finalizará con las órdenes que llegan del Consejo de Guerra para tener prevenida la milicia del Reino, compuesta por cien hombres y ahora al mando de capitán Pedro Lozano Vargas (y que ahora se ampliará a Las Mesas y El Pedernoso), al tiempo que la villa pide trigo prestado al conde de Barajas para la sementera de los labradores y para sus vecinos. El trigo ha alcanzado el precio de 30 reales la fanega.

El año 1629 será un año en el que la villa de Villarrobledo hará esfuerzos por sanear la hacienda municipal. A ello contribuirá la pragmática de siete de agosto de 1628 con una deflación de la moneda de vellón a la mitad de su valor. Pata el pago de las mercedes reales (exención jurisdiccional, corredurías,...) la villa se veía obligada a tomar prestada dineros, pero también se le daban ciertos arbitrios para facilitar los pagos. En años anteriores, los arbitrios fueron arrendar las yerbas de los pinares de Calaverón, Bernagosa y Hoya Roldanes o establecer sisas sobre las carnes y tocino. Ahora se acotarán dos nuevas dehesas; una en el camino de Minaya, junto a la carnicera y la otra limitando con términos de Socuéllamos y Alcaraz.

De nuevo la villa, con su procurador y abogado licenciado Pedro Romero, por la injerencias de la justicia de San Clemente; esta vez, aprovechando una nueva pragmática para la conservación de los pósitos. Detrás estará tanto la administración de su caudal como las deudas impagadas por algunos notables o casos de fraude, como la causa contra Blas Morcillo por falsedad en una medida. En cualquier caso, la cosecha de 1629 se esperaba abundante y se adelantarán en mayo doce mil reales del caudal del pósito a los vecinos a devolver con la cosecha de agosto.

Estaba cambiando el panorama exterior de la monarquía hispánica. Don Gonzalo de Córdoba estaba en aprietos en el cerco de Casal y la "reputación de las armas de su majestad" en entredicho. Pero Villarrobledo ponía escusas para no acudir en socorro de su rey e incluso decía sentirse molestada por venir la orden a través del corregidor de San Clemente, dando a entender que Villarrobledo estaba subordinada a esta última villa. En una sesión "nemime discrepante" se decide aportaciones voluntarias en dinero y llevar un cuaderno con los donantes. La ceguera no dejaba ver el momento histórico que se vivía. En el otoño la corona enviará a un miembro del Consejo Real Fernando Ramírez Farina para dar licencias para la concesión de arbitrios a las villas, con las que puedan tributar, pues el real patrimonio está exhausto, es el comienzo de una sangría que ira ligada a la política militarista del conde duque de Olivares y que tendrá su primer capítulo en la guerra de Mantua y el cerco de Casal. Seis meses después Farina llega en persona con al real cédula de abril, entonces incumplida, y pidiendo dinero: 22300 ducados a pagar al tesorero de Villanueva de los Infantes. La contrapartida es la perpetuación como propios de dos oficios de fieles ejecutores, dos reales por cada libra de azafrán, un real por cada fanega de trigo, un maravedí por azumbre de vino, el arrendamiento de tiendas tabernas, tiendas de aceite, pescado y traperías, cuatro maravedíes por cada cabeza de ganado vendida y arrendamiento de Matas Verdes.

Mientras, la villa se divertía, el catorce de junio de 1629, día del Corpus o del Santísimo Sacramento, tras pedir licencia al cardenal infante don Fernando, arzobispo de Toledo, se celebrará la fiesta por todo lo alto, con representación de auto sacramental y comedia en la parroquia de San Blas. La fiesta era organizada por la cofradía y se celebraba una misa mayor. La representación y conversión de la iglesia en patio de comedias no hizo mucha gracia al cura, que se ausentó de la representación y del asiento privilegiado guardado a él y sus clérigos. En actitud de desprecio, el cura y sus clérigos decidieron almorzar en la sacristía, en tanto que los feligreses esperaban para comenzar la representación del auto sacramental; hartos de la espera, decidieron comenzar la representación sin el cura. El cura, obviando la representación del auto sacramental decidió sacar el Santísimo Sacramento sin música ni capilla y haciendo sonar las campanillas que guían la custodia para comienzo de la procesión, mientras el resto de vecinos asistían al auto sacramental. El pueblo atónito veía cómo la procesión comenzaba sin música, canto de órgano y en lo que se veía como indecencia sin palio y sin autoridades civiles; el cura, entretanto seguía con la procesión por el pueblo mediando algunas palabras injuriosas para sus vecinos. El pueblo tachó al cura Blas de Morales de indecente por el modo de proceder e interrumpir la representación del auto sacramental.

Las diferencias de Villarrobledo no solo venían con la justicia de San Clemente, también con sus vecinos. En junio de 1629, denunciará a Diego de Haro por talar sus criados varios pinos en el Calaverón. Diego de Haro nos aparece como poseedor de una venta próxima: hicieron ciertas cortas en el pinar del Calaverón, jurisdicción de esta villa, donde el susodicho tiene una venta y heredamientos de viñas.

A los pueblos del corregimiento de las diecisiete villas llega a finales de octubre una cédula real de 19 de octubre de 1629, anunciando el nacimiento dos días antes del príncipe Baltasar Carlos. El acontecimiento será recibido con pólvora, cohetes, luminarias y fiestas en la plaza de los pueblos del día 26 de octubre, La gente no lo sabe, pero todas las esperanzas, luego malogradas, de la monarquía hispánica están puestas en este niño.

Alonso Yáñez de Mendoza, vecino de Guadalajara, patrón de la prestamera de la iglesia de Villarrobledo.

ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO

EL CERCO DE CASAL Y EL COMIENZO DEL FIN
La guerra de Mantua se desarrolló entre 1628-1631. Una guerra dinástica por la falta de herederos de la familia Gonzaga, donde se enfrentaron las armas españolas y francesas. Sería el primer gran fracaso de las armas españolas por la imposibilidad de tomar la fortaleza de Casal, primero con Gonzalo de Córdoba y luego con Ambrosio de Spinola.
A nosotros nos interesa porque fue la primera vez que la guerra fue algo que se apareció a los ojos de las villas del sur de Cuenca. San Clemente, el año 1628, se vio obligada a alojar soldados heridos repatriados y, en la primavera de 1629, la Corona hace un llamamiento a las villas pidiendo su colaboración "por el aprieto" del asedio del Casal y por estar en juego "la reputación de las armas de la monarquía". Para la primavera de 1629, se pide esté preparada la milicia del Reino, un organismo militar creado en 1598, inoperativo durante años, luego la voluntariedad de las villas para aportar hombres. La respuesta de las villas fue la evasiva, evitando el compromiso con una aventura que veían lejana. En el otoño, el Corona lo que pide es dinero, nuevas sisas se imponen sobre productos de consumo básico o sobre la venta de productos "exóticos" como el azafrán. Esta vez, los servicios serán compulsivos.
Las villas no lo saben, pero han entrado en una dinámica militarista de la que ya no saldrán. Cuando el 19 de octubre reciben la noticia del nacimiento dos días antes del príncipe Baltasar Carlos y lo celebran con fiestas de pólvora y luminarias, no pueden imaginar que esas grandes esperanzas por el nacimiento del heredero serán trocadas en desesperanzas por su muerte diecisiete años después. La desgracia del príncipe Baltasar Carlos será un reflejo del triste futuro de la monarquía hispánica. Su corazón permanecerá en el altar mayor de la Seo de Zaragoza, su cuerpo embalsamado será llevado a El Escorial.

Tuesday, February 4, 2025

Villarrobledo (1624)

 El año 1624 comenzó entre los pagos habituales de deudas y elección de oficios, si bien ahora por orden de Baltasar Gilimón de la Mota, del Consejo de Hacienda, se finiquitaron las cantidades adeudadas de la reducción de oficios del año pasado. Los pleitos eran repetitivos con Munera por las dehesas de los Jarales y la Bernagosa. Los oficiales locales del Consejo de la Inquisición, dependientes del Tribunal de Murcia, exigían un puesto preponderante en la iglesia de San Blas y al lado del Evangelio cuando se leyeran edictos del mencionado tribunal.

No se hace mención de las cosechas de ese año, aunque sí de la falta de lluvias en otoño, pero sí de las dificultades de hacer frente a las deudas y concretamente a los réditos del censo de don Pablo de la Peña, al que se le debía 1446010 maravedíes. La visión de la crisis vivida por la villa ese mes de septiembre es que había empezado en el año 1614 (secas, hielos y langosta y por pleitos y excesivos gastos que han consumido los propios), y ahora se sufrían las consecuencias. Al pago de esta deuda sucedía la de los servicios de millones y fiestas de toros para la virgen de la Caridad. EL concejo pidió un repartimiento extraordinario entre los vecinos. Únicamente había un modo de no pagar: tener seis hijos varones vivos, tal como decían las pragmáticas reales.

Es cierto que el 20 de noviembre de 1524, el regidor Pedro de Montoya Vizcarra plantea un plan de consolidación de la deuda, unificando los intereses de los réditos en el cinco por ciento. Los acreedores de los censos que reconoce en ese momento son: 

  • Pablo de la Peña Carbajal, vecino de Toledo: 16000 ducados de la ampliación del término y jurisdicción, 4000 ducados de la escribanía pública, 2100 ducados de una escribanía del ayuntamiento y 3200 ducados sobre el caudal del pósito
  • Don Gonzalo de Cáceres y Heredia, vecino de Segovia, 2267065 maravedíes (6045.5 ducados) para la exención y primera instancia del corregimiento de San Clemente.
  • Don Gabriel de Cárdenas, por el motivo anterior, 4275 ducados
  • Don Juan Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, por el motivo anterior, 8500 ducados.
  • Capitán Urriaga (o Yrárraga), estante en corte, por el motivo anterior, 500 ducados

La cosecha del verano se vio truncada por un otoño seco que impedía sembrar a los labradores, por lo que se hicieron rogativas a la virgen de la Caridad: por quanto la necesidad y falta de agua es notable y el tiempo va muy adelante y por la sequedad del tiempo no se siembra y en esta villa es cosa muy conocida la gran devoción en que los vecinos della ay con la santa ymagen de nuestra señora de la Caridad extramuros desta villa, conviene se traiga a la yglesia mayor della para que diciéndose misas y haciéndose otras devociones suplicando a nuestra señora se sirva de enviar sus rayos y misericordia.


**********************

"se acostumbra a traer a esta villa una fiesta de toros que se corran en la dicha fiesta por onra de la que se hace en la fiesta de nuestra señora de la Caridad desta villa se acostumbra a dar de propios de esta villa para ayudar a ella y a comprarla y traerla mandaron librar y desde luego quedan librados en propios desta villa la qantidad que montaren y costaren de compra siete toros de muerte con su cabestraje para que se corran en la dicha fiesta"



ACTAS MUNICIPALES 1624