El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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domingo, 3 de marzo de 2024

JOSÉ DE HARO CASTAÑEDA Y FERRER

 

GENEALOGÍA DE DON JOSÉ DE HARO CASTAÑEDA Y FERRER (bautizado el 5 de mayo de 1666 en Villanueva de la Jara)

PADRES

Antonio de Haro y Castañeda, vecino de Chinchilla, y Ana Isidora Ferrer, natural de Villanueva de la Jara

TÍAS POR PARTE DE PADRE

Francisca de Haro (madre de Fernando Antonio Núñez y Robres, caballero de la orden de Montesa) y Magdalena de Haro (madre de Marcos Enríquez, caballero de la orden de Montesa)

ABUELOS PATERNOS

Diego López de Haro y María Castañeda, naturales de Alarcón, y residentes en Motilla

ABUELOS MATERNOS

Juan Ferrer, natural de Villanueva de la Jara, y Francisca Rosillo Ruiz de Alarcón, natural de Palomares de Campo (hija de Gaspar Rosillo, natural de San Clemente y sobrina de Francisco de Alarcón, obispo de Pamplona y Córdoba, del linaje de los señores de Valera de Arriba)

Partida de Bautismo de Juan Ferrer

Villanueva de la Jara, 27 de febrero de 1587, hijo de Martín Ferrer y Ana de la Osa

En la iglesia de Santa María de Alarcón se encontraban los libros sacramentales del resto de iglesias de la villa de Alarcón: Santísima Trinidad, San Juan, Santo Domingo, Santiago y la propia iglesia de Santa María. Los libros habían sido trasladados allí desde el resto de iglesias. En 1654, la iglesia de la Santísima Trinidad sufre un incendio en el que se pierden los libros de Bautismo. El incendio afecta a la sacristía y archivo parroquial.

Diego López de Haro había sido bautizado en la parroquia de la Trinidad, donde se bautizaban los hombres principales de Alarcón; los bautizados en esta iglesia tenían el privilegio de antelación para las becas del Colegio de Cuenca del Monte Olivete de Salamanca. Don Diego de Haro vivía en la calle de los Caballeros, perteneciente a la parroquia de Santa María; los Haro tenían en la puerta de su casa y los cuartos de las mismas, sus armas en los escudos. Los Haro de Alarcón tenían su enterramiento ("sepultura sumptuosa") en el presbiterio de la iglesia de San Juan


Archivo Histórico Nacional, OM-CABALLEROS_MONTESA,Exp.243

sábado, 24 de septiembre de 2022

Sisante y los Alarcón

 Los Ruiz de Alarcón de Sisante no son tales, pues su descendencia por vía recta de varón viene del doctor Pedro González del Castillo y su bastardo el licenciado Fernán González del Castillo.

En 1562, el sucesor de la familia era Pedro Ruiz de Alarcón, que disfrutaba en Sisante de la herencia familiar en la dehesa de Olivilla. Ahora los conflictos eran con la villa de Vara de Rey de la que dependía su aldea Sisante. Pedro Ruiz de Alarcón había sido condenado por el alcalde de Vara de Rey Jorge López de Gabaldón por haber movido los mojones de su dehesa de Olivilla y ocupado otros términos ajenos. Pedro Ruiz de Alarcón conseguiría provisión favorable de la corte para reabrir el caso, pero esta provisión no sería notificada hasta diciembre de 1563 a los regidores Diego de Buedo y Ginés de Andújar. 

El proceso contra Pedro Ruiz de Alarcón lo había llevado el concejo de Vara de Rey ante la justicia de su alcalde, actuando como procurador de la villa, el regidor Ginés de Andújar. No es que Pedro Ruiz de Alarcón fuera ajeno a ese concejo, pues detentaba el título de alferez de la villa. El conflicto venía, una vez más, por la necesidad de tierra de los sisanteños, aventura al que no debía ser ajeno Pedro Ruiz de Alarcón. El deseo de apropiarse de tierras en torno a la dehesa de Olivilla, término que había sido de caza, monte y pastos, provocó el conflicto, haciendo uso de la fuerza el citado Pedro Ruiz de Alarcón con sus criados y guardas.

Pedro Ruiz de Alarcón fue conminado a presentar los títulos de propiedad sobre la dehesa de la Olivilla mediante un auto requisitorio que recibió su criado Tomás Aparicio en los molinos del licenciado, junto al Júcar y en término de Castillo de Garcimuñoz. El caso es que Pedro Ruiz de Alarcón no tenía o no presentó los títulos que hubieron de corresponder al doctor Pedro Gonzáles del Castillo, así que se retrotrajo a la posesión familiar de la dehesa de la Olivilla desde tiempo inmemorial y con límites claros y definidos.

Las primeras incursiones de Pedro Ruiz de Alarcón en territorio que el concejo de Vara de Rey reclamaba como propio, fue en la llamada Punta del Arenal, cerca de la casa de Buedo de la Rada, hacia Tébar. A caballo y con dos criados andaba Pedro Ruiz moviendo mojones. Don Pedro había ensanchado su dehesa alrededor de entre ciento cincuenta y seiscientos pasos por diferentes parajes conocidos como el Arenal, la Carrasca, Tejarejos, el vallejo del Gato, el Enebro, el Calderón, el Tobarejo o los Calvillos, poniendo en duda aprovechamientos comunes como el pozo de la Olivilla, aunque sus acusadores, entre los que se hallaba la viuda de Martín de Buedo de la Rada, estaban labrando estos terrenos y cercenando aprovechamientos comunes, entre ellos, el agua del pozo de la Olivilla, donde bebían los ganados y anejo a las propiedades de Ruiz de Alarcón, que había defendido sus propiedades con un valladar.

La dehesa de Olivilla se había apeado en 1526 por diversos apeadores: Juan de Moratalla el viejo, Diego González, Pedro Martínez Pintor, Ginés de Llanos, este último vecino de San Clemente y escribano. Se apeó a petición de Alonso Carrillo, hijo de Alonso Álvarez, señor de Cervera como tutor de Pedro Ruiz de Alarcón. La ocupación de términos de Pedro Ruiz de Alarcón lo enfrentaba a la familia Buedo que tenía su casa y heredades al lado.

La sentencia del alcalde de Vara de Rey decía así: "que el dicho Pedro Ruiz y sus actores an tomado y ocupado del término común baldío desta dicha villa y concejo della y metídolo en la dehesa que pretende tener que dize de la Olivilla término desta dicha villa ensanchando la dicha dehesa en ello y despojando a esta dicha villa de la posesión que en ello tenía especialmente desde el mojón que en la dicha dehesa solía estar puesto para división della y del dicho término común baldío en la halda del cerro que dizen Tejarejos hazia el de la hoya la Graxa y hazia el del Vallejo el Gato y el pozo que dizen de la Olivilla y hasta dar en el mojón del Carril pegado a la hoya Mari Alva y que para esta dicha ocupación la parte del dicho Pedro Ruiz no a mostrado título bastante". La sentencia recogía además la retirada del título de alférez si no restituía los términos ocupados.

La defensa de Pedro Ruiz de Alarcón muestra su aislamiento en el juego político de Vara de Rey, en su apelación recuso a los jueces, el alcalde y su acompañado Diego López del Río. Pidió ser juzgado por letrados con conocimiento de justicia, siempre que no fuera el licenciado Antonio León. De poco le valió, pues la villa mandó a Ginés de Andújar a tomar posesión de los términos usurpados, a la antigua usanza:

"Luego el dicho Ginés de Andújar en el dicho nonbre de la dicha villa tomó la posesión conforme a la dicha sentencia y en señal de posesión tomo un açadón e rozó ciertas atochas e corto de un pino ciertas ramas dél e continuando la dicha posesión e de como la tomaba e tomó pidió a nos los dichos escrivanos se lo diésemos por testimonio". El terreno recuperado fue considerado baldío, propiedad del concejo de Vara de Rey y para aprovechamiento de sus vecinos. Justo en un momento que la Corona reclamaba estos baldíos para sí.


Concejo de Vara de Rey 25 de junio de 1562, no asisten otros regidores

Jorge López de Gabaldón y García Sánchez de Jávega, alcaldes ordinarios

Amador de Jávega, Ginés de Andújar, regidores

Ginés de Buedo, alguacil mayor

Testigos

Diego de Pedro López Simón, vecino de Sisante.

Pedro Serrano, morador de Sisante

Pedro Lapuerta, morador en Tébar

Pedro González, vecino de Sisante

Miguel Herrainz, morador en Sisante

Pedro García, morador en Sisante

Jorge López, morador en Sisante

Antonio Buedo, vecino en Vara de Rey, hijo de Martín de Buedo y Catalina Hervías

ACHGR, PLEITOS CIVILES, 2581-12

lunes, 28 de diciembre de 2020

Cristóbal y Jorge de Alarcón, hidalgos. De Cervera y Cañadajuncosa a El Peral

 

Cristóbal y Jorge de Alarcón eran hijos de Andrés de Alarcón, todos ellos naturales de El Cañavate, aunque los dos hijos habían llegado hacia 1510 y 1515 a El Peral para casarse. Al parecer estos Alarcones procedían de Cervera, de donde era el abuelo, Juan de Alarcón, casado con una Constanza Ruiz, vivía con dos hijos, el mencionado Andrés, y Alonso, este tuvo por hijo a un tal Gaspar, que consiguió ejecutoria. La hacienda familiar, donde residía el padre Andrés, estaba en la aldea de Cañadajuncosa, un pueblo de doce o trece vecinos a finales del siglo XV. La razón de este asentamiento de hidalgos en Cañadajuncosa era fiscal: los hidalgos no pagaban pechos en las aldeas, pretendiendo hacer del fraude un derecho, pero sí en la villa madre de El Cañavate.  Andrés de Alarcón, había venido desde Cervera a Cañadajuncosa a casarse con Constanza  de la Serna, hija de un hidalgo del lugar, Martín Alonso de la Serna. Conocemos a este Andrés de Alarcón por ser cuñado de Arias de Tébar, en compañía del cual acuchilló a Diego Piñán en 1483 en los campos, originando un conflicto que se extendió durante dos décadas y que debió condenar al exilio a Andrés de Alarcón durante una década. La buena estrella de Andrés, infortunios aparte, debía bastante al hecho de servir como escudero de Diego Pacheco, alcaide de Belmonte y con hacienda en El Cañavate, durante dos o tres años, aunque ya su padre se había destacado en las guerras del Marquesado. Es difícil saber las fidelidades mantenidas, aunque parece que la familia mandó a Alonso a luchar en la batalla de Toro contra los portugueses de Alfonso V en 1476. En El Cañavate, estaban asentados otros miembros de la familia Alarcón; así un tal Lope de Alarcón, Pedro de Alarcón, hermano de Andrés, y Juan de Alarcón, este último primo de Andrés y casado con una hermana de Constanza Serna.

La hidalguía de los dos hermanos había sido defendida infructuosamente por el suegro de Cristóbal, llamado Miguel de Alarcón, tenido por principal de la villa de El Peral. Ya el padre había tenido problemas; en El Cañavate por una concordia de 1511 se admitió el derecho a ocupar oficios concejiles con la condición de pagar los pechos. Tanto Andrés como su primo Juan parece que no aceptaron de buen grado estas condiciones y se negaron a pagar impuestos, en lo que debió ser una norma general en las aldeas dependientes de El Cañavate. La respuesta del concejo de El Cañavate fue embargar 170 vides a Andrés de Alarcón lo que llevó, una vez muerto su padre, a su hijo Cristóbal a defender su hidalguía ante la Chancillería de Granada.

El caso es que a ambos hermanos se les repartió pechos en El Peral por un cogedor llamado Miguel Ruipérez, que por impago procedió a tomar prendas a Cristóbal de Alarcón, cosa que no se llevó a cabo por responder por él un pariente llamado Montoya, dejando en depósito una cadena de oro. Otros valedores de los Alarcones eran el maestro Navarro y un iniestense llamado Juan Mateo.


En aquellos tiempos solo se tenía por hidalgos, y con reticencias a partir de 1526, a los hermanos Alarcón, a su suegro Miguel de Alarcón, con fama de caballero pardo, y otro hidalgo cuyo nombre no conocemos. 

Sabemos que hubo un repartimiento general en El Peral entre pecheros e hidalgos con motivo de la guerra de Alcira y Játiva, con motivo de las Germanías, y que Cristóbal tuvo que aportar algunas cabezas de ganado y dos ducados.

Los hermanos Alarcón consiguieron ejecutoria de hidalguía el 26 de febrero de 1528


Testigos de la probanza de 1526

Juan Cabañero, pechero de El Peral, 65 años

Pedro García, pechero de El Peral, 52 o 53 años

Juan Sánchez de la Plaza, pechero de El Cañavate, 68 años

Andrés de la Roda, pechero del El Cañavate, 55 años

Garci Álvarez de Tébar, vecino e hidalgo de la aldea de la Hinojosa, de la villa de Alarcón, 73 años. Hijo de Hernando de Tébar.

Hernán Sánchez de Sotos, vecino de Cervera, que es de Alonso Álvarez de Toledo, pechero. 82 años

Alonso Álvarez de Toledo, señor de Cervera, 72 años


ACHGR, HIDALGUÍAS, SIGN. ANT. 301-7-21. Ejecutoria de hidalguía de Cristóbal y Jorge Alarcón


domingo, 18 de noviembre de 2018

El hidalgo de Hontecillas




Iglesia de Hontecillas

le abía començado a conozer mozo en la dicha villa de Hontezillas que hera a media legua de la dicha villa de Vala de Rrey y que heran todas de un señor (el testigo se refiere a Valverde y Hontecillas, de los Ruiz de Alarcón) y después se abía casado en Buenache con hija de Juan Rruipérez y auía estado casado en la dicha villa de Ontezillas que lo que se acordaua auía estado casado hasta que la dicha su muger auía falleszido más de quinçe años y después de fallesçido el susodicho se abía casado segunda vez en la dicha villa de Vala de Rrey y que a lo que se acordaba abía que se abía ydo de la dicha villa de Ontezillas a la dicha villa de Vala de Rrey veynte años poco más o menos e que en el dicho tiempo abía conozido estando casado con su casa y su muger y bienes y fazienda y hato de ganado en la dicha villa de Fonteçillas de contino e que vivía del ofizio de labrador e que a lo que se acordava  y según su aspecto el que litigaua sería entonçes de sesenta y zinco años poco más o menos e que ansimismo abía conozido a Alonso de Alarcón padre de Antonio Alarcón  que litigaua más tiempo de zinquenta y zinco años viviendo en la dicha villa de Hontezillas de vista habla y trato y conversazión y quando lo abía comenzado a conoçer se acordaua que estava casado con María Delgado hixa de Benita López natural de la dicha villa de Hontezillas y que su marido se dezía Pedro Delgado y que le auía conoçido casado con la dicha María Delgado mucho tiempo hasta que la susodicha auía falleszido e que no se acordaban quantos años abían sido e después se abía tornado a casar segunda vez el dicho Alonso de Alarcón con una muger que hera natural de Valera de Yuso e que no auía auido en ella hijos podía aber que auía falleszido el dicho Alonso de Alarcón seis o siete años y que quando abía fallesçido le pareszía a este testigo que sería hombre de edad de ochenta años poco más o menos el qual auía vivido en el ofizio de labrador y que asimismo auía conoçido a Juan de Alarcón padre del dicho Alonso de Alarcón agüelo del dicho Alonso de Alarcón en la dicha villa de Ontezillas tiempo de diez años... e lo auía conoçido casado con Elvira Garzía el qual podía aber entonçes que auía falleszido más tiempo de zinquenta años al qual abían conozido vivir del ofizio de labrador y que tenía ganado 
El apellido Alarcón era un sobrenombre toponímico que recordaba a la vieja fortaleza, pero aportaba también unas resonancias hidalgas, que no habían de pasar por alto unos labradores enriquecidos y con ansia de ennoblecimiento. Tales eran los Alarcón de Hontecillas, labradores y ganaderos, que hacia 1530, vía casamiento de Antonio, habían marchado hacia Vara de Rey. La notoriedad de los Alarcón era innegable, a falta de la seguridad de que fueran hidalgos, era indudable que se comportaban como tales. Los convecinos de Alonso de Alarcón, no sin cierta malicia, se referían a él como ahí va el hidalgo de Hontecillas. No obstante, se tenía por naturaleza de los Alarcón las villas de Hinojosa y Castillo de Garcimuñoz.

¿De dónde le venía la hidalguía a los Alarcón? El padre, Alonso de Alarcón, se le veía con siete u ocho años como paje en Valverde, en casa del señor Pedro Ruiz de Alarcón. La vida de Alonso de Alarcón es la de un hombre de su tiempo: criado de un gran señor de niño, la falta de guerras hacía fútiles las esperanzas de medrar en las cortes señoriales; casado con una vecina de Hontecillas, María Delgado, durante treinta años, dedicado a sus tierras y ganados, viudo después, se volvería a casar con una vecina de Barchín (¿o Valera de Yuso?), hasta su muerte hacia 1545. En aquella época, los hombres mostraban su horror al vacío de la soltería. Las mujeres estaban a expensas de los vaivenes demográficos que les fueran más favorables, la escasez de género, y lo que era algo más común, la hacienda de la viuda casamentera.

La relación de los Alarcón con los señores de Valverde y Hontecillas era de antaño. Mari García, criada en la casa de Pedro Ruiz de Alarcón, recordaba como el abuelo Juan de Alarcón se dejaba ver por casa del señor. Juan de Alarcón (que había fallecido viejo hacia 1490) actuaba como mayordomo, que administraba la hacienda del señor de Valverde y Hontecillas
porque le daba cargo de su hazienda porque hera hombre ábil

En la hacienda de los señores debía intervenir tanto el marido como su mujer Elvira García, que era conocida como la mayordoma. Juan era hombre principal de la villa de Hontecillas, participaba con otros, a los que los testigos querían ver como hidalgos, en la recepción de los señores de la villa cuando tomaban posesión de ella y juraban respetar sus privilegios.
que este testigo auía visto en los libros del conçexo (de Hontecillas) que Pero Rruiz de Alarcón señor que auía seydo en la dicha villa de Honteçillas e Valverde que quando auían venido a ser señores que auían jurado ante el dicho Jhoan de Alarcón y antes otros hijosdalgo como hijosdalgo que guardaran los previlegios e costumbres de la dicha villa
 Juan dejó a su hijo como paje en casa del señor de Valverde. El niño seguiría de adulto al servicio de su señor como alcalde mayor y como escudero y de todo lo que se ofrecía, añadía un testigo. La cercana posición de Alonso en casa del señor de Valverde le había permitido acumular una sustanciosa hacienda en Hontecillas de heredades y viñas. Alonso procuraba presentarse con la prestancia de un caballero, así cuando iba a cazar al carrascal de Valverde
y siendo este testigo mozo auía ydo a caza a un carrascal que estaba en término de la villa de Valverde y venía el dicho Alonso de Alarcón a la caza a el dicho carrascal en su caballo e auía sido alcalde mayor en las dichas villas de Vlaverde y Hontezillas

Antonio de Alarcón había casado con una hija de Juan Ruipérez en Buenache, María Ruipérez, con la que había vivido veinte años en su oficio de labrador. Al morir su mujer, había casado de nuevo con la hija del hidalgo vararreyense Martín Moreno. A decir de Juan Redondo, un testigo natural de Honrubia, el primer epíteto que definía a los Alarcón era su oficio de labradores. Tal concepto definía a los Alarcón como poseedores de una consolidada hacienda de heredades y viñas en las que se apoyaba el poder de la familia. Es de temer, que la proyección social que les dio el cobijo de los Ruiz de Alarcón, fuera aprovechado por la familia, con el añadido de unas acertadas alianzas matrimoniales para consolidar e incrementar el patrimonio familiar. La fortuna hizo el resto. El patrimonio familiar pasaría a herederos únicos. Juan solo tuvo un varón, Alonso, y dos hijas que casaría con hidalgos de la zona. Alonso tendría como único heredero a Antonio.

La figura de Antonio de Alarcón plantea muchos interrogantes. Parte de ellos nos los resuelve Francisco del Castillo e Inestrosa, el nieto menor de Hernando del Castillo, el alcaide de Alarcón, que hacia 1551 contaba con 45 años. Francisco recordaba cómo Antonio había llegado a Vara de Rey hacía dieciocho años, hacia 1533, para casarse. Lo había visto pasar por su hacienda de Perona.

Testimonio de Francisco del Castillo e Inestrosa, vecino de San Clemente, nieto menor de Hernando del Castillo, alcaide de Alarcón.


Pero el paso de Antonio por Perona no había sido fugaz. En Perona se había empleado como rentero de los Castillo y sus propiedades durante cinco años. Decía de Antonio que era hijodaldo y como tal no había pagado las quince centenas del servicio ordinario que pagaban los pecheros de Perona,
que el dicho Antonio de Alarcón que litigaba auía venido a ser rrentero viniendo a vivir en Vala de Rrey a la dicha aldea de Perona jurisdizión de San Clemente que podía aber diez y ocho años poco más o menos ... que diz que hera suya la dicha aldea y de un hermano suyo (de Francisco del Castillo y de su hermano Hernando) y los renteros que allí vivían heran suyos y puestos por su mano
En Perona, Antonio de Alarcón había permanecido como rentero cinco años al servicio de los Castillo. Justamente ese año Francisco del Castillo, recién casado con Ana Cimbrón, discute con su hermano Hernando para marcharse a vivir en Guadalajara. Todo se nos queda en la oscuridad: el valimiento de Antonio por la poderosa familia Castillo de San Clemente. El matrimonio de Antonio con la familia de Pérez Ruipérez de Buenache, tenidos por David Gómez de Mora* como conversos; la razón de la llegada de Antonio a Vara de Rey, una vez enviudado, para enlazar con la familia hidalga de los Moreno. El trabajo como rentero de Antonio Alarcón al servicio de Francisco del Castillo, que en esto seguía los pasos de otro hidalgo, Rodrigo Zamora, que había servido al padre Alonso del Castillo. Y, sobre todo, el paralelismo en el tiempo del pleito de hidalguía de los Alarcón con ese otro de los hermanos Castillo de San Clemente.

El testimonio de Francisco del Castillo y otros convecinos valió a Antonio del Castillo una sentencia favorable de hidalguía el día 10 de febrero de 1553, que venía a revocar otra negatoria anterior.  La sentencia definitiva no llegaría hasta el 18 de febrero de 1556




Testigos de probanza de 1551

Miguel Sáiz de la Blanca el viejo, vecino de Valverde, pechero de 75 años
Mari García, mujer que fue de Lázaro Coronado, 80 años, vecino de Valverde (a media legua de Hontecillas)
Martín Sáiz de la Cámara el viejo, vecino de Hontecillas, 80 años
Juan Redondo, natural de Honrubia, lugar de Alarcón, pechero de 80 años
Juan Fernández de Pareja, vecino de San Clemente, hijodalgo, 76 años, natural de Buenache (a una legua de Hontecillas)
Francisco del Castillo e Inestrosa, hombre hijodalgo que se dijo ser, vecino de San Clemente. 45 años (nacido hacia 1506)




ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA. HIDALGUÍAS. 302-316-19. Ejecutoria de hidalguía de Antonio de Alarcón. 



*Para un estudio de los linajes de Buenache de Alarcón, véase GÓMEZ DE MORA, David:  Las élites de Buenache de Alarcón siglos atrás

domingo, 7 de octubre de 2018

Diego de Alarcón, hidalgo de San Clemente, 1492








Diego de Alarcón llevó su hidalguía a la Sala de los Hijosdalgo de Toledo el 8 de noviembre de 1491.
Diego de Alarcón se había casado hacia 1460 y nacido en los años treinta. Hasta casarse, sus años mozos los había pasado en casa de su padre y del gobernador del Marquesado, Alonso Téllez. Al casarse se trasladó a Montalbanejo, donde se le discutió su hidalguía, y posteriormente a San Clemente.

Su padre, Alfonso López de Honrubia, fue muerto a lanzadas por Gonzalo Sánchez de Alarcón. Alonso López era hijo de Diego López y Antonia Gómez. Diego López era tenido por hombre rico en Alarcón, debió morir joven pues su viuda le sobrevivió veinte años.El hijo Alfonso casó con María Fernández, viviendo en Honrubia y luego en Alarcón. En esta villa accedió a los oficios concejiles,entre ellos el de juez, reservado a hidalgos; tenía caballo y armas. Juan Granero el viejo, hidalgo, conocía bien a Alonso López
que lo auía conosçido viviendo antes de que se casase con el governador teniendo armas y caballo e omes en su casa
Alonso, o Alfonso, López había casado con una vecina de El Peral, o tal presuponemos, pues viuda se fue a vivir a este lugar, la citada María Fernández,
e que asymismo conosçiera a María Fernandes madre del dicho Diego de Alarcón antes que matasen al dicho su marido (Alonso López) e que después la vido estar biuda del dicho Alonso López su marido a cabsa que no se le ofresçía casamiento con ome fijodalgo e que estando asy biuda del dicho su marido viviendo en el lugar del Peral vio que le guardavan e gozava ella de la libertad e que después se casó con ome fijodalgo
Quien fuera el hidalgo con quien casó en segundas nupcias María Fernández lo desconocemos. ¿Tal vez el asesino de su marido Gonzalo Sánchez de Alarcón? Tomaría el apellido de este padrastro Diego. En fin, todo conjeturas.

En Alarcón, desde Sancho IV en 1293 se había fijado el gobierno concejil con cuatro alcaldes, uno por cada collación o parroquia (aunque el número de collaciones se ampliaría a cinco, no así el de alcaldes electos, que se mantuvo en cuatro), y un juez, cargo que rotatoriamente recaía en un hidalgo de cada una de estas collaciones y que era elegido a suertes. Aunque ya con Hernando del Castillo vimos cómo la duda era si tal cargo recaía en hidalgos de sangre o simples caballeros de cuantía. Alfonso Motilla, cuya madre era hidalga, casada con un labrador, recordaba el día que Alonso López había sido nombrado juzgado de la villa de Alarcón y describía el ceremonial de tal nombramiento
e que a los labradores pecheros no les dauan ofiçios de jusgado e que se dauan a los que heran fijosdalgo e que este testigo viera como echaran suertes los caballeros e escuderos fijosdalgo de la dicha villa de Alarcón e que le cupiera el ofiçio de jusgado al dicho Alonso Lopes e dixo que este testigo se acordava muy bien dello porque se diera una colaçión muy cunplida de confites e otros frutos e poco después hera la dicha colaçión viera como fueron cabalgando los que allí estaban con el dicho Alfonso Lópes a le tomar juramento en pendón a la Yglesia que guardaría fielmente la justiçia e syn afisión

La exención de impuestos en Alarcón tanto para hidalgos como pecheros, que hacía de la villa un lugar franco, era una reciente concesión de Enrique IV hacía treinta años.

Diego de Alarcón había participado en la guerra del Marquesado y en el asedio de Chinchilla en 1476
e le viera venir en la çibdad de Chinchilla con caballero que se llama Fernando de Alarcón (¡Fernando del Castillo, alcaide de Alarcón!) e que estando e viniendo con él le dieran una grand cuchillada que entonçes tenía en el carrillo

Diego de Alarcón obtendría carta ejecutoria de hidalguía, dada en Valladolid el 19 de septiembre de 1492


Testigos de la probanza de 1491

Juan Granero el viejo, hombre hijodalgo, vecino de Alarcón, mas de sesenta años
Pedro Martínez, natural de Hontecillas y vecino de Alarcón, de 76 años, pechero
Pedro de la Motilla, vecino de Alarcón, pechero
Alfonso Motilla (vecino de Santa María del Campo Rus)
Juan de Celada, vecino de Alarcón, no testifica
Juan Montesino, vecino de Alarcón, no testifica
Juan de Iniesta, vecino de Alarcón, pechero, 70 años
Pedro de Segovia, vecino de Alarcón, no testifica
Lope de Lama de Pedro Ruiz, hombre pechero, vecino de Alarcón, 70 años


Archivo de la Real Chancillería de Valladolid,REGISTRO DE EJECUTORIAS,CAJA 48, 17. Ejecutoria del pleito litigado por Diego de Alarcón, vecino de San Clemente (Cuenca), con el concejo, justicia y regimiento de San Clemente, sobre hidalguía. 1492