El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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sábado, 21 de octubre de 2023

Los Muñoz de Belmonte

 En 1533, los hermanos Diego Muñoz y Jorge Muñoz estaban pleiteando por su hidalguía en la Chancillería de Granada. El primero era vecino de Mota del Cuervo; el segundo, de Corral de Almaguer. La familia Muñoz procedía de Santa María de los Llanos, de donde eran el padre Diego y el abuelo Hernando. Santa María de los Llanos era una aldea del prior de Veles y allí los Muñoz poseía un heredamiento bastante importante, conocido como las Casas de Hernando Muñoz o Casa Buenavista. El heredamiento estaba a una legua de Belmonte y en un punto intermedio entre Belmonte y Santa María de los Llanos que distaban dos leguas entre sí. El abuelo Hernando Muñoz pasaba su tiempo entre su heredamiento y, en los últimos veintiséis años, se había trasladado a vivir a Belmonte, en cuya iglesia la familia tenía una capilla de enterramiento. Murió antes que su mujer Mari Martínez, conocida como la viuda de Gascón, una vecina de Chinchilla y que le sobrevivió veinte años, retirada en el heredamiento familiar. El abuelo tenía un hermano Alonso Muñoz, conocido como el alcaide. Este Alonso Muñoz había sido alcaide de Belmonte durante tres o cuatro años y antes, durante quince años, había tenido la tenencia del Castillo de Consuegra (estamos hablando antes de la guerra del Marquesado), aunque otros testigos lo apuntaban como alcaide de Alarcón (cosa que tenemos por cierta, pues sabemos que lo fue antes que Hernando del Castillo; Alonso, finalmente, se había instalado en Mota del Cuervo; siempre hacía gala de su hidalguía, haciéndose acompañar por dos escuderos. Alonso tendría una hija que caso con el comendador de Solís de Alcaraz y un hijo, que se trasladaría a Corral de Almaguer tras casarse. En Corral de Almaguer se había instalado el padre, donde destacaban sus casas principales con una torre. Un tercer hermano era Juan Muñoz el Gordo, que vivía en los Hinojosos; este solo tuvo una hija que casó con el conde de Archidona. Ya entonces, los Hinojosos eran dos pueblos (de la Orden y del Marquesado) eran dos pueblos, que apenas si sumaban cuarenta vecinos y separados por una calle. Juan Patiño, nacido hacia 1450 en los Hinojosos del Marquesado nos decía:

se avía criado e nasçido en el Hinojoso del Marquesado que es junto al Hinojoso de la Horden que estaba diviso por una calle

 Los bienes de Juan el Gordo en los Hinojosos de la Orden se valoraban en quinientos mil maravedíes. De Juan Muñoz el Gordo tenemos una nota curiosa y es que cuando se crearon las Hermandades en 1476 fue nombrado diputado

Que quando las hermandades se crearon en estos Rreynos vido que eligieron por diputado de las dichas hermandades al dicho Juan Muñoz

Que quando las hermandades en estos nuestros Rreynos se hizieron y eligieron diputados de la hermandad a un Gil Pérez vezino de Alcaraz de Consuegra por la Horden de San Juan y en la dicha villa del Hinojoso por la Horden de Santiago al dicho Juan Muñoz..., el qual fue oficio que fue primeramente elegido e criado por los hijosdalgo en estos Rreynos

El padre Diego Muñoz se había establecido en Belmonte al servicio del marqués de Villena; en Belmonte había casado con Mari Díaz, hijo de Diego Díaz, después de enviudar de una mujer de Cuenca, aparte de la herencia familiar, adquirió bienes en Mota del Cuervo, donde había sido algunos años regidor. A Mota del Cuervo llegó Diego Muñoz hacia 1500 para asentarse, comprando "viñas, casas y mucha copia de tierras de pan llevar". En Mota, Diego vivió algún tiempo, Diego había aprovechado la presencia de su tío Alonso con bienes y tierras en Mota. Diego había adquirido, además, bienes raíces en Las Pedroñeras y también molinos, por su matrimonio con Mari Díaz. En esta mujer había recaído la hacienda de su padre, un pechero de enorme fortuna que, como hemos dicho, tenía la mayor parte de sus bienes en Las Pedroñeras. De hecho, los valor de los bienes en esta villa alcanzaban los doscientos mil maravedíes. La familia tenía asimismo ganados que pastaban por los términos comunes de la Orden de Santiago. En los cambios de residencia de Diego Muñoz jugaba mucho la oportunidad. Su asentamiento en Santa María de los Llanos en los años finales de su vida respondía a garantizar las yerbas para sus ganados

Que en aquel tiempo del dicho Diego Muñoz avía asentado su vezindad en la dicha villa de Santa María de los Llanos para gozar con sus ganados de los términos de la dicha villa e de los otros lugares de la horden, porque dixo a este testigo que siendo vezino en qualquier lugar de la horden de Santiago podía comer en comunidad con todas la villas o lugares de la horden de Santiago pagando çierta borra e dinero en el campo de Montiel e Segura de la Sierra

Una segunda causa para elegir la residencia, en este caso fuera de Belmonte, era el propio fuero que regía en esta villa: el llamado fuero de Sevilla, que también regía en Castillo de Garcimuñoz y que obligaba a los hijosdalgo a tributar por todos los bienes que tuvieran en esta villa, viviendo en ella. Se decía que hasta cinco pechos les echaba el marqués. Esta humillación por tributar hizo que el mismo marqués de Villena decidiera librarse de ella vendiendo los bienes que poseía en Belmonte y fundando el hospital de San Andrés

Que el marqués de Villena avía pechado, contribuido con los buenos hombres pecheros de la dicha villa e le ponían en sus padrones fasta tanto que avía dado çiertos bienes que tenía a un ospital de Santo Andrés que tenía en la dicha villa (de Belmonte) por no ser pechero

Pero Diego Muñoz procuraba hacer visible las casas principales, que no eran otras que las de Belmonte, en cuya portada tenía clavadas cabezas de cerdos y jabalíes. El símbolo del poder estaba en las casas de Belmonte; la riqueza, en el heredamiento familiar de Casas de Hernando Muñoz o de Buenavista, a una legua de Belmonte y de Santa María de los Llanos, aunque ahora se buscaba ampliar esa riqueza en otros pueblos.

Diego Muñoz tenía otros hermanos: Carlos, Jorge, Hernando y una hermana, que habían extendido el apellido por toda la comarca, pues alguno de los hermanos se había establecido en los Hinojosos del Marquesado

Una de las familias que más sabía de los Muñoz era los Segovia y Felipe Segovia, cuyo padre había intervenido en el villazgo de esta villa y cuya enemistad había sido pública desde la guerra del Marquesado y en las dos primeras del siglo XVI. En Las Pedroñeras, aparte de las correrías del clérigo Antonio Muñoz, que lanza en ristre arremetía contra los labradores pedroñeros en disputas continuas por los términos (y hacienda familiar) de Robredillo; se recordaba especialmente cómo los bienes heredados vía matrimonial en la villa por los Muñoz habían dejado de tributar como lo hacían en tiempos del suegro Diego Díaz. En Las Pedroñeras, a Diego Muñoz se le respetaba y se recelaba de él, se veía con malestar y envidia sus bienes en la villa y, con malicia, parecía que, de su mujer Mari Díaz, el único recuerdo que quedaba en la memoria de sus vecinos eran sus tetas. 

Los hermanos Diego y Jorge Muñoz presentaron durante el pleito un albalá del rey Juan II en el que se reconocía la participación del bisabuelo Alfonso Muñoz en la batalla de Olmedo de 1445

"El Rrey, por quanto vos Alfonso Muñoz de Belmonte venistes a me servir a la guerra que yo e fecho e hago al Rrey de Navarra e al Infante don Enrrique como hijodalgo por llamamiento que yo mande hazer e hize de los hijosdalgo del obisapdo de Cuenca e avedes estado continuamente en mi serviçio con vuestras armas y caballo fasta ser fecho el vençimiento que yo ove en la batalla que por gracia de nuestro señor yo vençí çerca de Olmedo a los dichos Rrey de Navarra e Infante porque ya no es a mí nesçesaria tanta gente. Por esta mi alvalá os doy liçençia para que vos podáis ir e vades a vuestra casa o donde vos quisyéredes. Fecha en el Rreal, çerca de Cuéllar a veynte e tres de mayo del año del nasçimiento de nuestro salvador Ihesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta e çinco. Yo el Rrey. Yo Pero Fernández de Lorca fize escrebir"


Ejecutoria de 10 de julio de 1534

El hijo de Diego Muñoz, que litigaba, y Teresa Mula, llamado Benito Muñoz, años después, en 1565, tuvo que litigar por su hidalguía

ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA. HIDALGUÍAS, SIG. ANT. 301-43-25 y 301-10-8

domingo, 1 de enero de 2023

Los Montoya de Las Pedroñeras

 A la altura de 1568, el concejo de Las Pedroñeras se quejaba de esos hidalgos que habían llegado recientemente al pueblo y se habían hecho una posición social comprando las tierras de los pecheros y, alegando su hidalguía, se negaban a participar en los repartimientos concejiles. Los dardos envenenados iban contra García Montoya y sus hermanos. Las Pedroñeras alegó tener privilegios en sus archivos para obligar a estos hidalgos pagar tributos, pero tal vez simplemente fueran acuerdos municipales a los que se había plegado Juan, el padre de los Montoya, una vez llegado al pueblo.

En cualquier caso, a los Montoya de Las Pedroñeras no se les exigió carta ejecutoria de hidalguía. Muy pronto conseguirían hacerse con el protagonismo en la vida concejil, por mano de García de Montoya, que en 1575, en las Relaciones Topográficas, ya ha adquirido y comprado el oficio de alférez de la villa


Concejo de Las Pedroñeras 1566

Gregorio García y Antón García, alcaldes

Juan Martínez Grande, Pedro Manes, regidores

Martín de Campos, Blas Ortiz, Francisco Díaz, diputados

ACHGR, HIDALGUÍAS, 304, 591-341 y 593-55

jueves, 14 de abril de 2022

Las Pedroñeras y sus límites

 A la altura de 1496, Las Pedroñeras intentaba definir su identidad y su independencia de Belmonte. Pueblo en la derivación del camino real murciano, su mesón, regentado por Andrés Hurtado, hospedaba a los viajeros. Pero Las Pedroñeras tenía memoria de su pasado histórico y reconocía que desde los dichos çinquenta años a esta parte desde el tienpo que fue apartada la villa de las Pedroñeras de la dicha villa de Alarcón y fue dada al dicho maestre don Juan Pacheco. Ahora era el momento de su emancipación como villa, en un contexto de conflictos con Belmonte, la familia Velloso, Andrés y Pedro, actuaban como defensores y procuradores de los derechos de la nueva villa.

La villa tuvo que delimitar su término, que, cartas de avenencia medievales anteriores aparte, había sido fijado en el momento de la separación de Alarcón y su concesión a Belmonte como aldea, alrededor de 1445. No obstante, la fijación de términos propios en época del maestre don Juan Pacheco era más deseo que realidad, pues, de hecho se confundían los límites separadores de la Tierra Nueva de Belmonte con los términos reducidos de Alarcón. La razón era que, aunque se habían limitado los términos de Las Pedroñeras -de cuya delimitación estaban excluidos los términos de Robredillo de Záncara-, la jurisdicción de Las Pedroñeras como villa apenas si había durado unos días. No sería hasta el año 1481, cuando se planteó, en el contexto del villazgo, la fijación de términos propios a Las Pedroñeras. La fijación de esos términos entraron en colisión con El Provencio en la raya que separaba ambos pueblos y que iba del mojón de la Caleruela al mojón del pozo de don Pedro. Hasta la guerra del Marquesado la defensa de los términos de Las Pedroñeras frente a los provencianos correspondió a los caballeros de sierra de Belmonte, que apresaban a los que se internaban en el término de Las Pedroñeras a cortar mata parda, una mata baja y leñosa de chaparro. Únicamente en los últimos años del siglo XV, Las Pedroñeras comenzó a dotarse de un cuerpo de caballeros de sierra propios. El conflicto era más complejo, pues antes de ser apartada Las Pedroñeras de Alarcón en 1445, la guarda de los términos de la villa de Las Pedroñeras eran defendidos por los caballeros de sierra de la fortaleza de Alarcón, aunque no sin cierta confusión, pues El Provencio, que había pertenecido a la tierra de Alcaraz, desde el compromiso de 1318 entre Alcaraz y Alarcón jugaba con la indefinición de su situación para presentarse según conveniencia para defender sus derechos inmemoriales como integrante ora del suelo de Alcaraz ora presentándose como perteneciente al suelo de Alarcón.

El conflicto entre El Provencio y Las Pedroñeras había surgido el año anterior, 1495, tal como nos relataba Pascual Gil de Posadas

que oyera este testigo en el conçejo de Las Pedroñeras saliendo de misa cómo los del Provencio e los de las Pedroñeras andavan en rebuelta sobre términos

Las diferencias era una vez más por los términos, o más bien por el interés de los provencianos de aprovechar los usos comunes del suelo de Alarcón en la villa de Las Pedroñeras. Bien es verdad que gozaban de cierta benignidad para cortar mata parda y para la caza, aunque, de vez en cuando, los de Las Pedroñeras imponían multas de seiscientos mrs. a sus vecinos que acudía con sus podencos y alguna galga blanca a cazar conejos.

La causa de los conflictos había sido la fijación definitiva de los mojones de Las Pedroñeras por el gobernador del marquesado Ruy Gómez de Ayala, que, supuestamente había devuelto a los mojones fijados en 1445 y recolocado los mojones que los provencianos habían puesto dentro del término de Las Pedroñeras o simplemente se había usurpado el término de El Provencio en dos trechos de ballesta. El término en litigio era el paraje de las Camarillas. Testigos como Alonso Jiménez de Haro nos aportan datos clave de las causas de los problemas, que radicaban en la independencia que los señores de El Provencio, los Calatayud, habían mantenido respecto al maestre don Juan Pacheco, justificando las prendas que tomaban los belmonteños a los provencianos en que 

gelo manda el alcayde de la villa de Belmonte porque se lo tenía mandado el maestre al dicho alcayde por saña que tenía del señor del Provençio porque no avýa querido benir con el maestre don Juan Pacheco

La fijación de mojones con Belmonte se hizo incorporando a Martín Ovieco y Robredillo de Záncara definitivamente a Las Pedroñeras, pero la fijación de estos mojones se hizo como en ocasiones anteriores fijándolas en el mismo centro de estas poblaciones, sin definir redonda alguna.


¿CUÁNDO PASARON LAS PEDROÑERAS, EL PEDERNOSO Y LAS MESAS A SER ALDEAS DE BELMONTE?


Comúnmente se viene diciendo que Las Pedroñeras, El Pedernoso y Las Mesas fueron apartadas como aldeas de Alarcón en 1464, apoyándose en una referencia indirecta del Registro General del Sello de Simancas. Nosotros pusimos en duda esa fecha y dimos credibilidad a una cita de Tomás Mauricio López, en el siglo XVIII, que apostaba por el año 1448. Nuevos testimonios, sacados de unas probanzas de 1496, nos ratifican en nuestra opinión. Las Pedroñeras había sido incorporada como aldea de Belmonte "hacía cincuenta años y más" se nos dirá. Los testigos nos indican que ese momento coincidió con la concesión del marquesado de Villena. Estaríamos hablando pues en torno al año 1445. La fecha tiene su razón de ser pues es en este momento cuando Villarejo de Fuentes y San Clemente, junto a sus aldeas, son apartadas de Alarcón y hechas villas. Pero en el caso de Las Pedroñeras (y El Pedernoso y Las Mesas) no hubo tal concesión de villazgo ni se les dio términos propios y apartados (aunque tales términos existían de hecho por las concordias, o cartas de avenencia entre los pueblo, de las que tenemos algún ejemplo en el siglo XV). Así el proceso adquirió la forma de usurpación, visto por los contemporáneos como proceso disruptivo. Cincuenta años después nos lo contaba Miguel de Játiva, vecino de Belmonte, pero que vivía en Las Pedroñeras hacia 1445, siendo un joven mozo:
"seyendo este testigo muy moço e de poca hedad viera venir a la villa de las Pedroñeras unos jueses que dezían públicamente en la dicha villa de las Pedroñeras que los dichos juezes heran de la villa de Belmonte e los avya enviado el maestre don Juan Pacheco (no será maestre hasta nueve años después) seyendo marqués de Villena ala dicha villa de las Pedroñeras e que viera este testigo como los dichos jueses quitaran la justiçia que avya en la dicha villa e que pusieran otros de nuevo e asymismo pusieran horca de nuevo en la dicha villa de las Pedroñeras e que viera asymismo este testigo como dende muy pocos días tornaron a quitar las dichas justiçias e horca que avian puesto en la villa de las Pedroñeras e asymismo luego que pasara lo susodicho oyera desir este testigo públicamente en la dicha villa de las Pedroñeras avya dado la dicha villa de las Pedroñeras el maestre don Juan Pacheco a la villa de Belmonte e la avya fecho su aldea"
Los testigos coinciden en la fecha y ven el hecho como otorgamiento del príncipe don Enrique (IV) a don Juan Pacheco, siendo rey su padre Juan II
Es significativo que los jueces fueran por dos veces a Las Pedroñeras, la segunda vez para dejar claro que no se había concedido jurisdicción propia al pueblo quitando los símbolos jurisdiccionales de nuevas justicias y horca. Quedaba así reducida a la condición de aldea.

Diego López de Amiga, había nacido en Santa María de los Llanos en 1429, aunque, ahora, en 1496, vivía en El Pedernoso, conocía de primera mano, de sus años de mocedad, el proceso de incorporación de las tierras al oeste del Záncara al maestre Juan Pacheco por la donación que, como marqués de Villena le había hecho el príncipe Enrique IV en 1445. Así nos lo contaba:

que puede aver los dichos çinquenta años poco más o menos que viera eeste testigo que viniera a la villa del Pedernoso e la villa de Tresjuncos e a la villa de Ocanaya e a la villa de las Mesas e a la villa de las Pedroñeras e a la villa de Robredo de Záncara Gonçalo de Soto escribano que se desya de la villa de Hellín e Marcos Fernándes e que viera este testigo como el dicho Gonçalo de Soto e Marcos Fernandes por mandado del rrey don Enrrique seyendo prinçipe quitara las dichas villas e cada una dellas a la villa de Alarcón e que las fisyera villas sobre sy porque de antes heran todas aldeas de Alarcón e que viera este testigo como los susoduchos quitavan justiçias y ponyan justiçia y forcas en cada lugar de los susodichos e en cada uno dellos e asymismo viera como los susodichos después que avyan quitado los dichos lugares de la villa de Alarcón e puesto justiçia e forca en cada una que viera este testigo como el dicho Gonçalo de Soto e Marcos Fernándes dieran e señalaran a cada una de las dichas villas sus términos e pusieran e señalaran a cada una de las dichas villas sus términos e pusieran e señalaran mojones por la rredonda de sus términos de cada villa con que partieran términos con los lugares de alderredor de cada una de las dichas villas e que entonçes viera e supiera este testigo como los susodichos dieron término amojonado e lemitado a la dicha villa de las Pedroñeras

El proceso fue seguido a continuación, tal como nos cuentan otros destinos por actos simbólicos de derribo de las horcas levantadas y desposesión de las varas de justicia de los recién elegidos alcaldes (y es de suponer que de derribo de los mojones reciñen levantados); un proceder que tenía como fin convertir a estos pueblos en aldeas de Belmonte.

e asymismo después de que pasara lo susodicho dende a muy pocos días viera este testigo venir gente de Belmonte a la villa de las Pedroñeras e del Pedernoso e de las otras villas que tiene dicho de suso e quitaran la justiçia que avían puesto el dicho Gonçalo de Soto e Marcos Fernandes e que asymismo derrybaron las forcas que avyan puesto en las dichas villas e que viera este testigo como las fisieran aldeas de la villa de Belmonte e desyan todos públicamente que lo fasyan en nonbre de son Juan Pacheco porque el rrey don Enrrique seyendo prínçipe se las avya dado al dicho don Juan Pacheco

El proceso había sido idéntico al llevado en San Clemente y por las mismas personas, por lo que hemos de ver las actuaciones seguidas, pero si San Clemente mantuvo su título de villa en un enfrentamiento directo con don Juan Pacheco, conflicto que conocemos bien, Las Pedroñeras, El Pedernoso, Tresjuncos, Robredillo de Záncara, Las Mesas y Fuente Anaya asistieron a la farsa de hacerse villas para ser a continuación desposeídas de la jurisdicción recién alcanzada y ser sometidas como aldeas sometidas a la jurisdicción de Belmonte.

A partir del momento que estos pueblos se redujeron a aldeas de la villa de Belmonte, se supeditaron al gobierno de esta villa, si bien tenemos noticias de la celebración de unas juntas generales de la tierra de Belmonte con carácter anual y de las que desconocemos sus atribuciones, más allá de que, en dichas juntas las aldeas exponían sus quejas, pues nos ha quedado testimonio de las quejas de Las Pedroñeras pidiendo amparo antes los provencianos que se internaban en sus tierras para roturarlas

que cada año yvan las dichas villas e tierra de la dicha villa de Belmonte a la villa de Belmonte a la junta general que se fasya en la dicha villa de Belmonte de la dicha villa de Belmonte e de toda su tierra e que este testigo fuera e yva muchas veses a la dicha junta que se fasya cada año

La reducción de la villa de Las Pedroñeras a la condición de Belmonte no fue en modo alguno acontecimiento violento, sino aceptación resignada. Fernando Martínez Valero había nacido en 1426 en la aldea de Pinarejo, apenas recién nacido sus padre se habían ido a vivir a Las Pedroñeras, tal vez este pequeño pueblo comenzaba a adquirir impulso con la hacienda que en dicho pueblo poseía el doctor Pedro González del Castillo. El caso es que Fernando Martínez Valero permaneció en Las Pedroñeras hasta su casamiento en Villarrobledo en 1451 y le tocó vivir los acontecimientos; estaba presente con motivo del amojonamiento de Las Pedroñeras, más bien, incorporación de sus términos a Belmonte

porque agora sabe e viera este testigo que treynta o quarenta onbres de Belmonte e otros tantos de la villa de las Pedroñeras e otros tantos de la villa del Provençio algunos onbres buenos de las villas de las comarcas e este testigo con ellos se juntaran entre los términos del Provençio e de las Pedroñeras junto con los mojones que tenía e tiene la dicha villa de las Pedroñeras con que partería e parte término con la villa del Provençio e que luego que estavan juntos los dichos onbres de las dichas villas viera este testigo que los vesinos de la dicha villa de Belmonte tomaran posesyón de todos los términos que tenía la dicha villa de las Pedroñeras por límites e mojones que tenía puestos en sus términos la dicha villa de las Pedroñeras con que partía términos con el Provençio y con Alarcón e con las otras viilas e lugares alderredor que tomavan aquella posesión los de Belmonte de los dichos términos de las Pedroñeras por los dichos límites e mojones que la dicha villa tenía en sus términos porque entonçes fiziera a las dichas Pedroñeras aldea de Belmonte por mandado del maestre don Juan Pacheco seyendo marqués de Villena e que en este mismo año que la dicha villa de Belmonte tomara la dicha posesión de los dichos términos de las Pedroñeras se dixera e publicara en la sicha villa de las Pedroñeras e se dixera e se desya muy público e notorio en ella e lo supiera este testigo en la dicha villa muy çierto que en aquel mesmo año avia apartado la villa de las Pedroñeras de la villa de Alarcón e la vían fecho villa sobre sy e que el prínçipe don Enrrique la avía fecho apartar de la villa de Alarcón e la avía dado al maestre don Juan Pacheco seyendo marqués de Villena e que al tienpo e sazón e asy la avían apartado a la dicha villa de las Pedroñeras de la villa de Alarcón le avían dado e señalado sus términos e que asy se dixera e publicara muy çierto en la villa de las Pedroñeras e aunque este testigo no lo viera porque a la sazón era mançebo



CONCEJO DE LA VILLA DE LAS PEDROÑERAS DE 28 DE AGOSTO DE 1496

Conçejo justiçia rregidores e ofiçiales e omes buenos de la villa de las Pedroñeras estando ayuntados a canpana tañida segund que lo avemos de vso e de costunbre de nos ayuntar en la Yglesia de Santa María de la dicha villa estando en el dicho conçejo el honrrado Pedro de la Plaza alcalde hordinario en la dicha villa e Andrés Gómez alguazil e Pero López Velloso e Diego de Mena rregidores e con ellos Juan Sánchez de Pero López e Juan Gómez e Juan Sánchez del Cano vesinos de la dicha villa e otros vesinos quantos quisieron venir al dicho conçejo


MOJONES DE LAS PEDROÑERAS según interrogatorio de probanza de 1496

Primeramente por el mojón del çerro que dizen del Perdigón e dende el dicho mojón a otro que dizen en la Naua el Cauallo e dende a otro mojón que está en el camino que sale del Rrobledillo de Záncara a las Pedroñeras que dizen el Çerro Mojón e dende a otro que está en el hero que dizen de Ximénez Martín e de ay va al pozo de Martín Ovieco e del dicho mojón al çerro que dizen de las Tres Enzinillas e dende va a otros que salen de la Touosilla a un çerro que es entre la dicha Tovosilla e el Fardalejo e de ay va a otro mojón que está en el alto en el çerro de la Colmena e dende va a otro mojón que está entre las Navas de las Pedroñeras e de Pedernoso e de ay va a otro que está en un çerro açerca del camino que va de las Pedroñeras a Manjabacas e del dicho mojón  que está allá del de la Nava que dizen del Peral e de ay va a otro que está en el Gamonal e del dicho mojón a otro en el çerro del Gamonal e del dicho mojón al Hoyo del Taray dende va aotro mojón del cerro del Nauaso e del dicho mojón a otro mojón que es açerca de la Hoya que dizen de la cañada Rromero e del dicho mojón a otro e açerca del carril  que va de Santiago el Quebrado a Socuéllamos e del dicho mojón a otro açerca del çerro que dizen de los Asnos e del dicho mojón a otro açerca de un lugar que dizen el Navajuelo dende va a otro açerca del carril que dizen de Juan Díaz que va del Provençio a Socuéllamos e del dicho mojón a otro que está en un çerro que dizen de la Carrasquilla e dende va a otro mojón en un çerro alto e de ay a otro mojón adelante en medio de donde corre el rrío Záncara e dende el dicho mojón el rrío arriba a Prado Ancho e dende a otro çerca de la Atalayuela e dende a la Atalayuela a otra baxo de la Mohedilla del Provençio cabo el carril del Mohedaço del Pozo de don Pedro e dende el dicho mojón a otro en el çerro Negro fazia la Tamarilla e dende a otro en la misma Tamarilla e dende dicho mojón a otro mojón que es ençima de la cañada del Pozo Dulçe en un altyllo e dende a otro a un çerrillo pelado de Guijas en el canto de la cañada del Pozo Dulçe e dende a otro altyllo en el canto de la dicha cañada dende fasen cobdo e del dicho mojón al Pozo Dulçe que está en la dicha cañada


MOJONES CON BELMONTE SEGÚN TESTIGO

Primeramente que sabe el mojón que está en el lavajo Arenoso en una mota parda e de ally va a dar en otro mojón que está ençima del Robledillo de Záncara e de ally va a dar al poso Motyllo e que de ally  va a dar a los postes e de ally va a dar al çerro Botixa e de ally va  a dar al mojón que está ençima  de Martín Ovieco

Declaración de testigos, marzo de 1496

Mingo Juan del Moreno, vecino de Las Pedroñeras

Juan de Segovia, carpintero, vecino de Las Pedroñeras, nacido en Las Mesas hacia 1431

Pedro de Palacio, vecino de las Pedroñeras, 60 años

Miguel de Játiva el viejo, vecino de Belmonte, 70 años

Juan de Alarcón, vecino de la villa de Belmonte, 60 años

Alonso Sánchez, el Lueso, vecino de Belmonte, nacido en Osa en 1436

Pascual Gil de Posadas, vecino de Belmonte, 86 años

Juan García de la Osa el viejo, vecino de Belmonte, 60 años

Pascual Sánchez Carralero, vecino de El Pedernoso, 55 años, nacido en Las Pedroñeras

Diego López de Amiga, vecino de El Pedernoso, 67 años

Pedro Fernández de la Parrilla, vecino de El Pedernoso, 60 años

Juan Sánchez de Bartolomé Sánchez, vecino de Las Mesas, 40 años

Pedro López Flores, vecino de Las Mesas, 40 años

Bartolomé Diaz, vecino de Las Mesas, 30 años

Pedro Martínez Pellejero, vecino de Las Mesas, 44 años

Fernando Martínez Valero, vecino de Villarrobledo. 70 años, nacido en Pinarejo, fue a vivir a Las Pedroñeras, siendo de teta

Miguel Sánchez de la Roda, vecino de Villarrobledo, 70 años, nacido en El Provencio, siendo niño de teta se fue a vivir a Robledo de Záncara y con quince a Las Pedroñeras. Tejedor de paños

Alonso Jiménez de Haro, vecino de El Provencio, nacido en La Alberca, 40 años

Juan Marín, vecino de El Provencio, 60 años

Pedro García, hijo de Pascual García, vecino de El Provencio, 40 años

Miguel Sánchez de Belmonte, vecino de la villa de Santiago de la Torre, nacido en Belmonte, 70 años. Se va a vivir a Santiago hacia 1460

Garci Martínez de la Alberca, vecino de Santiago de la Torre, natural del Alberca, 60 años. Hacia 1466 se va a vivir a Santiago de la Torre

Alonso Fernández San Tristán, vecino de Santiago de la Torre, 55 años, nacido en Munera

Alonso Martínez Cantarero, vecino de la villa de Belmonte, 44 años

 


Provisión de la Chancillería de Ciudad Real para la probanza de testigos de 9 de septiembre de 1496 


ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA. PLEITOS CIVILES. 658-14