El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

Imagen del poder municipal
EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
Showing posts with label San Clemente. Show all posts
Showing posts with label San Clemente. Show all posts

Saturday, May 31, 2025

Los antecedentes de la milicia general del Reino

 Nos debemos remontar a 25 de marzo de 1590 para encontrar una primera comunicación del Consejo de Guerra sobre el establecimiento de una milicia general del Reino. La misiva real no encontró respuesta de las diecisiete villas del corregimiento, por lo que se vuelve a repetir el 27 de enero de 1591, con nulo éxito.

Se venía de un modelo de reclutamiento en los años ochenta que seguía la vieja tradición de capitanes colocando bandera para formar compañías, pero que, en un contexto de crisis y de necesidades de la Corona, había derivado en reclutamientos compulsivos, presentados como vejaciones, excesos y desórdenes que llevaron a la Corona a castigos ejemplarizantes con algunos capitanes. Sin embargo, el fracaso de la jornada de Inglaterra, las amenazas ya sobre territorio peninsular condujo a al idea de crear una milicia general del Reino compuesta por 60000 infantes destinados a "la defensa destos Reynos y ofensas de nuestros enemigos". Los pueblos deberían llevar un registro de los hombres casados o solteros  de 18 a 44 años y proveer de armas a su costa a los miembros de esta futura milicia. Las compañías formadas serían mitad de piqueros y mitad de arcabuceros. Los milicianos gozarían de ciertas preeminencias y obligaciones detalladas en una instrucción de 25 de marzo de 1590 y de quince puntos: exención de huéspedes, uso de armas, no ejecución por deudas, no sometimiento a vergüenzas o castigos. Los soldados se organizarían en escuadras de veinticinco a las órdenes de un cabo y los gastos hasta embarcar en puerto correrían a cargo de los concejos. De las diecisiete villas que formaban el corregimiento de San Clemente, en La Alberca se pregonó  el domingo de Ramos, quince de abril, públicamente, en su plaza la orden real e instrucción para el alistamiento de hombres, tal como recogía el escribano: "no se asentó ninguno ni a parescido ninguno a a descir que quiere asentarse ni alistarse en la dicha milicia". En Motilla, el pregón también se hizo el domingo de Ramos, en la plaza y a la salida de la iglesia y después en el lugar de Gabaldón; su ayuntamiento tomó en serio la real cédula y dio unas instrucciones propias para formar la milicia en el pueblo: formación de escuadra en cuanto hubiera diez soldados y medidas para armarlos con nuevas sisas, pero no se procedió a alistar soldados. El único soldado de estos alistamientos de 1590 nos aparece en Quintanar del Rey, donde el 21 de abril se alistó Hernán López, ya en la treintena de edad.

A la falta de voluntariedad para el enrolamiento se unía la deserción de soldados de sus compañías en territorio peninsular, como se reconocerá de nuevo el 22 de diciembre de 1591.


Archivo General de Simancas, GYM,LEG,283, 339

El segundo intento de formar una milicia del Reino, a finales de enero de 1591, dio algunos frutos en las grandes villas. En San Clemente, el uno de abril se asentaron como soldados Cristóbal Rosillo, Miguel Moreno y un joven de Alarcón llamado Pedro de la Vara. En Motilla, tras el pregón de diecisiete de febrero no se alistó nadie. En Las Pedroñeras, dado el pregón el nueve de febrero se asentó un único soldado, Juan Sánchez. En el Quintanar se recordó el soldado alistado en 1590.

Archivo General de Simancas, GYM,LEG, 339, 157-160

*********************************

Concejo de La Alberca 14 de abril de 1590

Alfonso de Palacios y Miguel de Valladolid, alcaldes ordinarios

Nofre de Valladolid, Miguel Rubio, Hernando de Montoya y Martín Galindo, regidores

Pascual Sánchez, alguacil mayor

Martín López de León, diputado

******************************

Concejo de Quintanar del Rey de 8 de febrero de 1591

Pedro de Ruipérez y Diego García, alcaldes ordinarios

Benito de Ruipérez, Isidro de Ruipérez, Miguel Pastor, regidores perpetuos

Thursday, May 15, 2025

Las tablas del convento de clarisas de San Clemente

 

Las tablas aquí presentadas fueron detalladas en el "Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca" el año 1987. Dichas pinturas se encontraban en el convento de Clarisas de San Clemente (Cuenca); por las descripciones existentes en los fondos de Desamortización del AHPCu sabemos que formaban parte del coro alto del convento franciscano masculino de Nuestra Señora de Gracia de la misma villa el año 1835. 

NO hay estudios para su datación, pero bien pudieron ser pintadas en el periodo que va de finales del sigo XVII al siglo XVIII.


Las fotografías de Jesús Pinedo, realizadas en el momento del abandono del convento por las clarisas, año 2000?


















































Monday, May 12, 2025

Médicos en el San Clemente de 1600

 El doctor Fonte había servido en la villa de San Clemente durante dos años y tres meses. Junto a otros médicos le había tocado la peste del año 1600. Dos años y medio después exigía sus salarios, aunque no era él único, pues otros médicos, alguno de los cuales ya nos citó Diego Torrente con motivo de la peste que azotó la villa, exigían también sus salarios. Eran el doctor Pedro Alonso y el licenciado Villanueva. El cinco de marzo de 1602, el corregidor Antonio López de Calatayud ordenó pagar a los médicos con la ejecución de ciertas rentas del concejo. Al doctor Antonio Fonte se le debían 1597 reales.

Mi parte sirvió dos años y tres meses curando a los pobres de la dicha villa y ansimismo el tiempo que duró la peste que por solo la asistencia de aquel tiempo merecería mi parte un gran salario pues padeció riesgo su persona con asistir a curar la dicha enfermedad

Se aferraba la villa a que solamente tenía licencia para gastar cien ducados y 45000 maravedíes. No obstante, por carta de pago de nueve de mayo de 1602, el doctor Fonte recibirá de Pedro Xuárez Heredia, fiel de carnicerías, 58332 maravedíes. Dicho pago se hacía en concepto de paga de salario de dos años y tres meses que sirvió a la dicha villa y un camino que hiço a la villa de Yniesta a visitalla de la peste para que se guardase esta de San Clemente y las demás de su partido. Y se fundaba en un auto de remate del corregidor de tres días antes, que había juzgado el caso con es asesoramiento de un licenciado Briz Lozano, y una sentencia de su alcalde mayor Aguiar.

Los 58332 maravedíes serían solicitados que fueran devueltos por el concejo de San Clemente un año después. Una razón: el corregidor Antonio López de Calatayud, acabado su mandato, se había ido. El doctor Antonio Fonte  era un criado suyo y por tanto no pertenecía a los médicos que habitualmente servían en le pueblo.

Los médicos de la villa de San Clemente eran pagados del dinero procedente de las rentas de los bienes propios del concejo, pero hay que hacer una salvedad: se pagaba para que permanecieran en la villa y no se fueran a otra, dada la escasez de médicos preparados, pero las curas a los enfermos eran pagados por éstos. Los médicos al servicio de la villa de forma regular se consideraban médicos asentados o médicos aprobados para poder curar conforme lo disponen vuestras leies reales con títulos bastantes, luego que a la dicha villa se trajo licencia para dar salario a dos médicos por escrituras públicas lo dio y asentó al doctor Pedro Alonso de Arze y al licenciado Villanueva, médicos antiguos de muncha espiriencia y grande opinión y fama; lo otro porque el salario que la villa da a los dichos médicos no es porque curen los enfermos sino porque asistan en la dicha villa y no salgan della sin licencia y las curas que hacen se las pagan las personas a quien curan. Así, el doctor Fonte, un mallorquín, era un criado del corregidor que vivía en sus casas con su familia y al servicio de la misma. Si había prestado otros servicios había sido por interés particular y cobrando de los enfermos. Claro, que la realidad era otra, una villa apestada y sobrepasada por sus consecuencias había necesitado de sus servicios. A pesar de ello la justicia de Granada daría la razón a la villa de San Clemente el 21 de mayo de 1605, confirmada en revista el 21 de junio.

¿Afectó la peste de 1600 solamente a San Clemente en el sur de Cuenca?

Son pocos los datos que tenemos, entre ellos, el difícil andar del convento de carmelitas recién fundado en Valera de Abajo, pero sabemos por la mención a las tablillas existentes en la corte, que otros pueblos fueron afectados. Uno de ellos, y de los que ahora tenemos noticias, fue Iniesta, con la especificidad de que la villa de Iniesta fue alcanzada por la peste antes que la de San Clemente y esta villa, sabedora del contagio, intentó guardarse. Es más, envío un médico a la villa de Iniesta para informar del avance del mal, que nos narraba así su experiencia: " estando probado con el cuidado y diligencia que mi parte acudió a la cura de enfermos de la dicha villa de todas enfermedades y en tiempo de peste, puniendo su vida en tanto riesgo y aventura y que por orden y mandado de la parte contraria (de la villa de Iniesta) fue a la villa de Yniesta a saber si avía peste para que San Clemente se guardara della y mi parte se hirió de la dicha enfermedad y estuvo a punto de muerte en que gasto muchos maravedíes y le quemaron toda su ropa". De la afirmación tampoco podemos asegurar, es verdad, si el médico contrajo la peste en su viaje a Iniesta o luego en San Clemente, aunque el hecho de que fuera hasta allí es que había ya sospechas.

En este momento, el concejo de San Clemente andaba en pleitos con el licenciado Montoya y el bachiller Villamediana, que habían acudido a la Chancillería de Granada a defender el derecho de los nobles a la mitad de los oficios, en este caso, los alcaldes ordinarios, que poco después serían suprimidos.


Ayuntamiento de 17 de noviembre de 1601

Corregidor: Antonio López de Calatayud

Alcaldes ordinarios: Diego de Alfaro y Alonso de Guevara

Regidores: Alonso Martínez de Perona, don Miguel de los Herreros, el licenciado Montoya, Martín de Buedo Alarcón, Jerónimo Martínez, Francisco de Astudillo, Pedro de Tébar Ramírez, Antonio García Monteagudo, Hernando de Araque Montoya, Bernardino Oropesa, Miguel de Perona Rosillo, Bautista García Monteagudo

Alguacil mayor: Juan López de Garcilópez.


ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA, PLEITOS CIVILES, C 723-6

Monday, March 24, 2025

TRES MOMENTOS DE SAN CLEMENTE

* 1503: San Clemente ha embargado el pan de las rentas decimales de Vara de Rey (su aldea), autorizados por una pragmática de los RRCC. En la carta de compromiso que el concejo de San Clemente llega con el canónigo de Cuenca  Gonzalo Sánchez de Inestrosa, este entrega el pan de la rentas decimales de Vara de Rey a pagar por el precio de la tasa. En el compromiso que se llega don Luis Pacheco es juez árbitro para garantizarlo. Gonzalo de Sánchez de Inestrosa actúa por sí mismo y en nombre de  Diego de Iniesta que es prior de Belmonte y arcipreste de Alarcón. Es un año de esterilidad y carestía que dará lugar a varios de crisis. El concejo se compromete en un concejo abierto.


Concejo de San Clemente de 12 de diciembre de 1503

Benito López y Alonso López de Perona, alcaldes ordinarios

Juan de Olivares, alguacil

Juan Sánchez de Andrés Sánchez, Francisco de los Herreros, Martín Sánchez de Monteagudo, regidores

Juan Sánchez de Olmedilla, procurador sindico de la villa

Miguel López de Perona, Pedro Sánchez de Origüela, Pedro Ruiz de Segovia, Francisco de Perona, Gil Fernández de Alfaro, Juan López, Martín López y muchos otros hombres buenos



*1510: Carta de casamiento entre Aldonza Xuárez, hija de Alonso González de Origüela, y Fernando de Molina, hijo de Alonso Núñez de Molina, escribano público de Cuenca. La dote de la novia será 70000 maravedíes, la mitad en dinero y la otra mitad en ajuar (Cuenca, 10 de julio de 1510).

Alonso González de Origüela tiene, además, por hijos a Pedro Xuárez y Hernando de Origüela (al que conocemos por Hernando de Origüela).

Los dos documentos anteriores se los debo a Julia Toledo (AHPCu)

*¿1516?: Notificaciones de un auto a diversos oficiales del ayuntamiento: Juan López de Perona el viejo, Miguel Muñoz, Alonso López de la Alberca, Diego Simón (todos ellos regidores y alcaldes del año pasado). Sancho Rodríguez,  Rosillo (testigos y procuradores). Ginés de Haro, Alonso Astudillo, Pascual Simón, Juan Ruiz, Miguel Sánchez de los Herreros, Francisco de Perona (regidores y alcaldes de este presente año.

Testigos: Juan de la Huerta, Pedro Fuero (?), Juan de Sandoval, Francisco de Carboneras, Jerónimo de Montoya, Alonso de las Mesas, Alberto García de Illana, Juan López Lencero, Francisco Sánchez, Juan de Illana.

El documento no está fechado, AHMSC. Ayuntamiento




La supresión de los alcaldes ordinarios de San Clemente

 La oposición de las villas a la intromisión del gobernador del marquesado de Villena en la impartición de justicia en primera instancia fue una constante. Ya sabemos como echaron atrás el establecimiento de un escribano de provincia ante quien pasaran los autos judiciales del gobernador. Un pleito que se desarrolló en la década de 1550. El establecimiento de los corregidores en 1586 mantuvo las fricciones, de tal manera que las villas fueron pagando y ganando sobrecartas de exención jurisdiccional y primera instancia para evitar el entendimiento del corregidor o su alcalde mayor en los pleitos. Pero en San Clemente, la situación fue diferente. Los regidores de la villa, dirigidos por el alférez de la villa Juan Pacheco de Guzmán solicitaron la supresión de los alcaldes ordinarios de San Clemente y que sus funciones fueran asumidas por el corregidor y el alcalde mayor. En la sesión municipal del 29 de septiembre de 1603, que había de elegir nuevos alcaldes, los dos salientes, Diego de Agüero y Gonzalo Ángel, entregaron sus varas de justicia al corregidor don Diego López de Mendoza, renunciando la villa así a la impartición de justicia con alcaldes propios. Juan Pacheco de Guzmán, ariete de los intereses de la Corona justificó la supresión en que la elección de alcaldes era motivo de bandos y parcialidades en la villa. Bandos manejados por hombres ricos para defender sus intereses particulares y sus haciendas. La acusación, que no era falsa, sí era chocante por venir de quien venía, el dueño de Perona. El panorama político, desde luego, era criticable: alcaldes ordinarios elegidos por regidores que habían comprado su oficio y que ponían hombres de paja a su servicio. Detrás de todo esto estaban las denunciaciones por talas y ocupación de montes, desiguales repartimientos de rentas o soldados y costosos juicios, inalcanzables para los pobres. 


AMSC, AYUNTAMIENTO, LEG. 42/41

Para la supresión de los alcaldes había una razón de peso y es que en los reinos de Castilla allí donde había corregidor este asumía las funciones de la villa donde residía, caso de San Clemente. Los deseos centralizadores de la Corona chocaron con los defensores de la vieja república pechera y sus constitución de 1445, que veían en los alcaldes una persistencia de las viejas libertades y en regidores como Juan Pacheco un traidor a los principios que había tenido que jurar para acceder al cargo. Los estratos medios de la sociedad sanclementina defendieron la continuidad de sus dos alcaldes ordinarios (uno pechero y otro hidalgo). Hasta trescientos sanclementinos se opusieron a la supresión, encabezados por Alonso de Iniesta Romero, el labrador Juan Martínez, Francisco González Gano, Francisco Ballestero, Antonio de Iniesta, el mesonero Juan Martínez y Juan Martínez Ángel. Un grupo medio que sabía de su capacidad de influencia en las decisiones de la política municipal y que intentó llevar el asunto por la Chancillería de Granada, sabedor de que el Consejo Real de Castilla encarnaba los intentos centralizadores. Este grupo conseguiría que el concejo de San Clemente y sus regidores, desdiciendo la decisión de 29 de septiembre de 1603, defendiera la permanencia de los alcaldes y dejara solo a don Juan Pacheco en su supresión. Sería este Consejo el que por auto dado en Valladolid el 27 de julio de 1604 suprimiera los oficios de alcaldes ordinarios, auto confirmado el 25 de septiembre. El 28 de mayo de 1605 se expedía ejecutoria.


Los dos alcaldes ordinarios se volverían a restablecer de nuevo en 1636, previa compra y aprovechando las necesidades financieras de la monarquía.

Thursday, March 13, 2025

LA CASA DE HERNÁN VÁZQUEZ DE HARO, comienzos del siglo XVI

 LA CASA DE HERNÁN VÁZQUEZ DE HARO (comienzos del siglo XVI)


"Primeramente el direto codominio de unas casas de morada que yo he e tengo e poseo en la dicha villa de San Clemente en la calle que van los del mercardo a la plaça que ha por alepdanos a la una parte casa de Alonso del Castillo e a la otra parte casas de Bernaldino de los Herreros y en las espaldas de dicha casa e su corral e un huerto e la calle pública que se dice la Calcerrada e por delante de las puertas prinçipales la calle susodicha que van los que vienen del mercado a la plaça"


(Información proporcionada por Julia Toledo, s/f ni referencia, extraída del AHPCu)

EL CONVENTO DE MONJAS DE LA ASUNCIÓN DE SAN CLEMENTE CONTRA EL CURA DE HONRUBIA

 Las disputas entre el convento de monjas de la Asunción de San Clemente y el cura de Honrubia vinieron por un haza que el segundo consideraba del beneficio curado que poseía en la parroquia. EL 16 de julio de 1612 el convento se querella ante la justicia de Alarcón de los que han labrado y sembrado el haza del Prado, pidiendo el embargo del pan de la cosecha. Poco después, el 15 de septiembre de 1612, se persona en la causa el cura de Honrubia, el licenciado Muñoz, alegando que el haza es propiedad del beneficio curado de la iglesia y que  la causa debe ser entendida por el provisor de Cuenca. La justicia de Alarcón desestimará la alegación diciendo que la causa es contra los labradores y no contra el cura.

Las presiones sobre la justicia de Alarcón le llevarán a inhibirse en el caso, y esas denuncias de "violencias" por las monjas, el despojo de lo que consideran sus tierras, a buscar la intercesión de un juez conservador para entender su causa y que hallarán en el prior de los carmelitas de la Alberca, fray Alonso Peláez. Las monjas obtendrán el derecho sobre estos ocho almudes de tierra del mencionado juez conservador. Es entonces, cuando el cura de Honrubia, licenciado Muñoz, decide llevar su causa a la Chancillería de Granada. La connivencia del prior de las carmelitas con las monjas era clara, residía en casa de un clérigo, Cristóbal Ángel, bien relacionado con las franciscanas. Ahora el encargado de intentar solucionar el problema entre religiosos era el notario apostólico Cosme Cribelo Salas, que se personará en el convento de franciscanas, abadesa y monjas discretas, para conminarlas a que se personen ante la Chancillería de Granada. EL tribunal granadino determinará en junio de 1613 la inhibición del juez conservador y la anulación de sus sentencias por considerarlo parcial y favorable a las monjas y solicitará le sean remitidos los procesos para entender directamente desde la Chancillería.


ACHGR, C-1390-8




Friday, February 28, 2025

¿POR QUÉ ESTA DIVIDIDO SAN CLEMENTE EN CUATRO CUARTELES O BARRIOS HISTÓRICAMENTE?

 San Clemente estuvo dividido en cuatro cuarteles o barrios en la Edad Moderna, que de izquierda a derecha y de arriba a abajo son CRUZ CERRADA, SANTA QUITERIA, ROMA Y SAN FRANCISCO.

En algún momento hemos querido ver tanto en la forma almendrada del pueblo como en su división por dos ejes, vertical y horizontal, un origen religioso, coincidiendo con el asentamiento de la orden franciscana. La forma alargada de esa almendra vendría por la ubicación extrarradio del convento de Nuestra Señora de Gracia y un urbanismos que seguía en su trazado el río Rus, intentando evitarlo, pero condenado a entenderse con el río por el crecimiento desaforado del pueblo. El urbanismo franciscano, legado de teóricos como Eiximenis, propiciaba la mencionada ubicación del convento fuera del pueblo como en el oriente y señalaba la necesidad de hacer de la iglesia mayor el centro religioso y cívico en torno al cual se desarrollaba el pueblo. Esto explicaría la centralidad de un espacio religioso y civil como ordenador del urbanismo, pero hemos de tener en cuenta que ese centro era en un principio la plaza de la iglesia y del pósito, no la actual plaza mayor, que adquiere ese carácter central en torno a los años sesenta (1560), cuando la iglesia se pliega en sus formas exteriores palaciegas al edificio del ayuntamiento y el nuevo espacio generado por la plaza mayor. De hecho, costó mucho quitarle a la calle de Nuestra Señora de Septiembre (actual calle Rafael López de Haro) el carácter de principal y donde radicaba la actividad administrativa de la villa, como costó también que la actual calle Boteros (o antaño calla Mayor) desplazará a la calle de las Almenas, más abajo, y centro del mercado de los jueves, luego desplazado a la calle Feria y plaza Mayor. Las rutas de los mercaderes ayudarían a fijar esa división en dos ejes del pueblo. Dichos mercaderes llegaría por el camino de Alarcón, para fijar sus tenderetes en la calle de las Almenas o por el camino de Chinchilla para colocar sus puestos en la calle Feria, una vez dejado atrás el puente del Remedio.
La división en cuarteles la creemos ver en la década de 1580. Don Diego Torrente ya apuntó algo al respecto y quiso ver esa división en la necesidad de organizar el alojamiento de la comitiva real de Felipe II en marzo de 1586. Nosotros, por nuestra parte, hemos atribuido esa división a Juan de Oropesa. Hoy, sin embargo, planteamos otra posibilidad. Sabemos que la vecina Villarrobledo, con motivo de las carestías de los años 1582 a 1584, dividió el pueblo en cuatro barrios para organizar la distribución del pan a los vecinos y su control. Es probable que esta necesidad fuera causa de la división en cuatro cuarteles de la villa de San Clemente. Según vamos conociendo la crisis de comienzos de los ochenta, vamos viendo la gravedad de esos años y los esfuerzos ímprobos que se hicieron por atajar la situación y garantizar el abasto de la población, en el contexto de una economía moral que, todavía, no dejaba a ningún vecino atrás.





Friday, January 24, 2025

VICENTE CARDUCHO EN LA VILLA DE SAN CLEMENTE

 La iglesia de Santiago Apóstol guardaba ciertas pinturas de valor. Entre la riqueza pictórica de la iglesia de Santiago Apóstol había dos cuadros de Vicente Carducci. Los cuadros nos vienen descritos por el viajero José Cornide en su paso por la villa el año 1801. Ambos cuadros estaban en la capilla de la familia de los Ayerbes, residentes en Madrid (con la que probablemente habían enlazado algunas de las familias de San Clemente -tal vez los Herreros-). La temática de los dos cuadros eran ambas escenas de la Magdalena. Son descritos así: "el uno representa a la Madalena ungiendo los pies al señor y el otro a la misma Santa en el desierto, como espantada de ver un horroroso dragón que simboliza el infierno; tienen mérito estas pinturas pero están llenos de polvo y mal cuidadas"*.

(*De esta información se hará eco también Pilar Montero en una próxima publicación)

Vicente Carducci (o Carducho) nació en Florencia hacia 1576 y falleció en Madrid en 1638. Fue pintor de mérito llegado, junto a su hermano Bartolomé para la decoración de El Escorial, pintor real hasta ser sustituido por Velázquez, realizó obras de tipo religioso en Valladolid, el Pardo, la cartuja del Paular y fue llamado para realizar dos obras para el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. Sobre la atribución de obras a Vicenzo Carducci, véase el "Diccionario" de Cean Bermúdez, 1800
No sabemos el momento en el que desaparecen las dos pinturas de la iglesia de Santiago de San Clemente.

 Abascal Palazón, Juan Manuel y 
  • Cebrián Fernández, Rosario 
  • Los viajes de José Cornide por España y Portugal de 1754 a 1801.  Real Academia de la Historia. 2009

    Relación entre los Herreros y los Ayerbes (información facilitada por Valentín Casco Fernández:

    Doña María Sorlozano y Herreros, descendiente de Miguel López de Perona Rosillo y Elvira Muñoz Cantero, casó con don Manuel de Ayerbe y Aragón, vecinos de Madrid. Esta María Sorlozano, fue poseedora de algunos vínculos de los Perona y de los Sánchez de Herreros
    En la imagen La visión de San Francisco de Asís, por Vicente Carducho, Museo de Bellas Artes de Budapest.
    No hay ninguna descripción de la foto disponible.

















     

    Sunday, January 12, 2025

    VILLARROBLEDO VS. SAN CLEMENTE (1610-1611)

     Las intromisiones de la villa de San Clemente en la vida política de Villarrobledo era abrumadora ese año de 1610, tanto como las protestas de los villarrobletanos. La intervención era en el plano militar, aprovechando la milicia del Reino creada en 1598. Miguel Herreros, nombrado capitán de esa milicia en una junta de las dieciséis villas, nombraba a su vez por sargento de esa milicia a Bernal de Almansa. Si bien la milicia era un cuerpo inoperativo, la corona confiaba más en el reclutamiento voluntario de hombres: cuatro compañías de soldados tuvo que alojar Villarrobledo en octubre de 1610 (ya en 1608 tuvo que alojar una compañía de caballos con gran escándalo por sus excesos). Ese año de 1610 los problemas se acumulaban, la villa se estaba abasteciendo de la sal de piedra de las salinas de Minglanilla, entre protestas del administrador de la sal de Pinilla, que ahora perdía el mercado villarrobletano.

    Pero la intervención era en el plano de la justicia civil y criminal. El corregidor Alonso de Carvajal y Mendoza se llevaba preso al villarrobletano Pedro de Vargas a la cárcel de San Clemente a comienzos de octubre de 1610, entre protestas del ayuntamiento villarrobletano que ni concedía primera instancia al corregidor ni derecho de apelación a las sentencias de sus alcaldes. El asesinato de un criado de Pedro Vargas y la muerte de Catalina Martínez, mujer de Juan García Vargas eran asuntos que implicaban a varios principales de la villa, que veían con malos ojos la intromisión del corregidor. Molestaba más la intromisión del corregidor en la administración del pósito y que tocase el trigo villarrobletano. El tema se llevó a la corte, aprovechando que el síndico de la villa, Diego Muñoz de la Calera, estaba allí. Diego Muñoz ya estaba en Villarrobledo el 24 de diciembre para asistir al pleno del ayuntamiento donde se recibió la ejecutoria por la que la villa gozaría del privilegio de la primera instancia en materia civil y criminal y limitaba los juicios de residencia del corregidor a los oficiales locales a un máximo de diez días. La sesión fue un acto de patriotismo local, pues lo que era común en otras villas -el reconocimiento de la independencia jurisdiccional y la no intromisión del corregidor-, aquí fue solemne declaración de exención, llegándose a decir que la villa quedó desincorporada del corregimiento de San Clemente. Algo que no se haría realidad, a pesar de los deseos y afirmaciones de la historiografía local posterior. En el concejo del día veinticuatro se nombrarían diputados para acudir a San Clemente a comunicar la "desincorporación de Villarrobledo del corregimiento". Recibidos por el alcalde mayor de San Clemente, éste desobedeció la cédula del rey que se le presentaba y ordenó la prisión del escribano y procurador villarrobletanos: Francisco Rodríguez de Arce y del procurador Juan Ortiz. Los villarrobletanos decidieron acudir entonces al alcalde mayor de Chinchilla y Albacete para hacer obedecer la cédula real, mandando a su síndico Diego Muñoz de la Calera y otro procurador, Juan Lozano. Y otorgaban poderes especiales a Juan Ortiz y Juan de la Torre para acudir a San Clemente y requerir al corregidor y al alcalde mayor para que obedecieran la ejecutoria real, aunque a uno de enero de 1611 los encargados de requerir a las autoridades del corregimiento serían Sebastián de Losa, alférez mayor de la villa, Francisco Plaza, regidor, el licenciado Perona, abogado, y el mencionado Juan Ortiz, procurador. El alcalde mayor, doctor Vázquez, mandaría meter en el calabozo al escribano de Villarrobledo Rodríguez de Arce, apresar a los otros cuatro y en todo momento evitó que se levantara testimonio de la notificación de la cédula real. 51 días los tendrá presos. EL concejo de Villarrobledo decidió ir a querellarse contra el corregidor y su alcalde mayor, el doctor Vázquez, a la Chancillería de Granada y prorrogaba el seis de enero de 1611 como síndico al capitán Diego Muñoz de la Calera, mientras que el corregidor intervenía de nuevo en asuntos de talas, cortas o alcabalas de Villarrobledo. La villa se metía en un laberinto que contribuirá a su ruina, a ello se venía a sumar la pretensión, llegada al ayuntamiento de siete de enero, del conde de Barajas para comprar las alcabalas y tercias de Villarrobledo y su tierra, algo que se haría realidad y reconocido en ayuntamiento de 26 de enero y que, hoy, la historiografía local confunde con señorío jurisdiccional de la villa, cuando fue simple salida de la tesorería de rentas reales de Alcaraz. La villa hará valer los privilegios de los Reyes Católicos después de la guerra de Sucesión Castellana de no ser enajenada de la Corona real, pero en vano, pues perdía la autonomía de recaudación fiscal a través del encabezamiento. Nuevo pleito para la Chancillería de Granada. Más pleitos y más gastos para unos vecinos, que debieron aportar doscientas fanegas de trigo para costear los pleitos. Unos días después eran 144 fanegas de trigo más; luego trescientos ducados. Así, sucesivamente, hasta reconocer que la villa estaba perdida, El 15 de abril de 1611, entre protestas, pagará salario al corregidor. Villarrobledo se seguirá quejando de la intromisión de la justicia del corregimiento; a comienzos de 1612, se reconoce que los pleitos criminales no son conocidos por la justicia del lugar, sino por el licenciado Casillas, juez de comisión enviado por la corte, acusado de connivencia con la justicia del corregimiento.

    El privilegio de primera instancia no había salido gratis a Villarrobledo, era la contrapartida de 14300 ducados que la villa había pagado por un servicio a la Corona. El dinero, tomado a censo, había sido pagado en San Lorenzo del Escorial el seis de noviembre de 1610 y la villa pagaría los réditos del censo de nuevos arbitrios sobre el pescado fresco y salado y de las tercias y propios y arar para labor de pan la dehesa que está en los caminos que salen de esta villa hacia Munera y Bonillo y ciudad de Alcaraz. La dehesa se arrendaría en lotes de veinte almudes como máximo. El padre Caballería nos dirá que el precio de la primera instancia fue de 20000 ducados y damos por buena esa cifra, pues en ayuntamiento de diez de abril de 1611 se exigen desde la corte seis mil ducados más. Nueva necesidad de tomar dinero a censo (seis mil ducados tomados del segoviano Gonzalo de Heredia, que se sumaba a otro censo de 4274 ducados tomados a la viuda de Miguel Vázquez, Catalina Cernúsculo, vecina de Madrid y los primeros catorce mil ducados para el pago de la primera instancia, creemos que prestado por Gabriel de Cárdenas, vecino de Madrid, amén de otro préstamo del que era censatario Pablo de la Peña, que era el principal prestamista de la villa con 25000 ducados) y petición de licencias para arrendar dehesas como las de Calaverón, aunque también se entraba en conflicto con Lezuza y Bonillo por acotar tierras que eran de uso común. Nuevas exigencias se comían la hacienda municipal y, entre ellas, 920000 maravedíes anuales del servicio de millones, mientras que el conde de Barajas exigía 800000 mrs. por sus alcabalas y tercias.

    Villarrobledo quería desligarse de San Clemente y no podía. Las exigencias de la monarquía no lo hacían posible. El 27 de marzo de 1611 se le piden sesenta y tres hombres, los que integraban la milicia del reino, ante el peligro berberisco y otros ciento diez más. La orden venía del corregidor de San Clemente, pero se obvia darle tal título, y la villa los había de poner bajo las órdenes del capitán sanclementino Pedro de Valenzuela, pero Villarrobledo, una vez más, trata de saltarse la capital del corregimiento y protestará ante el adelantado de Murcia, Luis Fajardo, capitán general para la expedición. La villa se lo tomará como venganza del corregidor. Se piden 800 soldados al corregimiento de San Clemente (que por obligación ha de disponer de 440 para la milicia del reino); el reparto no es equitativo.


    SENTENCIA DE MUERTE CONTRA SEBASTIÁN MERCHANTE Y FRANCISCO MORENO EL MOZO POR LA MUERTE DE MARCOS DE LARA, CRIADO DE PEDRO VARGAS, VECINOS TODOS ELLOS DE VILLARROBLEDO

    "Fallo atento los autos de este proceso, culpa y rebeldía que de él resultar contra los dichos Sebastián Merchante y Francisco Moreno que los debo de condenar y condeno a que de qualquiera parte que fueren hallados sean presos y traydos a la cárcel pública desta villa, de donde mando sean sacados en forma de justicia con voz de pregonero que manifieste el delito aleve que cometieron en la muerte del dicho Marcos de Lara y traydos por las calles acostumbradas desta villa caballeros en sendas bestias de albarda con sogas de esparto al pescueço y llevados a la parte y lugar donde cometieron el dicho delito, que son las casas de Pedro de Vargas y fronteras de ellas estará una horca hecha por mi mandado de la qual sean ahorcados de los pescueços los pies altos del suelo hasta que ayan muerto naturalmente de lo qual ninguna persona sea osado de los quitar sin mi licencia y mando so pena de muerte y mando que en dos palos fijados en tierra uno frontero de las dichas casas y otro en la plaça pública desta villa sean puestas las cabeças de los susodichos y ninguno sea osado en tiempo alguno a quitarlas so la dicha pena" (dictada en Villarrobledo el uno de diciembre de 1611 por el juez de comisión licenciado Casillas)

    Por supuesto, los dos criminales habían huido

    (ACTAS MUNICPALES DE VILLARROBLEDO 1610-1611)

    SARGENTO DE MILICIAS

    25 de agosto de 1611, nombramiento de sargento de milicias de Luis Díaz Navarra

    Saturday, December 28, 2024

    La casa de los Picos de San Clemente

     Por una escritura de 1842 sabemos que la actual "Casa de los Picos o de Víllora" se corresponde con la casa familiar de los Valenzuela. La casa aparece vinculada al mayorazgo familiar, que pervive hasta fecha tan tardía










    Genealogía de los Valenzuela

    Diego de Valenzuela y capitán Pedro de Valenzuela, hijos de Alonso de Valenzuela y María de Perona

    Alonso de Valenzuela (casado con su prima hermana Mariana de Valenzuela -hija de Gómez de Valenzuela y Mariana Zalvide Arteaga-), hijo de Gregorio de Valenzuela y Bernardina Guedeja de la Cerda y nieto de Alonso de Valenzuela y María de Perona

    Gregorio de Valenzuela casado con Bernardina Guedeja de la Cerda, hijo de Alonso de Valenzuela

    Gregorio de Valenzuela, Gómez de Valenzuela (casado con Mariana de Zalvide y Arteaga), Diego de Valenzuela y capitán Pedro de Valenzuela, hijos de Alonso de Valenzuela y María de Perona

    Alonso de Valenzuela casado con María de Perona, hijo de Alonso de Valenzuela

    Alonso de Valenzuela casado con Juana de Montoya, hijo de Gómez de Valenzuela y padre de Alonso de Valenzuela 

    Gómez de Valenzuela,(ejecutoria de hidalguía de 7 de julio de 1524), casado con María Fernández de Valenzuela,  hijo de Alonso de Valenzuela y Juana Gómez

    Alonso de Valenzuela, casado con Juana Gómez, hijo de Gabriel López de Valenzuela y María López


    Testigos: 

    Diego de Alarcón de la Torre, guarda mayor de La Roda y propietario de la dehesa de Villapardillo, hidalgo de ejecutoria, 44 años

    Juan del Castillo Villaseñor, 56 años, hidalgo, vecino de San Clemente, de la collación de San Gil (?), hijo de Juan Sánchez del Castillo Villaseñor

    Juan González de Garnica, hijodalgo, escribano, 72 años

    Pascual Ballestero, 64 años, hombre pechero

    Martín Alonso de Palacios, hijodalgo, 70 años, su suegro es Diego de Cuéllar (hijo de Elena de Cuéllar)


    Hechos probatorios

    0.- Carta ejecutoria de Gómez de Valenzuela a 7 de julio de 1524

    1.- Testamento de Gómez Valenzuela y María Fernández su mujer de 29 de mayo de 1525, fundan capellanías dejando a su hijo Alonso como patrón

    2.- Alonso de Valenzuela y Juana de Montoya fundan mayorazgo

    3.- Ejecutoria de 23 de septiembre de 1633


    DECLARACIÓN DE TESTIGOS DE LA CARTA EJECUTORIA DE 1524

    Alonso Zapata, hidalgo que dijo ser de 60 años (nacido hacia 1460), había vivido doce años en Cuenca.

    Antón García, hidalgo que dijo ser de 52 años


    ACHGRA, 301-112-17 y 19