El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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Monday, April 7, 2025

VILLARROBLEDO (1605)

 Al empezar 1605, el edificio de las carnicerías se seguía levantado. A sus puertas de las carnicerías y en la plaza se pretendía levantar lonja para los tratos de los comerciantes, obras que estarán a cargo de Rodrigo de Aguirre, maestro de cantería. El 17 de enero, el concejo villarrobletano muestra su preocupación por la falta de pan en el pósito, consecuencia de la mala cosecha habida en toda la comarca. Se teme un aumento del precio del pan y de la necesidad; el trigo se buscará en la propia villa. Las previsiones del mes de septiembre pasadas sobre el trigo acumulado en el pósito, diez mil fanegas, se hacen insuficientes a comienzos de año, cuando las siembras se han realizado y el trigo consumido. Peor aún, se anuncia ya un pésimo año 1605 que ahondará la gravedad de la crisis: "porque en los vecinos se ve en cada día mayores nezesidades y están tan apretados con la mucha esterilidad que a sobrevenido que no solo la nezesidad es presente, pero yrá creciendo por la poca agua que a sobrevenido y por estar los sembrados mal nacidos". Lo más grave es lo que se decía a continuación: los más ricos compran el pan. Se decía que para su propia previsión, pero la consecuencia es que privaban de ese pan a los más pobres. El corregidor intervenía en los graneros y cámaras particulares, buscando el trigo que faltaba en las diecisiete villas del corregimiento. Las quejas villarrobletanas parecía fundadas esta vez y se anunciaba que, de no comprar trigo inmediatamente fuera en otras regiones, no se hallaría. "La necesidad que ya se ve se a de apretar" (31 de enero de 1605). Villarrobledo, una villa de dos mil vecinos o más, consumía sesenta fanegas de trigo al día. 

El Consejo Real se hará eco de la necesidad por cédula real de 24 de enero de 1605, donde requiere informe del trigo existente en los pósitos de la villa y se presenta un futuro muy aciago hasta la cosecha de 1606, pues la del presente año se considera perdida. Se pide al corregidor informe de las tierras que se han dejado de sembrar por falta de grano y de los remedios que puedan proveer las villas para mayor aumento de la agricultura. En el caso de Villarrobledo, las tierras de cereal se habían extendido al máximo, entrando en colisión con Alcaraz y su corregidor, por el rompimiento de tierras en la dehesa de la Berenguela. Para el 16 de mayo, se decide comprar trigos, que se espera a excesivos precios, pues ya se ve que la cosecha del verano va a ser muy poca. La desesperación llevará el 21 de mayo a hacer rogativas a la ermita de Villarejo de San Nicolás, pues se recuerda que ese era el motivo del primer voto que se hizo: y quando se hizo el dicho voto fue para suplicar a nuestro señor fuese servido dar los frutos de la tierra y en aquel tiempo esta villa era de hasta doscientos vecinos poco más o menos. Unos datos que, creemos nos llevan el origen de la procesión a comienzos del siglo XVI y las crisis de carestías de esos años. Más interesante es lo que se dice a continuación, pues coloca a Villarrobledo con una cifra de tres mil vecinos: y por la divina misercordia esta villa a ido en tanto augmento que se cuenta por de tres mil vecinos y respecto de lo qual con la dicha cantidad (seis mil maravedíes de limosna para los pobres) no se puede cumplir con la mitad del diezmo de la gente que acude de cuya causa los pobres y gente devota que suele acudir a las dichas prozesiones lo dexan de hacer. Se denunciaba más que la falta de fe, la quiebra de la sociedad villarrobletana, incapaz de mantener a sus pobres. Por eso se pedía aumentar las limosnas de 6000 a 40000 maravedíes. El mal no era solo villarrobletano, sino de las diecisiete villas del corregimiento de San Clemente: la pobreza era un problema estructural. Y la aparición de una masa de población flotante, sin residencia fija también. La cifra que se da para Villarrobledo de tres mil vecinos, supone 1150 vecinos más que en 1591. Algo similar ocurre en San Clemente, donde los más de dos mil vecinos contrastan con lo mil quinientos de 1591. Los censos fiscales no recogían los asentamientos de vecinos en los nuevos barrios y ni siquiera registrados en los vecindarios del ayuntamiento ni tampoco la población laboral flotante o los forasteros y gente de paso, en algunos casos, leguleyos o mercaderes, pero en otros, pobres en busca de oportunidades y cuyo sostén alimentario era un problema para los ayuntamientos. La pobreza se hacía visible en estas festividades, como el primer jueves de mayo en San Nicolás, cuando acudían pobres de toda la comarca. Las necesidades llevan a plantearse en el ayuntamiento de 8 de junio a solicitar un censo de veinte mil ducados para un pósito que está vacío y se prohibirá a los clérigos sacar o comprar trigo en la villa que no sea para abasto de la propia villa.

Se temía por las personas y se temía por los animales, pues la cosecha de cebada y centeno se esperaba muy mala: por vista de ojos se a visto y ve la esterilidad del año y principalmente en la zebada y zenteno que no se espera en esta villa ni en su comarca se cogerá alguna. Previendo la falta de grano para los animales se decide abrir la dehesa de la Bernagosa a los ganados mulares y caballares. 

La hacienda concejil estaba intervenida desde que el año 1600 tomó cuentas de propios, pósito y rentas el licenciado Santarén y cuya actuación fue precedente para que los corregidores intervinieran la hacienda villarrobletana. Se recordaba la intervención de cuentas del corregidor Diego de Mendoza y el alcalde mayor doctor Tomás Cid que fue acompañada de un juez de residencia de los oficiales villarrobletanos, con imposición de fuertes penas. Se debían al pósito 4900 fanegas de trigo y 6700, reales, a pesar de haberse cobrador 11000 fanegas en la cosecha de agosto. Igualmente, resultaba molesto el hecho de que el escribano de San Clemente Francisco Rodríguez Tudela interviniera en los autos de la villa. Ahora para el mes de junio, Villarrobledo se opondrá a que el corregidor tome cuentas a los oficiales de la villa. En cualquier caso, el treinta de junio, hay una colaboración entre el corregidor Mudarra Mendoza y los regidores villarrobletanos pues la situación es extrema, hasta tal punto que se pide el control del cobro de los diezmos y del trigo que han de devolver los labradores al pósito. Cuando los Inquisidores de Murcia piden mil quinientas fanegas de trigo, pues no encuentran trigo alguno en el Reino de Murcia, se buscarán excusas. Igual malestar provocará la pretensión de dividir el beneficio curado en varios y más en ese momento de crisis*. El once de julio, ya segadas las primeras mieses, los labradores no entregan trigo alguno al pósito, pues lo guardan para sus necesidades. Se habla de que la villa puede perderse y despoblarse. Para finales de julio se pide al obispo de Toledo poder disponer del diezmo de los despoblados pagando el trigo a la tasa como de la prestamera simple de Guadalajara y Belmonte, a cargo del prior del convento de San Lorenzo del Escorial. Mientras, se buscan los 24000 ducados a censo para dotar al pósito y se envían procuradores a buscar trigo, hasta Molina de Aragón, donde se esperan sacar de 8000 a 10000 fanegas. El precio de la fanega de trigo alcanza los 36 reales y el pan cocido diez maravedíes la libra para los vecinos y a catorce para los forasteros, cuyo abasto se presenta para la villa como un grave problema. El corregidor avisa de que se podrá comprar trigo en la ciudad de Cartagena para las villas, hemos de suponer traído desde Italia.

El trigo villarrobletano era el testimonio de la crisis de carestía vivida, pero también de las injusticias sociales. A la corrupción denunciada por jueces y corregidor en la toma de cuentas se unían ahora las peticiones de grupos que vivían del trigo villarrobletano: así, 150 fanegas de trigo para el cabildo de la colegiata de Belmonte o, lo que provocaba más odios en Villarrobledo, trescientas fanegas de trigo para la casa del corregidor y alcalde mayor y doscientas de cebada para sus caballos. Para mediados de septiembre se decidir embargar el trigo de las cuatro rentas pontificales, pues el trigo se necesita para la siembra, pero el arzobispado no entrega el trigo, a pesar de la insistencia de la villa sobre la sequía terrible de ese año. SE acabará embargando, entre protestas de la villa de Almagro, pues los arrendadores de las rentas pontificales de esa villa tenían derecho al cuarto del trigo decimal. Mientras, los poseedores del grano no sueltan el trigo si no es a precios excesivos y pagado en plata, no aceptando la moneda de vellón. La plata ha desaparecido de la circulación y se atesora al igual que el trigo.

El trece de octubre de 1605, por las actas de Villarrobledo, tenemos noticias de que el Consejo Real a través de su secretario Juan Gallo de Andrada decide intervenir ante la grave crisis de carestía, que, de Las Mesas a Iniesta, se extiende por las diecisiete villas que conforman el corregimiento de San Clemente. Se celebrará una junta de corregimiento en Iniesta, donde cada una de las diecisiete villas han de enviar un alcalde o regidor. La carta que ha mandado el Consejo Real es clara: "atenta la esterilidad general que a auido este año el pan por la poca cosecha que a auido y que en el Reyno de Aragón se entiende la a auido buena y que de allí se podrán sacar tres cientas mil fanegas de trigo para la provisión de esta tierra y Reyno de Toledo. Lo tratado en Iniesta (en una junta que probablemente se reunió el 16 de octubre, domingo) fue asentado por el escribano Francisco Rodríguez de Tudela. Un traslado del documento notarial sería presentado por el regidor Pedro Montoya Vizcarra y llevado a las actas del concejo de Villarrobledo. Estos serían los puntos:

  1. Se debieron decidir las cantidades de trigo para cada uno de los pósitos de la diecisiete villas, que deberían ser comunicadas por carta del corregidor a la corte. Para las diligencias se nombró a Pedro Durango, que recibiría un sueldo de 50 ducados, más cien reales por llevar las cartas
  2. Matar y destruir la langosta aovada en San Clemente y otras villas. Villarrobledo estará libre ese año de la langosta

El 21 de marzo se informa de que Ana Ruiz, viuda de Juan Cano Moragón, deja 700 ducados y sus casas para la fundación de un convento de frailes carmelitas descalzos, además una renta para cuatro capellanes para que lleven las varas del Santísimo Sacramento cuando sale a visitar los enfermos, dar alimento a los estudiantes y dotes a las huérfanas y una capellanía en dicho convento, y cien fanegas de trigo en cada año para que se den de limosna a los pobres en los meses de abril, mayo y junio. A pesar de las reticencias de algún regidor, la intervención del regidor Alonso Téllez fue clave para dar vía libre a dicho convento. La fundación no se llevaría a cabo.


*La unión y concordia que se hizo del dicho beneficio del beneficio curato y del beneficio simple que auía en esta villa y que se auía sacado y desnombrado del dicho beneficio curado y se volvió a juntar y unir  con voluntad de don Manuel de Reynoso beneficiado que fue del dicho beneficio y con lecencia de su santidad sobre lo qual ay y se dieron bulas apostólicas y otros papeles y recaudos en favor del dicho beneficio curato (8 de julio de 1605).

El 25 de noviembre toma posesión del beneficio curado de la villa el doctor Antonio de San Vicente, vicario del arzobispado de Toledo

JUBILEO Y RELIQUIAS

"dixeron que a este ayuntamiento se a dado noticia que el padre Baustista Pacheco religioso de la compañía de Jesús por conzesión de su santidad a traydo a España muchas reliquias de santos de la ciudad de Roma para poder colocar e poner en las yglesias que el quisiere en estos reynos y en las yglesias donde las pusiere en cada una se conzeden cada año cinco vezes jubileo plenísimo y remisión de pecados en cinco días diferentes" (actas Villarrobledo 25 de noviembre de 1605)


ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1605

Monday, April 11, 2016

Convocatoria de una Junta General del Marquesado de Villena (1473)

Las Juntas Generales del Marquesado de Villena, asambleas de las ciudades y villas del Marquesado, a las que enviaban dos procuradores, se han presentado por la historiografía albaceteña como ejemplo de autogobierno y libertades y origen de una identidad albaceteña diferenciada de la identidad murciana. Desgraciadamente esta historiografía siempre suele echar en olvido la parte alta del Marquesado, correspondiente al sur de la provincia de Cuenca. Y es que el Marquesado era una entidad que transcendía los límites provinciales de los obispados. Aunque fueron perdiendo el relieve y el protagonismo medieval, todavía serían convocadas durante el siglo XVI, adquiriendo cierto protagonismo durante la rebelión de las Alpujarras. Todavía en 1610, con motivo de la elección de capitán de milicias, las diecisiete villas del corregimiento de San Clemente se reunirán en esta población para dicha elección, enviando cada una de ellas dos procuradores. Ocho años después la elección de capitanes de milicias (más propiamente elección de una terna a proponer al Consejo de Guerra) era un derecho que se había arrogado las villas.

Las Juntas del Marquesado se solían reunir para dirimir diversos asuntos, entre los que destacaban las aportaciones militares, en una aldea de Chinchilla, llamada Corral Rubio, aunque no faltaron otros lugares de reunión. Traemos a colación la convocatoria de una de estas reuniones en época de don Juan Pacheco, I Marqués de Villena. Se adjunta también una distribución de gastos que nos puede valer como referencia de la importancia de las diversas villas y su peso en el conjunto del Marquesado (estos datos creemos que son de 1490)


Yo el liçençiado Fernando Días del Castillo oydor del abdiençia del rrey nuestro señor e del consejo del señor marqués teniente lugar de justicia mayor por el muy virtuoso e noble cauallero Johan de Haro capitán e justiçia mayor en todo el marquesado de Villena, fago saber a vos los alcaldes de la villa de Yecla que por alguns cosas muy conplideras a seruiçio de Dios y del marqués mi señor e al pro e bien común de todas las villas e logares del dicho marquesado que los procuradores de la çibdad de Chinchilla e de todas las villas e logares del dicho marquesado vengan al logar de Corral Ruuio para el lunes primero que viene que se contarán veynte e dos dyas del mes de março para que allí venidos todos juntamente entendamos en lo que cunple al pro e bien de todo el dicho marquesado e vesinos e moradores dél, por ende por la presente vos mando que juntades a conçejo e diputedes e señaledes vuestros mensajeros segund que lo soléys e acostunbrades faser para otras juntas generales personas idóneas e pertenesçientes para entender en lo que cunple a esa dicha villa e vecinos e moradores della e otrosy mandad faser pregón general que cauallero de los de primera ? desa villa no salgan fuera de la dicha villa a dormir syn liçençia e espeçial cuidado del marqués mi señor e del señor Juan de Haro syn dexar las armas e cauallo e persona que sirua en su logar ydonea e pertenesçiente so pena de diez mill maravedís para la cámara del marqués mi señor e la persona a su merçed e tomóse testimonio cómo se pregona e non fagades ende al vos los dichos alcaldes so la dicha pena e las personas que asy fueren nonbradas para lo susodicho e so pena de perdimiento de todos sus bienes; fecho en la villa de Hellín xvii días de março (firmas)

Señores alcaldes yo vos enbío un mandamiento para que se faga juntamiento de los procuradores desa villa e de los otras villas e logares del marquesado en el logar de Corral Ruuio donde se suele e acostunbra faser junta general e porque cunple mucho a seruiçio del marqués mi señor e al pro e bien de toda la tierra, que esto se faga con grand diligençia yo les rruego e pido de especial graçia que en esa villa luego sean diputadas personas onbres honrrados que entiendan en lo que cunple a esto para que vengan allí e se faga lo que fuere seruiçio de dios e del marqués mi señor e del pro e bien de todos nosotros e porque yo he enviado desde acá a otras partes e logares otros mandamientos para que luego vengan de cada uno de los lugares e villas deste marquesado a faser esto e ove de enbiar muchos peones desde aquí yo vos rruego que pongáis grand diligençia como estas cartas e mandamientos son lleuadas a la villa de Jumilla e a las otras partes do uan ca se les a pagado el trabajo que en esto pusiere e no se faga otra cosa porque la culpa e cargo será dada a vosotros, nuestro señor vos aya en su guarda, de Hellín a xvii de março de lxxiii años

(al dorso) escrituras antiguas sobre las juntas que en el marquesado se suelen e acostunbran hazer  que paresçe en ellas hazer mención del maestre don Juan Pacheco, marqués de Villena


Chinchilla     cxc
Aluaçete        cl
Villena          xciii
Yecla            xlv
Sax               xviii
Hellín           cv
Touarra        xxxii
Ves               xviii
Yniesta         lxxv
El Peral       xxviii
La Motilla   l
Villanueva   cxx
Barchín        xxii
El Alverca    vi
Cañavate      xxviii
Pedernoso    x
Pedroñeras  xxviii
Villarrobledo   xciii
Las Mesas    xxviii
Sant Clemeynte   cliiii
La Robda     xxx
Almansa      lxxvii

llevan del año de noventa


ARCHIVO MUNICIPAL DE YECLA (AMYE). 2.2/II. Carta de Fernando Díaz del Castillo, alcalde mayor del marquesado, ordenando la elección de/ procuradores para las Juntas de Corral Rubio convocadas para el 22 de marzo de 1473