El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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Monday, May 12, 2025

Médicos en el San Clemente de 1600

 El doctor Fonte había servido en la villa de San Clemente durante dos años y tres meses. Junto a otros médicos le había tocado la peste del año 1600. Dos años y medio después exigía sus salarios, aunque no era él único, pues otros médicos, alguno de los cuales ya nos citó Diego Torrente con motivo de la peste que azotó la villa, exigían también sus salarios. Eran el doctor Pedro Alonso y el licenciado Villanueva. El cinco de marzo de 1602, el corregidor Antonio López de Calatayud ordenó pagar a los médicos con la ejecución de ciertas rentas del concejo. Al doctor Antonio Fonte se le debían 1597 reales.

Mi parte sirvió dos años y tres meses curando a los pobres de la dicha villa y ansimismo el tiempo que duró la peste que por solo la asistencia de aquel tiempo merecería mi parte un gran salario pues padeció riesgo su persona con asistir a curar la dicha enfermedad

Se aferraba la villa a que solamente tenía licencia para gastar cien ducados y 45000 maravedíes. No obstante, por carta de pago de nueve de mayo de 1602, el doctor Fonte recibirá de Pedro Xuárez Heredia, fiel de carnicerías, 58332 maravedíes. Dicho pago se hacía en concepto de paga de salario de dos años y tres meses que sirvió a la dicha villa y un camino que hiço a la villa de Yniesta a visitalla de la peste para que se guardase esta de San Clemente y las demás de su partido. Y se fundaba en un auto de remate del corregidor de tres días antes, que había juzgado el caso con es asesoramiento de un licenciado Briz Lozano, y una sentencia de su alcalde mayor Aguiar.

Los 58332 maravedíes serían solicitados que fueran devueltos por el concejo de San Clemente un año después. Una razón: el corregidor Antonio López de Calatayud, acabado su mandato, se había ido. El doctor Antonio Fonte  era un criado suyo y por tanto no pertenecía a los médicos que habitualmente servían en le pueblo.

Los médicos de la villa de San Clemente eran pagados del dinero procedente de las rentas de los bienes propios del concejo, pero hay que hacer una salvedad: se pagaba para que permanecieran en la villa y no se fueran a otra, dada la escasez de médicos preparados, pero las curas a los enfermos eran pagados por éstos. Los médicos al servicio de la villa de forma regular se consideraban médicos asentados o médicos aprobados para poder curar conforme lo disponen vuestras leies reales con títulos bastantes, luego que a la dicha villa se trajo licencia para dar salario a dos médicos por escrituras públicas lo dio y asentó al doctor Pedro Alonso de Arze y al licenciado Villanueva, médicos antiguos de muncha espiriencia y grande opinión y fama; lo otro porque el salario que la villa da a los dichos médicos no es porque curen los enfermos sino porque asistan en la dicha villa y no salgan della sin licencia y las curas que hacen se las pagan las personas a quien curan. Así, el doctor Fonte, un mallorquín, era un criado del corregidor que vivía en sus casas con su familia y al servicio de la misma. Si había prestado otros servicios había sido por interés particular y cobrando de los enfermos. Claro, que la realidad era otra, una villa apestada y sobrepasada por sus consecuencias había necesitado de sus servicios. A pesar de ello la justicia de Granada daría la razón a la villa de San Clemente el 21 de mayo de 1605, confirmada en revista el 21 de junio.

¿Afectó la peste de 1600 solamente a San Clemente en el sur de Cuenca?

Son pocos los datos que tenemos, entre ellos, el difícil andar del convento de carmelitas recién fundado en Valera de Abajo, pero sabemos por la mención a las tablillas existentes en la corte, que otros pueblos fueron afectados. Uno de ellos, y de los que ahora tenemos noticias, fue Iniesta, con la especificidad de que la villa de Iniesta fue alcanzada por la peste antes que la de San Clemente y esta villa, sabedora del contagio, intentó guardarse. Es más, envío un médico a la villa de Iniesta para informar del avance del mal, que nos narraba así su experiencia: " estando probado con el cuidado y diligencia que mi parte acudió a la cura de enfermos de la dicha villa de todas enfermedades y en tiempo de peste, puniendo su vida en tanto riesgo y aventura y que por orden y mandado de la parte contraria (de la villa de Iniesta) fue a la villa de Yniesta a saber si avía peste para que San Clemente se guardara della y mi parte se hirió de la dicha enfermedad y estuvo a punto de muerte en que gasto muchos maravedíes y le quemaron toda su ropa". De la afirmación tampoco podemos asegurar, es verdad, si el médico contrajo la peste en su viaje a Iniesta o luego en San Clemente, aunque el hecho de que fuera hasta allí es que había ya sospechas.

En este momento, el concejo de San Clemente andaba en pleitos con el licenciado Montoya y el bachiller Villamediana, que habían acudido a la Chancillería de Granada a defender el derecho de los nobles a la mitad de los oficios, en este caso, los alcaldes ordinarios, que poco después serían suprimidos.


Ayuntamiento de 17 de noviembre de 1601

Corregidor: Antonio López de Calatayud

Alcaldes ordinarios: Diego de Alfaro y Alonso de Guevara

Regidores: Alonso Martínez de Perona, don Miguel de los Herreros, el licenciado Montoya, Martín de Buedo Alarcón, Jerónimo Martínez, Francisco de Astudillo, Pedro de Tébar Ramírez, Antonio García Monteagudo, Hernando de Araque Montoya, Bernardino Oropesa, Miguel de Perona Rosillo, Bautista García Monteagudo

Alguacil mayor: Juan López de Garcilópez.


ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA, PLEITOS CIVILES, C 723-6

Wednesday, May 10, 2017

El clima de San Clemente y la salud de sus gentes

Puente de Santa Ana sobre el río Rus
Esta villa, muy nombrada, es la Corte de la Mancha, antiquísima yllustrada de familias, nobles y ricas, y en su contorno hasta las 15 leguas del cerco, son las familias antiguas, cavalleros, militares, guerreros, muchos títulos, que heran por sus proesas, bien lo dicen las casas solariegas y nuevas por sus armas, sus grandes maiorazgos, las muchas religiones, que tanto en letras como en armas ay un  número crecido de hombres empleados en el Real servicio militar y en los Conzejos de su Magestad y Govierno de Nuestra España, que noblemente, fielmente y con perfecta christiandad, mantienen la parte de la Real Casa de nuestro monarca, que Dios guarde

En la llanura manchega, sobre un pequeño altozano, se levanta la villa de San Clemente. Sin montes que la protejan, es tierra expuesta a los vientos, que fijan la salud y carácter de sus habitantes. La relación entre el clima y el carácter ya fue señalado en 1777 por el médico Roqué Picó de Picó. San Clemente era presentada como una tierra sin montes que amparen a sus habitantes y expuesta a los vientos, los quatro ayres que reynan en este clima. 

El viento de levante es llamado solano, viento de verano, que llega ardientisimo, provocando que los humores de los vecinos se remuevan, tal como remueve el propio viento la atmósfera provocando lluvias.
remueve los inquietos humores, fluiendo, descendiendo de los vientres superiores a las partes distantes, es a saber de la cabeza a los miembros ynferiores y también al vientre medio o toras, y al ynfimo vientre, assí llamado por estar situado baxo de las dos cavidades animal y vital
El viento de poniente es suave y benevolente, tanto para los naturales, sosegando sus humores con su templanza, como para sus cultivos, para los que trae lluvias en las estaciones más favorables, aunque fatal para el humo de las chimeneas, que no han faltado hacedores de las mismas que han evitado sus daños.
que estando el tiempo movido para llover, qualquiera de los vientos es pluvioso, assimismo irritada naturaleza por esta causa supongamos calorosa; y al contrario, aunque la suavidad de este occidental y su benevolencia sea cierta  no pueden sus influencias corregirla, pero sí el ser amistoso
El viento de mediodía o meridiano es un viento perjudicial, llovedor, engendra putrefacción y es malévolo a la salud por su cualidad caliente y húmeda, trayendo a la villa los vapores corruptos de río Rus, que escasea en el estío en agua.
y transitando por los pueblos influien corrupción y de este modo ocasionan enfermedades
Del septentrión viene la tramontana, es viento saludable, frío y seco, poco lluviosos. Pero es viento tan bueno para los hombres como malo para la naturaleza; daña los frutos de la tierra desde el mes de enero hasta el mes de mayo; por esa razón, sus naturales evitan el cultivo de frutales, y el paisaje está dominado en exceso por las tierras para pan y vino, hiela los olivos y las higueras y demás árboles, incluso los pinos que retallando de nuevo vuelven a helarse.
es frío y seco, poco lluvioso, éste es muy saludable, viene del Norte, es muy súbtil y penetra en gran manera nuestros cuerpos

San Clemente es tierra rasa, el riego es ajeno a sus cultivos, pero sus yerbas son saludables y el pasto, que escasea, es bueno. Sus aguas, aunque puteales, son buenas. Pasto y agua crían sabrosos carneros y ovejas; en los tiempos del doctor Roque Picó, abundaba la caza, tanto terrestre como volátil. Los vinos abundantes y el pan de trigo más exquisito hacia las tierras del norte; que el trigo de San Clemente siempre ha tenido fama de rubión y de menor calidad que el de poblaciones comarcanas.

El doctor Roque Picó de Picó, que atendió enfermos en San Clemente de 1745 hasta 1777, como él mismo reconocía, creía más en estas condiciones ambientales que en los astros para explicar el carácter de las personas, y sobre todo en la influencia que estos aires pudieran tener para el desarrollo de enfermedades al remover aguas estancadas o a su paso por los cementerios. Nos legó todo un tratado de enfermedades de la época cuya patología y remedio estudió a lo largo de ciento cuarenta y cinco folios. Citaremos algunas de las enfermedades que azotaron a los sanclementinos y que estudió para quien quiera adentrarse en ellas: fiebres petequiales, fiebres punticulares ardientes malignas e inflamatorias, viruelas y sarampiones, fiebres linfáticas con tos ferina y catarro sofocativo, pleuritis y reumatismo, fiebres mecentéricas, fiebres tercianas epidémicas y cuartanas rebeldes


PICÓ DE PICÓ, Roque: San Clemente (Cuenca), 1-VII-1777. Disertación médica que con toda sinceridad trata del clima y aires que dominan en la atmósfera, a quienes están sujetos los vivientes racionales de esta villa de San Clemente (Biblioteca Virtual de la Real Academia Nacional de Medicina)