El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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Wednesday, October 8, 2025

Los herederos de Fernán Muñoz, héroe iniestense de la Guerra del Marquesado

 El 11 de junio de 1476, los Reyes Católicos conceden exención de pedido, moneda forera y cualquier otro pecho a Fernán Muñoz, su mujer y descendientes y los cinco escusados que él nombrare. Como contrapartida el concejo de Iniesta y para resarcir esta exención  recibiría trescientos maravedíes por estos impuestos y otros trescientos en caso de imponérsele nuevos repartimientos.

Hacia 1577, todavía vivían los descendientes de Fernán Muñoz. Lope García Muñoz pleiteaba por su hidalguía y ver reconocida la herencia de su abuelo. Este Lope era hijo de Diego Muñoz, muerto mediada la década de 1560: Diego era a su vez hijo de Fernán Muñoz, que había muerto en la década de 1520.

Fernán Muñoz había casado con Catalina Herrera, el matrimonio había tenido por hijo a Diego Muñoz, que, a su vez, había casado en segundas nupcias con Inés García (hija de Lope García de la Cova). Fernán Muñoz era un hombre de unos setenta o setenta y cinco años hacia 1510, por lo que habría nacido hacia 1435 o 1440(aunque por otros testimonios su muerte acaece ya en la década de 1530, por lo que habría que retrasar las fechas una década). Era pues un poco posterior a la generación de los hombres de Juan Pacheco, Maestre de Santiago, o de Hernando del Castillo, alcaide de Alarcón. En este mundo de intrigas se había movido, tomando partido por la Corona y teniendo un papel fundamental en la lucha contra el marqués de Villena en la guerra de Sucesión castellana, en la primera fase. Fernando el católico supo premiar esta fidelidad. Algunos testigos decían que se la había dado la escribanía de Iniesta y algunas rentas de un juro.

El padre Diego Muñoz había sido movilizado como hidalgo para la jornada de Perpignan de 1543 por ser hidalgo. Tuvo que comprar caballo y armas para tal aventura, en la que le acompañó un hijo del primer matrimonio, aunque llegado a Valencia se les hizo volver, como al resto al haberse hecho las paces.


Blas Rubio el viejo, 71 años

Juan de Olmeda, recuero, 75 años

Cristóbal de las Heras, 80 años, hijo de Aparicio García de las Heras, que había participado en las guerras del Marquesado

ACHGR, sign. ant. 301-74-29, 21 de mayo de 1587

Friday, September 26, 2025

López Cantero vs. Espinosa

 Entre 1627 y 1629 se desarrolla un pleito entre Pedro Castañeda Espinosa y el doctor Pedro López Cantero, ambos vecinos de Iniesta sobre la propiedad de la Calera, en términos de El Peral e Iniesta. El primero se presenta como un pobre, cuyos bienes no llegan a tres mil maravedíes y solicita justicia gratuita.

El pleito lo que muestra es la ruina de los Espinosa en Iniesta y la usurpación de sus propiedades por el doctor Pedro López Cantero. Este era un letrado que ocupaba el cargo de alcalde mayor en Moya el año 1627. E Pedro Castañeda de Espinosa debería haber recaído la hacienda de la familia Espinosa de Iniesta, como heredero con beneficio e inventario de los bienes de su padre Jerónimo de Espinosa y de su tío Francisco de Espinosa. Esta herencia se concentraba en dos puntos: en la Calera, en los términos de El Peral e Iniesta, con una heredad de mil almudes de tierra calma de labor, con su casa, era y pozo, que llaman de Espinosa, y una viña de ocho mil vides, cercada de olivos, en el sitio llamado la Herrada (o La Rada), camino del santuario de la Consolación y en el término de Iniesta. Esta hacienda producía una renta anual de doscientos cincuenta ducados.

La forma de apropiación de las tierras por Pedro López Cantero se remontaba a cuarenta años atrás, aprovechando la muerte a finales de la década de 1580 de Jerónimo Espinosa y su hermano Francisco. Jerónimo había sido mayordomo del marqués de Moya, pero a la hora de rendir cuentas había sido alcanzado por numerosas deudas, fruto de ello fue el embargo de tierras de la Calera por impago de deudas. Pedro López Cantero, ante la posibilidad de que los Espinosa pudieran recuperar las tierras (las deudas se satisfacían anualmente con el pago de las rentas generadas hasta su liquidación), pasados 25 años, traspasó las tierras como donación a su hijo Juan López Cantero, ordenado sacerdote, pasando a tener la condición de manos muertas, aunque de disfrute familiar. Con el tiempo, los 150 almudes comprados en subasta por el doctor Pedro se ampliaron a mil (quinientos reconocía él) en clara usurpación. En cuanto a las tierras del camino de Consolación, propiedad de Francisco de Espinosa, el proceso de endeudamiento de éste le obligó a rematar sus propiedades en favor del doctor Pedro López Cantero, que pasados 25 años las cedíó como dote matrimonial a su hijo Miguel López Cantero, que se aseguraba a futuro las tierras al casar con una mujer del clan de los Espinosa, Meliana Espinosa. No lo sabemos, pero es probable que el pleito fuera inducido por la viuda, a la muerte temprana de su marido Miguel o, lo que es más probable, que esta entrará en colisión con su familiar Pedro Castañeda Espinosa.


ACHGR, C 5303-6


El primer tercio del siglo XVII es un periodo donde los vaivenes de la coyuntura nos hacen difícil ver la realidad. En los estudios pasados de un historiador económico se analizaban producciones de granos para concluir unas cifras similares al último tercio del siglo XVI. No obstante, lo que sabemos es que hubo periodos de profundas crisis de carestías alternas con años de crecimiento. Los datos poblacionales se hacen eco de estas alteraciones, proporcionando datos de difícil interpretación solo comprensibles en el marco de movimientos migratorios comarcales en busca de oportunidades.
La segunda parte constatable de estas tres primeras décadas del Seiscientos es la consolidación de una nueva oligarquía local por la concentración de la riqueza. Poco a poco, vamos conociendo cómo la ruina de unos ricos del pasado fue la fortuna de los ricos del futuro. Sabíamos del caso de los Ortega en San Clemente y su voracidad carroñera para hacerse con las propiedades de los Buedo, ahora tenemos constancia de los López Cantero y cómo fueron inmisericordes con la hacienda de los Espinosa para usurparla

Saturday, July 26, 2025

Alfonso de Cubas, el héroe olvidado de Iniesta

 Alfonso de Cubas fue una de las figuras claves de la villa de Iniesta en la guerra del Marquesado por el bando isbelino. Al acabar la guerra, en 1480, los Reyes Católicos le hacen merced de varias cosas:

  • Un juro a perpetuidad situado sobre las alcabalas de Iniesta
  • Poder nombrar cuatro escusados
  • Oficio de merino de la villa, que decenas de años después se equipara al de alguacil mayor
Su bisnieto Juan de Guzmán en función de estas mercedes solicita le sea concedido el oficio de alguacil mayor (15 de febrero de 1611)

AGS. CCA. CED. 341-585

Sunday, July 13, 2025

Papeles varios de Iniesta

 Crimen de una mujer por Andrés Clemente y Mateo Lucas, vecinos de Iniesta. 9 de mayo de 1565

AGS. CCA. CED. 140-425

El 14 de octubre de 1637 es nombrado regidor perpetuo de la villa de Iniesta Miguel Cabronero por la vacante dejada por Diego de Mondéjar, pero fallece el año siguiente. Su mujer, Magdalena Sánchez lo cederá para su ejercicio a Miguel Sánchez.

AGS. CCA. CED. 209-92

Alonso Ponce de León, regidor perpetuo de Iniesta, se le concede el título por juro de heredad por haber donado a la Corona 400 reales el día de Todos los Santos de 1646.

AGS. CCA. CED. 219-909

El contador Bernardino de Gauna posee un juro al quitar de 75000 maravedíes en las alcabalas de Iniesta con un interés de 14 al millar. Pide que por estar lejos y serle muy trabajoso su cobro se mude a un juro sobre rentas de los obispados de Osma, Sigüenza y Calahorra. 19 de noviembre de 1555.

AGS, CCA. CED. 295-220

Sunday, June 1, 2025

reclutamiento de 1552

 En 1552 hay noticias de un reclutamiento obligatorio de hombres. Iniesta aporta 28 soldados; Villanueva de la Jara necesita arcabuces para la gente con la que ha de servir

AGS, GIM LEG 48, 185 y 186


Villanueva de la Jara se querella criminalmente de Lope de Cotán y Pedro de Orduña, capitán y alférez de una de las compañías del coronel Francisco de Benavides por ciertos capítulos y agravios (año 1558)

AGS, GIM, LEG 68, 198

Wednesday, May 28, 2025

LOS PARRA DE INIESTA

 

El tres de febrero de 1543, Alonso de Parra, vecino de Iniesta, alférez e hijo del capitán Alonso de Parra, pide le sea reconocida su condición hidalga en virtud del nombramiento de caballero de su abuelo Pascual Parra.

PASCUAL PARRA, el mozo, vecino de Iniesta es armado caballero por Fernando el Católico en el Alhambra de Granada (7 de enero de 1492)


"en el Alhanbra de la muy noble çibdad de Granada entre las dos puertas de la dicha Alhanbra, la una puerta que sale al canpo e la otra puerta que entra al aposentamiento de la dicha Alhanbra... (el rey Fernando el Católico) demandó un espada la qual le dio desnuda fuera del vayna el dicho Pasqual Parra el moço fijo de Pasqual Parra el viejo vezino de la villa de Yniesta e diole con ella ençima de la cabla (calva) e capaçete que en ella traya el dicho Pasqual Parra e dixo Dios Nuestro Señor e el Apóstol Santiago te haga buen cavallero"

En el privilegio de caballería, el aspirante, ante la Grandeza de España, pedía que la condición de caballería fuera transmitida a sus hijos y descendientes.

Los servicios a la Corona real de los Parra se remontaban al momento de las guerras del Marquesado de Villena y la reducción de Iniesta a realengo. El abuelo Pascual Parra el mozo había casado con Teresa Villanueva. Los hijos del matrimonio fueron
  1. Alonso Parra, capitán
  2. Pedro Parra, capitán
  3. Martín Parra, capitán
  4. Se cita otro capitán Pascual Parra, que tuvo acostamientos del Rey
El capitán Alonso Parra murió en servicio de su Majestad en Túnez y sus hermanos Pedro Parra y Martín Parra murieron durante las Germanía en Játiva: "que el dicho Martín Parra murió de muchas heridas que le dieron en la dicha guerra y el dicho capitán Pedro Parra murió luego en viniendo de la dicha guerra  de donde vino herido y muy trabajado"
El capitána Alonso Parra casó con Ortiz de Almao. Su hijo es el alférez Alonso Parra "que ha servido e sirve a su magestad en Ytalia y otras muchas partes y en Menorca, siendo alférez de don Francisco Girón Rebolledo capitán de su magestad"

AGS, GYM, LEG 58,5

Monday, May 12, 2025

Médicos en el San Clemente de 1600

 El doctor Fonte había servido en la villa de San Clemente durante dos años y tres meses. Junto a otros médicos le había tocado la peste del año 1600. Dos años y medio después exigía sus salarios, aunque no era él único, pues otros médicos, alguno de los cuales ya nos citó Diego Torrente con motivo de la peste que azotó la villa, exigían también sus salarios. Eran el doctor Pedro Alonso y el licenciado Villanueva. El cinco de marzo de 1602, el corregidor Antonio López de Calatayud ordenó pagar a los médicos con la ejecución de ciertas rentas del concejo. Al doctor Antonio Fonte se le debían 1597 reales.

Mi parte sirvió dos años y tres meses curando a los pobres de la dicha villa y ansimismo el tiempo que duró la peste que por solo la asistencia de aquel tiempo merecería mi parte un gran salario pues padeció riesgo su persona con asistir a curar la dicha enfermedad

Se aferraba la villa a que solamente tenía licencia para gastar cien ducados y 45000 maravedíes. No obstante, por carta de pago de nueve de mayo de 1602, el doctor Fonte recibirá de Pedro Xuárez Heredia, fiel de carnicerías, 58332 maravedíes. Dicho pago se hacía en concepto de paga de salario de dos años y tres meses que sirvió a la dicha villa y un camino que hiço a la villa de Yniesta a visitalla de la peste para que se guardase esta de San Clemente y las demás de su partido. Y se fundaba en un auto de remate del corregidor de tres días antes, que había juzgado el caso con es asesoramiento de un licenciado Briz Lozano, y una sentencia de su alcalde mayor Aguiar.

Los 58332 maravedíes serían solicitados que fueran devueltos por el concejo de San Clemente un año después. Una razón: el corregidor Antonio López de Calatayud, acabado su mandato, se había ido. El doctor Antonio Fonte  era un criado suyo y por tanto no pertenecía a los médicos que habitualmente servían en le pueblo.

Los médicos de la villa de San Clemente eran pagados del dinero procedente de las rentas de los bienes propios del concejo, pero hay que hacer una salvedad: se pagaba para que permanecieran en la villa y no se fueran a otra, dada la escasez de médicos preparados, pero las curas a los enfermos eran pagados por éstos. Los médicos al servicio de la villa de forma regular se consideraban médicos asentados o médicos aprobados para poder curar conforme lo disponen vuestras leies reales con títulos bastantes, luego que a la dicha villa se trajo licencia para dar salario a dos médicos por escrituras públicas lo dio y asentó al doctor Pedro Alonso de Arze y al licenciado Villanueva, médicos antiguos de muncha espiriencia y grande opinión y fama; lo otro porque el salario que la villa da a los dichos médicos no es porque curen los enfermos sino porque asistan en la dicha villa y no salgan della sin licencia y las curas que hacen se las pagan las personas a quien curan. Así, el doctor Fonte, un mallorquín, era un criado del corregidor que vivía en sus casas con su familia y al servicio de la misma. Si había prestado otros servicios había sido por interés particular y cobrando de los enfermos. Claro, que la realidad era otra, una villa apestada y sobrepasada por sus consecuencias había necesitado de sus servicios. A pesar de ello la justicia de Granada daría la razón a la villa de San Clemente el 21 de mayo de 1605, confirmada en revista el 21 de junio.

¿Afectó la peste de 1600 solamente a San Clemente en el sur de Cuenca?

Son pocos los datos que tenemos, entre ellos, el difícil andar del convento de carmelitas recién fundado en Valera de Abajo, pero sabemos por la mención a las tablillas existentes en la corte, que otros pueblos fueron afectados. Uno de ellos, y de los que ahora tenemos noticias, fue Iniesta, con la especificidad de que la villa de Iniesta fue alcanzada por la peste antes que la de San Clemente y esta villa, sabedora del contagio, intentó guardarse. Es más, envío un médico a la villa de Iniesta para informar del avance del mal, que nos narraba así su experiencia: " estando probado con el cuidado y diligencia que mi parte acudió a la cura de enfermos de la dicha villa de todas enfermedades y en tiempo de peste, puniendo su vida en tanto riesgo y aventura y que por orden y mandado de la parte contraria (de la villa de Iniesta) fue a la villa de Yniesta a saber si avía peste para que San Clemente se guardara della y mi parte se hirió de la dicha enfermedad y estuvo a punto de muerte en que gasto muchos maravedíes y le quemaron toda su ropa". De la afirmación tampoco podemos asegurar, es verdad, si el médico contrajo la peste en su viaje a Iniesta o luego en San Clemente, aunque el hecho de que fuera hasta allí es que había ya sospechas.

En este momento, el concejo de San Clemente andaba en pleitos con el licenciado Montoya y el bachiller Villamediana, que habían acudido a la Chancillería de Granada a defender el derecho de los nobles a la mitad de los oficios, en este caso, los alcaldes ordinarios, que poco después serían suprimidos.


Ayuntamiento de 17 de noviembre de 1601

Corregidor: Antonio López de Calatayud

Alcaldes ordinarios: Diego de Alfaro y Alonso de Guevara

Regidores: Alonso Martínez de Perona, don Miguel de los Herreros, el licenciado Montoya, Martín de Buedo Alarcón, Jerónimo Martínez, Francisco de Astudillo, Pedro de Tébar Ramírez, Antonio García Monteagudo, Hernando de Araque Montoya, Bernardino Oropesa, Miguel de Perona Rosillo, Bautista García Monteagudo

Alguacil mayor: Juan López de Garcilópez.


ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA, PLEITOS CIVILES, C 723-6

Wednesday, March 26, 2025

La correspondencia entre el obispo de Cuenca y el duque del Infantado

 En la correspondencia del Obispo de Cuenca Alonso Antonio de San Martín (hijo natural de Felipe IV) con el duque del Infantado Gregorio Silva de Mendoza por los años 1687 y 1690, el religioso relataba la falta de moral en todo su obispado. Denunciaba al escribano Pedro Garrido de Valdeolivas por estar amancebado con la viuda Josefa Izquierdo, ambos tenían escandalizado al pueblo y se pedía al duque que echara del pueblo a la mujer. El vicario de Iniesta se dedicaba a redezmar, obtener un nuevo diezmo adicional, aunque se mandó al provisor para traerlo preso y se le multó con veinte ducados, continuaba en Iniesta. El obispo, para abril de 1688, tenía pensado crearse un coto de conejos propio y pedía al duque sacara unos cuantos gazapos de las propiedades del duque en el soto de las Heras para repoblar su bosquecillo particular. El obispo ya tenía jaulas dispuestas, pero reconocía que le faltaba persona experimentada para echar las redes y cazar los gazapos. Más de trescientos gazapos le dio el duque para capricho del obispo. Los conejos, parece que tenían su contrapartida, pues el obispo prometía al duque del Infantado, un año después, en junio de 1689, su colaboración para "aliviar" la recaudación de las alcabalas de Motilla e Iniesta, enajenadas al duque. La verdad es que la caza de conejos, aunque se habían movilizado criados y hurones, únicamente había alcanzado a ciento setenta conejos, para desconsuelo del obispo que debió conformarse con esa cantidad, si bien ya había avisado al duque que donde había oportunidad de provisión de conejos era en el sitio real de Aranjuez.

Conseguidos en parte los conejos, el obispo continuó con su cruzada particular contra la falta de moralidad en los estados del duque. Seis mujercillas de pocas obligaciones y mala vida andaban escandalizando al pueblo de Salmerón, hasta tal punto que el obispo había tenido que apresar al cura del pueblo, que estaba implicado en las andanzas. La solución del obispo: el destierro de las desvergonzadas; eran las hermanas Domínguez. La magnanimidad del obispo llevaba a perdonar a la mayor de la hermanas, ya por la edad ajada, "y que no está en edad para dar que decir". En cualquier caso, el problema de Salmerón es el que ya se avisaba en 1684, que la hechura del retablo no avanzaba por las diferencias de la villa con el cabildo eclesiástico de ella. Las diferencias venían porque los eclesiásticos hacía tratos con los arrieros fuera del pueblo para no pagar la alcabala. Sí, mostraba el obispo desde Alcohujate su preocupación con el establecimiento de un convento de padres mercedarios en Gascueña. Los vecinos de Gascueña se oponían a la presencia de los mercedarios por "un caso escandaloso que sucedió en él por ocasión de estos padres". Los mercedarios ya regentaban hospicio en el pueblo.

El "quos ego" del obispo se detenía, sin embargo, ante el cura de la Puebla de Almenara y su amancebamiento, todo eran perdones, pues "la malicia humana ha llegado a prohijarle semejante delito". No se podía dudar de un religioso que había mostrado tanta probidad en la administración del hospital de San Juan Bautista en la localidad.



AHN, OSUNA, CT, 271, D. 200-234

Extinción cofradías de Iniesta

 En 1784, Iniesta era una villa de mil vecinos que apenas si podía atender a sus enfermos. Existía por entonces un hospital en una casa, de la que se dice "que su fábrica material es de bastantes anchuras". Este hospital se sustentaba con las limosnas, constaba de cuatro camas, para vecinos pobres de la villa o forasteros. El escaso dinero apenas si daba para medicinas de enfermos o para el reparo de las casas.

Ese año se propone como solución la supresión de las cofradías de la villa por su escasa utilidad. Estas cofradías, muy antiguas, están dotadas con 300 ducados sin que haya memoria de los que hicieron tales dotaciones o fundación y tan solo unas constituciones antiguas para su reglamento. Su única función es "servir de pompa y vanidad" en ceremonias religiosas inútiles de mucha cera, insignias y ornamentos y en entierros costosos y solemnes para los cofrades, que son ricos, "sin que al pobre se le admita por hermano". Se pide la dotación de sus caudales al hospital de pobres y que únicamente la cofradía hagan la fiesta de los patrones titulares y con moderación

Carta de Carlos de Machamalo, visitador del obispado y párroco de Iniesta, al obispo de Cuenca (23 de junio de 1784)


Archivo Histórico Nacional, CONSEJOS,7090,Exp.1

Sunday, March 23, 2025

La cofradía de Santiago de la villa de Iniesta

 De la existencia de una cofradía de Santiago en Iniesta ya sabíamos el año 1572 con motivo del intento de la Corona de crear cofradías de hidalgos con fines militares. Entonces se planteaba que esta cofradía, muy antigua, estaba muy caída y cómo era apropiado crear la nueva cofradía, aprovechando lo que quedaba de la antigua. Nuevas noticias nos llegan de la cofradía de Santiago con motivo de una disputa por unas tierras el año 1611. La hermandad contaba con cuarenta cofrades y se reunía en la ermita del mismo nombre, a la salida del pueblo, que estaba bastante destartalada, por lo que la hermandad decidió vender en 1597 cuatro pequeñas hazas de su propiedad por las que sacó 56 ducados y reparar así el edificio. No obstante, la composición de la cofradía por una reunión de 1612 estaba formada por las personas principales de la villa de Iniesta:

  • Juan de Guzmán Castilblanque, prioste
  • Mayordomos: Alonso Martínez del Peral y Juan Risueño Soria
  • Cofrades presentes: el doctor Pedro López Cantero, Alonso Ponce, Andrés Monteagudo Ponce, Juan Polo, Julián Martínez del Peral, Antonio de Albarrilla, Martín de Cubas, Benito Pajarón Merchante, licenciado Jorge Lorca y Alonso Cano
Las hazas eran:
  • Una de cuatro almudes alinde de casa  y tierras de Alonso Martínez Sebastián
  • Una de un almud en la cañada del Encina cerca de tierra del licenciado Granero, alinda con haza de Juan Zapata
  • Otra de un almud donde dicen la Sangradera, linde de Alonso Garrido y herederos de Andrés Honrubia.
  • Un almud cebadal en la vega, bajo San Ildefonso y alinde de Julián Martínez del Peral
El pleito era entre el cabildo de Santiago y Catalina Martínez, viuda de Alonso Martínez Sebastián, y Martín Ibáñez Tórtola como marido de María Martínez, hija de Alonso.

la dicha ermandad es de legos y no goçan de los preuilegios que tienen las yglesias y bienes eclesiásticos quando se trata de enajenallos y vendellos y basta que todos juntos en su congregación unánimes y conformes acordaron que las dichas tierras se vendiesen por ser inútiles y de ningún provecho para su hermandad y cofradía y advocación que tenían del señor Santiago y porque eran más el gasto que hacían en las paredes y reparos por estar a la salida del pueblo y ansi dieron comisión a Andrés Merchante y Andrés de Santacruz para que las pusiesen en almoneda y las hiciesen vender y rematar en el dicho Alonso Martínez Sebastián en precio de cinquenta y seis ducados que rescibieron del comprador en nombre de la dicha hermandad y los impusieron a censo y convirtieron en utilidad y provecho de la dicha hermandad la qual a ydo rescibiendo los corridos del dicho censo y convirtiendo el precio en su utilidad y provecho lo qual le a sido de más utilidad y provecho que no las dichas tierras 

Se acusaba a la cofradía de no querer devolver los réditos de los censos y recuperar la propiedad de las hazas y esta alegaba que unas tierras y rentas destinadas al culto divino no se podían enajenar. Las tierras habían sido vendidas por dos cofrades en 1597, Andrés de Santacruz y Andrés Merchante, y ahora la cofradía pretendía dar por nula dicha venta. Si bien la cofradía obtuvo sentencia favorable de Pedro de Espinosa, alcalde ordinario, en 1612, la Chancillería de Granada revocaría esa sentencia, declarando válida la venta y dejando la posibilidad de la que cofradía pidiera cuentas a los herederos de los mayordomos de la cofradía que habían vendido las hazas. La cofradía apelará sin resultados, entre otras cosas dirá que fue un mal trato y que las hazas valían más de 200 ducados.


Sentencia contraria a la cofradía de Santiago


ARCHIVO DE LA CHANCILLERÍA DE GRANADA. PLEITOS. C 356-16








Monday, July 15, 2024

Los González Argandoña de Iniesta

 De los González de Argandoña, tenemos noticias desde 1608, ya presentes en Fuentealbilla Mahora y Villamalea, por las dificultades por ver reconocida su hidalguía; problemas que se repetían en Iniesta. Aunque la llegada de este linaje se remonta a la penúltima década del siglo XVI. Los González de Argandoña venían del lugar de Cerio en Álava. El padre Pedro se había instalado en San Juan de Villamalea, su hijo Juan en Fuentealbilla, otro hijo, Pedro en Mahora, otro más de nombre Bartolomé en Iniesta y por último Diego en Villamalea. Estos cuatro hermanos eran hijos del matrimonio del referido Pedro González de Argandoña y María Urquizu y nietos de San Juan González de Argandoña y Mari Díaz de Ipa y Guevara. La genealogía familiar se remontaba a un bisabuelo llamado Juan González de Argandoña y a un tercer abuelo llamado Pedro González de Cerio.

Pedro González de Argandoña había llegado a la Mancha tras salir de su casa por un disgusto familiar. Su venida a la Mancha era narrada así por un vecino: el qual se avía ido de edad de veynte y tres años a Castilla a un lugar de la Mancha que se llamaba Villamalea y allí avía casado con hija de un vizcayno... y que se avía ido con otros vicaynos de aquella provincia

Entre esos otros vizcaínos, una cuadrilla de unos ocho canteros, que habían llegado a la Mancha se citaba a Martín de Iberguen, Asensio Díaz y Pedro de Sornoza (que ambos trabajaban en la iglesia del dicho lugar -de Villamalea- como maestros de cantería). De Asensio Diáz y su hermano Juan Diaz de Gamboa se dirá expresamente que eran canteros e hicieron la torre y capilla de la iglesia parroquial de dicho lugar (de Villamalea). El tal Gamboa había muerto fulminado por un rayo, mientras labraba la torre de la iglesia de un lugar comarcano

Los Argandoña se movían entre las aldeas de Jorquera e Iniesta, ejerciendo el oficio de canteros. Pedro González de Argandoña era conocido en estos pueblos como el vizcaíno por su lenguaje tosco y vascongado cerrado, que a veces no se le entendía y pronunciaba mal la lengua castellana. En la llegada de los González de Argandoña a Iniesta debió ser clave la presencia de un cantero vasco fallecido en la década de 1610 con setenta y seis años llamado Asensio de Arona . Por Alonso Ponce de León, familiar del Santo Oficio de Iniesta, sabemos que la cuadrilla de canteros en la que llegó Pedro González de Argandoña a Villamalea era numerosa y que algunos de ellos fijaron su residencia en Iniesta. Otro testigo, un iniestense nieto de Martín de Iberguen nos dirá: y que todos juntos auían ido a parar a la villa de Hiniesta donde auían alquilado una casa que en aquel tiempo llamaban la del León y que desde entonces la llamaban la de los vizcaynos que era junto a la yglesia de la dicha villa como se va a la plaça della la qual era de diferentes oficios y que allí auían quedado algunos y que otros auían ido a Villamalea.

Otro testigo nos dirá: oyó decir y nombrar a unos vizcaynos, quatro o cinco muy antiguos que vinieron en la dicha villa en la casa que llamauan del Léon junto a la yglesia vieja y que desde entonces auían llamado a la dicha casa de los vizcaynos

La línea de Iniesta con Bartolomé, casado con Quiteria Portillo, seguirá con sus hijos Sebastián González de Argandoña y Portillo, escribano del concejo de Iniesta, y el capitán Pedro González de Argandoña y Guevara. Una tercera generación aparecen como prestamistas del concejo de Iniesta


Ejecutoria de 30 de diciembre de 1662

ACHGR, HIDALGUÍAS, SIGN. ANT. 301-120-24

Sunday, July 14, 2024

Iniesta en 1684

 En 1684, el concejo de Iniesta andaba en pleitos con el convento de monjas de San Benito de Cuenca, así como otros acreedores: Bartolomé González Argandoña y Oviedo (hijo de Bartolomé González Argandoña), y Carlos Sedeño. Iniesta en 1684 era una villa en decadencia, como tantas otras hipotecada para pagar los préstamos solicitados. Los pueblos quieren ver  las nuevas organizaciones políticas como muestra de su mayor importancia. Pero, Iniesta, al igual que otras villas, aunque ya tenía un alcalde mayor, seguía dependiendo del corregimiento de San Clemente, a cuyo corregidor y alcalde mayor pagaba su parte de salario, si bien ahora se sumaba la carga del nuevo alcalde mayor. Y es que la mayor parte del presupuesto municipal de Iniesta se iba en pagar salarios: a cargo del concejo y sus propios se pagaba al médico, al menos la casa y la leña, pues cobraba por sus servicios, al igual que el boticario. Iniesta tenía como oficios diferenciados el de maestro escuela y el de maestro de gramática, e incluso ya pagaba a un cartero, la persona que corre la estafeta, aunque como los tiempos venían flacos se le había bajado el sueldo de 300 reales a 220 reales. 

Pero Iniesta no estaba para muchas alegrías, celebraba con mil reales las fiestas del Corpus y la de San Marcos, día grande del pueblo, que se celebraba en la ermita situada a dos leguas del pueblo, la de la Consolación hemos de suponer, aunque la fiesta no coincide con las fechas actuales y nos parece ajena a romerías. Lo poco que quedaba se gastaba para aderezar y reparar los tres puentes que daban entrada a la villa y eso otro más monumental de Vadocañas, y, sobre todo, para acequiar tres veredas existentes correspondientes a las cañadas de la villa, que había que limpiar dos veces al año. 

Incapaz de hacer frente a los pagos, Iniesta había comenzado a reducir gastos. Al pueblo habían dejado de ir los teatinos, a los que se solía pagar 800 reales por sus predicaciones, y el alcaide de la cárcel, un oficio bien pagado había visto reducir su salario de 2200 reales a 800 reales. El cuidado de los niños expósitos corría a cargo del propio concejo de Iniesta. Se reconocía que cada año había seis o siete expósitos, aunque en 1684 su número era de doce. Por cada niño expósito se pagaban dos ducados al ama que los criaba, pero además había que pagar la ropa para vestirlos. Hasta se veía como una calamidad las sierras próximas al pueblo, pues los lobos bajaban de ellas para comerse el ganado y el matarlos era un gasto más para un concejo empobrecido. El tiempo no acompañaba, el invierno a caballo entre los años 1683 y 1684 había sido de lluvias abundantes y con el agua venían las reparaciones necesarias, que se calculaban en 500 ducados para los edificios y 1200 ducados para los caminos y puentes. Lo que eran arroyos secos que bajaban del norte, se habían convertido en ríos desbordados por las crecidas, llevándose a los pequeños puentes por delante, y haciendo los caminos intransitables, de tal forma que el trajinar o mercadeo del que vivía la villa corría el riesgo de desaparecer.



AYUNTAMIENTO DE 13 DE AGOSTO DE 1684

Luis González Guadalajara y Francisco Zapata y Espinosa (noble), alcaldes ordinarios

Juan Bautista Alfonso y Espinosa, alférez mayor

Don Sebastián de Espinosa, don Martín de Cubas Villanueva, Estaban Saiz, don Pedro Castañeda, regidores


Y de la festiuidad del señor San Marcos gasta trezientos reales por ser patrona esta villa de la hermita de nuestra señora de Consolazión donde está el dicho Santo distante desta dicha villa más de dos leguas y media

PAGOS DE LA VILLA DE INIESTA EN 1684

  • Salario anual del corregidor de San Clemente: 1236 reales
  • Alcalde mayor de San Clemente; 618 reales
  • Alcalde mayor de Iniesta: 4400 reales
  • Alférez mayor y regidores: 306 reales cada uno
  • Escribano del ayuntamiento: 210 reales
  • Mayordomo de propios: 300 reales
  • Contador de la villa: 220 reales
  • Médico: 300 reales para pago del alquiler de la casa y leña
  • Boticario: 300 reales
  • Maestro de gramática: 300 reales. En los años 1682 y 1683 no hubo maestro de gramática, las lecciones se dieron en el convento de San Francisco por un religioso que recibe esos 300 reales.
  • Al que rige el reloj:  300 reales
  • Maestro de escuela: 300 reales
  • Persona que corre la estafeta: 300 reales
  • Al religioso que predica en la villa: 110 reales
  • Para papel y libros a dos porteros: ocho ducados y un par de zapatos que hacen 200 reales
  • Pregonero: 450 reales
  • 88 reales a la persona que lleva las bulas de la Cruzada
  • Alcaide de la cárcel: 880 reales
  • Fiesta del Corpus: 1000 reales
  • Música de la iglesia: 600 reales, aunque en 1684 no se paga esa cantidad por no haber maestro de capilla
  • Para la fiesta de San Marcos, que asiste la villa como patrona a dos leguas y media, donde está la ermita de la Consolación: 300 reales. En 1684 se baja a 200 reales
  • Criar niños expósitos: dos ducados al ama que los cría y se les da ropas
  • Papel sellado y a los que llevan las órdenes: 300 reales
  • A los que matan lobos, por cada uno ocho ducados si son grandes y tres si son pequeños, un ducado la raposa
  • Reparo de casas de ayuntamiento, cárcel, carnicerías, torre del reloj, hornos, calles públicas y caminos, y reparo de cuatro puentes, tres de entrada a la villa y otro de Vadocañas. Acequiar tres veredas qua hay en las cañadas y limpiarlas dos veces cada año. Muchas cantidades sin especificar cuánto (según algunos testigos 500 ducados para edificios y otros 1200 para caminos y puentes, que alguno eleva a 1600).
TESTIGOS

Diego de Perona Pajarón, labrador y procurador de Iniesta, 76 años
Salvador de Contreras, tendero de especias, 48 años
Alonso Cano, presbítero, 79 años
Don Pedro López Cantero, labrador, 73 años. Ha sido alcalde por el estado noble y durante doce años regidor
Alonso Serrano Alcaud, procurador de la villa
Diego de Guzmán Peralta, labrador, 50 años
Juan Ramón, labrador, y contador, 48 años
Pedro de Burgos, labrador, 66 años
Licenciado Andrés de Blesa, presbítero, 55 años
Agustín Descalzo, labrador, 40 años
Pedro Velasco Ramos, labrador, 80 años
Antón López Mondéjar, labrador, 54 años
José de Luján Contreras, licenciado y presbítero, 52 años

ACHGR, PLEITOS CIVILES, C 10253-2

Sunday, May 5, 2024

Puebla de San Salvador y La Mesta

 En 1629, La Puebla de San Salvador  había alcanzado su villazgo, apenas tres años antes. Por esa razón, cuando se entabla pleito con el concejo de la Mesta por las viñas del coto de Hoya de la Cierva, La Puebla hará uso de su procurador para defender sus intereses, junto al procurador de Iniesta, pueblo del que dependía hasta su exención. La Mesta acusaba  a La Puebla el haber cerrado en 1628 un contorno de media legua en el referido lugar para proteger sus viñas, en un espacio que era de uso común por los ganados de la Mesta y los rebaños de Iniesta, Minglanilla o Campillo de Altobuey.

El alcalde entregador de La Mesta condenaría al concejo de La Puebla a una multa de 10000 maravedíes por sentencia de 16 de junio de 1629. Era La Puebla entonces un pueblo de cien vecinos y una legua de contorno, que había comprado su villazgo por poco más de siete mil ducados. Una Corona necesitada y empeñada con Bartolomé Espínola vendía sus vasallos, pero para el caso de La Puebla era ocasión para comprar su propia libertad e independencia de Iniesta. Bien es verdad que el precio era alto, así que La Puebla obtuvo licencia por cédula real de 19 de febrero de 1628 para usar de ciertos arbitrios que eran la venta y arrendamiento de espacios acotados como el de Hoya de la Cierva y obtener ingresos extras por la cesión de la mitad de lo que se pagaba del diezmo de la iglesia. Con el dinero obtenido se confiaba devolver el dinero obtenido a préstamo al cabo de ocho años. Pero el adehesamiento de espacios: dos redondas en torno a las viñas con un radio de mil pasos  (el de la Hoya de la Cierva y el de la Hoya del Quintanar) provocó conflictos con la Mesta. Hemos hablado de libertad de la nueva villa, pero tras ese lenguaje rimbombante se esconden los intereses espurios de la familia Peñarrubia.

La Puebla de San Salvador obtendría revocación de la sentencia del alcalde entregador de la Mesta un 28 de septiembre de 1629, pero la petición del concejo de Iniesta alegando viejos usos comunales y el entorpecimiento de la salida de sus ganados por el adehesamiento de espacios en sus límites hicieron que la Chancillería de Granada volviera a dar la razón a La Mesta en nueva sentencia de 30 de julio de 1630. Se expediría ejecutoria con fecha 7 de agosto.


Archivo Histórico Nacional, DIVERSOS-MESTA,168,N.17

Wednesday, May 1, 2024

El beneficio de Baltasar Borja en la iglesia de Iniesta

 Baltasar de Borja, arcediano de Játiva y canónigo de la iglesia de Valencia, gozaba de un beneficio sobre las rentas de la parroquial de la villa de Iniesta. En la iglesia de la Asunción de Iniesta había cuatro beneficios, es decir, porción de rentas decimales que disfrutaban el cura y algunos clérigos, y de uno de ellos el beneficiado era Baltasar de Borja. El párroco titular de la iglesia de la Asunción los años 1604 a 1606 era Juan de Lazcano, que disfrutaba un beneficio curado y era además tercero mayor de las rentas decimales, aunque la administración de esas rentas estaban delegadas en otro clérigo llamado bachiller Soria. En 1606, el tercero mayor era Pedro Martínez de Quintana, vicario de la villa.

Las rentas procuradas por ese beneficio eran en el año 1604:

  • 359 almudes y tres celemines de trigo, vendidos a 14 reales la fanega, según la tasa, suponen 85562 mrs.
  • 290 almudes y un celemín de cebada, a siete reales la fanega, según la tasa, suponen 36568 mrs.
  • 16 almudes y cinco celemines de centeno, a ocho reales la fanega, según la tasa, suponen 2296 mrs.
  • 77 almudes y tres celemines de avena, a cien maravedíes la fanega, suponen 3880 mrs.
  • Una partida de lana morena y dos de lana blanca, 47 arrobas en total, a 16 reales la arroba, suponen 25568 mrs.
  • 41 reales y 25 maravedíes de la lana que se diezmó a dinero.
  • 27 libras de queso y ocho maravedíes en dinero, a razón de veinte reales por arroba, montan 743 mrs.
  • 24908 mrs. del ganado "que se fío al pelo".
  • 668 mrs. procedentes del ganado diezmado, cuyos dueños se quedaron con él y pagaron en dinero.
  • 28348 mrs. del arrendamiento del vino de la villa de Iniesta y sus aldeas.
  • Ocho almudes y un celemín de aceituna, que rindieron 14 arrobas de aceite, que montaron 6188 mrs.
  • 90 reales de los rezagos
  • Monta el total del año 1604, 219208,5 maravedíes.
Las rentas procuradas por ese beneficio en el año 1605.
  • 74 almudes y medio celemín de trigo, vendidos a la tasa nueva de 18 reales la fanega, son 22669 mrs. 
  • 120 almudes y medio celemín de cebada, a nueve reales la fanega según la tasa nueva, son 18372 mrs. 
  • 3 almudes y medio celemín de centeno, a ocho reales fanegas, 419 mrs. 
  • 55 almudes y tres celemines y medio de avena, a cien maravedíes la fanega montan 2780 mrs.
  • 187 mrs. de centeno y avena de los coronados.
  • 1824 mrs. de primicias cobradas en dinero
  • 55 arrobas y media de lana, vendidas a 14 reales la arroba, 26418 mrs.
  • 32 libras de queso, a 21 reales la arroba, montan 912 mrs.
  • 20840 mrs. del ganado diezmado al pelo y manifiestos.
  • 24963 mrs. del vino de la villa y aldeas.
  • 9 libras de aceite vendidas a seis reales la arroba.
  • 6586 mrs. de los rezagos.
  • Monta el total del año 1605, 126174 maravedíes.
Las rentas procuradas por ese beneficio para el año 1606
  • 170 almudes y cuatro celemines de trigo, 82824 mrs. a 18 reales la fanega.
  • 339 almudes y celemín y medio de cebada, 51904 mrs., a 9 reales la fanega.
  • 10 almudes y 3 celemines de centeno, a 8 reales la fanega, 1428 mrs.
  • 24 almudes y tres celemines de avena, 1225 mrs., a cien mrs. la fanega.
  • 270 mrs. del centeno y avena de los coronados.
  • 57 arrobas de lana, a 11 reales la arroba; 21318 mrs.
  • 56 libras y media de queso a 21 reales la arroba. 1613 mrs.
  • 21974 mrs. del ganado diezmado al pelo y manifiestos.
  • 9152 mrs. del vino de las aldeas y del 6100 mrs. del vino de la villa.
  • 53 libras de aceite, a 15 reales la arroba; 1081 mrs.
  • Monta el total del año 1506, 198889 mrs.
Monta el total de los tres años 543672 mrs.

El total de la cantidad anterior no iba íntegramente a las arcas del beneficiado Baltasar Borja, pues en el descargo que se hace de esa cantidad, esa renta se distribuye de la siguiente forma: 

 Descargo de 1604
  • 700 reales de pensión que el doctor Espinosa tiene sobre el dicho beneficio, del tercio de Navidad del año 1603.
  • 2200 reales a doña Juana Velasco, duquesa de Gandía, madre de Baltasar Borja.
  • 1450 reales y 29 mrs. de la pensión del tercio de Navidad de 1604.
  • 383 reales y 20.5 maravedíes, del subsidio y escusado de la primera paga del mes de mayo de 1604.
  • 400 reales a don Julián de Haya, vecino de Cuenca, por mandado de la señora duquesa, que tenía sobre el dicho beneficio Miguel de Burgos, criado del deán Juan Antonio del Castillo, con los cuales se acabó de extinguir la dicha pensión.
  • 1 real y doce maravedíes de traer un mandamiento de Cuenca para cobrar el ganado y el vino.
  • 4 reales de los derechos de traer en almoneda el ganado.
  • Por traer de la tercia 47 arrobas de lana, dos reales y 26 mrs.
  • Por sacar 300 fanegas de pan de la tercia, 17 reales y 22 maravedíes.
  • Por llevar de la tercia al molino de aceite nueve fanegas de aceituna, 2 reales.
  • Por la segunda paga del subsidio y escusado del mes de octubre, 427 reales y 24 mrs.
  • Por las 122 misas que tiene de obligación dicho beneficio, 183 reales (en un principio se pagaban 40 ducados -440 reales- a los clérigos y curas, ahora reducidos a esa cantidad).
  • Monta el descargo 269415.5 maravedíes.
Descargo del año 1605
  • 400 reales para doña Juana de Velasco, duquesa de Gandía. A añadir 32 reales más del recadero que se los llevó a Cuenca a 8 reales cada día.
  • Doce reales de un mandamiento de Cuenca para cobrar el vino y el ganado.
  • Cuatro reales de traer en almoneda el vino.
  • Cuatro reales de traer en almoneda el ganado.
  • 427 reales y 24 maravedíes de la paga del mes de mayo del subsidio y escusado.
  • 1324 reales y 20 maravedíes y medio de la paga de la pensión de San Juan de junio del doctor Zapata.
  • 405 reales de la segunda paga del subsidio y escusado.
  • 110 maravedíes por traer desde la tercia 55 arrobas de lana.
  • Dos reales de un mandamiento para el embargo de los frutos correspondientes a la pensión del doctor Zapata.
  • 183 reales de las limosna de las 122 misas  a que está obligado dicho beneficio.
  • Monta el descargo 128754,5 maravedíes.
Descargo del año 1606
  • 66 reales a un peón que fue la llevar un despacho a Baltasar Borja por el litigio que tiene con el doctor Zapata y su pensión, en Játiva, Valencia y Cocentaina. Once días a seis reales.
  • 5231 reales de la pensión del doctor Zapata de cuatro pagos que habían corrido hasta Navidad de 1607 y desde la data de las bulas ganadas por el doctor.
  • 427 reales y 12 maravedíes y medio de la primera paga de mayo del subsidio y escusado.
  • 4 reales de los derechos de traer en almoneda el vino.
  • 114 maravedíes de traer de la tercia 57 arrobas de lana.
  • 4 reales de traer en almoneda el ganado.
  • 46 mrs. para traer el mandamiento de Cuenca sobre el ganado y el vino.
  • 395 reales y 12 mes. y medio de la segunda paga del subsidio y escusado.
  • 400 maravedíes de sacar 200 fanegas de pan.
  • 183 reales de las 122 misas a que está obligado dicho beneficio.
  • 389 reales y 32 maravedíes de la primera paga del mes de mayo de 1607 del subsidio y escusado.
  • 1000 reales del salario de la administración del dicho beneficio, que van desde 1603, a Pedro Espinosa, administrador del beneficio de Baltasar Borja.
  • 50 reales al escribano de las cuentas.
  • Monta el descargo 264095 maravedíes.
CARGO DE LOS AÑOS 1604-1606: 544272 MARAVEDÍES
DESCARGO DE LOS AÑOS 1604-1606: 589265 MARAVEDÍES
ALCANCE: 44993 MARAVEDÍES



Archivo Histórico de la Nobleza, OSUNA,C.542,D.1. Cuenta de los frutos y rentas pertenecientes al beneficio de Iniesta (Cuenca) que gozaba Baltasar de Borja, arcediano de Játiva (Valencia).

Wednesday, April 24, 2024

El duque del Infantado y las rentas reales de Iniesta

 La enajenación de las rentas reales y tercias de la villa de Iniesta a favor del duque del Infantado había tenido lugar con Felipe IV, cuando por real provisión del Consejo de Hacienda de 18 de noviembre de 1661 se dio la posesión de las alcabalas y tercia a don Rodrigo de Sandoval Silva y Mendoza, duque de Pastrana y del Infantado. El montante de esas rentas, según encabezamiento, era de 1020000 maravedíes. Por nueva carta de 23 de diciembre de 1662 se le prorrogó al duque la posesión de dichas rentas para los años 1663 y 1664.  

La posesión se prorrogaría dos años más, pero esta vez la fórmula elegida no sería la del encabezamiento sino la administración directa, que le facultaba para imponer un gravamen del diez por ciento sobre las transacciones. El duque se comprometía a pagar  a la tesorería del partido de San Clemente de 18000 maravedíes para desempeñar los juros y la Hacienda a anunciaba que no volvería a enajenar esas rentas.

BNE. MSS/11150. Libro de gastos de la despensa de la Casa del Infantado, en el año de 1635. Real Provisión de Carlos II, prorrogando al Duque de Pastrana y del Infantado la administración y cobro de las alcabalas y tercias de la Villa de Iniesta, los años de 1665 y 1666. Madrid, 22 de septiembre de 1666 (h. 75-76)

Monday, January 8, 2024

El censo de la sal de 1631: un testimonio

 El censo de la sal de 1631 comenzó a andar con una real cédula de 3 de enero de ese año. Se trataba de establecer un impuesto sobre la venta de este producto que se consideraba monopolio de la Corona. El censo de vecinos elaborado para tal fin es uno de los más completos del Antiguo Régimen. Desgraciadamente, para el caso de Cuenca la información que nos ha llegado es muy parca. A pesar de ello, nos han quedado testimonios de las averiguaciones; así, un documento de Bartolomé Contreras de la Cárcel, receptor enviado a Iniesta para averiguar si existían alhoríes de sal u otros puntos para la distribución de la sal. El once de enero de 1631 el doctor Pedro López Cantero y Jerónimo Segovia contestaban negativamente.

Friday, August 18, 2023

López Montañés o Cantero

 Pedro López Montañés era hijo de Juan López y Mari Gutiérrez Cantera y nieto de Juan López Somovilla y Elvira García. La familia procedía de Valle en el valle de Ruesga y tenía casa solar en Somovilla.

Las probanzas de testigos son de 1556. Pedro López Montañés reconoce haber llegado ocho años antes a Iniesta


Ejecutoria de 4 de septiembre de 1565 (EJECUTORIA DE HIDALGUÍA DE PEDRO LÓPEZ MONTAÑES, ACHGR, HIDALGUÍAS, sign. ant. 301-38-11)


Los López Cantero era la familia más importante de la villa de Iniesta en el siglo XVII; hasta tal punto que las malas lenguas les acusaban de haber quemado la iglesia del pueblo para construirse otra a su gusto. Pero los López Cantero no eran naturales de Iniesta ni el apellido Cantero era apellido familiar. Por los testimonios, creemos que la familia había llegado a Iniesta a mediados de la década de 1540 (probablemente el año 1548). El que llegó fue Pedro López, procedente del valle de Ruesga. No tardaría mucho en pedir se respetase su condición de hidalgo, pues su abuelo decía era de la casa solar de Somovilla. La llegada de los López Cantero a Iniesta fue preparada por sus familiares los Gutiérrez Cantero (la madre de Pedro López, el primero que llega a Iniesta era Mari Gutiérrez la cantera). Destacar, pues, que toda la familia se movía en el ámbito de la construcción y la cantería, por lo que es probable que su llegada coincidiera con un nuevo impulso constructivo en la zona y, en particular, en San Clemente (donde se instalaron los Gutiérrez, que eran también carpinteros) y en Iniesta (donde se instalaron los López, que en un principio fueron considerados albañiles). Pedro López, aun no pasando de la condición de albañil debió hacer una enorme fortuna en poco tiempo, lo que da idea de actividad constructiva en las décadas de los cuarenta y cincuenta en Iniesta y en la comarca. Pareja a la riqueza vino la condición hidalga, frente al mote de albañil, Pedro López prefería llamarse Montañés y pronto adoptaría el de Cantero, que gozaba de más aceptación. Lo que sospechamos de la llegada de los Gutiérrez y López del valle de Ruesga es que contó con el apoyo de la familia Castillo de San Clemente, que aprovechó la llegada de estos montañeses para fabricarse una genealogía propia por esas tierras norteñas

Wednesday, February 15, 2023

Lope García Muñoz de la Cova

 Lope García Muñoz de la Cova era hijo de Diego Muñoz y nieto de Hernán Muñoz.

Hernán Muñoz estaba casado con Catalina de Herrera. EL hijo Diego había casado en segundas nupcias con Inés García, hija de Lope García de la Coba.

El abuelo Fernán (o Hernán) Muñoz había liderado el bando isabelino en la guerra del Marquesado y había sido recompensado por Isabel la Católica con privilegio de ser libre y exento, la escribanía de Iniesta y juro de por vida con una renta anual

Ejecutoria de 21 de mayo de 1587


ACHGR, HIDALGUÍAS, 301-74-29

Tuesday, December 6, 2022

Los Gómez de Espinosa de Iniesta

 Martín Gómez de Espinosa y Pedro de Espinosa su hermano


El pleito de los Espinosa con el concejo de Iniesta por su hidalguía se remonta a 1525. El doctor Martín Gómez de Espinosa, alcalde de casa y corte y Pedro de Espinosa eran hijos de Pedro de Espinosa y Catalina Gómez, casados en Villanueva de la Jara. Catalina Gómez era hija de Martín Gómez el hidalgo, el único que había en Villanueva en el siglo XV, fundador de capilla en la iglesia parroquial. El abuelo era Ruy Gómez de Espinosa, supuestamente de Espinosa de los Monteros estaba casado con Mari Ruiz; los viejos del lugar lo recordaban como un escribano. El matrimonio había tenido dos hijos: Pedro, vecino de Villanueva de la Jara y Alarcón, y Juan, vecino de El Peral. De este último hermano descendía Andrés de Espinosa, que fue a vivir a Iniesta también y obtuvo su hidalguía en la Chancillería de Ciudad Real.

De Pedro de Espinosa, padre, se sabía que, hacía cincuenta años atrás (a contar desde 1528), vivía en Villanueva de la Jara, y que luego fue a la guerra (del Marquesado) para andar a continuación de un lugar para otro (como caballero de sierra de Alarcón). De él se decía que era un escudero al servicio de don Juan Pacheco, que mantenía dos caballos. Al acabar la guerra, a pesar de provisión real para que los hombres de los Pacheco pudieran volver a Villanueva de la Jara, la realidad que Pedro de Espinosa no pudo aguantar las presiones del bando almagrado y se vio obligado a salir de Villanueva y a vender su hacienda. Solamente volvería a Villanueva de la Jara antes de morir. Pedro de Espinosa murió joven y sus hijos menores estuvieron, con la hacienda del finado, bajo la tutela de Diego Mondéjar.

Los Espinosa llegan a Iniesta a principios de siglo. Antes ha llegado su primo hermano Andrés, procedente de El Peral.




Testigos de la probanza de 1528

Pascual Parra, caballero armado y hombre exento, 75 años

Juan Simarro, morador en Madrigueras, vecino de Villanueva de la Jara. 55 años

Alonso García de Castillejo, vecino de Iniesta, 60 años

Pedro Hernández de la Jara, vecino de Villanueva de la Jara, hidalgo, 80 años. Natural del Iniesta

Juan Gil, vecino de Villanueva de la Jara, 57 años

Martín de la Cárcel, vecino de Iniesta. 59 años. Su abuelo, Juan de Lodeña, fue encarcelado en la casa de Pedro de Espinosa, siendo el muchacho.

Mateo de Cañaveras, vecino de Villanueva de la Jara, hidalgo de 65 año

Alonso García, escribano y vecino de Villanueva de la Jara, 60 años



303-352-13

Sunday, December 4, 2022

LOS LÓPEZ CANTERO DE INIESTA

 LOS CANTEROS DE INIESTA Y LA NOBLEZA



Ya hemos hablado de canteros que, hecha la fortuna, exigían su hidalguía, dada su procedencia en La Montaña o Vizcaya. Casos modélicos son los Oma, en San Clemente, o los Chavarrieta, de Mota del Cuervo, luego llegados a El Peral y Motilla.
A veces, tales canteros no tenían la habilidad ni la maestría para recibir el título de maese o maestro de cantería. Eran simples albañiles que, eso sí, hicieron notables fortunas. El bachiller Juan López Cantero se nos presenta en las Relaciones Topográficas como hidalgo ejecutoriado de Iniesta, con solar conocido en el valle de Ruesga y armas familiares: un escudo, en un cuarto colorado de flores de lises doradas con dos guadañas, en otro cuarto, en campo azul, tres flores doradas; en el medio escudo abajo una carrasca con dos lobos en la raíz, y en lo alto un yelmo plateado.
Sería el padre del bachiller Juan el que haría la fortuna como albañil. Pedro López Montañes, pues en sus primeros momentos era más importante el apellido de origen que el magnificado luego del oficio, fue un albañil de éxito, aunque sabedor que su origen le podía reportar el prestigio de la hidalguía por sus orígenes. Llegaría a Iniesta a fines de la década de 1510 o comienzos de la de 1520, junto a otros vecinos de su pueblo en busca de oportunidades como Juan Gutiérrez Montañes o Juan de Pradas Montañés. Los dos primeros apoyarán como testigos a los conversos hermanos Castillo para obtener carta de hidalguía frente al concejo de San Clemente. Tal vez los nietos de Hernando del Castillo apoyaran con su dinero a Pedro López Montañes para obtener su ejecutoria de hidalguía en 1565



Carta de hidalguía de Bartolomé López Cantero, y sus sobrinos doctor Pedro López Cantero y Juan López Cantero, vecinos de Iniesta (1620)


Los López Cantero habían conseguido ejecutoria de hidalguía en 4 de septiembre de1565, por Pedro López Montañes, que ahora se ponía en duda. Era el año 1587, y por esas fechas los hidalgos de Iniesta habían conseguido reservarse por provisión real la mitad de los oficios concejiles. La reacción del concejo de Iniesta fue empadronar a los hidalgos entre los pecheros. Entre ellos a Sancho de la Cerda, al que se tenía por descendiente del duque de Medinaceli. 

Bartolomé López Cantero era hijo de Pedro López Montañes y Juana Saiz su mujer. Bartolomé López Cantero había casado con Francisco García de la Coba

La primera sentencia favorable a favor de los Cantero es de 1589. La ejecutoria se haría esperar hasta el 12 de noviembre de 1612, cuando el bachiller Pedro ya era doctor.

Genealogía: 

Juan Gutiérrez Montañés y Juan de Pradas Montañés, son familiares de Pedro López Montañés, el primero es carpintero y albañil del valle de Ruesga

Abuelos: Pedro López Montañes casado con Juana Sáenz, abuelos de los litigantes, naturales de la Montaña, hijodalgo de solar conocido del valle de Ruesga y de la casa de Somovilla. Pedro López Montañés aparece como un albañil de cincuenta años, vecino de Iniesta, declarando en noviembre de 1550 a favor de los hermanos Castillo de San Clemente, procedente del valle de Ruesga a tres leguas de Iniesta

Padres: El bachiller Juan López Montañés o Cantero, traído por su padre desde las Montañas, casado con Anastasia del Olmeda, y casado en segundas nupcias con Isabel González. Su hermano era Bartolomé López Cantero, casado con Francisca García de la Coba

Hijos; Bachiller Pedro López Cantero y Juan López Cantero; del segundo matrimonio había nacido Juana López Cantero




Testigos

Juan Rabadán, clérigo de Iniesta de 53 años

Benito Ruiz, clérigo de Iniesta de 61 años

Juan de Bustamante, clérigo de Iniesta de 77 años

Blas Martínez tejedor, 66 años

ACHGR, HIDALGUÍA, 102-32