El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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miércoles, 1 de noviembre de 2023

Ferrer de Plegamans (Requena y Villanueva de la Jara)

 Basta que una genealogía sea suficientemente completa y exhaustiva para tener dudas de ella. La genealogía de Pedro y Martín Ferrer, presentes en Villanueva de la Jara a comienzos de siglo XVII, lo era y se remontaba hasta los orígenes de la familia en Tarragona, tal como acudieron a la justicia el año 1609.

Martín y Pedro Ferrer eran hijos de Pedro Ferrer el mayor y Ana López, a su vez hijo de Martín Ferrer y Juana Martínez Pedrón. Este Martín Ferrer era hijo de otro Pedro Ferrer e Isabel López. Todos ellos eran naturales de Requena, pero, a partir de aquí, había que buscar los ascendientes fuera de esta localidad. El ultimo Pedro Ferrer citado era hijo de Juan Ferrer y Elvira de Pedrón y nieto de Antonio Juan Ferrer y Beatriz de Plegamans

Antonio Juan Ferrer procedía de la casa solar y castillo fuerte llamada de Rausel en el Campo de Tarragona, Su hijo Juan había abandonado la casa solar por "ciertos bandos y pesadumbres" y se había ido a vivir a la villa de Siete Aguas, en el Reino de Valencia, donde se había casado con la mencionada Elvira de Pedrón. Eran conocidos por entonces como los "ferreres del Rausel". Este Juan había huido de Tarragona por estar inculpado en la muerte de un caballero. 

Según los testigos la casa fuerte del Rausel destacaba por su prestancia. Hacia 1609 era señor Jusepe Ferrer de Luna y Plegamans "en la antigüedad de la traza del castillo fuerte y torreonado del Rausel, el qual era de los de más ostentación de toda la tierra y además de estar dentro y fuera rodeado de escudos de amas antiquísimas, la dicha casa estaba dentro muy llena de despoxos como eran paveses, adargas, armaduras de cauallos, ballestas antiguas, todo con la traça de los tiempos antiguos de la conquista y avía oydo decir este dicho testigo y visto en papeles antiguos del dicho castillo cómo avía sido cerca de quinientos años a por uno de los condes de Barcelona en ocasión de la guerra y sitio de Bauço a uno de los antecesores del dicho señor de Rausel que lo era sin averse nunca vendido, alienado ni traspasado". "Y que quando se había traído la reliquia santa del braço de Santa Tecla de Armenia a la dicha cibdad que debía de auer trecientos años fueron los señores del dicho Rausel de los caualleros que más se señalaron y avían onrrado en la dicha xornada". Los Ferrer se jactaban de su hidalguía mostrando las armas de su escudo familiar en sus casas principales: "y avían traído sus armas en sus reposteros y portadas de sus casas que eran unas herraduras y unas rosas". La familia intentaba mantener la vieja tradición militar. Así, el último de la saga, el licenciado Pedro Ferrer, nombrado capitán para "la xente de guerra que se avía hecho para el rebato de los moriscos", coincidiendo con su expulsión el año 1609.

Hacia 1595, tanto Pedro Ferrer el viejo como su hijo Pedro entran en conflicto con el concejo de Requena. Ese año, Martín Ferrer ya estaba afincado en Villanueva de la Jara, donde había casado en segundas nupcias. Los conflictos de los "ferreres" en Requena habían sucedido al intentar acceder a los oficios concejiles, alegando el derecho de los hidalgos a ocupar la mitad de los oficios. Pedro Ferrer, padre e hijo fueron incapaces de presentar ejecutoria de hidalguía, y es de pensar que los conflictos con el concejo de Requena les llevará a asentar su morada en Villanueva. Pedro el viejo había casado dos veces; la primera, con Ana López de Tébar (la hermana del capitán Llorente López de Tébar e hija de un regidor y familiar del Santo Oficio del mismo nombre), hacia 1555, de cuyo matrimonio había nacido Martín y el licenciado Pedro, y la segunda vez, con Ana Carrillo, de cuyo matrimonio habían nacido Pedro Ferrer Carrillo y Ana Ferrer Carrillo. Su hijo Martín había ido a casarse en Villanueva de la Jara hacia 1583, pero habiendo enviudado había vuelto a Requena. Posteriormente casaría por segunda vez, volviendo a Villanueva de la Jara. Su hermano Pedro se había casado en 1595 en Valencia con Catalina Pedrón de la Cárcel (1), probablemente después de entrar en colisión con el concejo de Requena por  la hidalguía, aunque un tiempo después se había asentado en Requena. La presencia de los Ferrer en Villanueva de la Jara es anterior, pues ya el padre en su primer matrimonio con una mujer en Cuenca y se había asentado en un primer momento en esa villa antes de volver a Requena. Esa primera mujer era una de las mujeres más ricas y de los linajes más principales de Villanueva de la Jara: Ana López de Tébar. Los López de Tébar, uno de los pilares de la república pechera de Villanueva de la Jara, olvidaba la vieja constitución que declaraba a la villa como enemiga de hidalgos para abrir la puerta a las ambiciones familiares del ennoblecimiento. El matrimonio había vuelto luego a Requena hasta que Pedro el viejo enviudó. Del matrimonio habían nacido Martín y el licenciado Pedro. Martín había casado dos veces, ambas en Villanueva de la Jara. Uno de estos matrimonios es con Ana de la Osa, según las investigaciones de Julia Toledo Y Sebastián Hernández. La primera hacia 1583 y la segunda hacia 1600. Tras el primer matrimonio había vuelto con su mujer a Requena, pero con el segundo había fijado su residencia en Villanueva de la Jara, aunque no abandonó la vecindad en Requena, donde pasaba gran parte del años al cuidado de sus numerosos ganados. Su hermano Pedro había casado en Valencia para volver a instalarse en Requena.

Entre Requena y Villanueva de la Jara, distantes trece leguas, se movían los Ferrer. Requena era una villa que apenas si llegaba a los mil vecinos, mientras que Villanueva de la Jara rondaba los mil cien, es decir ambas villas se movían en torno a los cinco mil habitantes. A pesar de lo cual, de Requena se decía que "era lugar corto adonde todo se sabía". Los Ferrer buscaban consolidar la riqueza en este mundo donde nada era ajeno y se sabía de la hacienda de los López de Tébar en Villanueva y también buscaban el reconocimiento social. En Requena ejercían como familiares del Santo Oficio del Tribunal de Cuenca (oficio que también desempeñaría Martín Ferrer en Villanueva y que ya había desempeñado el suegro de su padre, Llorente López de Tébar), un paso previo en su reconocimiento de hidalguía. Para conseguir la ejecutoria, jugaban con la confusión de vecindades. Si el concejo de Requena se oponía al reconocimiento de su hidalguía, en Villanueva, ahora el ambiente era más favorable por el interés particular de algunas familias de ver ese mismo reconocimiento. Los estudios de Julia Toledo y Sebastián Hernández sobre la familia jareña de los Saiz de Pozoseco nos describen un entramado de alianzas familiares, que hacen recaer gran parte de la fortuna de esta familia, a la que conocemos de tiempos de la guerra del Marquesado, en otra familia jareña no menos antigua los López de Tébar, y el posterior ennoblecimiento de estos viejos linajes pecheros con los Ferrer de Requena. Es un caso similar a los Clemente, o al menos lo creemos a día de hoy, a los que tenemos por pecheros y que buscarán el reconocimiento personal y la hidalguía con la alianza familiar con una familia vasca: los Arostegui, presentes en Villanueva de la Jara desde el segundo tercio del siglo XVI. Los Clemente habían consolidado su riqueza con alianzas de sangre y económica con los Villanueva y Carrasco de Albacete y buscado su reconocimiento social con el apoyo a la obra franciscana en la Jara y la reserva de dos capillas del convento de los frailes menores a la familia.

El caso de Martín era curioso. Casó dos veces y las dos en Villanueva de la Jara. Desconocemos quién fue la primera mujer, con la que vivió diez años en Villanueva, pero sí sabemos que viudo, volvió a casar en segundas nupcias con Ana de la Osa. El apellido de la Osa lo conocemos desde la guerra del Marquesado, como una de las familias que adquirieron protagonismo contra el marqués de Villena, pero somos incapaces de seguirles la pista durante el siglo XVI, hasta que nos aparecen como una de las principales familias poseedoras de ganados en San Clemente. Curiosamente, Martín, que aunque casado en Villanueva prefería la residencia en Requena, es citado con un gran ganadero. Recibiendo la herencia de los López de Tébar, los Ferrer asentarán su patrimonio en Villanueva de la Jara, en torno a las llamadas Casas de Ferrer, que será la nueva denominación de la alquería de Pie de Asnos (2). Martín tuvo un camino tortuoso para ver reconocida su hidalguía. De hecho, fue empadronado con los pecheros tanto en Villanueva de la Jara en los años 1585 a 1602 como en Requena en los años 1603 a 1605, como lo sería su hermano en esta última villa en los años que iban de 1601 a 1611. De hecho, la familia había sido tratada como pechera en los padrones que se conservaban en Requena desde la década de 1550. A pesar de todo, los Ferrer obtendrán sentencia de hidalguía el 29 de mayo de 1612. La carta ejecutoria sería el 20 de diciembre de ese año. Los Ferrer serían aceptados como hidalgos en el ayuntamiento de Requena de 10 de enero de 1603(3)


Documentos presentados por los Ferrer para su pelito de hidalguía:

  • Capitulaciones matrimoniales de Antonio Juan Ferrer y Beatriz de Plegamans
  • Testamento de Antonio Juan Ferrer por la que declaraba que la casa solariega de Rausel era inalienable hasta la cuarta generación
  • Dote otorgada por Antonio Juan Ferrer a Beatriz de Plegamans
  • Capitulaciones matrimoniales de Juan Ferrer y Elvira Pedrón
  • Declaración de Miguel de Montalguy y Soldevilla de los títulos dados a un ascendiente de la familia por los condes de Barcelona del castillo de Rausel, tras la batalla del Bauço

(1) AHN. ORDENES MILITARES, SANTIAGO, Exp. 3056. Vicente Ferrer de Plegamans.

(2) Sobre la propiedad de Casas Ferrer, esto es lo que nos dicen Julia Toledo y Sebastián Hernández, al recaer la herencia de los Ferrer de Plegamans en los Haro por el matrimonio de Ana Isidora Ferrer de Plegamans con Diego López de Haro Ludueña (capitulaciones matrimoniales de 2 de noviembre de 1650: "La madre declaró que la novia aportaría al matrimonio aparte de diversos bienes libres raíces muebles que le tocaron de la hijuela de su padre el mayorazgo cuyo principal se componía de la heredad de PIES DE ASNOS a la que había sido añadido varios bienes por Martín, su abuelo y primer poseedor del mayorazgo, y Juan Ferrer de Plegamans de la Ossa su padre, todos estos bienes valían de 14.000 ducados. Esta heredad fue dada en herencia a Martín Ferrer de Plegamans López de Tébar, que fue hijo de Ana López de Tébar y Pedro Ferrer de Plegamans, por su tío Pedro López de Tébar marido de María Saiz Tébar de Pozoseco, verdadera propietaria, que dejó encargado a su marido que fundar a un patronato con la heredad Pies de Asnos-Casa Ferrer- que dejó a Martín por ser hijo de Ana la hermana de Pedro"

(3) Archivo Histórico Nacional, OM-CABALLEROS_SANTIAGO,Mod.229

SOBRE LOS FERRER DE PLEGAMANS VER LOS ESTUDIOS DE VALENTIN CASCO FERNÁNDEZ: http://valentincasco.blogspot.com/

ACHGR, HIDALGUÍAS, SIGN. ANT. 301-102-35








sábado, 24 de junio de 2023

Los Castillo de Huete

 Leonardo del Castillo, vecino de Huete, era de familia de escribanos. Era hijo reconocido, que no natural, de Catalina Rodríguez y del bachiller Martín del Castillo, que llegaría a ser teniente de corregidor en la ciudad de Cuenca (alcalde mayor en su condición de letrado), así como alcalde mayor en Segovia y Murcia. El abuelo era Fernán González del Castillo, escribano de Huete, que había casado con Teresa González. Además de Martín, el matrimonio había tenido tres hijos; uno de ellos, Álvaro era escribano en Huete, y otro Rodrigo del Castillo, procesado por la Inquisición. El bisabuelo era Alvar González. La familia vivía en la cuadrilla de Atienza. EL abuelo Fernán González del Castillo tenía por hermano a Alonso del Castillo, que, a su vez, tenía dos hijos, el licenciado Juan del Castillo y Álvaro del Castillo.

El bachiller Martin, en su periodo de teniente corregidor de Cuenca, durante cinco años, había tenido un lío de faldas con una "moza fermosa", de la que se nos oculta el nombre y que se decía "que la avía avido donzella", pero que todos tenían por la madre de Leonardo del Castillo. El nombre de la moza será desvelado por Rodrigo del Castillo, un vecino del barrio de la Trinidad de Huete: Catalina de Aragón. El escándalo del amancebamiento del teniente de corregidor había llegado hasta la ciudad de Huete, obligando a sus hermanos a buscarle mujer, Catalina Rodríguez, hermana de Alonso Fernández de Parada, para acabar con las habladurías. El niño Leonardo no llegaría al nuevo hogar, donde se decía que ni el bachiller Martín ni su esposa Catalina cohabitaban de hecho, pues Martín seguía con su manceba en Cuenca y el niño en casa de su abuela putativa que acogía también a su madre adoptiva y al morir en casa de su tío el escribano Álvaro, aunque otras fuentes decían que se crio desde el principio con su tío. Algún testigo, sin embargo, refería que los amores de Catalina y Martín habían empezado en Huete, en la casa de su madre Teresa González, antes que Martín se fuera a Cuenca como teniente de corregidor, donde se llevó a su manceba con el niño. En Cuenca y en el cargo del oficio de teniente de corregidor moriría Martín del Castillo. El niño Leonardo sería recogido por su tío Álvaro con cuatro años.

El expediente, aparte que creemos que pueda ocultar orígenes conversos de la familia, es interesante por mostrarnos el régimen de gobierno de la villa de Huete en el siglo XV  : "veya ser costunbre en la dicha çibdad (de Huete) que en cada un año el conçejo, justiçia e rregimiento de la dicha çibdad elegían nueve rregidores, los seys de parte de caualleros e escuderos que heran los hidalgos e caualleros de la dicha çibdad e los tres de parte de los omes llanos pecheros e asymismo elegían veynte personas que llamauan los veyntes para que estos juntamente con la justiçia e rregidores entendieran en la governaçión de la çibdad". Los testigos nos describen el gobierno de Huete en disputas entre dos bandos en el siglo XV: los favorables a Lope Vázquez de Acuña y los favorables a Gutierre de Sandoval, entre los que se encontraban los hermanos Hernán González del Castillo y su hermano Alonso. Huete estaba dividida en cuadrillas: la de la Trinidad, la de San Pedro, la Santa María de Atienza, la de San Miguel, la de San Nicolás de Almazán, la de Santa María de Castejón... al frente de cada una de ellas había un jurado. La elección de oficios en Huete tenía lugar el postrero día de octubre, y se nos describe así por Alonso Gutierrez de Moya: "avía seydo costunbre rrepartirse los ofiçios del conçejo della entre caualleros e escuderos e los omes buenos pecheros porque el postrer día de otubre de cada año entravan en el conçejo de la dicha çibdad diez hidalgos e diez de los omes buenos pecheros e otros seys hidalgos e tres pecheros que nonbraban los veynte por rregidores de la tierra"

"e que el dicho Gutierre de Sandoval hera en seruiçio del señor rrey don Juan e después del señor rrey don Enrique porque tenía en guarda la dicha çibdad por sus altezas e el dicho Lope Vázquez de Acuña la quería usurpar".

Hemos dicho origen converso, y es que la ascendencia de la familia nos llevaba hasta Castillo de Garcimuñoz, tal como reconocía un testigo: "que el dicho Hernán Gonçalez del Castillo era hidalgo e que su padre Alvar Gonçález asimismo avya seydo fidalgo e avya estado en aquella posesyón en Huete donde avya vivido e que el dicho Alvar Gonçález avya venido de Rrequena de donde era a vivir al Castillo de Garçimuñoz sobre çiertos bandos e desconçiertos que tenían en Rrequena e que del dicho Castillo de Garçimuñoz se pasara a vivir a Huete". Creemos que se está describiendo momentos de la primera mitad del siglo XV y que nos llevan el apellido a estar relacionado con el doctor Pedro González del Castillo y su hermano el corregidor Hernán. El origen de estos González se quería ver en Requena.


Leonardo del Castillo conseguiría sejecutoria de hidalguía el 22 de mayo de 1523

martes, 20 de abril de 2021

Servicio y montazgo en los puertos del marquesado de Villena

 1.- Jorquera

El marqués de Villena cobra el servicio y montazgo de los ganados que herbajan en el término de Jorquera y sus aldeas y de tránsito

Derecho de montazgo por pasar por sus términos, cinco reses de cada millar, y el llamado servicio por herbajar e invernar en los pastos de los baldíos de Jorquera, seis reses por cada millar

2.- Alcalá del Río

El marqués cobra el montazgo a los ganados que pasan al Reino de Valencia

3.- Requena

El recaudador de los puertos secos cobra el servicio y montazgo de los ganados que se quedan a herbajar en el término de Requena
Se cobra asimismo el derecho de servicio y montazgo a los ganados que pasan al reino de Valencia y el montazgo a los ganados que pasan en dirección a Castilla y Reino de Murcia. Se denuncian abusos.

4.- Chinchilla

La ciudad de Chinchilla tiene encabezado el servicio y montazgo. El derecho que se debería aplicar sobre los ganados que herbajan en sus términos se aplican abusivamente a aquellos otros que herbajan en el resto del Marquesado. Se denuncian abusos de los arrendadores del impuesto, que suelen ser grandes ganaderos que no pagan y los acuerdos e igualas con otros ganaderos al margen del cobro de las rentas

5.- Montalegre

Lugar de Juan Fajardo; a pesar de su jurisdicción apartada de Chinchilla, sus recaudadores cobran  el servicio y montazgo de esta ciudad.




Archivo General de Simancas, CCA,DIV,47,14
Capítulos de avisos dados por Baltasar de Torralba, juez que fue del servicio y montazgo por comisión de SM en el Reino de Murcia y Marquesado de Villena y Reino de Granada.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Los conflictos entre Villanueva de la Jara y Alarcón hacia 1500




Al acabar la guerra del Marquesado, las disputas entre las villas de Villanueva de la Jara y la de Alarcón fueron sustanciadas por la sentencia del licenciado Molina de 23 de abril de 1483. Pero los flecos que quedaron por resolver fueron múltiples y las diferencias fueron llevadas al Consejo Real. A las disputas por amojonamientos y viejos derechos de carácter señorial como la borra, los molinos y los hornos, se unieron otras que tenían su razón de ser en las propiedades y derechos que los alcaides de Alarcón, Hernando del Castillo (y su hijo Diego a partir de 1500), habían arrebatado por simple expolio o rapiña en los años centrales del cuatrocientos.

Las disputas se centraban en las tierras de la hoya de Robrecillo, las cortas de leña en la hoya de Pozoseco, los obstáculos al uso comunal de la redonda de Alarcón y las penas impuestas por coger la grana
sobre rrasón de çiertas tierras de la foya de Rrobresillo e sobre la rredonda de Alarcón e sobre la leña e corta de la dehesa del Pozoseco e sobre las penas de la grana (1)
El pleito que se remontaba a 1490, estaba listo para sentencia en 1501. Pero no parece que encontraran fácil solución. El contencioso se había enquistado con la recogida de la grana. Diego del Castillo, que el 16 de julio de 1501 aparece como alcaide de Alarcón (2), había vendido el derecho de la grana a ciertos vecinos foráneos de Iniesta, provocando la airada respuesta de las aldeas de Villanueva de la Jara que reclamaban la grana como un uso comunal. Sobre la violencia de los acontecimientos de Tarazona ya hemos hablado en otro lugar (3). El conflicto de la grana venía agravado por las diferencias entre el concejo de Villanueva y el alcaide de Alarcón, Hernando del Castillo, padre de Diego, por un sitio de molinos en la ribera del Júcar. Las posiciones se habían enconado de tal modo, que la humillación que supuso la pelea de Tarazona fue contestada por razias de Diego del Castillo por la tierra de Villanueva de la Jara, apresando a varios vecinos, llevándolos a Alarcón y moliéndolos allí a palos (4).

La villa de Villanueva de la Jara estaba sometida a comienzos de siglo por fuertes presiones de los poderosos de la tierra de Alarcón. Ya no solo se trataba de los alcaides de Alarcón. Diego del Castillo, este otro alcaide de Ves, Diego Paez y los Granero tenían intereses en la tierra de Villanueva en arrendamientos de tierras y censos (5). Alonso del Castillo, el hijo menor del alcaide Hernando del Castillo, era prestamista de los renteros jareños y sus aldeanos, que recogidos sus granos se veían obligados a acudir a los molinos de los Castillo en la ribera del Júcar. La exacción era doble: la renta de los censos y la maquila de los molinos. Los años finales del reinado de Isabel fueron más aciagos, anunciando la crisis de inicios de siglo. Los jareños procuraban vender el trigo excedentario en el Reino de Valencia. Pero las carretas de trigo eran detenidas en Requena, donde se les obligaba a pagar todo tipo de imposiciones, incluido el derecho de borra y asadura sobre los ganados,
diz que llevan a todos los que por allí pasan de cada carretada de trigo dos fanegas tomándogelas un rreal menos cada una de lo que valen allí llevándoles de portazgo de cada carretada veynte mrs. para los cavalleros de la syerra e asymesmo tienen puestos otros pontajes pasajes e peajes (6)
Los portazgos de Requena eran especialmente odiados, pues aunque impuestos por una villa de realengo, su origen era una merced enriqueña, concedida después de septiembre de 1464 y por tanto revisable y anulable según las nuevas condiciones de la paz de 1480. El desarrollo agrario que estaba experimentando la tierra de la Jara se veía limitada por los viejos usos del pasado, pero también por la falta de infraestructuras. Faltaban molinos, pues los señoriales de los Castillo y Pacheco eran incapaces de asumir las moliendas; las comunicaciones al otro lado del Júcar se hacían con el transporte en barcaza para pasar el río. En julio de 1501, el concejo de Villanueva de la Jara solicita la construcción de un puente sobre el río Júcar. Se intenta soslayar los derechos señoriales con unos capítulos de las Cortes de Córdoba de 1455 (7).

Aún así, a la altura de octubre de 1501, Villanueva parece haber ganado sentencia favorable en los diversos litigios que mantiene con Alarcón, pero en vano suplica la ejecución de la sentencia. Y es que la villa de la llanura aún no tiene la suficiente fuerza como para revertir completamente el viejo dominio de la fortaleza (8).





(1) Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150107, 134 - 3.  Sobrecarta a favor de la villa de Villanueva de la Jara.1 de julio de 1501


(2) Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150111, 191 - 3 Emplazamiento contra Diego del Castillo. 24 de noviembre de 1501


(3) https://historiadelcorregimientodesanclemente.blogspot.com/2017/09/diego-del-castillo-contra-tarazona-de.html



(4) Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150107, 472. Comisión a petición del Alonso Simarro, 16 de julio de 1501



(5) Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150006, 117. Justicia a Juan Gómez, vecino de Villanueva de la Jara, factor de Diego del Castillo, difunto, vecino de Alarcón, sobre la cuenta de su arrendamiento de beneficios y rentas, junio de 1500


(6) Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150107, 446 , Comisión a petición del concejo de Villanueva de la Jara, 23 de julio de 1501. También, Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150110, 70. Receptoría de testigos a favor del concejo de Requena, 22 de octubre de 1501


(7) Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150107, 444 - 3, Para la construcción de un puente por el concejo de Villanueva de la Jara, 22 de julio de 1501

(8) Archivo General de Simancas, RGS, LEG, 150110, 129, Que ejecuten sentencias contra la villa de Alarcón, 22 de octubre de 1501

jueves, 15 de febrero de 2018

Pedro del Castillo, alcaide de la fortaleza de Ves

Al capítulo treinta y tres dixeron que en esta villa ay un castillo, el qual es una peña muy grande, alta y tajada alderredor della, y esta se llama Peña del Castillo y en el rrellano della puede en la yerba del ahijarse un pegujico de ovejas. La qual dicha Peña Castillo esta unida y asida con la mesma otra peña sobre que está fundado el pueblo, y entre el pueblo y el mesmo castillo en la frontera y entrada de la dicha Peña Castillo esta hecho un edifiçio de casas de paredes de tierra altas, y paredes muy gruesas, que se llama la Casa el Castillo. Y en esta casa es donde a tenido e tiene su habitaçión y morada los alcaldes que an seydo y son del dicho castillo (Relaciones Topográficas de Felipe II. Capítulo 33 de las respuestas de la villa de Ves)

Acabadas las guerras del Marquesado, Pedro del Castillo, alcaide de la fortaleza de Ves, entró en pleitos con Diego López Pacheco, II Marqués de Villena, por una serie de propiedades que el marqués le había embargado. Pedro del Castillo poseía diez ruedas de pan moler y otra de batán en dos casas de molinos, ambas en la ribera del Júcar, una en término de Alarcón y la otra en término de Cañavate; asimismo, una dehesa de pan llevar, llamada el Sotillo, en la ribera del Júcar, término del Cañavate, unas casas en la aldea de Gascas, junto a la iglesia de San Antón, y un huertal palomar con una heredad de pan llevar de mil almudes y unas casas y viñas en Alarcón.

Hemos de pensar que hacia 1470 entre el marqués de Villena y el alcaide de Ves eran amistosas. Los derechos de puertos y aduanas de la ciudad de Requena, que eran propiedad de don Juan Pacheco, fueron cedidas en arrendamiento a Pedro del Castillo, que contaba como fiadores con Alonso Sánchez del Campillo, vecino de Requena, y Gonzalo Ruiz de la Almarcha, vecino de Chinchilla, para los años 1471, 1472 y 1473. El precio a pagar era de 400.000 maravedíes, que al parecer el marqués se cobró de la explotación de los molinos y propiedades de Pedro del Castillo, que aportarían unas rentas de hasta 70.000 mrs. anuales. Las condiciones bastante favorables a Pedro del Castillo no fueron respetadas por el marqués ni por su criado Hernando del Castillo, a la sazón, alcaide de Requena. Entre las condiciones pactadas en el arrendamiento se prohibía la celebración de mercados francos en Requena o que los vecinos de Utiel pagasen los derechos de puertos (1)


Diego López Pacheco negaba la mayor: la propiedad de los molinos por Pedro del Castillo, que consideraba embargados por deudas del alcaide de Ves y rematados en pública subasta a favor de él mismo y Hernando del Castillo, alcaide de Alarcón. Por contra, el alcaide de Ves, consideraba que, tras el embargo, la explotación abusiva de los molinos y heredades por Diego López Pacheco le había reportado unos ingresos de 875.000 mrs. Mientras que el marqués consideraba que Pedro del Castillo había ganado en la administración de las rentas de Requena en los años 1471 y 1472 un total de 774.000 mrs, ganancias en las que quería participar por alegar derechos de señorío sobre las rentas de esa ciudad. Pedro del Castillo conseguiría sentencia ejecutoria favorable con fecha 11 de febrero de 1485

que debemos condenar e condenamos al dicho marqués en persona de su procurador e a su procurador en su nonbre a que de día que con la dicha carta executoria fuera rrequerido fasta nuue días siguientes tornase e rrestituyese e entregase a el dicho Pedro del Castillo la posesión de la dicha mitad de los molinos e batanes e heredad e casas e viñas e dehesas de Alcañabate e Gascas en su demanda contenidas con más las rrentas que auía arrendado e rrentado de nueue años a esta parte e treynta e çinco mill mrs. por ellos en cada un año (2)

En dicha sentencia el Marqués de Villena era obligado a devolver la mitad de la hacienda del alcaide de Ves, cuyas rentas y frutos había disfrutado durante nueve años y los 35.000 mrs. que cada año habían rentado estas propiedades. Pedro de Ves reconocía una deuda impagada con el marqués de 110.000 mrs. (de los 400.000 de la deuda originaria), que se comprometía a restituir.

e porque el dicho Pedro del Castillo avya confesado dever al dicho marqués quatroçentas mill mrs. de las quales paresçió que avya pagado por su mandado dozientas e nouenta e mill mrs.  a çiertas personas, mandaron al dicho Pedro del Castillo que rresçibiese en cuenta de los dichos frutos e rrentas al dicho marqués çiento e dies mill mrs. rrestantes a conplimiento de las dichas quatroçientas mill mrs. contando en ellas las dichas dozientas e noventa mill mrs. e que en quanto a la otra meytad de los dichos molinos e casas e heredamientos e bienes que paresçían que avia seydo rrematado Ferrando del Castillo alcayde de Alarcón por quanto al dicho negoçio le tocaua e atanya mandaron dar nuestra carta executoria  (3)

También se reconocía al marqués de Villena una indemnización de 98.000 mrs. por lo obtenido en demasía por Pedro del Castillo de las rentas de Requena. Quedaba pendiente solventar las diferencias con Fernando del Castillo en quien habían sido rematada la otra mitad de bienes y hacienda del alcaide de Ves, que se negaba a devolverle los bienes embargados. A pesar de todo el conflicto seguía latente en 1485, entre el alcaide de Ves y el marqués de Villena. Aunque parece que el alcaide de Ves lograría recuperar su hacienda dos años antes de su muerte, acaecida en 1488.

No parece que existiera compromiso alguno entre los dos alcaides. Las diferencias entre Pedro del Castillo y Hernando del Castillo venían del año 1 472, cuando el primero era arrendador de los puertos y aduanas y de los derechos de descaminados y el segundo alcaide de la fortaleza de Requena. Hernando del Castillo tomó una acémila cargada de grana que llevaba Juan León a la que dio por descaminada. El valor de la carga de grana se aproximaba a cincuenta mil maravedíes; a ello se sumaba un macho de ocho mil maravedíes y cuatrocientos reales catalanes. Ese mismo año Fernando del Castillo se quedó con las ropas y joyas de oro y plata que llevaban quince moros, procedentes de Aragón, por valor de mil florines de oro; los apresó con la excusa que se dirigían a Granada y solo los libertó posteriormente con un rescate de catorce mil reales (4).

Ese año de 1472 las cosas se debieron torcer no solamente entre los alcaides Pedro del Castillo y Hernando del Castillo, también entre el alcaide de Ves y el marqués de Villena. Ese año o quizás el siguiente, Pedro del Castillo ha abandonado sus casas  en la villa de Alarcón cuando es citado para el remate de sus bienes en manos de los ahora enemigos: el alcaide de Alarcón y el marqués. Dicha salida de Alarcón, en palabras del hijo del alcaide de Ves, había sido muy deshonrosa, pues Pedro del Castillo había sido echado del pueblo y vista arrebatada su hacienda, que no volvería a recuperar hasta trece años después. Creemos que tras actitudes tan agresivas había un asunto de hondo calado: el contrabando con la grana en su paso al Reino de Aragón. Aparte del incidente referido, tenemos noticias de otros incidentes en que Juan León, un converso al servicio del Marqués de Villena, se vio implicado en el paso de esta sustancia colorante hacia el Reino de Aragón. Si Hernando del Castillo como alcaide de Requena volvía la vista para otro lado en un tráfico en el que estaba implicado su señor, Pedro del Castillo, como arrendador de puertos secos, no estaba dispuesto a dejar perder los gravámenes de mercancía de tal valor.

Pedro del Castillo esperará a la concordia de 1480, tras la derrota de Diego López Pacheco en la guerra del Marquesado, para recuperar sus bienes. El marqués de Villena invocará el espíritu de esa concordia para recuperar unos bienes dados en señorío a quien considera un criado. Hernando simplemente mantendrá una posición de fuerza y se negará a devolver la mitad de los bienes en su poder.

Las disputas económicas dieron paso a las enemistades personales. Entre los enemigos acérrimos del alcaide de Alarcón está Juan Valverde, vecino de Iniesta, que por diversos testimonios nos aparece como hermano del alcaide de Ves Pedro del Castillo (5). La enemistad entre los alcaides Hernando y Pedro venía de fecha tan lejana como 1468, cuando Hernando prendió a Juan Valverde y lo metió en una mazmorra, de donde saldría tras la intercesión del mismísimo maestre Juan Pacheco.Tras el asesinato de Juan Valverde a manos de Pedro de Cuéllar (según otros testimonios, Diego Pacheco, yerno del alcaide de Alarcón), criado de Diego, el hijo mayor de Hernando del Castillo, que a decir de sus enemigos había ordenado el asesinato. Los hijos de ambos hermanos, Pedro del Castillo y Juan Valverde tomarían partido decidido contra Hernando del Castillo en las guerras del Marquesado. Especialmente, Juan de Valverde, hijo, y Alonso de Castañeda, el hijo segundón del alcaide de Ves. Contrasta la actitud más tibia de Diego del Castillo, el hijo primogénito del alcaide de Ves. Pero los testimonios que de este Diego tenemos son de 1498, fecha muy tardía en la que sin duda había recibido la ayuda del marqués de Villena y sus criados para mantener la herencia de su padre frente a sus hermanos. Lo que sí podemos aseverar es que, durante la guerra, y seguramente antes, Pedro del Castillo había sido apartado de la alcaidía de Ves, en favor de Hernando de Chinchilla, asesinado durante el conflicto. Posiblemente, Pedro del Castillo fue apartado de la alcaidía en torno a 1473, momento en que se ve obligado a abandonar su villa de Alarcón, de donde era natural al igual que su hermano Juan Valverde.

El alcaide de Ves murió a comienzos de 1488, comenzando enseguida los litigios por su herencia. Su hijo, Alonso de Castañeda o del Castillo reclamó que su padre había determinado legar sus bienes a partes iguales entre todos los hermanos, oponiéndose a la pretensión de su hermano mayor Diego del Castillo de hacerse con toda la hacienda
mando en el dicho su testamento que Pedro del Castillo s u fijo e hermano del dicho Alonso del Castillo e todos los otros sus fijos ouiesen e heredasen su bienes e faziendas por yguales partes e que todos fuesen ygualados en la dicha fazienda e bienes con el dicho Diego del Castillo su fijo mayor que al tienpo que el dicho Pedro del Castillo fallesció tenía de su fazienda el dicho Diego del Castillo la mayor parte (6) 
La división entre los hermanos fue aprovechada por Diego López Pacheco y sus criados para revivir viejas rencillas y exigir una parte de la hacienda por deudas pasadas. Entre las criados del marqués de Villena que se sumaron a los reclamantes estaban Hernando del Castillo, alcaide de Alarcón, la mujer de Fernández de Alarcón,  el maestre Sas, alcaide del Castillo de Garcimuñoz, y Antón Granero (7)



(1) AGS, RGS, V-1480, fol. 259 Receptoría, a petición de Pedro del Castillo, alcaide de la fortaleza de Ves, para el pleito que trata con el marqués de Villena sobre la posesión de unas heredades e inmuebles, que se mencionan, en diversas localidades. Consejo 25-5-1480

(2) AGS, RGS, II-1485, fol. 294 Ejecutoria a petición de Pedro del Castillo, alcaide de Ves, de una serie de sentencias, cuyos términos se citan, dadas a su favor en el pleito que trató con el marqués de Villena, así por la posesión de ciertas heredades y molinos en la ribera del Júcar, en términos de las villas de Alarcón y Cañavate, como por ciertas rentas de Requena que habían de cobrar del maestre Juan Pacheco. Consejo Cámara 11-2-1485

(3) AGS, RGS, XI-1483, fol. 164 Receptoría del marqués de Villena, D. Diego López Pacheco, en un pleito con Pedro del Castillo, alcaide de Ves, sobre diversas heredades sitas en el término de dicha alcaidía. Consejo 15-11-1483

(4) AGS, RGS, XI-1480, fol. 162 Receptoría para presentar sus pruebas en un pleito que Pedro del Castillo, alcaide de Ves, trata con Fernando del Castillo, alcaide de Alarcón, sobre ciertas mercancías que éste, siendo alcalde de Requena, le tomó por descaminadas. Consejo 12-11-1480
AGS, RGS, IX-1480, fol. 80 Requerimiento con emplazamiento contra Fernando del Castillo, alcaide de Alarcón, para que devuelva unas acémilas que tomó a Pedro del Castillo, alcaide de Ves. Consejo 15-9-1480

(5) "Asy mismo notifico a vuestras reuerencias que tengo por enemigos a los fijos de Pedro del Castillo, alcaide que fue de Ves, defunto que Dios aya. Y a los fijos de Juan de Valverde. Todos naturales de Alarcón. Y a sus parientes. E son avidos e tenidos por tales a cabsa que Diego Pacheco, mi yerno, fue fama que fizo matar a Juan de Valverde (padre), hermano del dicho Pedro del Castillo".
Recogido por GARCIA MORATALLA, P. J.: La tierra de Alarcón en el Señorío de Villena (siglos XIII-XV, p. 207)

(6) AGS, RGS, VII-1489, fol. 157 Comisión, a petición de Alonso de Castañeda, vecino de Iniesta, sobre el reparto de la herencia de su padre Pedro del Castillo, alcaide que fue de Ves. Consejo 26-7-1489

(7) AGS, RGS, VII-1489, fol. 156 Inhibición a las justicias de la villa de Belmonte en las reclamaciones presentadas a Alonso de Castañeda y consortes, hijos de Pedro del Castillo, alcaide que fue de Ves, por los criados y vasallos del marqués don Diego López Pacheco. Consejo 29-7-1489