El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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domingo, 10 de enero de 2016

Noticias sobre los Araque de San Clemente

En dicha villa de San Clemente en siete días de dicho mes y año (junio de 1692) abiendo examinado los ocho testigos... cesar en el examen de testigos por aora y pasar a uer los libros de la parrochial de Santiago de esta villa en busca de don Andrés de Abilés y Moia teniente maior de dicha parrochial y abiendo allado en ella le pedimos nos manifestase los libros de baptismos velados y difuntos y luego nos entró en el archiuo de dicha yglesia que está a los pies de la yglesia y de un estante de entre otros libros nos exiuió uno de baptizado de a folio cubierto de pergamino foliado de 392 folios que la primera empieza qon quatro desde baptismo celebrada la tercera en 10 de julio de 1557 años y la última foja acaba con otra partida de baptismo celebrada en 22 días de diciembre de 92 y al folio 185 buelta ay una partida que lo que se le dice así por estar borrado el nombre

(al margen) fee de baptismo de don juan de araque abuelo materno del pretendiente en 27 de setiembre de 1588
Margen, Juan= en veinte y seis días del mes de setiembre (que según el guarismo de encima de la partida fue del año del 1588) bapticé yo francisco la serna un hijo de Juan de Araque y su mujer doña ynés (según lo que parece) fue su compadre de pila diego de caballón púsele por nombre Juan, testigos Martín de buedo y Alonso de Araque y lo firme= francisco de la serna

El libro de bautismo fue entregado por el teniente de cura a los pesquisidores del Consejo de Órdenes, que lo llevaron a dicho Consejo. Acusando recibo de la entrega, era normal su devolución al archivo originario. En este caso, las dudas venían por los borrones que la partida de bautismo presentaba. Hoy sabemos que este libro ha desaparecido del archivo parroquial, que sólo conserva registros desde 1687. Pero, no podemos pasar del estado de las conjeturas sobre la autenticidad de este libro, pues la informaciones que tenemos sobre estos libros son contradictorias. Cuando se buscó la partida de Antonio de Oma unos años antes en 1672, con motivo del expediente de su nieto Eugenio de Oma, el párroco de San Clemente alegó que este mismo libro, ¿o quizás el inmediatamente anterior?, había desaparecido por la inundación de 1600 del río Rus a su paso por el barrio de Roma y anegar la casa del teniente de cura que lo custodiaba. Por el expediente de pruebas del hábito de Santiago de don Francisco de los Herreros y López de 1666, sabemos que desaparecieron los libros de bautismos anteriores a 1572. (Testimonios encontrados más recientemente hablan del año 1589 como fecha de la avenida del río Rus)

(al margen) diligencias con los escribanos de la villa de San Clemente para buscar algunos ynstrumentos en quanto a la legitimación del abuelo materno del pretendiente)
en dicha villa de San Clemente en dicho día mes y año en continuazión de nuestras diligencias pasamos al oficio de pedro Sánchez y abiéndole allado en él requerimos como escribano real y del ayuntamiento de esta villa nos manifestase los protocolos y registros de su dicho oficio lo qual yço y abiendo visto sus papeles y escrituras y no abiendo allado los testamentos de Juan de Araque y doña Ynes de Buedo bisabuelos maternos del pretendiente le requerimos nos declarase si tenía noticia donde los toparíamos a que respondió no sauerlo ni noticia donde los allaría más que lo que podía acer era acompañarnos para uer otros oficios de escribanos y en asistencia suia vimos y registramos los oficios de Manuel Chicano, Phelipe Antonio, Joseph Pedro y Juan Muñoz y de Antonio de Ábalos, y no abiendo allado dichos testamentos ni otros ynstrumentos concernientes a mayor justificación de la legitimidad de don Juan de Araque abuelo materno del pretendiente en birtud de nuestra petición dada a don felix ortega alcalde de la hermandad requerimos a dicho Pedro Sánchez escribano público y del aiuntamiento y Alonso de ogea nos manifestasen los libros de elecciones de alcalde de la hermandad en quia ejecución dicho Pedro Sánchez de Villamayor nos llevó a la yglesia del señor Santiago a la capilla que llaman de pallarés junto a la pila del baptismo y en un quarto encima de dicha capilla de una alacena con su puerta embeuida en la pared de entre otros quadernos nos exiuió uno de elecciones de la bara de la hermandad por el estado de los hijosdalgo, foliado en 133 folios escrito en papel sellado por testimonio de diferentes escribanos desde el año de 1637 asta de 1692 y al folio 23

(al margen) don Juan de Araque Buedo abuelo materno del pretendiente elector para alcalde de la hermandad por el estado noble año 1646
se alla don Juan de Araque Buedo por elector de alcalde de la hermandad por el estado de los hijosdalgo

(al margen) eleto para una llabe del archibo el dicho como ijodalgo año de 1646
y a la buelta de dicho folio se alla la entrega de una llabe del archibo a dicho don Juan de Araque buedo, en 10 de octubre de 1646

(al margen) don Juan de Araque Buedo elector de alcalde de la hermandad por el estado noble año 1647
y en dicho libro al folio 26 se alla la elección de alcalde de la hermandad por el estado de hijosdalgo se alla el dicho don Juan de Araque Buedo como uno de los electores para dicha elección el año de 1647 el día 29 de setiembre

...pasamos en compañía de dichos escribanos de aiuntamento en birtud de nuestra petición a la villa presentada, a las casas del aiuntamiento que están en la plaza a uer los libros de dicho aiuntamiento  secreto que está en su sala de dichas casa(s) en un arca de tres llabes que dichos escribanos abrieron y de entre otros libros nos exiuieron uno qubierto de pergamino mal tratado escrito en papel de marca maior sin foliar de elecciones y aquerdos y al folio 68 contadas en una elección que se celebró en 29 de setiembre de 1587
(al margen) ernando de araque Montoia tercer abuelo materno del prtendiente propuesto para alcalde ordinario de el estado noble de 1587, el mismo año del 1588
se alla propuesto por alcalde ordinario por el estado noble Hernando de Araque Montoia= y al folio de dicho libro 111 buelta en otra elección que se iço el año de 1588 el día 29 de setiembre se alla propuesto para alcalde ordinario del estado noble Fernando de Araque= y al folio 145 de dicho libro se alla una elección e otra de oficios y justicia en 29 de setiembre de 1589 y en ella propuesto para alcalde ordinario por el estado noble Hernando de Araque Montoia


AHN. ÓRDENES MILITARES. CABALLEROS DE SANTIAGO, Exp. 8425. Diego de Valdés y Araque, vecino de Pozo Amargo. 1692, fols. 33 y 34

Las elecciones para alcaldes de la hermandad por los hijosdalgo en San Clemente (1639-1641)

En la villa de San Clemente, como en otras villas y ciudades, existían dos alcaldes de la hermandad elegidos anualmente, uno por el estado de los pecheros y otro por el estado de los hijosdalgo. Si bien la elección del alcalde pechero correspondía al concejo, el alcalde hijodalgo correspondía a un colegio de cuatro electores, compuesto por nobles, que se renovaba anualmente por los electores del año anterior. Las reuniones, a finales del siglo XVII, se celebraban en la capilla de Pallarés de la iglesia mayor de Santiago, anualmente se registraban los electores designados y alcalde de la hermandad elegido en un libro que se conservaba en un archivo propio dentro de la parroquia:

... a la iglesia del señor santiago a la capilla que llaman de pallarés junto a la pila del baptismo y en un quarto encima de dicha capilla de una alacena con su puerta embeuida en la pared de entre otros quadernos nos exiuió uno de elecciones de la bara de la hermandad por el estado de los hijosdalgo, foliado en 133 fojas escrito en papel sellado por testimonio de diferentes escribanos desde el año de 1637 asta de 1692...

El texto mencionado nos dice que Juan de Araque Buedo gozó de voto de elector para alcalde de la hermandad en la elección de 29 de septiembre de 1646, y además recibió el 10 de octubre una llave del archivo. El año siguiente nos aparece como uno de los cuatro electores.

La elección en la capilla de Pallarés no contaría con más de un cuarto de siglo, previamente la elección, desde hacía más de cien años, se celebraba en la capilla de San Antón de la misma iglesia, aneja al mayorazgo fundado por don Gregorio Valenzuela.

En la villa de San Clemente día de San Miguel de setiembre que quenta veinte y nueve del dho mes
del año de mill y seisçientos y treinta y nueve de la Yglesia Mayor de Santiago en la capilla que dexo
anexa a su mayorazgo don Gregorio Valenzuela, se juntaron como lo tienen de costumbre a elexir y
nombrar alcalde de la santa hermandad del estado de hijosdalgo hasta el año que cumplirá por San
Miguel de setiembre de venidero de mill y seiscientos quarenta y cavalleros electores para elexir y
nombrar otro tal alcalde para el año luego siguiente


Sobre dónde se deberían celebrar las juntas de electores, capilla de Pallarés o San Antón, hay un sonado pleito entre Alonso Sanz de los Herreros y Francisco de Astudillo, que se conserva en el Archivo Histórico Nacional y correspondiente al año 1672 (AHN.CONSEJOS, Leg. 26433, Exp. 17) .

Por el expediente de ingreso en la Orden de Santiago de Francisco de Astudillo Villamediana, tesorero de rentas reales del marquesado de Villena, conocemos las elecciones de 1639 y 1640. El 29 de septiembre de 1639, Francisco de Astudillo, consiguió hacerse con uno de los votos. Las reuniones para la elección eran en la capilla de San Antón de la Iglesia Mayor de  Santiago. Conservamos las elecciones de 1639 y 1640, donde había un equilibrio de fuerzas entre dos bandos, que se rompe definitivamente en 1640 con intervención del corregidor. Reproducimos las elecciones de ambos años.

Elecciones para alcalde de la hermandad de los hidalgos de 29 de septiembre 1639

ELECTORES........................................ VOTO PARA ALCALDE DE LA HERMANDAD, AÑO 1640 (29 de septiembre de 1639)

D. Fernando Pacheco........................... D. José Pedro Rosillo
D. Julián de los Herreros...................... D. José Pedro Rosillo
D. Pedro González de Tébar................. D. José Pedro Rosillo
D. Juan de Araque Montoya................. D. José Pedro Rosillo

ELECTORES........................................VOTO PARA ELECTORES, AÑO 1640
D. Fernando Pacheco............................ D. Andrés de los Herreros
D. Julián de los Herreros....................... D. Pedro de Montoya Vizcarra
D. Pedro González de Tébar................. D. Francisco de Astudillo Villamediana
D. Juan de Araque Montoya .................D. Sebastián Moreno Palacios

Elecciones para alcalde de la hermandad de los hidalgos de 29 de septiembre de 1640

ELECTORES..................................... VOTO PARA ALCALDE DE LA HERMANDAD, AÑO 1641 (29 de septiembre de 1640)

D. Sebastián Moreno Palacios............................... D. Manuel Fernando Piñán
D. Julián de los Herreros........................................ D. Juan de Buedo
D. Francisco de Astudillo Villamediana.................D. Manuel Fernando Piñán
D. Pedro Montoya Vizcarra................................... D. Juan de Buedo

ELECTORES................................... VOTO PARA ELECTORES, AÑO 1641

D. Sebastián Moreno Palacios............................... D. Fernando Araque Ángel
D. Julián de los Herreros....................................... D. Alonso de los Herreros, hijo de Francisco de los
                                                                                Herreros, del Consejo de Guerra
D. Francisco de Astudillo Villamediana............... D. Francisco de Alarcón Fajardo
D. Pedro Montoya Vizcarra.................................. D. Juan Pacheco Guzmán, caballero de la orden
                                                                                de Alcántara.

Las elecciones de 1639, tienen su importancia porque suponen la irrupción en el estado de los hijosdalgo de un advenedizo, Francisco de Astudillo Villamediana, sobre el que pesaban graves acusaciones de ascendencia judaica. Su aparición debió chocar con el control del colegio de electores por familias como los Herrero o los Pacheco, pero sobre todo avivaría los odios de otras como los Rosillo y apartaría del oficio de alcalde de la hermandad a Juan de Buedo. Curiosamente, en este último caso, quien decidirá el voto a favor del otro candidato, Manuel Fernando Piñán, también de ascendencia conversa, sería el corregidor Antonio Sevillano Ordóñez. En su nombramiento había sido determinante el voto de Sebastián Moreno Palacios, con quien Manuel Fernando Piñán compartía la administración de los bienes de su padre, Pedro Piñán Castillo, por esta época con graves problemas financieros. Para 29 de septiembre de 1641 el elegido como alcalde sería Diego de Alarcón Fajardo, hermano de Francisco, nombrado elector por el mencionado Astudillo. Los Araque se pondrán del lado también de Astudillo, aunque en 1646 el elector era don Juan de Araque Buedo, cuya madre era Inés de Buedo.

De la declaración de testigos del expediente de limpieza de Astudillo deducimos que en la elección de 29 de septiembre de 1639 hubo sobornos y compra de votos de los electores, y con seguridad el suyo, y que las desavenencias de ese año quedaron ocultas de cara al año posterior. Llegado 1640, el conflicto estalló claramente a la hora de elegir el alcalde de la hermandad. La victoria de Manuel Fernando Piñán sólo fue posible, como se ha mencionado, por la intervención del corregidor Antonio Sevillano Ordóñez, en detrimento del otro elegible, Juan de Buedo. A regañadientes y entre protestas el anterior alcalde, Pedro Rosillo, debió entregar la vara de alcalde de la hermandad a su sucesor.

Opinamos que la elección reflejaba la lucha de poder en el seno del ayuntamiento y las intromisiones del poder central. Tanto el corregidor como Astudillo eran por estos años los principales valedores de la política centralizadora de Olivares y sus consiguientes exigencias fiscales y militares, que chocaban con una oligarquía local que hasta ahora se había beneficiado de esas decisiones políticas, pero ahora por la sangría de hombres e impuestos veía como se desestructuraba la sociedad san clementina, incapaz de hacer frente a las deudas de los prestamistas de censos como González Galindo o Piñán Castillo, y cuyos vecinos eran víctimas de pleitos ejecutivos por el impago de las sisas y de los subarrendamientos de los propios, dehesas y pinares, a los arrendadores principales. Uno de los Buedo, Martín Alfonso, ganadero principal de la villa, era uno de ellos. En 1641, el dinero del pósito era destinado a los gastos de la conducción de soldados y faltaba pan para los vecinos. Las tensiones habían llevado a Astudillo en 1640 a meter en la cárcel a los regidores del ayuntamiento por impago de las alcabalas de la villa, acuciado en su cobro para el pago de los propietarios de juros y asentistas, que pronto exigirían con consecuencias funestas para el tesorero. Pero de momento, Astudillo, que como tesorero tenía el dinero que necesitaba la corona, vivía en la cima de su ascenso social y era el enemigo declarado de las élites locales. Junto con el corregidor Antonio Sevillano Ordóñez, asumió el papel de benefactor del pueblo, creándose una zona de recreo y distracción para los sanclementinos en la Celadilla, aprovechando la alameda plantada veinte años antes. Una iniciativa ilustrada que fue respondida de modo salvaje por sus enemigos con la destrucción de los árboles plantados y bancos construidos para el ocio de los sanclementinos.

AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO, Exp. 2798. Francisco de Astudillo Villamediana. 1641
AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 8425. Diego de Valdés y Araque. 1692

sábado, 9 de enero de 2016

Hidalguía de los Buedo de Barchín del Hoyo

En 1583 Pedro de Buedo litiga su hidalguía con el concejo de su villa natal Barchín del Hoyo. Como siempre, en estos casos, el concejo de la villa hacía valer sus argumentos en el hecho de que sus ascendientes siempre habían pechado y contribuido a los repartimientos para la guerra y que el pretendiente sólo había dejado de hacerlo últimamente aprovechando la preeminente posición social lograda en el pueblo. Los oficios de Barchín que se opusieron a aceptar la hidalguía eran Martín Cabronero, alcalde ordinario, García Cabronero, don Pedro Girón de Alarcón, Miguel de Piqueras y Cristóbal López, regidores de la villa, y Gaspar Escribano, alguacil mayor. Creemos que algunos como los Cabronero pagaron su enfrentamiento con Pedro de Buedo, aparte de una condena de 9.000 maravedíes de costas sobre sus bienes particulares, también con su marginación de la vida de Barchín hasta el punto que en el concejo abierto de 30 de abril de 1613 el apellido prácticamente ha desaparecido del pueblo.
El pleito por la hidalguía de Pedro de Buedo no acabaría hasta el 26 de enero de 1594, cuando obtiene por tercera vez sobrecarta de la ejecutoria ganada ocho años antes. El concejo de Barchín siempre se negó a aceptar la hidalguía de los Buedo. Estos procedían de San Lorenzo de la Parrilla. El abuelo, Martín de Buedo, ya había litigado con el concejo de Barchín del Hoyo en la Chancillería de Granada, ganando ejecutoria de hidalguía en 1537. Como hidalgos habían sido aceptados por la villa hasta poco antes del inicio del pleito de Pedro de Buedo, motivado el contencioso por su inclusión en el padrón de los pecheros. Su hijo, García de Buedo, asentado como uno de los principales ganaderos, mantenía sus diferencias con la villa veinte años después por el uso de los bienes propios.

La familia Buedo se extendería por toda la región. Pedro de Buedo Gomendio haría valer la ejecutoria ganada por su padre en Argamasilla de Alba, donde residía hacia 1600. En 1631, en Villaescusa de Haro hizo reconocerse como hidalgo otro Pedro de Buedo. Hemos hablado de los Buedo en Vara del Rey y como el capitán Martín Alfonso de Buedo sería tesorero de rentas reales del marquesado de Villena, puesto que heredaría su hijo, entrando en la lucha política de la villa de San Clemente y en colisión de intereses con el patriciado de otras villas del marquesado por el control de las tercias.

FUENTE

AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE MONTESA. Exp. 234. Juan Girón de Buedo y Ruiz de Alarcón. 1688

lunes, 4 de enero de 2016

Los agravios de Martín Granero por irse a vivir a San Clemente (1495)





Martín Granero                                           que no rreçiba agrauio



Don Fernando e doña Ysabel ecétera a vos el alcayde e alcaldes e otras justiçias qualesquier de la villa de Alarcón salud e graçia sepades que Martín Granero veçino de la villa de San Clemeynte nos fiso relaçión por su petyçión que ante nos en el nuestro consejo presentó diziendo que puede aver dos o tres meses poco más o menos quél se fue a beuir desta dicha villa a la dicha villa de San Clemeynte que él dexó en esa dicha villa algunas casas e vinnas e vna heredad que se dize los parrales e otras algunas heredades e porque él se fue desa dicha villa, por los dichos alcayde e alcaydes e otras personas desa dicha villa syn cavsa ni rrazón alguna avéys yntentado e yntentáys de le dañar en quanto podés dando lugar a falsas e maliçiosas demandas que le son puestas e mouidas por algunas personas e que vos los dichos alcaldes contynuamente days vuestras cartas de embargo para él e sus bienes amenasándole muchas vezes diziendo que sy no vende las dichas sus casas e posesiones que trabajares e buscares como de cada día lo fatygues e enojes e engañes para qualquier forma e manera que pudiéredes y que él por temor que de vosotros ovo vos notificó una carta de seguro diz que no vuo scriuano que le diese testimonio dello en lo qual diz que sy asy pasase el rresçibirá mucho agrauio e daño e nos suplicó e pidió por merçed que sobre ello lo proueyésemos con rremedio de justiçia mandándonos que ni vos entrometades a conoçer ni conoçiésedes e que sy alguno algo le quisiese pedir e demandar que le pidiesen e demandasen en la dicha villa de San Clemeynte donde es su jurediçión e mandando vos que no consyntiésedes que ninguno le fiziere ningund agrauio e sin rrazón o como la nuestra merçed fuese, e nos touímoslo por bien para que vos mandamos que vos ni algunos de vos no fagades ni consyntades que por persona ni personas alguna ni algunas agora ni en algund tiempo sea fecho agrauio ni syn rrazón alguna al dicho Martín Granero de que tenga rrazón de se nos más benir ni enbíar a quexar sobre ello como de justiçía deuamos e los vnos ni los otros ecétera dada en la muy noble çibdad de burgos a dos días del mes de julio año de nouenta e çinco  (firmas)


AGS, RGS, 1495-VII, Fol. 379. Se prohíbe a la justicia de la villa de Alarcón agraviar a Martín Granero porque se ha ido a vivir de esa villa a la de San Clemente. 2 de julio de 1495

martes, 29 de diciembre de 2015

Los Clemente de Aróstegui de Villanueva de la Jara


LINAJE

Don Fernando (VI)... por quanto por parte de vos, don Joseph Clemente de Aróstegui me ha sido hecha relación sois natural y vecino de la villa de Villanueva de la Jara, regidor alphérez maior perpetuo de ella que por la genealojía que justifican plenamente los ynstrumentos que havéis presentado sois lexítimo descendiente por línea recta de barón de Guillén Clemente vuestro noveno abuelo, natural que fue de Nerín en el valle de Evio (valle de Vió) montañas de Jaca del Reino de Aragón, cuia casa solar de tiempo ymmemorial a estado y permanece en el referido lugar que como posehedor que hera de ella el dicho Guillén Clemente, el señor rey don Pedro el quarto de Aragón después de haver hecho su salvo y provanza de ynfanzonía, le declaró por novle ynfazón cavallero hijodalgo de sangre por cédula de veinte y cinco de febrero de mill y trescientos y sesenta que se confirmó en el año de mill y seiscientos y veinte y nueve por la audiencia de Aragón con ocasión del pleito que siguió don Francisco Luis Clemente como descendiente del dicho Guillén Clemente por haversele yntentado inquietar en la posesión en que estava y obtuvo sentencia que ejecutorió de manutenzión en propiedad que siendo (como es) tan antiguada y notoria vuestra novleza así por haverse mantenido en la devida e inalteravle posesión vuestros abuelos como por lo ylustrado que han estado y están sus descendientes obteniendo empleos de los más distingidos en el real servicio de los señores reies mis antecesores y mío acreditando su lealtad y esclarecida sangre por la que fueron y han sido premiados con ávitos de otros onores, ocurrió que con motivo de haver venido a Castilla Antón Clemente vuestro sexto abuelo (hijo de Pedro Clemente quien lo fue Jaime Clemente cavallero de la orden de Santiago) sirviendo de capitán de la jente de la armada que vino de Aragón a Castilla (en compañía de don Francisco Fernández de Heredia a quien dieron los poderes los señores Reyes Católicos para tomar la posesión del Marquesado de Moya)se avecindó y casó en la dicha villa de Villanueva de la Xara, desde cuio tiempo se ha mantenido y mantiene en ella su descendencia y familia haviendo sido tratados como personas de distinguida y conocida calidad por lo que trajeron y han contrahido sus respectivos matrimonios con otras de iguales y honoríficas clase y ovtenido los primeros empleos y encargos de la república y autenticando los Ylustres y antiguos Patronatos y otras fundaciones que hicieron y oi posehéis en la dicha villa vos y vuestros parientes , que en el archivo de mi Audiencia de Zaragoza consta que en el pleito que siguió Martín Clemente (quien tanvién obtuvo a su favor sentencia en propiedad) se articuló y provó que con motivo de la peste que por vno de los años de mill y quinientos, padeció aquella tierra y haverse quemado el archivo que havía en dicho lugar con el quinque livris de la parrochial perecieron todas las decisorias, escripturas y documentos que havía en favor de los Clementes....
...declaro a vos el expresado don Joseph Clemente de Aróstegui  a vuestros hijos, nietos y descendientes por cavalleros hijosdalgo notorios de sangre casa y solar conocido, como descendiente lexítimo que havéis provado ser de el mencionado Guillén Clemente vuestro noveno abuelo que lo fue y gozó en dicho lugar de Nerín
(Declaratoria de hidalguía concedida por Fernando VI a favor de José Clemente de Aróstegui. Buen Retiro, 14 de marzo de 1747)

ESCUDO DE ARMAS

... pasaron a las casas de la hauitación de don Joseph Clemente de Aróstegui vezino de esta dicha villa que están sitas en la calle mayor de ella y habiéndole encontrado le hizimos sauer nuestra comisión y preguntamos por el escudo de armas que tiene en su casa y en las capillas que posehe en la Yglesia del Combento de nuestro Señor San Francisco de esta villa que acredita su nobleza  a que respondió estaba prompto y nos conduxo a el zaguán de dicha casa y encima de su puerta se halla un escudo pintado en lienzo al parezer de pintura antigua que contiene por quarteles en el de la derecha un pino en campo de oro, dos perros al tronco y dos ardas (ardillas) encima, a el lado izquierdo dos estrellas vaxo una pera que divide una esquadra en campo de plata y encima un morrión ... y él usaba en las capillas propias que tiene en la dicha Yglesia de San Francisco ... pasamos a la Yglesia del citado combento y reconozimos barios escudos con las mismas insignias en las dos capillas del crucero de dicha Yglesia puestas en los frontales bordados en candeleros de plata y demás ornamentos de altares las quales capillas declaró ser de los bínculos y Mayorazgos de sus ascendientes y que oy posehía en nombre de don Pedro Clemente de Aróstegui, obispo de Osma, su hermano mayor (Villanueva de la Jara, 17 de febrero de 1758)


FUENTE. AHN. ÓRDENES MILITARES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 330. Instrumento fehaciente nº 41


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Don Diego de Ortega Guerrero y la ganadería en San Clemente a mediados del seiscientos

Dos Ortega se imponen en la villa de San Clemente durante la mitad de la centuria del seiscientos. Don Rodrigo Ortega y don Diego Ortega y Guerrero. Es nuestra intención volver sobre esta familia, cuyas ramificaciones familiares e intereses económicos van más allá de la villa de San Clemente. Pero hoy pretendemos presentar un esbozo del declinar de la actividad ganadera en San Clemente a través de los conflictos de la villa con el segundo de los Ortega, Don Diego.

El catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVIII,  nos presenta una actividad ganadera en la villa de San Clemente muy disminuida, limitada a los agostaderos y excluida del aprovechamiento de los pastos comunales de la tierra de Alarcón. La actividad ganadera sanclementina tuvo un devenir histórico problemático: los conflictos con los ganados trashumantes de la Mesta durante el siglo XVI tuvieron su contrapartida en la salida de los ganados locales de los pastos del suelo común, intentando complementarlos con nuevos pastos en Alcaraz, Chinchilla o Murcia mediante la integración en los circuitos trashumantes hacia esos destinos. Familias como los García Monteagudo, Alfaro, Oropesa o Perona deberán gran parte de su fortuna a la propiedad de hatos de ganados de dos mil a cuatro mil cabezas, destinados al abasto de la carne de la villa de San Clemente, pero también de otras localidades de la zona y de la misma ciudad de Cuenca, o en menor medida a la venta de otros productos derivados como los añinos o lanas. Otras familias probarían el éxito en el negocio ganadero desde finales del siglo XVI; algunos como Miguel Sevillano o Francisco Astudillo, debiendo su ascenso social al desempeño de oficios públicos a la sombra del corregidor, consolidarán su patrimonio con la incorporación al pastoreo; otros, como la familia Ruiz Ángel, se convertirá en asiduo abastecedor de la carnicería pública de la villa.

Pero la ganadería sanclementina dio síntomas de agotamiento desde el mismo momento de su despegue. Ya desde finales del siglo XVI conocemos de pleitos con la villa de Albacete, que intentaba imponer un derecho aduanero adicional al servicio y montazgo de Chinchilla a los ganados de la villa de San Clemente. Véase al respecto el conflicto del ganadero Pedro Castañeda y Haro con los recaudadores albaceteños. Los conflictos se extendieron al aprovechamiento de los pastos comunes de los propios de la villa. Es más, creemos que el conflicto de comienzos del siglo XVII del alférez de la villa, Don Juan Pacheco y Guzmán con el concejo por la supresión de los alcaldes ordinarios esconde profundas diferencias con familias ganaderas como los Montoya, Oropesa o Perona, y tal vez los Ortega. El conflicto local se debió agudizar por el rompimiento de tierras a causa del establecimiento del servicio de millones desde 1590. San Clemente ya arrendaría sus propios para el pago del nuevo impuesto. Pero las consecuencias de servicio de millones irán más allá de San Clemente. La Alberca y Santa María del Campo, cerrarán sus dehesas para el uso exclusivo de sus vecinos y la misma determinación tomará Barchín del Hoyo. Curiosamente es ahora cuando los pueblos intentan conseguir confirmaciones de la primera instancia de sus alcaldes ordinarios frente a la justicia del corregidor. El hecho no era accidental, pues la privacidad de la primera instancia era fundamental para sustanciar en los pueblos de origen los conflictos por los aprovechamientos comunales a favor de los lugareños.

El servicio de millones fue el inicio de la dislocación de los aprovechamientos  comunales de los pastos del suelo común de Alarcón. Las necesidades militares de la Monarquía desde finales de los años veinte y, especialmente, en las dos décadas siguientes dislocaría las propias economías locales con el arrendamiento de los propios, el rompimiento de las tierras comunes y su apropiación de hecho por los ricos locales. En San Clemente, la dehesa de Alcadozo ya se arrendó a finales de los años veinte en favor del presbítero Cristóbal Olivares y sus ganados. En 1635, y en el contexto de asignar arbitrios para financiar el reclutamiento de soldados para presidios, los dos pinares del pueblo serán rematados a favor de Martín Alfonso de Buedo para apacentar ganados lanares. Los Buedo compartían sus intereses en San Clemente con los propios de su villa natal Vara del Rey, donde estaban entrando en colisión con los Ortega.
La lógica que se establece por el aprovechamiento de los bienes propios de la villa desde 1635 es infernal, prueba de ellos son las innumerables denuncias por la intromisión de ganados en los propios de la villa, ahora arrendados en manos de particulares, y, en menor medida, por la corta de leña. Las denuncias se extenderán a las dos décadas siguientes. Es en este contexto, en el que se desarrolla el pleito que tratamos a continuación.

Don Diego de Ortega Guerrero había obtenido, al igual que su primo Rodrigo, el hábito de la orden de Santiago en 1640, y al igual que su primo disfrutaba una de una regiduría perpetua en el concejo de San Clemente, que, sin duda, sabía aprovechar en beneficio propio... y de sus intereses ganaderos. De hecho, podemos considerarlo como el último gran ganadero de los malogrados rebaños sanclementinos. Parece que la obtención del hábito de Santiago dio un nuevo impulso a las ambiciones de este caballero, que utilizaría su posición política para iniciar una escalada en la usurpación del aprovechamiento de los bienes públicos:

        nuestro fiscal, en el pleito con don diego ortega guerrero cauallero de la orden de señor Santiago regidor de la villa de san clemente de que se le mandó dar traslado para que pidiese lo que conviniese  por una petizión nos hizo relazión diziendo que como parezía del pleito el susodicho con muchos ganados que tenía y avía tenido era dañador público comiéndose las dehesas públicas e montes de la dicha villa e las viñas heredades y sembrados de los vezinos y respecto de ser como era poderoso

El pleito era de 1659, y se había iniciado a instancias de un vecino del pueblo, Pedro Carrasco Rada, (parte interesada como abastecedor de carnicerías y a quien habitualmente se reservaba la dehesa carnicera) que había acudido a la Chancillería de Granada en busca de justicia y cuyo segundo apellido ya anuncia las nuevas familias que se harán hueco en la vida municipal a lo largo del setecientos. La raíz de la denuncia era doble: el uso privativo de los bienes comunales y la colisión con los intereses ganaderos, en una difícil convivencia entre propietarios de ganados y agricultores:   

     en que por parte de pedro carrasco rada denunciador se auía alegado que auía contra el dicho veinte y quatro denunziaziones de daños echos en viñas y otros en la dehesa carnizera... tres denunziaziones que se le hizieron un cinco de maio  de zinquenta y siete por el dicho pedro carrasco rada por aprehensión de los ganados en la dehesa carnizera

La Chancillería de Granada ordenará remitir traslado de las denuncias de la justicia de San Clemente contra Don Diego los diez años anteriores, así como de las ordenanzas municipales. Desconocemos el resultado del pleito, pero no parece que hiciera mella en el poder ganadero de esta familia, que tampoco habían olvidado la alternativa de la trashumancia por los puertos de Chinchilla. En 1708, el sucesor de Don Diego, Don Diego Joseph Ortega Guerrero, registrará a finales de noviembre en el puerto real de Chinchilla 3.190 cabezas de ganado y medio mes después otras 750 cabezas; su familiar Rodrigo Ortega, 3.166 y 656 cabezas respectivamente. Un familiar de Santa María del Campo, Agustín de Ortega, registrará 3.906 reses. Otros vecinos de San Clemente participarán también de esta ruta, pero en menor medida: Juana de Cañizares registrará 2.017 y José de Haro 1.110. Otros ganados como los de Francisco Pacheco dividirán sus pastos entre los puertos de Chinchilla y los de Villanueva de la Fuente (1). Así se puede hablar de un renacer de la ganadería sanclementina en la época borbónica, pero la contrapartida fue la concentración de los ganados en unas pocas familias; en 1777, Bernardo Tausí contará con más de 8000 cabezas, al igual que la familia Melgarejo. El resto de ganaderos no pasaran de las 3000 cabezas.


(1) VICENTE LEGAZPI, M. LUZ N., La ganadería en la provincia de Cuenca en el siglo XVIII, Tomo II, Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Madrid. pp. 1179-1180

FUENTES

AMSC. CORREGIMIENTO. Leg. 96/51. Traslado del pleito entre don Diego de Ortega y los abastecedores de carnicerías. 1659
AMSC. CORREGIMIENTO. Legs. 77 al 80, Denuncias contra vecinos de San Clemente por infringir las ordenanzas. Siglo XVII




sábado, 19 de diciembre de 2015

Genealogía de los señores de Minaya

Introducirse en la villa de Minaya es fundamental para conocer un poco más de la historia de la villa de San Clemente y una de las familias dominantes del poder local, los Pacheco, que vía matrimonial con los Castillo se introducirían en la vida de esta última villa, con un claro afán dominador desde el último tercio del siglo XVI y primera mitad del siglo XVII. La alianza de los Castillo y los Pachecos se forjaría en la alianza de Alonso Pacheco, hermano del señor de Minaya con Juana de Toledo. Una alianza de segundones de ambas familias que, por azares sucesorios, tendría un segunda alianza entre ambas familias por el casamiento de Juan Pacheco y Guzmán con doña Elvira Cimbrón, o del Castillo; matrimonio que marcaría el apogeo de los Pacheco en la vida local sanclementina de fines del quinientos y comienzos del seiscientos.

Ese afán de dominación se tradujo en un fracasado proceso de señorialización sobre la villa de San Clemente, cuyo episodio más conocido es el pleito por Perona, y de patrimonialización con la fundación del mayorazgo de esta rama autónoma de los Pacheco.
Aquí reproducimos la genealogía de los señores de Minaya desde su comienzos en la época de la Reconquista. El apellido Pacheco tardará en aparecer, siendo los primeros en aparecer los Ortega.

Descendencia y Genealogía de la Casa y Mayorazgo  de la villa de Minaya que es en la Mancha que diçen de Aragón. El solar de los Abileses es en las Asturias de Obiedo a la ribera de la mar cerca de la villa de Gijón y Villabiçiosa y no lejos de nuestra señora de Cobadonga, así que lo que se alla de linaje de los caualleros hijosdalgo de Abilés es que aunque ay muchos en muchas partes como en Murçia, Málaga, Velmonte y Alcaraz en fin, la caueza de todos es oy la casa de Minaya, que es en la Mancha que diçen de Aragón= Juan de Ortega de Abilés fue el primero que entró con los Reyes de Castilla conquistando el obispado de Cuenca, el qual pobló el Rey Don Alfonso el nono dejó allí los caualleros Jarabas, diçiendo poblada el lugar de los mejores caualleros que pudo hauer hijosdalgo, este cauallero vino viudo diçen casó con doña Theresa de Castro, Rodrigo Rodríguez de Abilés hijo mayor fue adelantado del Reyno de Murçia hasta que su Magestad probeyó el ofiçio en fulano de Ribera, en este término vinieron los moros de Granada a zerrar un castillo y fortaleza que está abajo de Lorca junto a un aldea y su Magestad mandó a Rodrigo Rodríguez de Abilés socorriese al dicho Adelantado Ribera y hauiéndolo hecho y socorrido el Castillo y sustentádolo sesenta días por falta de vastimentos se dieron al capitán moro que lo tenía cercado con tres mill hombres y entre los demás cautibos lo llebaron  a él cauallero con grande veneración como a hombre tan principal auiendo estado muchos días preso por no poder el rey rescatallo vendió para ello a Santiago el Quebrado y a Martín de Veco y otros lugares que heran suyos, se casó con Doña María de Peralta hermana del señor de la Puebla de Almenara que entonces hera, tubieron por hijo a Don Rodrigo Rodríguez de Abilés que llaman el mozo, casó con doña Beatriz Fernández Pacheco primero señor de Velmonte tubieron por hijos a Juan de Ortega de Abilés que fue el maior murió sin hijos, Rodrigo Rodríguez de Abilés hijo segundo mas como los maestres sus primos le tomaron y criaron en la corte e hiçieron mayordomo del Prinçipe de Asturias que se llamó después Enrique quarto Rey de Castilla lo llamaron Pacheco que fue en la casa de Minaya el primer señor y Pacheco el susodicho Rodrigo Rodríguez Pacheco que con este apellido continuaremos la descendencia de esta casa, casó con doña Cathalina Ruiz de Alarcón, hija del señor de Valberde, tubieron por hijos a Juan Pacheco que casó con doña Leonor de Guzmán de los buenos de Toledo cuyo Mayorazgo tiene oy en su casa el conde de Alba de Liste tubieron por hijo a don Rodrigo Pacheco, señor de Minaya de Mendoza nietta del Marqués de Mondéjar tubieron por hijos a Juan Pacheco que casó con doña Juana de Alarcón murió sin hijos, hereda la casa don Françisco Pacheco hijo segundo casó con doña Juana de Alarcón y murió sin hijos hereda la casa don Françisco Pacheco hijo segundo casó con doña María de Alarcón, siruió este cauallero a la Magestad Cathólica del emperador Carlos Quinto en todas las guerras de Alemania e Italia y se halló en su coronación en Volonia, siruiendo de capitán de los entretenidos cerca de la persona real y después fue siruindo en la jornada de Argel a su costa en que consumió y gastó la mayor parte de su hazienda y en otras muchas partes y ocasiones tubo un hermano en la Osa de Velmonte del háuito de Calatraua tubieron por hijo a don Rodrigo Pacheco que casó con Doña María Ramírez hermana de Don Seuastián Ramírez del háuito de Calatraba en Villaescusa de Haro, sobrina de don Diego Ramírez obispo que fue de Cuenca, tubieron por hijoa don Juan Pacheco del áuito de Santiago señor de Minaya, Jentil hombre de la casa y corte del rey Phelipe Segundo embiólo con otros seis caualleros a sentarlos caualleros de quantía del Andalucía fue corregidor de Segobia y de Granada y Mayordomo de la Reyna casó con doña Theresa Jaraba, hija única del lizençiado don Gaspar de Jaraba que fue del Consejo y Cámara de su Magestad e vistó los Consejos y la Universidad de Salamanca fue albaçea de la Magestad del Emperador Carlos quinto y últimamente presidente y virrey de Méjico en comisión particular contra los hijos de Cortés y su mujer tuvieron por sus hijos a don Rodrigo Antonio Pacheco del háuito de Santiago fue a la jornada de Yngalterra y siruió en otras ocasiones fue capitán de Ynfantería española y conserbador del Patrimonio real en Sicilia casó con doña Marina de Córdoba y Carrillo hija de don Gerónimo de Valenzuela y Córdoua alcayde que fue de la real fortaleza de Baeza tuvieron por hija única y heredera en la casa y mayorazgo de Minaya que oy posee a doña Josepha Pacheco y Córdoua señora de Minaya como pareçe y consta todo lo referido del dicho árbol que volví a entregar a dicho don Françisco Antonio de Lityo (?) a que me refiero y para que conste doy el presente en la villa de Minaya a treinta y un días del mes de diciembre de mill seisçientos y nouenta y siete años

De la misma forma se conserva en el documento, que al presente tratamos como referencia, una descripción de los señores propietarios de Minaya. Se trata de las conclusiones de la  probanza hecha en el pleito mantenido a mediados del siglo XVIII entre el dueño de Minaya, don Diego Mesía y Pacheco, y ochenta y cinco vecinos de Minaya. En favor de las alegaciones del señor de Minaya acudieron treinta vecinos, siete de ellos de la villa de San Clemente.

... pues lo que aparezía de todos los instrumentos presentados era que la villa de Alarcón y San Clemente hizieron una donazión de un pedazo de tierra y en otra ocasión la misma villa de Alarcón por sí sola hizo otra, ambas en lo antiguo que presentadas a los señores Reyes confirmaron estas donaziones a dos hijos del primer adquiriente yncluiendo en la confirmación la merced que el Infante don Juan hauía hecho a dicho primer adquiriente de que pudiese poblar en la puebla de Minaia zien probladores y así mismo le conzedió la jurisdición ziuil y criminal para dichos dos hixos y los que de ellos viniesen por juro de heredad su fecha en veinte y seis de abril, era de mil quatrozientos y ocho(año 1370) y prosiguiendo otras confirmaziones de diferentes señores reyes a instancia de Francisca Alonso hija que se dize y heredera de Diego Fernández de Cuenca primer adquiriente y a instancia así mismo de Aldonza Suárez de Figueroa y Juan de Ludeña su marido que era en el año de mil quatrocientos y veinte hauían comprado según referían a Minaya de los antezedentes y posteriormente los dichos Ludeña y Aldonza su mujer la vendieron a Rodrigo Pacheco según también se refería en la confirmazión del año de mil quatrozientos y zinquenta y nueve que aunque no se menziona la fecha de la venta se quería aplicar la que se hauía presentado y se llamaba orijinal del año de mil quatrozientos y quarenta y quatro en que por nobenta mil mrs. de la moneda entonces corriente se vendía la jurisdicción y demás derechos que pertenecían a los posehedores de Minaia y finalmente la última confirmazión fue del año de mil quinientos sesenta y tres y que aun quando fuese zierto que el único título fuese el de la venta presentada se descubría de ella y del tetimonio de las confirmaziones referidas que ni la villa su parte pudo tener notizia para usar de su derecho el tiempo de la venta ni hauía podido nunca estar en otro conzepto el derecho de los posehedores en el común sentir del vezindario que el de poseer la jurisdicción señorío y vasallaje en virtud de la merced que de esta hizo el señor rey don Enrique a los dos hijos de Diego Fernández de Cuenca que fueron los primeros adquirientes y por deszendiencia de ellos, aunque su parte lo fuese en virtud de las donaziones de Alarcón y San Clemente de la tierra que le donaron con que se ebidenziaba la ygnoranzia justa de las referidas compras expezialmente en quanto a la jurisdiccióny también de reconozimiento que esta se conzedió a dichos dos primeros adquirientes  y a los que de ellos prozediesen por juro de heredad todo lo qual se auía narrado en las confirmaziones con tanta limitazión que hauía sido imposible que se descubriese el derecho asta que a fuerza de diligenzias se hauía reconozido por venta y no por nuestra estaba poseiendo la contraria


(de las conclusiones de la probanza solicitada por don Diego Manuel Mesía y Pacheco, vecino y alférez mayor perpetuo de la ciudad de Ubeda y dueño de la villa de Minaya, en el pleito con ochenta y cinco vecinos de esta villa)

FUENTE

AHN. CONSEJOS, Legs. 37776, 37621, 37678, 37783. Pleito entre el Marqués de Bedmar y la Marquesa de Villena y Aguilar, Duquesa de Escalona sobre la sucesión en propiedad de los estados y mayorazgo de Belmonte, Villena, Escalona y otros. 1771

lunes, 23 de noviembre de 2015

Venta de añinos en la Roda para un sombrero de Lisboa (1554)

Presentamos este testimonio de un escribano de La Roda como curiosidad, pero también por darnos una pequeña idea de la amplitud de las relaciones económicas del momento. Se trata de una compra de sesenta arrobas de añinos, pieles de cordero de menos de un año, por un sombrero de Lisboa para lo que se vale de dos agentes de Alcázar de San Juan, que hacen la compra en la villa de La Roda.

Yo Alonso de Buen Cuchillo escriuano público en esta villa de la Roda e vno de los del número della doy fe e verdadero testimonio a todos los señores que la presente vieren en como oy día de la fecha desta ante mí el dicho escriuano e de los testigos ynfraescritos paresçió vn honbre que se dijo por su nonbre hernán sánchez vezino que dixo ser de la villa de alcaçar e hizo mostraçión de un poder signado de escriuano público según que por el paresçia el qual dicho poder lo daba hernando de valladolid sonbrerero vezino de la çibdad de lisboa al dicho hernán sánchez e a pedro sánchez de villa rreal vezino de la dicha villa de alcaçar para conprar sesenta arrovas de añinos para el dicho henando de valladolid , el qual dicho poder yo el dicho escriuano doy que fe que vi e ley según que todo y más largamente consta y paresçe por el dicho poder a que me rrefiero y agora el dicho hernán sánchez dixo que por quanto por virtud del dicho poder  y en el dicho nonbre el a conprado en esta dicha villa de la Roda sesenta arrovas de añinos prestos de çiertos vecinos desta villa que son las siguientes:
  • primeramente del bachiller diego de rrozas nueve arrovas e diez e siete lybras
  • y de juan muñoz el viejo seys arrovas
  • y de juan muñoz el moço honze arrovas y medio
  • y de diego gómez treze arrovas y media
  • y de martín de la parra el viejo ocho arrovas e ocho lybras
  • y de sabastián tenprado dies arrovas y de françisco cano una arrova
e son por todas las dichas sesenta arrovas de añinos  e pidió a mi el dicho escriuano rresçibiese juramento de los susodichos e de cada vno dellos si es verdad que al dicho hernán sánchez le vendieron la cantidad de añinos de suso declarados cada vno de ellos lo que les pertenesçe e lo que dieren e aclararen baxo de vn sygno se lo diese por testimonyo para guarda e consevaçión de su derecho e yo el dicho escriuano visto lo susodicho en mi presençia los susodichos e cada vno lo que le pertenesçe según que de suso declara de todo lo qual el yo el dicho escriuano doy fe e fueron testigos a lo que dicho es pedro alonso e villa miguel martines veçino desta dicha villa de la Roda que es fecho en la dicha villa de la Roda en vltimo día del mes de mayo de mill e quinientos e çinquenta e quatro años por ende en testimonyo de verdad fize aquí estemio sygno (signo) a tal
                                              alonso de buen cuchillo (rúbrica)

FUENTE

AMSC. ESCRIBANÍAS. Leg. 28/7, Compra de sesenta arrobas de añinos por Hernán Sánchez, vecino de Alcázar. 1554

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Linajes de Santa María del Campo: Los Castillo, descendientes de Clemen Pérez de Rus

Presentamos, dentro de la serie linajes, la genealogía de los Castillo de Santa María del Campo. Como ya vimos en otro artículo,  se hace mención al fundador de la villa de San Clemente, Clemen Pérez de Rus, antecesor de la familia, a la edificación del castillo de Santiago de la Torre por el doctor Pedro González del Castillo, la construcción de la Torre Vieja de San Clemente por su hermano Hernán González del Castillo y otras curiosidades.


Genealogía de los señores de S. María del Campo, que tienen por sobrenombre y apellido del Castillo los quales procedieron del buen cauallero Clemen Pérez de Rus, que fue el primer hombre que edifico casa en la villa de San Clemente en la Mancha, de quien asimismo, procede don Lope Guzmán como hixo de doña Catalina de Aragón y nieto de doña Luisa de Aragón, visnieto de Juan del Castillo Puertocarrero, señor de la billa de Santa María del Campo, e rebisnieto del doctor Pedro Gonçalez del Castillo, del consexo Real del Rey don Juan el segundo e trasrebisnieto de Lope Martínez del Castillo Macacho, hixo de Alonso Martínez Macacho, el qual fue hijo del dicho Clemen Pérez de Rus, por manera que el dicho Clemen Pérez es otauo agüelo del dicho don Lope de Guzmán.

Clemen Pérez de Rus fue natural de Rus que era un castillo pequeño (una legua de la villa de San Clemente encima del río) cuios edificios aún ahora permanecen aunque mui derribados en la Mancha, fue cauallero e hixodalgo según parece por un letrero y epitafio que está en su enterramiento en la capilla maior de la villa de San Clemente del qual ansimismo parece que el dicho Clemen Pérez fue el primero fundador de la dicha villa, el qual letrero y epitafio dice de esta manera:
         Aquí yace el honrrado cauallero Clemén Pérez de Rus, el qual fue el primer hombre que fundo casa en este lugar=

Coprueuase esto ansimismo con el dicho testimonio de Florián de Ocampo coronista del emperador nro. sr. el qual entre otros libros dexo un librito escrito de su letra y mano, que tiene el Sr. licenciado Fuenmayor del conxejo de su magestad en el qual por una copla antigua que hiço en tiempo y en la persona de don Bernardino del Castillo Puertocarrero trasrebisnieto del dicho Clemen Pérez de Rus, el qual dice de esta manera;
                                                     copla
          El doctor Pedro Gonçález nieto
          que su casa vinculo
          y el sol del moro gano
          a qualquier reuisnieto
          Clemén Pérez el Perfecto
          a quien espuela calço
          el rey y en el campo dio
          a el castillo más efeto

Junto a esta copla puso el dicho Florián de Ocampo de su misma mano y letras las palabras siguientes:
        fue el doctor Pedro Gonçález del Castillo de noble sangre  hixo de Lope Martínez del Castillo Macacho que fue muy buen cauallero de os Reyes don Henrique segundo y don Juan primero y don Henrique tercero, fue Lope Martínez hijo de Alfonso Martínez el que según algunos fue hixo de Clemen Pérez natural del Castillo de Rus del Castillo de Garcimuñoz hixodalgo, a quien el rey don Alonso armó cauallero y le dio por diuisa un sol demás del castillo que el tenía por armas, porque mató un moro en presencia del rey que traía por armas un sol.

Clemen Pérez de Rus. El dicho Clemen Pérez según algunos y según los testimonios arriua escritos parece que fue padre de Alfonso Martínez del Castillo Macacho.

Alfonso Martínez del Castillo Macacho. Alfonso Martínez Macacho sirbió al Rey don Alonso onceno en el cerco sobre las Algeciras donde sucedió que como un moro que se llamaua Macacho hiciese gran daño en el real de los christianos, el dicho Alfonso Martínez Macacho con licencia del rey don Alonso salió en campo con él y le cortó la caueça y la truxo al rey don Alonso como parece por una escritura e memorial que el Rey don Juan el segundo hiço y otorgó en fauor del doctor Pedro Gonçalez del Castillo oydor del consexo real que fue nieto del dicho Alonso Martínez del Castillo Macacho. Su fecha en la villa de Cuéllar a treynta y un días del mes de agosto del año de mill y cuatrocientos y treynta y seis y por este fecho, el sr. rey armó cauallero al dicho Alfonso Martínez e porque el moro se llamaua Macacho mando el rey que se llamase de oy adelante Alfonso Martínez del Castillo Macacho y porque el moro traya por divisa un sol le dio por dibisa un sol demás de las armas del castillo que tenía y así los señores de Santa María del Campo que son los que uerdaderamente decienden dél traen por armas un castillo y un sol.

Lope Martínez del Castillo Macacho. Tuuo el dicho Alfonso Martínez un hixo que se llamó Lope Martínez del Castillo Macacho.

Deste Lope Martínez hacen mención algunas escrituras auténticas que están en mi poder por el tenor de las quales parece que era muy principal cauallero siruió en la corte del rey don Enrique el segundo y del rey don Juan el primero y del rey don Henrique el tercero como parece por las escritura del rey don Juan el segundo arriua referida que está en mi poder es por la pública uoz y fama que desto se halla en la villa de Ocaña donde sus hixas fueron casadas como luego se tratará y por el dicho testimonio de Florián Ocampo de quien hicimos mención.

Este Lope Martínez casó con Teresa Martínez como parece por una escritura de maiorazgo que fundó el doctor Pedro Gonçález del Castillo su hixo, el qual ynstituió por sucesor de su casa a Juan del Castillo Puertocarrero su hijo mayor, su fecha en Tordesillas en tres días del mes de noviembre de mill y cuatrocientos y quarenta y tres años, donde dice desta manera: y a fallecimiento de los dichos mis hixos y descendientes quiero y mando y es mi uoluntad que aia las dichas mis uillas y lugares el pariente más propinquo uarón nacido de ligítimo matrimonio y de más edad que del linaje e tronco de mi el dicho Pedro Gonçalez del Castillo, ouiere en el dicho tiempo por parte de mi padre Lope Martínez alcayde que fue del rey don Juan e don Henrique en su corte y de Teresa Martínez mi señora madre que Dios aya.

Los dichos Lope Martínez y Teresa Martínez marido y muxer tubieron de su matrimonio tres hixos que fueron:
          - El doctor Pedro González del Castillo del consexo del rey don Juan el segundo
          - Hernán Gonçález que anduuo en las guerras en seruicio del rey don Juan el segundo fue corregidor de Auila
          - Ynés Martínez que casó en Ocaña con Juan Chacón alguacil maior del maestre de Santiago don Albaro de Luna.
Y que estos tres fueron hermanos se comprueua por la escritura de mayorazgo arriua referida en muchas partes della y en la escritura de testamento del dicho doctor Pedro Gonçález del Castillo porque en la escritura de el mayorazgo llama a la sucesión dél a los hixos y decendientes de Juan Chacón marido de Ynés Martínez su hermana y después dellos llama a García de Bustos y a Hernando de Bustos, tanuién se prueua en la escritura del testamento del doctor Pedro Gonçalez del Castillo.

El doctor Pedro Gonçalez del Castillo. El doctor Pedro Gonçález del Castillo fue doctor en la uniuersidad de Salamanca y gran letrado y después alcalde en la corte y casa del rey don Juan el segundo y después fue de su real consexo, i del hace mención la corónica en el capº 155 del año ueyntinueue y en el capº 3 y del de quarenta y dos fue fauorescido el dicho rey don Juan el segundo y mui cabido y amigo del maaestre de Santiago don Albaro de Luna hiçole el rey don Juan mucho fauor y mercedes con que pudo edificar dos fortaleças una en Santiago de la Torre en la diócesis de Quenca y otro en la ciudad de Salamanca que se llaman las Torres del Castillo, fue señor de Santa María del Campo y de otros muchos heredamientos  y bienes como por las dichas escrituras parece, casó con doña Ysabel Puertocarrero y deste matrimonio procrearon  a Juan del Castillo Puertocarrero y Alonso Rodríguez Puertocarrero.

Juan del Castillo Puertocarrero. El segundo que fue Alonso Rodríguez Puertocarrero casó con doña Catalina de Oualle y vivieron en Salamanca y en Villeruela aldea de aquella ciudad tubieron un hixo que se llamó Alonso Puertocarrero del qual no quedó sucesión.
Juan del Castillo fue el maior en quien quedó el mayorazgo de su padre, casó con doña Catalina de Aragón y de Guzmán hixa de parte de madre de doña Violante  de Aragón y de Guzmán condesa de Niebla y nieta de don Martín de Sicilia y de parte de padre fue hixa de don Martín de Guzmán y nieta de don Aluar Pérez de Guzmán alguacil maior que fue de Seuilla que fue hijo segundo de don Aluar Pérez de Guzmán conde Orgaz lo qual se comprueua por una carta de dote que otorgó don Martín de Guzmán en fauor de la dicha doña Violante de Aragón su mujer fecha en Toledo por ante Esteuan López notario a ocho de mayo de mill y quatrocientos y quarenta y dos, y por otra escritura matrimonial de la dote e arras que lleuó doña Catalina de Aragón hija de los dichos don Martín de Guzmán y doña Violante de Aragón a poder de
 Juan del Castillo, su fecha Sonseca a dos de hebrero mill y quatrocientos y sesenta y quatro años los dichos Juan del Castillo i doña Catalina de Aragón su mujer procrearon de su matrimonio a don Bernardino del Castillo y a doña Luisa de Aragón.

Don Bernardino del Castillo. El dicho Bernardino del Castillo casó con doña Beatriz de Albornoz, dama de la Reyna católica del qual matrimonio obieron por hijos a don Antonio del Castillo i a don Juan del Castillo e a otras muchas hijas y nietos y descendientes.
La dicha doña Luysa de Aragón casó con Juan Ramírez de Guzmán vecino de Toledo engendraron de su matrimonio una hixa a la que llamaron doña Catalina de Aragón.

La dicha doña Catalina de Aragón casó con don Francisco de Guzmán hijo de Juan de Guzmán y de doña Teresa vecinos de Yllescas y de su matrimonio huuieron los hijos siguientes: don Lope de Guzmán ....(cita nueve hermanos más).
..........

Casa de Hernán González del Castillo, hermano del doctor Pedro Gonçález del Castillo, hijo de Lope Martínez y de Teresa Martínez su mujer.

De este cauallero hace mención la corónica del Rey don Juan el segundo en el capítulo 155 del año de  29 donde dice que viendo el maestre de Santiago don Álvaro de Luna que el castillo de Montánchez que estaua por el Ynfamte don Henrique no se podía sin largo tiempo tomar dejo ende un cauallero de su casa que se decía Hernán Gonçález del Castillo, hermano del doctor Pedro Gonçález del Castillo con harta gente de armas y uallesteros para que no diesen lugar que los del castillo robasen como solían ni pudiesen tener más mantenimientos del que tenían, en el capº 27 del año 42 dicela dicha corónica que el rey entregó la llaue de la torre al corregidor que entonces en Ábila tenía que se decía Hernán Gonçález del Castillo, hermano del doctor Pedro Gonçález del Castillo del conxejo del Rey.

No se pone la sucesión de este cauallero porque no la tuuo aunque fue casado con Mencia López de Mendoza señora de mucha calidad y christiandad y viuieron en la Clemente en la Mancha donde edificaron unas casas muy principales con una torre que llaman la torre uieja, tuuieron muchos heredamientos, bienes y haciendas y fundaron una capilla en la iglesia maior de San Clemente la más principal que ay en ella de la aduocación del señor San Antonio en la qual se mando enterrar en su testamento el dicho Hernán Gonçalez y que metiesen consigo los güesos de su padre el patrón de la capellanía es don Francisco Pacheco señor de Minaia, dexó ansimismo una memoria y dotación en la cofradía de Nuestra Señora de los Coronados de la dicha villa donde él y su mujer fueron cofadres como parece por la tabla de las memorias que se an de hacer y decir en aquella iglesia por los cofadres dellas donde el primero capítulo dice desta manera:
       primeramente por Hernán Gonçález del Castillo y por su dueña se a de decir una uigilia de seis liciones cada año e el mismo capítulo está en el libro de las memorias que la dicha iglesia tiene.

Y como no tuvieron hixos de su matrimonio los dichos Hernán Gonçález y su mujer Mencia López acordaron de criar en su casa un sobrino de la muxer que se llamó Francisco de Mendoça y una sobrina del marido que se llamó doña Catalina de Bustos, hixa de doña Ysabel Mejía y de García de Bustos y nieta de doña Ysabel Martínez del Castillo hermana del dicho Hernán Gonçález a los quales los sobrinos prohijaron y los casaron por horden de Gonçalo Chacón de quien arriua hemos tratado que fue sobrino del dicho Hernán Gómez, hijo de su hermana Ynés Martínez. La carta de prohijamiento está en poder de don Francisco Pacheco, señor de Minaya, porque goça del patronazgo y uienes que quedaron del dicho Hernán Gonçález del Castillo y su mujer como descendiente de Mencia López y de don Francisco Mendoça y doña Catalina de Bustos su mujer, la qual descendencia es desta manera...... (sigue descedencia señores de Minaya)

...........................

En el Castillo de Garcimuñoz en el convento de San Agustín  ay una capilla fundación del doctor Pedro Gonçález del Castillo con la Ynscripción siguiente

Esta capilla del honrado cauallero el doctor Pedro Gonçález del Castillo del consexo secreto del Rey don Juan el segundo y chanciller mayor de Castilla y criado de la Reyna doña Blanca, está enterrado en ella, fue hixo de Lope Martínez del Castillo Macacho y nieto de Alonso Martínez del Castillo que mató al moro Macacho y uisnieto del honrado cauallero Clemen Pérez de Rus que fue el primer hombre que fundo en la uilla de San Clemente, es sucesor en su casa y mayorazgo don Antonio del Castillo Puertocarrero vecino y regidor de la ciudad de Salamanca señor de la uilla de Fermosel y su tierra y después de él los sucesores en su mayorazgo, el qual mando poner este epitafio y se puso en veynte de enero del año de MDXCI; y es patrón de esta capilla


BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA, Mss. 3251, Linajes de España, fols 304-312. El manuscrito ya fue estudiado por Diego Torrente Pérez.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Linajes de San Clemente: Haro

Descendencia de los Haros de San Clemente

Del primero que tenemos noticia desta casa, se llamó Francisco de Haro, que por memorias antiguas parece fue natural de Ocaña, casó con doña Leonor, cuyo sobrenombre no ha llegado a mi noticia, fueron sus hijos Diego de Haro y doña Blanca de Haro que casó en Ocaña con Juan Eruás del Trigo, de quien ay sucesión.

Linajes de San Clemente: Origüela, Valenzuela, Araque, Oma, Granero, Garnica y de la Fuente

Linajes de San Clemente según el manuscrito 3251 de la Biblioteca Nacional de España. Se aporta una relación de linajes de San Clemente según el licenciado Juan de Villanueva Merchante, comisario de la Inquisición, que vivió a mediados del siglo XVII. La veracidad de las ascendencias hay que tomarlas con cierta prudencia, conociendo la relativa sinceridad de nuestro licenciado en el expediente de hidalguía de Francisco de Astudillo, aunque aquí se guía por las ejecutorias de hidalguía de las diferentes familias; las cuales, por supuesto, bien se guardarían de forjarse un pasado glorioso.



Mi señora doña María de Valderrama natural de la villa de San Clemente, casó con el señor don Jorge de Mendoça, marqués de agrópoli, hermano del marqués de Mondéjar, su cuñado de dicha doña María fue hermana entera de fray Fernando de Garnica, religioso agustino de don Gaspar de Garnica, calificador del Santo Oficio y prior de la Iglesia del Sr Santiago en Galicia y de doña Gerónima de Valderrama, monxa franciscana en San Clemente y fueron hijos legítimos y de legítimo matrimonio de Fernando de Avilés y de doña Juana de Valderrama, naturales de la dicha villa de San Clemente, a quien este que escriue conoció algunos años que dicho Fernando de Avilés tubo por hermano a el bachiller Gonçalo de Avilés, legista que casó en Montalbanejo cinco leguas de San Clemente con doña Isabel Xaraba que no tubieron sucesión y a Andrés González que casó en Velmonte con Catalina Inés de Molina, segundo en el Probencio con Francisca Ruiz, tercero en San Clemente con Quiteria Ximénez y dicho Fernando de Avilés y tres hermanos referidos fueron hijos de Gonçalo de Origüela, natural de San Clemente, y de Francisca Fernández de Valençuela, natural de la villa del Castillo, vivieron en San Clemente y dicho Gonçalo fue hermano de Hernán Gonçález de Origüela, presbítero, y de Alonso de Origüela, que murió en la guerra, y

sábado, 31 de octubre de 2015

Hernando del Castillo, el licenciado Melgarejo y el ayuntamiento del 9 de noviembre de 1548.

Aquel mes de noviembre de 1548, el gobernador del Marquesado de Villena, Luis Godínez de Alcaraz, lo pasó en San Clemente. Su estancia fue aprovechada para la celebración de varios ayuntamientos para tratar temas ordinarios de la villa, en los que no faltaron la referencia a los numerosos pleitos en que se hallaba inmerso el pueblo en la Chancillería de Granada.
El ayuntamiento de San Clemente había perdido parte de su frescura democrática, desde que en 1543, y tal como sucediera en otras villas, una Corona agobiada por los problemas financieras de la enésima guerra con Francia decidiera vender los oficios de regidores perpetuos y acabar con su elección, como ocurría con los alcaldes ordinarios. Estos oficios que supieron mantener su independencia y la primera instancia frente a los gobernadores del Marquesado, acabaron siendo cargos añales al servicio de los grupos de poder local y su elección motivo de enfrentamiento entre los bandos.

La villa de San Clemente, acababa de salir de una de las crónicas crisis de subsistencia, agravada por una plaga de langosta, que le había obligado a tomar a censo 2.000 ducados en 1545 para el abasto de trigo, veía como los precios del trigo se hundían ahora e incluso el depositado en el alhorí de la villa tenía difícil salida. Antón Dávalos, abastecedor de la panadería, veía como perdía en cada libra de pan dos maravedíes. En frente de su negocio tenía a un Origüela, Gonzalo de Tébar, que se llevaba ocho maravedíes por la venta de cada arroba de un vino aguado, a decir de los vecinos. Sin duda, estos pequeños éxitos y fracasos personales en los negocios contribuía a alimentar los odios preexistentes, que, como hemos visto en otra parte, acabarían estallando el año 1553.

En la bajada del precio de los granos no debió ser ajena la decisión del ayuntamiento de tomar prestados del licenciado Melgarejo 2000 ducados, una parte de ellos en 700 fanegas de trigo, colocando así sus propios excedentes. No es que los regidores se dejaran engañar, más bien todos, o al menos algunos de ellos, participaron de la operación financiera, aunque más justo sería hablar de apaño.

Palacio de los Melgarejo 
El licenciado Melgarejo y su madre doña Juana de Olivares, vecinos de Castillo de Garcimuñoz, ya  a finales de 1545  habían prestado a la villa de San Clemente 1.000 ducados para la compra de trigo. El negocio fue redondo para madre e hijo, pues el dinero en manos del concejo sanclementino revertió enseguida a manos del licenciado Melgarejo como pago del trigo que este mismo proveyó a la villa a precio de nueve reales y medio la fanega. Además se garantizaba un 10% de interés anual en dos pagos semestrales. La villa había solicitado licencia real para tomar a censo 1.000 ducados más. Hernando del Castillo fue en auxilio de la villa, aportando la cantidad que faltaba.
El año 1548, la situación fue de nuevo calamitosa, una plaga de langosta arruinó las cosechas y los precios del trigo se desorbitaron, alcanzando los catorce reales de la fanega. Antón Dávalos, arrendador de la panadería pública, compró más de 500 fanegas de trigo pensando sin duda en hacer una buena inversión especulando con la necesidad ajena. Pero se equivocó, pues otros también tenía en mente operaciones especulativas de más calado. Allí estaban de nuevo el licenciado Melgarejo y el regidor Hernando del Castillo, dispuestos a prestar o a resolver sus problemas de liquidez de un plumazo.
Por supuesto que cuando se pidió al final del verano de 1548 la licencia real para un nuevo censo se justificó con la necesidad de pan que tenía la villa, aunque también para aliviar las exhaustas arcas municipales, que pagaban intereses por los préstamos del 10 por ciento. Se trataba de quitar, redimir, estos censos, pues había censalistas dispuestos a cobrar un interés menor del 14 al millar, un 7 por ciento de interés. Ni que decir tiene que el censalista predispuesto a rebajar el interés era de nuevo el licenciado Melgarejo, que de hecho, había impuesto un tipo de interés más favorable para sí que el autorizado por facultad real, que era del 18 al millar, es decir, el 5,5% de interés.
En la obtención de los permisos reales necesarios para el nuevo préstamo fue fundamental la información presentada por el bachiller Orozco, alcalde mayor del Marquesado. Que los regidores de San Clemente se habían ganado el favor de las autoridades del Marquesado no cabe duda. Pero más clarificador es cómo en la voluntad del alcalde mayor y del propio gobernador era decisiva la influencia de uno de los regidores, Hernando del Castillo.
Hernando del Castillo aparece como árbitro de la política municipal durante este año de 1548. De hecho, los plenos municipales del mes de noviembre de ese año destacan por la ausencia de los regidores. Solo cuentan con la presencia del gobernador del Marquesado Luis Godínez y el mencionado Hernando. Los cargos electivos del ayuntamiento, alcaldes ordinarios y alguacil mayor, parecen jugar el papel de meros comparsas. Pero el aparente dominio de Hernando también esconde la animosidad  y disputa del poder por otros regidores como los Herreros.

Hernando del Castillo, así como sus hermanos Alonso y Francisco, eran nietos del alcaide de Alarcón Hernando, y su poder económico se había afianzado en San Clemente con el matrimonio de su padre Alonso con María de Hinestrosa. Las alianzas familiares les llevarán a entroncar con los Pacheco de Minaya por el casamiento de la hermana de Hernando, Juana de Toledo, con Alonso Pacheco.
Ahora los Castillo buscarán el reconocimiento social e iniciarán un pleito en la Chancillería de Granada por su hidalguía contra el concejo de San Clemente. Su caso no era único. Desde 1543, que se venden las primeras regidurías perpetuas, la renuncia obligada a la hidalguía para ser aceptado en los oficios públicos dejaba de tener sentido, pues estos se compraban. La perpetuidad de estos oficios reducía a un papel secundario otros oficios como los de alcaldes ordinarios, cuya elección era objeto de disputas entre los bandos en los que se alineaban los regidores. La condición pechera para el acceso a los cargos de regidores dejó de ser un requisito y, por tanto, la consecución de la hidalguía un reconocimiento social de la primacía alcanzada en la vida local. Es ahora, cuando Hernando del Castillo, junto a sus hermanos Francisco y Alonso, acuden a la Chancillería de Granada en busca de la ejecutoria de hidalguía. No fueron los únicos, pues desde 1543 los expedientes de vecinos de San Clemente con aspiraciones nobiliarias se acumulan en este tribunal. Valga como ejemplo la siguiente numeración: Alonso Valenzuela, Jerónimo Montoya Abengoza, Antonio y Cristóbal de la Fuente, Francisco García (antecesor de los Monteagudo), Antonio Ruiz de Villamediana, Hernán Vázquez de Haro Pallarés, Juan Granero y los mencionados hermanos Castillo.
Pero las exenciones y privilegios de los nuevos nobles nunca fueron bien vistos en San Clemente. La villa luchará por evitar la concesión de nuevas ejecutorias, consiguiéndolo a veces, como en el caso de Cristóbal y Antonio de la Fuente, que se vieron obligados a dejar la villa y avecindarse en Santa María del Campo. La oposición al ennoblecimiento de los hermanos Castillo fue mucho mayor; las acusaciones judaizantes que pesaban sobre la familia se sacaron a la luz con motivo del expediente de hidalguía. No tardaría en recordar el concejo sanclementino los huesos exhumados y quemados en la Plaza Mayor de Cuenca de la bisabuela Violante González, alias Blanca o Blanquilla.

El inicio del pleito de los hermanos Castillo por su hidalguía en la Chancillería en la Chancillería de Granada se inicia ahora en 1548. Sus problemas con el concejo de San Clemente también. La necesidad de Hernando de liquidez inmediata para sufragar los gastos del proceso judicial explicaría en parte la sesión del pleno de 9 de noviembre de 1548.
 Las reuniones del concejo de San Clemente en aquel mes de noviembre eran, como hemos dicho reuniones muy reducidas, con la presencia del gobernador Luis Godínez Alcaraz. Asistían el regidor Hernando del Castillo Hinestrosa, el alguacil mayor Martín de Oma y los alcaldes ordinarios licenciado Perona y Alonso Martínez el bermejo. Dando fe de los acuerdos, el escribano Rosillo.
Pero el tema tratado aquel 9 de noviembre eran demasiado importantes como para que los regidores se inhibieran. Estaban presentes todos los regidores que desde 1543, habían comprado sus regidurías perpetuas: además del citado Hernando, Don Francisco Pacheco, Sancho López de los Herreros, Cristóbal de Tébar, Francisco de Herreros y Alonso de Valenzuela. Como invitado en la reunión estaba el licenciado Melgarejo.
Enseguida se pasó a tratar el asunto que les tenía allí presentes: la toma por la villa a censo de 2000 ducados a un interés del 7 por ciento, destinados a redimir censos anteriores, cuyo interés era del 10 por ciento. Aunque hemos de pensar que en aquella operación no se vio ni una sola moneda, el concejo se dio por recibidos los 2000 ducados del licenciado Melgarejo. El primero en saldar cuentas, fue el regidor Hernando del Castillo, poseedor de dos censos contra la villa de 85.125 maravedíes y 100.000 maravedíes al mencionado interés del 10 por ciento. No perdonó los réditos adeudados del segundo censo por valor de 6.666 maravedíes y  de la que ya tenía carta de pago del mayordomo de propios Pedro Hernández. En total, 191.791 maravedíes. Era tal la seguridad de este hombre en el control de la vida municipal que no se había molestado en escriturar el censo de 100.000 maravedíes.
El segundo en arreglar cuentas, de mano de sus familiares, fue Bernardino de los Herreros que cobró el principal de un censo de 50.000 maravedíes y los réditos de 5.121 maravedíes correspondientes a un año. Al unánime acuerdo a tres, se sumó el licenciado Melgarejo, que no sólo se aseguró percibir por adelantado parte de los réditos del nuevo censo 21.470 maravedíes, sino también un premio de 46.875 maravedíes. Al reparto se sumó Hernando Montoya, vecino de Minaya, con 982.5 maravedíes de los corridos de un censo de 13 al millar, hemos de suponer que Cristóbal de Tébar hacía de valedor y testigo de la operación.
Las partidas suponían la mitad del censo de los dos mil ducados, la otra mitad quedaba en manos del licenciado Melgarejo para redimir el censo de 1545, que recibiría además una renta anual de 53.561 maravedíes por los intereses anuales del 7 por ciento. Pero la operación de nuevo comprendía la colocación por Melgarejo de sus excedentes de granos a la villa de San Clemente, aunque esta vez la cantidad de fanegas se correspondía con un valor de 300 ducados. La aportación del trigo de Melgarejo provocaría el descenso generalizado de los precios. Antón de Ávalos, abastecedor de panaderías, que había comparado el trigo a 14 reales la fanega, tenía que renunciar al arrendamiento del negocio por perder dos reales del valor de cada fanega. Aún así, anduvo avispado, pues dos meses después el valor de la fanega del trigo había caído a nueve y ocho reales y medio en los territorios comarcanos donde se compraba. Coincidiendo con el acuerdo municipal del 9 de noviembre, se empezaba a liberar a bajos precios las 200 fanegas retenidas en el alhorí de la villa. En suma, en apenas dos meses se había pasado de una situación de necesidad extrema a una situación excedentaria en la que jugaron mucho los movimientos especulativos, en los que el licenciado Melgarejo y Hernando del Castillo no debieron estar al margen.
Pero en todas estas decisiones había ganadores y perdedores. Una muestra es el caso de Alonso Valenzuela, convidado de piedra en la reunión del día 9 de noviembre, que veía como el concejo se negaba a pagar, en su reunión del día 10 de noviembre, al licenciado Guedeja, casado con una Valenzuela, los  9.000 maravedíes por unos servicios como procurador que no prestaba. Pero el licenciado Guedeja ya debía tener miras más altas como abogado en la corte. Este conflicto se sumaba a muchos otros que escondían los bandos familiares y su lucha por el poder local.

El acuerdo entre los Herrero y Hernando del Castillo se rompería en la elección de oficios del año 1549. Para San Miguel de ese año Miguel de los Herreros y Sancho de los Herreros desplazarían como alcaldes ordinarios a los que no eran sino testaferros de Castillos y Pachecos, que se vieron marginados en la elección de ese año. Alonso de Oropesa se hacía con el cargo de alguacil mayor. Las diferencias entre bandos se manifestaba también en el recelo que despertaba la colaboración de los Castillo con el gobernador del Marquesado. No en vano, la villa se hallaba en conflicto con éste por la privacidad de la primera instancia de sus alcaldes. Sólo así se explica que para la alcaldía de 1549 se eligieran como oficiales a dos personas de primer rango, como eran los Herreros.
Caso más singular era el de los Origüela, a los que vemos enfrentados a todos. Juan González de Origüela mantiene un contencioso con el ayuntamiento por una deuda de 93.000 maravedíes por el abasto de carnes. Su hermanastro Gonzalo de Tébar, despierta las envidias de sus vecinos por los beneficios, ocho maravedíes por arroba, que le reporta el monopolio de la venta del vino en su tienda de la plaza. Pronto se planteará en el ayuntamiento la necesidad de abrir otra tienda  de vinos. Parece que defensores de la libre competencia en provecho de intereses particulares los ha habido siempre. No obstante, no se arredrarían los Origüela, que en 1550 consiguen poner a uno de los suyos como alcalde ordinario, Andrés González de Tébar. No lo aceptarán las viejas familias que mantendrán a Andrés y al otro alcalde elegido, Miguel Vázquez de Haro Pallarés, presos en la cárcel para que puedan seguir disfrutando de la alcaldía los Herrero.
Las contradicciones de las luchas de bandos se expresarían en el conflicto ya estudiado de 1553, cuando el alcalde Hernando Montoya, próximo a los Origüela, es malherido en la cabeza por la facción de los Jiménez-Dávalos y los Rosillo. A partir de aquí, el intento de linchamiento personal da lugar al conflicto sobre la limpieza de sangre. No se podrá doblegar a los Castillo, que fortalecidos por su alianza con los Pacheco, se permitirán el lujo de presentarse ante las viejas familias como descendientes de Clemente Pérez de Rus, pero sí a los Origuela, que, sin la intensidad de la segunda década, sufrirán nuevos procesos inquisitoriales.

(AMSC. AYUNTAMIENTO, Leg. 10/1, actas del ayuntamiento de 3, 7, 9 y 10 de noviembre)
(AMSC. AYUNTAMIENTO, Leg. 49/3 y 49/5, Censos a favor de los Melgarejo, 1545 y 1548)

miércoles, 7 de octubre de 2015

Los Piquinoti: la herencia de Pedro González Galindo (II)

No siempre don Pedro González Galindo prestó dinero, en ocasiones, lo recibió prestado. La falta de liquidez, no solía atesorar su fortuna, era lo común en un hombre que solía invertir rápidamente el dinero. Es lo que ocurrió en 1614, cuando recibió dinero prestado para prestar.
El 17 de septiembre de 1614, se firma escritura de censo ante el escribano Juan de Santillana entre don Francisco del Castillo y el matrimonio formado por Pedro González Galindo y María de Tébar. Ambos firmarían la escritura; en realidad, ella lo haría por medio de un testigo, pues no sabía escribir. Una muestra del papel secundario de las mujeres en aquel tiempo. Caso sangrante

domingo, 4 de octubre de 2015

Eugenio de Oma y Conejero y la riada del río Rus

El expediente de obtención del hábito de Santiago de Eugenio de Oma y Conejero nos interesa por dos motivos. El primero, lógicamente, por darnos a conocer a esta familia. En segundo lugar, por la mención que hace de un hecho de sobra conocido en la historia de San Clemente: la riada del año 1.600. El juez pesquisidor, y valedor del pretendiente, fue Rodrigo de Ortega, señor de Villar de Cantos.
Eugenio de Oma y Conejero tenía por padres don Pedro de Oma, natural de la villa de Belmonte, y doña María de Noguerol, natural de la ciudad de Cuenca. Sus abuelos paternos eran Antonio de Oma, natural de San Clemente y doña María Magdalena de Zalbid, natural de la villa de Alarcón. Sus abuelos maternos eran Pablo Eugenio Conejero y doña Ana de Noguerol, naturales de la ciudad de Cuenca.
Los ancestros paternos de la familia eran de San Clemente. Ya tenemos noticia de un Juan de Oma y Martín de Oma como alcaldes ordinarios en 1553 y 1561. Sin embargo, el padre Pedro de Oma había nacido en Belmonte, aunque volverá a San Clemente donde desarrollará su vida pública y privada. La razón de este nacimiento es que su padre Antonio de Oma había abandonado su villa natal para asistir como mayordomo al marqués de Villena en Belmonte; allí había casado en primeras nupcias con una belmonteña y en segundas con Magdalena de Zalbide, natural de Alarcón.
Al calor de la protección del marqués de Villena llegaría la promoción social, que aprovecharía el hijo de Antonio, Pedro de Oma, al que vemos muy participativo en la vida municipal de San Clemente a mediados del siglo XVII, como regidor de la villa y familiar del Santo Oficio. Tal vez una de las causas del ascenso social de la familia sea la provisión de caballos para el ejército, con la posesión de una yeguada. Tampoco se debe obviar en este ascenso familiar los lazos familiares con los Valenzuela de San Clemente, familiares del Santo Oficio y capitanes de milicia. Pero los Oma se nos presentan en la segunda mitad del siglo XVIII como los grandes propietarios de Tomelloso, siendo el mayor propietario del término con 2328 fanegas y en 1777 posee 6034 cabezas de ganado (1).

Del matrimonio de Pedro de Oma con María de Noguerol nacerían Antonio de Oma, caballero del hábito de San Juan, y Eugenio de Oma, caballero del hábito de Santiago. De Eugenio de Oma, se sacó un traslado de su partida de baustismo para el expediente de Santiago, fechada en 10 de marzo de 1640, su padrino fue Amador de Avalos, y testigos fueron el licenciado Juan de Villanueva y el licenciado Diego de Olivares, comisarios del Santo Oficio, así como el alférez Ginés de Alarcón Peralta. Traemos a colación estos nombres porque todos ellos se nos presentarán como enemigos declarados de Francisco de Astudillo Villamediana en 1641, con motivo de las pruebas de este pretendiente al hábito de Santiago.
También se intentó sacar traslado de la partida de bautismo del abuelo Antonio de Oma, pero no pudo ser. Tal como revelan los pesquisidores del Consejo de Órdenes, hicimos diligencias exactas para buscar el libro de baptismo, no pudo hallarse por raçón de que los libros que parecieron en el archivo de la parrochial de San Clemente heran más modernos e la causa de no hallarse otros más antiguos auía sido de auer estado en poder de un teniente, teniéndolos en su casa que vino una inundación con que se perdieron con otras muchas alajas de las casas, motivo que obligó a que en la iglesia se hiciese un archivo para custodia de dichos libros.
Sabemos que los libros estaban en poder de Juan de Caballón el viejo, teniente de cura que vivía en el barrio de Roma y el año de seiscientos pasó una agua... y destruió la casa con otras muchas.


(1) SÁNCHEZ LÓPEZ, Lorenzo. Los cambios del paisaje en Tomelloso. Estudio de geografía histórica del territorio como estrategia didáctica. Tesis doctoral. Universidad de Castilla la Mancha, 2001, pp. 311 y 442

AHN. ORDENES MILITARES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 5906. Eugenio de Oma y Noguerol. Año 1674

Partida de bautismo de Francisco de Astudillo Villamediana

Su  partida  de  bautismo  dice  así:

 “Siendo  cura  el  doctor  Tévar  y  su  teniente  Antonio  Martínez  de Córdoua, en el qual libro ay una cláusula del tenor siguiente: en la villa de San Clemente a veintidós días del mes de enero deste año de mil y seiscientos y dos, yo Francisco de Araque Montoya bapticé un ijo de  Francisco  destudillo  y  de  su  mujer  doña  Ana  María  garcía,  púsele  por  nombre  Francisco,  fue  su compadre de pila Andrés Granero, testigos Juan Sánchez y Francisco Sánchez y lo firmé Francisco de Araque".


AHN. ORDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 2798.  (Es traslado del original sacado por escribano) fol.  123 verso

Las acusaciones judaizantes de Juan Rosillo contra Francisco de Astudillo Villamediana

Según Juan Rosillo la ascendencia de la abuela paterna de Francisco de Astudillo Villamediana era la siguiente

abuelos paternos: francisco fernández de astudillo, escribano de oficio en dicha villa, y catalina de molina, ija de ana de molina; ana de molina es ija de alonso núñez de molina y de Juana núñez, reconciliados, vecinos de cuenca, cuyo san benito esta en dicha ciudad y donde del apellido ay los sanbenitos siguientes: alonso lópez de molina, judayçante  quemado,  álbaro  de  molina  judayçante 

Las acusaciones judaizantes del licenciado don Miguel Perona Montoya contra Francisco de Astudillo Villamediana

“Que el primero que tiene noticia que viniese a esta villa de los fernández
fue  francisco  fernández,  visabuelo  del  pretendiente que  vino  con  un
correjidor que no sabe como se llamó, y fue su alguacil, y que no sabe de
donde viniesse ni sabe ni tiene por cierto lo que se le pregunta de ser hijo de
moro de almería y que aunque ha oydo lo tiene por ablilla y sin fundamento
y éste casó con teressa de astudillo, visabuela deldicho pretendiente, hija de
fernando de astudillo, natural de la vª de Yniesta y de maría simón, natural desta villa, los quales tubieron por hijo a francisco fernández de astudillo,

Mateo Lucas Fernández, una familia menor

Conservamos el testamento de Mateo  Lucas  Fernández  Tribaldos (1), el hijo de Mateo
Lucas, alcalde ordinario por el estado pechero en 1641. Aparte de la evolución de esta
familia, que acabará entroncando con los Pacheco,  y la fundación de mayorazgo para
mantener la indivisibilidad de sus bienes, del testamento se deduce una nueva estructura de  la propiedad  desde  mediados  de  la  centuria.  Mateo  Lucas  había  adquirido reconocimiento social  como  abogado  de  los  reales  consejos,  oficio  que  le  había posibilitado  mantener  las  relaciones  para  catapultarlo  a  la  alcaldía  en  1641  y,  poco después  a  los  oficios  de  familiar  y  notario  del  Santo  Oficio,  que  mantendrá  su  hijo posteriormente, añadiendo el de regidor perpetuo dela villa y rector y patrón del Insigne Colegio  de  San  Clemente  Mártir  en  Alcalá  de  Henares.  El  reconocimiento  social  fue acompañado  de  la  adquisición  de  bienes  raíces  hasta convertirse  en  un  propietario medio de varias hazas cebadales  y de pan llevar en  los camino de la Alberca  y Santa María  del  Campo,  en  total  disponía  de  53  almudes  para  siembra  de  cebada  y  107 almudes  para  siembra  de  trigo,  bienes  todas  ellos  en  plena  propiedad  y  libres  de cualquier carga. También se hizo con la propiedad de unas casas, que el hijo ampliaría, compradas al presbítero Diego Ruiz Ángel, de familia de abastecedores de carne de la villa. Contrasta frente a estas propiedades, la posesión de dos aranzadas de viña, que el hijo no dudaría en deshacerse de ellas y darlas al  escribano Antonio de Avalos. Mateo Lucas había procurado mantener, antes de que su hijo fundara mayorazgo, indivisibles estos  bienes  legándolos  a  su  hijo  mayor  y  destinando  al  segundón,  el  doctor  Pedro Fernández de Tribaldos, a la carrera eclesiástica como cura de Solera y Chumillas, no sin  garantizarles  los  réditos  de  una  capellanía  que le  había  cedido  Jerónimo Merchante (2).
La concentración de propiedad en torno al camino de La Alberca y su destino al trigo y la  cebada no era  una  decisión  personal  de  Mateo  Lucas.  Muchos  habían  hecho  lo mismo,  buscando  una  alternativa  a  los  cultivos  de  viñas que  habían dominado la economía san clementina hasta comienzos del siglo XVII. Ahora cambia el cultivo, pero se intenta mantener la propiedad en el seno de la familia con la fundación de  vínculos  y  mayorazgos.  Lo  mismo  había  hecho  sus  coetáneos,  los  Rosillo,  los Herrero,  los  Valenzuela,  los  Ortega,  dedicados  a  ampliar  sus  posesiones  de  Villar  de Cantos,  Antonio  de  Oma  o  el  licenciado  Villanueva.  El  pueblo parece  girar  hacia  el norte, olvidando la fuente de su riqueza en los viñedos del quinientos.
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(1) AHPCu, NOTARIAL. ANTONIO DAVALOS. Leg. 2476
(2)Pedro, el hermano menor sería luego canónigo de la Iglesia magistral de los Santos Justo y Pastor de Alcalá de Henares AHN. UNIVERSIDADES, 206, EXP 44

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Don Pedro González Galindo y Origüela, el doctor Cristóbal de Tébar y Origüela, la Compañía de Jesús y una lámpara de plata

Genealogía de los Glez. Galindo
De don Pedro González Galindo ya hemos hablado en otros artículos, de la relación familiar de su mujer María de Tébar, como sobrina del doctor Cristóbal de Tébar también, así como de su misma pertenencia al clan de los Origüela. Ahora trataremos de un aparente asunto anodino, pero que demuestra el afán de esta familia por defender su buena fama en la sociedad y en el lugar que les vio nacer: la donación de una lámpara de plata a la Iglesia Mayor de Santiago de la villa de San Clemente.

El trece de junio de mil seiscientos diecinueve, don Pedro González Galindo concede ante el escribano Bartolomé de Celada escritura de donación de una lámpara de plata a la Iglesia Mayor de Santiago. En la decisión de don Pedro debió pesar mucho limpiar de injurias el apellido Origüela de su familia y, en especial, el recuerdo infame de su antepasado Luis Sánchez de Origüela, condenado a la hoguera por la Inquisición en 1517 y cuyo sambenito colgaba en la mencionada Iglesia. Pero tanto o más debió pesar el deseo de reconocimiento personal de aquel crío, vejado y humillado por los parientes de su madre Isabel García de Monteagudo, únicamente protegido por su abuela María Galindo la Galinda, y que, perdiendo la batalla por sus derechos y hacienda, tuvo que tomar el camino de Indias en 1586. Allí, en el virreinato de Perú, fruto de sus méritos y de su matrimonio con María de Tébar, hija de Diego de Tébar, consiguió amasar la riqueza que hiciera de él un hombre respetado en su pueblo.

Este hombre ocultará el deseo de que la lámpara borre la infame memoria de su antepasado Luis Sánchez de Origüela, pero manifestará el orgullo de un hombre hecho a sí mismo, y que se acordará de Dios para agradecerle haberle salvado de los peligros de las tormentas de sus travesías a Indias como de los enemigos de la fe católica. Agradecimiento interesado de un hombre para mejor presentar sus méritos personales: por muchos bienes temporales que me a dado para mexor honrrar, ylustrar y enriquezer mi casa familiar o dezendenzia. Donación a una Iglesia, que además de ser la casa de Dios es la cabeza de mi patria donde me crie los primeros años de mi hedad y a imitación de mis abuelos y acendientes que tubieron  particular deboción a esta Santa Yglesia donde fueron sepultados. La alusión era clara; en la iglesia de Santiago estaban enterrados los primeros Origüela, los que habían tenido conflictos y sufrido el Santo Oficio, pues sabemos que el padre de Pedro, el licenciado González Galindo, fue enterrado en el convento de frailes franciscanos. A imitación de ellos dice haberse criado de niño este hombre que triunfante reivindica a sus denostados ascendientes.

Su intención de hacer olvidar la raíz infecta de su apellido le llevará a ser admitido en la cofradía de Nuestra Señora de Septiembre, donde sólo se admiten los cristianos viejos, a iniciar un pleito de siete años contra el concejo de San Clemente para su reconocimiento como hidalgo por fin en 1623 y a presentar desafiante cuatro años después su título de familiar del Santo Oficio ante los regidores de la villa. Este año de 1619, y en pleno enfrentamiento por su hidalguía con las viejas familias sanclementinas, que impúdicamente le acusan de bastardo y auido de dañado y punible ajuntamiento, don Pedro González Galindo ordenará la fabricación de una lámpara de plata valorada en 6.000 reales de castellanos o 204.000 maravedíes, para ser colgada del techo de la iglesia de Santiago, frente al altar mayor, con sus velas encendidas a todas las horas para servicio del Santísimo Sacramento, y sobre la misma lámpara labrado con letras el nombre del donante, es decir, el suyo, incluido el apellido Origüela. Una donación para siempre jamás, sin que se pueda quitar ni la lámpara de su sitio ni las letras de su nombre borradas.

Pero, el siempre xamás también tiene una excepción. Esa excepción es la voluntad impuesta por la familia Origüela a la villa de San Clemente. Una familia que aparece cohesionada, como si la fundación del colegio y casa de la compañía de Jesús por el doctor Cristóbal de Tébar y las acciones de Pedro González Galindo fueran al unísono. Efectivamente es así. Aunque se nombra, con cargo al mayorazgo ahora fundado, un mayordomo para cuidado de la lámpara, un próximo de los Origüela y pariente de los Astudillo, Martín Ruiz de Villamediana (¿quién podía dudar de estos apellidos?), en caso de que éste o sus cuidados falten, la lámpara se podrá trasladar y colocar en la Iglesia de la Compañía de Jesús de la villa, que fundó en ella el doctor Xrual de Tébar Origüela, cura propio de esta villa, quien por las escripturas de la dicha fundación dejó por patrones del dicho colegio e capilla mayor de él a mis hijos e decendientes como deudos suyos.

La solidaridad de la familia Origüela ya se había manifestado cuando Diego, emigrado a Indias y alguacil en la Audiencia de Lima, procuró mantener el contacto con sus tres hermanos en España, con una viva correspondencia y solicitando la presencia junto a él de uno de los hermanos, Melchor. Un hijo de Diego, el franciscano fray Pedro de Tébar, con fama de predicador abrirá las puertas de la corte al resto de la familia, y, por supuesto, a su hermana María de Tébar y a su marido, nuestro protagonista. Solidaridad que de nuevo se manifestará con el nombramiento por el doctor Cristóbal de Tébar como patrones del colegio de la Compañía de Jesús a los hijos de su sobrina María, también se acordará de su sobrino Antonio con un beneficio curado y de su hermano indiano Diego con una renta anual de 150 ducados.

La lámpara de plata de la Iglesia Mayor de Santiago era el símbolo ostentoso de los Origüela, pero también de lo efímero de su triunfo. En cualquier caso, allí estaba con su brillo argénteo y sus velas encendidas permanentemente en medio de las diversas capillas consagradas a las viejas familias.


*Pedro González Galindo es el antecesor de los Piquinoti (o Piquirroti) de San Clemente; fundador del mayorazgo familiar


Fuentes:
  • ARCHIVO GENERAL DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA. FONDOS PÉREZ SEOANE. Familia Piquinoti. Donación de Pedro González Galindo ante Bartolomé de Celada de una lámpara de plata a la Iglesia Mayor de Santiago de la villa de San Clemente. 1619.
  • AMSC. CORREGIMIENTO. Leg. 45/5. Tasación de gastos de limpieza de lámpara de plata de la Iglesia de Santiago, para servicio del Santísimo Sacramento, por el platero Lorencio Caldés, a pedimento del mayordomo de dicha iglesia. 1619