El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)
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lunes, 5 de octubre de 2015

San Clemente y sus aldeas.

Iglesia Purísima Concepción de Casas de Fernando Alonso
La declaración de guerra a Francia en 1635, conllevó la orden de que los pueblos costearan las armas correspondientes a la octava parte de sus vecinos, incluidos los mayores de dieciséis años y excluidos los clérigos  y las viudas. Previamente en abril se había formado padrones de los hombres útiles para la guerra en un intento de movilización general que no llegaría muy lejos. Desde entonces los intentos de la Junta de Ejecución, sobre todo a partir de 1640 con la guerra de Cataluña, de dotarse con padrones para el reclutamiento de vecinos chocaron con unas villas poco dadas a revelar el número real de sus vecinos.

En esta zona, el censo de la sal realizado en 1631, no había pasado de un recuento general, o al menos eso es lo que se nos ha conservado, privándonos de una fuente de excepcional valor sobre el número de hombres y ganados. Lo mismo ocurre con el padrón de 1646, disponemos de números globales, muy dudosos, pero carecemos de ese recuento de vecinos persona por persona, tan querido por los genealogistas y existente en otros pueblos.

A partir de los años veinte sí que vemos un proceso de dispersión poblacional. En unos casos, se trata de núcleos poblacionales que al calor de su paso a jurisdicción señorial se afianzan, en otros casos de aldeas que alcanzando el villazgo se emancipan de sus villas nucleares. Pero lo que llama la atención es la aparición de núcleos rurales, casas de campo, en un proceso de dispersión que tiene su razón de ser en la explotación de grandes propiedades o en una explotación agraria que ha evolucionado del monocultivo de la vid y su comercialización al exterior hacia economías más integradas en ámbitos locales en torno a la villa que actúa como centro de actividades y que tratan de ser autosuficientes. Tal es el caso de San Clemente. Hay, por último, un hecho que siempre se ha pasado por alto: la población morisca. Su llegada hacia 1570 fue un revulsivo para las economías locales, pero está por definir el impacto de la expulsión de los moriscos estantes en la zona y especialmente la emigración desde la Mancha al Reino de Valencia para rellenar el vacío tras la marcha de esta población. El proceso creemos que se dio como un goteo continuo y prolongado en el tiempo; primero se buscaban las oportunidades, luego se huía de los impuestos y del reclutamiento para la guerra. Así nos lo recordará la justicia de Barchín en 1647.

Iglesia de Casa de los Pinos
San Clemente no fue ajeno al proceso. La delimitación de sus términos fue un proceso paulatino, desde que el Marqués de Villena le concedió el título de villa en 1445. Ya antes, en 1387, había incorporado el despoblado de Rus. El final del siglo XV y la primera mitad del siglo XVI los litigios por el aprovechamiento comunal de unos pastos antaño de la misma tierra de Alarcón se suceden, las vistas de mojones con las poblaciones vecinas para definir términos también. El Archivo Histórico de San Clemente tiene un rico fondo de estos expedientes. Aparte de las ejecutorias por el aprovechamiento de pastos, se puede encontrar la incorporación de los lugares de Atalaya o Cañadajuncosa a El Cañavate, la fijación de términos por San Clemente de su propio de Villar de Caballeros frente a Santa María del Campo, los pleitos por términos con Minaya o con la ciudad de Alcaraz, por los mojones del lugar citado y otros como La Roda o El Provencio. Asimismo están los deslindes con La Alberca, Vara del Rey o Villarrobledo, en este último caso, fijando los límites de la dehesa de Calaverón. El paso a señorío de Perona y Villar de Cantos  exigió la delimitación de términos en 1626; se ponía así fin a costosos pleitos de la villa con el alférez mayor don Juan de Pacheco y Guzmán y el regidor don Rodrigo de Ortega, de los que también hay una rica correspondencia de los procuradores de la villa en el archivo municipal.

La concesión del título de villa a San Clemente por el marqués de Villena en 1445, fue acompañada por la concesión de los términos de Vara del Rey, Perona, Villar de Caballeros y Villar de Cantos. Vara de Rey y su lugar Sisante se desgajarán de San Clemente en 1537, momento en que la primera adquiere el título de villa. Luego su jurisdicción junto a Villar de Cantos sería vendida a los Ortega en 1626.

Hacia finales de siglo XVI, aparecen únicamente como lugares poblados dependientes de San Clemente Perona  y Villar de Cantos. Pero en las primeras décadas de siglo se produce la dispersión demográfica y el nacimiento de nuevos núcleos. Coincidiendo con los padrones militares aludidos de 1635, nos aparece Casas de Fernando Alonso, con doce vecinos (sin duda ligada a la heredad de las Cruces, cedida por el doctor Tébar a la compañía de Jesús), Casas de los Luises con 14 vecinos, Casas de Jorge Simón con 12 vecinos, Perona tiene ahora cuatro moradores y se nos dice de la existencia de cinco casas sueltas. Casas de Guijarro, en la órbita de Vara del Rey tiene para 1638, treinta vecinos, y será un núcleo en constante auge hasta conseguir el título de villa en 1736. El proceso debió ser una constante en toda la región. Valga como ejemplo, que cuando en 1605, los hermanos Diego y el doctor Cristóbal de Tébar adquieren la heredad de Matas Verdes en Villarrobledo, también adquieren dos casas de campo, que será el origen de Venta de Alcolea.

Iglesia Santa María Magdalena en Casas de Haro
 La segunda mitad del siglo XVII verá como se malogran algunos núcleos como Casas de los Luises o Casas de Jorge Simón, aunque surgen otros nuevos. En ese periodo, pequeños núcleos antiguos lograrán consolidarse y se asiste a un proceso de concentración de casas sueltas. Entre las casas sueltas que nos aparecen en 1697, unas cuarenta, ya se menciona a Casas de Haro o Casas de los Pinos. Algunos no llegarán a cuajar como Casas de la Mancha, pero otros surgen con fuerza y se consolidan como  Casas de Roldán, que girará hacia Villarrobledo,  o Casas de Haro y Casas de los Pinos, que junto a Perona, exenta ahora de la jurisdicción de los Pacheco, y Casas de Fernando Alonso formarán las cuatro aldeas de San Clemente hasta la época constitucional. En suma, es motivo de debate la catástrofe demográfica del siglo XVII, pero nos olvidamos de los procesos de ruralización y dispersión poblacional.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Padrón de 1586: Marquesado de Villena

Tras una primera comisión en los años 1576  y 1577,  Rodrigo Méndez volverá de nuevo al Marquesado de Villena en 1586, justo el año de su desaparición, para hacer nuevas averiguaciones de las rentas reales de este distrito. Fruto de su labor es una información detallada de las rentas reales de doce ciudades y villas del Marquesado de Villena, incluidas sus aldeas, y sus correspondientes padrones de habitantes. Al igual que diez años antes se trata de poblaciones sin encabezar. La información de las rentas reales, y sus fraude, corresponde a los años 1579 a1584. Los de población, al año 1586.
Los padrones se hicieron por los alcaldes ordinarios bajo la supervisión de don Rodrigo Méndez e la hiçieron calle hita sin eceptuar ninguna.  La relación incluye viudas, hidalgos y clérigos y creemos que son de gran veracidad. Los datos detallados son los siguientes:

  • Chinchilla, 701 vecinos
  • Albacete, 1473 vecinos
  • San Clemente, 1547 vecinos
  • La Roda, 713 vecinos
  • Tarazona, 456 vecinos
  • Barchín, 267 vecinos
  • Almansa, 685 vecinos (sin clérigos, 649)
  • Sax, 114 vecinos
  • Utiel, 604 vecinos
  • Ves, 255 vecinos
  • Yecla, 623 vecinos
  • Carcelén, 201 vecinos
Los padrones nos ofrecen una información de la estructura social de los pueblos, estructura profesional y ocupación del espacio, sobre lo que volveremos próximamente.

FUENTE:
AGS. EXPEDIENTES DE HACIENDA. Leg. 202. Averiguaciones de rentas y vecindarios del Marquesado de Villena, 19 de mayo de 1586.

Población de 1631: San Clemente y partido

DOTACIÓN DE PRESIDIOS PARTIDO SAN CLEMENTE Y LUGARES DE SEÑORIO DE MÁS DE 100 VECINOS

 SAN CLEMENTE 30
 TIERRA DEL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ 3
 MOTILLA 6
 ALARCON MUROS ADENTRO 2
 BARCHIN 3
 ARRABALES Y TIERRA DE ALARCON 9
 CAÑAVATE 4
 ZAFRA 3
 INIESTA 10
 MONTALBANEJO 3
 TIERRA DE INIESTA 5
 ALBALADEJO DEL CUENDE 4
 MINGLANILLA 1
 MINAYA 2
 VILLANUEVA DE LA JARA 12
 SANTA MARIA DEL CAMPO 4
 TIERRA DE VVA. DE LA JARA 12
 EL PROVENCIO 6
 VARA DEL REY 3
 MOYA 2
 SISANTE 2
 TEJADILLOS 1
 BUENACHE DE ALARCON Y SOLERA 4
TALAYUELAS 1
BELMONTE 7
 LAS MESAS 2
TIERRA DE BELMONTE 7
 EL PEDERNOSO 2
 CASTILLO DE GARCIMUÑOZ 5
 LA ALBERCA 3

El reparto que vemos se corresponde con la aportación de las villas y la agrupación de las aldeas de sus tierras. Se asignaba un soldado por cada 100 vecinos, que se correspondía con una pago de 60 reales por soldado.  A diferencia del censo de 1646, aparecen villas como Castillo de Garcimuñoz o Moya y faltan otras como Pedroñeras (tal vez los datos estén incluidos con el Provencio). El reparto de 158 soldados nos daría una cifra de 15800 vecinos, lo que nos acerca al descalabro de las dos décadas siguientes si lo comparamos con el dudoso censo de 1646.
Ahora bien, las dudas sobre este censo son muchas. Desgraciadamente, el censo de la sal, elaborado el mismo año de 1631, sólo nos da para las tierras del obispado de Cuenca datos globales, a diferencia de los singularizados de otras provincias; por lo que no podemos cotejar datos. Es más, aparte del redondeo para la asignación de soldados, la distribución es arbitraria.
Los datos de la villa de San Clemente están claramente abultados. No es la primera vez que ocurría, los 3000 vecinos son excesivos si se comparan con los 1610 vecinos más fiables de 1635. Creemos que San Clemente alcanzó su momento álgido de población hacia 1610, con 2000 vecinos, justo cuando otras villas como Albacete o Villarrobledo iniciaban la regresión, que en San Clemente se retrasaría dos décadas. La razón de este desigual comportamiento sería una mejor adaptación de San Clemente que supo diversificar su agricultura de viñedos mientras que Villarrobledo se encontraba atrapado en el monocultivo del trigo.
Una explicación de los 3000 vecinos de San Clemente es que el reparto se hacía por tierras y es posible que se dupliquen datos de pueblos de su mismo suelo como Vara del Rey o Sisante, aunque viendo los soldados  asignados a estos pueblos la cifra sigue siendo excesiva (tal vez no tan excesiva si se incluye en el recuento, como hace el censo de 1528, Minaya y la Roda). En cualquier caso, por testimonios de la época, se reconocía a San Clemente por su carácter de cabeza de corregimiento y de distrito de rentas, una población de hecho y transeúnte mayor a la que recogían los vecindarios. Sabemos que la villa de San Clemente protestó el reparto en Madrid.
FUENTE:

  • AMSC. CORREGIMIENTO. Leg. 149/34

Censo de 1646: San Clemente y partido

El vecindario de las ciudades, villas y lugares de Castilla existente en el archivo de Simancas recoge la población de la Corona de Castilla, fruto del recuento efectuado en 1646 para el reparto obligatorio del pago de juros. Aunque muy discutido en su veracidad por los historiadores, es una fuente que nos muestra el brutal descenso de la población por los esfuerzos militares exigidos a las villas con los reclutamientos militares de la dotación de presidios desde 1635 y las movilizaciones de hombres más intensas para la guerra de Cataluña desde 1640. A esto se sumaría la sangría fiscal y las malas cosechas y, un hecho que hasta ahora no se ha estudiado, y que ya debió tener su origen tras la expulsión de los moriscos en 1609:la emigración al reino de Valencia. Así lo reconocerá Barchín del Hoyo en 1647, presentándonos un pueblo recalcitrante para pagar la llamada composición de milicias, pues se reconoce que cada vez son más las familias que huyen al  citado Reino.


“Relaçión de la vecindad que tiene la villa de San Clemente, villas y lugares de su partido  así realengas y eximidas como de señorío y abadengo.
Por testimonio del corregidor consta que tiene 9669 vecinos.

  • Alberca.  151
  • Alarcón con sus aldeas. 361
  • Belmonte. 495
  • Bara del Rey. 315
  • Barchín. 180
  • Buenache de Alarcón. 340
  • Villarrobledo. 758
  • Villanueva de la Jara. 472
  • Cañavate. 137
  • Casimano (Casasimarro). 150
  • Gil García. 102
  • Honrrubia. 333
  • Hontanaya. 94
  • Ledaña. 115
  • Motilla con su lugar de Gabaldón. 500
  • Mesa (Las Mesas). 78
  • Madriguera.  137
  • Minglanilla. 105
  • Minaya. 243
  • Monreal. 44
  • Osa de la Vega. 304
  • Pedroñeras. 311
  • Pedernoso. 181
  • Peral. 53
  • Puebla de San Salbador. 56
  • Probencio. 289
  • Quintanar. 349
  • San Clemente. 961
  • Sisante. 272
  • Santa María del Campo. 267
  • Santiago de la Torre. 10
  • Tarazona. 373
  • Tébar. 175
  • Telaya (Atalaya de Cañavate). 90
  • Tres Juncos de Arce. 80
  • Villalgordo de Villarejo. 24
  • Villar de Cantos. 15 
  • Iniesta con sus aldeas. 698".

Para comprobar el descenso demográfico habría que consultar los vecindarios que para el reclutamiento militar se elaboraron en los años treinta y cuarenta, sobre todo el de 1635, por el que se pretendían armar a una octava parte de la vecinos, excluidos clérigos, viudas y menores de 16 años. Ese año la villa de San Clemente arroja un censo de 1610 vecinos.


Fuente:
  • AGS. CÁMARA DE CASTILLA. DIVERSOS. Leg. 23, doc. 1.