Cazar conejos salía caro, y si no, que se lo digan a Felipe Sánchez, un vecino de Las Pedroñeras que se internó en el término de este pueblo y cazó un conejo, siendo prendado, enviado a la cárcel de San Clemente y viendo embargadas cien fanegas de cebada, después de negarse a pagar seis mil maravedíes por el conejo. La caza según marcaban las ordenanzas, y las leyes del Reino, estaba permitida con perros y hurones, siempre que no se usaran redes, y en el tiempo que se alzara la veda.
jueves, 2 de febrero de 2023
LA CAZA EN LAS PEDROÑERAS
lunes, 2 de enero de 2023
Los Angulo de Vara de Rey
Rodrigo de Angulo, según la probanza de testigos de 1495, era hijo de Fernando de Vescolides y nieto de Diego Fernández. que fue lugarteniente de merino en el valle de Mena. La familia procedía de Vescolides, cerca del lugar de Lastras de la Torre, en la tierra de Losa.
El padre Rodrigo consiguió la ejecutoria en 1499, el hijo Diego la debió ratificar en 1545
ACHGR,
HIDALGUÍAS, 301-17-4
Los Montoya de La Alberca de Záncara
En 1551, Hernando de Montoya protesta ante el concejo de La Alberca por habersele repartido pechos. Enfrente tiene al alcalde García Martínez, Ginés García, alguacil mayor, Alvar García de Peñaranda, regidor, y Luis Carreño, diputado. No parecieron impresionarse los oficiales que le espetaron a la cara que fuera con su petición a los alcaldes de los hijosdalgo de Granada. Para dar fe de lo sucedido, allí estaba el escribano Juan de Garnica y los testigos Luis Galindo y Francisco Portillo.
A Hernando Montoya se le habían repartido diez centenas de 18 maravedíes cada una. Además de Hernando de Montoya había otros hidalgos en la villa: Hernando de Alarcón, Andrés de Villanueva Vizcarra y Roque de Alarcón, aunque parece que solo el primero continuó con el pleito. EL concejo de La Alberca alegó que los Montoya habían sido criados del marqués de Villena y consiguió paralizar el proceso ante un Hernando de Montoya advenedizo a La Alberca y sin testigos favorables. Ni siquiera le valió su intento de recuperar la ejecutoria de hidalguía que Pedro de Montoya, vecino de Villarrobledo, había obtenido en 1543
ACHGR, HIDALGUÍAS, 302-278-11
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Hernando de Montoya era hijo de Juan de Montoya y Urraca Saiz. Sus primeros años habían pasado en Vara de Rey, hasta que falleció su madre; el padre Juan casó por segunda vez en Las Pedroñeras en donde se afincaría la familia, adquiriendo bienes en esta villa y en la vecina de La Alberca. Hernando casaría en La Alberca.
achgr, hidalguías, 301-91-1
PROBANZAS DE TESTIGOS DE 1552
Juan Pintor, clérigo, vecino de Vara de Rey
Concejo de La Alberca de 1551, 11 de noviembre
García Martínez y Alonso Esteban, alcaldes ordinarios
Ginés Gallego, alguacil mayor
Cristóbal Martínez y Alonso Gómez, regidores y Luis Barreno diputado
Concejo de La Alberca, 18 de enero de 1552
García Martínez y Alonso Esteban, alcaldes ordinarios
Juan Granero, alguacil
Cristóbal Ruiz, Alvar García de Peñaranda, Alonso Gómez, regidores
Luis Carreño, Andrés Ruiz Rubio, Andrés Martínez Grande y Juan Martínez Grande, diputados
domingo, 1 de enero de 2023
Los Montoya de Las Pedroñeras
A la altura de 1568, el concejo de Las Pedroñeras se quejaba de esos hidalgos que habían llegado recientemente al pueblo y se habían hecho una posición social comprando las tierras de los pecheros y, alegando su hidalguía, se negaban a participar en los repartimientos concejiles. Los dardos envenenados iban contra García Montoya y sus hermanos. Las Pedroñeras alegó tener privilegios en sus archivos para obligar a estos hidalgos pagar tributos, pero tal vez simplemente fueran acuerdos municipales a los que se había plegado Juan, el padre de los Montoya, una vez llegado al pueblo.
En cualquier caso, a los Montoya de Las Pedroñeras no se les exigió carta ejecutoria de hidalguía. Muy pronto conseguirían hacerse con el protagonismo en la vida concejil, por mano de García de Montoya, que en 1575, en las Relaciones Topográficas, ya ha adquirido y comprado el oficio de alférez de la villa
Concejo de Las Pedroñeras 1566
Gregorio García y Antón García, alcaldes
Juan Martínez Grande, Pedro Manes, regidores
Martín de Campos, Blas Ortiz, Francisco Díaz, diputados
ACHGR, HIDALGUÍAS, 304, 591-341 y 593-55
Los Alonso de Palacios de Vara de Rey
Pedro Alonso de Palacios y Alonso de Palacios y Juan, Cristóbal, Catalina e Inés de Palacios, sus sobrinos e hijos de Cristóbal de Palacios.´
Los Alonso de Palacios ya tenían ejecutoria desde 24 de noviembre de 1480, obtenida por Juan Alfonso de Palacios, hijo de Martín Alonso. Declaran a su favor, Juan López de Benito López, Martín García hijo de Martín García, morador de Vala de Rey, Pedro López hijo de Álvaro López, morador de Vala de Rey, Juan García Moreno hijo de Juan García de Perona, morador en Vala de Rey, Juan Sánchez de Alarcón, vecino de El Cañavate e hijo Juan Sánchez de Alarcón, Diego de Montoya, hijo de Hernán Álvarez de Montoya, Sancho de Ludeña, comendador de la orden de Santiago, hijo de Alfonso Hernández de Sahagún, vecinos y moradores en la villa de San Clemente y Andrés Martínez de Atalaya, hijo de Mingo Sánchez de Atalaya, vecino de Alarcón.
El padre Martín Alonso intervino en 1429 en la guerra de Ariza en tiempos de Juan II, muriendo pocos años después. Los Alonso apoyaron a Diego López Pacheco en la guerra del marquesado. A Martín Alonso se le conocen un hermano Juan Sánchez de Martín Sánchez. Martín Alonso casó con Catalina Alonso. Martín tenía sus heredades en Cañadajuncosa y Vala de Rey. Martín era hijo de Hernán Sánchez de Palacios.
Una segunda generación llega a San Clemente con los hermanos Juan Alonso de Palacios y Alonso de Palacios el Estrolago(?)
Los Alonso de Palacios llegan a Montalbo procedentes de San Clemente, cuando Cristóbal de Palacios, hijo de Alonso de Palacios y vecino de San Clemente, después de quedar viudo de Ana de la Plaza se casa por segunda vez con Juana de Barriga y se van a vivir a Montalbo.
ACHGR, HIDALGUÍAS, 58-16
sábado, 31 de diciembre de 2022
Los Montoya de Casasimarro
Francisco de Montoya y su hijo Pedro defendieron su hidalguía a partir de 1589. Francisco era nieto de Diego Pacheco y Catalina Alonso de Palacios, moradores de Pozoamargo e hijo de Pedro de Montoya y Francisca de Valera, moradores de Pozoamargo. El bisabuelo era Hernando de Montoya, casado con Constanza García.
El litigante Francisco de Montoya se había casado con Isabel de Olmeda. Francisco había nacido de legítimo matrimonio, aunque los testigos aseguraban que su padre Pedro de Montoya había dejado preñada a su futura mujer Francisca de Valera, una belmonteña, criada en casa de sus padres, siendo virgen y soltera en un acceso carnal fruto de los ardores juveniles.
Los hermanos de Pedro que aparece aquí, son Diego Y Martín que se establecen en Villarrobledo.
Nos interesa la vida de Pedro de Montoya, el padre de Francisco, pues se vio envuelto en una pendencia de la familia Montoya con los Arnedo en Vara de Rey, el resultado fue varias muertes. Pedro de Montoya se tuvo que ausentar de Vara de Rey; se casaría en Iniesta con una hija del doctor Espinosa, Juana García de Espinosa, para volver a Pozo Amargo. Mientras a la criada Francisca de Valera se le buscaba un casamiento, el pequeño Francisca se criaba con los abuelos y el nuevo matrimonio de Pedro y Juana tenía seis hijos.
Testigos probanza de 1589
Juan Lozano, clérigo, 80 años, morador en Casasimarro, clérigo
Benito López, 74 años, morador en Casasimarro
Alonso de Sepúlveda el viejo, 86 años, vecino de Vara de Rey
martes, 27 de diciembre de 2022
La capellanía de Bartolomé Sánchez de Llanos
El pleito por el vínculo fundado por Ginés de Llanos se dirimió entre Lope de Aguado y los hijos menores de Alonso de Alarcón y Elvira López Juana de Alarcón y Alonso de Alarcón, fraile carmelita descalzo, representados por su madre y Martín Ruiz de Machín ante el gobernador licenciado Martínez Santotis.
Lope de Aguado era espadero o forjador de espadas y el pleito trataba de ciertas casas que la madre en nombre de los menores le vendieron cargadas con un censo para la capellanía del patronazgo fundado por Bartolomé Sánchez de los Llanos.
El testamento de Ginés de Llanos y su mujer Ginesa de Ojeda es de 31 de diciembre de 1545
- Piden ser enterrados en la capilla familiar existente en la iglesia de Santiago bajo la advocación de la Magdalena. Se digan las misas correspondientes por los clérigos y frailes de San Francisco
- Se reconoce que Bartolomé Sánchez de los Llanos fundó la capilla de la Magdalena y la dotó de los siguientes bienes: unas casas de morada que solían ser de Juan Herrero, en la calle que baja de la dicha iglesia para San Sebastián en la acera de la mano izquierda en la esquina de la calle que se aparta a la casa de la bienaventurada Nuestra Señora de Septiembre, cuarenta tinajas de vino, unas casas en la misma calle, valorada en 22000 maravedíes, un huerto de árboles tras la celadilla, alinde de Juan del Castillo, clérigo, y de Sancho López de los Herreros y de Miguel Sánchez de Vala de Rey.
- Las obligaciones de la capilla son dos misas, lunes y viernes, y una misa de aniversario por la Magdalena. Además una misa los domingos cada quince días.
- Nombra por patrón de la capellanía a su hijo Ginés de Llanos, que recibe en herencia los bienes raíces de la familia en El Pedernoso.
- Nombra por albaceas a Gaspar de Sevilla, Cristóbal de Tébar, Esteban, Juan Ángel su yerno.
sábado, 24 de diciembre de 2022
Sobre los canteros vascos
UNA BREVE RELACIÓN DE CANTEROS VASCOS O A LA BÚSQUEDA DE LOS AUTORES DE LA IGLESIA FRANCISCANA DE NUESTRA SEÑORA DE GRACIA DE SAN CLEMENTE
sábado, 17 de diciembre de 2022
Martín Sánchez de Lequerica y su hermano Juan, hidalgos de El Provencio
La pretensión de los hermanos Lequerica, vecinos de El Provencio, por obtener su hidalguía comenzó en enero de 1544, pero no obtendrían ejecutoria de hidalguía hasta quince años después.
Los hermanos Martín y Juan Sánchez de Urneta habían nacido en Mota de Cuervo y eran hijos de Machín de Lequerica. Otros descendientes era Amador y dos hijas más. El padre había llegado a Mota de Cuervo hacía cuarenta años, es decir, con el comienzo del siglo, hacia 1508 o 1509, para "labrar de cantería en una capilla que se fazía a la sazón en la dicha villa de La Mota". En Mota casó con una vecina llamada Francisca Martínez la Zarca.
Machín de Lequerica permaneció desde su llegada a Mota diez años mancebo, veinte años casado en Mota del Cuervo y luego marchó a San Clemente. En Mota del Cuervo tuvo cierto reconocimiento como regidor y alguacil dos años.
Mota del Cuervo era lugar de asentamiento de canteros. Hemos hablado de Pedro López de Chavarrieta y los canteros procedentes del valle de Ispaster. La casa de Urneta (actual Urnieta) era dependiente del lugar de Lequerica, donde había ocho casas solariegas más e incluida en la anteiglesia de Nava Ruiz (hoy Nabarniz), salieron varios maestros canteros hacia la Mancha de Aragón. En Mota del Cuervo se asentó Machín de Lequerica (o Martín Sanchez de Urneta) y un primo de Fernando Uribarri. Este Fernando de Uribarri había ido hasta Mota del Cuervo, hacia 1510, para visitar a un primo suyo que vivía allí, y que coincidió en el tiempo con Machín de Lequerica*.Machín Lequerica, como hemos dicho, sabemos que labró piedra tanto en Mota del Cuervo como en San Clemente, donde moriría, tal vez en la década de 1520 o en la década de 1530, ¿tal vez en el ejercicio de su oficio en Santa María de Gracia?. Otras de las casas solariegas de Lequerica era la de los Arteaga, de donde salió hacia Calahorra Juan de Arteaga a labrar la piedra y la de los Zabala, de donde salió el maestro cantero Pedro de Zabala, que fue a ejercer el oficio en Vélez, donde era conocido por Veléndez, y los últimos de los que tenemos datos son los hermanos canteros, Oma (aunque los testigos de la época integran la casa de Oma en la anteiglesia de Cortezubi), Pedro y Martín, el primero actúa en San Clemente y el segundo en Belmonte.
En cualquier casa hubo lo que hoy llamaríamos un efecto llamada o de contagio; a la salida de los primeros canteros siguieron los de sus vecinos. Así lo demuestra la proximidad de las anteiglesias de Nabarniz, Kortezubi e Ispaster. Tal vez los más primeros que salieran de tierras vascas, fueron los Oma. Nuestra hipótesis es que perfeccionaron su formación de canteros en la catedral de Burgos (en fin, todo es cuestión e datar un documento, que solo conozco por la comunicación de una técnica de archivo, pero que creo que es anterior cien años a lo que se me dice, pues hablamos de una copia posterior). Los Oma, como tantos otros, participarían en la fase final de la guerra de Granada, como soldados, y acabada la guerra, en 1492, los vemos en esa década obrando en la iglesia de Jumilla, para pasar a tierras de Alarcón posteriormente y asentarse, en el caso de Pedro, en San Clemente.
Una segunda ola se produce hacia 1508, posiblemente coincidiendo con el cataclismo y desestructuración de la peste de ese año, que coincidiría con la llegada a Mota del Cuervo de varios canteros desde las feligresías de Ispaster, los Chavarrieta, y Nabarniz, los Urneta de Lequerica y los Uribarri también de Lequerica, que probablemente se trasladaran luego a Granada a trabajar con Siloé. En relación con este segundo momento, vemos la llegada a la Mancha de la familia Albiz (Pedro de Albiz de la mano de su tío Juan, que no hermano), que trabajan en Alarcón y La Roda, antes de asentarse en Cuenca, dada la proximidad a Ispaster y Nabarniz, de Mendata y la casa de Albiz, en la merindad de Busturia. También de esta zona viene otra saga de canteros que interviene en el sur de Cuenca desde comienzos de siglo: son los Legarra, que llegaron por estas fechas con Sancho de Legarra (posiblemente sea su hijo el que nos aparece mediado el siglo obrando en la iglesia de Santiago de San Clemente), que venía acompañado de un hijo de Juan Ruiz de Guizaburuaga; ambos eran procedentes de Aulestia. Las poblaciones de esta comarca estaban sometidas al fuero de Busturia, a la justicia del alcalde de Garnica y participaban en las Juntas Generales de Vizcaya.
Una tercera ola de canteros llega desde el valle de Errezil (o Regil o Arregil), algo más distante del núcleo anterior, contemporánea a la segunda. El primero que llega es Domingo de Arregil, que había perfeccionado el oficio en tierras de Navarra y Logroño. Domingo había llegado con Juan de Iraola y habían labrado la piedra en Barchín del Hoyo. Serían el reclamo para la llegada de otros canteros que luego adquieren notoriedad en otros lugares de Cuenca como maese Hereceta, el más conocido Pedro de Loyde o Loidi y los hijos de los citados Arregil o Iraola.
Machín de Lequerica era hijo de Martín Sánchez de Urneta y nieto de otro Martín del mismo nombre, procedente de la casa de Horrubia.
La sentencia de hidalguía de Martín y Juan es de 25 de noviembre de 1546, confirmada en grado de revista el seis de septiembre de 1558. La ejecutoria es de 29 de julio de 1559.
ACHGR, HIDALGUÍAS, SIG. ANT. 301-29-7
Testigos de Miguel García de Martín Alonso, vecino de Mota de Cuervo
Miguel Zarco, vecino de Mota del Cuervo, 56 años
Alonso de Illescas, vecino de Mota del Cuervo, 76 años
Alonso Sánchez de Manjavacas, vecino de Mota de Cuervo, 62 años.
Juan de Cetoquiz, vecino de la anteiglesia de San Juan de Murelaga, hombre hidalgo. 75 años
Fernando de Uribarri, vecino de la anteiglesia de Nava Ruiz, 75 años
Martín de Aldecoa, vecino de la feligresía de Nava Ruiz. 72 años
Domingo Andía de Guiarburnaga, de la anteiglesia de San Juan de Murelaga, 70 años
Juan Ortiz de Sologuren, de la anteiglesia de San Juan de Murelaga, 66 años
Ochoa López de Aulestia, de la anteiglesia de San Juan de Murelaga,
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El único maestro cantero que hemos localizado con el apellido Uribarri es Sancho Huribarri que labra piezas para la catedral de Granada en 1531
ZURI, Juan: Maestro de cantería activo en La Mancha, durante la segunda mitad del siglo XVI. En 1587 se le documenta la torre del Ayuntamiento de San Clemente, Cuenca, que es terminada en 1592 (Torrente, p. 7). Al año siguiente se encarga del edificio de la cárcel. En 1598 realiza su portada (lb., p. 334). Otro vizcaino, Domingo Zalbide, estuvo también ocupado en la obra del Ayuntamiento (véase), y otros vascos, un •Vizcaino• y el maestro Bias de Legarra estuvieron vinculados a la iglesia de Santiago, de este mismo pueblo. No es imposible que Juan Zuri sea el maestro Juan de Zuridevieta (Juan Zuria de Ubieta), que en 1554 - 55 colabora en una cuadrilla de vizcainos: Gazaga, Sagarraga, Urtiaga, en la obra de San Juan de Albacete (Mateas y Sotos, p. 77)
sábado, 10 de diciembre de 2022
Juro a favor del monasterio de la Asunción (1609)
El convento de monjas de la Tercera Orden de San Francisco de la villa de San Clemente, bajo la advocación de la Asunción, fue construido gracias a las aportaciones de Isabel de Pedrola, pero su continuidad en el tiempo fue posible gracias a las dotes aportadas por las monjas, hijas de familias principales, y las rentas procedentes de la deuda pública del momento, los llamados juros, Este es un juro de 1565, que por venta llega al convento sanclementino en 1605. Otras rentas eran las procedentes de los heredamientos de Atalaya.