De las dichas informaciones consta que los dichos Pachecos trahen su origen y descendencia de Rodrigo Rodríguez de Avilés, natural de Quintanar de la Orden, y de su mujer Beatriz Hernández alias la Pachequita, hija de Juan Hernández y Beatriz Sánchez, ama que crió de leche a doña María Pacheco, hija de Juan Fernández Pacheco y de doña Inés Téllez de Meneses, señores de la villa de Velmonte, y porque la dicha Beatriz Hernández se criaua y estaua también con la dicha ama su madre en casa de los dichos señores la llamaban la Pachequita, la qual tubo del dicho Rodrigo Rodríguez Avilés su marido entre otros hijos a Rodrigo que después de muerto el dicho su padre se llamo Rodrigo Pacheco, tronco y origen de los dichos pachecos de la villa de San Clemente y otras partes y el primero que uso este apellido, y alguno de sus descendientes usaron juntamente el de Avilés, y parece que el dicho Rodrigo Rodríguez de Avilés fue comberso de judíos y hombre que andaua con arrendamiento de rentas y el dicho Rodrigo, el primero Pacheco, y doña Cathalina de Alarcón su muger tubieron por hijos entre otros a Juan y Diego Pacheco, alcayde de Velmonte, que casó con doña María del Castillo, hija de Hernando del Castillo, que llamaron el sauio alcayde de Alarcón, penitenciado por judaísmo en este Santo Oficio año de 1498. el qual fue hixo de Violante González relaxada por judía año de 1491. que fue muger de Alonso de Luz, vezino del Castillo de Garci Muñoz: y asímismo fueron penitenciados por este Santo Oficio, Diego del Castillo, hijo de Hernando del Castillo, y hermano de la dicha doña María del Castillo en el año 1519= Christoual Pacheco año de 1529= Rodrigo Pacheco en el dicho año de 1529= Fernán González Pacheco año de 1556= Don Francisco Pacheco año de 1561= Don Alonso Pacheco año de 1562= Don Juan Pacheco señor de Minaya año de 1544= y otro don Francisco Pacheco año de 1582; todos los quales Pacheco descienden del dicho Rodrigo, el primero que vio este apellido
En el proceso inquisitorial de 1529 contra Rodrigo y Cristóbal Pacheco por palabras heréticas, dos jurados conversos de Belmonte, Pedro de León y Alonso de Montoya, reconocían su parentesco con los anteriores. En el proceso de 1562 contra el regidor sanclementino Alonso Pacheco de Guzmán, las acusaciones procedían de su enemigo el regidor Sancho López de los Herreros, de cuarenta años, que le acusaba que de parte de madre es confeso y de parte de padre hay opiniones en ello. Entre los acusadores también estaba el regidor Francisco García (que ratificaba las afirmaciones del otro regidor) y Juan de Robres, escribano y antiguo alcalde de San Clemente, que decía descender él mismo de un tal Pedro Rodríguez, descendiente a su vez de Rodrigo Rodríguez de Avilés y vecino de Quintanar de la Orden hacia 1492, condenado por judaísmo. Aunque la Inquisición absolvió a Alonso Pacheco de las acusaciones que pesaban sobre él (observar los preceptos de la ley mosaica, comer carne los viernes y no levantarse durante la lectura de los Evangelios), el oprobio del proceso le obligó a abandonar San Clemente con destino Toledo, donde era regidor perpetuo. No olvidaría la villa de San Clemente y, para defender el recuerdo familiar, recuperó para el linaje Santiago de la Torre, que el antecesor Rodrigo Rodríguez de Avilés se había visto a obligado a vender para pagar su rescate a los moros, que lo habían apresado. El vacío que dejó en la villa, junto con la muerte de su esposa María del Castillo, sería ocupado por su hermano Juan Pacheco Guzmán y su cuñada Elvira Cimbrón.
Tales antecedentes en nada favorables para la familia Pacheco fueron sacados a la luz en 1709 con motivo de las informaciones de testigos de Rosa María Portillo Pacheco y Mendoza para el oficio que de la Inquisición pretendía su marido. Aunque la mujer del pretendiente ocupaba un lugar lateral en la línea troncal de los Pacheco, la retahíla y recordatorio de procesos inquisitoriales contra los Pacheco eran preocupantes. Más lo era la desmitificación del origen del linaje que los señores de Minaya y sus parientes de San Clemente, Belmonte y el Pedernoso habían creado en torno a Rodrigo Rodríguez de Avilés, a su decir, hidalgo bajado de las montañas asturianas, no lejos del sagrado santuario de Covadonga, y descendiente de Juan de Ortega Avilés que ya había acompañado a Alfonso VIII en la conquista de las tierras de Cuenca. Ahora, a la luz de los papeles inquisitoriales, el antecesor, Rodrigo Rodríguez de Avilés, resultaba ser un converso, natural de Quintanar de la Orden y administrador de rentas, al servicio del señor de Belmonte, casado con la hija de la nodriza que amamantaba a María Pacheco, la hija legítima del señor de Belmonte Juan Fernández Pacheco. La nodriza llamada Beatriz Sánchez, casada con un tal Juan Hernández había tenido una hija, Beatriz, origen de la saga familiar. Se rompía así la ligazón de los Rodríguez Avilés con los Pacheco, que radicaba en la reivindicación por los señores de Minaya de una vástaga bastarda, cuyo hecho no se quería reconocer públicamente, pero tampoco se quería olvidar. Por eso a falta de conquistador bajado de las Asturias, siempre quedarían las dudas si Beatriz era hija bastarda del primer Pacheco, pues al fin y al cabo el mote de Pachequita podía bien corresponder a la amistad de la niña con la hija legítima, María Pacheco (la futura madre de Juan Pacheco, I Marqués de Villena) o bien a su parecido con su padre natural, como hija del señor de Belmonte y la nodriza. En cualquier caso, Rodrigo Rodríguez de Avilés debía ser lo bastante rico para poder comprar Santiago el Quebrado o al menos para pagar su pérdida a cambio de su libertad, si realmente estuvo preso a causa de su gesta de conquistar un castillo cerca de Lorca; hecho heroico que casa mal con un recaudador converso.
Por supuesto la genealogía que prevaleció fue la elaborada por los Pacheco y sus orígenes asturianos, reivindicando el apellido Avilés incluso frente al de Pacheco. Dicho de otro modo, la hidalguía asturiana, ocultando su verdadera procedencia de Quintanar de la Orden, del primer apellido frente a las dudas de bastardía del segundo. En la defensa de la línea oficial estaba la nobleza regional del sur de Cuenca, pero también otros emparentados con los Pacheco, por lo que les tocaba del apellido Avilés; tales eran los Adelantados de Murcia o los Ortega de San Clemente, futuros marqueses de Valdeguerrero.
AHN. INQUISICIÓN, 1391, Exp.5. Informaciones genealógicas de Andrés Cerdán de Landa, natural de Cuenca, pretendiente a oficial del Santo Oficio, y de su mujer, Rosa María Portillo Pacheco y Mendoza, natural de Picazo (Cuenca). 1709
* Mi agradecimiento a Juana de Toledo Algarra, por facilitarme el conocimiento de este documento