El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

domingo, 2 de febrero de 2025

Villarrobledo (1623)

 Villarrobledo recibió el año 1623 como una villa agotada. La vieja soberbia nacida del privilegio de exención jurisdiccional de San Clemente había dejado el paso a la complacencia con el corregidor Francisco Zúñiga, que visitaba la villa para tomar residencia a los oficios concejiles y al que se procuraba adornar y aderezar la casa donde debía posar. El corregidor iba, además, con un cometido especial: tomar las cuentas de los últimos diez años y revisar las de los diez anteriores. Una auditoría para saber qué había de causalidad en las inclemencias meteorológicas y qué de malversación de los caudales y graneros públicos. La llegada del corregidor se anuncia el nueve de enero, el veintidós de febrero sigue presente en Villarrobledo entre protestas de las villa, muy molesta, pues el corregidor se acompaña de un fiscal "forastero", iniciando numerosas causas ejecutivas y criminales, derivadas de la administración de los propios y del pósito. Las actuaciones del corregidor seguirán el nueve de junio. El problema de Villarrobledo es que había intentado convertirse en una gran villa, como mostraba el ensanche y nuevo urbanismo de su plaza, en un momento de crisis generalizada y de corrupción en el gobierno de la villa. Quizás, la visión optimista y engañosa en la que se quería vivir era la misma con la que la monarquía se intentaba engañar: el 30 de marzo se recibe una cédula en la que el nuevo rey, que recibe al príncipe de Gales, manifiesta su voluntad de estrechar lazos de amistad con Inglaterra. Dos años después, los ingleses atacan Cádiz. Sabedora de los nuevos nubarrones que se avecinaban, el rey ordenaba potenciar de nuevo la cría de caballos, muy menguada por echarse las yeguas al garañón. De hecho, se decía que las yeguas habían pasado de cuatrocientas a treinta en estas tierras. El programa dispuesto recogía la necesidad de concentrar yeguas en la ciudad de Alcaraz para echarlas al semental y controlar el preñado de las yeguas, pero también otras como revivir viejas obligaciones del fuero de Alcaraz, que imponía a los caballeros de sierra el mantenimiento de armas y dotarse de caballos para su oficio al menos nueve meses al año.

La importancia que había tenido Villarrobledo vendrá expresada por los procuradores villarrobletanos enviados a la corte, para defender los intereses de una villa arruinada:

porque la granxería principal de los dichos vecinos es la siembra de todo xénero de pan, que algunos años se an recogido de diezmos sesenta mill anegas, ordinariamente se suelen proveer de la dicha villa los Reinos de Murcia y Cuenca y en algunas ocasiones a proveido esta corte de más de veinte mill anegas de trigo 

La crisis agraria de Villarrobledo iba acompañada de crisis ganadera. Las quejas de los "grandes señores de ganados", como Juan Sánchez Munera o Alonso Ortiz, denunciaban la falta de espacios para ramonear el ganado. La causa del declinar del ganado se quería ver en la falta de pasto en el invierno, definidos como "rigor de los tiempos y grandes nieves". La solución dada era la facilidad para cortar ramas de los montes, siempre que no se tocaran los pies de los árboles.

Poco a poco, vamos conociendo sobre el terreno lo que se ha denominado la "pequeña edad de hielo". Un cambio del clima iniciado en la segunda mitad del siglo XVI y que se nos presenta como años de enorme sequía y esterilidad en las estaciones equinocciales, que debían ser de lluvias, acompañadas de inviernos muy fríos y tremendamente rigurosos.

Sin embargo, el año 1623, para el mes de mayo, ya esperaba una buena cosecha. De hecho, aunque se hacía uso de dos mil fanegas del trigo de pósito para pobres, como se había hecho uso del trigo del pósito mayor antes, se confiaba en un abaratamiento del trigo y del pan tras la cosecha venidera. Esta vez, el ayuntamiento villarrobletano protestará contra el corregidor de San Clemente, cuyas acciones ejecutivas contra los deudores, se decía, estaba dejando a los agricultores sin trigo para sembrar. Además, el corregidor exigirá su salario, 8290 mrs. a pagar en cada uno de los tres tercios anuales.

El principal agobio para Villarrobledo era el censo tomado de don Pablo de la Peña Carbajal, vecino de Toledo. Un total de 25000 ducados de principal, que la villa ya llevaba pagando 56 años; la finalidad era ampliar el término y jurisdicción de la villa. El año 1623, se le debían 30000 reales de réditos. El pago del censo había sido repartido entre las casas de los vecinos, pero ahora, respecto a ese reparto, que hemos de considerar del año 1567, faltaban ochocientos vecinos, si bien hemos de entender por tal concepto no el de familias, sino el de casas desaparecidas por la muerte o ausencia de sus dueños (es la primera vez que se nos da una cifra tan exacta, con fecha 25 de septiembre de 1623); hemos de considerar que ese año de 1567, Villarrobledo se movía entre los alrededor de los 1100 vecinos del censo del Escorial y los cerca de 1700 del censo de 1591, probablemente más cercana a esta última cifra, pero en cualquier caso, reflejando el cataclismo de la crisis de la década de 1610 a 1620 y la pérdida de población. Para comprender la presión fiscal que soportaban los vecinos, habría que tener en cuenta los censos tomados anteriormente, los veintidós mil ducados de la exención jurisdiccional de San Clemente, más otros menores que elevaban las deudas por préstamos a la villa a cerca de 55000 ducados, descontados los 4000 que había redimido unos años antes. Se puede decir que Villarrobledo murió de éxito, presa de la confianza que tenía en los excedentes de su trigo para pagar cualquier préstamo, pero no previó el cataclismo de la crisis de la década de 1610.

El año 1623 se acabará intentando racionalizar el gobierno de la villa, de los treinta y ocho regidores existentes se consumirán veinticinco para quedar trece nada más. Al mismo tiempo se crearán dos oficios de comisarios de millones. Las escribanías se reducirán a una del ayuntamiento y tres públicas entre quejas del ayuntamiento.

Las obligaciones contraídas por la villa venían recogidas así en su ayuntamiento de 6 diciembre de 1623, cuando se exigen nuevas contribuciones por el consumo de oficios concejiles:

aber servido esta villa a las magestades de los señores reyes antecesores con muchas cantidades de mrs. por merzedes que le an hecho e previlegios que le an dado y en espezial con veynte e quatro mill ducados por el villazgo y ampliación de su jurisdición que de presente está cargada y tiene a censo la mayor parte y no a por propios ni rentas bastantes para las paga de los réditos, que de presente debe de ellos más de treynta y ocho mill reales y por el título que se le dio de la escribanía pública y del ayuntamiento sirve con siete mill ducados que ansimesmo tomó a censo e que está la renta dellas para pagar los tributos de los censos que se tomaron para la dicha paga y ansimesmo por aber servido con veynte dos mill ducados por la merzed que se le hiço de dalles su primera instancia y otros más de tres mill ducados de costas y por los que se le causaren en el pleito con la contradición de la villa de San Clemente, los que dice ansimesmo tomó a censo y por aber ansimesmo servido con otros veinte mil (?) ducados por el título que se concedió de las rentas de la correduría y la almotacenía que ansimesmo tomó a censo, que de los adbitrios para la paga de lo uno y de lo otro se le dio no puede pagar los corridos de los dichos censos quanto más allegar por lo principal de manera que está muy alcançada y muy menesterosa y aunque de la hacienda del rey nuestro señor se le deben de principal veinte y siete mill reales con que socorrió a la compañía de hombres de armas del capitán don Gaspar de Guevara que aloxó su gente en esta villa los años años pasados

La hacienda real intentaba poner orden en unas haciendas municipales en bancarrota. Para finales de diciembre de 1623, el alcalde mayor del corregimiento, desde La Alberca, pide un informe de las tierras "rompidas" o adehesadas en los últimos cuarenta años.


 La iglesia de Lerma es beneficiaria de 800 ducados del beneficio curado de la iglesia de Villarrobledo.

Crianza de potros:

todos los señores de yeguas sean obligados a sacar de sus yeguas todos los potros que en ellas tuvieren que vayan para dos años y de aí arriba y en fin de febrero de cada un años tengan  traídos a las dehesas de los potros de suso que esta ciudad tiene de muy antiguo señalada para este efecto donde ayan de estar y estén los dichos potros sin volverlos a las dichas yeguas hasta en fin de mes de agosto porque se escusase el daño que suele suceder de cubrir los potros a las dichas yeguas de que la casta se daña y los potros quedan ruines y pequeños. 

La ordenanza aconsejará, finalmente, tener separados a los potros de las yeguas hasta San Lucas.


(ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO DE 1623)

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