Los primeros ayuntamientos del año 1595 contaron con la presencia del corregidor Fernando del Prado o del alcalde mayor Francisco Pimentel de Prado. El primero de ellos pidió su salario anual: 7890 maravedíes correspondientes a la parte de Villarrobledo. La intervención de los corregidores en los ayuntamientos de estos primeros años del corregimiento es constante. Melchor Pérez de Torres, que había sido corregidor en los últimos años de la década de 1580 había ordenado la celebración de ayuntamientos ordinarios todos los lunes. La presencia del corregidor, que vemos alargada en el mes de marzo, era especialmente odiada, por su intromisión en asuntos de granos. Este mes de marzo se inician acciones contra Andrés de Losa que adeuda 1500 fanegas de trigo al pósito, que ha adelantado a los panaderos anteriormente y ahora no ha devuelto.
Ser corregidor, a veces no era un premio. Fernando de Tuéjar tenía su hacienda y casas en tierras leonesas; más allá del carácter temporal de su oficio, decidió poner orden a su hacienda y traer y mudar su casa a estas tierras, el traslado de cien leguas acá en medio de lluvias y enfermedades supuso un coste adicional que tuvieron que soportar las villa en medio de protestas. El coste para las 17 villas del corregimiento fue de 200000 maravedíes adicionales a los 198000 mrs. anuales del salario del corregidor. Los roces con el corregidor llegaron a su paroxismo la noche del uno de mayo, cuando el alguacil del partido Tomás de Córdoba fue herido por el villarrobletano Diego Lozano Millan. Dos alguaciles del partido y un escribano se personaron en Villarrobledo para apresar al agresor entre protestas de la justicia de Villarrobledo y la defensa de su primera instancia. Para finales del mayo el que se llevan preso a la cárcel de San Clemente es al alcalde Juan Rosillo, para tiempo se dirá, por lo que se nombra nuevo alcalde.
Gastos y más gastos. Los pleitos que ahora comenzaban a ser numerosos, por el uso de las dehesas (a falta de los que estaban por venir relacionados con los préstamos que tomará la villa) supondrán nuevos gastos de solicitadores y procuradores. Así, el solicitador Blas Ortiz de Vargas tendrá un salario asignado de cien ducados.
Los deseos de embellecer las villas llegaban a Villarrobledo, acometiéndose el derribo del mesón de Andrés Mexía para facilitar el ensanchamiento de la plaza. En total, el mesón se tasó en nueve mil reales. Junto al ensanche de la plaza, estaban en obras las casas del cabildo, pósito y carnicerías (y la iglesia de San Blas).Es de destacar, que en el mandato del corregidor Fernando del Prado se iniciaron diversas obras públicas para embellecer los espacios públicos. A él se le debe también la cárcel de San Clemente y la actual torre del edificio del ayuntamiento sanclementino.
El 24 de abril se informa de la presencia de dos compañías de infantería en el pueblo y en días anteriores a cargo de los capitanes Juan de Vargas y Alcebo. La villa proveerá de algunos carros para los bagajes camino de Minaya. Aunque el principal problema con los soldados venía del alojamiento, que se dirá que ahora a diferencia de antaño es injusto: pasan y se alojan en esta villa muchos soldados y para hazer el alojamiento se gasta mucho tiempo respecto de no estar hecho como se solía antes de agora, de que se a seguido y siguen muchos daños. Se mandará confeccionar una lista y memorial de vecinos para alojamientos de soldados, incluidos los que pueden alojar capitanes, alféreces y sargentos, para evitar que los vecinos tengan que alojar soldados dos veces seguidas.
Ese año de 1595 es año de abundancia. De hecho, el pósito tiene 7000 fanegas de trigo que no se gastan. Pero también se denuncia por el regidor Diego de Vargas la intromisión del corregidor y sus alguaciles para ejecutar las deudas al pósito. Según el regidor Diego de Vargas, en declaración de 8 de mayo, los paganos eran los labradores pobres, incapaces de devolver el trigo prestado para sembrar y por el que debían pagar además una multa de un real por fanega. Si el año es bueno para la agricultura, no ocurre tanto para los ganados, al menos de carácter local, pues se informa el 30 de mayo del agotamiento del agua de los cuatro o cinco lavajos. Para finales de septiembre, próxima la siembra, se nos dice que la cosecha del año ha sido poca o flaca, por lo que los labradores no tienen grano para sembrar, se pide se saque del pósito que tiene catorce mil fanegas. No obstante, en la villa, no se espera necesidad. El pósito ha arreglado sus cuentas con el censo anterior tomado a un vecino de Cuenca, Luis de Molina.
A pesar de la crisis grave de 1584 y malas cosechas alternas de algunos años. Villarrobledo era un lugar agradable para vivir y en el pueblo se asentaban personas sin avecindarse: que a esta villa se a venido y viven en ella muchos vecinos de los pueblos comarcanos los quales gozan como los demás vecinos sin averse avezindado y averseles repartido cosa alguna para la jurisdición como a los demás vecinos.
EL 4 de diciembre de 1595 se comunica al ayuntamiento de que Diego Muñoz de la Calera ha sido nombrado escribano de comisiones del partido
Firma de Fernando de Prado, corregidor de San Clemente
ACTAS DE VILLARROBLEDO (1595)
No comments:
Post a Comment