Molino de la Hocecilla
En 1473, Francisco de Mendoza, vecino de San Clemente, por sí y en nombre de Mencía López de Mendoza su tía y de Catalina del Busto su mujer venden al comendador Martín de Alarcón, comendador de Mérida, una parada de molinos en la ribera del Júcar llamada de Hocecilla con una heredad de casas. viñas y tierras por 360000 maravedíes. Los mencionados fueron incapaces de pagar las alcabalas de la operación de venta por lo que se les embarga una dehesa de su propiedad la de Galapagar, que luego pasará al alcaide de Alarcón Hernando del Castillo.
Estos Mendoza son los herederos de Hernán González del Castillo el de la Torre Vieja
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