En la villa de San Clemente, como en otras villas y ciudades, existían dos alcaldes de la hermandad elegidos anualmente, uno por el estado de los pecheros y otro por el estado de los hijosdalgo. Si bien la elección del alcalde pechero correspondía al concejo, el alcalde hijodalgo correspondía a un colegio de cuatro electores, compuesto por nobles, que se renovaba anualmente por los electores del año anterior. Las reuniones, a finales del siglo XVII, se celebraban en la capilla de Pallarés de la iglesia mayor de Santiago, anualmente se registraban los electores designados y alcalde de la hermandad elegido en un libro que se conservaba en un archivo propio dentro de la parroquia:
... a la iglesia del señor santiago a la capilla que llaman de pallarés junto a la pila del baptismo y en un quarto encima de dicha capilla de una alacena con su puerta embeuida en la pared de entre otros quadernos nos exiuió uno de elecciones de la bara de la hermandad por el estado de los hijosdalgo, foliado en 133 fojas escrito en papel sellado por testimonio de diferentes escribanos desde el año de 1637 asta de 1692...
El texto mencionado nos dice que Juan de Araque Buedo gozó de voto de elector para alcalde de la hermandad en la elección de 29 de septiembre de 1646, y además recibió el 10 de octubre una llave del archivo. El año siguiente nos aparece como uno de los cuatro electores.
La elección en la capilla de Pallarés no contaría con más de un cuarto de siglo, previamente la elección, desde hacía más de cien años, se celebraba en la capilla de San Antón de la misma iglesia, aneja al mayorazgo fundado por don Gregorio Valenzuela.
En la villa de San Clemente día de San Miguel de setiembre que quenta veinte y nueve del dho mes
del año de mill y seisçientos y treinta y nueve de la Yglesia Mayor de Santiago en la capilla que dexo
anexa a su mayorazgo don Gregorio Valenzuela, se juntaron como lo tienen de costumbre a elexir y
nombrar alcalde de la santa hermandad del estado de hijosdalgo hasta el año que cumplirá por San
Miguel de setiembre de venidero de mill y seiscientos quarenta y cavalleros electores para elexir y
nombrar otro tal alcalde para el año luego siguiente
Sobre dónde se deberían celebrar las juntas de electores, capilla de Pallarés o San Antón, hay un sonado pleito entre Alonso Sanz de los Herreros y Francisco de Astudillo, que se conserva en el Archivo Histórico Nacional y correspondiente al año 1672 (AHN.CONSEJOS, Leg. 26433, Exp. 17) .
Por el expediente de ingreso en la Orden de Santiago de Francisco de Astudillo Villamediana, tesorero de rentas reales del marquesado de Villena, conocemos las elecciones de 1639 y 1640. El 29 de septiembre de 1639, Francisco de Astudillo, consiguió hacerse con uno de los votos. Las reuniones para la elección eran en la capilla de San Antón de la Iglesia Mayor de Santiago. Conservamos las elecciones de 1639 y 1640, donde había un equilibrio de fuerzas entre dos bandos, que se rompe definitivamente en 1640 con intervención del corregidor. Reproducimos las elecciones de ambos años.
Elecciones para alcalde de la hermandad de los hidalgos de 29 de septiembre 1639
ELECTORES........................................ VOTO PARA ALCALDE DE LA HERMANDAD, AÑO 1640 (29 de septiembre de 1639)
D. Fernando Pacheco........................... D. José Pedro Rosillo
D. Julián de los Herreros...................... D. José Pedro Rosillo
D. Pedro González de Tébar................. D. José Pedro Rosillo
D. Juan de Araque Montoya................. D. José Pedro Rosillo
ELECTORES........................................VOTO PARA ELECTORES, AÑO 1640
D. Fernando Pacheco............................ D. Andrés de los Herreros
D. Julián de los Herreros....................... D. Pedro de Montoya Vizcarra
D. Pedro González de Tébar................. D. Francisco de Astudillo Villamediana
D. Juan de Araque Montoya .................D. Sebastián Moreno Palacios
Elecciones para alcalde de la hermandad de los hidalgos de 29 de septiembre de 1640
ELECTORES..................................... VOTO PARA ALCALDE DE LA HERMANDAD, AÑO 1641 (29 de septiembre de 1640)
D. Sebastián Moreno Palacios............................... D. Manuel Fernando Piñán
D. Julián de los Herreros........................................ D. Juan de Buedo
D. Francisco de Astudillo Villamediana.................D. Manuel Fernando Piñán
D. Pedro Montoya Vizcarra................................... D. Juan de Buedo
ELECTORES................................... VOTO PARA ELECTORES, AÑO 1641
D. Sebastián Moreno Palacios............................... D. Fernando Araque Ángel
D. Julián de los Herreros....................................... D. Alonso de los Herreros, hijo de Francisco de los
Herreros, del Consejo de Guerra
D. Francisco de Astudillo Villamediana............... D. Francisco de Alarcón Fajardo
D. Pedro Montoya Vizcarra.................................. D. Juan Pacheco Guzmán, caballero de la orden
de Alcántara.
Las elecciones de 1639, tienen su importancia porque suponen la irrupción en el estado de los hijosdalgo de un advenedizo, Francisco de Astudillo Villamediana, sobre el que pesaban graves acusaciones de ascendencia judaica. Su aparición debió chocar con el control del colegio de electores por familias como los Herrero o los Pacheco, pero sobre todo avivaría los odios de otras como los Rosillo y apartaría del oficio de alcalde de la hermandad a Juan de Buedo. Curiosamente, en este último caso, quien decidirá el voto a favor del otro candidato, Manuel Fernando Piñán, también de ascendencia conversa, sería el corregidor Antonio Sevillano Ordóñez. En su nombramiento había sido determinante el voto de Sebastián Moreno Palacios, con quien Manuel Fernando Piñán compartía la administración de los bienes de su padre, Pedro Piñán Castillo, por esta época con graves problemas financieros. Para 29 de septiembre de 1641 el elegido como alcalde sería Diego de Alarcón Fajardo, hermano de Francisco, nombrado elector por el mencionado Astudillo. Los Araque se pondrán del lado también de Astudillo, aunque en 1646 el elector era don Juan de Araque Buedo, cuya madre era Inés de Buedo.
De la declaración de testigos del expediente de limpieza de Astudillo deducimos que en la elección de 29 de septiembre de 1639 hubo sobornos y compra de votos de los electores, y con seguridad el suyo, y que las desavenencias de ese año quedaron ocultas de cara al año posterior. Llegado 1640, el conflicto estalló claramente a la hora de elegir el alcalde de la hermandad. La victoria de Manuel Fernando Piñán sólo fue posible, como se ha mencionado, por la intervención del corregidor Antonio Sevillano Ordóñez, en detrimento del otro elegible, Juan de Buedo. A regañadientes y entre protestas el anterior alcalde, Pedro Rosillo, debió entregar la vara de alcalde de la hermandad a su sucesor.
Opinamos que la elección reflejaba la lucha de poder en el seno del ayuntamiento y las intromisiones del poder central. Tanto el corregidor como Astudillo eran por estos años los principales valedores de la política centralizadora de Olivares y sus consiguientes exigencias fiscales y militares, que chocaban con una oligarquía local que hasta ahora se había beneficiado de esas decisiones políticas, pero ahora por la sangría de hombres e impuestos veía como se desestructuraba la sociedad san clementina, incapaz de hacer frente a las deudas de los prestamistas de censos como González Galindo o Piñán Castillo, y cuyos vecinos eran víctimas de pleitos ejecutivos por el impago de las sisas y de los subarrendamientos de los propios, dehesas y pinares, a los arrendadores principales. Uno de los Buedo, Martín Alfonso, ganadero principal de la villa, era uno de ellos. En 1641, el dinero del pósito era destinado a los gastos de la conducción de soldados y faltaba pan para los vecinos. Las tensiones habían llevado a Astudillo en 1640 a meter en la cárcel a los regidores del ayuntamiento por impago de las alcabalas de la villa, acuciado en su cobro para el pago de los propietarios de juros y asentistas, que pronto exigirían con consecuencias funestas para el tesorero. Pero de momento, Astudillo, que como tesorero tenía el dinero que necesitaba la corona, vivía en la cima de su ascenso social y era el enemigo declarado de las élites locales. Junto con el corregidor Antonio Sevillano Ordóñez, asumió el papel de benefactor del pueblo, creándose una zona de recreo y distracción para los sanclementinos en la Celadilla, aprovechando la alameda plantada veinte años antes. Una iniciativa ilustrada que fue respondida de modo salvaje por sus enemigos con la destrucción de los árboles plantados y bancos construidos para el ocio de los sanclementinos.
AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO, Exp. 2798.
Francisco de Astudillo Villamediana. 1641
AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 8425.
Diego de Valdés y Araque. 1692