EL convento de Nuestra Señora de Gracia o de San Francisco de la villa de San Clemente era el lugar de enterramiento de familias principales del pueblo. Entre ellas, destacaba la capilla de San Juan, lugar de enterramiento de la familia Origüela, una familia judía, que contaba entre sus miembros con veinte penitenciados por la Inquisición (uno de ellos, Luis Sanchez de Origüela, quemado, por decir que las imágenes de la Semana Santa eran simples trozos de madera. Aquí, presentamos un extracto del testamento de un miembro de la familia, el licenciado Pedro Galindo, que menciona la fundación de la capilla de San Juan por la familia
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