Fernando de Alarcón, marqués de la Valsiciliana, obtuvo del
papado licencia para construir una capilla en la iglesia de Palomares, para
sustentar el culto y capellanes de esta fundación el papado había dado letras y
bulas apostólicas a favor de Fernando de Alarcón para obtener beneficios
eclesiásticos para sostener económicamente la capellanía; en virtud de esas
letras, Martín de Guadalajara, arcediano de Talavera, había dado una prestamera a dicho marqués sobre las rentas
eclesiásticas de Las Pedroñeras. Sobre las rentas eclesiásticas de Las Pedroñeras decía tener derechos también
Antonio Ramírez de Haro, arcediano de Huete, maestro de requesta de la
cristianísima reina de Francia y abad de Arbas, poseedor de una prestamera
vacante por muerte de Gonzalo Pérez, clérigo de la diócesis de Málaga.
La prestamera a favor de Hernando del Alarcón dada por los
alcaldes de Pedroñeras se había suspendido por la intervención de la justicia
del obispado: el canónigo García de Villarreal había dado ciertos mandamientos
en favor del colegio de Santiago de Salamanca de dicha prestamera. Es el caso
es que el Consejo Real por provisión de 16 de diciembre de 1532 pidió que la
justicia eclesiástica se inhibiera y el brazo secular, léase los alcaldes
ordinarios de Las Pedroñeras, hicieran efectiva la posesión de la prestamera en
favor de Hernando de Alarcón.
AGS. CRC. Leg. 305/5
Alcaldes ordinarios de las Pedroñeras en 1532
·
Pedro Gómez y Mateo Sánchez Coronado
Bula a favor de Hernando de Alarcón
No hay comentarios:
Publicar un comentario