El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

Imagen del poder municipal
EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

viernes, 15 de enero de 2016

Bancos de nogal para los regidores sanclementinos (1629)

La villa y la sociedad de San Clemente hacia el final de la década de 1620 estaba orgullosa de sí misma; lo manifestaba en sus fiestas, representaciones y espectáculos públicos, pero también en el decoro y la simbología y manifestaciones del poder de cara al exterior de su patriciado. Un ejemplo es la dotación de bancos nuevos para el ayuntamiento.
Acompañamos una relación de los regidores firmantes en ese año de 1629: destaca el apabullante número de regidores y poder de los Ortega (y su pariente García Monteagudo); los que habían accedido al poder desde el servicio de oficios públicos, escribanías: Miguel Sevillano o Bartolomé Celada; las viejas familias de los Pacheco, Castillo Inestrosa, Valenzuela o Perona, y otras familias cuyo recorrido en la vida política local se vería truncado


decimos los caballeros rregidores que aquí firmamos que por quanto esta villa tiene acordado se hagan bancos de nogal colchados de baqueta de moscobia con fluecos de seda y clavaçón dorada para asientos en el dicho ayuntamiento e rrespecto de que de presente no tiene propios con que acer este gasto lo supliremos de presente e pagaremos de nuestros bienes con rreserba de cobrarlos de los dichos propios, en aquéllos que están liberados= y así nos obligamos de pagar cada uno prorrata lo que tocare conforme a la quenta que dello diere el señor francisco de la cámara a quien está cometido, lo qual se entienda a de ser a costa de todos los caballeros rregidores deste ayuntamiento que lo an de firmar e no de otra manera= fecha en san clemente a doce de mayo de mill e seyscientos e veinte e nuebe años entre quienes en aquellos que están declarados e no de otra manera

                por mí y por mi hijo, miguel lópez de perona                      don francisco serrano

                                                           francisco martínez de perona     

                            don rrodrigo de ortega por mi padre y tal don rrodrigo de ortega    

                      don pedro pacheco                                          christóual garcía Monteagudo

                      diego lópez de iranço      garcía de haro y Andújar    licenciado tribaldos

pedro gonçaléz de tébar llanos        por mí el licenciado francisco gómez, Bartolomé de celada

                     Miguel sevillano                                                juan de ortega merchante

                                  sebastián moreno                                          don alonso valenzuela       

diego deredia                              francisco de la cámara               philipe rruiz

don diego de ortega                  don miguel de ortega              pedro rruiz ángel           

don diego del castillo ynistrosa                                                     pedro díaz de cantos  



AMSC. AYUNTAMIENTO. Leg. 50/6. Obligación de los regidores de San Clemente para el pago de bancos de nogal. 1629                        


jueves, 14 de enero de 2016

Fe de vida de don Francisco Pacheco de Guzmán, año 1604

Presentamos como curiosidad una fe de vida de 1604, requisito previo a la renuncia por don Francisco de Pacheco el mayor del oficio de regidor de la villa de San Clemente en favor de Diego de Agüero y Melchor García de Jaén.

Francisco Pacheco reconocía hacia 1586, en el juicio de residencia contra el alcalde Jaramillo, tener poco más de cincuenta años

Yo Christóual aguado muñoz scriuano del rrey nuestro señor publico de la uilla de san clemente doy fee que oy día de la fecha deste ques sauado a ora de las nueue de la mañana poco más o menos bi bibo a don françisco pacheco de guzmán el mayor vezino e rregidor desta dicha villa y hablé con él e me rrespondió a lo que le pregunté e para que dello conste de pedimento de diego de agüero vezino desta uilla di esta fee en san clemente en veinte días del mes de marzo de myll y seiszientos e quatro años
e fize my signo                                                   en testmonio (signo) de verdad
                               Christóual Aguado Muñoz (rúbrica)


AMSC. AYUNTAMIENTO, Leg. 29/13. Fe de vida de don Francisco Pacheco y Guzmán que acompaña a renuncia y traspaso del oficio de regidor. 1604

Alojamiento de soldados en la villa de San Clemente (1660)

La instauración de un nuevo impuesto, la llamada composición de milicias, fue librando a las villas del corregimiento de San Clemente del reclutamiento obligatorio de hombres que tenía lugar de forma crónica cada año desde la rebelión catalana de 1640. Pero la carga de alojamiento de soldados continuó; en este caso, es la compañía de caballos del capitán Juan Antonio Burón. El donativo  evidencia la obligatoriedad de una villa que soporta el salario de los hombres y la cebada para sustento de caballos de una compañía camino de Badajoz para una guerra, la de Portugal, que prolongará la agonía de los conflictos en los que se vio envuelta la monarquía hispánica y que, de guerras exteriores, habían de degenerado en guerras del interior. Desde la fecha de este documento, 1660, todavía quedarían ocho años para la finalización de la guerra portuguesa. La preparación del alojamiento corrió a cargo, como fiel ejecutor, del regidor Juan de Ortega García y como aposentador actuó Juan Farfán de Salazar.

Yo juan sevillano escribano del ayuntamiento de la villa de san clemente certifico y doy fee que en birtud de horden del señor bizconde de peñaparda, correjidor de la ziudad de cuenca, llegó a esta villa oy día de la fecha deste, a ora de las dos de la tarde poco más o menos la compañía de caballos del señor capitán don juan antonio burón= y en birtud de decreto de los señores corregidor y regimiento desta villa, el señor juan de ortega garcía, regidor perpetuo desta villa, que a el oficio de fiel executor este presente mes, quando llegó la dicha compañía tenía hecho el aloxamiento della conforme a las órdenes del dicho señor bizconde de peñaparda por ante mi el escribano= y ansimismo en birtud del dicho decreto estaba hecho librança para que amaro d e santiago depositario de los mrs. que esta villa ofreció de donatibo a su magestad para el exercito de badajoz entrgase al dicho señor capitán o a quien lo hordenare 169 ducados en dinero y 31 celemines y medio de cebada para el sueldo del dicho capitán oficiales y soldados de dicha compañía y la cebada para los caballos della, como parece del dicho decreto y libramiento a que me remito y para que conste de pedimento del dicho señor don juan de ortega garcía di el presente a siete de noviembre de 1660.

AMSC. AYUNTAMIENTO. Leg. 37/20. Testimonio de gastos de alojamiento de la compañía del capitán Juan Antonio Burón. 1660

miércoles, 13 de enero de 2016

Ventas de oficios concejiles en La Alberca del Záncara





El año 1582, se acrecentará un oficio de regidor en la villa de La Alberca de Zancara. Su comprador será Nofre Sanz de Valladolid. Nofre comprará el cargo de regidor por 75 ducados, aunque quien se obligue a pagarlo será Martín de Tafalla, deudor de aquél:

Sepan quantos esta carta de obligación  vieren como yo Martín de Tafalla rresidente en esta corte otorgo y conozco por esta carta y digo que por quanto Su Magestad ha hecho merçed a Nofre Sanz de Valladolid, vezino del Aluerca del Marquesado de Villena de darle título de rregidor acreçentado de la dicha villa que haziendo de deuda agena mía propria me obligo por mi persona y bienes muebles y rrayzes auidos y por hauer de dar y pagar a Su Magestad o al señor Juan Fernández Espinossa del su consejo de hazienda y su thessorero general o a quien su poder huuiere setenta y cinco ducados que montan veynte y ocho mil y çiento y veynte y çinco mrs.

(AGS. CÁMARA DE CASTILLA-OFICIOS, Leg. 1, s. fol.)

La siguiente venta de oficio es el de alguacil mayor de la mencionada villa de La Alberca, comprado por Felipe Berruga por 650 ducados en 1634. La venta se hace en el contexto de las necesidades financieras de la Corona por la guerra de Italia de unos años antes y la contribución de los donativos de los particulares. Aparte de las preeminencias que conllevaba el cargo, es reseñable las competencias compartidas con el corregidor de la villa de San Clemente y la partición entre ambos de las penas de ejecuciones y denuncias.

Don Felipe (IV) por la gracia de Dios, Rey de Castilla, ... Acatando la suficiencia de vos Felipe Berruga vecino de la villa de Aluerca y los seruicios que nos auéis hecho y esperamos que nos haréis y porque para las guerras de Italia y otras partes nos auéis seruido con seiscientos y cinquenta ducados pagados a ciertos plaços y entendiendo que así cumple a nuestro seruicio, y a la buena administración y execución de nuestra justicia, nuestra merced y voluntad es que agora y de aquí adelante para en toda vuestra vida seáis nuestro Alguazil mayor de la villa del Aluerca,

martes, 12 de enero de 2016

Vecindario de Hellín según el padrón de alcabalas de 1586

Padrón de calle hita de los veçinos que ay en la villa de hellín

La uilla de hellín veinte y tres días del mes de agosto de mill e quinientos e ochenta y seis años los ylustres señores gonçalo de monçón criado de su magestad y pablo piñero y alonso rrodríguez de uera alcaldes hordinarios en esta dicha uilla por su magestad por ante mí el scriuano començaron a hazer el padrón de los veçinos desta dicha uilla que por la rreal provisión se manda calle hita sin eçebtar ni rreseruar ningún vezino biudas y menores hijosdealgo ningunas otras personas eçebto los clérigos porque no contrata nynguno el qual dicho padrón se asentó y ubo en esta dicha villa de hellín los vezinos siguientes

  • la viuda de montenegro
  • su hermana
  • martín lópez tendero
  • la viuda de christóbal sánchez
  • la viuda de pedro del peral
  • la viuda de pedro díaz
  • françisco vizcaíno
  • hernando de çafra
  • antón matheo

lunes, 11 de enero de 2016

Memorial de Motilla del Palancar (1591)

                                                   muy poderoso señor

Juan de Vergara en nombre de la villa de la motilla del palancar digo que la dicha villa le están rrepartidos para el seruiçio y paga de los ocho millones con que el Reyno sirve a v. alª. seteçientos ducados en cada uno de los seis años en lo qual la dicha uilla esta muy agrauiada porque demás de ser de poca veçindad la mayor parte es gente muy pobre y neçesitados y ay muchas biudas  y demás desto no tiene propios ni rrentas ni otra granjería ninguna sino sólo su cosecha de pan y vino y ésta es muy poca rrespecto del poco término. Por tanto a v. alª. suplico la mande desagrauiar descargando la más de la mitad del dicho rrepartimiento que le está hecho y aún abajándosele abrán de cumplir con mucho trauajo y en ello rresçeuirán merçed

                     por Vergara                                  Nicolás Muñoz (rúbrica)


AGS. PATRONATO REAL. Leg. 83, doc. 80. Memorial de la villa de Motilla del Palancar sobre el servicio de 8 millones. 1591

domingo, 10 de enero de 2016

Noticias sobre los Araque de San Clemente

En dicha villa de San Clemente en siete días de dicho mes y año (junio de 1692) abiendo examinado los ocho testigos... cesar en el examen de testigos por aora y pasar a uer los libros de la parrochial de Santiago de esta villa en busca de don Andrés de Abilés y Moia teniente maior de dicha parrochial y abiendo allado en ella le pedimos nos manifestase los libros de baptismos velados y difuntos y luego nos entró en el archiuo de dicha yglesia que está a los pies de la yglesia y de un estante de entre otros libros nos exiuió uno de baptizado de a folio cubierto de pergamino foliado de 392 folios que la primera empieza qon quatro desde baptismo celebrada la tercera en 10 de julio de 1557 años y la última foja acaba con otra partida de baptismo celebrada en 22 días de diciembre de 92 y al folio 185 buelta ay una partida que lo que se le dice así por estar borrado el nombre

(al margen) fee de baptismo de don juan de araque abuelo materno del pretendiente en 27 de setiembre de 1588
Margen, Juan= en veinte y seis días del mes de setiembre (que según el guarismo de encima de la partida fue del año del 1588) bapticé yo francisco la serna un hijo de Juan de Araque y su mujer doña ynés (según lo que parece) fue su compadre de pila diego de caballón púsele por nombre Juan, testigos Martín de buedo y Alonso de Araque y lo firme= francisco de la serna

El libro de bautismo fue entregado por el teniente de cura a los pesquisidores del Consejo de Órdenes, que lo llevaron a dicho Consejo. Acusando recibo de la entrega, era normal su devolución al archivo originario. En este caso, las dudas venían por los borrones que la partida de bautismo presentaba. Hoy sabemos que este libro ha desaparecido del archivo parroquial, que sólo conserva registros desde 1687. Pero, no podemos pasar del estado de las conjeturas sobre la autenticidad de este libro, pues la informaciones que tenemos sobre estos libros son contradictorias. Cuando se buscó la partida de Antonio de Oma unos años antes en 1672, con motivo del expediente de su nieto Eugenio de Oma, el párroco de San Clemente alegó que este mismo libro, ¿o quizás el inmediatamente anterior?, había desaparecido por la inundación de 1600 del río Rus a su paso por el barrio de Roma y anegar la casa del teniente de cura que lo custodiaba. Por el expediente de pruebas del hábito de Santiago de don Francisco de los Herreros y López de 1666, sabemos que desaparecieron los libros de bautismos anteriores a 1572. (Testimonios encontrados más recientemente hablan del año 1589 como fecha de la avenida del río Rus)

(al margen) diligencias con los escribanos de la villa de San Clemente para buscar algunos ynstrumentos en quanto a la legitimación del abuelo materno del pretendiente)
en dicha villa de San Clemente en dicho día mes y año en continuazión de nuestras diligencias pasamos al oficio de pedro Sánchez y abiéndole allado en él requerimos como escribano real y del ayuntamiento de esta villa nos manifestase los protocolos y registros de su dicho oficio lo qual yço y abiendo visto sus papeles y escrituras y no abiendo allado los testamentos de Juan de Araque y doña Ynes de Buedo bisabuelos maternos del pretendiente le requerimos nos declarase si tenía noticia donde los toparíamos a que respondió no sauerlo ni noticia donde los allaría más que lo que podía acer era acompañarnos para uer otros oficios de escribanos y en asistencia suia vimos y registramos los oficios de Manuel Chicano, Phelipe Antonio, Joseph Pedro y Juan Muñoz y de Antonio de Ábalos, y no abiendo allado dichos testamentos ni otros ynstrumentos concernientes a mayor justificación de la legitimidad de don Juan de Araque abuelo materno del pretendiente en birtud de nuestra petición dada a don felix ortega alcalde de la hermandad requerimos a dicho Pedro Sánchez escribano público y del aiuntamiento y Alonso de ogea nos manifestasen los libros de elecciones de alcalde de la hermandad en quia ejecución dicho Pedro Sánchez de Villamayor nos llevó a la yglesia del señor Santiago a la capilla que llaman de pallarés junto a la pila del baptismo y en un quarto encima de dicha capilla de una alacena con su puerta embeuida en la pared de entre otros quadernos nos exiuió uno de elecciones de la bara de la hermandad por el estado de los hijosdalgo, foliado en 133 folios escrito en papel sellado por testimonio de diferentes escribanos desde el año de 1637 asta de 1692 y al folio 23

(al margen) don Juan de Araque Buedo abuelo materno del pretendiente elector para alcalde de la hermandad por el estado noble año 1646
se alla don Juan de Araque Buedo por elector de alcalde de la hermandad por el estado de los hijosdalgo

(al margen) eleto para una llabe del archibo el dicho como ijodalgo año de 1646
y a la buelta de dicho folio se alla la entrega de una llabe del archibo a dicho don Juan de Araque buedo, en 10 de octubre de 1646

(al margen) don Juan de Araque Buedo elector de alcalde de la hermandad por el estado noble año 1647
y en dicho libro al folio 26 se alla la elección de alcalde de la hermandad por el estado de hijosdalgo se alla el dicho don Juan de Araque Buedo como uno de los electores para dicha elección el año de 1647 el día 29 de setiembre

...pasamos en compañía de dichos escribanos de aiuntamento en birtud de nuestra petición a la villa presentada, a las casas del aiuntamiento que están en la plaza a uer los libros de dicho aiuntamiento  secreto que está en su sala de dichas casa(s) en un arca de tres llabes que dichos escribanos abrieron y de entre otros libros nos exiuieron uno qubierto de pergamino mal tratado escrito en papel de marca maior sin foliar de elecciones y aquerdos y al folio 68 contadas en una elección que se celebró en 29 de setiembre de 1587
(al margen) ernando de araque Montoia tercer abuelo materno del prtendiente propuesto para alcalde ordinario de el estado noble de 1587, el mismo año del 1588
se alla propuesto por alcalde ordinario por el estado noble Hernando de Araque Montoia= y al folio de dicho libro 111 buelta en otra elección que se iço el año de 1588 el día 29 de setiembre se alla propuesto para alcalde ordinario del estado noble Fernando de Araque= y al folio 145 de dicho libro se alla una elección e otra de oficios y justicia en 29 de setiembre de 1589 y en ella propuesto para alcalde ordinario por el estado noble Hernando de Araque Montoia


AHN. ÓRDENES MILITARES. CABALLEROS DE SANTIAGO, Exp. 8425. Diego de Valdés y Araque, vecino de Pozo Amargo. 1692, fols. 33 y 34

Las elecciones para alcaldes de la hermandad por los hijosdalgo en San Clemente (1639-1641)

En la villa de San Clemente, como en otras villas y ciudades, existían dos alcaldes de la hermandad elegidos anualmente, uno por el estado de los pecheros y otro por el estado de los hijosdalgo. Si bien la elección del alcalde pechero correspondía al concejo, el alcalde hijodalgo correspondía a un colegio de cuatro electores, compuesto por nobles, que se renovaba anualmente por los electores del año anterior. Las reuniones, a finales del siglo XVII, se celebraban en la capilla de Pallarés de la iglesia mayor de Santiago, anualmente se registraban los electores designados y alcalde de la hermandad elegido en un libro que se conservaba en un archivo propio dentro de la parroquia:

... a la iglesia del señor santiago a la capilla que llaman de pallarés junto a la pila del baptismo y en un quarto encima de dicha capilla de una alacena con su puerta embeuida en la pared de entre otros quadernos nos exiuió uno de elecciones de la bara de la hermandad por el estado de los hijosdalgo, foliado en 133 fojas escrito en papel sellado por testimonio de diferentes escribanos desde el año de 1637 asta de 1692...

El texto mencionado nos dice que Juan de Araque Buedo gozó de voto de elector para alcalde de la hermandad en la elección de 29 de septiembre de 1646, y además recibió el 10 de octubre una llave del archivo. El año siguiente nos aparece como uno de los cuatro electores.

La elección en la capilla de Pallarés no contaría con más de un cuarto de siglo, previamente la elección, desde hacía más de cien años, se celebraba en la capilla de San Antón de la misma iglesia, aneja al mayorazgo fundado por don Gregorio Valenzuela.

En la villa de San Clemente día de San Miguel de setiembre que quenta veinte y nueve del dho mes
del año de mill y seisçientos y treinta y nueve de la Yglesia Mayor de Santiago en la capilla que dexo
anexa a su mayorazgo don Gregorio Valenzuela, se juntaron como lo tienen de costumbre a elexir y
nombrar alcalde de la santa hermandad del estado de hijosdalgo hasta el año que cumplirá por San
Miguel de setiembre de venidero de mill y seiscientos quarenta y cavalleros electores para elexir y
nombrar otro tal alcalde para el año luego siguiente


Sobre dónde se deberían celebrar las juntas de electores, capilla de Pallarés o San Antón, hay un sonado pleito entre Alonso Sanz de los Herreros y Francisco de Astudillo, que se conserva en el Archivo Histórico Nacional y correspondiente al año 1672 (AHN.CONSEJOS, Leg. 26433, Exp. 17) .

Por el expediente de ingreso en la Orden de Santiago de Francisco de Astudillo Villamediana, tesorero de rentas reales del marquesado de Villena, conocemos las elecciones de 1639 y 1640. El 29 de septiembre de 1639, Francisco de Astudillo, consiguió hacerse con uno de los votos. Las reuniones para la elección eran en la capilla de San Antón de la Iglesia Mayor de  Santiago. Conservamos las elecciones de 1639 y 1640, donde había un equilibrio de fuerzas entre dos bandos, que se rompe definitivamente en 1640 con intervención del corregidor. Reproducimos las elecciones de ambos años.

Elecciones para alcalde de la hermandad de los hidalgos de 29 de septiembre 1639

ELECTORES........................................ VOTO PARA ALCALDE DE LA HERMANDAD, AÑO 1640 (29 de septiembre de 1639)

D. Fernando Pacheco........................... D. José Pedro Rosillo
D. Julián de los Herreros...................... D. José Pedro Rosillo
D. Pedro González de Tébar................. D. José Pedro Rosillo
D. Juan de Araque Montoya................. D. José Pedro Rosillo

ELECTORES........................................VOTO PARA ELECTORES, AÑO 1640
D. Fernando Pacheco............................ D. Andrés de los Herreros
D. Julián de los Herreros....................... D. Pedro de Montoya Vizcarra
D. Pedro González de Tébar................. D. Francisco de Astudillo Villamediana
D. Juan de Araque Montoya .................D. Sebastián Moreno Palacios

Elecciones para alcalde de la hermandad de los hidalgos de 29 de septiembre de 1640

ELECTORES..................................... VOTO PARA ALCALDE DE LA HERMANDAD, AÑO 1641 (29 de septiembre de 1640)

D. Sebastián Moreno Palacios............................... D. Manuel Fernando Piñán
D. Julián de los Herreros........................................ D. Juan de Buedo
D. Francisco de Astudillo Villamediana.................D. Manuel Fernando Piñán
D. Pedro Montoya Vizcarra................................... D. Juan de Buedo

ELECTORES................................... VOTO PARA ELECTORES, AÑO 1641

D. Sebastián Moreno Palacios............................... D. Fernando Araque Ángel
D. Julián de los Herreros....................................... D. Alonso de los Herreros, hijo de Francisco de los
                                                                                Herreros, del Consejo de Guerra
D. Francisco de Astudillo Villamediana............... D. Francisco de Alarcón Fajardo
D. Pedro Montoya Vizcarra.................................. D. Juan Pacheco Guzmán, caballero de la orden
                                                                                de Alcántara.

Las elecciones de 1639, tienen su importancia porque suponen la irrupción en el estado de los hijosdalgo de un advenedizo, Francisco de Astudillo Villamediana, sobre el que pesaban graves acusaciones de ascendencia judaica. Su aparición debió chocar con el control del colegio de electores por familias como los Herrero o los Pacheco, pero sobre todo avivaría los odios de otras como los Rosillo y apartaría del oficio de alcalde de la hermandad a Juan de Buedo. Curiosamente, en este último caso, quien decidirá el voto a favor del otro candidato, Manuel Fernando Piñán, también de ascendencia conversa, sería el corregidor Antonio Sevillano Ordóñez. En su nombramiento había sido determinante el voto de Sebastián Moreno Palacios, con quien Manuel Fernando Piñán compartía la administración de los bienes de su padre, Pedro Piñán Castillo, por esta época con graves problemas financieros. Para 29 de septiembre de 1641 el elegido como alcalde sería Diego de Alarcón Fajardo, hermano de Francisco, nombrado elector por el mencionado Astudillo. Los Araque se pondrán del lado también de Astudillo, aunque en 1646 el elector era don Juan de Araque Buedo, cuya madre era Inés de Buedo.

De la declaración de testigos del expediente de limpieza de Astudillo deducimos que en la elección de 29 de septiembre de 1639 hubo sobornos y compra de votos de los electores, y con seguridad el suyo, y que las desavenencias de ese año quedaron ocultas de cara al año posterior. Llegado 1640, el conflicto estalló claramente a la hora de elegir el alcalde de la hermandad. La victoria de Manuel Fernando Piñán sólo fue posible, como se ha mencionado, por la intervención del corregidor Antonio Sevillano Ordóñez, en detrimento del otro elegible, Juan de Buedo. A regañadientes y entre protestas el anterior alcalde, Pedro Rosillo, debió entregar la vara de alcalde de la hermandad a su sucesor.

Opinamos que la elección reflejaba la lucha de poder en el seno del ayuntamiento y las intromisiones del poder central. Tanto el corregidor como Astudillo eran por estos años los principales valedores de la política centralizadora de Olivares y sus consiguientes exigencias fiscales y militares, que chocaban con una oligarquía local que hasta ahora se había beneficiado de esas decisiones políticas, pero ahora por la sangría de hombres e impuestos veía como se desestructuraba la sociedad san clementina, incapaz de hacer frente a las deudas de los prestamistas de censos como González Galindo o Piñán Castillo, y cuyos vecinos eran víctimas de pleitos ejecutivos por el impago de las sisas y de los subarrendamientos de los propios, dehesas y pinares, a los arrendadores principales. Uno de los Buedo, Martín Alfonso, ganadero principal de la villa, era uno de ellos. En 1641, el dinero del pósito era destinado a los gastos de la conducción de soldados y faltaba pan para los vecinos. Las tensiones habían llevado a Astudillo en 1640 a meter en la cárcel a los regidores del ayuntamiento por impago de las alcabalas de la villa, acuciado en su cobro para el pago de los propietarios de juros y asentistas, que pronto exigirían con consecuencias funestas para el tesorero. Pero de momento, Astudillo, que como tesorero tenía el dinero que necesitaba la corona, vivía en la cima de su ascenso social y era el enemigo declarado de las élites locales. Junto con el corregidor Antonio Sevillano Ordóñez, asumió el papel de benefactor del pueblo, creándose una zona de recreo y distracción para los sanclementinos en la Celadilla, aprovechando la alameda plantada veinte años antes. Una iniciativa ilustrada que fue respondida de modo salvaje por sus enemigos con la destrucción de los árboles plantados y bancos construidos para el ocio de los sanclementinos.

AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO, Exp. 2798. Francisco de Astudillo Villamediana. 1641
AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE SANTIAGO. Exp. 8425. Diego de Valdés y Araque. 1692

sábado, 9 de enero de 2016

Hidalguía de los Buedo de Barchín del Hoyo

En 1583 Pedro de Buedo litiga su hidalguía con el concejo de su villa natal Barchín del Hoyo. Como siempre, en estos casos, el concejo de la villa hacía valer sus argumentos en el hecho de que sus ascendientes siempre habían pechado y contribuido a los repartimientos para la guerra y que el pretendiente sólo había dejado de hacerlo últimamente aprovechando la preeminente posición social lograda en el pueblo. Los oficios de Barchín que se opusieron a aceptar la hidalguía eran Martín Cabronero, alcalde ordinario, García Cabronero, don Pedro Girón de Alarcón, Miguel de Piqueras y Cristóbal López, regidores de la villa, y Gaspar Escribano, alguacil mayor. Creemos que algunos como los Cabronero pagaron su enfrentamiento con Pedro de Buedo, aparte de una condena de 9.000 maravedíes de costas sobre sus bienes particulares, también con su marginación de la vida de Barchín hasta el punto que en el concejo abierto de 30 de abril de 1613 el apellido prácticamente ha desaparecido del pueblo.
El pleito por la hidalguía de Pedro de Buedo no acabaría hasta el 26 de enero de 1594, cuando obtiene por tercera vez sobrecarta de la ejecutoria ganada ocho años antes. El concejo de Barchín siempre se negó a aceptar la hidalguía de los Buedo. Estos procedían de San Lorenzo de la Parrilla. El abuelo, Martín de Buedo, ya había litigado con el concejo de Barchín del Hoyo en la Chancillería de Granada, ganando ejecutoria de hidalguía en 1537. Como hidalgos habían sido aceptados por la villa hasta poco antes del inicio del pleito de Pedro de Buedo, motivado el contencioso por su inclusión en el padrón de los pecheros. Su hijo, García de Buedo, asentado como uno de los principales ganaderos, mantenía sus diferencias con la villa veinte años después por el uso de los bienes propios.

La familia Buedo se extendería por toda la región. Pedro de Buedo Gomendio haría valer la ejecutoria ganada por su padre en Argamasilla de Alba, donde residía hacia 1600. En 1631, en Villaescusa de Haro hizo reconocerse como hidalgo otro Pedro de Buedo. Hemos hablado de los Buedo en Vara del Rey y como el capitán Martín Alfonso de Buedo sería tesorero de rentas reales del marquesado de Villena, puesto que heredaría su hijo, entrando en la lucha política de la villa de San Clemente y en colisión de intereses con el patriciado de otras villas del marquesado por el control de las tercias.

FUENTE

AHN. CONSEJO DE ÓRDENES. CABALLEROS DE MONTESA. Exp. 234. Juan Girón de Buedo y Ruiz de Alarcón. 1688

viernes, 8 de enero de 2016

Los oficios de regidores de Vara de Rey: ¿hidalgos frente a pecheros o el bien común al servicio de los ricos? (1574)

El 16 de junio de 1574 el gobernador del marquesado de Villena, licenciado Santotis, por entonces en Albacete, recibe la visita de Juan Lucas, vecino de Vara del Rey, provisto de una cédula real, pide para él y para su convecino Felipe Valero se les concedan dos oficios de regidores que han de ser acrecentados en su pueblo. Ese mismo día, y poco después, se presentó también ante el gobernador y con la misma real cédula, un hidalgo de Vara del Rey, que tenía casa en una aldea de esa villa, Pozo Amargo, llamado Álvaro de Montoya; su petición, no declarada en el expediente que analizamos, era que no se debían acrecentar los dos oficios de regidores sin una información de testigos previa, pues se consideraba que la entrada de dos nuevos regidores pecheros rompía el equilibrio entre el estado de los pecheros o, como se decía, labradores, y el estado de los hidalgos. Tanto Juan Lucas como Álvaro de Montoya presentarían testigos para defender sus opuestos puntos de vista.

Para hacer esa información de testigos el licenciado Santotis, acompañado del escribano de comisiones y órdenes del marquesado, Francisco Rodríguez de Garnica, se desplazó a Vara del Rey el día 22 de junio de 1574. Allí escucharía las opiniones divididas de labradores e hidalgos sobre el proceder de la provisión de oficios. Vara de Rey contaba con alrededor de quinientos cincuenta vecinos, distribuidos según uno de sus vecinos, entre los trescientos cincuenta de Vara de Rey, y los doscientos de sus aldeas y tierra, Sisante y Pozo Amargo. Añadía que había alrededor de sesenta o setenta casas de hidalgos. Otros testimonios rebajaban la cifra a cuarenta o cincuenta, pero el vecino Juan Escribano, antiguo alcalde, elevaba la cifra a ochenta o noventa, haciéndola coincidir con las de las Relaciones Topográficas de dos años después (1).

Los testigos presentados por Juan Lucas, pertenecientes al estado de los labradores, fueron Garci Fernández, Juan López, escribano del ayuntamiento, Alonso López de la Plaza y Pedro Rodríguez escribano de la villa. Todos ellos reconocían que la villa de Vara del Rey contaba con once regidores, de los que tres de ellos desempeñaban además los oficios de depositario, alférez y fiel ejecutor. De los once regidores, siete estaban en manos de los labradores y cuatro en poder de los hidalgos. ¿Por qué razón se había roto el equilibrio a favor de los pecheros? Según los testigos, porque los hidalgos acuciados por la necesidad o llevados por el afán de lucro habían vendido tres de sus oficios a los labradores:

       e que la causa porque los hijosdalgo dieron los dichos tres oficios a los dichos labradores fue porque les dieron por ellos más cantidad de dineros que les habían costado

De hecho los hidalgos Diego Pérez de Oviedo y Diego Montoya de Espinosa habían vendido sus oficios de regidores por 216 ducados. El primero lo había comprado a la Corona por 60.000 maravedíes, unos 160 ducados, y el segundo lo tenía por venta de su propietario, el también hidalgo Martín de Buedo. El otro hidalgo que había vendido su oficio a un labrador había sido Martín de Villamediana, que a su vez lo había comprado a Juan de Porras por doscientos ducados para revenderlo por 240 ducados. No cabe duda, que en este mercadeo de oficios participaban todos, independientemente de su condición hidalga o pechera. Garci Fernández no dudaba en poner precio al oficio de regidor en ese momento, doscientos veinte ducados.

No siempre había sido así. La venta de regidurías perpetuas, que oscilaban en un principio entre 80 y 100 ducados, había roto el equilibrio entre los dos estados a favor de los primeros compradores, hijosdalgo. Pero hemos de suponer que la crisis generada por la guerra de los moriscos de Granada hizo especialmente mella en algunas familias hidalgas que cedieron el poder municipal a los labradores (entiéndase también ganaderos enriquecidos). Los citados Diego Pérez de Oviedo, Diego Montoya Espinosa y Martín de Villamediana vendieron sus oficios a los labradores Rodrigo López, Garci Fernández el viejo y Juan Escribano. Una renuncia, añadían los testigos del bando de los labradores, guiada por un interés puramente crematístico en el contexto de unas excelentes relaciones de vecindad entre todos los vecinos, hidalgos o pecheros, donde no había lugar para pasiones o bandos; tan sólo diferencias de opiniones. Aunque se reconocía que ambos estados aspiraban a tener el mayor número de regidores. No debería haber inconveniente, se añadía,  en que se acrecentaran dos oficios en manos de los mencionados Juan Lucas y Felipe Valero, por ser personas honrradas e rricas e de buen zelo.

Pero no era ese el parecer de los hijosdalgo de Vara de Rey. La presentación de testigos correspondió a Álvaro de Montoya, que pidió se agregaran a las preguntas de la información del gobernador otras propias del estado de los hijosdalgo y que denunciaban el malestar de los hijosdalgo:

si saben que en esta villa Su Magestad tiene hecho merçed y probeído de ocho rregidores perpetuos los quales son seis pecheros e dos hijosdalgos e tres ofiçios con boto que es alférez depositario e fiel executor e de estos tres no goza más que el uno de hijodalgo e que los diez botos de estos honçe son de una opinión sólo uno ay en contra y se elijen los ofiçios por botos hechan los alcaldes y alguaçil de su mesma opinión  e bando desta causa compran los ofiçios con los propios de conçejo e soliçitan sus negocios  a costa de la villa la qual tienen tiraniçada y se comen las dehesas e cotos puniendo todos los ofiçiales de su mano y quieren tomar los ofiçios para que no aya quien le baya a la mano
Yten si saben que de que los hijosdalgo an tenido mano en la rrepública a sido más bien rregida e gouernada que tenyendo la opinión sola de los labradores como de presente la tienen
Yten si saben que de tres ofiçios dalgo an bendido a pecheros solo uno se ubo por merçed de su magestad que fue diego pérez el qual rregimiento hera de los propios labradores por quellos se obligaron a la paga y así se lo bolbió e no lo quiso dar a hombre hijodalgo, el otro que bendió billamediana hera de diego de porras hombre pechero y el dicho villamediana lo dio de henojado de ber que no serbía más que de testigo abiendo tratado que se tratase cosa que conbenía a la rrepublica e no se hizo y hecha la rrenunçiaçión luego otro día la rrebocó y se litigó en consejo rreal e se mando colar

La realidad política que nos mostraba Álvaro de Montoya no era de disputas entre hidalgos y labradores, sino de una minoría de ricos que dominaba la vida local mas allá de su sangre, diez votos contra uno, donde alguno de los regidores hidalgos eran simples hombres de paja al servicio de esta oligarquía. Una oligarquía con suficiente poder como para provocar la renuncia de uno de los regidores, Martín de Villamediana, un hombre bien yntençionado e uno de los mejores rrepublicanos e que más benefyçio hazía a esta villa .

Las preguntas, afirmaciones de hecho, fueron ratificadas por varios testigos del estado de los hidalgos, Francisco de Alarcón, Blas Díaz Meneses y Hernando Collado Gabaldón, y un pechero Juan Escribano (tío de uno de los regidores del mismo nombre). Los labradores habían aportado el dinero para que Diego Pérez de Oviedo comprara su oficio de regidor, condicionado a su traspaso. La operación era aún mas enrevesada, pues otro hidalgo del pueblo, Martín de Buedo, había prestado el dinero previamente con un censo que obligaba a los labradores. Así, una operación que aparentemente beneficiaba a los labradores, escondía el papel dominante de un hidalgo en la sombra:

e para ello tomaron los dichos labradores el dinero a zenso de martín de buedo e de su suegra mujer que fue de juan collado e dello hizieron escritura de censo por manera que aunque tenya en su cabeça el ofiçio de rregidor se entendió por esta villa no ser suyo sino comprado por los dichos labradores

Más esclarecedor era el caso de Martín Villamediana. Había comprado el oficio por traspaso de su propietario, un pechero llamado Juan Porras. No hay que dudar de la limpieza de la operación y de que este hombre tuviera sus ambiciones por hacerse un lugar en la vida política de su pueblo, pero enseguida chocaría con una oligarquía cerrada que no veía bien la incorporación de nuevos miembros:

y el dicho villamediana biéndose con el ofiçio e que hera la menor parte e que en nynguna de las cosas que proponía aunque fuese muy justo no salía con ello por ser los otros mayor parte

Vanos serían sus intentos de recuperar el oficio ante el Consejo Real. La preponderancia de esta oligarquía en Vara del Rey, donde la división entre pecheros e hidalgos había mutado en la marginación de un grupo de hidalgos locales que había perdido su poder en mano de unos afortunados por la coyuntura económica, entre los que había labradores, pero también hidalgos como Martín de Buedo. La renuncia del otro hidalgo Diego de Montoya Espinosa, motivada por el matrimonio de su hermano, que le había traspasado el oficio, en El Bonillo, más allá de las conveniencias, se presentaba como la salida de un miembro de esa minoría perdedora que buscaba la fortuna en otros lugares.


El desequilibrio del poder a favor de la nueva minoría tenía su traducción en la elección de oficios de cargos añales al servicio de los intereses de un nuevo grupo social, que en el lenguaje de la época, se llamaba el de los ricos. Curiosamente en el caso de Vara del Rey eran los hidalgos marginados los que defendía el bien común y el interés general de la república, revalorizando los viejos tiempos frente a estos otros nuevos en los que esa minoría de ricos confundía su interés privado con el público,

es cosa pública que con el dinero e caudal del alhorí compran los ofiçios e soliçitan sus negoçios enbiando personas con poca ocasión a seguir negoçios de la villa e a costa de propios para hazerlos suyos e se comen con sus ganados las dehesas públicamente e binas de vezinos todo por tener la justiçia hechada de su mano de tal manera que tienen esta villa arrobinada e destruida

Entre los testigos a favor de los hidalgos se encontraba el de Juan Escribano, tío de uno de los actuales regidores labradores. A diferencia de su sobrino, Juan añoraba los viejos tiempos en que la república se encontraba bien gobernada. La defensa de lo tradicional no sólo era cosa de hidalgos. Una muestra más de lo que habían cambiado los tiempos; una sociedad muy dinámica había roto los viejos consensos sociales y el orden tradicional. El interés privado se había impuesto al bien común. La ruptura del mundo de la tradición y lo viejo, que se añoraba como antigua edad de oro, había traído la injusticia y el desgobierno:

porque al tiempo que los dichos hijosdalgo tenían la mayor parte de los oficios e heran iguales abía más quenta con el alhorí e propios del concejo y era mejor rregida e gouernada esta villa e menos fatigados los veçinos porque este testigo fue alcalde en aquel tiempo e lo bido ser ansy e después que los dichos labradores cargaron e quedaron con la mayor parte de los ofyçios no está esta villa bien gouernada ny ay tab buena horden en el alhorí del pan ny en las cosas de la républica e que todos están a un bando e los labradores elijen de su mano la justicia hordinaria a quien quieren e se comen las dehesas panes y lo más públicamente e lo destruyen syn que aya justiçia que los castigue ny guardas que los osen prendar y por ser todos puestos por su mano y estar aunados e que por esta causa comberná ygualar los ofiçios porque obiese personas que contradixesen lo mal hecho e para que saliesen alcaldes que que executasen los daños que hazen e tubiesen quenta con el alhorí del pan e que de acreçentarse ofiçios de hijosdalgo por ygualarse con los labradores no bienen daños ny ynconbenyentes antes prouecho

Tras los testimonios de los bandos enfrentados vinieron los de aquellos vecinos que mostraban una mayor independencia de juicio. Sólo uno de ellos, el licenciado Torres, clérigo, teólogo y predicador de la villa, apostaría por acrecentar los oficios pedidos por Juan Lucas y Felipe Valero. La siguiente declaración fue del labrador Pedro de Jábaga. Su declaración nos ofrecía una visión diferente a las anteriores, pues defendía la vuelta a la tradicional elección anual de regidores por suertes, considerando dañoso para la república el establecimiento de regidores perpetuos:

que conberná que no ubiese ningunos rregidores perpetuos sino que se tornasen añales e que los vecinos desta villa pagasen el ynterés e de lo que les costó e que se rrescatasen e questo le paresçe e no acrecentar

El testimonio de Pedro de Jábaga, vino apoyado y corroborado por Hernán Sanz Herrero, vecino e regidor del lugar de Sisante, que, además de devolver el cargo de regidor a su duración anual, abogaba por igualar a la mitad los oficios entre labradores e hidalgos. Francisco de Aranda, labrador, era del mismo parecer

conbiene al bien de la rrepública e quietud e buen gobierno que los que ay su magestad los mandase quitar e tornar a ser añales como antes estaban porque quando heran añales esta villa estaba bien gobernada e bien rreparada e después que su magestad perpetuó está esta villa perdida e llena de rrencores e parçialidades sobre estos ofiçios e sobre quien sea la mayor parte e sobre las baras de alcaldes... e que la costa de quitarlos (los regidores perpetuos) fuese rrepartido entre ellos veçinos de la dicha villa y este testigo aunque pobre daría quatro ducados porque se juntasen

El malestar en el común de los vecinos era generalizado  contra las regidurías perpetuas. Los hidalgos habían intentado sacar partido de ese malestar en provecho propio, pero se habían visto desbordados por las quejas del común. El gobernador Santotis no podía permanecer ajeno a la realidad. Por eso el memorial que envío desde San Clemente al Consejo Real el 25 de junio de 1574 no ocultó el malestar, pero desde la ambigüedad defendió un difícil equilibrio de los intereses enfrentados en la justificación del memorial para hábilmente decantarse por el acrecentamiento de los dos oficios a favor de los peticionarios. Al fin y al cabo estaban dispuestos a pagar 240 ducados cada uno y había que elegir entre el bien común de la república y el interés financiero de la Corona.

                                                  Católica Real Magestad

Por vuestra magestad fue mandado que en la villa de bala de rrey deste vuestro marquesado vbiese ynformación si conbenía acreçentar çiertos rregimientos que pidieron çiertos veçinos de la dicha villa del estado de los pecheros o si conbenía ygualar los ofiçios entre los dos estadosde hijosdalgo y labradres yo la  hiçe llamadas las partes a quien tocaba e por ella paresçe que la dicha villa y su tierra tendrá quinientos veçinos y que en ella ay honçe rregimientos que para pueblo de tan poca beçindad es sufiçiente número y el común e vecinos della dizen que no sólo no conbendría aceçentar rregimientos más que conbiene quitar los que ay y que ellos de muy buena boluntad pagarán la cantidad con que sirbieron a vuestra magestad las personas que los tienen e tornasen a ser añales como antes heran por la diferençia que hallan en el gobierno de la rrepública del tiempo que eran añales a como son de presente y pareçe que destos honçe rregimientos tubieron el estado de los hijosdalgo los siete que heran la mayor parte y que tres de los hijosdalgo los siete que hera la mayor parte y que tres de los hijosdalgo bendieron los tres ofiçios a el estado de los pecheros por mucha más cantidad del preçio con que abiendo serbido a vuestra magestad e agora el estado de los hijosdalgo pide que en caso que vuestra magestad quiera acreçentar algunos rregimientos se les a de dar a ellos para ygualarse con los pecheros como esto constará a vuestra magestad por estas ynformaçiones fechas por las partes dentramos estados y de mi ofiçio mi pareçer es que si vuestra magestad fuere serbida de açer merçed de acreçentar más rregimientos aunque dello no ay necesidad por aber número bastante mandase ygualar al estado de los hijosdalgo con los que tienen los pecheros i tanto a los unos como a los otros porque estando de por medio la villa estará más bien gobernada y las personas que del estado de los pecheros piden los ofiçios declarados en vuestra rreales çedulas son hombres bastantes y de las calidades que deben tener para el gobierno de aquella rrepública y si vuestra merçed ubiere de haçer merçed de se les dar le podrán serbir por cada ofiçio con doçientos e quarenta ducados porque a este presçio se an bendido entre ellos e mandar proveer lo que más conbenga a vuestro rreal serbiçio nuestro señor la católica y rreal persona de vuestra magestad conserbe en su santo serbiçio con aumento demás rreynos como los criados de vuestra magestad deseamos de san clemente de vuesro marquesado de Villena a los beynte e çinco de junio de mill e quinientos e setenta e quatro años
                                                            c. r.m.
de v. mgt. su muy humilde criado que sus rreales pies y manos besa
                             el liçençiado Martínez santotis (rúbrica)

Las Relaciones Topográficas de Felipe II nos muestran apenas dos años después un regimiento en el que ha entrado Felipe Valero, aunque no Juan Lucas,o al menos no está presente (2); la venta de regidurías perpetuas se ha consumado como práctica generalizada, al igual que la patrimonialización de los oficios en manos de unas pocas familias. El viejo orden tradicional de elección por suertes enterrado y el siempre difícil equilibrio en la posesión de cargos entre labradores e hidalgos roto en favor del gobierno de los ricos. Estos, pecheros o hidalgos, pronto se igualarán con el ennoblecimiento de los primeros.

(1) en esta villa y arrabales hay ochenta casas de hijosdalgo, que se llaman Montoyas, Buedos, Cuéllares, Díaz, Oviedos, Alfonsos, Angulos, Gabaldones, Alarcones, Güetes, Meneses, Gómez de la Serna, Pachecos, Hurtados, Resas, Sepúlvedas, Palacios, Rosillos, Lesundis, Remírez, Peraltas, Graneros,...
ZARCO CUEVAS, Julián: Relaciones de pueblos del Obispado de Cuenca, Diputación Provincial de Cuenca, 1983 (Edición de Dimas Pérez Ramírez), pág. 155.

(2) El 20 de diciembre de 1575, la composición del ayuntamiento, tal como aparece en las Relaciones Topográficas es la siguiente: Leonardo de Cuéllar y García Hernández, alcaldes ordinarios, Pedro Ruiz de Alarcón, alférez mayor, Diego de Buedo, Gonzalo de Xábega, García Hernández el mayor, Rodrigo López, Felipe Valero, Ortega de Angulo, fiel ejecutor, Alonso de Andújar, el capitán Martín Alfonso de Buedo (que a partir de 1580 nos aparece como tesorero de rentas reales del marquesado de Villena), todos ellos regidores perpetuos de la villa, Alfonso Montoya de Abengoza, alguacil mayor. No obstante los oficios se habían acrecentado en cuatro más en el corto espacio de año y medio, como recoge la respuesta 44: que hay en esta villa dos alcaldes ordinarios y un alguacil mayor y un alférez, e diez regidores y dos fieles executores e un depositario general, perpetuos ZARCO CUEVAS, J. op, cit, pág. 155

FUENTE

AGS. EXPEDIENTES DE HACIENDA, Leg. 210, fol. 7. Información del licenciado Santotis, gobernador del Marquesado de Villena, sobre acrecentar oficios de regidores en Vara del Rey. 1574