El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

Imagen del poder municipal
EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

Thursday, July 3, 2025

Los Vara de Rey

 Una noticia familiar nos da pie a empezar el año 1639. El 27 de enero de ese año Ginés Vara de Rey el mozo se presenta al ayuntamiento villarrobletano para comunicar la muerte de su padre del mismo nombre. Ha dejado cincuenta mil maravedíes de deudas a los propios de la villa y el hijo pide ahora poder vender las casas de morada en el pueblo para pagar la deuda. Es probable, por la repetición del nombre, que estos Vara de Rey o Vala de Rey hubieran llegado desde Quintanar del Rey, donde nombres y apellidos se repiten en el siglo XVI en expedientes de ese pueblo y de Villanueva de la Jara. Ya en Quintanar de la Orden nos aparece una Inés Vala de Rey, la vieja, avanzado el siglo y a la que presuponemos con vecindad desde inicios de siglo. Es un misterio el origen familiar que, tal vez denote el topónimo de este pueblo como origen o tal vez entronque con un apellido más antiguo presente en el medievo en el marquesado de Villena y que nos aparece ya en San Clemente ya en Castillo de Garcimuñoz para en periplo por Chinchilla afincarse en Hellín. Familia poderosa y al servicio del marqués de Villena en esta localidad, caerá en desgracia con la guerra del Marquesado los años 1475-1480. Nuevos apuntes, recordados por Antonio del Carmen López, nos hablan de una familia víctimas del tribunal de la Inquisición, con la condena de Francisco Sánchez de Vala de Rey. En fin, sería apostar por la diáspora de una familia, bien huyendo de la Inquisición hacia Quintanar bien en busca de fortuna hacia Villarrobledo. La ruina de esta villa en la primera mitad del siglo XVII llevaría al linaje a asentarse en Villanueva de los Infantes, donde los sucesores iniciarían una carrera militar que llevaría a los sucesores a cinco laureadas de San Fernando. Una simple hipótesis.

Wednesday, July 2, 2025

Villarrobledo (1638)

Para comienzos de 1636, siguiendo las instrucciones de la Corona, Villarrobledo se prepara para la guerra. Adeuda aún tres soldados del año anterior para la dotación de presidios, pero ya tiene alistada una compañía de ciento trece hombres para resucitar la vieja milicia del Reino, al mando del capitán Pedro Lozano de Vargas y el alférez Martín de Montoya y como atambores  Matías Arroyo y Francisco Romero, también hay un sargento, Antón de Nieves, pero casi todos los hombres están desarmados. En 1638, Villarrobledo alegará haber sacado, además cien soldados para presidios y sustituir a otros cincuenta jubilados en la milicia por haber prestado más de veinte años sus servicios.

La situación económica de la villa se presenta como mala, de necesidad, por las malas cosechas, y se pide echar mano del trigo de las rentas decimales del arzobispado de Toledo y del trigo de las tercias reales, después, para los labradores. La villa no ha pagado aún los 22.300.000 que tuvo que tomar a censo para a su vez prestarlos a la Corona para las guerra de Italia de finales de la década de1620. Ahora, se grabará el vino con ocho maravedíes la arroba y otros dos maravedíes la libra de carne y pescado. Del servicio de millones, la villa pagaba cuatro mil ducados anuales, que pagaba con el adehesamiento de la Bernagosa y una parte del término.

En 1638, la villa sigue incapaz de pagar sus deudas, tanto del dinero tomado a censo como de los nuevos impuestos de millones, con deudas, en este último caso, que se remontan a 1632 o del donativo para las guerras de Italia de finales de los veinte, del que se debían 1800 reales, que se sacaban del dinero que se dejaban de pagar de los censos de la exención. Nuevos arbitrios para hacer frente a los pagos de las deudas, que en este caso iban por el arrendamiento de tierras desde la raya de Socuéllamos hasta las tierras de Marcos de la Parra, en el paraje llamado de las Gangueras.

Este año se enviarán, para el mes de marzo, doce soldados a Alcaraz, para la dotación de presidios. La villa ha de pagar cuarenta reales por cada uno de ellos para su conducción. Para finales de abril, se adeudan 16400 maravedíes de dos tercios del salario del corregidor, que parece ausente, pero en cuyo partido sigue integrado San Clemente. El corregidor Alonso Yáñez de Mendoza sigue interviniendo en los asuntos de Villarrobledo por comisiones reales; este año en el cobro de la media anata que adeuda la villa. Hasta San Clemente iban los villarrobletanos a comprar el papel sellado exigido ahora para registrar los actos oficiales y concejiles.

Para comienzos de abril se lleva en procesión la imagen de la virgen de la Caridad hasta la parroquia de San Blas en procesión para rogar por las lluvias. El mes que está la imagen en la parroquial contribuye a aumentar la devoción a la imagen. A ello había contribuido la mucha agua caída el mes de abril que auguraba una gran cosecha; ahora, se devolvía la imagen en procesión solemne el diez de mayo a su ermita de la Caridad. Una nueva devoción ha surgido en esta década; es la de San Antonio de Padua, que se celebra en el convento franciscano para el último domingo de mayo, en agradecimiento por haber acabado con la langosta. El precio del pan cocido bajará a razón de diez maravedíes por libra y 102 libras por fanega, al mismo tiempo, el 21 de junio, el ayuntamiento prohíbe las ventas de trigo de particulares no controladas por el concejo y con precios superiores a la tasa: 18 reales la fanega. En este afán por regular se dan decretos para fijar la edificación de puestos para la venta en la plaza. Para el siete de mayo, Villarrobledo debe alojar una compañía de trescientos hombres a caballo.

La hacienda villarrobletana está en quiebra. Por decreto de 17 de abril se decide que los dos oficios de fieles ejecutores que la villa tiene en propiedad por merced real sean vendidos (con licencia previa del Consejo Real). De la operación se pretende sacar 60000 reales.


ACTAS DE VILLARROBLEDO, EL AÑO 1637 FALTA ENTERO Y 1636, DOS TERCIOS

Friday, June 20, 2025

VILLARROBLEDO (1635)

 El año 1635 ya marcaba el rumbo de la integración de las villas en la guerra. Si el año empezaba regulando el cobro de las sisas de los productos básicos, el de enero se recibe mandamiento del corregidor de San Clemente mandando que los pueblos de su corregimiento informen de la gente de milicia y su armamento que les corresponde de esta vieja institución; Villarrobledo informará de los cien soldados asignados de antaño, cuyo alistamiento ha caído en el olvido. Además, alegará que está libre de dicha obligación por estar alejada veinte leguas de la costa. Además, Villarrobledo, para el mes de enero, aún no ha entregado los 25 soldados de presidios a Alcaraz, que finalmente se encaminaran para el presidio de Barcelona, aunque para el mes de mayo se anuncia que nueve de ellos han escapado y desertado. Para el treinta de noviembre serán diez soldados.

Las necesidades militares llevan a una mayor intromisión del corregidor de San Clemente, que, a falta de los cien soldados alistados, pedirá el 21 de enero se tenga listo el armamento para su dotación. De momento, los arbitrios concedidos tres años antes a las diecisiete villas se prorrogarán tres años más para facilitar ese armamento. 

Los gastos seguían marcando la política municipal, desde los habituales como los diez mil maravedíes empleados para la fiesta del Corpus, organizada por la cofradía del Santísimo Sacramento, hasta los seis mil reales que se debían de la reciente compra de la vara de alguacil mayor, o low ciento veinte reales para la procesión a la ermita de la Caridad por el voto hecho por el consumo de la langosta o seis mil maravedíes para la tradicional fiesta en Villarejo. Nuevas obligaciones se sumaban como la obligación de armar a la octava parte de los vecinos, para lo cual se buscaban nuevos arbitrios. Esta nueva contribución nos aporta un nuevo dato demográfico: por entonces, Villarrobledo tenía 2144 vecinos mayores de 16 años (en el mismo recuento, San Clemente dio una cifra de 1610); 268 soldados pues a armar. Por entonces, más que una mala situación económica pesaba más las constantes exacciones sufridas que se cifraban en más de sesenta mil ducados y la escasa colaboración de una vecindad, cuando se intenta un concejo abierto para la concesión de la octava parte de soldados solo acuden cien vecinos. Se pedirá que los 8640 reales que cuestan los arcabuces y picas de los soldados se saquen de la leña del pinar de la Bernagosa. Mientras, el 17 de mayo, el corregidor de San Clemente mandará en todas las villas de su jurisdicción un recuento de los vecinos comprendidos entre 16 y 50 años para tener preparada gente d de armas para una nueva jornada del rey

Las necesidades de trigo no eran tan acuciantes como otros años, pues a a finales de abril se sacan 200 fanegas de trigo del pósito para hacer pan cocido para los extranjeros, cada fanega a 16 reales y cada libra de pan cocido a 6 mrs, y luego otras 1000 fanegas para vecinos en similares condiciones.

Mientras la villa daba las gracias por heberse librado de la langosta el año anterior de 1634 con dos nuevos votos a San Agustín y a San Antonio de Padua. A San Agustín se le haría una procesión el tercer día de Resurrección de desde San Blas a la ermita de la Caridad. A San Antonio de Padua, una procesión en el convento de San Francisco.


El cinco de julio se nos presenta un estado de necesidad en la villa con motivo del cobro del subsidio y cruzada, no tanto la queja viene de la coyuntura como de los últimos cinco años: los vecinos venden sus bienes y lauores para pagar otros que no necesitan y de poco valor y aprovechamiento por quanto la dicha villa y sus vecinos a causa de la esterilidad de los tiempos y auer avido los cinco años pasados langosta que a destruido los panes

Villarrobledo sufría un juez de cuentas que imponía soluciones gravosas para pagar sus deudas, en una villa que reconocía haber dado de donativo a la Corona cuatro mil ducados dadivosamente, y ahora, se veía obligada a ver como sus vecinos vendían sus labores para hacer frente a las deudas. Así, la crisis de Villarrobledo era más fiscal que otra cosa, agravada por la presencia de la langosta los últimos años. Las deudas del servicio de dos millones y medio, de la vara de alguacil mayor comprada o del censo del marqués de Cañete, aparecen una y otra vez. El salario de los ejecutores se comía la renta de los vecinos de la villa; por ejemplo, a Blas de Olmedo juez ejecutor de la sal se le debían de costas y salarios 2200 reales. No hay referencias a malas cosechas este año. Pero la pobreza crecía, el ayuntamiento cederá en noviembre a los agustinos el llamado corral de la Mesta para instalar una hospedería que sustente a los pobres.

No obstante, para septiembre se reconoce la mala cosecha del agosto pasado, de tal manera que los labradores no tienen trigo para sembrar: la cosecha del pan del agosto pasado deste año fue estéril de cuya causa los labradores están nescesitados y no podrán sembrar sus barbechos. Pero la escasa cosecha parece responder a otras causas que no son las climáticas. El treinta de octubre la villa pide una moratoria de cinco años para pagar sus deudas.



1635, EL AÑO "PARA LA GUERRA"
La cosa ya venía de antes, aunque se insiste mucho en la Unión de Armas de la década anterior, es en la década de 1630 cuando la monarquía se prepara para la guerra total. El intento de imponer un impuesto universal para la sal se saldó en fracaso y no solo en Vascongadas; en los pueblos se consideró desmedido el acopio de sal exigido, incluso después de ser rebajado. Aún en 1635 estaba por pagar la sal repartida a los pueblos y se debían los pagos de la nueva contribución de los dos millones y medio concedida por el Reino.
La Corona daría un giro y exigirá a los pueblos la entrega de hombres para la guerra con cupos asignados por partidos. Es la dotación de presidios. En un principio, esta nueva forma de reclutamiento tiene algo de higiénico, pues los estratos más marginales de la sociedad son erradicados de los pueblos y enviados para la guerra, pero en la medida que el conflicto se internacionaliza las exigencias son mayores, preparando lo que será movilización general de los años cuarenta. 1635 es un año que pasa sin pena no gloria, pero se decide el futuro al entrar en guerra Francia. Se intenta cobrar hasta la última deuda pendiente; se rescata la vieja milicia del Reino creada en 1598, exigiendo el alarde de hombres que han de estar predispuestos para la guerra; la dotación de presidios es ahora más exigentes, persiguiendo a los desertores o exigiendo a los pueblos su reposición, y obligando a los pueblos a formalizar padrones de los vecinos mayores de dieciséis años y menores de cincuenta para saber el potencial de hombres para la guerra. La última medida será más gravosa: los pueblos han de armar a la octava parte de sus vecinos a costa, es, salvando las distancias temporales, "la nación en armas". Una población como Villarrobledo,con 2144 vecinos, debe tener listos 268 para la guerra; otra, como San Clemente, con 1610, más de 200. Cifras igual de abusivas y en la proporción de uno a ocho se exigen en el resto de los pueblos. De momento en el próximo quinquenio los hombres que salen de los pueblos lo hacen como un goteo continuo, pero en la década de 1640, los padrones elaborados unos años antes (que los concejos intentan ocultar) serán la base para una sangría de hombres sin igual que provoca la ruina de los pueblos

ACTAS MUNICIPALES DE VILLARROBLEDO, 1635

Monday, June 9, 2025

Los primeros corregidores

 

Archivo General de Simancas, GYM,LEG,187, fols, 238 y 239. Año 1586




Minuta y cédula real comunicando orden a los corregidores de San Clemente y Chinchilla. Es probablemente la primera orden recibida por estos corregidores tras la desaparición del gobernador del marquesado de Villena. EL negocio mencionado es la oposición de las villas al reclutamiento de hombres que ha causado numerosos desórdenes, se ofrecerá la participación de los regimientos de las villas en las levas y que la Corona sufrague los gastos desde el mismo momento que los hombres salgan de sus pueblos. 

Archivo General de Simancas, GYM,LEG,190. fol. 103

Friday, June 6, 2025

La leva de gastadores de 1566

 En mayo de 1566 se ordena a Garci Suárez de Carvajal la leva de 4000 gastadores en el marquesado de Villena, Mancha, Reino de Murcia y Andalucía y con destino las plazas de Mazalquivir y Oran para garantizar su defensa frente a los turcos y corsarios de Árgel. Para hacer efectiva la leva se mandarían alguaciles de casa y corte con jurisdicción privativa. Se pretendía sacar un soldado por cada veinte o treinta vecinos en cada pueblo, buenos mozos y trabajadores. El sueldo corría a cargo de la corona desde el mismo momento de la salida de los pueblos. La jornada duraría de tres a cuatro meses. El dinero para la paga se pondría en manos de los concejos que adelantarían dos mensualidades a cada gastador. Los hombres reclutados se organizarían en escuadras de 25 hombres al mando de un cabo, que recibiría una paga de seis ducados al mes (4 de salario y dos de ventaja).

los capitanes de las compañías a formar serían nombradas por la Corona y se les darán sus atambores y vanderas de los colores de los lugares de donde fueren a los quales se les señalaren el sueldo siguiente; a los atambores dos ducados ventaja demás de su paga ordinaria y a los que lleuaren la vandera quatro de ventaja, los quales se les ha de pagar por los concejos

Se pretendía que para finales de junio se embarcaran en Cartagena. Se organizaba el trayecto hasta el puerto y el alojamiento en los lugares de paso, así como carruajes y bestias necesarias. 

Las instrucciones de la leva se hacían extensivas a los gobernadores y corregidores de los lugares de leva: Ocaña y Campo de Montiel, Murcia Lorca y Cartagena, Jaén Úbeda y Baeza, Antequera, Córdoba y Écija, Alcaraz, Ciudad Real y Cuenca.


La justificación de la campaña se hacía con estas palabras: para defender que la armada del turco no haga el daño que pretende en nuestras fuerzas de África y co
stas de estos Reynos como tenemos aviso por todas partes que lo intentará, poniéndose sobre Orán y Maçalquivir


Archivo General de Simancas, GYM,LEG,71. fols. 106, 146-149

Thursday, June 5, 2025

EL ALOJAMIENTO DE SOLDADOS

 Hemos visto en entradas pasadas el problema que suponía para una gran villa el alojamiento de soldados, tal como Villarrobledo. Aquí, vemos la petición de una familia pobre de Tarazona para evitar esa carga: 

                              (cruz) SCR

Antón Ramos y Magdalena Matha vezinos de la villa de Taraçona en el Obispado de Cuenca dizen, que atendo que son muy pobres y que tienen seis hijas donzellas en su casa y que suelen hospedar religiosos que pasan por allí, por tener tres hermanos en diuersas órdenes V.M. les hizo mercer y limosna por su real cédula expedida el año de 1582 a 31 de agosto, de mandar que no se aloxase ni aposentase en su casa gente de infantería por tres años y porque este término se cumplirá presto suplican himilmente a V.M. sea seruido de se le prorrogar a otros tres años, attenta la necesidad y probreza dicha, en lo qual receuirán gran beneficio y merced

(al margen) se concede por dos años


Archivo General de Simancas, GYM,LEG,183. fol. 123. Año 1585

Monday, June 2, 2025

EL CAPITÁN ALFARO DE OROPESA (II)

 Ya nos es conocido por sus servicios al lado del capitán Alonso Vala de Rey en la formación del Tercio de Flandes en 1568. Un poco tiempo después asciende a capitán y en 1587 lo vemos como comisario real al mando de tres capitanías: la de Alonso de Riquelme con 80 hombres, la del capitán Diego de Miranda con 135 hombres y la de su paisano Andrés Valenzuela con 173 hombres. Alfaro de Oropesa era uno de los tres comisarios nombrados para el reclutamiento de catorce compañías. En un principio, por orden del 21 de junio, estas compañías se debían dirigir al puerto de Sanlúcar de Barrameda, presumiblemente para llegar a Italia y desde allí seguir "el camino español" hasta Flandes. Pero el 29 de junio reciben órdenes, su nuevo destino será Lisboa, por lo que se les manda se concentren en el puerto de Alcántara. Pero, las órdenes se cumplían muy lentamente para el 31 de julio una de las compañías, la de Andrés de Valenzuela, estaba en Granada y pedía más dineros. Para el veinticinco de agosto la compañía de Andrés de Valenzuela se ha embarcado en Alcántara, el día 11, con destino a Lisboa, si bien ya solo tiene 158 hombres. Las otras dos compañías todavía no han embarcado a la espera de dinero y tras una lastimera carta del capitán Alfaro de Oropesa. Esta carta de doce de agosto expresa mu bien la impotencia del capitán Alfaro: 

yo entiendo que por mis pecados suzeden a estas compañías cosas de trauajo y de confusión

Entre culpas expresaba el capitán Alfaro una situación desesperada. Sus tres compañías que habían de embarcarse en Sanlucar de Barrameda y había recibido la orden de encaminarse al puerto de Alcántara para desde allí embarcarse a Lisboa, llevaban ya quince días andando y habían gastado todo el dinero llegados a Alcántara, sin que se les hubiera provisto de pan cocido o un "jarro de agua". Las compañías de Miranda y Riquelme esperaban unos barcos que no llegaban en medio del hambre (AGS. GYM LEG 200, 228). 

La compañía de Alonso de Riquelme había levantado sus ochenta hombres en el corregimiento de las diecisiete villas (estas levas darán lugar a numerosas quejas), mientras que Miranda y Valenzuela lo harán en Granada. A las catorce compañías mencionadas (1697 soldados) se sumarán diez compañías más reclutadas en Extremadura y Castilla la Vieja, mientras que otras cuatro reclutadas en Toledo se embarcaron para Italia

GYM,LEG,206, 352, 501,502

Sunday, June 1, 2025

reclutamiento de 1552

 En 1552 hay noticias de un reclutamiento obligatorio de hombres. Iniesta aporta 28 soldados; Villanueva de la Jara necesita arcabuces para la gente con la que ha de servir

AGS, GIM LEG 48, 185 y 186


Villanueva de la Jara se querella criminalmente de Lope de Cotán y Pedro de Orduña, capitán y alférez de una de las compañías del coronel Francisco de Benavides por ciertos capítulos y agravios (año 1558)

AGS, GIM, LEG 68, 198

Saturday, May 31, 2025

Los antecedentes de la milicia general del Reino

 Nos debemos remontar a 25 de marzo de 1590 para encontrar una primera comunicación del Consejo de Guerra sobre el establecimiento de una milicia general del Reino. La misiva real no encontró respuesta de las diecisiete villas del corregimiento, por lo que se vuelve a repetir el 27 de enero de 1591, con nulo éxito.

Se venía de un modelo de reclutamiento en los años ochenta que seguía la vieja tradición de capitanes colocando bandera para formar compañías, pero que, en un contexto de crisis y de necesidades de la Corona, había derivado en reclutamientos compulsivos, presentados como vejaciones, excesos y desórdenes que llevaron a la Corona a castigos ejemplarizantes con algunos capitanes. Sin embargo, el fracaso de la jornada de Inglaterra, las amenazas ya sobre territorio peninsular condujo a al idea de crear una milicia general del Reino compuesta por 60000 infantes destinados a "la defensa destos Reynos y ofensas de nuestros enemigos". Los pueblos deberían llevar un registro de los hombres casados o solteros  de 18 a 44 años y proveer de armas a su costa a los miembros de esta futura milicia. Las compañías formadas serían mitad de piqueros y mitad de arcabuceros. Los milicianos gozarían de ciertas preeminencias y obligaciones detalladas en una instrucción de 25 de marzo de 1590 y de quince puntos: exención de huéspedes, uso de armas, no ejecución por deudas, no sometimiento a vergüenzas o castigos. Los soldados se organizarían en escuadras de veinticinco a las órdenes de un cabo y los gastos hasta embarcar en puerto correrían a cargo de los concejos. De las diecisiete villas que formaban el corregimiento de San Clemente, en La Alberca se pregonó  el domingo de Ramos, quince de abril, públicamente, en su plaza la orden real e instrucción para el alistamiento de hombres, tal como recogía el escribano: "no se asentó ninguno ni a parescido ninguno a a descir que quiere asentarse ni alistarse en la dicha milicia". En Motilla, el pregón también se hizo el domingo de Ramos, en la plaza y a la salida de la iglesia y después en el lugar de Gabaldón; su ayuntamiento tomó en serio la real cédula y dio unas instrucciones propias para formar la milicia en el pueblo: formación de escuadra en cuanto hubiera diez soldados y medidas para armarlos con nuevas sisas, pero no se procedió a alistar soldados. El único soldado de estos alistamientos de 1590 nos aparece en Quintanar del Rey, donde el 21 de abril se alistó Hernán López, ya en la treintena de edad.

A la falta de voluntariedad para el enrolamiento se unía la deserción de soldados de sus compañías en territorio peninsular, como se reconocerá de nuevo el 22 de diciembre de 1591.


Archivo General de Simancas, GYM,LEG,283, 339

El segundo intento de formar una milicia del Reino, a finales de enero de 1591, dio algunos frutos en las grandes villas. En San Clemente, el uno de abril se asentaron como soldados Cristóbal Rosillo, Miguel Moreno y un joven de Alarcón llamado Pedro de la Vara. En Motilla, tras el pregón de diecisiete de febrero no se alistó nadie. En Las Pedroñeras, dado el pregón el nueve de febrero se asentó un único soldado, Juan Sánchez. En el Quintanar se recordó el soldado alistado en 1590.

Archivo General de Simancas, GYM,LEG, 339, 157-160

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Concejo de La Alberca 14 de abril de 1590

Alfonso de Palacios y Miguel de Valladolid, alcaldes ordinarios

Nofre de Valladolid, Miguel Rubio, Hernando de Montoya y Martín Galindo, regidores

Pascual Sánchez, alguacil mayor

Martín López de León, diputado

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Concejo de Quintanar del Rey de 8 de febrero de 1591

Pedro de Ruipérez y Diego García, alcaldes ordinarios

Benito de Ruipérez, Isidro de Ruipérez, Miguel Pastor, regidores perpetuos