El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

miércoles, 27 de diciembre de 2023

SOBRE LA PREVALENCIA DE ASIENTO EN LA IGLESIA DE SISANTE

 Llegado el siglo XVII, Sisante había dejado muy atrás, desde 1635, a su villa madre, Vara de Rey. Sisante había adquirido la condición de cabeza de demarcación territorial con un corregimiento. Bien es verdad que su corregimiento era de los llamados de tercera y aquellos que eran designados como corregidores de Sisante no lo llevaban muy a gusto. Simple paso intermedio en su cursus honorum para conseguir un próximo ascenso. Había corregidores que echaban pestes del pueblo, pues a comienzos del siglo XVIII, Sisante todavía no presentaba el aspecto más nobiliario actual de sus palacios: "pues casas de Nacimiento he visto de mayor talla", nos dirá un corregidor que dedicará a la villa afrentosas coplas. 

Mientras construía sus edificios civiles y palacios, Sisante llegaba a superar mediado el siglo XVIII los mil vecinos, cuatro mil habitantes. Sisante era todavía muy pueblerino; por vecinos le corresponderían cuatro familiares de la Inquisición, pero tenía solo uno y bastante mal avenido con las autoridades. Las disputas, como suele ocurrir en un mundo de advenedizos a los que ciega el poder, eran cosa de niños. Ya sabemos la importancia que daban aquellos hombres, como los de ahora a ocupar un asiento en primera fila: así, que andaban moviendo los bancos del lado del Evangelio al de la Epístola o colocando unos bancos delante de otros para ocupar la primera fila. Y es que el corregidor podía ser de tercera, pero su orgullo no, así que procuró colocar delante del banco donde se sentaba el familiar un banco nuevo y los suficientemente grande para tapar la vista al familiar del Santo Oficio o lo que es lo mismo negar su visión y presencia a los demás. Hoy nos puede parecer cosa de chiquillos, pero que los familiares del Santo Oficio tuvieran un lugar visible en las iglesias venía recogido en un auto del Consejo de Castilla de 1730.

Quizás se rían ustedes de estas cosas, pero yo soy el primer sorprendido de estas cosas, Recuerdo que en mi niñez en un pueblo de la Alcarria de todos conocidos el alcalde se sentaba en el primer o en el último banco según llegara antes o después a la misa y que la única diferencia era aquella de los hombres a un lado y las mujeres a otro. Esa misma costumbre de separación por géneros la vi hace poco en un pueblo de Teruel, llamado Alacón. En la Mancha, creo que ya ha desaparecido esa discriminación, pero si van a cualquier iglesia verán el primer banco reservado a las autoridades. No todo es tan sencillo: al lado del Evangelio, el partido gobernante; al lado de la Epístola, el partido de la alternancia. No seré yo quien recuerde viejas normas donde se ha de sentar cada uno, aunque sí dar un consejo: en San Clemente,, cuando se negaban a reservar asiento a autoridad foránea, se quitaban todos los bancos de la iglesia y se llevaba cada uno su silla de casa.

PD: El resultado final del expediente es que el corregidor de Sisante tuvo que retirar el banco nuevo que había colocado  y se dio la razón al familiar Lorenzo Muñoz Serrano por la Suprema del Santo Oficio


AHN, INQUISICIÓN,3728,Exp.100, AÑO 1759

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