El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

Imagen del poder municipal
EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

sábado, 7 de mayo de 2016

Villanueva de la Jara según el "Viaje de España" de Ponz

14. ... Desde Alarcón tomé el camino de Villanueva de la Xara, que antiguamente fue su aldea, distante tres leguas, viajando por un territorio que parte está sembrado y parte es monte baxo, de romerales, carrascales, con algunos pinos, &c. Todo él abunda de caza: !gran tierra para los aficionados a ella! A la izquierda se dexa el lugar de Villahermoso y Rubielos Altos, á la derecha Rubielos Baxos. Se atraviesa á la mitad de este camino una gran llanura, que se extiende por todos lados y parece un mar en calma. Al cabo de ella está Villanueva de la Xara, junto á un pequeño arroyo. Es una de las villas que están en mejor ser en La Mancha, tocante á las habitaciones de sus vecinos, á la llanura, rectitud, y anchura de calles. En sus inmediaciones, antes de llegar á ella, se encuentra porción de olivares, y viñas, que los que quieren (!ojalá lo quisieran todos!) las tienen cercadas de espinos, y zarzas, en lo que se conoce ser tierra fresca y adaptada para otras muchas suertes de árboles, particularmente la espaciosa vega, que se forma por donde corre el arroyo que dixe, cuyo nombre es Valdemembra, por los muchos membrillos que antes había plantados en dicha vega, según su conjetura. Me aseguraron que se hacen cada año hasta cincuenta mil arrobas de vino, y las otras cosechas principales son de trigo, cebada, y aceytuna.

15. En este pueblo, que fué antes de los Marqueses de Villena, sucedió un caso, que si algún Autor Griego hubiera dexado escrito su semejante, se admirará entre los más heroicos del mundo. Se habla de él en la Crónica de los Reyes Católicos, escrita por Hernando del Pulgar, fol. 120, con las siguientes palabras:

donde estaban por Capitanes contra el Marqués, D. Jorge Manrique, y Pedro Ruiz de Alarcón, peleaban los más días con el Marqués de Villena, y con su gente, y había entre ellos algunos reencuentros, en uno de los quales D. Jorge Manrique se metió con tanta osadía entre los enemigos, que por no ser visto de los suyos, para que fuera socorrido, le firieron de muchos golpes, y murió peleando cerca de las puertas del castillo de Garcimuñoz, donde acaesció aquella pelea, en la qual murieron algunos escuderos, y peones de la una y de la otra parte. En aquella guerra había algunos prisioneros, que se tomaban: y los Capitanes del Rey, y de la Reyna, acordaron de aforcar seis hombres de los que tomaron, y prendieron, porque siguiendo guerra injusta, peleaban contra el Rey, en su reyno. Visto por la gente de armas, que estaba con el Marqués, aquella justicia, recelando que qualquiera de ellos que fuese preso sería ahorcado, requirieron á un caballero, que se llamaba Juan  de Berrio, Capitán de la gente del Marqués, que ahorcase otros seis de los prisioneros que estaban en su poder. Aquel Capitán, temiendo que su gente por aquella causa no enflaqueciese, acordó de ahorcar algunos de los que tenía presos, y mandó que echasen suertes en los presos, y los seis de ellos a quien cayese la suerte, fuesen degollados. Acaeció que una de aquellas suertes cayó a un escudero de la villa de Villanueva de la Xara, aldea de Alarcón, hombre de hasta cuarenta y cinco años, casado, y con hijos, el qual tenía un hermano, que estaba asimismo preso con él, mozo de hasta veinte y cinco años. Este mozo, visto que por la suerte que había caído a su hermano mayor, había de morir, dixo: Hermano, yo quiero morir en lugar vuestro, porque no podría sufrir la pena que habría en vuestra muerte, y carecer de vuestra vista. El hermano mayor le respondió: No plegue Dios, hermano, que padezcas tú por mí: yo quiero sufrir con paciencia esta muerte, pues a Dios plogo que muriese de ésta manera: no es razón que tú, que eres más mozo, y aún no has gozado de los bienes de esta vida, mueras en tan tierna edad: encomiéndote mi muger, y mis hijos. El hermano menor replicó: hermano, vos sois casado, tenéis mujer, e fijos pequeños, los quales quedarían sin abrigo; más vale que muera yo; y dexe pronto las tribulaciones de esta vida, pues de mi muerte no viene otro daño sino a mí. Esta qüestión pasó entre estos hermanos, y al fin venció el menor, y por grandes ruegos que hizo al Capitán, fue degollado, y quedo vivo el mayor. Pónese aquí este caso, por ser singular exemplo de buena hermandad.

16. Ya ve V. que el suceso es digno de que este escritor lo dexase registrado: también lo cuenta el padre Mariana, pero ni uno, ni otro dicen como se llamaban los hermanos. Sus nombres eran, el del casado Martín Saiz Talaya, y el del mancebo Juan Saiz Talaya, y tales aparecen de las relaciones, que de mandado del señor Felipe II, se hicieron por los pueblos, de las particularidades que en ellos había dignas de notarse en el año de 1575, en lo tocante á esta villa, y á la del castillo de Garcimuñoz, en la qual se executó la tal sentencia. Dichas relaciones se depositaron en la Real biblioteca del Escorial.

17. Lo que hay en Villanueva de buena arquitectura, es una fachada, que da entrada al pórtico de la casa del Ayuntamiento, con columnas de orden dórico debaxo, y otras tales encima formando una galería. Ni es mala fachada una de las de la parroquia, cuyo principal adorno consiste en quatro columnas de orden jónico, dos á cada lado de la puerta. El templo es muy grande, pero executado sin la decoración arquitectónica correspondiente al mejor gusto; y su altar principal es una monstruosidad del arte, en que acaso se consumiría un pinar entero. En la sacristía vi dos cuadros de Simón Villa, de quien hace conmemoración Palomino, y yo lo haré en algún otro pasage.

18. Hay en esta villa un convento de Carmelitas Descalzas, que fundó Santa Teresa, con una iglesia muy bien construida, y lo es el altar mayor, compuesto de quatro columnas corintias en su primer cuerpo, y en el segundo de dos compuestas. No son malas las pinturas que en él están colocadas , ni tampoco lo son sus altares colaterales. En el convento de San Francisco se encuentra un altar dedicado a Santa Silveria, fundado por el Excelentísimo señor D. Alfonso Clemente de Aróstegui, en donde se venera el cuerpo de la Santa. El nicho del medio contiene una pintura executada en Roma por un tal Rosi. La población de Villanueva me dixeron que era de hasta seiscientos vecinos. Yo fui muy bien recibido, y agasajado en la casa del expresado Señor (1) (a quien por algunos años debí un afecto particular), y en ella vi colocadas algunas pinturas de D. Conrado Giaquinto, y de otros autores italianos de crédito.

(1) El Excelentísimo señor D. Alfonso Clemente de Aróstegui, falleció de 77 años de edad, el día 10 de febrero de este presente año de 1774. Fue el primer Vice-Protector que tuvo la Real Academia de San Fernando; y habiendo vuelto de Nápoles, en donde servía á S. M. de Embaxador, le nombró nuevamente Vice-Protector de la misma Academia. Fue del Consejo de Estado de S. M., Comisario General de la Cruzada, Caballero Gran Cruz de la distinguida Orden de Carlos III, amante, y promotor de las Bellas Artes, y de los profesores y se puede decir, que contribuyó principalísimamente á la fundación de la expresada Real Academia, cuidando del aprovechamiento de sus discípulos, no solamente aquí, sino también de los que había pensionados en Roma, mientras se mantuvo en aquella corte en el empleo de Auditor de Roca.


Viage de España : en que se da noticia de las cosas mas apreciables, y dignas de saberse, que hay en ella (1789).  PONZ, Antonio, 1725-1792. Madrid : Por la Viuda de Ibarra, Hijos y Compañía. 1789. Biblioteca Valenciana. Colección: BV Fondo antiguo. Ubicación: BV Carreres.  Signatura: XVIII/1268, pp. 192-197

No hay comentarios:

Publicar un comentario