Puente de Santa Ana sobre el río Rus |
Esta villa, muy nombrada, es la Corte de la Mancha, antiquísima yllustrada de familias, nobles y ricas, y en su contorno hasta las 15 leguas del cerco, son las familias antiguas, cavalleros, militares, guerreros, muchos títulos, que heran por sus proesas, bien lo dicen las casas solariegas y nuevas por sus armas, sus grandes maiorazgos, las muchas religiones, que tanto en letras como en armas ay un número crecido de hombres empleados en el Real servicio militar y en los Conzejos de su Magestad y Govierno de Nuestra España, que noblemente, fielmente y con perfecta christiandad, mantienen la parte de la Real Casa de nuestro monarca, que Dios guarde
En la llanura manchega, sobre un pequeño altozano, se levanta la villa de San Clemente. Sin montes que la protejan, es tierra expuesta a los vientos, que fijan la salud y carácter de sus habitantes. La relación entre el clima y el carácter ya fue señalado en 1777 por el médico Roqué Picó de Picó. San Clemente era presentada como una tierra sin montes que amparen a sus habitantes y expuesta a los vientos, los quatro ayres que reynan en este clima.
El viento de levante es llamado solano, viento de verano, que llega ardientisimo, provocando que los humores de los vecinos se remuevan, tal como remueve el propio viento la atmósfera provocando lluvias.
remueve los inquietos humores, fluiendo, descendiendo de los vientres superiores a las partes distantes, es a saber de la cabeza a los miembros ynferiores y también al vientre medio o toras, y al ynfimo vientre, assí llamado por estar situado baxo de las dos cavidades animal y vitalEl viento de poniente es suave y benevolente, tanto para los naturales, sosegando sus humores con su templanza, como para sus cultivos, para los que trae lluvias en las estaciones más favorables, aunque fatal para el humo de las chimeneas, que no han faltado hacedores de las mismas que han evitado sus daños.
que estando el tiempo movido para llover, qualquiera de los vientos es pluvioso, assimismo irritada naturaleza por esta causa supongamos calorosa; y al contrario, aunque la suavidad de este occidental y su benevolencia sea cierta no pueden sus influencias corregirla, pero sí el ser amistosoEl viento de mediodía o meridiano es un viento perjudicial, llovedor, engendra putrefacción y es malévolo a la salud por su cualidad caliente y húmeda, trayendo a la villa los vapores corruptos de río Rus, que escasea en el estío en agua.
y transitando por los pueblos influien corrupción y de este modo ocasionan enfermedadesDel septentrión viene la tramontana, es viento saludable, frío y seco, poco lluviosos. Pero es viento tan bueno para los hombres como malo para la naturaleza; daña los frutos de la tierra desde el mes de enero hasta el mes de mayo; por esa razón, sus naturales evitan el cultivo de frutales, y el paisaje está dominado en exceso por las tierras para pan y vino, hiela los olivos y las higueras y demás árboles, incluso los pinos que retallando de nuevo vuelven a helarse.
es frío y seco, poco lluvioso, éste es muy saludable, viene del Norte, es muy súbtil y penetra en gran manera nuestros cuerpos
San Clemente es tierra rasa, el riego es ajeno a sus cultivos, pero sus yerbas son saludables y el pasto, que escasea, es bueno. Sus aguas, aunque puteales, son buenas. Pasto y agua crían sabrosos carneros y ovejas; en los tiempos del doctor Roque Picó, abundaba la caza, tanto terrestre como volátil. Los vinos abundantes y el pan de trigo más exquisito hacia las tierras del norte; que el trigo de San Clemente siempre ha tenido fama de rubión y de menor calidad que el de poblaciones comarcanas.
El doctor Roque Picó de Picó, que atendió enfermos en San Clemente de 1745 hasta 1777, como él mismo reconocía, creía más en estas condiciones ambientales que en los astros para explicar el carácter de las personas, y sobre todo en la influencia que estos aires pudieran tener para el desarrollo de enfermedades al remover aguas estancadas o a su paso por los cementerios. Nos legó todo un tratado de enfermedades de la época cuya patología y remedio estudió a lo largo de ciento cuarenta y cinco folios. Citaremos algunas de las enfermedades que azotaron a los sanclementinos y que estudió para quien quiera adentrarse en ellas: fiebres petequiales, fiebres punticulares ardientes malignas e inflamatorias, viruelas y sarampiones, fiebres linfáticas con tos ferina y catarro sofocativo, pleuritis y reumatismo, fiebres mecentéricas, fiebres tercianas epidémicas y cuartanas rebeldes
PICÓ DE PICÓ, Roque: San Clemente (Cuenca), 1-VII-1777. Disertación médica que con toda sinceridad trata del clima y aires que dominan en la atmósfera, a quienes están sujetos los vivientes racionales de esta villa de San Clemente (Biblioteca Virtual de la Real Academia Nacional de Medicina)
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