El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

viernes, 18 de agosto de 2023

López Montañés o Cantero

 Pedro López Montañés era hijo de Juan López y Mari Gutiérrez Cantera y nieto de Juan López Somovilla y Elvira García. La familia procedía de Valle en el valle de Ruesga y tenía casa solar en Somovilla.

Las probanzas de testigos son de 1556. Pedro López Montañés reconoce haber llegado ocho años antes a Iniesta


Ejecutoria de 4 de septiembre de 1565 (EJECUTORIA DE HIDALGUÍA DE PEDRO LÓPEZ MONTAÑES, ACHGR, HIDALGUÍAS, sign. ant. 301-38-11)


Los López Cantero era la familia más importante de la villa de Iniesta en el siglo XVII; hasta tal punto que las malas lenguas les acusaban de haber quemado la iglesia del pueblo para construirse otra a su gusto. Pero los López Cantero no eran naturales de Iniesta ni el apellido Cantero era apellido familiar. Por los testimonios, creemos que la familia había llegado a Iniesta a mediados de la década de 1540 (probablemente el año 1548). El que llegó fue Pedro López, procedente del valle de Ruesga. No tardaría mucho en pedir se respetase su condición de hidalgo, pues su abuelo decía era de la casa solar de Somovilla. La llegada de los López Cantero a Iniesta fue preparada por sus familiares los Gutiérrez Cantero (la madre de Pedro López, el primero que llega a Iniesta era Mari Gutiérrez la cantera). Destacar, pues, que toda la familia se movía en el ámbito de la construcción y la cantería, por lo que es probable que su llegada coincidiera con un nuevo impulso constructivo en la zona y, en particular, en San Clemente (donde se instalaron los Gutiérrez, que eran también carpinteros) y en Iniesta (donde se instalaron los López, que en un principio fueron considerados albañiles). Pedro López, aun no pasando de la condición de albañil debió hacer una enorme fortuna en poco tiempo, lo que da idea de actividad constructiva en las décadas de los cuarenta y cincuenta en Iniesta y en la comarca. Pareja a la riqueza vino la condición hidalga, frente al mote de albañil, Pedro López prefería llamarse Montañés y pronto adoptaría el de Cantero, que gozaba de más aceptación. Lo que sospechamos de la llegada de los Gutiérrez y López del valle de Ruesga es que contó con el apoyo de la familia Castillo de San Clemente, que aprovechó la llegada de estos montañeses para fabricarse una genealogía propia por esas tierras norteñas

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