El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

sábado, 4 de noviembre de 2023

Monteagudos y Flores (los)

 Catalina de Monteagudo era viuda de Diego Flores Carrillo. Diego Procedía del lugar de Olmedilla de Eliz, era hijo de Juan Flores y Catalina Carrillo. El abuelo Diego Flores procedía del lugar de Zarzuela, con fama de rico y doce manadas de ganados, había casado dos veces, la primera con Francisca Enríquez y la segunda con Beatriz Carrillo. Del padre Juan Flores se conocía que había muerto de un saetazo en Olmedilla. 

Del abuelo Diego Flores tenía un hermano, Jorge Flores, que vivía en Torrecillas, con fama de rico. Un hermano del padre, Juan Flores, llamado también Jorge, al parecer había ganado ejecutoria de hidalguía en Zarzuela.


ENTRE LA MANCHA Y LA ALCARRIA: LOS CARRILLO
El apellido Carrillo llega al sur de Cuenca de la mano de los Ruiz de Alarcón, cuando Martín Ruiz de Alarcón, señor de Valverde, Talayuelas y las Veguillas, casa con María Alonso Carrillo, hija de Gómez Carrillo y Urraca Albornoz. Sabemos de un Hernán Carrillo que vende los molinos Nuevos al señor de Minaya Rodrigo Pacheco en 1453 y que a continuación fija su residencia en Olmedilla de Éliz junto a su mujer María Torquemada.
Nos interesa especialmente esta vinculación entre la Mancha y la Alcarria. Consideramos que este asentamiento de los Carrillo en Olmedilla de Éliz supone la ocupación de nuevo de un lugar que había quedado despoblado en los umbrales del siglo XIV al XV. Es más, tenemos conocimiento de asentamiento de nuevos pobladores en Olmedilla, desde el lugar de Arrancacepas en la mitad del siglo XV. Poblamiento un tanto salvaje con hombres de Arrancacepas raptando mujeres en pueblos vecinos para formar nuevas familias en Olmedilla de Éliz. Este poblamiento desde Arrancacepas también se dio en el lugar de Castillo de Albaráñez, aunque aquí se retrasó a la época posterior a 1480, cuando acabó la guerra. El impulsor del nuevo poblamiento de Castillo de Albaráñez sería la familia Moreno, declarados isabelinos, sexmeros y luchadores contra las injerencias nobiliarias en la zona.
El caso es que Olmedilla de Éliz prometía ser finca de una rama familiar de los Carrillo, pero algo se torció en los años finales del siglo XV. La falta de sucesión masculina debió contribuir a ello, pues que Catalina Carrillo casa con Juan Flores hacia 1500. La llegada de los Flores a Olmedilla de Éliz supone al aparición de un nuevo apellido, procedente de un lugar próximo de Cuenca, la aldea de Zarzuela (y asentado también en Torrecillas). Los Flores eran grandes poseedores de ganados, olvidando pronto el lugar de Olmedilla para establecer su residencia en Cuenca; contribuye a este hecho otro accidental: la muerte de Juan Carrillo de un saetazo en Olmedilla, en oscuras circunstancias. El hijo de Juan, Diego Flores será preso del infortunio. Un primer enlace matrimonial con los Enríquez fracasa por la muerte de su mujer Francisca; el segundo matrimonio será con Catalina de Monteagudo, de Villanueva de la Jara, otra familia que extinguirá el apellido por falta de varón y dilapidará la fortuna en fundaciones conventuales en Villanueva de la Jara. Entretanto el apellido Carrillo, se establecerá de nuevo en el señorío de Valera de Yuso vía matrimonial con los Inestrosa, pero de nuevo desaparecerá a comienzos del siglo XVII, no sin haber dejado antes otra fundación conventual: la carmelita descalza a cargo de Luisa Carrillo, auténtica fundadora de las carmelitas en Valera, más que la venerable so Ana de San Agustín.
Idas y venidas entre la Mancha y la Alcarria que no llegan a consolidar alianzas que se traduzcan en la forja de grandes patrimonios. Y unos apuntes para completar algún día


ACHGR, HIDALGUÍAS, SIGN. ANT. 301-84-10

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