El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

sábado, 2 de noviembre de 2019

Canteros vascos en tierras de Cuenca


De Errezil, en la provincia de Guipúzcoa, un lugar repartido de caseríos, apartados los unos de los otros, por entonces, habían salido varios canteros vascos hacia tierras de Cuenca a comienzos del quinientos. Maestre Pedro de Hereceta era uno de ellos, natural de Errezil, reconocía haber trabajado en el condado de Buendía en el periodo que va de 1525 a 1535, aunque antes lo había hecho en el Marquesado de Villena. En esta última tierra había coincidido con otro cantero de su pueblo: Domingo de Arregil o Regil, apellido tomado de la vasquización del lugar de origen. Domingo de Arregil, había salido con quince años de su tierra para recalar primero en la ciudad de Cuenca y luego asentarse en Barchín del Hoyo, donde había casado con Juana Gómez hacia 1517. Domingo de Arregil había nacido hacia 1490 y muerto de mediana edad, poco después de 1530. Era hijo de Juan Martín de Tejería, con casa solar en Errezil, y de Marina de Zarma. 

De la actividad cantera de Domingo Arregil sabemos pocas cosas; una de ellas es que había formado compañía con otro cantero de su lugar de origen Pedro de Loyde. Juntos habían trabajado por el sur de Cuenca; a comienzos de la década de los treinta, poco después de la muerte de Domingo de Arregil, parece que la actividad de Pedro de Loyde, el citado maese Hereceta o el hijo de Domingo de Arregil, del mismo nombre, se había trasladado al condado de Buendía. Arregil y Loyde personificaban dos formas de vida; si Arregil había roto con su tierra de origen y se había asentado en Barchín, Loyde anduvo yendo y viniendo, durante treinta años, desde Guipúzcoa a tierras de Cuenca para ejercer su oficio de cantero en diversas obras. Un caso similar al de Pedro de Loyde, trabajando a temporadas en los pueblos del Marquesado de Villena era el de Martín de Iraola o el de Rafael de Regil, que alternaba las estancias como cantero en el convento de Uclés con otras de descanso en su tierra natal de Errezil.

Creemos que estos canteros vasco nacían con el don natural para el ejercicio del oficio, pero no es así. Domingo de Arregil, tras dejar la casa de su padre a comienzos del quinientos con quince años, había aprendido el oficio de cantería durante cinco años en Logroño y Navarra, para pasar con veinte años a tierras de Cuenca. Su llegada había acaecido hacia 1511, en compañía del mencionado Juan de Iraola, cantero paisano de Errezil.

La salida de los primeros canteros de Errezil había abierto el camino a sus habitantes hacia la provincia de Cuenca. Martín de Aguirre, de treinta y cinco años, andaba por el convento de Uclés a mediados de la década de los treinta; desde hacía una veintena de años andaba de pueblo en pueblo por las tierras conquenses del Marquesado de Villena ejerciendo de cantero. En Barchín del Hoyo había pasado medio año trabajando con Domingo de Arregil y coincidiendo con el momento de su matrimonio con Juana Gómez. Aunque para Martín de Aguirre, su paso por Barchín era una de tantos trabajos en su obrar itinerante, los viejos lazos del lugar de origen, movieron a llevarse consigo a Uclés al hijo mayor de Domingo Arregil, una vez muerto, para enseñarle el oficio de cantero; al parecer sirvió de intermediario para acoger el mancebo de manos de su madre, otro cantero pariente de la familia y llamado Rafael de Regil. Al igual que su padre y que Martín de Aguirre, Domingo Arregil, hijo, o Gómez (pues los hijos tomarían el oficio de la madre), se iniciaba con quince años como cantero; dos años despúes, ya ejercía de tal en Buendía.

Desconocemos qué edificio levantaban los vascos en Barchín, pero no cabe duda que allá por el año 1517 coincidieron varios de ellos durante unos meses. Los vascos formaban cuadrillas familiares o convecinos de un mismo lugar e itinerantes que trabajaban a iguala, a destajo diríamos hoy. Domingo de Arregil formaba compañía con Pedro de Loyde; Martín de Iraola formaba compañía propia con su hermano Juanes de Iraola, ambos había estado también en Barchín ese año de 1517 por espacio de cuatro meses, labrando la piedra y presentes en las bodas de su paisano Domingo Arregil.

Domingo de Arregil tomó residencia definitiva en Barchín del Hoyo, al parecer por un matrimonio forzado, tras el embarazo de Juana Gómez. Hizo valer su condición de hidalgo para no ser enrolado, cuando la villa tuvo que destinar doce o trece peones para la guerra de Navarra de 1521, aunque no lo consiguió y tuvo que marchar hacia la guerra en mayo de aquel año. Sí que aprovechó el guipuzcoano la aventura militar para recalar en su tierra y allí hacer cierta probanza de testigos que diera fe de su hidalguía.


La sentencia reconociendo la hidalguía a los hijos de Domingo Arregil: Domingo, Pedro y Juan Martín es de 17 de noviembre de 1535. La ejecutoria de hidalguía es de 17 de agosto de 1537.



Probanza de 1535

Maestre Pedro de Hereceta, vizcaíno, cantero, vecino de Errezil en la provincia de Guipúzcoa, 64 o 65 años
Pedro de Loyde, vecino de Errezil, hidalgo de 50 años
Martín de Iraola, vecino de Errezil, hidalgo de 46 años
Juanes de Iraola, vecino de Errezil, hidalgo de 52 años
Martín Jiménez, vecino de Barchín, pechero de 38 años
Juan Martínez, vecino de Barchín, pechero de 25 o 26 años
Rafael de Regil, vecino de Errezil, hidalgo de cuarenta años


AChGr. HIDALGUÍAS. Juana Gómez y sus hijos menores. 1537

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