"Con un monasterio de monjas de la primitiva regla de Santa Clara de mui estrecha observancia. Fundose el año de 1714, habiendo sido beaterio 19 años antes, todo por dirección del Venerable Padre Christóval Hortelano, vecino de esta villa y presbítero de exemplar vida de quien después se hablará. Este sacerdote con el Exmo. Sr. D. Guillén de Moncada, marqués de Aitona lo fundaron y dotaron, dexándole aquel todos sus bienes y señalándole su excelencia 800 ducados anuales, que juntos con igual proción que le ha añadido al última señora marquesa componen más que una suficiente dotación. Refiérese que en la fábrica de dicho convento se apareció una yegüecita, que después de haber conducido todos los materiales para la obra, desapareció. Y aunque semejantes exemplares no son raros en la Historia Eclesiástica, yo de nongún modo salgo por fiador de su verdad, aun en medio de hallarlo mui authorizado en este pueblo. Venerase en la Yglesia de dicho convento una prodigiosa imagen de Jesús Nazareno, que es sin duda una de las más insignes de España. Es obra de la célebre esculptora Dª Luisa Roldán y el modo de su venida según consta de varios instrumentos que conservan las religiosas y se han franqueado para formar esta relación, es el siguiente. Hallábase el referido padre Hortelano (que así llamaban entonces a los presbíteros seculares, como también al presente en varios pueblos) en Madrid sumamente deseoso de encontrar una Ymagen de Jesús, para colocarla en su convento de Sisante, y practicando las diligencias para hallarlo, le salió al encuentro una niña de 8 años, llamada Elena, quien llamándolo con su propio nombre (sin haberlo visto jamás) lo llevó a la casa de los hijos de Dª Luisa Roldán en donde vio la Sta. imagen. Robole de tal modo el corazón que al considerarse imposibilitado a pagar la cantidad 15000 reales vellón que le pidieron por ella, concibió tal dolor, que se le saltó una costilla, durándole toda la vida su dolor. Pero el Señor consoló bien presto a su siervo, pues en menos de 24 horas, juntó la limosna suficiente para completar sus deseos. Siendo digno de dotarse, que habiendo estado frequentes veces encajonada la Sta. Ymagen para Roma y otras partes por orden de las primeras personas de Madrid, siempre se desencontó el trato y que en la misma mañana que salió para Sisante, fueron en su seguimiento con orden del rey para enbargarla, y colocarla en el convento de San Diego de Alcalá a expensas de su Majestad, lo que no hicieron habiéndola encontrado fuera de los términos de Madrid. Sabidores de todo los piadosos hijos de Dª Luisa dieron de limosna a esta Comunidad la bella imagen de Nuestra Señora de los Dolores, obra también de su madres, y ambas imágenes son de la estatura regular de un cuerpo humano. Hállase también colocado en dicha Yglesia un Santo Christo intitulado de la Buena Muerte que hizo un pastor con una navaja y regaló al Venerable Hortelano para su Yglesia, llamándolo a su choza, en donde lo tenía a tiempo, que iba haciendo Misiones por la serranía de Cuenca."
Relación dada por el licenciado Francisco Javier Montón, cura de Sisante y Pozoamargo (Diccionario Geográfico de Tomás López)
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