El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

Imagen del poder municipal
EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

domingo, 8 de agosto de 2021

Diego de Lorca, pasajero a Indias de Iniesta

 Diego de Lorca, hijo de Jorge de Lorca y de María Alarcón, vezino de Yniesta pasó a Tierra firme en la nao que es maestre Bartolomé Alonso, juraron por el Martín Romero de la dicha villa y Jaime de Torregrosa, vezino desa dicha villa que lo conosçen y no es de los proybidos

Martín Romero, hijo de Hernando Romero y de Mari Merca, vezino de la dicha villa, pasó a Tierra Firme, en la dicha nao, juraron por él, el dicho Diego de Lorca y el dicho Torregrosa que los conosçen y que no es de los proybidos.


Archivo General de Indias, CONTRATACION,5536,L.5,F.106R(6)


11 de mayo de 1538

martes, 3 de agosto de 2021

LA BATALLA O BATALLAS COMUNERAS DE EL CAÑAVATE

 LA BATALLA, O BATALLAS, COMUNERAS DE EL CAÑAVATE

Las referencias a las Comunidades en la villa de El Cañavate son dos. En ambos casos, acontecimientos marcados por el derramamiento de sangre. Son dos momentos diferentes los narrados y la dificultad es situar en el tiempo uno de ellos. En cualquier caso, para contextualizar el movimiento comunero de El Cañavate es necesario partir de la generalidad del movimiento comunero y el carácter subversivo y antiseñorial que alcanzó en el marquesado de Moya, extendido y retroalimentado a todas las villas de señorío del sur de Cuenca y a las de realengo. La lista de pueblos es interminable. De señorío, Albaladejo del Cuende, Olmeda del Rey, Altarejos, Valera de Yuso, Santa María del Campo, El Provencio y los pueblos del marquesado de Moya; de realengo, prácticamente, todos los pueblos de lo reducido del marquesado de Villena, desde El Pedernoso o Las Pedroñeras a Motilla, El Peral y Gabaldón (y noticias vagas, por concretar, en Villanueva de la Jara, y la participación organizada, estructurada política y militarmente de San Clemente y El Cañavate, por un lado, e Iniesta y Requena, por otro.
En el Cañavate, sucedieron dos grandes batallas, de desigual signo. Creemos que ambos enfrentamientos fueron parejos a los sucesos de la vecina Moya y suceden en el momento final de la guerra de las Comunidades. Quizás haya que plantear una solidez del movimiento comunero en tierras conquenses del marquesado de Villena, que sobrevive a la derrota comunera de los moyanos en Carboneras de Guadazaón de 14 de noviembre, que ayuda a los comuneros moyanos a recuperar la iniciativa a comienzos de febrero del año siguiente y expulsar de nuevo a su señor Juan de Cabrera. Aunque en ese invierno de 1520 a1521, los documentos apuntan a que El Cañavate, (una vez más, como en la guerra del marquesado de 1480, puerta de acceso a las fortalezas de Alarcón y Castillo de Garcimuñoz) devino en enclave imperial, seguramente tras la primera derrota comunera de Moya en noviembre (pues en la semanas anteriores El Cañavate es comunero y ayuda a la rebelión santamarieña contra los Castillo Portocarrero), con la presencia de un destacamento de seis o siete compañías de soldados, al menos así era a comienzos de febrero de 1521, cuando estas tropas son desbaratadas por comuneros llegados de todo el marquesado de Villena. Las Relaciones Topográficas de El Cañavate narran los hechos cincuenta años después: los soldados imperiales son derrotados. Muertos unos y heridos y presos otros son llevados desnudos a comienzos de febrero, en un gélido invierno, hasta Vara del Rey. Esta primera batalla de El Cañavate sucede a comienzos de febrero, coincidiendo con la segunda toma comunera de Moya. Hay una segunda batalla de El Cañavate, de signo adverso para las fuerzas comuneras, que nos arriesgamos a situar un mes después, en marzo de 1521, según narran las relaciones de Gabaldón y coincidiendo con la derrota comunera en Moya. Los comuneros huyen en desbandada ante el acoso imperial para acudir a refugiarse en El Cañavate, comunero desde febrero de 1521. La matanza imperial es atroz, tiñéndose de rojo las aguas del río Rus con los cuerpos de los comuneros muertos.
En noviembre la represión del movimiento comunero en Moya correspondió al señor de Valverde Jorge Ruiz de Alarcón, apoyado por cuatrocientos soldados imperiales desembarcados en Alicante y apoyados por artillería. En marzo, el que derrota a los moyanos es el corregidor Cárdenas y la ciudad de Cuenca. Igual derrota sufrirían los comuneros del sur de Cuenca, esta vez del gobernador del marquesado de Villena Juan Hurtado de Mendoza, que toma San Clemente. Aun así, el fervor anticomunero de las villas del marquesado de Villena fue escaso: los Herreros son incapaces de reclutar hombres en la villa de San Clemente para ayudar al prior de San Juan para derrotar los focos comuneros tras Villalar y es conocido el poco entusiasmo de las gentes del marquesado de Villena en la represión de las Germanías.

sábado, 31 de julio de 2021

Bienes propios de Villanueva de la Jara y propiedades de vecinos (1571)

 

Censo de 1500 ducados tomados al mercader de Cuenca Juan de Moya para el abasto de panaderías. Tomado del mercader Juan de Moya en 1571 (seis de agosto)

 

Bienes propios hipotecados de Villanueva de la Jara (mil ducados anuales)

·        Casas de morada que son del ayuntamiento y alindan de la una parte con casas de Francisco López de Tébar y de la otra parte con casas de Pedro López de Tébar, su hermano,  y por las otras partes con las calles públicas

·        Molinos harineros de seis ruedas. Con su caz y socaz, llamados de los Nuevos en la ribera del río Júcar. Rentan 500 ducados anualmente.

·        Seis hornos de pan cocer: en la calle del camino de Iniesta, de la Concepción, el de Pedro García, el del camino de San Sebastián, el de las casas de Andrés Bravo y el que está cerca de las casas de Juan Poblete

·        Dos hornos de pan cocer en Casasimarro

·        Dos hornos de pan cocer en el lugar de Gil García

·        Un horno de pan cocer en el lugar de Madrigueras

·        Heredamientos de tierras de pan llevar de más de tres yuntas en la ribera del Júcar, término de Alarcón. En el sitio denominado Presa Lagante. Renta veinte ducados

·        Un sitio de molinos harineros y edificio de casas en el Vado del Parral, ribera del Júcar. Dichos molinos los tiene en compañía de la ciudad de Chinchilla y herederos de Francisco del Castillo.

·        Escribanía pública de la villa.  Se arrienda por doscientos ducados

·        Rentas de la almotacenía y corredurías

·        Censos y bienes que la villa tiene dados a censo

Bienes de los regidores hipotecados.

 Julián Alcócer, que posee casas en Villanueva, 1100 vides en la cañadilla de don García y casas, heredamiento y viñas en Campillo de Altobuey.

Juan García de Olmeda: Casas en Villanueva de la Jara, alindes de Pedro Clemente y María Brava. Seis mil vides en los Rubielos, alinde de Julián de Enguídanos y Cristóbal Lozano, cien almudes en las labranzas de los Rubielos (término de la Jara). Hacienda valorada en mil quinientos ducados.

Ginés Rubio: Casas principales en Villanueva de la Jara, alindes de Julián de Córdoba y Alonso López. Cinco mil vides y trescientas olivas en el Rubial, alindes del bachiller González y Juan de Palacios. Valoradas en mil ducados.

Agustín de Valera:  mil quinientos almudes y nueve mil viñas con árboles y viñas en los términos de las Escobosas, todo en una pieza, jurisdicción de Alarcón, alindes con tierras de Francisco de Ruipérez, Antón Martínez, Juan Sánchez de Ruipérez y Antón Granero. Valoradas en cuatro mil ducados.

Fernando de Utiel: Un majuelo de seis mil vides y cuatrocientas olivas en el camino de Alarcón, alinde de Julián González y Pedro López de Tébar, y quinientos almudes de tierras en las labranzas de esta villa y de El Peral, en la Burrueca, alinde de tierras de Lorenzo Borgoño y herederos de Alonso Saiz de Pozoseco y el camino real que va de esta villa a La Motilla. Unas casas principales. Valoradas en dos mil ducados.

Juan de Villena: Unas casas principales en Villanueva de la Jara, alindes de Brígida de Villena y el licenciado Laredo. Un molino de aceite alinde de Juan López y Pedro de Monteagudo mayor. Doscientos almudes de tierra en la hoya de la Moheda, alinde de majuelo de Tomás Clemente, Lope García y el camino real. Valoradas en dos mil ducados.

Benito del Cañavate: Casas principales en Villanueva de la Jara, alindes de Julián de Alcócer y herederos de Pedro Pardo. Doscientos almudes de tierra en la aldea que dicen Casas de María Simarra, alinde de Pedro de Monteagudo, Juan López, Alonso de Ruipérez, y un majuelo de siete mil quinientas vides y quinientas olivas, alinde de Pedro de Arostegui y Alonso García. Valoradas en mil ducados.

Gregorio Clemente:  Unas casas principales en la villa de Albacete, alinde de casas de Alonso de la Jara y la viuda de Cristóbal Carrasco. Un cercado de dos mil vides con un palomar, alindan con Benito Molina y Benito Quesada y el camino real. Otra viña de dos mil vides en término de la dicha villa de Albacete en el pago nuevo. Valoradas en mil ducados.

Andrés Sánchez del Pozoseco: unas casas principales en la villa, alinde de herederos de Spínola y herederos de Amador García. Cuatro mil vides y algunas olivas, alinde de Gallardo Borgoño y herederos de Tomás García. Valoradas en quinientos ducados.

Antonio de Córdoba: Casas principales en esta villa, herederos de Sebastián García y Miguel Saiz Barriga. Un majuelo de ocho mil vides en las Escobosas, alinde de Agustín Valera por todas partes. Valoradas en quinientos ducados.

Llorente López de Tébar: casas principales, alinde de Pedro de Monteagudo mayor y Pedro de Aroca. Una heredad de quinientos almudes en Villar de Mingo Pérez, alinde de la dehesa de Alarcón y la mojonera y término de Jorquera. Valoradas en dos mil ducados.

Mateo García: Unas casas principales en la villa, alinde de Pedro de Monteagudo y Benito Gómez. Doce mil vides con quinientas olivas, alinde de Gerardo Borgoño y el camino real que va hacia la Motilla y cien almudes de tierras en el alto del Pozoseco. Valoradas en mil ducados.

Juan López de Gaspar López: unas casas en Villanueva. Un haza cebadal de trece almudes en la Cañada y otros cincuenta almudes de tierras en la Muela. Valoradas en cuatrocientos ducados.

Juan Gómez de Barchín: Unas casas alinde del bachiller Pardo y Juan López. Valoradas en cien ducados. Doscientos ducados de valor.

Antón López del Castillo: Unas casas de morada en la villa y cuatro mil vides en los vallejos de Lope García, alinde de montes llecos.

 

 

 

Concejo de Villanueva de la Jara agosto de 1571

Alcaldes ordinarios: Juan García del Olmeda y Ginés Rubio

Regidores perpetuos: Agustín de Valera, Hernando de Utiel, Lorente López, Mateo García, Juan de Villena, Benito de Cañavate, Gregorio Clemente, Andrés Sánchez del Pozoseco, Antonio de Córdoba y Julián de Alcocer

Alguaciles mayores: Juan Gómez de Barchín, Antón López del Castillo.

Juan López: fiel ejecutor

 

La carta de censo de bienes los debo al documento original aportado por Julia Toledo

 

AHPCU, PROTOCOLOS, BARTOLOMÉ JIMÉNEZ, fols. 308-339

martes, 27 de julio de 2021

Bienes propios de Alarcón y propiedades de vecinos (1571)

 El concejo de Alarcón toma a censo mil ducados para la compra de pan del mercader Juan de Moya, vecino de Cuenca, con un interés de 14 al millar (7%). Previamente, el concejo de Alarcón ha obtenido licencia real el 17 de octubre de 1571, motivándose en la esterilidad de ese presente año y los años precedentes, para tomar dos mil ducados a censo para el alhorí, pero el marqués autorizará la mitad de esa cantidad. El censo es de fecha 13 de noviembre de 1571


Bienes propios del concejo de Alarcón hipotecados

Dehesas

  • Dehesa de Villar de Mingo Pérez, renta 195000 mrs. anuales
  • Dehesa de la Talaya, renta 42500 mrs. anuales
  • Dehesa del río Gascas, 15000 mrs. anuales
  • Dehesa de Valverdejo, 15000 mrs. anuales
  • Dehesa del Pozoseco, 40000 mrs. anuales
  • Dehesa del Vado del Parral, 62000 mrs. anuales
  • Dehesa de Villalgordo, 30000 mrs. anuales
  • Dehesa del Monte, 37500 mrs. anuales
Dos ruedas molinos en el Henchidero, bajo la fortaleza, en la ribera del río, extramuros. 200 fanegas de trigo anuales

Bienes de particulares hipotecados

Juan Ludeña de Haro
  • Casas en Alarcón, linderas de las de Fernán Vázquez Ramírez Garnica y Juan de Mora
  • Tres mil vides y 100 olivas. Linderas de Pedro Monteagudo y montes llecos
  • 800 almudes de heredad en Villar de Cantos, linderos de Hernán Vázquez de Haro y Diego de Haro
Pedro de Castañeda
  • Casas en Alarcón, linderas de las de su hermano Gabriel de Castañeda
  • Casas principales en Valhermoso
  • Cinco mil vides y dos mil almudes en Valhermoso, lindan con herederos de Antón Castañeda y Melchor Granero
Alonso de Olmeda
  • Dos pares de casas en Alarcón, linderas con las de Hernán Vázquez de Haro y Roque Villanueva. 
  • Otra parte de casas y cien almudes de heredad en Honrubia, aldea de Alarcón
Andrés de la Orden Quijano
  • Unas casas en Alarcón que lindan con las de su padre el bachiller de la Orden
  • Una viña de tres mil vides en la Olmedilla de Alarcón
  • Huerto y parral en la ribera del río Júcar
Andrés de Vizcarra, juez y alguacil mayor
  • Casas en Alarcón que alindan con la de su padre García Vizcarra
  • Tres mil vides en las viñas de Alarcón, lindan con las de Antón Saiz Granero y herederos de Juan Ramos
Bartolomé López, regidor
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides en el camino que va a Barchín
Antón Saiz de Moya
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides en la aldea de Olmedilla
Pascual Saiz Lázaro
  • Casas en Alarcón
  • Dos mil vides en Alarcón
Juan González Motejón
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides, linderas de Pedro de Moya y los cotos de la villa
  • Dos pares de casas en Olmedilla
  • Tres mil vides y una junta de heredad
Pedro de Cañaveras
  • Casas en Alarcón, linderas del bachiller Barreda
  • Tres mil vides en las viñas de la villa, linderas de Pedro de Ruipérez, en el camino que va de las Tejeras a Valhermoso
Juan de Beléndez, escribano
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides en las viñas de la villa
Hernán Vázquez de Haro
  • Casas en Honrubia
  • Tres mil vides en Honrubia
  • 600 almudes de un heredamiento en Honrubia
Pedro de Montoya
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides en las viñas de la villa, linderas con viñas de Bartolomé López y Francisco de Buedo
Alonso Luis
  • Casas en Alarcón
  • Cinco mil vides en las viñas de la villa, linderos Miguel Luis, herederos de Julián Olmeda y camino de Barchín.
Gabriel de Castañeda
  • Casas principales en Alarcón
  • Una huerta en la ribera del Júcar, linda con un parral de Cristóbal de Lorca
  • Mil almudes de heredad en Valhermoso y unas casas
Gabriel de Mendoza
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides en las viñas de la villa
Francisco de Cañaveras
  • Casas en Alarcón
  • Una rueda de molino en la ribera del Júcar, alinde de tres ruedas que son en una casa que es de María Pacheco y Hernando Espinosa
  • Tres mil vides en las viñas de la villa
  • Unas casas en Tarazona
Pedro de Moya
  • Tres pares de casas
  • Tres mil vides en las viñas de esta villa
  • -Dos pares de casas en la Olmedilla
  • Dos mil vides y cincuenta almudes de tierras de pan llevar en la Olmedilla
El bachiller Barreda Sacedo
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides en las viñas de la villa
Francisco Martínez
  • Casas en Alarcón
  • Cuatro mil vides en las viñas de la villa, linderas con las de Vizcarra y Nicolás Berriz.
Antón Martínez Mayor
  • Casas en Alarcón
  • Dos mil vides en las viñas de la villa, linderas con viñas de Pascual Lucas
Esteban de Piqueras
  • Casas en Alarcón
  • Tres mil vides en las viñas de esta villa
  • Una huerta en la ribera del río Júcar, lindera de huertas de Gabriel de Soria y Cristóbal de Lorca el viejo
AHPCu, Protocolos. Bartolomé Jiménez, fol. 196-212.

El estudio de este documento ha sido posible gracias a la cesión de Julia Toledo




domingo, 25 de julio de 2021

MADRIGUERAS EN 1556

 


MADRIGUERAS en 1556

 

Madrigueras al igual que otros pueblos era heredera de los amojonamientos de 1481. El pueblo en término y jurisdicción de Villanueva de las Jaras, más allá de las casas era una isla rodeada por los términos de Alarcón. Esta indefinición jurídica la aprovechaban los moradores del lugar para dilucidar sus controversias. Tal fue el caso de Ginés García, que con el apoyo de la familia Aroca, en 1556, hirió al cura licenciado Ayora en el cementerio del pueblo. No hemos de pensar en el cementerio como lugar apartado, pues cementerio, iglesia y plaza con sus carnicerías eran espacios contiguos. No muy lejos estaba el llamado Pozo Hondo, origen del pueblo y la casa de Cristóbal Garrido, apellido que recuerda a la familia iniestense fundadora del pueblo. La plaza era lugar de encuentros y desencuentros y de tratos comerciales a la salida de misa de los domingos. Un testigo que vendía nabos nos dice que los hacía en una lonjeta, donde los hombres del pueblo se sentaban a hablar.

Ginés García era el ejemplo de agricultor acomodado. En el embargo de prendas que hizo la justicia no faltaban algunos ropajes de calidad, aunque lo que demostraba su riqueza era esas tres tinajas de cuarenta arrobas de vino, complementadas por la lana de su pequeño rebaño y pieles de sus cabras y el grano guardado en las cámaras de su casa de unas pequeñas explotaciones agrarias, así como un par de mulas de labor. Ginés tenía pastor a su cargo para cuidar su rebaño y tenía una joven criada para el cuidado de su casa. Ginés ya mostraba un gusto “pequeño burgués” de apego a la buena vida. A su ajuar se unía una vajilla que daba al hogar cierta aspecto de orden y comodidad: veintiséis escudillas valencianas, dos sartenes, una cuchara de hierro, dos asadores, tres picheles, uno de ellos de vidrio, mesa de ocho palmos y un banco de madera. Una sociedad de labradores con fuertes lazos de solidaridad familiares entre hermanos y cuñados, que por simple agregación de propiedades constituían grandes haciendas. Pedro García, hermano del anterior, tenía, en el momento de secuestro de sus bienes, cien fanegas de trigo rubión y cien de cebada, aparte de cuatro tinajas con treinta arrobas de vino cada una. A Ginés de Aroca se le secuestraron sesenta fanegas de trigo y otras tantas de cebada y centena y similar cantidad de vino. Al poder económico de los García-Aroca se unía su control de la vida política de Madrigueras. Pedro de Aroca el viejo ostentaba uno de los dos oficios de alcalde ordinario.

 

Ginés desconfiaba de la justicia de Villanueva, aunque en Madrigueras había un alcalde pedáneo con funciones judiciales menores, que llevó a cabo las primeras instrucciones del caso, haciendo probanza de testigos. Que el alcalde era autoridad respetada en el pueblo es muestra que, con motivo del retraimiento de Ginés en la iglesia para evitar ser apresado, fue capaz de contar con el apoyo de quince vecinos para actuar como guardas. Pero ni el alcalde pedáneo daba unidad a un pueblo dividido en dos. El escurridizo prófugo fue capaz de escapar de la iglesia para pasar a la ermita de Santo Tomé, estando situada en el llamado barrio de San Agustín, que caía en la jurisdicción de Alarcón. Era otro caso de pueblo creado en los momentos inmediatos a la guerra del Marquesado, con unos estrechos términos fijados a las casas existentes en 1480 y cuyo crecimiento posterior se había expandido por jurisdicción de Alarcón. Aunque lo más notorio era que Madrigueras tenía dos alcaldes ordinarios: uno para la jurisdicción ordinaria de la Jara, alcalde pedáneo muy dependiente de esta villa, y otro alcalde, aparentemente con una jurisdicción más autónoma, pero dependiente de Alarcón, para el barrio de San Agustín. Era tal el caos de jurisdicciones en el pueblo, que la madre de Ginés García, Catalina de la Jara, andaba por el pueblo gritando lo fácil que era matar a un clérigo, ya que en Roma absolvían por dos reales a los que mataban clérigos. De hecho, la justicia convivía con esa otra que imponían los hombres armados; Pedro Aroca y Andrés García, a caballo y con sendos arcabuces, habían facilitado la huida de la iglesia para pasar a la ermita de Ginés García. La de Madrigueras era una sociedad de clanes y los García-Aroca eran uno más, con una matriarca, Catalina de la Jara, que controlaba a todos, hijos y nietos, arremolinados todos en torno a unas casas aledañas en la calle que bajaba hacia la plaza del pueblo. Las diferencias del licenciado Ayora, un clérigo procedente de Belmonte, lo eran con el nieto Pedro de Aroca, pero la causa, unas cartas del clérigo a los suegros de Pedro de Aroca el mozo, la asumía como propia toda la familia. De hecho, el padre Pedro de Aroca el viejo intento agredir con un palo de retama al cura a su salida de la iglesia. No debemos despreciar estas organizaciones familiares, definidas por los contemporáneos como ligas y monipodios, al dominio económico y político de los pueblos se unía su imposición violenta por las armas. Ginés García sería liberado por sus hermanos y cuñados de la ermita de Santo Tomé, donde se presentaron a caballo, con arcabuces, espadas y hondas. Ni tampoco las alianzas familiares con otras familias. Una hermana de Ginés García estaba casada con el bachiller Clemente de Villanueva de la Jara y también relación familiar tenían los Aroca con el licenciado Cabronero de Iniesta, que facilitarían la acción militar de los García Aroca sobre la ermita de Santo Tomé, al facilitar, bajo testimonio de un notario apostólico que los guardas se alejaran treinta pasos del lugar sagrado de la ermita.

La mezcolanza de jurisdicciones era pareja a la diversidad de complicidades familiares y de intereses, hasta el punto de que el belmonteño Hernando del Pozo, hermano del licenciado Ayora, solicitaba la intervención de un alcalde de casa y corte, ya que los delinquentes son muchos e viven en diversas juresdiçiones. Aunque el Consejo Real se avino a derivar el caso a la justicia del marquesado y a su alcalde mayor Marquina, ante el que se presentó el licenciado Miguel Ayora con sus cuitas y contando el régimen de terror impuesto por los García Aroca del que era víctima, entre amenazas de matarlo en el mismo altar y acechando su casa.

Aparte de rencillas sobrevenidas, las diferencias tomaron un tinte ideológico. Los García Aroca, que dominaban los oficios concejiles del lugar, se presentaban como labradores que vivían de su trabajo, ligados de la tierra que los vio nacer y forjadores de la nueva población de Madrigueras. El licenciado Ayora era un intruso belmonteño, que vivía de las rentas de una iglesia que los naturales del pueblo habían construido. Ese carácter forastero pronto derivó a las acusaciones de judío, tal como reconocía el propio licenciado

A dicho que soy un judío ereje y que me a de quemar y echar fuego en mi casa e que hera un gavacho e otros muchos vytuperios

De las palabras se había pasado a los hechos con un Pedro de Aroca el mozo deambulando por el pueblo con un arcabuz de pedernal, cobijado bajo la capa. El primero que recibió las amenazas fue un tal Agustín, tenido por hijo ilegítimo del cura

Asy que vos puto judío todavía bueno que bueno yo os voto a Dios y a esta cruz e hizo con el dedo una cruz en la frente que os tengo de pegar fuego a vos e al puto bellaco judyo de vuestro padre y os tengo de quemar vivos

No sabemos si la acusación de judaísmo contra el clérigo era real o era simple aversión anticlerical a los clérigos, que, por lo demás tenían un comportamiento muy mundano. Cierto día, montados a caballo, aparecieron el cura Ayora y el cura de Tarazona, Pedro García, y las amenazas de Pedro de Aroca se volvieron a repetir: con estos judíos algún día tengo de hazer una hoguera, o esas otras de ir hasta Belmonte para matarlo en la casa del diablo donde se escondía o en el mismo infierno si era preciso.

La presencia del licenciado Miguel de Ayora en el pueblo se veía como intromisión intolerable en los asuntos locales. El cura no estaba solo en el pueblo, pues estaba acompañado de su hermano Nicolás de Ayora, también clérigo. Uno y otro no transigían con las acciones de los García-Aroca. Ya en 1551, el clan familiar se había propuesto salvar de la condena de cien azotes y galeras a un tal Fabián del Olmo, metiéndolo en sagrado, en la iglesia, para evadir la justicia, pero el cura lo impidió. La llegada del cura a Madrigueras debió asemejarse a la de un pequeño inquisidor dispuesto a acabar con el clima de degradación moral y falta de fe religiosa del pueblo. El cura debió ver en aquella Madrigueras de 1556 a la Sodoma bíblica rediviva: putas, amancebamientos, juegos, hechicerías y uso de hospitales para abuso de costumbres depravadas:

porque a echado putas públicas y a quitado amanzebamientos y mal casados y tablajerías y hechizerías y enjalmos ansy de las casas de Dios como son ospitales y otras casas del dicho lugar y le an ocupado que no predique en el pulpito segund que de todo lo pretende”

El cura Ayora llamaba a estos vecinos depravados como “perturbadores de repúblicas” en un claro intento de entrometer a la justicia civil en la preservación de las costumbres. Tal parecía que eso era posible hacia 1551, cuando el poder concejil de Madrigueras estaba en manos de la familia de los Garrido. El cura invocaba a los vecinos buenos que están en quietud y reposo. Las palabras del cura fueron recogidas por el alcalde Diego Garrido, que se comprometió a recorrer con su alguacil, provistos de varas de justicia, para reponer al pueblo en costumbres decorosas y cristianas. Al parecer las acusaciones contra el mencionado Fabián del Olmo venían por usar la iglesia para amancebarse con su mujer y como lugar de juego. El intento del cura de expulsarlo de la iglesia acabó en pelea con el joven que hacía de un camarín del templo su hogar provisional. Y es que los intentos de la autoridad de la iglesia de imponer el orden en el pueblo chocaba con las prácticas y costumbres de un pueblo alejado, donde faltaba autoridad. Las condenas del cura, procurando la excomunión del joven, y sus denuncias para condenarlo a galeras, chocaban en un pueblo que no conocía más ley que la particular de cada morador ni más moral que una total liberalidad de costumbres. Además, en el pueblo se condenaba la doble moral del cura, al que el joven Fabián del Olmo había espetado en la cara aquello de “otros, peores cosas hacen”.

 

AGS, CRC, LEG. 448-2

miércoles, 21 de julio de 2021

El Pedernoso y la Santa Junta

 El trece de febrero de 1521, Diego de Alarcón se compromete ante la Santa Junta, en Valladolid, a la recaudación de las rentas de la villa de El Pedernoso para los años 1520 y 1521. Responde como garantía con sus bienes. Del documento existente en Simancas se desprende que Diego de Alarcón también se responsabilizó del cobro de las rentas reales de la villa de San Clemente, aunque esta copia de obligación nos aparece incompleta. En cualquier caso, a la altura de febrero la región estaba bajo dominio comunero, y dos meses después poco antes de Villalar, la influencia de Toledo era palmaria. Después de llegar a Las Pedroñeras el nueve de abril, Jerónimo de Bargas llega el trece de abril a El Pedernoso para cobrar las rentas reales. Ese día se presenta ante los alcaldes Asensio Martínez y Juan García de la Plaza. Los alcaldes confiesan que ya han hecho pago de las rentas el mes anterior: las alcabalas a Marco Parada, vecino de Huete, la bula de cruzada a Diego López, vecino de Toledo, y los servicios a Juan Álvarez, vecino de Toledo.

Es difícil saber quien controlaba los pagos de ese mes de marzo, tres rentas y tres procedencias de los recaudadores, aunque del cometido de Jerónimo de Bargas parece que no habían llegado a manos de la Santa Junta.

Otro tema para la discusión es la participación de Diego de Alarcón en las Comunidades; poco después veremos a su viuda en pleitos defendiendo a su marido


Archivo General de Simancas, PTR,LEG,5,90


El 11 de febrero de 1521 el que se obliga ante la Santa Junta para el pago de rentas es Juan Romo, vecino de Villanueva de la Jara, en nombre de ese concejo.

Archivo General de Simancas, PTR,LEG,5,92

Las Pedroñeras y la Santa Junta

 A comienzos de abril de 1521, Las Pedroñeras mostraba sus recelos al movimiento comunero. Sin embargo, hasta allí llegaba la influencia de Toledo, centro de la rebelión de las Comunidades hasta el final. Era uno de los dos alcaldes del pueblo Pedro Martínez y regidores Pedro Gómez, Pedro de Segovia y Felipe de Segovia. Estos Segovia nos son conocidos, pues esta familia levantó el estandarte de la reina Isabel frente a Belmonte y el marqués de Villena. Hasta las Pedroñeras, un nueve de abril de 1521, llegó en representación de la comunera Toledo un enviado llamado Jerónimo de Bargas. Se presento en nombre de la Santa Junta como receptor de las rentas reales, los servicios del Reino y la bula de cruzada y su cometido era recaudar las rentas reales del año anterior para mantener la causa insurrecta.

Regidores, y alcalde ordinario, dieron testimonio el diez de abril ante el escribano Francisco Gallego, que el pueblo había pagado sus rentas de 1520 ante los contadores mayores de sus sacras majestades. Era un rechazo de la Santa Junta de Valladolid y su recaudador Francisco de Alcocer. 

Archivo General de Simancas, PTR,LEG,5,139

domingo, 18 de julio de 2021

FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE CARMELISTAS DESCALZAS DE SAN CLEMENTE

 





Reforma de los Descalzos de Nuestra Señora del Carmen, de la primitiva observancia hecha por Santa Teresa de Iesus... (1683) Giovanni Giuseppe di Santa Teresa (O.C.D.), (1657-1749)
Copia digital. Valladolid : Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo, 2012-2013
Sign.: [ ]2, [calderón], 2[calderón]6, A-Z6, 2A-2Z6, 3A-3Z6, 4A-4Z6,5A-5C6, 5D8
Portada con orla tip. y escudo calc. de la Orden del Carmen
Texto a 2 col.

sábado, 17 de julio de 2021

Rentas reales del marquesado de Villena en 1576

 


Son rentas reales en pueblos en régimen de fieldad o arrendamientos, no están incluidos los pueblos encabezados


AGS, PTR,LEG,75,365

miércoles, 14 de julio de 2021

La Hacienda de los señores de Minaya

 Censo contra Juan Pacheco y su mujer Teresa Jaraba, señores de Minaya. Principal 700000 maravedíes; renta anual, 50000 maravedíes. Año 1580. Los bienes hipotecados no están vinculados ni sujetos a mayorazgo. Presta el dinero Inés de Tamayo, viuda de Alonso de Pedraza  Moya, vecino de Cuenca.

Bienes obligados

  • Una casa de molinos de ocho ruedas en la ribera del Júcar y su ejido, término de Vara de Rey (molinos de los Nuevos)
  • Dos casas de molinos con nueve ruedas en el río Júcar, término de Vara de Rey (molinos del Batanejo). Junto  a los molinos hay una heredad de diez mil viñas y olivas y mil almudes de una heredad. En dicho lugar hay ocho casas de morada.  Las heredades lindan con otras de los herederos de Alonso Pacheco y de los herederos de Pedro López de Huete.
  • Heredad en el paraje de las Mesillas, término de San Clemente, con su casa, pozo y eras. Tiene por linderos, heredad de Alonso de Oropesa y de herederos de Fernando de Montoya.
  • Heredad de la hoya Escampiada en San Clemente, en el camino de El Provencio, de mil quinientos almudes, casa, pozo y eras. Lindan con heredades de herederos de Francisco Martínez, labrador, y herederos de Francisco Martínez, mercader, y hazas de Juan Villodre
  • Casas de  molinos en el río Rus, la llamada heredad del molino y huertas de Sedeño. Es un molino de dos ruedas, acompañado de una heredad de 310 almudes y tres huertas de hortalizas. Alinda la propiedad con Juan de López el viejo, propiedad de los herederos de la de Fernando de Origüela,  propiedades de Juan de la Osa y el bachiller Villamediana, todos ellos vecinos de San Clemente, y con el camino que va de San Clemente a Cuenca

(Hay que tener en cuenta que los señores de Minaya tienen otros bienes vinculados a mayorazgo, incluida la jurisdicción de la villa de Minaya o la capilla familiar de San Antonio en la iglesia de Santiago Apóstol de San Clemente)

Propiedades de otros vecinos de Minaya:

Pedro Medrano y Juana Sánchez su mujer
  • Cinco mil vides y doscientas olivas, a un lado y otro de los mojones de Minaya y San Clemente. 
  • Casas de morada en Minaya
  • Cebadal de 25 almudes en San Cristóbal, entre los caminos de Vara de Rey y de San Clemente
  • Otro cebadal de cinco almudes en la villa de Minaya
Pedro Jiménez Charco y Catalina Sainz su mujer
  • Unas casas alindes de tres calles públicas
  • Una viña de cinco mil vides y olivas en el término de San Clemente a la mano derecha del carril. Linde con otras viñas
Andrés Alonso y María Martínez Merina
  • Unas casas de morada
  • Cuatro mil vides y doscientas olivas en el término de San Clemente en el pago de las Viñas Nuevas
Nadal Batista y Catalina de Alarcón
  • Unas casas propias
  • Cuatro mil viñas en el término de San Clemente en la hoya Elasta?

El valor de estos bienes asciende a 24000 o 25000 ducados. La descripción de los mismos muestra una extensión del viñedo al sur de los términos de San Clemente, cultivado por vecinos de Minaya


ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE CUENCA, FONDO NOTARIAL.  Protocolo 259. Escribano Bartolomé Jiménez.

(DOCUMENTOS CEDIDOS POR JULIA TOLEDO)