Enrique Fontes y Fuster iba en busca de sus orígenes familiares, cuando se topó allá por el año 1930 con un cura de pueblo. Se sabe muy poco de ese cura, que se llamaba Juan José Bautista y que le gustaba la historia de su pueblo, San Clemente. Que sabía historia lo recordaba don Diego Torrente y que andaba molesto con el desconocimiento de esa historia lo mencionará Enrique Fontes. Allí donde no llegaba el cura, parco en la redacción de palabras, parece que le sustituyó don Enrique Fontes, pues con las noticias aportadas por el cura escribió en menos de diez páginas una Breve Historia de San Clemente. ¿Qué atesoraba nuestro cura? Al parecer, las notas manuscritas del archivo de la villa, más inventario que transcripción de documentos. Un inventario que había realizado en 1852 don Lucio López por mandado del alcalde Francisco de Paula Sandoval. El archivo estaba "desnotado y en bastante confusión", pero el fiel secretario escribió sus apuntes y ochenta años después fueron a parar a mano de don Enrique Fontes, que con ayuda del cura escribió su historieta. En fin, es propio de San Clemente que los papeles y confidencias vayan de mano en mano según la alcurnia del depositario.
Don Enrique Fontes y Fuster escribió la historia de la villa (y otra de los Valdeguerreros y otra de los Sandovales) y nos contó muchas cosas, algunas superadas; pero, solo por tres cosas valió la pena su misión histórica:
- Supo ver en Juan López Rosillo el padre del San Clemente moderno, qué pena, ni una sola placa le recuerda en el pueblo. Claro que el héroe de la independencia sanclementina en 1476 nació en Santa María del Campo Rus
- Rescató la historia de la virgen de Rus, una virgen del pueblo, que tuvo que renunciar a la suya, la virgen de los Remedios, entrando en un intercambio de vírgenes secuestradas, un poco irreverente la cosa, en verdad
- Nos dijo que en 1931, y en la iglesia parroquial de Santiago, se conservaba parte del archivo de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia y su convento
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