El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

Monday, September 8, 2025

BARCHÍN DEL HOYO EN 1786, SEGÚN TOMÁS LÓPEZ

 La villa de Barchín del Hoyo se llama así por estar en un hoyo o barranco, rodeada por todas partes de cerros. No hay memoria de cuando se fundó, pero acredita su antigüedad las ruinas de un castillo que permanecen a distancia de un cuarto de legua del pueblo (Fuente de la Mota), dos piedras de bastante magnitud se trajeron a casa de un vecino del pueblo, para que sirvieran de poyo o asiento. En una de las piedras estaba grabado el dios Priamo, conocida esta deidad por su disforme miembro viril. Asimismo un testero de la iglesia parroquial es de fábrica muy antigua, "que manifiesta haber sido iglesia o castillo de la gentilidad", como también los cimientos y paredones contiguos a la dicha iglesia, "fabricados de aquella mampostería de argamasa, que se encuentra en muchos sitios de España".

Si población es de 218 vecinos, la mayoría labradores y cuadrilleros de cabañas reales, Hay dos casas nobiliarias: los Perea y los Padilla. Hay en esta villa muchas fábricas de vidriado de barro tan singular para cocer al fuego que se vende con mucha facilidad en la ciudad de Cuenca, a pesar de tener muchas alfarerías, y la mayoría es llevado a Talavera de la Reina y otras ciudades del Reino.

Su iglesia está bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción y extramuros hay cuatro ermitas: Arcángel San Miguel, San Roque, Virgen del Espino y San Roque.

Integrado en el corregimiento de San Clemente, tiene treinta vecinos bajo su jurisdicción en el lugar de Valverdejo, los otros cuarenta vecinos están bajo jurisdicción del marqués de Villena., si bien eclesiásticamente todos dependen de Barchín.

Destaca en Barchín, la abundancia de aguas, apenas hay casa en la que no haya un pozo manantial potable y a la superficie de la tierra, siendo habitual que cada casa tenga un huerto, Si bien el agua mejor es la que baja encañada desde la sierra y llega al pueblo, saliendo por un caño de bronce. La agricultura es variada, aunque el cura Julián Nohales Montoya exagera sus excelencias, pues sabemos que el terreno de cultivo está muy limitado por lo accidentado.


BNE, 2798, 109-112

El mayorazgo de los Portero (o de los Herreros)

 Ya vimos como la familia de los Herreros se dividió en dos líneas de sucesión desde muy temprano con dos hijos del patriarca Miguel Sánchez de los Herreros: la línea de Bernardino de los Herreros casado con Inés de Alarcón y la línea de Francisco de los Herreros casado con Elvira Carrasco. A esta primera alianza con la poderosa familia de los Carrasco de Albacete vino un segundo matrimonio del hijo Francisco con María Montoya y, luego, del nieto Jerónimo Carrasco de los Herreros con Jerónima Portero. Es este último matrimonio la base del poder económico de esta línea al heredar los bienes vinculados por la familia conquense de los Portero.

Si Pedro Portero el viejo y su mujer Ana de Moya habían vinculado y mejorado en un tercio y quinto, en 1573, a su hijo Pedro Portero el mozo con las casas, huerta y tinte de la calle Ancha de la capital conquense, este vínculo se irá mejorando con otros bienes. Así, Elvira Portero, hermana de Pedro el viejo y beata de la Orden de San Francisco había legado al vínculo las casas y heredamiento de la villa de Valera de Yuso. Al morir en 1601, estos bienes serán legados por Pedro Portero el joven a su hermana Jerónima Carrasco, de este modo, los bienes del vínculo pasarán a la familia sanclementina de los Herreros, pues Jerónima está casada con Jerónimo Carrasco de los Herreros y luego a su hijo Francisco de los Herreros. Los bienes, además del heredamiento y casas de Valera de Yuso, estarán centrados en torno a lo que hoy sería la calle de los Tintes y la albufera, anejas al río Huécar, lo que nos da una pista sobre las actividades de la familia: y vinculo en el dicho patronazgo una huerta, que yo tengo en la dicha ciudad, junto a las dichas casas y tinte del dicho patronazgo, que llega dende la dicha casa y tinte y hasta la azequia, que viene por las huertas de la Allufera y ansimismo unas casas que yo tengo y poseo en la calle de Carretería de esta dicha ciudad.

La herencia sería recogida por Francisco de los Herreros, consejero del Consejo de Hacienda  de la Contaduría Mayor de Hacienda, que, por testamento, de 18 de enero de 1650, agregó a este vínculo y patronato las tierras, cebadales y casa que la familia poseía en Villar de Cantos, desde el siglo XV, y fundó una memoria y aniversario en la capilla familiar de San Antón de la iglesia de Santiago Apóstol de San Clemente, dotada con diez ducados de un juro que poseía. Francisco de los Herreros será mandado enterrar en esta capilla. El ascenso social de Francisco de los Herreros debe bastante a su matrimonio Luisa Solorzano y a la influencia de su suegro. Al vínculo, Francisco de los Herreros añadía una pequeña casa en Cuenca y un censo de 61 reales de renta anual que poseía en Valparaíso de Arriba. Todos estos bienes constituirá "el mayorazgo de Portero"

Es de destacar estas alianzas de las familias sanclementinas con las burguesía y aristocracia conquense. Así los Villamediana con los Terreros o los Oma con los Conejero.


BNE PORCONES/277(18) 

Clausulas de los vinculos, y mayorazgos, fundados por Pedro Portero el Viejo, Numer.3. Pedro Portero, Numer.5. Francisco Portero, Numer.6. Don Francisco de los Herreros, Numer.11. y otros, sus unidos, y agregados, que vacaron por muerte de Doña Dorotea Sanz de los Herreros, Num. 22. su ultima Possehedora. Poder que dio para testar Pedro Portero el Viejo, Num.3. por Testimonio de Nicolàs de Valençuela, Escrivano Publico, y de el Numero de la Ciudad de Cuenca, en ella à 15. de el mes de Noviembre de el año de 1573




Sunday, September 7, 2025

Casasimarro según Tomás López (1787)

 Casasimarro responde en su nombre a su primer poblador, un fulano Simarro, de quien toma el nombre. Así, lo dice la tradición que ha pasado de padres a hijos. Este fulano Simarro nosotros lo hemos identificado con Fernán Simarro, padre de la constitución jareña, tras la guerra del marquesado. A esta primitiva casa se fueron agregado otras, hasta constituir una aldea, cuya jurisdicción pasará a Villanueva de la Jara en 1481. Con Felipe IV, el año 1653, consigue eximirse de Villanueva de la Jara por escritura de asiento de 19 de mayo. Se le concederá legua y media de término; la nueva villa pagará nueve mil ducados de vellón a pagar en plazos por la exención jurisdiccional y villazgo.

Su población en 1787, era de cuatrocientos cincuenta vecinos, la mayor parte labradores, jornaleros y algunos artesanos.

En lo espiritual estaba agregada a Villanueva de la Jara y era servida por dos tenientes de cura, hasta que el año 1761 se separó y erigió en iglesia parroquial distinta, bajo la advocación de San Juan Evangelista, con el obispo Isidro de Carbajal y Lancaster. Se le agregaron a su distrito religioso diferentes caserías: la Losilla, Casas de Ávila, Casas de Puente Benito (con el santuario de Nuestra Señora de Loreto), casas de Puente del Picazo, y casas de los molinos de los Nuevos y la Juncada. Hay cuatro ermitas, las de la Concepción, Nuestra Señora de las Nieves, San Bartolomé y San Miguel.

La escuela del pueblo de primeras letras es posible a los réditos de los doce mil reales dados por Antonio Fernández Cantos, canónigo lectoral de Cuenca. Hay un pósito o monte de piedad llamado de los Chinchilla. Entre las personas insignes, la sierva de Dios María Jacinta Enguídanos y Cuesta, fallecida en 1786 a los 36 años, con opinión y fama de santidad.

BNE MSS. 7298 (241-245)

MOTILLA DEL PALANCAR, SEGÚN TOMAS LÓPEZ (1787)

 Motilla del Palancar era una villa de setecientos vecinos en 1787. En el pueblo destacaba su iglesia parroquial, bajo la advocación de San Gil Abad, patrón del pueblo. Era iglesia de sólida fábrica, bella, espaciosa y buena arquitectura. Un beneficio curado y otro simple daban para el sustento de un cura y dos tenientes, si bien había otros clérigos para cumplir con las obligaciones mandadas en las diferentes capellanías y un cabildo eclesiástico bajo la advocación de San Pedro, presidido por el cura y con unas obligaciones fijadas en unas constituciones propias. A trescientos pasos al oriente del pueblo, destacaba la ermita de Nuestra Señora Concepción, que atraía la concurrencia y devoción popular. Hay también otras ermitas menores de San Lorenzo y San Cristóbal.

Se nos dice que el pueblo no es antiguo, por lo que su nombre tampoco lo es. Motilla se le hace derivar de Montilla o Montiña, por estar poblado de montes,... una puerilidad sin fundamento, reconocerá el autor de la descripción. Incluso en las constituciones sinodales de 1620, se le da le nombre de Montilla del Palancar, un error de imprenta. No hay memoria de su fundación, tan solo se sabe que el lugar que ocupa su término, antaño era jurisdicción de Alarcón, y que para el cultivo de sus tierras se fabricaron algunas casas para el abrigo de sus colonos, que, creciendo en número, se hizo población y aldea. De Alarcón pasó a ser propiedad del marqués de Villena hasta que se alzó por los Reyes Católicos, que la eximieron e hicieron villa. Sus armas reales estaban estampadas en las salas capitulares de la villa. En 1706 sufre los destrozos de la guerra; el archivo perderá muchos papeles con la historia de la villa.

 El pueblo no lo recorre río, pero el pueblo está dividido por una calle ancha y larga, llamada el Riato y plantada de árboles, olmos y álamos. Una preocupación por la presencia de árboles que se ha extendido a otras calles del pueblo. La mencionada calle del Riato recibe tal nombre, porque en tiempo de crecidas e inundaciones corre por ella el agua, haciéndose precisa una calzada y canalización del agua y un puente de tres ojos. Extramuros y a doscientos pasos hay una rambla de poca profundidad, sin apenas agua, pero que en invierno y tiempo de lluvias va acompañada de crecidas que ha hecho necesario la construcción de un puente de piedra con dos ojos para salvar el camino que de Madrid va a Valencia. No falta agua dulce en el pueblo, proveniente de pozos, destacando uno de ellos, y norias, aunque no hay fuentes, ausencia que se achaca a una mala política de gobierno.

El pueblo, como otros, es azotado por las enfermedades de la época: el tabardillo, dolores pleuríticos y, sobre todo, las tercianas que han afectado a doscientos vecinos. El mal de las tercianas se quiere ver fuera, en los arrieros y traficantes que lo traen al pueblo de otros foráneos, aunque no parece preocupar, pues se ha encontrado buen remedio en la quina. Hay un hospital o casa de piedad, cuyo patrono es el cura, y que acoge a enfermos y transeúntes, también se hace cargo de los entierros de los acogidos, costeados por el cabildo eclesiástico mencionado.

Entre las personas ilustres del pueblo don Dionisio Pérez de Escobosa, obispo de Mondoñedo desde 1662, y don Alonso Portillo y Cardos, canónigo de la iglesia de Toledo a fines del siglo XVII.

Motilla produce de 9000 a 10000 fanegas de trigo y otras 6000 a 7000 para el resto de cereales. Las legumbres de 300 a 400 fanegas. Hay cuatro huertas principales, auxiliadas por norias para el riego. De vino se cogen de veinte a treinta mil arrobas y de aceite de setecientas a ochocientos. Muy extendido está el cultivo de azafrán, muy util al vecindario y del que se recogen dos mil libras en seco o tostado. Las cabezas de ganado no pasan de quinientas a seiscientas cabezas ovinas o caprinas. Por el contrario, hay cantidad de colmenas, que producen doscientas arrobas de miel y ocho de cera.

Las manufacturas son domésticas, para surtido de sus vecinos: lienzos de cáñamo y algún telar de lana de poca consideración. El comercio se aviva en un mercado franco los lunes, aunque es de poca consideración e intercambio de algunos víveres.

Hay una escuela pública de niños para enseñar a leer, escribir y doctrina cristiana y otra escuela de niñas, donde aprenden además costura, sostenida por el cabildo eclesiástico y que acoge y sufraga algunas niñas pobres. El gobierno de la villa viene regido por un alcalde mayor, juez de letras, y veinticuatro regidores perpetuos con procurador síndico general y dos diputados del común. Privilegios, el mencionado mercado franco y los propios y rentas que posee como villa de realengo.


BNE, MSS. 7298 (H. 506-512)

Saturday, September 6, 2025

El Herrumblar, según Tomás López

 En 1787, es una villa de cien vecinos. Se dice que su nombre antiguo fue el Cumbrar (el común de las gentes Relumbrar). En lo antiguo fue una casa (en sus principios eran unas casas de campo, cuyo autor se ignora). Para la fecha citada ha anexado el Cadozo, con treinta vecinos. Tiene una ermita de San Julián a doscientos pasos, de bastante capacidad. La iglesia, separada de Iniesta, bajo la advocación de la Estrella, se constituye en vicaría y se separa de Iniesta en 1782.

Es villa de realengo, aunque no cita la fecha de sus desgajamiento de Iniesta. Otras antiguas aldeas de Iniesta, como Castillejo (80 vecinos), alegan lo mismo, lo que nos lleva a pensar que el villazgo se concedió en el contexto de la Guerra de Sucesión

BNE, MSS. 7298. h. 354-356

LEDAÑA, SEGÚN TOMÁS LÓPEZ

 Ledaña una villa de 300 vecinos en 1787, se había eximido y conseguido el villazgo a comienzos del siglo XVIII, siendo hasta entonces aldea de Iniesta. 

Su iglesia se había separado de Iniesta hacía siete años, constituyéndose en vicaría, aunque seguía diezmando con Iniesta. La iglesia está bajo la advocación de San Andrés. La ermita de San Roque era el principal centro religioso del pueblo, con atracción de pueblos comarcanos. San Roque es el patrón del pueblo.

En cuanto a su fundación, no hay memoria alguna. Se cree que algunos vecinos por comodidad para explotar sus labores se asentaron en este lugar. Su ermita con el tiempo se hizo parroquia, aneja de Iniesta.


BNE. MSS. 2798 (h. 471-473)


En 1787, Puebla del Salvador era villa de realengo que se había eximido de Iniesta en 1628, fecha de su villazgo. La población es de 160 vecinos. El pueblo tiene dos cofradías, una intramuros, la de la Concepción con una cofradía de la que son cofrades las personas principales del pueblo, y la otra ermita es la de San Roque, extramuros. La parroquia de la villa está bajo la advocación de la Transfiguración y el patrón del pueblo es el Santo Cristo de San Salvador.


(h. 600-603)

Quintanar del Rey, según Tomás López

 ¿QUINTANAR DEL REY O QUINTANAR DEL MARQUESADO?

Quintanar del Rey es pueblo que ha cambiado de nombre a lo largo de su historia. En el cuestionario de 1787 de Tomás López se nos dice que su nombre original era Quintanarejos, posteriormente es llamado Quintanar del Marquesado, por estar integrado en el marquesado de Villena (luego gobernación de lo reducido del Marquesado de Villena), hasta que por su fidelidad en la Guerra de Sucesión Felipe V, en 1705, le da el nombre actual de Quintanar del Rey.
Cómo pueblo surge en las décadas de 1460 o 1470 en término de Alarcón. Los contemporáneos decían que su primer desarrollo fue impulsado por el propio rey Fernando el Católico para debilitar al marqués de Villena. Con los amojonamientos del licenciado Molina en 1481 pasa a ser aldea de Villanueva de la Jara, pero la jurisdicción de esta villa queda reducida a las casas existentes, los campos que rodeaban eran de Alarcón. Luego viene el villazgo de 1564, que amplía su término y le conceden jurisdicción propia. Para entonces, Quintanar ya lleva dos décadas levantando nueva iglesia, abandonando la ermita que había como templo parroquial hasta entonces.
El origen del nombre se quiere ver en una quintana o casa de labor, si bien, en nuestra opinión, es plausible que el nombre esté relacionado con el derecho a quintar ganados foráneos que se introducían en suelo de Alarcón y según recogía su fuero.

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Este pueblo se componía de antiguo solo de algunas caserías u entonces se denominaba Quintanarejos; después ascendiendo su vecindario por 542 obtuvo gracia de villa realenga por concesión de Felipe 2º en su cédula despachada en Escorial a 5 de febrero y desde entonces ya después se llamó Quinatanar del Marquesado de Villena (falso), hasta que en el año 1705 por su fidelidad al rey Felipe V se empezó a llamar Quintanar del Rey

Por concordia hecho entre esta villa y la de Villagarcía a consecuencia de voto hecho en tiempo de gran seca concurren los cabidos de las dos a celebrar las festividades de sus respectivos patronos: esto es los de Villagarcía el día de San Marcos y los de Quintanar a Villagarcía el día de San Miguel a 8 de mayo.

La iglesia es parroquial sin anejo alguno y pertenece a la abadía de Cañavate, al arciprestaazgo de .... al arcedianato de Alarcón y está dedicada a San Marcos evangelista desde que se trasladó al sitio que hoy ocupa pues en lo antiguo estuvo en la hermita de la Concepción con advocación de San Gregorio. En dicha parroquia hay tres capillas de patronato particular

BNE, MSS. 7298 (604-607)

Thursday, September 4, 2025

PERONA SEGÚN TOMAS LÓPEZ (1787)

 Perona es una aldea de 18 vecinos, propia y situada en la villa de San Clemente y de su jurisdicción, dista casi dos leguas de la dicha villa y media legua de Villar de Cantos. En dicho lugar, hay solamente una iglesia parroquial, aneja a esta de Villar de Cantos. Su real jurisdicción ejerce un alcalde pedáneo que nombra el corregidor de la dicha villa de San Clemente. Sus vecinos se ocupan en la agricultura de todo su terrazgo, que es propio del marqués de Valera. La titular de la iglesia es Nuestra Señora del Rosario. No tiene fuente alguna de agua viva, sí dos pozos, uno de salobre, para animales, y otro de dulce para los vecinos. Su terrazgo es muy pingüe y produce el mejor trigo, cebada, centeno y avena.

Es cuanto puede informar el cura párroco de Villar de Cantos y Perona, en virtud del interrogatorio que por vereda se le ha comunicado y para que conste de su cumplimiento lo firmo en la dicha villa, a 6 de abril de 1787. 

Blas Simarro

BNE, Mss. 7298 (h. 810-812)

VILLAR DE CANTOS SEGÚN TOMÁS LÓPEZ (1787)

 La villa de Villar de Cantos se compone de veinte vecinos, labradores todos, es del señor marqués de Valdeguerrero, vecino de San Clemente, ... su situación es en un plano sobre una pequeña montaña, que sigue hasta San Clemente y al lado del norte se deja ver una dehesa boyal que empieza en otra de Perona y finaliza en el campo y ermita de Nuestra Señora de Rus, jurisdicción de la villa de San Clemente. Dicha dehesa está inculta toda y sirve por su abundancia de pastos para mantener todas las labores desde primeros de mayo hasta últimos de noviembre sin necesidad de gastar sus vecinos grano ni paja en el dicho tiempo por el gran medro de sus yerbas. La jurisdicción real la ejerce un gobernador que nombra a su voluntad el dicho marqués, Su término se extiende a poco más de media legua y confina a saliente con las villas de Cañavate y la Atalaya, al mediodía con la villa de Vara de Rey, al norte con la de San Clemente y al poniente con el mismo. Todo el ámbito de su término y jurisdicción se compone de tierras de labor, muy buenas y de la mejor calidad, que producen abundancia de trigo claro, candeal, el de buey, de oveja, centeno, cebada, avena, guijas y garbanzos. 

En dicha villa solo hay iglesia parroquial, cuya titular es Nuestra Señora de Gracia. No hay ermita, hospital, convento, casa de piedad, fábrica ni manufactura alguna en todo su término, pues todos sus vecinos están empleados en la agricultura. No hay fuente alguna de agua viva, sí solamente dos pozos de salobre, para abrevaderos de animales, y otro de agua dulce distante media legua que llaman Pozoseco, para el surtido de sus vecinos.

Los edificios que en la dicha villa hay más antiguos son un torreón bastante grande, junto al camino que va  a San Clemente, que hoy sirve de palomar famoso al señor marqués, y otra casa que en esta villa tiene el dicho señor, sobre cuya puerta de calle hay colocado un escudo de armas de las familias ilustres de Sandovales, Ortegas, Castros y Pachecos.

Por la vega y dehesa boyal que dicha villa tiene al norte, pasa un arroyo que viene desde la del Cañavate y va hasta la de San Clemente. Su agua es salobre y regularmente le falta en tiempo de verano y cuando corre en dicho tiempo se experimenta grande epidemia de tercianas como ha habido en los años 1785 y 1786, que a causa de muchas aguas estancadas y corrompidas, en dicha vega y arroyo han padecido sus vecinos la tal epidemia de tercianas malignas, muriendo casi todos, pues en el día de hoy solamente han quedado tres matrimonios y un muy corto número de personas.


El testimonio es del cura de Villar de Cantos: Blas Simarro (6 de abril de 1787)

BNE, Mss. 7298 (h. 810-812)

Monday, September 1, 2025

Villlazgo de Rubielos Bajos

 Una de las últimas aldeas en conseguir separarse de Villanueva de la Jara fue la de Rubielos Bajos; una de las de menor entidad. Rubielos había crecido en el extremo norte del término de Villanueva de la Jara, compitiendo con el nacimiento de otra aldea del mismo nombre, Rubielos Altos, que lo hizo en término de Alarcón. Aunque el término de Rubielos aparece ya como topónimo en los amojonamiento de Villanueva de la Jara de 1481, no es hasta 1528 que ya aparece referido como entidad poblacional, sin duda en el contexto entre Alarcón y Villanueva de la Jara por controlar ese territorio. 

No es hasta 1788 que Rubielos Bajos consigue un privilegio real para separarse de Villanueva de la Jara. El término concedido era de media legua. Los vecinos de Rubielos Bajos, desconfiados, escribieron al geógrafo Tomás López para que les ayudara a determinar que era más apropiado si acogerse a la legua vulgar o a la legua común para medir el término y si era más apropiado un término redondo o cuadrado. Tomás López les contestó que legua vulgar o común se confundían ya en esos años y que equivalían ambas a 6666 varas y dos tercios de vara. Tomás López también abogó por un término circular y no cuadrado. El término cuadrado contaba con el inconveniente de las distintas distancias, pero tanto el redondo como el cuadrado contaban con el inconveniente que no se podía tomar como centro la población, por su proximidad al término de Alarcón. Pero se temía más los conflictos con Villanueva de la Jara por intromisiones en su término que supusieran una ruptura o discontinuidad del mismo, por esa razón, Tomás López propuso darle a Rubielos media legua hacia el norte, en término de Alarcón y medio legua al poniente hacia el río Júcar. Si bien Tomás López evitaba comprometerse más y dejaba que la fijación de términos se hiciera por persona entendida sobre el terreno.


BNE. MSS/7298(H.609-613). [Notificación], 1789 feb. 21, Ruvielos, a Tomás López / Concejo de Rubielos Bajos.[Carta], 1788 marzo, Madrid, a la Villa de Rubielos Bajos / Tomás López