Aunque los antecedentes venían de la década de 1560, el 25 de marzo de 1590 hubo otro intento de establecer una milicia general del Reino, que será recordado nuevamente el 20 de enero de 1591. únicamente contestarán tres villas de las diecisete del corregimiento de San Clemente: La propia villa de San Clemente, Motilla del Palancar, Las Pedroñeras y Quintanar de la Orden.
En San Clemente se asentarán tres soldados de milicia:, según refejaba el escribano Francisco de Astudillo: Cristóbal Rosillo, hijo de Juan Rosillo, Miguel Moreno, hijo de Miguel Moreno, vecinos de San Clemente, y Juan de la Vara, hijo de Pedro de la Vara, vecino de Alarcón.
El alistamiento de Motilla se lleva a efecto por decisión del ayuntamiento de 15 de abril de 1590, el alcalde Luis de Vacas Alarcón, el regidor Lope Navarro y el diputado Tomás Tendero. Se hizo efectivo al domigo siguiente, tal como se describe: en acabándose la misa mayor, quando la gente salía de la yglesia, en la plaça pública desta villa, en presencia de mucha gente y en alta e inteligibles voces por voz de Juan del Poço pregonero público. Posteriormente, se pregonó la cédula e instrucción en Gabaldón, en su plaza pública. Motilla ya hará saber que no está condiciones de poder armar a los diez soldados que piensa reclutar, por lo que pide licencia para echar sisa sobre los mantenimientos, dada la escasez de sus propios. Cuando se intenta un nuevo reclutamiento en 1591, no habrá ningún voluntario.
En Las Pedroñeras, el ayuntamiento se reunió el nueve de febrero de 1591 en la sala alta del cabildo con los alcaldes García de Montoya y Sebastián Martínez y los regidores Juan de Mena Ortiz y Alonso Martínez. Únicamente se alistó un soldado de milicia, Juan Sánchez, a pesar de que se incidió en las libertades y franquezas que gozarían los nuevos soldados.
En Quintanar del Rey (o simplemente Quintanar, como la llama su escribano), el ayuntamiento se reunió el nueve de febrero de 1591 con sus alcaldes Pedro de Ruipérez y Diego García y sus regidores perpetuos Benito de Ruipérez, Isidro de Ruipérez y Miguel Pastor para dar cuenta que el año anterior ya se había asentado un soldado de milicia llamado Hernando López. El concejo parecía orgulloso de destinar este vecino a las armas y así lo hizo saber, definiéndolo como hombre honrado, hombre alto, de buena gracia, barbimoreno y de hasta treinta años.
Es de creer que en el resto de las villas no se asentó soldado alguno o no hicieron caso a las órdenes del corregidor. En cualquier caso, el intento de establecer la milicia del Reino en los años 1590-1591 se saldó en un fracaso
AGS, GYM, LEG. 339, 157-160
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