El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

Wednesday, July 23, 2025

Gil García, 1610: el fin de la doble jurisdicción

 Por un problema con las escribanías, sabemos de la solución a la jurisdicción compartida del lugar entre Villanueva de la Jara y el lugar de Gil García. Hasta el año 1611, se nombraba un escribano por provisión real y el otro escribano era nombramiento del concejo de Alarcón. A comienzos de 1611, el 21 de enero, se nos dirá textualmente: "por aberse adjudicado ahora a nuestra cámara real el dicho lugar con su jurisdicción por pleyto que se a tratado en la dicha villa". La Corona se arrogará la propiedad de la escribanía que había pertenecido a Alarcón, pero con la intención de venderla al mejor postor y obtener ingresos.


AGS, CCA. CED. 341-568

Un Borgoño, un soldado "malgré lui"

 Los Borgoño eran una de las familias principales de Villanueva de la Jara ya desde el siglo XV. Pero uno de sus miembros, Lorencio Borgoño, en 1564 se vio envuelto en un turbio asunto que acabó en injurias al gobernador del marquesado de Villena y en la inevitable reacción de éste, que no fue otra que cien azotes y diez de condena en galeras como remero sin sueldo. Tal vez, los conflictos de 1564, tengan que ver con los problemas, que acabaron en sangre, entre los Clemente y otros principales, tal vez, con las tensiones por los villazgos de Tarazona y Quintanar, pero no lo sabemos.

No hay que negar cierta democracia en la aplicación de la justicia en aquellos tiempos, pues igual podía acabar en galeras un malhechor, un vagabundo o un regidor delincuente, algo común, como sabemos por Santa María del Campo, si se enfrentaban a la justicia del marquesado. La condena de Lorencio Borgoño debió ser una afrenta para él y un escándalo en el pueblo: sacado de la cárcel, en un burro como era el caso, sería llevado delante el rollo de la villa, para recibir los cien azotes. Vuelto a prisión, su destino era esperar a que dos alguaciles le acompañaran al puerto de Cartagena, donde comenzaría su pena como galeote, pero si la justicia era igual para todos, su ejecución no. Lorencio Borgoño, escaparía de la cárcel, con la ayuda y connivencia de familiares y vecinos del pueblo. Libre, no tenía muchas opciones, más bien, una. Enrolarse en una de las compañías militares que se levantaban en la zona y donde nadie preguntaba por el pasado. Lorencio pasaría a los Tercios de Italia, para volver a España de nuevo cinco años después con los soldados desplazados por don Juan de Austria desde Italia para reprimir la rebelión de los moriscos de las Alpujarras. De nuevo, regreso a Italia, hasta que en algún momento añora su tierra. Creemos que en 1586 ya se encuentra en su pueblo, desde donde pide al Consejo Real el perdón, que le será concedido por sus servicios militares y, seguramente, previo pago económico.

AGS, CCA. CED. 160-230

3 de septiembre de 1586

Papeles sueltos de Tarazona

 En 1565, después de haber conseguido el villazgo, Tarazona pide una escribanía más del número, pues la que tiene es insuficiente para sus negocios. Lo curiosos es que desde la Cámara de Castilla se nos dice que se ha eximido de Iniesta, lo que nos lleva a pensar que parte de los asuntos notariales se resuelven en esta villa. 16 de enero de 1565. La única escribanía existente se le había concedido junto al derecho de villazgo el 12 de julio de 1564

AGS, CCA, CED. 134-1113 y 140-189

El villazgo supuso a Tarazona una carga muy grande, pues se vio obligada a tomar a censo sobre sus propios 3 millones seiscientos veintidós mil cuatrocientos maravedíes (9660 ducados). El dinero se tomó prestado de Pedro Rodríguez Portocarrero y doña Elena de Córdoba, pero enseguida se buscaron una condiciones más ventajosas en personas más ventajosas de la comarca que prestaban el dinero en mejores condiciones. 19 de marzo de 1565

AGS. CCA. CED. 139-405

Concesión del título de depositario general de la villa, con derecho de asiento de regidor, por dos vidas a Luis Caballero el 29 de enero de 1575. El año 1600, renuncia al oficio en favor de su hijo Juan.

AGS, CCA. CED. 169-780

Pedro Gómez es asesinado por Juan Moreno, que una noche del mes de enero de 1610, en compañía de Miguel Llorente, Juan Saenz y Benito Sancho le da una cuchillada a la puerta de la casa de Ana Parda

AGS, CCA, CED. 182-1021

En 1632, se concede la merced a ciertos regidores de poder compatibilizar el oficio de regidor con el de alcalde ordinario de la villa si son elegidos, siempre que el derecho de voto solo se corresponda con uno de ellos

  1. Alonso López, alguacil mayor de la villa
  2. Juan de los Paños, regidor
  3. Francisco de Cantos
  4. Martín Gómez Prado
AGS, CCA, CED. 199-886

26 de septiembre de 1629 se concede el título de alférez mayor de la villa a Francisco de Mondéjar, que inmediatamente lo cede a Baltasar Redondo en diciembre

AGS. CCA, CED. 200-62

El seis de julio de 1633 se concede el título de procurador general síndico de la villa, con derecho de asiento y voto de regidor a Benito Picazo Benítez, que lo CEDE a Alonso Benítez su hijo seis años después

AGS. CCA. CED. 210-553

En 1639, el rey Felipe IV hace merced a la villa de Tarazona de elegir por mayoría de votos los oficios concejiles de la villa por un período de sesenta años. Se revocaba anterior merced de reservar la mitad de los oficios elegibles y anuales (alcaldes ordinarios) a los hidalgos de la villa. La razón está en la concesión de 2000 ducados de servicio a la Corona para su política militar. 17 de mayo de 1639

AGS. CCA. CED. 210-735

Se presenta a la villa como muy alcanzada por los donativos dados a la corona. Se propone repartir entre los veinte regidores de la villa a razón de treinta ducados en vender por cuatro maravedíes la mitad de la yerba de la dehesa carnicera y usar un lagar para la cera. 24 de abril de 1639.

AGS. CCA. CED. 211-450

Sunday, July 20, 2025

Felipe II en San Clemente (II)

 San Clemente es llamada la pequeña corte de la Mancha, pero tal apelativo únicamente se hizo realidad durante dos días el mes de marzo de 1586, cuando la villa alojó al rey Felipe II. El viaje del rey a Zaragoza, Barcelona y Valencia para jurar como heredero a su hijo, el futuro Felipe III está documentado, pero únicamente hasta el día 15 de febrero en Valencia. El regreso a El Escorial nos es necesario recomponerlo con fuentes diversas. Una de ellas, son las cartas reales emitidas por el propio rey y conservadas en Simancas; otras, las noticias diversas de los archivos municipales. 

La última cédula del rey en Valencia es de 28 de febrero, en Gandía, luego es de presumir un largo viaje hasta que vemos aparecer de nuevo al rey escribiendo en San Clemente, el ocho de marzo de 1586. Sabemos que, antes, se ha preparado una recepción pantagruélica en Minaya, que pagará, muy a su pesar, la villa de Villarrobledo. Pero, tanto Minaya como Villarrobledo sufrirán el desaire regio, pues el rey no se detendrá en Minaya y preferirá hacerlo en el camino entre esta población y San Clemente. El lugar elegido serán las llamadas casas de Andrés Luis, por entonces una casa de campo, que más adelante dará origen a las Casas de los Luises, y por su integración en otro núcleo a las Casas de los Pinos. Creemos no equivocarnos si vemos en esas casas, las del maestro cantero Andrés Luis, al que tenemos fichado en las obras de la iglesia de Villarrobledo y, es suposición, esas mismas casas se convertirían en centro de almacenamiento de mercaderías de comerciantes portugueses, los "luises", treinta años después. 

Pero a lo que vamos, dada la poca entidad de estas casas, el séquito real levantó un pequeño campamento de tiendas en torno a ellas donde comieron presumiblemente los manjares preparados en Villarrobledo, a pesar del despilfarro que de los mismos denunciará esta villa. Debía ser el día siete de marzo de 1586. Es presumible que la comitiva hiciera la digestión por el camino y se apresurase a llegar a San Clemente con algo de luz todavía. La suficiente para llegar a la villa y alcanzar el destino. No parece que los sanclementinos quisieran deslumbrar al rey Prudente con su pueblo, pues los preparativos se centraron en aderezar las calles por donde debía pasar. Llegaría por el puente del Remedio, calle Feria arriba, para desembocar en la plaza, menor que la actual y no tan regular, donde el ayuntamiento y la iglesia de Santiago deslumbraban por la nueva reforma y edificación de la generación anterior, pero con corrales y tapias a las espaldas de la comitiva real, lugar ocupado hoy por el nuevo ayuntamiento, y construcción civil a su derecha con algunos bajos ocupados por tiendas y escribanías, en situación de abandono pues la actividad se había trasladado a la calle de Nuestra Señora de Septiembre. Lo más seguro es que el rey prudente no se detuviera a ver la plaza y su imponente ayuntamiento o lo viera de refilón nada más, cegado por la multitud de bienvenida, y encaminado hacia la tienda de Pedro Martínez, fornicario además de tendero (y con una criada de Castillo de Albaráñez, compartiendo mala fama). El establecimiento de este mercader de Valdilecha asentado como tendero estaba ubicado en la esquina de la plaza con la calle Mayor, hoy Boteros, que henos de presumir engalanada, tal como lo intentan hoy los sanclementinos, para adornar el paso de un todopoderoso rey que se apresuraba por llegar a su lugar de descanso: el convento de la Asunción de monjas de la Tercera Orden franciscana. Otra de las grandes obras del pueblo, levantadas por la generación anterior, que estaba cambiando el urbanismo del pueblo y que, con sus paredes verticales, condenaba ya para el futuro a ese otro convento franciscano de formas achaparradas de Nuestra Señora de Gracia. Entre las paredes del convento de la Asunción y unas pocas monjas que habían abrazado la clausura, encontraría el rey el lugar adecuado para el descanso y el gobierno de sus reinos durante dos días. Allí se redactaron las numerosas cédulas reales, cuyas copias hoy se conservan en Simancas. 

El gobierno de los Reinos, quizás, era más natural que ahora, pues los favores los hacía el mismo rey, sin necesidad de publicar sus dádivas en redes sociales ni de esconder los favores. Así, Felipe II tras un asunto menor, o mayor para el agraciado, la concesión de una escribanía en el concejo de Salas, se centró en asuntos de mayor calado, queremos decir destinados a personajes más principales. El conde de Aytona, virrey del Reino de Valencia, debió llorar bastante al rey prudente durante su estancia en la capital del Turia el mes de febrero, pues presentando un estado lastimero de su casa, consiguió del monarca que esquilmase a los concejos castellanos de Illana y San Martín de la Vega, sacando siete mil fanegas de trigo, dos mil carneros y cincuenta fanegas de trigo. Los abastos se debían sacar por el puerto seco de Requena, pero ante el temor de que la operación se aprovechara para contrabando, se exigía el registro en el pueblo de Campillo de Altobuey, a pesar de que estaba a menos de doce leguas del Reino de Valencia y exento de tal registro... o por esa misma razón. 

A esta real cédula, siguieron otras nuevas para emitir certificados de títulos registrados en Simancas, la posibilidad de labrar hasta seis mil ducados en las casas de monedas, la autorización para la entrada en Castilla de mil cueros vacunos procedentes de Indias, un indulto en Zamora, varias mercedes personales en diferentes partes del Reino y quitar varios censos que cargaban el mayorazgo de don Antonio de Luna.

Hasta San Clemente habían llegado las peticiones que los secretarios del rey habían recogido durante el viaje procedentes de toda Castilla y en una maratoniana sesión del ocho de marzo se redactaron una docena de cédulas para deshacer el atasco administrativo pendiente. Luego, es de suponer, que el día nueve de marzo, la comitiva real emprendió la marcha y tomó el camino en dirección a Las Pedroñeras. Sabemos que el día 20 de marzo estaba en Aranjuez, donde continuaron de nuevo las acciones de gobierno; el 25 de marzo el rey llegaba a Madrid y por fin el 3 de abril ya está emitiendo cédulas reales en San Lorenzo del Escorial.

Durante su estancia en San Clemente el rey no emitió documento alguno que beneficiara a la villa, aunque sí creemos que se tomaría una decisión trascendental: la división de la gobernación del marquesado de Villena en dos corregimientos.

Tuesday, July 15, 2025

NOTAS SUELTAS DE EL PERAL

 El 8 de julio de 1564, Juana Saiz pide al rey se abrevie el juicio por la muerte de su hijo Sebastián Royo a manos de Juan Saiz, Pedro de la Motilla y consortes

AGS, CCA, CED. 141-158

Escribanía a favor de Adriano de Alarcón por muerte de Miguel Leal. 1615. Unos años después pide a Simancas se saque título en Simancas, por haberlo perdido.

AGS. CCA. CED. 182-158

Alonso García Moreno, regidor perpetuo de El Peral, año 1630. 

AGS. CCA. CED. 197-497

Ginés Cabronero es nombrado regidor perpetuo por dos vidas de El Peral. A su muerte, el año 1633, deja el oficio a su hijo Tomás Simarro

AGS. CCA. CED. 202-505

El 22 de junio de 1632 es nombrado García de Buedo como alférez mayor perpetuo de la villa de EL Peral. Traspasará el título a Gaspar Prieto poco después, el 12 de julio, aunque no le será reconocido hasta 1634. El título pasará a Andrés de Alarcón y Rosales en 1645 y a su muerte a su hijo Juan

AGS. CCA. CED. 202-506 y 236-336

1512. El bachiller Alarcón, vecino de El Peral, mata a sus criado Andrés de Espinosa. Los Espinosa amplían la venganza a un vecino de Villanueva de la Jara, Juan López que por entonces vivía con el bachiller

AGS, RGS, 1516-11-137

El usurero de Villanueva de la Jara y la capilla de San Isidro de Madrid

 Juan  de la Osa de Tébar, vecino de Villanueva de la Jara era un usurero. Un revendedor de granos, un especulador, diríamos hoy. El año 1660, aprovechando la esterilidad de esos tiempos, había comprado grandes cantidades de trigo y otros granos y los había revendido a precios excesivos en su pueblo de la Jara, pero también en otros comarcanos como Casasimarro, El Peral, Tarazona o Quintanar. Sometido a juicio por el corregidor de San Clemente, Bernardino de Quiñones y Pimentel, fue declarado en sentencia de ejemplarizante de 27 de noviembre de 1660 como usurero y revendedor de granos y condenado a servir dos años en el ejército de Extremadura, y luego a otros dos años de destierro de aquellos pueblos donde había vendido el trigo. Tanto como esa condena le debió doler el perdimiento de 1594 fanegas de trigo, 613 de cebada y 36 de fanega; la mitad de estos granos para los pobres de las villas donde había estafado y la otra mitad como multas para la hacienda real.

Pero Juan de la Osa era un truhan y pronto renegoció su situación penal y personal, luciendo de buen cristiano. Para evitar las penas, ofreció un pago de 12000 reales, 7600 reales de ellos para la capilla de San Isidro que se estaba levantando por aquel entonces adosada a la iglesia de San Andrés. Los 4400 reales restantes irían a los hospitales del Reino.


23 de agosto de 1661

AGS. CCA. CED. 237-197

EL DESPERTAR DE CASASIMARRO

 En 1590, Casasimarro era un lugar dependiente de Villanueva de la Jara y lo seguiría siendo hasta el 19 de mayo de 1653, año en el que compró su villazgo por nueve mil ducados de vellón. Pero Casasimarro ya tenía de antes una estructura política autónoma y consolidada. En la independencia del lugar, jugaba en su favor el ser centro de la ribera del Júcar y de atracción de diversos núcleos de casas de menor importancia como la Losilla, la casa de Ávila, las casas del Puente San Benito o el molino de los Nuevos. A la autonomía de la villa había contribuido el asentamiento de una rama de la familia Montoya desde mediado el siglo XVI y un vago recuerdo, que se perdió con el tiempo, de su fundador: Fernán Simarro. Su casa, nacida probablemente en la década de 1460, sería el núcleo en torno al cual se desarrollaría el pueblo y su figura, hoy olvidada, sería el de un autentico "pater patriae" de la villa de Villanueva de la Jara. A Fernán Simarro se deben las constituciones de la joven república de Villanueva de la Jara, tras su emancipación definitiva de Alarcón en 1480.

Muestra de la importancia del pueblo es que el ocho de enero de 1590 la Corona le concede un oficio de alférez mayor, un "primus inter pares" en el organigrama de los regimientos de las villas, pero, en este caso, concedido a un lugar sin jurisdicción propia. El título recayó en la figura principal del pueblo, don Pedro de Montoya, pero el prestigio que daba, hizo que pronto por sucesivas renunciaciones, que esconden compensaciones pecuniarias, fuera cambiando de manos, entre labradores ricos. En 1592, en Alonso López Cuartero; en 1594, en Juan de Escobar. Ambos lo detentaron alternativamente hasta 1604, año en el que el título recayó en Martín de Oñate; luego en Benito Pizarro Rabadán, hasta que en el año 1610 el oficio de alférez mayor recae en Juan García de la Casa. Una sucesión de nombres, que deja entrever el dinamismo de una sociedad y las facilidades de ascenso y promoción social.

(31 de julio de 1610)

AGS, CCA. CED. 179-271

Monday, July 14, 2025

Soldados de milicia y prostitución (La Alberca, 1613)

 Coincidiendo con la Natividad de la Virgen, el ocho de septiembre, se celebraba en San Clemente una feria comercial, mucho antes de que Felipe V, le concediera privilegio real y franquezas. Estos días eran días de fiesta y de múltiples tratos comerciales, donde acudían gentes de toda la comarca. Era costumbre acudir desde la cercana Alberca y uno de los que acudió a la feria de 1612 fue el joven Alonso de Alarcón, que con otros nueve alberqueños se había asentado como soldado de milicia. Como tal miliciano gozaba del derecho de portar armas y con su espada y flamante se paseó por las calles de San Clemente. Deambulando por ellas llegó hasta la calle del Juego de Pelota, donde se ubicaba el prostíbulo, al que acudían jóvenes, y no tan jóvenes, de toda la comarca. Su error fue pasar con la espada al prostíbulo, pues las rondas de alguaciles eran continuas y la prohibición de llevar armas en este lugar también. Así, el joven Alonso sería preso e incautada su espada. Un agravio para los alberqueños y los soldados de milicia del Reino. El tema, acabaría ante el Rey: los soldados de milicia eran intocables en las franquezas y preeminencias que gozaban, podían acudir al prostíbulo armados.

Los soldados de milicia de La Alberca en 1613, eran doce: Juan Granero, Francisco Lope Pinarejo, Bernardino de Carmona, Juan López de Perona, Mateo de Alarcón, Martín Esteban, Juan de Cuenca, Juan de Posadas, Juan Alegre, Juan Bayllo, Juan Rubio, Alonso de Alarcón y Antonio de la Fuente.

AGS, CCA. CED. 370-12

Papeles varios de Las Pedroñeras

Francisco Gómez es nombrado depositario general del ayuntamiento de Las Pedroñeras en 1577 por dos vidas, eso hace posible que su hijo Pedro le sustituya en el cargo el 26 de enero de 1579- Este reninciará al cargo en favor de Francisco de la Plaza, que, a su vez, en 1600, se lo devuelve al dicho Pedro Gómez.

AGS. CCA. CED. 158-178

El oficio de alférez mayor en Las Pedroñeras se establece el 21 de septiembre de 1559 y es concedido a García de Montoya para él y para sus sucesores. García de Montoya renunciará al título en favor de Hernando de Araque en 1577, el cual renunciará al oficio en 1579 de nuevo en García de Montoya.

AGS, CCA, CED. 159-203

En 1590, García de Montoya renuncia en favor de su hijo Juan de Montoya, que el diez de marzo de 1592 renuncia el oficio de alférez en favor de  Alonso de la Plaza y sus hijos.

AGS, CCA. CED. 162-1078

En su testamento, Alonso de la Plaza devuelve el título a los Montoya, que se los pasarán a Diego de Nieva y Gallego el año 1595, que a su vez renunciará a él para cederlo a Jusepe de Montoya, hijo de García de Montoya

AGS, CCA. CED. 166-171 y 169-856

Año 1600, un molino harinero en el río Záncara que pertenecía al mayorazgo de Juan Ponce de León es vendido a don Alonso de Pacheco en 1000 ducados. Alonso Pacheco ha comprado el donadío de Santiago de la Torre unos años antes.

AGS. CCA. CED. 172-895

El molino citado pertenecía al mayorazgo fundado por Juan y Luis de Belmonte, tesoreros de la colegiata de Belmonte y contaba con varias tierras de pan llevar en el término de Belmonte, el molino harinero del río Záncara en Las Pedroñeras y seis aranzadas de viña. Ese año de 1600 Juan Ponce de León heredero del mayorazgo y señor de Polvoranca vende esas tierras

AGS, CCA. CED. 175-115

Las Pedroñeras tenía fama de pueblo pendenciero. He aquí dos relatos. En 1650, con motivo de las elección de oficiales de la cofradía de la Sangre de Cristo, hubo una pendencia entre Marcos Izquierdo y Pedro Villena, aunque la cosa no pasó de palabras. Dos años después, para San Lorenzo, la pendencia, más grave se dio en las carnicerías, cuando Pedro Montoya, abastecedor de la carne, mató un carnero y fue recriminado por el regidor Marcos Izquierdo. la cosa ase agravó porque Sebastián y Francisco Martínez echaron manos a sus espadas, agrediendo a Pedro Montoya y Juan Montoya su hermano y de la pendencia salieron heridos Pedro Montoya y Fernando de Haro. Ese mismo año de 1652,  don Alonso y don José de Montoya. Juan Alonso de Porras y Miguel Chillón hirieron con armas de fuego a Rafael Martínez y a don Fernando de Haro.

Las penas comunes en estos casos eran de doscientos azotes, dos años de destierro y cuatro años de galeras, pero los agredidos, en conciertos económicos, perdonaban. Los condenados eran un tal Gabón y el regidor Marcos Izquierdo, aunque el peor parado, por el cumplimiento de la pena en su mitad, fue Miguel Chillón, condenado a seis años en el Peñón de Alhucemas.

AGS. CCA. CED. 226- 1170 a 1173 y 230-310

Sunday, July 13, 2025

VILLAZGO DE SISANTE (1635) Y OTRAS COSAS

 Por provisión real de 29 de abril de 1635, Sisante obtiene el  título de villa separándose de Vara de Rey. El precio a pagar es de nueve mil ducados para la hacienda real y otros dos mil ducados para resarcir a Vara del Rey.

 Pero, en 1636, se añaden otras condiciones:

Pago de alcabalas en la tesorería de la villa de San Clemente, incluida la parte del encabezamiento hasta entonces obligada la villa de Vara de Rey. Sometida a la jurisdicción del corregidor de San Clemente en este tema (26 de agosto de 1636)

AGS, CCA, CED. 207-175

De los dos mil ducados que la villa de Sisante debe a la la de Vara de Rey, por la compra de 1537 cuando era aldea (que Vara de Rey aún no había pagado) y que se compromete a pagar Sisante una vez adquirido su propio villazgo, lo hará en 1641 y será aprovechado por Vara de Rey para pagar los 1600 ducados que debe aún en 1641 del privilegio de villazgo comprado por Vara de Rey en 1630 por 1900 ducados. 10 de agosto de 1641

AGS, CCA, CED. 215-172

Benito García de Andújar es nombrado guarda mayor de campo de la villa de Sisante. 18 de junio de 1640.

AGS, CCA, CED. 213-451

Nombramiento de alférez mayor de la villa de Sisante a don Pedro de Valenzuela por carta de septiembre de 1641

AGS, CCA. CED. 214-393

10 de mayo de 1643, Juan Alcañiz Castillo es nombrado alguacil mayor de la villa por renuncia de Pedro Saenz de Moya. Fallece en 1551, dejando el oficio en su viuda Ana de Losa, hasta que sus hijos alcancen la mayoría de edad (lo ejerce de hecho, Bartolomé de Aparicio)

AGS, CCA, CED, 227-266