Alarcón
La villa de Alarcón se mantuvo fiel y leal a sus Reyes en los tiempos más belicosos. Es antigua es fuerte por naturaleza y por arte; y esta situada al mediodía á 10 leguas de ella, y al oriente de la villa de San Clemente á 5 leguas. Hállase fundada sobre una peña tajada; la ciñen en forma de herradura las corrientes del río Xúcar, dicho por los Romanos Sucro, y los pueblos situados sobre sus márgenes Populi Sucronenses. Solo hay un camino por tierra firme para la entrada de dicha villa por la parte oriental, tan estrecho que sólo hay capacidad para el tránsito de un carruage. Las dos entradas una al Sur y otra al Norte, y para el paso del río Xúcar se hallan dos elevados y antiquísimos puentes, construidos magníficamente de piedra de sillería. Por el lado del norte le usan los correos de Madrid para Valencia, en las temporadas de aguas abundantes, que debían usar constantemente para escusar atrasos. Esta villa tiene por armas desde su conquista un castillo de oro en campo roxo. Su vecindario en lo antiguo fué de 500 á 600 vecinos, y al presente se reduce a 300, incluyendo sus barrios de Balverdejo, Cañadajuncosa y Cañadancha.
Dicen que fué fundación de Celtíberos, y que la ganó á los Romanos un hijo de Alarico Rey Godo de España; y contento de su ameno sitio la pobló, nombrándola Alaricón en memoria de su padre: con el tiempo, perdiendo la i, quedó Alarcón. Posteriormente conquistaron esta villa los Sarracenos, y quedó sujeta a Ben Habet, Rey moro de Sevilla; y habiendo casado de terceras nupcias Alfonso VI, con su hija Zayda, se bautizó y se llamó Doña María: fue muy buena christiana, y de ella tuvo el Rey Don Alfonso al Príncipe Don Sancho, que murió desgraciadamente al tiro de una flecha en las inmediaciones de Uclés. Últimamente reconquistron a Alarcón los Moros, y el Rey Don Alfonso IX la volvió a conquistar año de 1177, día de San Andrés, mandádola reedificar y habitar a nobles Extremeños, siendo caudillo de esta expugnación el famoso Fernán Martínez de Ceballos, Rico Hombre de Castilla y Alcayde de Toledo, natural del valle de Trasmiera en Asturias de Santillana, á quien el Rey por sus señaladas hazañas, trocándole su apellido en el de Alarcón, le dexó por Alcayde de la fortaleza y castillo de esta villa, mandando el año de 1194 á Don Sancho Fernández, tercer Maestre de Santiago, fundar en ella un hospital para su órden, del que fué Comendador.
Al presente se halla la villa bien murada con fuertes torreones, atalayas y murallas de cal y canto y sillería, con 6 puertas. Su castillo sobre una elevada y fuerte roca, habitado y reparado por el cuidado y á expensas de los Señores Marqueses de Villena, como Señor de los Estados de Alarcón. Tiene el citado castillo algunos cañones de hierro de diferentes calibres, pólvora y otros utensilios prevenidos á principios de este siglo. Inmediato á él se conserva hermosa fábrica en el plano llano, a medio circular, con sus asientos: forma un agradable aspecto, y los naturales la llaman la Peña del Mentidero: se fabricó año de 1587. Consiste el gobierno de esta villa en un corregidor que nombra el Excelentísimo Señor Marqués de Villena, quatro regidores, mitad del estado noble y mitad del llano: igualmente mantuvo S. M. hasta el año 50 del presente siglo un gobernador político y militar.
Sin embargo, de las entradas ásperas de esta villa, es el piso llano y buenas sus calles, la plaza de buenas vistas y de las mejores del país, donde está la iglesia de San Juan Bautista, las salas capitulares, con el antiquísimo archivo de la villa, de piedra sillería, todo bien trabajado: consérvanse en él los privilegios de este pueblo, y entre ellos uno del Rey Alfonso X, expedido en la ciudad de Murcia á 30 de julio de 1256, en el que hace merced al concejo y vecinos de Alarcón, de los muros adentro, que entonces y en adelante fuesen francos de todo pecho y pedido, &c. También contenía este archivo un libro en que se conservaban los antiguos fueros de Alarcón, y al presente existe en la Real Biblioteca de Madrid, de órden del Rey. Mantiene actualmente el privilegio que llaman Borra de la Tierra, é igualmente el del Paso y el Travesío: ceden en beneficio de los propios de esta villa todos los productos de los arrendamientos en las muchas y excelentes dehesas que tiene la villa, los quales ascienden anualmente á 3000 pesos: estos se hallan concursados, y sólo la queda una corta consignación en calidad de alimentos.
Confina Alarcón con Tébar, Cañadajuncosa, Honrubia, Gascas, Olmedilla, Valverdejo, Valhermoso, Rubielos, Picazo y la Atalaya. En Gascas, pueblo de la jurisdicción de esta villa, se notan vestigios de antigüedad, hallándose en sus inmediaciones variedad de lápidas sepulcrales, gruesos cimientos subterráneos, monedas de bronce del tiempo de los Romanos, y una entre ellas donde claramente se lee Municipium Cascatium. Hay en su término pinares, encinas, romeros, enebros, sabinas, matas rubias y pardas: abunda en la uva ursi, y sus lechugas son celebradas en toda esta tierra. Entre la caza mayor es excesivo el número de perdices. Es tenida esta villa comúnmente por de temperamento sano; pues reynan los ayres puros, cargados con los efluvios de muchos romeros, mejoranas y otras plantas odoríferas de que abunda. En el sitio llamado de Lucas, en los rompimientos que hicieron de montes y maleza encontraron gran copia de vasijas y dentro de ellas fragmentos de huesos, bolitas de barro, instrumentos de metal, y otras cosas dignas de observación y de una descripción más larga.
Fueron de esta villa el Doctor Don Andrés de Peralta y Castañeda, distinguido en empleos, y autor de varias obras de teología eclesiástica, siendo suyos los comentarios de Ester, la vida de San Martín, la historia de Tobías y otras obras; Fr. Martín de la Asumpscón, General benemérito, Trinitario descalzo, de la familia de los Morejones, quien regalo desde Roma el cuerpo de S. Mariano Diácono. Tiene la villa de Alarcón 5 parroquias y 3 ermitas, de las quales la de Nuestra Señora de la Orden, que se llamó de los Escuderos, mandóla fundar el Rey Don Alfonso IX á Don Sancho Fernández, tercer Maestre de Santiago, en 1194, con hospital para curar á los caballeros heridos en batalla.
LÓPEZ, Tomás Mauricio: Geográfica Histórica Moderna. Tomo II. Comprehende las provincias de Toledo, Guadalaxara y Cuenca. Imprenta de la viuda de Ibarra. Madrid 1796. BIBLIOTECA DE LA ABADÍA DE MONTSERRAT. pp. 298-303
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