El corregimiento de las diecisiete villas (fotografía: Jesús Pinedo)


Imagen del poder municipal

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EL CORREGIMIENTO DE LAS DIECISIETE VILLAS EN LA EDAD MODERNA (foto: Jesús Pinedo)

Monday, December 8, 2025

Los Enríquez y la prestamera de San Clemente

 Don Fernando de Alarcón Fajardo, clérigo y vecino de la villa de San Clemente, había ganados letras y bulas de impetración del Vaticano para gozar de un préstamo que en la iglesia de Santiago de San Clemente tenía don Francisco de Reolid y Peralta, clérigo de menores órdenes de la ciudad de Toledo. Las bulas despachadas por Inocencio X  se guardaban en el despacho de uno de los cuatro notarios apostólicos del obispado de Cuenca, Juan Carrasco, en una gaveta de su escritorio. Eran bulas escritas en pergamino, con unos cordeles y plomo colgando; estas bulas concedían mercedes a ruego de algunas personas que las impetraban o solicitaban, pero condicionadas a que los peticionarios demostraran en proceso posterior su derecho a tales mercedes. Tal era la pretensión sobre el préstamo (o prestamera) de la iglesia de San Clemente. 

La prestamera de San Clemente la venían disfrutando en los años 1647, 1649 los Enríquez de Cuenca y ahora a la muerte de Pedro Enríquez la prestamera se la disputarán los clérigos Francisco Reolid, que la venía disputando los tres últimos años, y Fernando Alarcón Fajardo, que ya disfrutaba de una prestamera en Chillarón y Arcas. Entre los frutos sacados de la tercia se detallaban:

  • Para el año 1646, 63 borregos, 68 arrobas de lana y cuatro libras, 2 arrobas de queso, 194 almudes y 2 celemines de trigo, 171 almudes de cebada, 39 almudes de centeno, 8 almudes de avena, 310 cargas de vino (que dieron 1000 arrobas de vino, quitada la costa de pisar), 134 arrobas de vino en las aldeas
  • Para el año 1647: 63 arrobas de lana, 53 corderos, 282 almudes y 4.5 celemines de trigo, 215 almudes y 3 celemines de cebada, 75 almudes de centeno, 77 cargas de uva de dezmeros de la villa, 56 arrobas de vino en dezmeros de caserías
  • Para el año 1648, 60 corderos, 60 arrobas de lana, 203 almudes de trigo, 170 almudes de cebada, 50 almudes y 2.5 celemines de centeno, 135 cargas de uva de la villa, 38 cargas de uva de las aldeas, 2 arrobas de queso, 8 almudes de queso
  • Para el año 1649: 53 arrobas de lana, 41 cabezas de ganado, 299 almudes de trigo, 148 almudes de cebada, 88 almudes de centeno, 190 cargas de uva en dezmeros de la villa y 104 arrobas de vino en dezmeros de las caserías.
  • Para el año 1650, 76 borregos, 66 arrobas y siete libras de lana, 3 arrobas de queso, 229 almudes de trigo y cuatro celemines, 142 almudes cebada, 97 almudes y 4 celemines centeno, 12 almudes y 4 celemines de avena, 103.5 cargas de uva de la villa y 43.5 cargas de uva de las aldeas
El montante de los frutos del total de cinco años correspondientes  a la prestamera de Pedro Enríquez era el siguiente:
  • 606 fanegas y seis celemines de trigo, a 14 reales la fanega: 8491 reales
  • 420 fanegas y tres celemines de cebada, a 7 reales la fanega: 2490 reales
  • 174 fanegas y ocho celemines de centeno a 8 reales: 1396 reales
  • 3055 arrobas de vino a dos reales: 6110 reales
  • 293 corderos a catorce reales el par: 2058 reales
  • 310 arrobas de lana a 16 reales por no ser fina: 4960 reales
  • El queso se daba a terceros
De subsidio y escusado se pagaban 1200 reales al año, 6000 en total; por la administración se pagan 1100 reales al año, 5500 reales en total; paga de pensión 550 reales al año, 2750 reales en total. A descontar del 25955 reales que sumaba el total de frutos de la prestamera, quedaban 11705 reales (2341 reales por año) para la prestamera de don Pedro Enríquez de Toledo. Esa cantidad de 2341 reales era cantidad buscada, pues la prestamera concedida lo había sido por un valor de cien ducados de oro, equivalentes a 1800 reales de plata doble, que traducidos a vellón eran 2700 reales.
A esta prestamera también le correspondía la tercera parte del queso diezmado, pero era de muy poca consideración, apenas una arroba y media en 1647 y 1649. Era administrador de los diezmos de la villa Francisco Torrijos, que actuaba por delegación de Francisco Martínez Perona, abad de Santiago y beneficiado de las parroquias de la villa de San Clemente. En 1651 el administrador de los diezmos es el presbítero, Cristóbal Caballón, por delegación de Juan Gregorio de Santos, inquisidor apostólico y cura de las parroquias de la villa. Andaba en litigio el diezmo de Villar de Cantos.

El pleito por la prestamera lo ganaría don Fernando Alarcón Fajardo en 1654

AHN, CONSEJOS, 25689, Exp. 16. El fiscal y Francisco de Reolid y Peralta contra Fernando de Alarcón sobre retención de bulas. San Clemente, Cuenca. 1655

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